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La critica de la vida cotidiana consiste en un análisis de las formas en que cada organización social
concreta se desarrolla el interjuego entre necesidades de los sujetos comprometidos en ella y las
satisfacciones, metas y conductas social y binocularmente disponible. Ligado a esta critica el
análisis de lo vivencial, de la experiencia directa e inmediata de los sujetos, en ellas aparecen las
leyes que gobiernan el interjuego entre las necesidades y las metas disponibles, se muestran y a la
vez se ocultan, se manifiestan y se encubren.
EL MITO
Mientras la experiencia procesada desde el mito , ( el mito naturaliza lo cotidiano), anula las
determinaciones históricas sociales de la cotidianidad, asi se dice “escuchar a Mozart nos hace
mas inteligentes”,” los bebés se parecen mas a sus padres porque asi es como la naturaleza les
recuerda que realmente son suyos”. El mito homogeneiza, oculta la heterogeneidad
(individualidad) de experiencias, de recursos, de condiciones de vida, de hábitad, de
cotidianidades.
EL MITO TE PONE COMO UNA VENDA PARA NO PODER VER LA VERDADA Y POR LO
TANTO EXPERIMENTAR.
CRISIS
La crisis abre paso a la critica como análisis, examen problematización. La crisis separa
rompe la fusión cotidiana, la despoja de su carácter “natural”
Si hablamos de nuestro aquí y ahora, esa crisis implica una ruptura con las modalidades,
con las formas de vida cotidiana. Determina modificación de hábitos, modificación
sustancial en las formas de interjuego: necesidad-satisfacción. De allí la búsqueda de
nuevos aprendizajes y la reconstrucción de los marcos referenciales y operativos.
La doble crisis es una ruptura, quiebre de los hechos y del sistema de representaciones
que da cuenta de los hechos. Esta ruptura entre necesidad y satisfacción socialmente
disponibles entre experiencia y sistema social de representaciones, genera un alto monto
de inseguridad. La situación de crisis desencadena ansiedades de péridida de lo viejo y
ataque de lo nuevo. Esta ansiedad genera en algunos una respuesta ACTIVA, trata de
resolver la situación, de comprenderla y resolverla; en otros la parálisis, inmovilismo. De
hecho la crisis lo que plantea es una nueva exigencia adpatativa de lectura de acción.