Sei sulla pagina 1di 3

1.

Características de la sociedad industrial

El avance de la industrialización

E l avance de la industrialización produjo profundos cambios sociales. Las


sociedades dejaron de ser predominantemente rurales para empezar a hacerse
mayoritariamente urbanas. Esas transformaciones reorientaron el curso evolutivo
de la cultura y el pensamiento de la época.

El mundo urbano
A lo largo del siglo XIX se registró un crecimiento urbano sin precedentes en los países
industrializados. Esto se debió a que en las principales ciudades se concentraron fábricas y
diversas actividades económicas, lo que a su vez atrajo a muchos inmigrantes campesinos
que llegaban en busca de trabajo. El crecimiento demográfico de Londres, París y Nueva
York durante el siglo XIX refleja este proceso histórico
La vida en las ciudades presentaba muchos contrastes. Por ejemplo, en la segunda mitad
del siglo se reconstruyó gran parte de París, dotando a la ciudad de amplias avenidas y
edificios muy modernos; e estas zonas se instaló la clase media. Los obreros y los sectores
pobres fueron expulsados hacia los arrabales, llenos de calles estrechas y edificios poco
confortables, donde las familias vivían hacinadas. Esta tendencia urbanística se repitió en
ciudades como Barcelona, Viena y San Petersburgo, entre otras, que también fueron
ampliadas y reorganizadas.
A pesar de los contrastes entre los diversos sectores de la sociedad, esta concentración
de población permitió el desarrollo de la cultura urbana, caracterizada por lo que se
conceptuaba como progreso y modernidad. Los pobladores de la ciudad consideraban que
su estilo de vida estaba basado en el avance tecnológico, los descubrimientos científicos y
la libertad de pensamiento. El mundo rural, en cambio, se veía como conservador, simple
y atado a las tradiciones.

La división en clases sociales


El capitalismo dividió a la sociedad en dos clases fundamentales, diferenciadas por el
lugar que ocupaban en la estructura productiva, es decir, según su relación con el capital y
su actividad laboral.
• La burguesía congregaba a los dueños del capital invertido en fábricas o negocios en
general. Estas inversiones les proveían de una ganancia que les permitía una vida
confortable, cuando no opulenta.
• El proletariado estaba conformado por quienes se empleaban en las fábricas como
obreros para vender su fuerza de trabajo (es decir, su capacidad física o laboral) a
cambio de un salario. Sus ingresos eran, por lo general, bajos.
Entre la burguesía y el proletariado se
desarrolló luego un sector intermedio
denominado clase media, conformada por una
variedad de grupos de trabajadores, tales como
artesanos, campesinos propietarios de
pequeñas parcelas, profesionales y
comerciantes con negocios pequeños y
medianos. Sus ingresos eran superiores a los
del proletariado y a veces, incluso, altos.
Al margen de estas categorías quedaba un
conjunto de desempleados y personas en
situación de miseria.

El mundo de la fábrica
Las primeras fábricas se parecían más a grandes talleres artesanales en los que las labores
productivas se realizaban a mano. Por ello se requería de obreros especializados que debían
conocer muy bien su oficio para desempeñar su trabajo.
Con la segunda revolución industrial, el proceso de producción fabril cambió
radicalmente, al introducirse maquinaria que sustituyó las labores manuales de los obreros
especializados. De esta manera se podía producir más y a menor costo.
Este hecho provocó que muchos obreros especializados quedasen sin empleo, al ser
sustituidos por las máquinas. A la vez, se comenzó a contratar a obreros sin especialización
que realizaban actividades
simples y eran remunerados con
salarios aún más bajos.
El proceso productivo fabril se
reorganizó en torno a dos
nuevos sistemas: la cadena de
montaje (fordismo) y la
programación de las tareas de los
obreros (taylorismo).
El nivel de vida en la sociedad industrial
La Segunda Revolución Industrial trajo profundas innovaciones en cuanto a la
producción y transporte de alimentos, medicinas y otros productos y transporte de
alimentos, medicinas y otros productos de consumo. Ello contribuyó al crecimiento
poblacional, disminuyendo la mortandad e incrementando la esperanza de vida.
Sin embargo, considerando las difíciles condiciones de vida de la mayoría de la población
en los arrabales obreros, en las minas o en las zonas agrícolas, muchos historiadores
advierten que esos adelantos no tuvieron gran impacto durante el siglo XIX y que el nivel
de vida empeoró con la industrialización, al menos hasta entrado el siglo XX.

Sssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

Potrebbero piacerti anche