Sei sulla pagina 1di 12

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


“SIMÓN RODRÍGUEZ”
NÚCLEO SAN CARLOS
SAN CARLOS ESTADO COJEDES

Profesora: Autora: María A. Bastidas C.


MSc. Carmen Beatriz Soto CI: 25.776.750

San Carlos, Febrero de 2020


ÍNDICE

Pág.
INTRODUCCIÓN.................................................................................. 1
1. Definición................................................................................. 2
2. Tipos de Ensayo...................................................................... 3
3. Estructura de un 4
Ensayo..........................................................
4. Pistas para su 4
Composición.....................................................
5. Medidas de Ejecución del 8
Ensayo............................................
CONCLUSIONES................................................................................. 9
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.................................................... 10

1i
INTRODUCCIÓN

El ensayo es un texto de carácter polémico, agresivo, que expone


discursivamente una hipótesis personal, una visión particular y subjetiva que,
desde un ángulo específico, examina y pone a prueba lo ya establecido, y
ofrece la posibilidad de derruir lo que se creía firmemente cimentado y
sustituirlo por otra cosa que pueda ser nueva y diferente. No se trata de
juzgar al azar; es el producto de la meditación e interpretación de las
realidades materiales o espirituales en comunicación con las propias ideas.
El juicio es la materia prima, es lo que constituye el aspecto crítico del
mismo. En él, se reflexiona sobre las cosas no con amplitud, sino con
profundidad.

Al respecto, puede darse un juicio sobre algo insignificante, buscando la


manera de apoyarlo y consolidarlo, puede ser un problema antiguo, agotado
al parecer, pero lo original consiste en enfocarlo de otra manera, ya que no
es posible agotar algún tema porque no lo podemos contemplar en su
totalidad. Proviene de la duda y la inconformidad; por eso, hay que remover
lo establecido. Al haber realizado un ensayo es obvio que se está en contra
de algo, pero no basta escribir en contra, sino vivir en contra.

Este trabajo constituye una revisión bibliográfica acerca del ensayo, sus
características, estructura, fases para su elaboración, entre otros, donde se
pretende motivar el interés y la reflexión de los estudiantes para que exploren
las posibles aplicaciones del mismo en su fase de formación académica.

1
1. Definición

Considera Blanquet (2012), que el ensayo "saca a la ciencia de su


excesivo formalismo y pone la lógica al alcance del arte. Su esencia está en
la capacidad para juzgar. Es el espejo del propio pensamiento" (p. 59).
Según el autor precitado, “es un texto que expone, analiza y/o comenta una
interpretación personal sobre determinado tema, al inscribirse en el término
de una producción intelectual de carácter subjetiva, por cuanto se marca con
el acento personal del ensayista o autor” (p. 62).

Para Fernández (2000), citado en Carrera, Vásquez y Díaz (2006), es


una "composición generalmente breve, que expone sin rigor sistemático,
pero con honduras, madurez y emotividad una interpretación personal sobre
modalidades libremente seleccionadas de temas científicos, filosóficos y
artísticos" (p. 120). Y a criterio de Álvarez (2007), "consiste en tratar un tema
cualquiera desde la óptica personal" (p. 31).

Según las definiciones anteriores, un ensayo es un escrito en el que se


decanta, argumenta y concluye, en base a la experiencia, conocimientos y
lecturas que corroboran o refutan un planteamiento y que implica todo un
esfuerzo cognitivo de análisis, síntesis, contraste y comparación. De esta
manera, un ensayo establece una premisa, de modo que se recurre a la
información para defender dicha premisa. Esta producción se escribe
haciendo uso de la inteligencia y del saber que se tenga o adquiera sobre un
tema, acompañada de manera especial de una adecuada redacción. Es
producto de una reflexión personal construida a partir de diversos criterios,
teorías o planteamientos consultados.

2
En este orden de ideas, el verdadero ensayo no se constituye jamás en
el medio para la transmisión de lo que ya se sabe; es novedoso y expone sin
rigor metodológico y sistemático, pero con profundidad, claridad y elegancia
de estilo, temas de diversa índole desde el punto de vista del autor. Su
extensión adecuada para estudiantes universitarios, dada la complejidad
argumentativa, alcanzaría las tres o cuatro páginas. Al igual que cualquier
trabajo académico, se ha de revisar y tener presente la petición del profesor
para tener muy claro cuál es el tema objeto de reflexión. Tras este primer
paso, se completa la secuencia buscando información sobre el tema, la cual
se utilizará para reforzar y corroborar la posición que se defiende, pues como
se puede imaginar, para poder argumentar sobre un tema, se ha de saber
sobre él.

2. Tipos de Ensayo

Considerando lo expuesto por Kahn (2012), el ensayo puede ser


clasificado de la siguiente manera:

a. Digresivo o de exposición de ideas. Su estructura es enunciativa pero


muy libre, puesto que no posee partes fijas. Para su elaboración, se exige un
tema básico. Se realiza una asociación libre de ideas relacionadas con él; se
hace un plan esquemático y luego se redacta en un estilo muy personal.
b. Ensayo crítico. En él se analiza cualquier idea, obra o actividad
humana. Tiene mucha variedad temática (medicina, historia, ciencias
exactas, literatura, entre otras).
c. Ensayo poético. Es un poema en prosa; en él, lo poético predomina
sobre lo conceptual. Se caracteriza porque expresa en grado máximo la
sensibilidad del autor, por la belleza de las ideas que expone y por el
lenguaje literario que utiliza para expresarlas.

3
d. Ensayo argumentativo. Su objetivo es defender una tesis y lograr que
el lector se adhiera a ella. Exige un gran rigor de pensamiento lógico y una
gran organización de sus partes. Para obtener su objetivo, debe utilizar un
léxico preciso, alusiones directas, preguntas que creen expectativas frente a
lo que se va a afirmar (preguntas retóricas) y citas textuales de autoridades
en el tema que respalden la opinión del autor del ensayo.

3. Estructura de un Ensayo

Las partes de una argumentación según Rodríguez, González-Pineda,


González y Álvarez (2004), se concretan en: (a) una primera parte donde el
autor defiende una opinión: ¿qué idea se defiende?; (b) una segunda en la
que se recopilan argumentos e ideas que apoyan la defensa del punto de
vista del autor: ¿qué argumentos apoyan esa idea u opinión, y; (c) una
tercera donde se concluye con las ventajas del planteamiento que se
defiende: ¿qué conclusiones pueden extraerse?

4. Pistas para su Composición

Un ensayo es una mezcla entre el arte y la ciencia, es decir, tiene un


elemento creativo, literario, y otro lógico, de manejo de ideas. En esa doble
esencia del ensayo (algunos hablarán por eso de un género híbrido), es en
donde radica su potencia y su dificultad. Puede cobijar todas las áreas del
conocimiento, todos los temas. Sin embargo, sea el motivo que fuere, el
ensayo necesita de una “fineza” de escritura que lo haga altamente literario
(Castillo y Polanco, 2004).

Cabe destacar, que un ensayo no es comentario (la escritura propia de


la opinión) sino una reflexión, casi siempre a partir de la reflexión de otros
(esos otros no necesariamente tienen que estar explícitos, aunque, por lo

4
general, se los menciona a pie de página o en las notas o referencias). Por
eso, el ensayo se mueve más en los juicios y en el poder de los argumentos
(no son opiniones gratuitas); en el ensayo se deben sustentar las ideas.
Mejor aún, la calidad de un ensayo se mide por la calidad de las ideas, por la
manera como las expone, las confronta, las pone en consideración. Así, si no
hay argumentos de peso, si no se han trabajado de antemano, el ensayo cae
en el mero parecer, en la mera suposición.

Por otro lado, manifiesta Pauk (2002), que el ensayo discurre. Es


discurso pleno. Según el autor:

Los buenos ensayos se encadenan, se engarzan de manera


coherente. No se trata de poner una idea tras otra, ni sumando
ideas como se compone un buen ensayo. Es tejiendo las ideas de
manera organizada, jerarquizándolas, sopesándolas (recordemos
que el ensayo viene de “exagium”, que significa, precisamente,
pesar, medir, poner en la balanza). Si en un ensayo no hay una
lógica de composición, así como en la música, difícilmente los
resultados serán aceptables. De allí, también la importancia de un
plan, de un esbozo, de un mapa-guía para la elaboración del
mismo. (p. 97)

Es importante señalar, que, así como el discurso, el ensayo requiere del


buen uso de los conectores (hay que disponer de una reserva de ellos); los
conectores son como las bisagras, los engarces necesarios para que el
ensayo no parezca desvertebrado. El autor precitado explica, que hay
conectores de relación, de consecuencia, de causalidad, los hay también
para resumir o para enfatizar y, a la par de los conectores, es indispensable
un excelente manejo de los signos de puntuación. Gracias a la coma y al
punto y coma (este es uno de los signos más difíciles de usar), gracias al
punto seguido. Es como el ensayo respira, tiene un ritmo, una transpiración
(Pauk, 2002). Es el conocimiento inadecuado o preciso de los signos de
puntuación, que convierte a los ensayos en monótonos o livianos, densos o
interesantes farragosos o ágiles.

5
Vale decir, que, Álvarez (2007), indica que, para elaborar un ensayo,
entre las muchas cosas que deben tenerse en cuenta, se resaltan las
siguientes:

a. Cuál es la idea o ideas bases que articulan el texto. En otros


términos, cuáles son los argumentos fuertes que se desean exponer o la idea
que quiere debatirse o ponerse en cuestionamiento. Esta idea (la tesis) tiene
que ser suficientemente sustentada en el desarrollo del mismo ensayo.
b. Con qué fuentes o en qué autores se sustenta nuestro argumento; a
partir de qué o quiénes, con qué material de contexto cuenta; en síntesis,
cuáles son nuestros puntos de referencia. Este es el lugar para la
bibliografía, para la citación y las diversas notas.
c. Qué se va a decir en el primer párrafo, qué en el segundo, qué en el
último (recordemos que la forma del ensayo es fundamental; recordemos
también que antes del ensayo hay que elaborar un esbozo, un mapa de
composición). Qué tipo de ilación (sin hache) es la que nos proponemos: de
consecuencia, de contraste, de relación múltiple. Es muy importante el
“gancho” del primer párrafo: cómo vamos a seducir al lector, qué nos interesa
tocar en él; igual fuerza debe tener el último párrafo: cómo queremos cerrar,
cuál es la última idea o la última frase que nos importa dejar en la memoria
del posible receptor (aunque no siempre en el último párrafo es una
conclusión, sí debe el ensayo tener un momento de cierre de síntesis, desde
el cual pueden abrirse nuevas ventanas, otras escrituras. El último párrafo es
una invitación a un nuevo ensayo.
d. Qué extensión aproximada va a tener. Se debe recordar, que el
ensayo no debe ser tan corto que parezca una imitación ni tan largo que se
asemeje a un tratado. Hay una zona medianera: entre tres y diez páginas
(por decir alguna magnitud). Pero, sea cual sea la extensión, en cada ensayo
debe haber una tesis (con sus pros y sus contras), y la síntesis necesaria. No
se debe olvidar, que el ensayo es una pieza de escritura completa. Las

6
anteriores puntuaciones no son excluyentes con otros estilos u otras
maneras de elaboración del ensayo, ni pueden leerse como una camisa de
fuerza; son tan sólo recomendaciones, indicaciones generales, indicios.

Cuando el ensayo oscila entre las dos y las tres páginas, sobran los
subtítulos. Cuando tiene un número de páginas mayor, puede recurrirse a
varios sistemas: uno, subtitulando; otro, separando las partes significativas
del ensayo con numerales. No debe olvidarse que cada una de las partes del
ensayo precisa estar interrelacionada. Aunque se parta el ensayo (con
subtítulos, frases o números), la totalidad del mismo (el conjunto) debe
permanecer compacto. Si se divide un ensayo, las piezas que salgan de él
exigen estar en relación de interdependencia.

e. No se podrían terminar estas pistas para la elaboración de ensayos,


sin mencionar lo expuesto por Boeglin (2007), cuando expresa el papel
fundamental del género para el ejercicio y el desarrollo del pensamiento. El
ensayo siempre “pone en cuestión”, diluye las verdades dadas, se esfuerza
por mirar los grises de la vida y de la acción humana. El ensayo saca a la
ciencia de su “excesivo formalismo” y pone la lógica al alcance del arte. Es
simbiosis. La esencia del ensayo radica en su capacidad para juzgar.

En resumen, en el ensayo se describe el tema, se posiciona, se


documenta y después se corrobora con bibliografía tales argumentos. Los
pasos que se han de seguir para el desarrollo de cada una de las partes
anteriormente mencionadas siguen una secuencia:

a. Para la primera parte, decantarse por un punto de vista, recopilar


datos, hechos, experiencias que apoyen la tesis que se defiende.
Concretamente, siguiendo a Salas (2012), conviene hacerse preguntas tales
como: “cuál es el tema sobre el que se trabajará, por qué es importante, cuál

7
es la opinión (p. 171). A la hora de escribir, se redactaría en primera persona
“considero que…”, “en mi opinión…”.
b. Para la segunda parte, la argumentación supone defender ideas
apoyadas en otros autores o en otros estudios, y en donde también se puede
ayudar preguntando ¿cuáles son los datos o las comprobaciones científicas
en las que se apoya la tesis? ¿Cómo pueden organizarse estos argumentos?
¿Es posible aclarar alguna idea añadiendo ejemplos, analogías, gráficos” (p.
172)? (Barboza, s/f).
c. Para la tercera parte, la conclusión, se utilizan expresiones como “en
conclusión”, “en consecuencia”, “así pues”; donde se insiste de nuevo en la
importancia del tema, así como de la opinión que se ha venido defendiendo.

5. Medidas de Ejecución del Ensayo

Cuando se ha dado por finalizado un ensayo, es preciso que contestar


una serie de preguntas, que, a modo de medidas de autocontrol, contribuirán
a valorar la calidad del ensayo que se ha escrito. Se debe apoyar en las
preguntas de Rodríguez, González-Pineda, González y Álvarez (2004):

¿He expuesto con claridad cuál es la idea fundamental que se


defiende en el texto? ¿Cuáles son los argumentos que utilizo para
refutarla o confirmarla? ¿He expuesto con claridad cuál es la
explicación, la valoración, la solución o la conclusión a la que se
llega? ¿He aportado ejemplos clarificadores? ¿Está quedando en
el orden adecuado? (p. 173)

8
CONCLUSIONES

El ensayo es un texto escrito, generalmente breve, que expone, analiza


o comenta una interpretación personal sobre un determinado tema: histórico,
filosófico, científico, literario, entre otros. En él predomina lo personal y
subjetivo: el punto de vista del autor. Sus características fundamentales son
la variedad temática, brevedad, estructura libre (a excepción del ensayo
argumentativo, los demás no requieren mucho rigor sistemático). Además, su
relativa profundidad en el tratamiento del tema, estilo cuidadoso, amenidad
en la exposición; al final del mismo, un cierre, no siempre de conclusiones, y
en él no se plantean soluciones.

Un ensayo no es un comentario (la escritura propia de la opinión), sino


una reflexión, casi siempre a partir de la reflexión de otros (esos otros no
necesariamente tienen que estar explícitos, aunque, por lo general, se los
menciona a pie de página o en las notas o referencias. Por eso, el ensayo se
mueve más en los juicios y en el poder de los argumentos (no son opiniones
gratuitas); en el ensayo se deben sustentar las ideas. Mejor aún, la calidad
de un ensayo se mide por la calidad de las ideas, por la manera como las
expone, las confronta, las pone en consideración.

9
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Álvarez, L. (2007). Estrategias para el mejoramiento de la enseñanza de la


redacción. Caracas: UPEL.

Barboza, E. (s/f). El ensayo. Herramienta pedagógica del pensamiento. UIS:


Corporación Educativa.

Blanquet, J. (2012). Técnicas de estudio. Recursos básicos para estudiar.


Barcelona: Ediciones del Serbal.

Boeglin, M. (2007). Leer y redactar en la Universidad. Sevilla: Eduforma.

Carrera, L., Vásquez, M. y Díaz, M. (2006). Técnicas de redacción e


investigación documental. Caracas: Panapo.

Castillo, S. y Polanco, L. (2004). Enseña a estudiar aprende a aprender.


Madrid: Pearson Education.

Kahn, N.B. (2012). Cómo aprender más en menos tiempo. Barcelona: Amat
editorial.

Pauk, W. (2002). Estrategias de estudio. Madrid: Prentice Hall.

Rodríguez, S., González-Pineda, J., González, R. y Álvarez, L. (2004). El


escritor estratégico. En R. González, J., González-Pineda, S., Rodríguez,
J., Núñez, C. y Valle, A. (coord.). Estrategias y técnicas de estudio (pp.
149-179). Madrid: Prentice Hall.

Salas, M. (2012). Técnica de estudio para secundaria y universidad. Madrid:


Alianza Editorial.

10

Potrebbero piacerti anche