Sei sulla pagina 1di 62

Llaza, Carlos

Naturaleza muerta con langosta,


Buenos Aires Poetry, 2019.
62p. ; 20x13 cm.
ISBN 978-987-4197-36-8
1. Poesía Peruana.

©Carlos Llaza. Reservados todos los derechos.


Primera edición.

Editorial ©Buenos Aires Poetry.


Colección ©Pippa Passes dirigida por Juan Arabia.
Diseño editorial ©Camila Evia.

editorial@buenosairespoetry.com
www.buenosairespoetry.com
Índice

11 ...................... I. LO QUE NO
DIJO STETSON

33 ..................... II. LECCIONES


LITERARIAS

51 ...................... III. ARTE


POÉTICA

61 ...................... SOBRE EL AUTOR


Hacer con palabras
una réplica del mundo:
La poesía de Carlos Llaza

Grata sorpresa me ha deparado -dentro del vasto


concierto de la poesía peruana de hoy- encontrarme con el
trabajo de Carlos Llaza. El joven arequipeño, afincado
actualmente en Glasgow, nos presenta su libro de poemas
denominado –con resonancia surrealista en el título ya que
no en la escritura del texto– Naturaleza muerta con langosta.
La primera sección del poemario –cuyo nombre
alude a unos famosos y enigmáticos versos de T. S. Eliot en
La tierra baldía: “There I saw one I knew, and stopped him,
crying ‘Stetson! / You who were with me in the ships at
Mylae! / That corpse you planted last year in your garden,
/ Has it begun to sprout? Will it bloom this year?” (“Allí vi
a uno que yo conocía y lo paré gritando: ‘¡Stetson! / ¡Tú
que estuviste conmigo en los barcos de Mylae! / Ese cadá-
ver que plantaste el año pasado en tu jardín, / ¿Ha comen-
zado a retoñar? ¿Florecerá este año?”)– trata de responder
a la pregunta que en el texto del gran poeta de la lengua
inglesa se queda sin respuesta. De allí que Lo que no dijo
Stetson sea el título de la primera parte del libro. De este
modo, Carlos Llaza se entronca con la mejor tradición de
la vanguardia y el Modernism anglosajón.
Esta primera parte consta de dieciséis poemas que
transcurren, en buena medida, en el ámbito de la cotidianei-
dad, aunque no se trata de ‘poesía cotidiana’ al uso. La
capacidad auto-reflexiva del poeta nos pone en situaciones
–cosecha de su rica inventiva verbal– que nos abisman hacia
[05]
los precipicios de la condición humana, ya sea por el camino
del humor, la ironía, o el contenido –aunque definitivo–
horror de vivir. Por ejemplo: “cómo no guardar silencio / si
cada vez que nombro un árbol / se pudre el fruto”. O: “Si
yo creyese que cuerpo / y alma son cosa aparte / mi auto-
rretrato sería / el esqueleto de mi ropa”. Hay momentos de
excelsa poesía conseguida por la vía de incrustaciones poun-
dianas (para seguir en la línea anglosajona) e incluso pre-ra-
faelitas como ésta: “Y aunque el ave cayó de golpe como
fruta roja / durante el aire más de una pluma / tuvo la
gracia de escapar del pecho / para fundirse con la niebla”.
En esta dimensión moderna el tono de Llaza, en
ciertos pasajes, también se inclina hacia el trazo de raigam-
bre expresionista con imágenes de inquietante belleza: “La
calle se retuerce ante el silencio / de los gatos y se eriza /
con la luna de los huérfanos”. Por otro lado, hay un
elemento religioso, cuya leve irreverencia se resuelve en
una compasión profunda por el género humano, no exenta
del fulgor irónico: “Por eso, hermanito –y por treinta bote-
llas- te clavamos en esta capilla. / No te vayas a desclavar.
/ Por fin, está atardeciendo.” Dicha compasión alumbra
esa perfecta pieza titulada ‘El Rey de las abejas’, sin duda,
entre lo más logrado de todo el libro.
La segunda parte del poemario, Lecciones literarias,
consta de dieciséis (en simetría con la primera sección)
textos breves que semejan impactos objetivistas e incluso
imagistas. De hecho, hay un poema de prosapia poundiana
que ostenta las iniciales del ‘mejor artífice’ y reza: “En
medio del mar el faro/ camina descalzo al desierto”. Estos
short poems podrían verse como una galería pictórica
(concepto poundiano por lo demás, según Hugh Kenner en
su esencial The Pound Era) tipificada por observaciones del
mundo, a veces de rotundo aliento lírico: “Cuando el

[06]
invierno de tus ojos / amanezca / descubrirás / que el sol
/cubre las rosas / sólo para que las veas”. Otras veces roza la
crítica social o hunde su reflexión en hondonadas metafísicas
que se resuelven en humor visual: “No era la muerte / de la
nube en la ventana / sino mi aliento”.
Mención aparte merece el último poema de la sección,
de cuyo título se extrae el de esta segunda parte y cuyos primeros
versos anuncian la tercera y última división del libro: “Los
poemas son objetos del habla, / se entonan con el cuerpo.” Nota-
ble definición de la poesía que fusiona teoría semiótica, condición
material y belleza musical. Y por si esto fuera poco, juega con el
espacio literario y las variaciones verbales de nuestra geografía:
“A la iguana se le dice pacaso, / Cayaltí no siempre fue Comala”.
Naturaleza muerta con langosta se cierra con Arte Poética, una
exploración sobre la poesía misma. Debemos decir que, sin duda,
aquí están los tres poemas más completos y maduros del libro, lo
más logrado del talento del poeta Carlos Llaza. En efecto, su estilo
se perfila configurando una cincelada cadencia: “Ebrio de fama y
luna, el sol / quiso obligarla a ser su amante / y ella depuso al
animal”. O el virtuosismo que se trasluce en esta construcción:
“La tosca niebla iridiscente, / la peste llega a nuestra mesa. / Tras
dar un salto la serpiente - / frío turbante sin cabeza- desaparece
entre las sombras / como acostumbra la sonrisa”. El oficio de
poeta se nos describe finalmente como la tarea de “reescribir la
historia desde cero” y con huidobriano retruécano autodestructi-
vo: “la insaciable antropofagia: la voz al revés / como de dios”.
Si es cierto que los poetas son seres tocados por los dioses,
no es menos cierto que en la contraria circulación de nuestra
sangre habita una hecatombe, de cuya materia verbalis [Eielson
dixit] germina la poesía. Este magnífico libro de Carlos Llaza es
una prueba concreta de tal estallido.
–Roger Santiváñez
Orillas del río Cooper, New Jersey South, marzo de 2018

[07]
para Sol y Pato,
santas custodias

para mi esposa, Caroline,


mis padres y mi hermano
C A R L O S L L A Z A

Naturaleza
muerta
con
langosta

[9]
Only through time, time is conquered
T. S. Eliot

SE ALQUILA
ESTA MAÑANA
Carlos Oquendo de Amat
I.
LO QUE
NO DIJO
STETSON

[11]

NATU RALE Z A MUERTA

Mi madre separa los desechos vegetales


para tirarlos en los panteones
que ocupan el jardín.

Son dos rectángulos que albergan huesos


de aceituna, corazones de palta,
ojos de papa, esqueletos de púrpura.

Los ocupantes están cubiertos


de moho blanco y verde.
Las tumbas huelen a trago dulce.

Sé que en la calle las ratas hurgan


cuerpos de jebe, mientras en casa la nube de moscas
viene al asalto de mi cabeza.

[13]

URBANIDAD

si es de mal gusto escribir


con espuma en la boca
mostrar los dientes
de caballo delirante
aullar de día

cómo soñar
rayos de sol entre las ramas
sin avivar el hambre
de las hojas secas

cómo no guardar silencio


si cada vez que nombro un árbol
se pudre el fruto

[14] [14]

H UESO Y PEL LEJO

The mermaid’ s husband hid


her scale-suit, folded
in the coal-shed, black on black.
Michael Symmons Roberts
I

La piel es nuestro punto


de encuentro.
Aquí venimos a parir.

En este acantilado

compartimos la lengua.

II

Ya que bajo luz de vela


de tu espalda brotan púas
en cadena como balas

y que a la hora de partir


tus alas baten palmas
y olivos, disculpa si

mis manos son estrellas


de mar en tu costado
si mis uñas son anzuelos.

[15]
III

Si yo creyese que cuerpo


y alma son cosa aparte
mi autorretrato sería
el esqueleto de mi ropa
enroscado sobre sí mismo
en un rincón de este cuarto.

[16] [16]

C AL AVERI TA

Mi abuela guardaba un cráneo


en una caja de cartón.

Calaverita era el guardián


de su kiosco en el colegio.

Tener un cráneo, al parecer,


era común en ciertos círculos,

no obstante, nunca
me dejó acercarme al niño—había sido un niño.

Sólo sé que lo encontró casi incorrupto


en un bosque de eucaliptos

junto a la tumba de un perro


cerca del río.

[17]

L A S OBREMESA

Al fin llenos, fumamos


y bebemos al sol

para estirar la carne


soltar los huesos

pensar en las palabras


que regresan

tejer los títulos que atrapan


los cuerpos nuevos

la música que aliviará


nuestra ceguera.

[18]

LI V E T ER VAKKER T

Min Kamp, Karl Ove Knausgård

Para el corazón la vida es simple:


late mientras puede.

Tarde o temprano, en cualquier momento,


los latidos cesan
y la sangre corre
hacia el punto más bajo del cuerpo,
donde forma un pequeño charco
visible desde fuera como un parche
oscuro y suave sobre piel más blanca que nunca.

La temperatura desciende,
los miembros se ponen rígidos,
los intestinos drenan—
estas primeras transformaciones
son lentas e inexorables como en un rito,
cual si la vida capitulara
de acuerdo a reglas específicas,
el pacto de caballeros
que los representantes de la parca
también adhieren,
dado que siempre esperan a que la vida
se haya ido del todo antes de emprender
la invasión del nuevo paisaje,
que, a estas alturas, es indefectible.
Las hordas de bacterias

[19]
que infiltran las vísceras
apenas horas antes se hubieran
topado con brutal resistencia.
No obstante, ahora reina la calma,
mientras se sumen en la humedad
de la última noche.

[20]

LOS RESTOS DEL RUID O

Aquella tarde fui a ver al Maestro.


El jardín latía cual músculo.
De árbol en árbol las cotorras
dirigían nuestra charla
cuando bruma con traje de humo comenzó a brotar del suelo,
calor inquebrantable incluso bajo la sombra
que las aves se repartían a los gritos.

El Maestro se marchó entonces hacia el interior de la casa y


bajo el umbral escopeta en mano reapareció,
y en un segundo mano con ojo
ojo en la mira y la mira en la cotorra
Y al salir del cañón la bala rompió la tarde
y las alas verdes con igual pericia

Y aunque el ave cayó de golpe como fruta roja


durante el aire más de una pluma
tuvo la gracia de escapar del pecho
para fundirse con la niebla

[21]

C ON C IERTO VAGABUNDO

El ojo hambriento se cierra


como si un rayo de sol saciara la herida.
Tirado en la vereda en carne viva
el hombre hace inventario de trofeos y medallas
que sorteará entre sus mascotas
para que viajen por el mundo y se hagan hombres,
para que coman como puercos
y forniquen como estrellas
de mar.

II

Desde acá veo la mañana—


caras de luna sobre el asfalto
por si las moscas detrás de un vidrio
caca de perro como piedra pómez
caparinas pollo a la brasa
y otros sahumerios de Santo Domingo—
los hombres tierra devueltos a la tierra
porque no comen fruta
desde el génesis.

[22] [22]
*

El habitáculo es una cajita


de cartón en que no hay sitio
para mis alas de cuervo.

Es cofre mágico, baúl de abuelo


féretro de niño, según quién
desempolve las esquinas.

La calle se retuerce ante el silencio


de los gatos y se eriza
con la luna de los huérfanos.

Anoche renunciaron las ventanas;


dicen que hay sol en el país de los espejos,
que el mundo no tiene cortinas.

[23]

EL COMPADRE DE D ON NICO

murió a los ochentaiocho


de un balazo
que él mismo se puso en la sien
tal como había anunciado.

Nunca logro recordar


el nombre del suicida
pese haber oído la historia
más de mil veces.

‘Hombre de palabra mi compadre,’


remata Don Nico.
‘Ni un día más
ni un día menos.’

[24] [24]

EL SUEÑO

se repitió unas tres veces.


Era Jesús—creo que el
Señor de la Misericordia—
pero no decía nada.
Yo, sobrepasado por tal luminiscencia
que sin previo aviso desaparecía,
nunca llegué a reaccionar a tiempo;
salvo una vez, cuando dejó una rosa roja
sobre el baúl.
Yo tenía siete u ocho años entonces
y, como a cualquier niño,
me dio por sentirme privilegiado
en la vida de los hombres.
Y mira

ahora yo soy quien lo asedia


noche tras noche.
Las manos vacías
porque no entiendo de rosas.

[25]

PL EGARIA

Señor, derrama las botellas,


quema los libros en la plaza,
caiga el techo de mi casa
sobre los restos del almuerzo
de hace una semana, pero te ruego
no me eximas de la última copa
de lo contrario no puedo hablar,
sólo para disparar el diálogo,
para aflojar el temblor de la lengua
a ver si logro comer,
además es una sola,
hagamos de cuenta que es una manzana.

II

Señor, me duele tu soplo


en la punta del cerebro
como si cuernos de abogado
atravesasen mi frente,
no encuentro el gorro
con que cubría las espinas,
prefiero andar descalzo
sobre excremento de ave.

Tengo vergüenza
pero no qué regalarte sino esta pluma
de murciélago. Tú en cambio
me has dado todo
[26]
lo que nunca te pedí,
estamos a mano.

Desde mi ventana
se ve el jardín del manicomio,
la gruta sin la Virgencita
de yeso que se deshizo
durante la lluvia.

III

Señor, sé que a menudo


quieres mandar todo al carajo,
hacerte el loco cuando alguien anuncia
que falta vino, pan y pescado.
Sé que te asfixian; vas infestado de moscas
y alimañas vampiras.
Sé que te cansas
de tanto cerro polvoriento, tanta sandalia.
Sé que te duelen los clavos
pero un poco más
la pesca milagrosa.

El tiempo pasa, ya nadie saluda,


no quedan machas en el puerto.
Por eso, hermanito—y por treinta botellas—
te clavamos en esta capilla.
No te vayas a desclavar.
Por fin, está atardeciendo.

[27]
*

Antes de sentarme
pido una cerveza.
Soy el único en el bar.
Allá en la calle el mundo entero trabaja.
Yo llamé hace un rato para avisar
que no iría,
que estaba enfermo y que no iría.
Yo siempre digo la verdad.

[28] [28]

EL RE Y DE L AS A BEJA S

Aquel verano
me propuse criar abejas
en el jardín de la casa.

Cada mañana leía libros


y manuales sobre el tema
para durante el almuerzo

convencer a mis padres y hermano,


de que yo era el Elegido,
autoproclamado Rey de las Abejas.

Recuerdo las miradas


de lástima, sonrisas
cómplices y clandestinas.

Hoy trazo la dulzura


de los primeros zumbidos,
hexágonos de lumbre

sobre la página:
la compulsión por trabajar sin descanso
en busca del néctar

que haga de la forma


una lámpara de cera, y del sonido
alimento para humanos.

[29]

BEST MAN

Hoy se casa mi hermano


y tengo que dar un discurso—
en realidad, es el brindis.

Estoy tan nervioso


que preparo unas líneas
y ahora me encuentro en la cima del mundo.

[30]

LO QUE NO DIJO ST E TSON

el cadáver que planté


el año pasado en mi jardín
ya comenzó a brotar

ahora paso las horas


en este trono de plástico
a la espera de las flores

con tabaco de liar


y licor escocés
en vigilia para impedir

que mi buen amigo el perro


hunda sus garras y arrase
con los huesos

[31]
II.
LECCIONES
LITERARIAS

[33]

L A RANA DE C RISTAL

es tan patética
que exhibe las vísceras
como nosotros

[35]
*

Cuando el invierno de tus ojos


amanezca
descubrirás
que el sol
cubre las rosas
sólo para que las veas

[36] [36]
*

Los cuerpos que cuelgan de mi lengua


se desvanecen uno tras otro
como cuando en la plaza un niño
sopla burbujas tornasoladas
para que se hagan viento.

[37]
*

para E. A. Westphalen

Cuando escribí el disparo


permanecí en silencio
sabor a pólvora, silencio
silencio.

[38] [38]
*

Indecisa, la langosta
evalúa las opciones
a través de la pecera.
Tras insufribles minutos

por fin llama al mesero y


señala al gordito de corbata roja
quien al instante es arrastrado a la cocina
mientras los otros recuperan el aliento.

[39]

D OS AMIGAS,
SOBRE UNA A MIGA EN C OMÚN

—La pobre, ay, no tiene clase


—Ay, no tiene clase la pobre

[40]
*

Como el mar
es bueno alzarse contra uno mismo
para quebrarse frente al espejo
de la resaca.

[41]

BAR EN EL MUEL LE

E. P.

En medio del mar el faro


camina descalzo al desierto.

[42] [42]

AF TER LYDI A’S ‘HE R GEOGRA P HY ’

Sabe que está en Machu Picchu


pero no sabe que sigue en América.

[43]
*

Vamos como si fuese


la última noche
hasta que sea.

[44] [44]
*

No era la muerte
de la nube en la ventana
sino mi aliento.

[45]
*

Las llagas del monje


como roble viejo
derraman buen vino.

[46] [46]

INSOMNI O A L VOLVER DE TACN A

Fría como entrepierna de reptil


como la cara celeste que cuelga del techo
amaneció conmigo.

[47]

ANG UIL A

muerta en la orilla ensayaba


pose de relámpago

[48] [48]

L A PROM ESA DE MA MÁ PE YA

Cuando vuelva, una vez muerta,


voy a buscarte todas las noches
para jalarte las patas.

[49]

LECCI ONES LITERARIA S DE MI MADRE

Los poemas son objetos del habla,


se entonan con el cuerpo.

A la iguana se le dice pacaso,


Cayaltí no siempre fue Comala.

[50]
III.
ARTE
POÉTICA

Here silence
is turned into objects.
W. H. Auden

[51]

L A POESÍA

es solo parte de la casa;


luz que apuñala una silueta
contra un pasillo, una tostada.

¿O tal vez sólo una osamenta


en un baúl desvencijado,
claro de luna sobre piedra?

¿Agua que brota del costado


de un huesero, agua con sal?,
¿la noche oscura del aedo?

Ebrio de fama y luna, el sol


quiso obligarla a ser su amante
y ella depuso al animal.

La tosca niebla iridiscente,


la peste llega a nuestra mesa.
Tras dar un salto la serpiente—

frío turbante sin cabeza—


desaparece entre las sombras
como acostumbra la sonrisa.

[53]

NATU RE MORT E AU C RÂ NE

...The room’ s smell


sharpened with phosphorus.
Michael Symmons Roberts

Frente al cuadro de Cézanne,


decidió hacer con palabras
una réplica del mundo.

Empezó por la manzana;


forma de pera, brillo de tuna,
olor a fruta de cera.

Y continuó en el fracaso
noche tras noche día tras día,
flores en la cavidad del ojo.

Resolvió entonces perfilar sus letras


cortar las puntas según cada palabra—
restos de ruido aglutinados como hormigas.

Al imaginar la carne humana


ponderó los inconvenientes:

la alteración de los nervios


cuando en presencia de música.

[54] [54]

GAJES DEL OFIC IO

Esto de trabajar de noche


junto al río
de hurgar bajo piedras redondas
y entre la hierba larga
como taxónomo de arena
para relojes

Esto de renunciar a ropas


tras una sola puesta
la voluntad enferma de afonía
sobre la cama de papel,
de preparar café para las horas
de abstinencia

Tal vez migrar cuando las aves


en busca de mejores humos
y reescribir la historia desde cero
y la insaciable antropofagia:
la voz al revés
como de dios

[55]
[56] [56]
notas y agradecimientos

Epígrafe

La línea de Eliot corresponde al segundo movimiento de


‘Burnt Norton’, el primer cuarteto de Four Quartets.

El recuadro es parte de ‘New York’, de Cinco metros de poemas,


por Carlos Oquendo de Amat.
_

I. Lo que no dijo Stetson

Hueso y pellejo

El epígrafe proviene del poema ‘What Divides Us’, que


forma parte de Corpus, por Michael Symmons Roberts.

Livet er vakkert

El texto es una adaptación de las líneas iniciales de la novela


autobiográfica Min Kamp (libro 1), por Karl Ove Knausgård.

Best man

Tomado de la filmación casera en YouTube ‘A Classic Best


Man Speech… Scottish Style’.

[57]
II. Lecciones literarias

Indecisa, la langosta…

Adaptado de un sketch cómico del show escocés, Chewin’


the Fat.

After Lydia’s ‘Her Geography’

Como indica el título, el texto es una extensión de ‘Her


Geography’, de Can’t and Won’t, por Lydia Davis.
_

III. Arte poética

Epígrafe

Las palabras de Auden pertenecen a ‘The Cave of


Making’, poema dedicado a su admirado amigo, Louis
MacNeice.

Nature morte au crâne

El epígrafe es parte del poema ‘Replica’, de Soft Keys, por


Michael Symmons Roberts.

[58] [58]
Versiones de algunos poemas en esta colección han
sido previamente publicados por:

Buenos Aires Poetry, Periódico de Poesía, La Raíz Invertida, Letralia,


Digo Palabra, y Revista Literaria Monolito.

Gracias infinitas a: los Llaza, los Corrales, los Allison-Raffer-


ty, Piedad Farje, Roger Santivañez, Michael Collins, Sergio
Carbajal, Christopher Rondón-Gaona, Eyleen Ryan,
Benjamín Gaviña, Joaquín Richards, Juan Arabia, Camila
Evia, Christian Adriazola, Óscar Osterling, María Cecilia
Sáenz, Constanza Osterling, José Antonio Corso-Masías,
Sebastián Amat-y-León, José Ignacio Beteta, Christian Klauer,
Elías Saravia, Sandro Barrella, Gabriela Carpio, Miriam
Berríos, Claudia Quiroz, Juan David Quiceno, Ninoshka Lazo,
José Chávez-Fernández, Edson Pinto, César Belan, Juan
Carlos Nalvarte, Jhony Velásquez, Jorge Daniel Zárate.

[59]
Sobre el autor

C
Nota arlos Llaza (Arequipa, 1983).

Poeta, traductor literario y profesor. Graduado de las


universidades de Edimburgo y de Oxford. Preseleccionado
para el Bridport Poetry Prize (2012). Autor del libro Brame
el fuego (Vinciguerra, 2009). Su trabajo ha aparecido en
publicaciones como Periódico de Poesía, La Raíz Inverti-
da, Buenos Aires Poetry, Revista Literaria Monolito, Digo
Palabra, Letralia, Circumference, entre otras. Actual-
mente vive en Glasgow.

[61]
2019
Impreso en Buenos Aires,

Buenos Aires Poetr y


w w w. b u e n o s a i r e s p o e t r y. c o m

buenosaires
poetry

Potrebbero piacerti anche