JOSEPH A.

BRACKEN

RESURRECCIÓN PERSONAL EN EL CUERPO

MÍSTICO DE CRISTO

El autor replantea en este artículo el significado y valor de la creen-

cia cristiana en la resurrección del cuerpo y de la vida eterna en un
contexto más explícitamente social, proponiendo que el término cuer-
po mismo debe ser entendido de una manera orientada al proceso.
Este replanteamiento debería, sin duda, conducir a cambios significa-
tivos en el pensamiento y el comportamiento de los cristianos dentro
de la cultura individualista de la sociedad occidental contemporánea.

Personal Resurrection into the Mystical Body of Christ, The Way 55/3
(July 2016), 75-87

En su libro A Theology for the ráneo medio todavía se siente más

Social Gospel, Walter Raus- concernido en su salvación perso-
chenbusch afirma que el énfasis nal que en cualquier otra cosa.
tradicional del cristianismo en Oc-
Eso es en parte así porqué mu-
cidente se ha puesto en la necesi-
chos cristianos creen que en el mo-
dad del ser humano individual de
mento del juicio final poseerán una
ser redimido de los efectos del pe-
versión transformada del cuerpo fí-
cado a través de la pasión, muerte
sico que tuvieron durante sus vidas
y resurrección de Jesús, Verbo en-
terrenales. Se presta relativamente
carnado de Dios. Este enfoque ha
poca atención a la noción comple-
dejado al margen las implicaciones
mentaria de resurrección del cuer-
estrictamente sociales del mensaje
po como plena incorporación al
de Jesús. En su predicación, Jesús
cuerpo místico de Cristo al final de
aborda continuamente la necesidad
sus vidas y, sobre todo, al final del
de reformar las estructuras de pe-
mundo. Tal como presentan los
cado de la sociedad, tanto como la
evangelios a Jesús resucitado, ¿no
necesidad de redimir los pecados
deberíamos también los cristianos
personales. En eso mismo insisten
esperar vivir una vida corporal des-
también Gustavo Gutiérrez y la teo-
pués de la muerte como la que dis-
logía de la liberación, y otras for-
frutamos aquí y ahora, pero libre
mas de teología reformista dentro
del dolor y el sufrimiento inevita-
de los círculos protestantes y cató-
ble de nuestra existencia terrenal?
licos. También es el enfoque de do-
cumentos del Concilio Vaticano II También las epístolas de Pablo
como Gaudium et Spes. Pero a pe- dan pie a una concepción más in-
sar de ello, el cristiano contempo- dividual de la vida después de la
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