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SUCESION EN GENERAL

TRASMISIÓN SUCESORIA DE PLENO DERECHO

ARTíCULO 660
Desde el momento de la muerte de una persona, los bienes, derechos y obligaciones que
constituyen la herencia se trasmiten a sus sucesores.

Comentario
Augusto Ferrero Costa
La apertura de la sucesión está determinada por el fallecimiento del causante; pues, a
tenor de lo prescrito en el artículo 61, la muerte pone fin a la persona. De acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 660, la trasmisión hereditaria se produce desde el momento de la
muerte, habiendo enfatizado el actual Código el concepto, pues el Código de 1936
expresaba únicamente la frase "desde la muerte': La consecuencia concomitante del
hecho mismo de la apertura es la trasmisión sucesoria. Como bien acota Loewenwater, la
sucesión por causa de muerte no transfiere, sino que transmite. Con el fallecimiento se
produce, al mismo tiempo, la apertura de la sucesión y la trasmisión de los bienes de la
herencia. El artículo 3282 del Código argentino señala que la sucesión o el derecho
hereditario se abre, tanto en las sucesiones legítimas como en las testamentarias, desde
la muerte del autor de la sucesión, o por la presunción de muerte en los casos prescritos
por la ley. Dalmacio Vélez Sarsfield, autor de dicho Código, en su nota al artículo citado
señala que la muerte, la apertura y la trasmisión de la herencia se causan en el mismo
instante, no existiendo entre ellas el menor intervalo de tiempo. En consecuencia, son
indivisibles. Existen tres formas de adquisición de la herencia: ipso iure, al momento de la
apertura de la sucesión; mediante aceptación; y por declaración judicial. El Código
italiano, en su artículo 459, consagra la segunda forma, tomada del Derecho Romano. En
éste existía la institución de la herencia yacente, mediante la cual el heredero no adquiría
la posesión por ministerio de la ley sino mediante su aceptación. "Se admitía por esto,
que la herencia yacente continuaba poseyendo para el heredero los bienes del difunto,
evitándose una interrupción de la posesión", nos dice Meza Barros. Otros códigos, como
el chileno (artículo 1240), consagran esta figura. Modernamente, no tiene razón de ser,
pues la adquisición de la herencia opera ipso iure desde la muerte del causante, aunque
el heredero ignore el hecho. No hay solución de continuidad entre la tenencia del
causante y del heredero. Se justifica cuando, como en Italia, la herencia se adquiere con
la aceptación y no de acuerdo con la saisine; o sea, desde la delación hasta la adición de
la herencia.
La trasmisión sucesoria debe entenderse con todos los bienes y obligaciones de las que
el causante es titular al momento de su fallecimiento; vale decir, con todo el activo y con
todo el pasivo sucesoral, tal como lo determina el artículo 660, hasta donde alcancen los
bienes de la herencia, por orden del artículo 661.
El artículo 660 repite la mención de bienes y derechos del Código derogado. Podría
pensarse que bastaba referirse a unos o a otros, pues los derechos son bienes, y éstos a
su vez están representados por aquéllos. Arias Schreiber es de opinión que la norma
adolece de un defecto de orden técnico, ya que se refiere a los bienes y derechos, siendo
así que estos últimos no son sino una especie de los primeros. Sin embargo, la redacción
resulta acertada pues los bienes están más identificados con lo patrimonial; no así los
derechos. En efecto, así como existen derechos patrimoniales que no se trasmiten como
el usufructo y la renta vitalicia, hay derechos no patrimoniales que son susceptibles de
trasmisión, como es, por ejemplo, el derecho a aceptar o renunciar a la herencia (artículo
679). Por tanto, no existe tal redundancia. Además, la pluralidad de conceptos se justifica
por ser más expresiva y frecuentemente empleada en la legislación y la doctrina. Por otro
lado, hay derechos difíciles de definir que se trasmiten por herencia, como los derechos al
patrimonio de la comunidad conyugal, que en nuestro concepto son reales, aunque
obviamente no se trasmite la condición de miembro de ella. Igual ocurre con los derechos
de autor, que son personales.
Comentando el Código español, cuya referencia a los derechos es igual que en el
nuestro, Albaladejo opina que dicha expresión, aunque literalmente no se reduce a los
patrimoniales, se deduce del contexto de la norma que solo se refiere a éstos, con lo que
se vería la limitación del precepto a los derechos y obligaciones constitutivos del
patrimonio.
Otro derecho no patrimonial que se trasmite es el de decidir algunas cuestiones como los
funerales. Planiol y Ripert expresan que se ha llegado a preguntar si el derecho de
sucesión y los principios que rigen la vocación hereditaria no debían ser aplicados para
resolver también ciertos conflictos de carácter particular como el mencionado, su carácter
civil y religioso, su forma, inhumación o incineración, lugar donde deban reposar las
cenizas, etc. En efecto, el testador puede haber instituido un heredero voluntario que
excluye a sus herederos legales; los cuales son apartados a pesar del vínculo de sangre.
Los juristas citados se inclinan por que la intención del difunto regule la situación, citando
jurisprudencia francesa en ese sentido.
El artículo 660 se refiere a aquellos bienes que constituyen la herencia, que son los
trasmisibles. Los intrasmisibles, por ser derechos o atributos de la personalidad, se
extinguen con la muerte del titular, como son el derecho al nombre, al honor, a la libertad,
a la integridad física -que son los bienes denominados innatos-, la renta vitalicia, el
mandato, los alimentos, algunas obligaciones tributarias, la habitación y los derechos
políticos. Existen algunos derechos, como el caso de los títulos nobiliarios, que siendo
trasmisibles no forman parte de la herencia. Incluso, en este caso, se reciben por derecho
de sangre y no por derecho de herencia, "y el sucesor se entiende que lo es del que
primeramente recibió la gracia del título, no del último tenedor", como señala Albaladejo.
Tratándose de copropiedad, existe una de carácter singular, en la que una persona
resulta el titular del continente y otra del contenido. Se trata de cartas sobre cuyo texto el
remitente conserva los derechos de autor y el destinatario la propiedad del material
escrito, pudiendo éste, como señala De Gásperi, destruirlo en virtud de su poder de
hecho sobre la carta. Obsérvese que entre los derechos intrasmisibles se encuentran
derechos incluso patrimoniales, y entre los derechos trasmisibles, otros que no son
patrimoniales.
Con más propiedad, el actual Código se refiere a los sucesores, en lugar de a "aquéllos
que deben recibirla", como prescribía el Código anterior. Vale decir, alude a los herederos
y legatarios llamados a recoger la herencia.
Como en el caso de los derechos, las deudas a que se refiere son únicamente las
trasmisibles, pues las personalísimas no son objeto de trasmisión, tal como lo expresan
los artículos 188, 1218 Y 1363.
DOCTRINA
Actas de las Sesiones de la Comisión Reformadora del Código Civil peruano, Tercer
Fascículo, segunda edición, Lima, Imprenta CA Castrillón, 1928; ALBALADEJO, Manuel.
Derecho Civil, tomo V: Derecho de Sucesiones, volumen primero: Parte General,
Barcelona, Librería Bosch, 1979; ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max. Luces y Sombras del
Código Civil, tomo 1, Lima, Librería Studium, 1991; Código Civil de Argentina; DE
GÁSPERI, Luis. Tratado de Derecho Hereditario, tomo 1, Parte General, Buenos Aires,
Tipográfica Editora Argentina, 1953; LOEWENWARTER, Víctor. Derecho Civil Alemán.
Código Civil Alemán, tomo III: De los Derechos de Familia y de Sucesión, Santiago,
Prensas de la Universidad de Chile, 1936; MEZA BARROS, Ramón. Manual de la
Sucesión por causa de muerte y Donaciones entre vivos, tercera edición, Santiago,
Universidad de Chile; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge. Tratado Práctico de Derecho
Civil Francés, tomo IV: Las Sucesiones, traducción de Mario Díaz Cruz, Habana, Cultural,
1933.

JURISPRUDENCIA
"Desde la muerte de una persona se trasmiten la propiedad y la posesión de los bienes a
aquellos que deben recibir/os"
(Exp. N° 781-73-Ica, Resolución Suprema del 20/09/73, Zárate del Pino, Juan, "Curso de
Derecho de Sucesiones", p. 21).
"La trasmisión sucesoria se produce desde la muerte del causante. Los herederos deben
probar su calidad de tales con el título sucesorio correspondiente, testamento o
declaración judicial de herederos"
(Cas. N° 1182-97-Loreto, El Peruano, 18/07/98, p. 1472).
"La persona que no ha sido reconocida por su presunto causante no puede ser declarada
heredera"
(Exp. N° 983-95-Ancash, Ramírez Cruz, Eugenio, "Jurisprudencia Civil y Comercial", p.
255).
"Para el pronunciamiento sobre el fondo del asunto (acción petitoria de herencia), desde
luego, no es óbice la existencia de dos declaratorias de herederos respecto de un mismo
causahabiente, pues, en todo caso, estando a las previsiones contenidas en el segundo
parágrafo del citado dispositivo legal (artículo seiscientos sesenticuatro del Código Civil,
referido a la acumulación de la acción petitoria con la de declaración de heredero en caso
de preterición de derechos del accionante), no hay inconveniente para calificar la
vocación hereditaria de las partes respecto al de cujus..."
(Exp. N° 246-96 del 22/04/1996 Cuadernos Jurisprudenciales N° 19. Gaceta Jurídica.
Lima, Enero 2003. p. 56).

"Desde el momento de la muerte de una persona, los bienes, derechos y obligaciones


que constituyen la herencia se transmiten a sus sucesores. No hay necesidad de más
documento que el testamento o la declaratoria judicial de herederos, para que todos los
bienes que eran de titularidad del causante al momento de su deceso, sean transferidos a
favor de sus herederos"
(Exp. N° 1776-98 de/19/11/1998. Cuadernos Jurisprudenciales N° 19. Gaceta Jurídica.
Lima, Enero 2003. p. 23).

"El artículo seiscientos sesenta del Código Civil señala que la condición de heredero se
adquiere a la muerte del causante, consecuentemente la resolución judicial de
declaratoria de herederos solo es declarativa de derechos y obligaciones, mas no
constitutiva de los mismos"
(Cas. N° 850-96 de/24/06/1997. Cuadernos Jurisprudenciales N° 19. Gaceta Jurídica.
Lima, Enero 2003. p.50).
"En los casos de transferencias de bienes gravados con el impuesto predial que ocurran
por la muerte de una persona, el Registrador Público se encuentra obligado a requerir
que se acredite el cumplimiento del pago del referido impuesto"
(Res. N° 064-2003-SUNARP- TR-L E/ Peruano 05/06/ 2003, p. 245498).

Herencia (Derecho)
Para otros usos de este término, véase  Herencia.
Para otros usos de este término, véase  Herederos.
«Heredamiento» redirige aquí. Para otras acepciones, véase  donadío.
En Derecho, se denomina herencia al acto jurídico mediante el cual
una persona que fallece transmite sus bienes, derechos y obligaciones a
otra u otras personas, que se denominan herederos. Así, se entiende por
heredero la persona física o jurídica que tiene derecho a una parte de los
bienes de una herencia. El régimen jurídico que regula las herencias es
el Derecho de sucesiones.
Por extensión, también se denomina herencia, al conjunto de bienes, derechos
y obligaciones que forman el patrimonio de una persona a su fallecimiento.
Este conjunto de bienes y derechos en ocasiones recibe el nombre de caudal
hereditario (caudal relictio). El caudal hereditario lo forma así
el patrimonio del causante en el momento de la muerte, eliminando aquellos
bienes, derechos y obligaciones que se extinguen por el hecho de la muerte
(derechos y obligaciones vitalicios y los personalísimos). Este caudal se
relaciona en el inventario de bienes con su correspondiente pasivo.

El derecho a la herencia
El fenómeno hereditario ha sido reconocido en casi todas las civilizaciones que
han existido en la historia de la humanidad. Entre las excepciones destaca la
regulación existente tras la revolución rusa que en 1918 declaró: "la sucesión
tanto la legal como la testamentaria queda abolida. A la muerte del causante,
sus bienes tanto muebles como inmuebles pasarán a ser propiedad de la
República Socialista Federal Soviética" . En 1922 se matizó esta prohibición
admitiéndose el derecho a la sucesión a favor del cónyuge y de los
descendientes directos para una cuantía menor de 10.000 rublos. Esta
limitación cuantitativa se derogó a su vez, en 1926. En la Constitución de la
Unión Soviética de 1936 se admitía el derecho a heredar la propiedad
personal.1
El derecho a la herencia, a causar y recibir herencias, está protegido por la ley,
en alguno países está reconocido a nivel constitucional, por ejemplo en
España, el artículo 33 de la Constitución reconoce este derecho junto a la
propiedad privada.2
Herederos
Los herederos son las personas que suceden a título universal, es decir, en la
totalidad o parte alícuota de sus bienes, a otra persona fallecida. De esta
forma, pasan a ser titulares de los bienes, derechos y obligaciones de los que
era titular el causante que no se extinguen con la muerte y que no han sido
específicamente legados a otra persona.
Designación
"Designación". Puede ser llamado a la herencia por el causante
en testamento o venir determinado por la ley, ya sea por ausencia de
testamento, o por aplicación de normas imperativas como las legítimas.
El heredero puede ser el que como tal figura en un testamento, o bien, aquellos
a los que la ley reconoce tal condición legal, ya sea por ausencia de
testamento, o por aplicación de normas imperativas como las legítimas.
El heredero asume, principalmente, la titularidad de relaciones patrimoniales,
pero se convierte también en titular de algunos derechos personales que de
otro modo serían intransmisibles.
Al heredero la ley le suele atribuir diversas facultades, entre ellas:

1. Aceptar o renunciar a la herencia (normalmente cuando hay deudas)(, 3 o


aceptarla a beneficio de inventario (si hay deudas solo se responde con
los bienes heredados). Sólo al producirse la aceptación, el llamado a la
herencia se convierte en heredero.
2. Disponer por actos inter vivos o mortis causa de la misma, aún antes
de haber entrado en su posesión.
3. Legitimidad para impugnar el testamento, oponerse al mismo y cuantas
acciones judiciales considere necesarias para defender sus derechos.
Desde el punto de vista del heredero, se denomina herencia al conjunto de
bienes, derechos y obligaciones que recibe, que puede ser un porcentaje menor
del total del caudal hereditario.
En este último caso (desde el punto de vista del heredero), se entiende que una
herencia se refiere a una parte genérica del patrimonio del testador. Por
ejemplo, la mitad o el total del caudal hereditario. Cuando el testador decide
dar unos bienes concretos a un heredero, esto recibe el nombre de legado y el
heredero sería un legatario. El heredero a veces se confunde con la figura
del legatario. Sin embargo, un legatario, como receptor de un simple legado,
no tiene los mismos derechos de defensa de la herencia que el heredero, y no
sucede al causante a título universal.
Capacidad
Pueden ser herederos todos aquéllos que no estén incapacitados para ello
expresamente por la ley. Existen algunas limitaciones relativas, que impiden
convertirse en heredero, no en términos absolutos, pero sí de determinadas
personas. Así, no pueden heredar al testador:

 El sacerdote que lo hubiera confesado en su última enfermedad, sus


parientes dentro del cuarto grado, o su iglesia, cabildo, comunidad o
instituto.
 Su tutor o curador, salvo que estuvieran definitivamente aprobadas las
cuentas después de la extinción de la tutela o curatela, o que éstas no
tuvieran que rendirse.
 El notario que haya autorizado el testamento, su cónyuge, parientes o
afines dentro del cuarto grado, excepto si se trata de heredar cosas
muebles o cantidades de poca importancia en relación al caudal hereditario.
 Los testigos del testamento abierto, otorgado con o sin notario.
 Las personas ante las que se otorguen testamentos especiales.

Regulación de las herencias


Artículo principal:  Derecho de sucesiones

El derecho de sucesión y la herencia son una materia profusamente regulada,


en la que existen dos tipos de normas aplicables a la misma:

 Normas imperativas, que rigen en todo caso, limitando la voluntad del


testador.
 Normas dispositivas, que rigen en ausencia de voluntad del testador
(sucesión intestada).

Documentos necesarios para preparar una escritura de herencia


 Título sucesorio: Es un certificado de defunción, certificado de últimas
voluntades y copia autorizada del testamento o acta de declaración de
herederos abintestato.
 Documentos relativos a bienes incluidos en la herencia: relación de
bienes y deudas, certificado de saldos bancarios, escritura de propiedad de
inmuebles, etc.
 Certificado de seguros de vida.
Según cada ordenamiento jurídico y al mayor o menor grado de normas
imperativas, se dará mayor o menor ámbito de actuación al testador. De este
modo, existen ordenamientos jurídicos muy limitativos a la voluntad del
causante, imponiendo figuras como la legítima, y otras que permiten la casi
total disposición por parte del causante de sus bienes.

Efectos fiscales
Artículo principal:  Impuesto sobre sucesiones y donaciones
La herencia, como acto jurídico, es también un hecho imponible. Al ser una
fuente de ingresos para el heredero, la mayoría de los estados la gravan en
mayor o menor medida mediante impuestos. Cuando se tramita una herencia
hay que tener en cuenta que existen seis meses desde la fecha de la defunción
para liquidar todos los impuestos que de la herencia dimanen.
En algunas administraciones se puede pedir con antelación una prórroga en el
pago de los impuestos, ante los organismo correspondientes, justificando
siempre la causa del retraso y evitando así sanciones.
Por lo general depende la cantidad a liquidar de tres factores principales,
último domicilio del causante o lugar de fallecimiento, cantidad que conforma
la masa hereditaria y el grado de parentesco con el causante de cada uno de
los herederos. En el caso de las herencias con bienes en varios países el
tratamiento fiscal se complica ya que hay que estudiar las implicaciones en
varias legislaciones.
También en ciertas comunidades y según el grado de parentesco suele haber
exenciones fiscales en su totalidad en el caso de la comunidad de Madrid para
primer grado de consaguiniedad o reducciones como en la comunidad de
Andalucía de hasta 175.000 euros de la masa hereditaria para primer grado de
parentesco, o reducciones por domicilio habitual, etc.
Es importante, no olvidar el impuesto sobre el incremento del valor los bienes
urbanos más conocido como plusvalía, impuesto que se líquida en cada uno de
los ayuntamientos en los que el causante tuviera una propiedad urbana, y que
dependen del valor catastral y de los años de tenencia del mismo.
Es importante tener siempre en cuenta el concepto de fiscalidad cuando se
tiene derecho sobre una herencia ya que, existe cuatro años y seis meses en
los que se los pueden reclamar y cuanto más se tarda en liquidarlos mayor es
la sanción que incrementa los mismos.

Referencias
1. Ir a↑ Lasarte, Carlos. Marcial Pons. ed. Derecho de sucesiones
Principio de Derecho Civil. ISBN 9788497689151. Consultado el 28 de noviembre
de 2012.
2. Ir a↑ Serrano García, José Antonio. «Las sucesiones en general y
normas comunes a las sucesiones voluntarias». Consultado el 24 de
diciembre de 2012.
3. Ir a↑ Regalo envenenado: las renuncias a herencias se duplican con la
crisis, Cinco días, 8/5/2013

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