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TRATAMIENTO
1. ESTADIFICACIÓ N TNM
EL esófago es un órgano de difícil acceso, como hemos ido viendo en las diferentes clases. Vamos a ir
viendo los diferentes tipos de abordajes que podemos realizar para una curación o al menos para una mejor
paliación de los síntomas de esta enfermedad. Estadificar la lesión va ser el paso principal para determinar el
tratamiento óptimo en cada caso, será uno de los principales criterios empleados. Utilizaremos la
clasificación en vigor (7ª edición), de 2010, que se clasifica por:
1. Suplementos orales: Si a pesar de la disfagia es capaz de tomar líquidos por vía oral, le daremos
suplementos orales, proteínicos.
Si la disfagia es absoluta y no se pueden ingerir los suplementos empleando la vía oral, la más fisiológica,
podemos acudir a una de estas cuatro opciones. SI el paciente no va a ser quirúrgico la vía es más indiferente
y podemos elegir las dos primeras, pero sí va a ser quirúrgicos, nos decantaremos por la sonda nasogástrica
o la yeyunostomía de alimentación, prescindiendo de endoprótesis o PEGs que van a condicionarnos la
cirugía si las empleamos.
2. Endoprótesis.
3. PEG
4. Alimentación por sonda nasogástrica
5. Yeyunostomía de alimentación.
Reiteramos que en aquellos que vayan someterse a cirugía NO debemos colocar endoprótesis ni una
PEG, prefiriéndose SNG o yeyunostomía. La sonda es más incómoda para el paciente, pero no habría que
operar como en el caso de la yeyunostomía.
Estadío I (T1/T2 N0): Se considera enfermedad limitada, tienen mayor posibilidad de curación, y
el tratamiento es la resección directa sin ningún tratamiento previo (siempre que sus
comorbilidades y estado fisiológico no les impidan la cirugía). Algunos por su estado no van a ser
quirúrgicos por lo que van a pasar al brazo de la Quimio-Radioterapia. Si el estado es muy malo y
no van a ser capaces de soportar la Quimioterapia se va a prescindir de ella, si bien es cierto que
los resultados van a ser peores.
Estadío IV (metástasis a distancia): No hay ninguna posibilidad de curación, por lo que se les
dará un tratamiento paliativo. Dependiendo de las características del paciente puede tratarse
con cuidados paliativos puros o con quimioterapia paliativa que pueda prolongarle la vida.
3 Doctora Parada E25-TRATAMIENTO DEL CÁNCER ESOFÁGICO
Lo más importante es paliar la disfagia, colocando una endoprótesis o actualmente mediante
braquiterapia si su realización es posible (produce mayor comodidad al paciente y es tan efectiva
como la Endoprótesis).
Estadíos II y III: Recordaremos antes de nada que los tipos T4b no eran quirúrgicos (afectación
de estructuras no resecables) por lo que emplearemos Quimio-Radioterapia, que tiene una
aceptable respuesta. No obstante, en aquellos pacientes que tengan infiltración de la tráquea o
aorta la aplicación de Radioterapia crea potencialmente la posibilidad de que la necrosis del
tumor pueda generar una fístula, ya se trata de una fístula torácica o una fístula aórtica (esta
última es una situación muy dramática en la cual el paciente tiene una gran hematemesis y
fallece poco después). En estos casos solo se va a empelar la Quimioterapia
Por tanto, en los estadíos II y III, excluyendo por supuestos el T4b, seguiremos el esquema de
tratamiento de la imagen. Comenzaremos antes de nada diferenciando ambos tipos de cáncer
(SCC y Adenocarcinoma).
En la segunda imagen de ADC hay un tumor de cardias. Se considera que cuando el centro del tumor está por
5 encima
DoctoradeParada
los 2 cm distales a la línea Z se consideran esofágicos. Si están más abajo
E25-TRATAMIENTO DELvamos a considerarlos
CÁNCER ESOFÁGICO
gástricos. En pacientes mayores y pluripatológicos, en los que si hacemos una esofagectomía ampliando
márgenes suelen fallecer en el postoperatorio y la QR no es suficiente, se realiza una gastrectomía total y
ampliando en el esófago lo que se pueda (3-4 cm, con intención curativa), algo menos agresivo que la opción
anterior, con un margen de unos 2 cm. Es cierto que no es la cirugía ideal, pero puede ser suficiente para
curar a muchos pacientes.
3.3 Esofagectomía
En la imagen vemos cómo el cirujano mete la mano a ciegas desde el hiato y diseca el esófago.
Desde arriba se ayuda mediante su mano izquierda. Es una técnica bastante traumática. Hoy en día
se realiza con menos frecuencia debido al desarrollo de las técnicas mínimamente invasivas.
Resección por triple vía o Triple abordaje; abdominal, torácica derecha y cervical izquierda con
6 anastomosis
Doctora Parada cervical (técnica de McKeown): en aquellos tumores en los DEL
E25-TRATAMIENTO que CÁNCER
no hay un margen de
ESOFÁGICO
esófago suficiente como para hacer la anastomosis intratorácica, vamos a tener que hacerla a nivel
del cuello.
A estos pacientes en primer lugar los posicionamos en decúbito prono para hacer la parte torácica
por toracoscopia (es posible, ya que no vamos a realizar la anastomosis ahí). Al acabar la parte
torácica (habiendo disecado el esófago desde el ápex hasta el diafragma con todos los ganglios
periesofágicos), le damos la vuelta al paciente para posicionarlo en decúbito supino. Entonces
haremos la parte abdominal por laparoscopia, y la parte torácica por cervicotomía. La anastomosis
se hará en el cuello. Si la pieza no es muy voluminosa podremos extraerla por la incisión cervical,
pero en caso de que se trate de un tumor de gran tamaño será necesario hacer una pequeña incisión
abdominal.
En la imagen podemos observar que el estómago queda movilizado de tal manera que la parte del
píloro queda a la altura del diafragma; y se anastomosa al esófago a nivel del cuello o a nivel del
7 Doctora Parada
ápex del tórax. En la mitad derecha de la imagen E25-TRATAMIENTO
vemos la técnica enDEL CÁNCER
caso ESOFÁGICO
de que se hiciera
resección del esófago cervical, en las cuales se extirpa también la faringe y laringe (se observa el
tubo de la traqueostomía y la anastomosis prácticamente a nivel del suelo de la boca; hoy en día esa
técnica es excepcional).
Coloplastia: es la segunda opción. Es una cirugía más larga y complicada. Empleamos el colon
cuando no podemos utilizar el estómago, bien porque tiene una cirugía gástrica previa y carece de
gastroepiploica derecha (la plastia no se mantendrá bien vascularizada en ese caso) o bien en casos
en que haya un estómago cuya longitud
no sea suficiente como para llegar al
cuello. Se van a necesitar al menos 3
anastomosis (seccionamos una zona de
colon, anastomosamos el colon restante
entre sí; y el fragmento resecado habrá
que anastomosarlo al esófago por arriba y
al estómago o yeyuno por abajo,
dependiendo de si queda o no un
remanente gástrico).
Colgajo libre de yeyuno: es la peor opción y se utiliza poco. Si bien por calibre podríamos pensar que
es una opción viable, es muy complicado mantener la vascularización del yeyuno para poder subirlo
al tórax o al cuello. Es necesario hacer anastomosis microvasculares. En general se hace en muy
pocas ocasiones, sólo cuando ya hemos agotado el resto de recursos (no es viable el estómago ni el
colon). Se consideraba de elección cuando se hacían resecciones solamente a nivel del esófago
cervical como muestra la imagen a continuación.
Mediastino posterior: es donde está el esófago habitualmente y es el lugar ideal al ser el camino
más corto y recto. En algunos casos no se puede utilizar esta vía, fundamentalmente en aquellos
pacientes con una cirugía previa o causticaciones que han llevado a necrosis en las que ha sido
necesario hacer una exclusión esofágica. En un segundo tiempo hemos de intentar subir la plastia a
nivel retroesternal, estando el mediastino posterior fibrosado por la inflamación que habría tenido
lugar.
Retroesternal: hay que hacer un túnel justo por detrás del esternón. El camino es más largo que en
el caso anterior y la plastia siempre queda más angulada, tanto a nivel abdominal (hay que llevarla
hasta detrás del xifoides), como a nivel cervical (donde es necesario llevarla hacia atrás para hacer la
anastomosis a nivel del esófago). Imagen izquierda.
Subcutánea: muy poco habitual. Se necesita una plastia todavía más larga y el defecto estético es
importante. Imagen derecha.
Hemorragia: es la complicación más destacable por su importancia. Es mucho más frecuente en las
resecciones transhiatales que se realizan a ciegas (lesión de las venas esofágicas y ácigos, lesión del
hígado, del bazo, arterias finas procedentes de la Aorta…). Ha disminuido mucho en frecuencia
gracias a la cirugía mínimamente invasiva.
Lesiones traqueobronquiales y pulmonares: son poco frecuentes pero muy graves. Se producen
habitualmente por lesión de la parte membranosa de la tráquea, en tumores localizados a nivel o
por encima de la carina. Es muy importante la estadificación preoperatoria para que en caso de
sospechar infiltración de la tráquea no se opere al paciente.
Lesiones del nervio recurrente: es muy variable dependiendo de la técnica quirúrgica, de la práctica
del cirujano y, sobre todo, del tipo de linfadenectomía que se realice. En la linfadenectomía normal
del esófago se disecan los ganglios subcarinares peribronquiales, periesofágicos y los del abdomen,
por lo que hay pocas lesiones del nervio recurrente (debido a la propia anatomía del trayecto del
vago (revisar anatomía: el izquierdo pasa por debajo del cayado de la aorta y asciende paralelo al
esófago y el derecho lo hace por debajo de la subclavia). El mayor porcentaje de lesiones de este
Respiratorias. Son las más frecuentes. Incluyen atelectasia, neumonías, embolismos, distress…
Confieren gran parte de la mortalidad de estos pacientes, por eso es muy importante su prevención.
En el cuadro superior aparecen reflejados los diferentes aspectos que hemos de tener en cuenta. Se
le debe indicar al enfermo que ha de dejar de fumar cuanto antes no días antes de la operación,
decantarnos por técnicas mínimamente invasivas que reducen la inflamación de los tejidos,
restringir el aporte de líquidos, controlar el dolor (para lo que suele indicarse el uso de un catéter
para analgesia epidural y que continúen con la fisioterapia de rehabilitación respiratoria cuanto
antes
Disfagia por estenosis de la anastomosis: sobre todo si ha habido fuga anastomótica. Se suele tratar
mediante dilataciones endoscópicas. Normalmente la respuesta es buena, pero es habitual que
requiera de varias dilataciones para llegar a resolverse.
Retraso del vaciamiento de la plastia gástrica: es una plastia que queda denervada debido a que los
nervios vagos están seccionados. Va a vaciar peor que un esófago o un estómago normal en todos
los casos, pero funcionará mucho peor sobre todo si la plastia queda demasiado holgada dentro del
tórax, ya que puede acodarse o acostarse sobre el diafragma. Por tanto, que no quede corta para
que no quede a tensión y se favorezca la dehiscencia pero tampoco laxa en exceso.
Reflujo gástrico y biliar: está presente prácticamente siempre, ya que hemos destruido todos los
esfínteres del tubo digestivo alto. Intentaremos minimizarlo aconsejándole al paciente que haga
comidas poco copiosas, que procure no beber mucho durante la comida para no dilatar demasiado
la plastia, mantener el cabecero de la cama ligeramente elevado, uso de IBPs…
- Control de síntomas.
- Control del estado nutricional (corrigiéndolo en caso de déficits).
- Apoyo psicológico.
Los pacientes en que se ha hecho una resección endoscópica o una quimiorradioterapia radical y que
aún podrían ser operados sí se beneficiarán de un correcto seguimiento. Debe hacerse cada 3 meses con
endoscopia, biopsias y TAC. De no hacerse este seguimiento tan estricto, lo más probable es que cuando se
presente la recidiva ésta se encuentre ya en un estadio muy avanzado.