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Las ramas del Derecho

4 de abril de 2008 Publicado por Hilda


La gran división tradicional del derecho distingue entre el Derecho Público y
el Derecho Privado, conocida ya desde el antiguo Derecho Romano. Según la
definición de Ulpiano, contenida en el Digesto de Justiniano, el Derecho
Público hace referencia “al estado de la cosa pública de Roma”, mientras
que el Derecho Privado, se refiere “al interés de los particulares”. O sea, que
el primero hacía referencia a la estructura y organización estatal, y a las
relaciones del estado con los particulares, cuando ejerce su acción
investido de imperium, o sea en un plano de jerarquía superior, por ejemplo,
cuando impone un impuesto.
En el derecho Público las partes de la relación no están en plano de
igualdad. O sea, una de ellas está subordinada al poder de la otra. Por
ejemplo, cuando el estado en ejercicio de la función pública integra la
relación. En el derecho laboral, se considera que el empleador posee la
autoridad necesaria, para imponer al trabajador ciertas condiciones
laborales, a las cuales el trabajador debe subordinarse. En los casos en los
que el estado actúa no como órgano de poder, sino en un plano de igualdad
jurídica, por ejemplo si constituyen una empresa, intervienen las normas de
Derecho Privado. En éste, predomina más la libertad de las partes, dentro de
los límites legales, para establecer las condiciones de la relación.
En definitiva, sin entrañar una división tajante podríamos decir que cuando
valores superiores de justicia se hallan involucrados, y el estado impone
ciertas pautas a la que los sujetos del derecho deben ajustarse estaríamos
en el ámbito del Derecho Público, integrado por las siguientes ramas:
Derecho Administrativo, Derecho Constitucional, derecho Penal, Derecho
Procesal, Derecho Laboral y Derecho Tributario.
El Derecho Privado comprende el Derecho Civil y el Derecho Comercial.
El Derecho Constitucional, formado por las normas contenidas en la más
importante de las leyes de un estado, ya que ninguna otra puede
contradecirla, so pena de ser declarada inconstitucional, trata de la
organización de los poderes del estado, de los derechos y deberes de los
habitantes y de una serie de declaraciones sobre las bases en las que se
asienta la organización político-jurídica y social de la nación.
El Derecho Administrativo, es el conjunto de normas que regulan el
funcionamiento del estado como poder administrador, entre los distintos
órganos administrativos, y su relación con los particulares. Esta rama surgió
con la Revolución Francesa.
El Derecho Penal, comprende las normas que regulan las conductas
punibles de los habitantes, aquellas que se consideran delictivas, para las
cuales las normas jurídicas tienen prevista una sanción. La tipicidad de las
normas penales es un rasgo característico, ya que para que una conducta
sea susceptible de sanción penal, debe coincidir plenamente con la
descripta por la norma, sin poder aplicarse la analogía.
El Derecho Procesal, contiene las normas a las que deben ajustarse los
procedimientos a seguirse en el ejercicio de una acción ante los tribunales
judiciales, como modos de presentación o plazos, y aquellas reglas a las
que los jueces deben ajustarse para aplicar el Derecho en sus sentencias.
El Derecho Civil, regula las relaciones entre particulares, ya sean personas
físicas o jurídicas, o el propio estado, cuando no lo hace en ejercicio de su
poder como autoridad pública. Es la más utilizada entre las ramas del
derecho ya que comprende las relaciones patrimoniales, personales, de
vecindad, de familia, de derecho sucesorio, etc.
El Derecho Comercial, o Mercantil, se encarga de regular la actividad de los
comerciantes, y sus relaciones comerciales, denominadas actos de
comercio.
El Derecho Laboral es el que se refiere a las relaciones entre los patrones y
sus empleados, fijando sus deberes y derechos recíprocos, así como la
protección de la parte más débil de la relación: el trabajador.
El Derecho Internacional Privado trata de la regulación de las relaciones
entre particulares, con domicilios en diferentes países, o hechos acaecidos
en diferentes estados.
El Derecho Internacional Público, rige las relaciones entre distintos estados
u organizaciones internacionales.
Relacionados

o Derecho administrativo

o Delito civil
o Simples asociaciones

o Status libertatis

o Autonomía del Derecho del Trabajo

o Derecho Público y Privado

o Las fuentes de las obligaciones

o Origen del Derecho



o Asociaciones civiles y Fundaciones

o Juicio de partición

o Los Convenios Colectivos de Trabajo

o Constitución de las Fundaciones

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Derecho administrativo
22 de septiembre de 2008 Publicado por Hilda
El Derecho administrativo es el conjunto de normas jurídicas de derecho
público, que tiene por objeto regular la Administración Pública, entendida
como el enlace entre quienes ejercen el poder y los gobernados, formada
por un conjunto de funcionarios, en sus funciones, organización, servicios
públicos, y facultades, entre ellas, las
tributarias, reglando sus decisiones en
cuánto éstas se tomen en ejercicio del
“imperium”, o sea, investidos de poder
público.
La Administración Pública actúa en un plano
superior al de los particulares imponiendo
sus decisiones, y no de común acuerdo con
éstos. Las leyes administrativas entonces,
tratan de la estructura del estado como poder administrador y su relación
con los ciudadanos.
Es una disciplina nacida luego de la Revolución Francesa de 1789, cuando
el poder estatal respondió al mandato de la soberanía popular, pues antes
de ese cambio de concepción, el estado absolutista reglaba a través de
normas arbitrarias el ejercicio de la función pública. Para la existencia de
Derecho Administrativo se necesitó despojar a la figura del monarca del
poder absoluto, para aceptar la división de poderes, donde el propio estado
debe someterse al derecho.
Es un derecho común a todas las actividades desplegadas por la
Administración Pública en ejercicio de sus funciones, y dependiendo de la
forma de organización estatal (unitaria o federal) habrá un derecho
administrativo nacional o coexistirán con él los derechos provinciales y
municipales.
Las normas que conforman el Derecho Administrativo se hallan en primer
término en la Ley Suprema, o sea en la Constitución Nacional, que por
ejemplo en su artículo 87 (dela Constitución argentina) establece que el
Poder Ejecutivo será desempeñado por un Presidente. Éste tiene funciones
políticas como conductor del estado, y administrativas, aplicando las leyes
a casos concretos, mediante actos y hechos administrativos. Por ejemplo,
recaudando impuestos sancionados legalmente por el Poder Legislativo. La
potestad reglamentaria del Presidente se halla otorgada por el artículo 99
inciso 2, que le confiere la posibilidad de reglamentar las leyes para facilitar
su aplicación, a través de los decretos reglamentarios o reglamentos de
ejecución.
Por el artículo 100 de la misma Carta Magna, se crea la figura del Jefe de
Gabinete de Ministros, a quien le corresponde la administración general del
estado, expidiendo en ejercicio de esas funciones, los actos y reglamentos
necesarios, con la firma del ministro del rubro correspondiente, según la
materia. Con la creación de la figura del Jefe de Gabinete, tras la reforma
constitucional de 1994, éste es el que queda encargado de las cuestiones
administrativas, para posibilitar el desempeño más libre del presidente en
los asuntos políticos.
Las competencias de los Ministros están otorgadas por la Ley de
Ministerios, manejando los fondos de su área, nombrando y removiendo
agentes dentro de su jurisdicción, y resolviendo los recursos
administrativos que ante ellos se plantean.
Las leyes administrativas pueden ser federales (como las leyes electorales),
comunes (para todo el país) y provinciales.
En el ejercicio de sus funciones los órganos administrativos dictan
reglamentos, que son las normas jurídicas de carácter general dictadas por
el poder ejecutivo, los actos administrativos, que son declaraciones
unilaterales de voluntad motivadas, para casos concretos, que producen
consecuencias jurídicas. Los contratos administrativos son aquellos en los
cuales una de las partes es la Administración pública, actuando en ejercicio
de sus potestades, por lo cual el otro contratante se halla en situación de
subordinación, y se lo considera como colaborador de la función estatal.
El accionar ante la Administración Pública tiene un procedimiento propio,
con características particulares. Es gratuito, no necesita abogado, y luego
de ser oído el particular y recibidas las pruebas, e impulsar de oficio el
procedimiento ante la inacción el interesado, debe dictarse una decisión
fundada. Una vez agotada la vía administrativa puede iniciarse un proceso
judicial.
Los contratos administrativos
21 de mayo de 2009 Publicado por Hilda
El contrato administrativo, como todo contrato, supone un acuerdo
voluntario, pues no significa un acto unilateral de la administración pública,
sino bilateralidad de partes, de objeto lícito, que tiene por objeto una
prestación, pero con algunas particularidades:

La forma del contrato administrativo siempre debe ser la escrita, las partes
no están en condición igualitaria, salvo que se contrate con otro organismo
de la Administración Pública de la misma jerarquía, ya que en general, quien
contrata con la Administración está subordinado a ella, especialmente si es
un particular; persona física o jurídica.
Existe colaboración y un fin de utilidad pública, que en general es al que
tiende la Administración, que contrata por medio de cualquiera de los
poderes del Estado, ya sea a través de sus órganos centralizados o
descentralizados, por entes públicos no estatales, y también por organismos
privados, que han recibido la posibilidad de contratar por delegación
estatal.
El particular, además, se propone un beneficio personal, concediéndosele
prerrogativas a la Administración pública (posibilidad de incluir cláusulas
exorbitantes, como por ejemplo disponer la suspensión de una obra sin que
pueda reclamarse indemnización, y modificar ciertas condiciones, lo que se
denomina ius variandi) en vistas a cumplir esos fines de bien común. Por
esos son contratos de derecho público (Interviene un organismo público y
un interés general).
La selección del contratista puede hacerse por varios modos, ya sea por
licitación pública o privada, concurso, remate público o contratación
directa.
Los contratos administrativos son formales, y las solemnidades
establecidas no pueden dejarse de lado por voluntad de las partes, debiendo
seguirse el procedimiento previsto administrativamente Está prohibida la
cesión de las obligaciones por parte del contratista, y la subcontratación.
Entre los contratos públicos administrativos celebrados por la
Administración con los particulares, podemos mencionar, los de concesión
de servicios u obras públicas, los contratos de suministro y los contratos de
empleo público.
Sin embargo, la venta de tierras fiscales, la locación de obras, depósitos
fianzas, donaciones, cesiones, permutas, etcétera, están regidos por
normas de derecho civil o privado, pues se considera que en estos casos el
órgano público no actúa en un plano de superioridad.

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Derecho Administrativo del Trabajo


25 de febrero de 2011 Publicado por Hilda
El Derecho Administrativo del Trabajo es el conjunto de normas
reglamentarias de la actividad laboral emanadas del Poder Ejecutivo, que
actúa como custodio de los derechos y mediando en conflictos laborales, en
ejercicio de su poder de policía, complementando la función judicial, siendo
sus decisiones en caso de desconocimiento de derechos subjetivos,
revisables por la justicia, para velar por el cumplimiento de las normas
laborales.
Surgió la necesidad de este derecho reglamentario con el fin de regular las
condiciones en que se desenvolverían las empresas ante el incremento de
la actividad comercial e industrial tendiendo a su progreso, pero
resguardando los derechos de los trabajadores.
En Argentina, por convenio, la jurisdicción le corresponde en general a la
nación en el marco del derecho colectivo del trabajo, a través del Ministerio
de Trabajo, y a las provincias en lo atinente a las relaciones individuales,
con excepciones.
El Ministerio de Trabajo en el ámbito de las relaciones individuales,
inspecciona, previniendo, verificando, controlando, declarando lugares
como insalubres, y sancionando pecuniariamente en caso de verificarse
infracciones, pudiendo requerir en sus funciones el auxilio de la fuerza
pública; y en cuanto al derecho colectivo del trabajo cumple funciones de
control y habilitación.
Convoca a las partes a concertar convenios colectivos, los homologa, los
registra, hace cesar medidas de acción directa, actúa como conciliador,
etcétera.
La ley 24.635 de 1996 establece la mediación previa con carácter
obligatorio, para iniciar una demanda judicial. Para ello se crea por el
artículo 4 de la citada ley, el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria
bajo la dependencia del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social con el fin
de sustanciar el procedimiento.

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Principios Generales del Derecho del Trabajo


5 de noviembre de 2010 Publicado por Hilda
Los Principios Generales del Derecho del Trabajo, plasmados generalmente
en las normas sobre la materia, son la concreción de valores universales de
seguridad, justicia, igualdad, etcétera, que responden a la esencia del
sistema normativo, que lo orientan y ayudan a su interpretación,
alumbrando los casos dudosos o de vacío legal, constituyéndose así
en fuentes del Derecho en general, aunque esta rama, especial por el
objeto, digno de protección, como es el trabajo humano, posee también
principios específicos e inmutables para salvaguardar la dignidad del
trabajador, y la seguridad jurídica.

En Argentina, la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) 20744, establece en su


artículo 11, que cuando el Juez se encuentre imposibilitado de resolver la
cuestión planteada de acuerdo a las leyes laborales, deberá considerar los
principios de la justicia social, los principios generales del Derecho Laboral,
la equidad y la buena fe.
Dentro de los principios del Derecho del Trabajo, caben distinguir los
siguientes:
1. Principio protectorio, para impedir abusos de la parte “fuerte” o superior,
representada por el empleador, sobre el trabajador. Se concreta en tres
fórmulas: “in dubio pro operario” por la cual si las circunstancias son
dudosas, la resolución judicial debe beneficiar al empleado; la de la norma
más favorable, que consiste en aplicar cuando haya más de una norma
jurídica que regule el asunto, la que sea más propicia al trabajador; y la de
la condición más beneficiosa, que importa permitir pactar en los contratos
mejores condiciones laborales que las que la ley contempla, pero no más
perjudiciales.
2. Principio de irrenunciabilidad: Todo contrato individual que menoscabe
los derechos otorgados al trabajador, por las leyes laborales, los estatutos
especiales o los convenios colectivos de trabajo, será nulo en cuanto a las
cláusulas que nieguen esos derechos.
3. Principio de continuidad de la relación laboral: Si existieran dudas sobre
la continuación o extinción del contrato de trabajo, se optará por la
continuidad. Una aplicación de este principio está dado en los contratos a
plazo fijo, cuando el empleador omite la notificación del vencimiento, y se
convierte en un contrato por tiempo indeterminado (art. 94 LCT).
4. Principio de primacía de la realidad: Se debe tratar de desentrañar la
verdadera relación entre las partes, independientemente de las formas o
nombres con que traten de hacerla aparecer. Por ejemplo, un profesional
independiente que presta servicios a la orden de un empresario, cumpliendo
horarios, y disponiendo para él habitualmente su fuerza de trabajo será
considerado trabajador dependiente, a pesar de que no perciba salario, ni
haya celebrado contrato de trabajo, sino que cobre a través de facturación
de honorarios, como trabajador independiente.
5. Principio de la buena fe: La buena fe en la celebración del contrato
laboral y en su ejecución, es requerida a ambas partes. Esto implica deber
de colaboración, respeto, solidaridad, fidelidad, honestidad y confianza.
6. Principio de justicia social: Imponiendo a cada parte, derechos y deberes
para que cada uno obtenga lo que le corresponda.
7. Principio de equidad: Por este principio, el Juez puede decidir una
situación de acuerdo a lo que considera justo de acuerdo al caso, si las
normas no lo prevén.
8. Principio de prohibición de hacer discriminaciones: ninguna causal
justifica discriminar entre los empleados, ya sea por sexo, edad, estado
civil, de salud, raza, religión, ideas políticas, etcétera.
9. Principio de gratuidad de los procedimientos: Los procesos laborales son
gratuitos para el trabajador, para no obstar su defensa por imposibilidad
económica.

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Derecho Penal

7 de octubre de 2008 Publicado por Hilda

Es el conjunto de normas jurídicas que definen las conductas humanas que


se consideran merecedoras de pena (delitos) tipificándolas a través de las
figuras delictivas. La única fuente de Derecho Penal es la ley, la
costumbre no puede crear tipos delictivos. Aún cuando la costumbre
hiciera ver a ciertos delitos tipificados por la ley como necesarios de
cambio, mientras no estén las modificaciones establecidas en las normas,
seguirá siendo delito, y viceversa, si la sociedad considera que debe
incluirse en el sistema normativo un delito, recién tendrá vigencia cuando
se dicte la ley que así lo establezca. Si bien la jurisprudencia tiene valor en
la interpretación de las normas, al igual que la doctrina, ésta interpretación
es mucho más restrictiva que en otros campos del derecho, pues se impide
la aplicación de la analogía.
Para que exista delito debe haber
un bien jurídico lesionado o
amenazado, que puede ser de la
colectividad en su conjunto, o
personales.
Las acciones humanas punibles
(castigadas) antijurídicas y
culpables deben estar delimitadas
con claridad y precisión,
debiéndose describir todas las
circunstancias que califican a un
hecho como delito, no pudiéndose
aplicar la analogía, o sea, aplicar
la norma a casos similares. Esto
es lo que se denomina tipicidad de
las figuras delictivas.
El tipo penal o figura delictiva está
compuesto por elementos
subjetivos (dolo, culpa, situaciones personales, alevosía, etcétera)
elementos objetivos (los actos que merecen la sanción penal) y los
normativos (elementos que hacen al hecho pero que remiten a otras normas
del orden jurídico, por ejemplo cuando se habla en el hurto de cosa mueble
ajena, el autor de la conducta punible no intervino en la configuración de
esas circunstancias).
Con respecto al delincuente, o sea al autor de la conducta punible, se
realizó una clasificación llamada tipo de autor, por obra de la doctrina
alemana anterior a la Segunda Guerra Mundial, donde se distinguían, el tipo
criminológico, basado en criterios biológicos o sociológicos, y el tipo legal
de autor, que determina que existan circunstancias por la cual la ley
considera con efectos diferentes a ciertos autores de delitos, por ser por
ejemplo, reincidentes, agravando sus penas, o menguándolas o
eximiéndolos, como en el caso de los menores.
El que acabamos de explicar se denomina Derecho Penal sustantivo. El
Derecho Procesal penal es el que regula el modo de actuar ante la justicia,
aplicando el derecho sustantivo, en caso de violación a sus reglas.
Los principios fundamentales en Derecho Penal son: “in dubio pro reo” que
significa en la duda a favor del sospechado procesado, la tipicidad antes
descripta, la irretroactividad de las leyes penales, que quiere decir que se
aplican para el futuro (aunque existen algunas excepciones en crímenes
gravísimos, como sucedió en los juicios de Nüremberg) el de legalidad, o
sea, no hay crimen sin pena, ni pena sin crimen enumerado y explicitado por
la ley, el de igualdad ante la ley, etcétera.
El Derecho Penal es producto de una evolución sociocultural que puso en
manos del estado el monopolio de la fuerza, encargándolo de vigilar la
conducta de los miembros de la sociedad que la componen, para bien de
todos, y para evitar que ante la comisión de una conducta antijurídica actúe
la venganza privada, como sucedió en los primeros tiempos de existencia de
los estados.
El Código de Hammurabi estableció a través de penas severas y
equivalentes a la ofensa recibida, por medio de la ley del talión (Ojo por ojo,
diente por diente) una restricción al uso de la fuerza particular para saciar
la venganza. La ley romana de las XII Tablas también legisló al respecto,
distinguiendo los delitos públicos de los privados.
El poder de la iglesia católica en la Edad Media, hizo sentir la influencia
del Derecho Canónico, confundiéndose delito con pecado, considerándose
como delitos ciertos pecados religiosos, como la brujería, la lectura de
libros ofensivos a la iglesia o la blasfemia.
En las Siete Partidas de Alfonso el Sabio (1256-1265) se legisló
estableciéndose como actividad exclusiva del estado el castigo de las
conductas delictivas, con una finalidad preventiva, evitar a través del temor
a la condena que el hecho no se produzca, y sancionarlo como modo de
restituir la justicia, cuando el hecho suceda. Distingue los hechos
cometidos con dolo, con culpa, y los que evitan o atemperan la
responsabilidad.
Ya en la antigüedad el filósofo griego Aristóteles había distinguido la
justicia distributiva (dar a cada uno lo que le corresponda) de la justicia
correctiva (aplicar un castigo cuando se hubiera obtenido algo que no
corresponda, como modo de reparar la situación injusta).
El siglo XV trajo nuevas ideas, y el surgimiento del Humanismo. El hombre
comenzó a sentirse menos atado a las ideas religiosas, a pensar más
libremente, lo que condujo al Iluminismo del siglo XVIII, destacándose en
el campo del Derecho Penal, el italiano César Beccaria, que escribió en
1764 “De los delitos y las penas” que estableció ciertos principios liberales
que rigen en los códigos penales modernos, como la proporción entre la
conducta punible y la pena a aplicar, la abolición de la pena de tortura o la
igualdad ante la ley.
Como reacción ante el estado liberal, el positivismo reclama mayor
intervención del estado en la represión de los delitos, centrándose en el
castigo del delincuente más que en sus garantías, como había hecho
Beccaria. En la obra de César Lombroso (1876) aparece el delincuente nato,
o sea aquella persona que posee una predisposición natural para el delito
por su conformación biológica.
Luego de la Segunda Guerra Mundial se dejan de lado estas corrientes
lombrosianas, para adecuar la intervención del estado en la búsqueda de
seguridad, haciéndolo compatibles con las garantías del reo.
Relacionados

o El hecho punible

o Leyes penales en blanco

o Ley antiterrorista argentina

o Ejecución de penas privativas de libertad


o Abigeato

o Delitos penales
o Cómputo de penas

o Delito de incendio

o Denegación de justicia

o El Derecho Penitenciario
Derecho procesal

24 de octubre de 2008 Publicado por Hilda

Es el conjunto de normas jurídicas que regulan la actuación ante la justicia


de quienes fundándose en las normas del derecho objetivo, reclaman por el
reconocimiento de sus derechos subjetivos, ante los órganos
jurisdiccionales cuya organización y funcionamiento, son también objeto de
esta rama del derecho.
En la antigua Roma lo que
posibilitaba el inicio del proceso
judicial era la acción, que otorgada
por el magistrado en muchos casos
creaba el derecho objetivo, o sea
creaba la norma legal. Los primeros
procedimientos en la antigua Roma
fueron orales, en base a fórmulas
secretas que solo conocían los pontífices y que solo podían usar los
ciudadanos romanos. Equivocarse en una de las sagradas palabras equivalía
a perder la pretensión. Este fue el formal y engorroso procedimiento de las
legis actiones que contaba con acciones declarativas para arribar a la
sentencia, condenatoria o absolutoria, y de acciones ejecutivas para lograr
el cumplimiento efectivo de la sentencia.
El segundo procedimiento fue el formulario donde ya se contaba con la
fórmula escrita, pero aún el proceso se dividía como en el anterior en dos
etapas, una ante el magistrado y otra ante un juez privado que las partes
seleccionaban de una lista. Fue en el último proceso, el extraordinario
donde ya los romanos conocieron la existencia de una sola etapa en la
resolución de los conflictos, ante un juez, funcionario público, o sea
nombrado por el estado, y un procedimiento totalmente escrito, con
sentencia apelable.
Actualmente se necesita primero la existencia de la norma o derecho
objetivo, que proteja el derecho subjetivo violado, para poder promover la
acción o sea movilizar el aparato judicial a través de un proceso para llegar
a la decisión sobre la admisión o no de la pretensión, a través de la
sentencia.
Quien presenta la demanda se llama actor. En los juicios voluntarios, como
por ejemplo un juicio sucesorio, donde no hay conflicto entre los herederos,
no hay parte demandada, simplemente los actores se presentan ante la
justicia para solicitar el reconocimiento de sus derechos. En los juicios
contenciosos, existe una parte que demanda o demandante o actor, y otra
demanda, contra quien se espera se dicte una sentencia condenatoria.
Es una rama del derecho público pues se encarga de la organización y
funcionamiento de uno de los tres poderes del estado, el poder judicial,
encargado de la aplicación de las normas jurídicas creadas por el poder
legislativo, en base a éstas, y otras fuentes del derecho.
Es una rama del derecho de carácter instrumental pues se constituye en el
medio, a través de diferentes actuaciones, como la demanda, la
contestación, la apertura a prueba y la sentencia, para llegar al fin, que es
la declaración o denegación del derecho reclamado.
Según la materia del derecho subjetivo que se pretende hacer valer el
derecho procesal puede ser constitucional, civil, penal, administrativo o
laboral. Existen procesos ordinarios que son los aplicables en el común de
los casos, y sumarios o sumarísimos, en situaciones especiales que
requieran una rápida decisión. Los juicios ejecutivos son los que se dictan
en virtud de la existencia de un título ejecutivo que motiva la demanda, y
que no requiere la probanza de la causa de la obligación.
La actividad jurisdiccional tiene un costo, que generalmente debe abonar
quien pierde el litigio, o en ciertos casos se imponen las costas por su
orden, o sea que cada parte se haga cargo de sus gastos correspondientes.
Los costos del juicio incluyen la tasa de justicia, el impuesto sobre tasa, y
los honorarios de los abogados. La parte que renuncia a su pretensión una
vez iniciado el proceso, es generalmente condenada en costas, pues
movilizó sin razón el aparato judicial. Transcurrido cierto tiempo en que el
proceso no se impulsa para llegar a la sentencia, puede declararse de oficio
o a petición de parte, la caducidad de la instancia, debiendo reclamar
nuevamente, en otro nuevo juicio, e imponiéndose las costas.
Quien se presente a actuar en juicio debe hacerlo representado por un
abogado y constituir domicilio legal, en el primer escrito que presente,
dentro del radio del tribunal que competa. Los plazos procesales son
estrictos y su incumplimiento como dijimos, puede ocasionar la caducidad
de la instancia. La no contestación de la demanda hace proseguir el juicio
en rebeldía, o sea que el demandado no puede defenderse hasta la
sentencia. Una vez ésta notificada la podrá apelar. Una vez dictada la
sentencia por el juez unipersonal, podrá ser apelada en segunda instancia,
ante tribunales colegiados, y aún en tercera instancia si se trata de una
cuestión de Derecho, en Argentina, ante la Corte Suprema. Recién cuando
ya no estén permitidos los recursos de apelación, la sentencia tendrá la
calidad de cosa juzgada.
Algunos procedimientos se sustancian por escrito y otros oralmente, pero
de esas actuaciones orales, siempre se deja constancia en acta por escrito.
La garantía del debido proceso significa que se respeten todas las
instancias procesales y la igualdad de las partes.
En los procesos penales el procesado goza durante el mismo, de la
presunción de su inocencia.
Relacionados

o Clasificación de las leyes

o Acumulación de procesos
o Resoluciones apelables

o Juicio de insania

o Fuero de atracción

o Per saltum

o Normas procesales

o Expresión de agravios

o Vicios de la sentencia

o Proceso acusatorio

o El imputado

o Prueba confesional
 Mostrar más

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o Arresto domiciliario

o Delitos contra los poderes públicos y el orden


constitucional

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Derecho civil

8 de julio de 2008 Publicado por Hilda

En la antigua Roma, el jurisconsulto clásico, Gayo, distinguió el derecho


civil del derecho de gentes, mientras que Justiniano, en sus Institutas, libro
destinado a los estudiantes de Derecho, integrante de su famosa
recopilación “Corpus iuris civilis” reconoció el derecho natural, el civil y de
gentes, basado en la opinión de Ulpiano.
En el Digesto de Justiniano se definió al
derecho civil, como el propio de cada
pueblo, o sea, el que se creaba y aplicaba
con exclusividad a los ciudadanos
romanos. El derecho natural, siempre
bueno y justo, era el que se inscribía en el
corazón humano por obra natural, y era
propio de todo el reino animal. El derecho
de gentes, era el común a todos los
pueblos.
Papiniano, en el Digesto aclaró que el
derecho civil reconocía como fuentes a
las leyes, los acuerdos de la plebe, los
senadoconsultos, los decretos emanados
de los príncipes y la autoridad de los
sabios.
En Roma no hubo una clara distinción entre el derecho público y privado,
como integrantes del derecho civil, sino hasta la invasión de los pueblos
bárbaros (siglo V). Éstos adoptaron en general el sistema de la personalidad
de las leyes, aplicando por lo tanto a los romanos las leyes romanas, pero
para el derecho público introdujeron sus propias normas, quedando el
derecho civil romano, compuesto por normas de derecho privado,
solamente.
La Edad Media, trajo consigo un poder enorme de la iglesia, y la vigencia del
derecho canónico, que se reservó para sí ciertas normas de orden privado,
que se excluyeron del derecho civil, como las referidas al matrimonios o a
los bautismos. El derecho civil, luego de la Revolución Francesa, que
impuso sus ideas liberales, fue recobrando estos campos referidos
al derecho de familia, aunque se reconoce actualmente, que es una
institución con características particulares, por el bien protegido.
Una nueva separación de preceptos tuvo lugar con la aparición del derecho
comercial, hacia fines de la Edad Media, cuya primera manifestación fueron
las Tablas de Amalfi o el rol de Olerón.
El surgimiento del derecho procesal, en la Edad Moderna, produjo una
nueva reducción en las materias comprensivas del derecho civil.
Finalmente las luchas obreras del siglo XIX, hicieron nacer el derecho
Social, Laboral o del Trabajo, como rama independiente.
El Derecho Civil, como ha quedado conformado actualmente, comprende
todo el ámbito del derecho privado, que no esté regulado por ramas más
específicas, y puede definirse como aquel conjunto de normas jurídicas que
rige las relaciones entre particulares, o con el estado en cuanto actúe en el
derecho privado, sin tomar en cuenta su actividad o profesión.
Se integra por las siguientes materias: el derecho de la personalidad, en
cuanto a su existencia, capacidad, y desenvolvimiento, tanto de personas
físicas como jurídicas, y sus derechos patrimoniales, las relaciones de
familia y el derecho hereditario.
Relacionados

o Actos lícitos
o Derecho Público y Privado

o Prescripción extintiva

o Persona jurídica. Elementos


o Principio de certeza

o La equidad
o Daños causados por animales

o Hermenéutica jurídica

o Pérdida de la posesión

o Obligaciones civiles

o Contratos reales
o Obligaciones mercantiles

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Los Convenios Colectivos de Trabajo


4 de noviembre de 2010 Publicado por Hilda
Los Convenios Colectivos de Trabajo son una fuente del Derecho,
característica del Derecho Laboral, que consiste en la posibilidad de
autorregulación o creación normativa, nacidos del acuerdo entre las
agrupaciones de trabajadores, gremios o sindicatos; y los empleadores, con
la finalidad de dirimir conflictos. Una vez obtenido el acuerdo, que la ley
considera se ha hecho en un pie de igualdad (a diferencia de los contratos
individuales de trabajo) necesita contar, para tener validez legal, con la
homologación o aprobación estatal, que lo hace a través de un acto
administrativo.

Los convenios pueden surgir y regular alguna rama de actividad, una


empresa en particular, ser regionales o convenios-macro, con un alcance
más extendido.
Si bien nacen como contratos, tienen efectos “erga omnes” para todos a
quienes sean considerados en su alcance, incluyendo a los trabajadores
afiliados y no afiliados al sindicato, dentro del ámbito territorial donde el
sindicato ejerza su influencia.
Por los empleadores pueden actuar, ya sea un empleador individual, un
grupo de ellos o una entidad que los represente. Por los trabajadores solo
puede actuar el sindicato con personería gremial correspondiente (artículo
1 de la ley 14.250). La Constitución Nacional en su artículo 14 bis otorga a
los gremios la facultad exclusiva de concertar Convenios Colectivos de
Trabajo.
El contenido puede ser variado, e incluir condiciones laborales, categorías
de trabajadores, salarios, o derechos sindicales. Sin embargo, no pueden
acordar condiciones menos favorables para los trabajadores que las
establecidas en las leyes laborales.
Deben contener el lugar y la fecha donde se hayan celebrado, la identidad
de las partes y su personería acreditada, las categorías y actividades de los
trabajadores a los que afectará el convenio, el ámbito de aplicación y su
vigencia.
Según el artículo 6 de la ley citada, el convenio rige por el tiempo que las
partes hayan acordado, pero al vencimiento mantiene su vigencia, mientras
no se sustituya por otro convenio, salvo que se haya establecido lo
contrario.

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