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El programa de Estudios Literarios de la Universidad Pontificia Bolivariana invita al doctor Ángel García Galiano de la Universidad Complutense de Madrid a dar la Cátedra Álvaro Mutis sobre la estructura moral en la Divina Comedia de Dante, la cual presenta una visión más compasiva que la imagen popular de Dante como un juez inflexible.
El programa de Estudios Literarios de la Universidad Pontificia Bolivariana invita al doctor Ángel García Galiano de la Universidad Complutense de Madrid a dar la Cátedra Álvaro Mutis sobre la estructura moral en la Divina Comedia de Dante, la cual presenta una visión más compasiva que la imagen popular de Dante como un juez inflexible.
El programa de Estudios Literarios de la Universidad Pontificia Bolivariana invita al doctor Ángel García Galiano de la Universidad Complutense de Madrid a dar la Cátedra Álvaro Mutis sobre la estructura moral en la Divina Comedia de Dante, la cual presenta una visión más compasiva que la imagen popular de Dante como un juez inflexible.
En nuestro imaginario popular tenemos a Dante como un juez inexorable y durísimo, que pasó lista a las más ilustres (y a las no tan ilustres) personalidades de la historia y dictaminó, a partir de un dogma rígido, a qué círculo del Infierno, el Purgatorio o el Paraíso habían sido destinadas. Y sí, sus versos rezuman veneno cuando fustiga a figuras como Bonifacio VIII y la miel se desliza en las alabanzas dirigidas a los bienaventurados, pero en otras ocasiones, ¡oh sorpresa!, sentimos notas de compasión, tristeza e incluso inconformidad cuando habla de algunos condenados. ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso Dante se atreve a oponer al juicio divino (juicio que, por lo demás, depende de él como autor) un juicio humano más benévolo, más misericordioso, más laxo? Pues sí, la obra cumbre de la Edad Media, el compendio de la escolástica, la supuesta petrificación de la cosmovisión cristiana tiene un filón de ambigüedad, donde autor y personaje, Dante escritor y Dante viajero, tienen opiniones contrarias respecto a sus muertos. Y esto, señoras y señores, complica no solo el sistema moral que rige la Divina Comedia, sino también a su hijo, el sistema moral de la tradición occidental. Los ejemplos son numerosos, pero por razones prácticas me limitaré solo a unos cuantos: El primer caso, y posiblemente el más conocido, lo encontramos en el segundo círculo del Infierno, en el que se castiga la lujuria. Entre las almas que allí ven Dante y Virgilio están Paolo y Francesca, cuñados que, leyendo los amores de Lancelot y Ginebra, fueron prodigándose miradas que condujeron a un beso fatal. Dante, hombre de carne y hueso, enamorado como estaba de Beatriz, no es ajeno a las debilidades del corazón y al escucharlos siente sus penas, comprende sus impulsos y se compadece de su estado actual. Después de que Francesca ofrezca su famosa visión del amor, amor, ch’a nullo amato amar perdona, amor, que a ningún amado le perdona el amar, se diría que, si fuera por Dante, ambos amantes estarían libres de tormentos. Un segundo caso aparece en el sexto círculo, entre los herejes o, más específicamente, los epicúreos. Allí se encuentra con dos conciudadanos: Farinata degli Uberti, gibelino, capitán y famoso hombre político, y Cavalcante dei Cavalcanti, padre de Guido Cavalcanti, poeta y amigo íntimo de Dante. Ellos, a su vez, le refieren que los acompaña el emperador Federico II de Svevia, escritor y mecenas de la escuela siciliana, en la cual brotó una de las más ricas tradiciones poéticas. Esto, que parece asunto de enciclopedia, cobra peso cuando consideramos que los tres personajes eran admirados por Dante y que el florentino se demora junto a ellos, queriendo extender una conversación que le resulta excesivamente corta. El tercer y último ejemplo que me gustaría mencionar es el de Brunetto Latini, condenado junto a los sodomitas. Latini fue un sabio, autor de un magnifico bestiario, Il tesoretto, y, más importante aún, maestro de Dante. Cuando el poeta lo reconoce, con suma angustia, pregunta: ¿Está usted aquí, don Brunetto? Un rostro querido, casi de padre, aparece ahora negro, quemado y transfigurado por la pena. La conversación que mantienen está atravesada por un cariño profundo, por una compasión sincera, de verse allá, en las profundidades de la creación, bajo una lluvia de fuego. Los ejemplos podrían multiplicarse, pero con ellos no haría más que agobiar al lector. Basten los anteriores para mostrar cómo, a pesar de la dureza de los juicios, en la Comedia subyace un espíritu más humano, más dulce, de pecador y amigo que sufre por aquellas personas que él mismo, a la hora de escribir su obra, ha condenado a uno u otro círculo. ¿Cómo reconciliar estos dos impulsos que parecen contradictorios? ¿Cómo explicar esa mano que condena con el corazón adolorido? Yo, discreto lector del Alighieri, no sabría qué responder. Sin embargo, el 13 de marzo vendrá a la Cátedra Álvaro Mutis, en la Universidad Pontificia Bolivariana, el doctor Ángel García Galiano, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, a hablar, justamente, de la moral en la Divina Comedia. La Universidad y el programa de Estudios Literarios extienden una cordial invitación a la misma. Tal vez nunca podamos llegar a una conclusión definitiva, pero una mirada más profunda, dirigida por un experto en la materia, sí podrá iluminarnos mejor esos parajes de la obra maestra y, cómo no, del alma humana. Conferencista internacional: Ángel García Galiano, Doctor en Filología Hispánica de la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Literatura del Renacimiento Fecha: 13 de marzo de 2020 Hora: 10:00 a.m. a 12:00 m. Lugar: Aula Magna Mons. Manuel José Sierra, Ecocampus Laureles
La moral en la Divina Comedia
[Versión reducida] En nuestro imaginario popular tenemos a Dante como un juez inexorable y durísimo, que pasó lista a las más ilustres (y a las no tan ilustres) personalidades de la historia y dictaminó, a partir de un dogma rígido, a qué círculo del Infierno, el Purgatorio o el Paraíso habían sido destinadas. Pero, cuando nos adentramos en la Divina Comedia, percibimos que, en numerosos pasajes, compasión, tristeza e incluso inconformidad acompañan la descripción de penas y condenados. Esto complica el sistema moral que atraviesa la obra del florentino, haciendo importante dirigir una mirada más profunda a la misma. Por lo tanto, el programa de Estudios Literarios de la Universidad Pontificia Bolivariana invita a la Cátedra Álvaro Mutis, que dará el doctor Ángel García Galiano, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, y que versará sobre la moral en la Divina Comedia. Conferencista internacional: Ángel García Galiano, Doctor en Filología Hispánica de la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Literatura del Renacimiento Fecha: 13 de marzo de 2020 Hora: 10:00 a.m. a 12:00 m. Lugar: Aula Magna Mons. Manuel José Sierra, Ecocampus Laureles
La moral en la Divina Comedia
[Versión súper reducida] El programa de Estudios Literarios de la Universidad Pontificia Bolivariana invita a la Cátedra Álvaro Mutis, titulada La estructura moral de la Divina Comedia. El evento contará como invitado al doctor Ángel García Galiano, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Conferencista internacional: Ángel García Galiano, Doctor en Filología Hispánica de la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Literatura del Renacimiento Fecha: 13 de marzo de 2020 Hora: 10:00 a.m. a 12:00 m. Lugar: Aula Magna Mons. Manuel José Sierra, Ecocampus Laureles