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PRINCIPIOS DE LOS TITULOS VALORES

PRINCIPIO DE INCORPORACION
El título valor es un documento probatorio, constitutivo y dispositivo. Contiene una
declaración unilateral de voluntad, de la que deriva un derecho a favor del
beneficiario y una carga respecto a los obligados. El derecho patrimonial está
compenetrado en el título; ello determina que el documento sea indispensable
para que el legítimo tenedor pueda reclamar las prestaciones que contiene.
El título valor contiene un derecho patrimonial que le permite al tenedor del mismo
obtener un beneficio cuyos alcances se encuentran determinados en el texto del
documento.

PRINCIPIO DE LITERALIDAD
Por este principio los derechos y obligaciones que representa el título valor deben
constar por escrito en el documento. Esto significa que para determinar el
contenido y alcances del título valor solamente podrá recurrirse a lo que se haya
expresado en el título mismo o en una hoja adherida a éste. De esta manera, ni
acreedor ni deudor podrán alegar cuestiones que no emanen literalmente de lo
manifestado en el título valor.

En la Ley de Título Valores encontramos una serie de disposiciones que se


desprenden de este principio:

 Importe del Título valor


La Ley de Títulos Valores establece sobre este tema una serie de disposiciones
distintas a las de la Ley  derogada, que establecía la prevalencia del monto en
letras. Actualmente, en caso de que exista diferencia entre el importe expresado
en letras y en números, prevalece la suma menor. En caso de que exista
diferencia en la referencia de la unidad monetaria, prevalece el signo monetario
nacional. En caso de que ninguno de los signos corresponda al signo nacional, el
título valor no surte sus efectos cambiarios.

 Firmas y documentos oficiales de identidad


La Ley de Títulos Valores prevé la posibilidad de sustitución de la firma autógrafa
por una impresa, mecánica o electrónica, siempre que existan los siguientes
presupuestos:

               .  Que exista acuerdo previo y expreso entre el obligado principal y las
partes intervinientes.
                         .      Que se haya pactado dicha sustitución como condición de la
emisión del título valor.

Para otorgar mayor seguridad se ha dispuesto que toda persona natural que firme
un título valor deberá consignar su nombre y el número de su documento de
identidad ; si se trata de personas jurídicas, deberá anotarse su número de
registro único de contribuyente y los nombres de los representantes que
intervienen en el título.
 Falsus Procurador
De acuerdo con la Ley vigente, el falsus procurador queda obligado
personalmente frente al tercero en virtud de la confianza depositada en él. Este
seudo representante se obliga personalmente como si hubiera obrado en nombre
propio.

En la Ley se plantean dos situaciones:

. Se presenta como representante sin serlo o, siéndolo, carece de facultades para


obligar a su representado.

. Es representante, pero se excede de sus facultades. V.gr: El representante legal,


el tutor, el curador o el gerente de una sociedad.

 Alteración de los títulos valores


La alteración consiste en una modificación material del título valor, que cambia la
manifestación literal hecha en él por alguno de sus firmantes. La alteración se
presenta cuando cualquier firmante del título valor modifica alguna obligación 
cartular, mediante adiciones, sustituciones o supresiones (de palabras, sellos o
signos, etc.): no hay alteración cuando un título firmado en blanco se llena en
forma contraria a lo pactado.

La norma cambiaria vigente establece que las firmas posteriores a la alteración


importan responsabilidad en los términos del texto alterado; en tanto que las
firmas anteriores a la alteración importan responsabilidad en los términos del texto
auténtico. El hecho de que cada obligación tenga una existencia propia e
independiente de las otras obligaciones que figuran en el título origina que quien
pone su firma en un título valor que ha sido alterado, se obliga en las condiciones
establecidas en el documento que firmó.

 Título valor incompleto


La emisión de un título valor incompleto implica la falta de algún requisito que
señala la ley, permitiéndose que el título pueda ser completado posteriormente,
según los acuerdos adoptados.

La integración del título debe ser efectuada de conformidad a los acuerdos


concluidos, y en ausencia de previsiones particulares, de conformidad con el
contenido de la relación subyacente a la emisión del título. Si tales formalidades
no son observadas, la integración es abusiva. La Ley 16587 en su artículo 9°
señalaba que si un título valor incompleto al emitirse hubiera sido completado
contrariamente a los acuerdos adoptados, la inobservancia un puede ser opuesta
al poseedor, a menos que éste hubiera adquirido el documento de mala fe.

La nueva Ley en este supuesto establece mayor protección para el deudor:

. El emitente o aceptante de un título valor incompleto tiene derecho a obtener una


copia del mismo, que debe estar firmado por el acreedor, con lo que podrá
demostrar el estado y texto que originalmente tenía el título.
. El emitente tiene derecho de agregar la cláusula  que limite su transferencia.

. Para la eficacia del título valor, éste debe ser completado hasta antes de su
presentación para su pago o cumplimiento.

 Responsabilidad solidaria
La solidaridad cambiaria otorga a los títulos valores las mayores seguridades para
obtener el pago, superándose el criterio de que el tenedor debe justificar la
insolvencia del demandado en primer término para poder dirigirse contra los
demás obligados.

Por esta disposición, el tenedor puede iniciar la acción correspondiente contra los
obligados, sin tener que observar el orden en que “intervinieron”, a diferencia de la
antigua Ley que se refería al orden en que éstos se hubieran “obligado”.

En virtud de la solidaridad cartular se faculta al tenedor del documento a accionar


contra el girador, el aceptante, el endosante y el avalista, individual o
conjuntamente, sin tener que observar el orden en que se hubiesen obligado. El
giro, aceptación, endoso y aval importan actos de enajenación y cada uno de los
sujetos que practican estos actos, responden por la obligación contenida en estos
títulos dinerarios.

 PRINCIPIOS DE ABSTRACCION
La obligación cambiaria no requiere expresión de causa para justificar su
existencia. El derecho patrimonial que surge del título valor es independiente de
los derechos y obligaciones que existen en la relación causal.

La relación que dio origen al título valor toma el nombre de relación causal, que
establece claramente todos los derechos y obligaciones de las partes; en cambio,
la relación cambiaria nace en el momento de emitir un título valor y es abstracta
porque no se señala su origen.

La relación cambiaria no sustituye a la relación causal, coexisten; por esta razón,


si el título valor no cumple con un requisito de forma establecido en la Ley (pierde
el mérito ejecutivo), el acreedor de este título valor puede hacer efectivo su
derecho acudiendo al Poder Judicial invocando el acto jurídico que dio origen a la
emisión del título, vía proceso declarativo.

 PRINCIPIO DE AUTONOMIA
Por este principio, las relaciones cambiarias existentes entre los sujetos que
intervienen en el título valor son independientes unas de las otras.

En consecuencia, si un título valor fue transferido a diversas personas “tenedores”,


en distinto tiempo y circunstancia. Cada una de esas relaciones cambiarias que se
van generando son independientes las unas de las otras. Así el último tenedor
será considerado como el actual titular sin importar quien o quienes le
antecedieron. Es decir como si no se hubiese transferido al título.
 PRINCIPIO DE LEGITIMACION
Al ser el título valor por naturaleza un bien mueble, la legitimidad la adquiere quien
lo posee; éste es requisito indispensable para ejercer los derechos incorporados
en él. La legitimidad tiene dos aspectos:

. Legitimación activa.- Concierne a la posición del titular como habilitado para


exigir el cumplimiento de la obligación o para transmitir válidamente el documento.
. Legitimación pasiva.- Determina que el deudor cumpla las prestaciones frente
al tenedor legitimado. El deudor que cumpla la obligación quedará liberado aunque
el poseedor del título valor no sea el titular verdadero del derecho, sino un titular
aparente.
La buena fe es la condición para ser tenedor legítimo de un título valor, y ello
se encuentra en concordancia con el artículo 948° del Código Civil que regula la
adquisición de dominio de bien mueble, el mismo que debe recibirse de otro de
buena fe y como propietario.
El tenedor legítimo del título valor, para poder exigir las prestaciones que éste
contiene, deberá presentarlo e identificarse ante su deudor cambiario, quien, a su
vez, debe cumplir con la prestación a su cargo, surtiendo un efecto liberatorio de la
deuda.

En caso de valores representados por anotaciones en cuenta, el derecho a exigir


las prestaciones corresponde a quien figure como titular en el registro que lleve la
Institución de Compensación y Liquidación de Valores.

 PRINCIPIO DE BUENA FE
Significa que al adquirir el título, deben tomarse las precauciones para asegurarse
que quien trasmite tenga poder de disposición del documento. El tercero de buena
fe, al adquirir el título, adquiere con él la propiedad del mismo.

 PRINCIPIO DE CIRCULACION
El título valor ha sido creado para ser transmitido de una persona a otra, mediante
el endoso, en el caso de los títulos valores a la orden, o a través de la tradición o
entrega; en el caso de los títulos valores al portador, y en caso de los títulos
nominativos a través de la cesión de derechos.

El destino circulatorio del título valor es destacado por PINO CARPIO, cuando
expresa que el hecho de que el documento emitido no circule y se quede en poder
del primitivo girador, no atenta contra su destino, pues la esencia del título valor es
que pueda circular; mas no que en realidad circule.

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