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James L. Carney
Desde que el w'rest1ing profesional ganó prominencia por primera vez en la década de 1950,
sus competidores han jugado los papeles de héroes y villanos para sus fans. Las trayectorias de
algunos personajes de la lucha libre han incluido un viaje desde "tenía el tipo" a la redención y
la adoración. Otras historias han contado la historia de un aparentemente "buen tipo" que, a
menudo inexplicablemente, se vuelve "malo" y lastima a aquellos que alguna vez estuvieron
de su lado. La historia de la vida real del ascenso y caída del luchador, Chris Benoit, juega como
una versión más espantosa, y ciertamente más triste, de este último. En junio de 2007, Benoit
mató a su esposa y a su joven hijo y luego se ahorcó. En un intento de explicar esta
inexplicable tragedia, las autoridades y los periodistas atribuyeron la caída de Benoit a diversas
causas, entre ellas, el abuso de esteroides, un matrimonio rocoso y las conmociones cerebrales
que sufrió mientras luchaba. No había esteroides en el cuerpo de Benoit en el momento de su
222222muerte, y las autoridades finalmente expresaron la duda de que su uso prolongado de
esteroides y su subsiguiente terapia de reemplazo de testosterona -un tratamiento común
para las deficiencias causadas por el uso de estetoides- fueran factores que contribuyeran al
asesinato -suicidio. En cambio, los médicos descubrieron que las múltiples conmociones
cerebrales que sufrió Benoit durante su carrera de reasentamiento le provocaron daños
cerebrales y demencia de inicio temprano, similar a la que se encuentra en los jugadores de
fútbol profesionales ("El cerebro de Benoit", 2007). En resumen, las mismas habilidades de
lucha libre que hicieron de Benoit uno de los luchadores profesionales más respetados
contribuyeron a su brutal desaparición.
Las muertes tempranas de muchos jugadores retirados de la Liga Nacional de Fútbol hablan del
daño neurológico que los deportes profesionales pueden causar mon ni benigno. En el 2011
Dave Duerson donó su cerebro a la Universidad de Boston para que se estudiaran mejor los
efectos del fútbol profesional en el cuerpo y luego se suicidó disparándose en el pecho
(Schwarz, 2011). Pero la historia de Benoit se desvía de la tradicional narrativa de muchos
héroes deportivos. Mientras que esos cuentos generalmente involucran drogas, apuestas o
sobornos como la perdición del héroe, la historia de Benoit, como la de un número creciente
de atletas profesionales, involucra algo más complejo. En este capítulo, rastreamos el ascenso
de Chris Benoit y su caída ex'entua1. Examinamos las representaciones mediáticas de su
masculinidad en la lucha libre, la controversia que rodea la cobertura mediática de su muerte y
la de su esposa e hijo, y las formas rítmicas en que los medios continúan valorándolo por su
éxito en la lucha libre mientras construyen múltiples contra relatos sobre su muerte.
El mito de Benoit estaba seguramente basado en su pedigrí como luchador profesional. Benoit
mostró interés en la lucha libre profesional cuando era adolescente en Canadá, idolatrando a
luchadores establecidos como Bret "El sicario" Hart y a la mitad del famoso equipo de cintas
The British Bulldogs, Tom Billington, que era conocido como "El chico dinamita". Fue aprendiz
de Hart y se entrenó en sus propias instalaciones con su padre, Stu, que fue luchador
profesional y promotor. Sri Hart entrenó a sus hijos, Bret y Owen, los Bulldogs Británicos, y un
sinnúmero de otros luchadores. De hecho, la familia Hart tiene una rica historia en la lucha
profesional. El padre y dos de sus hijos están inscritos en el Salón de la Fama de la Lucha
Mundial, y dos de sus hijas se casaron con luchadores profesionales. Su hija menor, Diana,
también tuvo un papel importante en el ring; participó en varias historias invocando a su
marido, Davey Boy Smith (la otra mitad de los British Bulldogs entrenados por Stu). Al entrar
en esta franquicia de historias, Benoit se aseguró de que su ascenso a la fama tuviera un
trampolín poderoso.
Aunque su pedigrí se forjó pronto a través de su relación con los Harts, el aprendizaje de uno
mismo a un luchador profesional más famoso y exitoso era común. Hoy en día, los videos de
Internet de la lucha en el patio trasero tienen bep-iin a chanp-e cómo-y cuán temprano-uno
asciende a la fama. Pero en la década de 1980, Benoit tuvo que pagar sus deudas como
cualquier otro luchador profesional. En su camino para demostrar que era digno de un
escenario internacional, encontró su temprano éxito en la Liga Canadiense de Lucha Libre de
Estampida con un viaje a Japón para entrenar, y finalmente compitió para el New Japan Pro
Wrestlinp-. En Japón, se puso una máscara con el apodo de Pegasus Kid, y pronto comenzó a
ganar partidos. Mientras que Benoit inicialmente se resistió a la noción de llevar una máscara,
finalmente se acostumbró a ella, ilustrando el poder del ritual de carácter se dio cuenta de que
el papel del villano enmascarado estaba bien establecido en la lucha profesional, que captaba
la atención del público, incluso como alguien contra quien echar raíces (Ball, 1990). Entre las
giras por Japón, trabajó para varias empresas de promoción de la lucha libre en los Estados
Unidos, entre ellas Extreme World Wrestling y World Championship Wrestling. Luego, en
2000, Benoit entró en el imperio de la lucha libre de Vince McMahon Jr., la Federación Mundial
de Lucha Libre (V/WF). Aunque Benoit se había ganado el respeto de sus compañeros de lucha
por su atletismo y afabilidad, fue en el escenario internacional de la V/WF- después llamada
World Wrestling Entertainment (WWE) y sus eventos afiliados (Smnckdown!, Raw,
WresthMania, y Summer-Slam) que Benoit finalmente alcanzó la cima de la lucha libre
profesional.
Al empaparse literal y figuradamente en los legados de luchadores como los Harts y Davey Boy
Smith, Benoit se aseguró de que su entrada en el mundo de la lucha libre se insertara
perfectamente en la trama de un cuento mítico. Describir la lucha en tales términos, como por
ejemplo, una tragedia griega, no es algo inexacto. Como en el teatro, la lucha profesional tiene
lugar en un escenario separado de la vida cotidiana, en este caso lo que comúnmente se llama
"el círculo cuadrado", o un anillo. A pesar de sus vínculos con la lucha grecorromana,
tradicionalmente establecida en un círculo real, la lucha profesional tiene lugar en una
plataforma elevada de forma rectangular, que evoca un rincón "hogar" para cada luchador y
resalta el drama de la competición, así como amplifica las caídas y los saltos de los luchadores
(Ball, 1990). La comparación con el teatro destaca el simbolismo y la atención a la trama y el
conflicto en las historias de lucha profesional. McMahon y el WWF E fueron maestros en la
creación de este tipo de drama, a menudo involucrando a celebridades y personalidades de la
televisión. Estos vínculos promocionales fueron tanto escenificados (como cuando el Sr. T
presentó Satttrday Night Live antes de la primera WrestleMania) como no ensayados (como
cuando Hulk Hogan puso el talk show de la mayoría de los Richard Belzer en una bodega para
dormir y luego lo dejó caer al suelo, abriéndole la cabeza) (Ellison, 2008). Aunque
probablemente lo sabía en ese momento (Karp, 2008), Benoit estaba entrando en una arena
en la que el entretenimiento era el objetivo final, ser logrado a toda costa. a lucha libre
profesional, con sus historias, héroes arquetípicos y x'il1ains, y por- trayos de conflicto y
redención, tiene varias similitudes más que pasajeras con el teatro. Y ciertas historias se
prestan a la visibilidad pública y a que ciertos luchadores alcancen un nivel de celebridad no
poseído por otros. Cuando McMahon compró la Federación Mundial de Lucha Libre a su padre
y comenzó a comprar giras más pequeñas y promotores regionales, consolidando la multitud
de luchadores y combinando esos números con acuerdos de sindicación de televisión
(Oppliger, 2004), estas historias se convirtieron en un fenómeno mundial. Este escenario
internacional hizo famosos a muchos los luchadores tliroiip-h estrellas de las extravagancias
como WrestleMania. En este primer evento de pago por visión, luchadores y futuras estrellas
de la televisión y el cine como Hulk Hogan, Andre el Gigante y "Rowdy" Roddy Piper
aparecieron junto a estrellas como Cyndi Lan per, Mr. WrestleMania ha continuado atrayendo
a millones de espectadores, asegurando a algunos luchadores medios de comunicación
inestimables . Este es el mundo en el que Chris Benoit entró cuando se convirtió en miembro
del "establo" de luchadores de Vince McMahon. Con su habilidad atlética y su físico muy
musculoso, no es sorprendente que Benoit se convirtiera en uno de los luchadores
profesionales más reconocidos y respetados del mundo.
Al igual que Benoit, los luchadores que se convirtieron en famosos tenían que poseer ciertos
ritos de atracción. Los papeles que un luchador masculino puede asumir suelen caer en un
continuo de "estereotipos planos" que permiten al público leer en esos papeles sus propias
esperanzas, miedos y deseos (Ball, 1990). Los personajes que uno a menudo encuentra en las
luchas sionales de sondeo abarcan composiciones de estereotipos y arquetipos que se
encuentran a lo largo de los mitos tanto modernos como antiguos, incluyendo amenazas
extranjeras, héroes, villanos enmascarados y chicos de la naturaleza (Ball, 1990). Es común,
como en el caso de la persona pública de Benoit, que una lucha se transforme de héroe en
villano (comúnmente llamado "talón") y viceversa. Pero como exploraremos más adelante, la
vida personal de Benoit refleja en la actualidad las tragedias que comúnmente se desarrollan
en el escenario teatral. El comienzo de la tragedia de Benoit parece comenzar con las reglas no
escritas establecidas en la era de la lucha profesional de McMahon.
Para salir de las regulaciones asociadas con los eventos deportivos organizados y las ligas, en
1989 McMahon hizo el argumento aparentemente contrario a la intuición de que la lucha libre
profesional no era "real" (Beekman, 2006). Si bien puede parecer que el atractivo de la lucha
libre radica en que el público cree que la lucha es real (Ball, 1990), los promotores
argumentaron ante varias juntas estatales que la lucha profesional era algo fijo (Oppliger,
2004; Karp, 2008). McMahon sostuvo que los combates "no representaban competencias
atléticas legítimas porque sus vencedores estaban predeterminados", que la lucha libre
profesional "no podía considerarse un deporte" y que, en cambio, debía describirse como
"entretenimiento deportivo" (Beekman, 2006, pág. 131). Como entretenimiento, la lucha libre
no estaría regulada por las juntas reguladoras estatales, evitando los derechos de licencia y
otras formas de supervisión gubernamental. Es importante señalar que liberó a los promotores
para que alentaran implícita o explícitamente a sus luchadores a "levantarse" por cualquier
medio necesario (Karp, 2008). Al igual que su ídolo, Davey Boy Smith, y otros, estos "medios"
para Benoit incluían tanto esteroides como otros productos farmacéuticos para perforar el
dolor de las lesiones adquiridas en el ring (Karp, 2008). De hecho, el físico excesivamente
musculoso de muchos luchadores varones era, en la era de la lucha profesional de McMahon,
terrible para el uso de esteroides y otras hormonas de crecimiento (Oppliger, 2004; Karp,
2008). El paso de la lucha1 como deporte al entretenimiento dirigió la atención de cómo el
hombre los cuerpos de los luchadores realizados a la forma en que se veían. En esta cultura,
parte de la La razón por la que Benoit se convirtió en el campeón mundial de peso pesado en
2004 fue su voluntad de jugar con este juego.
Historias de la Caída
Alrededor de las 4 de la tarde del lunes 25 de junio de 2007, los diputados descubrieron los
cuerpos de Chris Benoit, su esposa Nancy y su hijo Daniel en su casa de Fayetteville, cerca de
Atlanta, Georgia. A medida que los detalles se hicieron públicos, la tragedia se convirtió
claramente en un asesinato-suicidio. Nancy y Daniel habían sido asfixiados, aparentemente
asesinados, y Chris fue encontrado colgado de un cable en una máquina de pesas. Los pies y
las muñecas de Nancy estaban atados y tenía moretones en la espalda que sugerían que Chris
le había tirado de una cuerda alrededor del cuello y la había estrangulado. Daniel fue
encontrado en su propia cama; sus heridas internas en el cuello sin moretones visibles llevaron
a las autoridades a especular que la mentira había sido asesinada con un estrangulador (Duffy
fi Ahmed, 2007). La experiencia sugiere que la secuencia de eventos ha abarcado el fin de
semana anterior. Los informes revelaron que Nancy había sido asesinada en algún momento
del viernes; Daniel murió o bien el sábado por la noche o el domingo por la mañana temprano,
y Chris se suicidó horas más tarde (Bluestein, 2007a; Duty fi Jefcoats, 2007)
Los funcionarios de la WWE habían instado a las autoridades a investigar después de que Chris
no se presentara a los partidos programados para el fin de semana. Ese sábado 23 de junio,
Benoit se había perdido un evento de lucha en vivo celebrado en Beaumont, Texas (Duffy fi
Jefcoats, 2007). La noche siguiente, domingo, Benoit había sido programado para luchar y
derrotar al CM Punk para el Campeonato de Lucha Extrema (ECW) en el "Vengeance" de
V/WE: N ight of Champions" del V/WE (Boyd, 2007; Duffy fi Jefcoats, 2007; "Wrestler Benoit",
2007). Celebrado en Houston, Texas, este evento tuvo una audiencia nacional. Para explicar la
ausencia de Benoit a los fans, la WWE anunció que tenía "una familia emergencia" y contactó
en privado con la policía para comprobar cómo estaba Chris (Duffy fiJefcoats, 2007).
Poco después de que los cuerpos fueran descubiertos, varias explicaciones diferentes para los
eventos surgieron en la cobertura de la prensa. Las tres teorías más prominentes identifican la
causa raíz como social, emocional o fisiológica. La narrativa social enmarcó el asesinato-
suicidio como la culminación de una larga historia de abuso conyugal, teorizando que Chris
había atormentado a su esposa durante años y pudo haber estallado en violencia cuando ella
amenazó con dejarlo. Esta explicación surgió de las revelaciones de que, en mayo de 2003,
Nancy Benoit había pedido el divorcio y solicitado una orden de alejamiento contra Chris; la
petición fue desestimada cuando la pareja se reconcilió tres meses después (Duffy fi Jefcoats,
2007). En esta historia, la institución social de la crianza profesional alentó el comportamiento
de Chris, y su violenta hipermasculinidad reforzó -incluso legitimó- un sistema de agresión
dominante de los varones. Historias similares, relatadas por los medios de comunicación y por
las personas involucradas, han enmarcado el abuso conyugal de otros luchadores a lo largo de
los años (Karp, 2008). De las diferentes narraciones que dan cuenta de la tragedia, ésta parece
ser la más profesional: la actividad se presenta como un exceso misógino, y los luchadores
aparecen como "matones" y "asesinos" en lugar de héroes y atletas (Seeliger, 2007).
Los funcionarios de la WWE también promovieron una historia que hacía hincapié en los
conflictos matrimoniales, pero su relato colocaba la carga en las tensiones emocionales
particulares de la vida de Chris y Nancy. En el centro de esta explicación estaban los informes
de que su hijo, Daniel, tenía una rara discapacidad física y mental conocida como "Frágil X Syn-
drome", una condición genética similar al autismo (tMosconi fi Nichols, 2007). Según Perry
McDevitt, un abogado de la WWE, los Benoits habían argumentado que cuidaban a su hijo
justo días antes de la tragedia, y "se hizo bastante obvio por varias fuentes diferentes" que
Fancy y Chris se pelearon por la cuestión. McDevitt dijo que Nancy no quería que Chris dejara
la lucha, pero sí quería que se quedara en casa más a menudo para estar con Daniel (Duffy fi
Ahmed, 2007). La evidencia que respaldaba esta explicación era un tanto confusa. El Fiscal de
Distrito, Scott Ballard, describió al niño como "muy pequeño, incluso empequeñecido" y dijo
que "las viejas marcas de agujas en sus brazos" apoyaban la teoría de que sus padres lo habían
consagrado y le habían dado cuernos de crecimiento (Duffy fi Jefcoats, 2007). Pero si Daniel
tenía efectivamente la enfermedad, los Benoît la habían mantenido en secreto; los padres de
Nancy -Patil y Maureen Toffoloni- informaron a través de su abogado que no tenían idea de
que su nieto tenía el trastorno y que siempre había parecido "un niño normal, sano y feliz, sin
signos de enfermedad" (Mosconi fi Nichols, 2007). En esta explicación, el hecho de ocultar la
condición de Daniel apareció como evidencia de que su discapacidad era una fuente de
tremendo estrés en el matrimonio.
Las narraciones que identifican las causas emocionales del asesinato-suicidio ganaron
credibilidad a partir de una reciente tragedia en la vida de Chris. El padre de Benoit, Michael,
afirmó que Chris había estado luchando emocionalmente desde la prematura muerte de su
amigo y compañero de lucha, Eddie Guerrero en 2005 (Karp, 2008). La vinculación de los
acontecimientos con cuestiones emocionales no respondía a las preguntas sobre las razones
de los problemas de Chris o sobre el grado en que Chris tenía problemas de puntadas, pero a
diferencia de la teoría del cónyuge abusivo, se centraba en una ruptura psicológica personal en
lugar de en un defecto sistémico que impregnaba la crianza.
La explicación que apareció más z-idely en la cobertura localizó un catión médico o fisiológico:
los esteroides. Esto enmarcó la tragedia como un caso de "Furia de esteroides", un frenesí
inducido por las drogas asociado con el abuso de esteroides. Historias de comportamiento
hiper-agresivo de los luchadores fuera del cuadrilátero habían sido conectadas por mucho
tiempo con el uso de esteroides. Davey Boy Smith golpeó repetidamente a su esposa, la hija de
Stu Hart, Diana, y en un momento dado le puso una escopeta en la cabeza. Aunque su relato
ha sido discutido por muchos dentro de la familia Hart (Assael, 2002), ella atribuyó el evento a
su uso de esteroides (Karp, 2008). Los esteroides habían estado implícitos en las muertes de
varios luchadores profesionales, entre ellos el amigo de Benoit, Guerrero (que murió en 2005),
Curt "Mr. Perfect" Hennig (que murió en 2003) y Davey Boy Smith (que murió en 2002)
(Bluestein, 2007b).
A pesar de las reiteradas garantías de los expertos médicos de que no se trataba de un caso de
rabia por esteroides -y las dudas de los expertos sobre la existencia real de esa condición-
varias noticias mantuvieron viva la narración de la rabia por esteroides. Por ejemplo, los
artículos muerte de la fantasía y Daniel Benoit", este último informe parece alentar al lector
para cuestionar esto.
Dart Garner incluyó la afirmación de Sperry de que "hay datos científicos contradictorios sobre
si la testosterona crea o no trastornos mentales o conduce a estallidos de rabia", pero el
Tehgrnpâ-Joornal no citó esta declaración. De manera similar, el Telegrama puso la
información de que "se encontraron esteroides anabólicos en la casa" en la primera mitad de
su informe, pero el Gorier esperó a que el artículo estuviera terminado en dos tercios antes de
explicar que "se descubrieron esteroides anabólicos frescos" (énfasis añadido) en la casa. El
artículo de Glenner centró la atención en la ambigüedad de los estudios actuales que
examinan un vínculo entre los esteroides y la violencia, informando que "el Dr. Kris Sperry dijo
que no hay consenso en que el uso de la testosterona puede contribuir a la paranoia, la
depresión y los arrebatos violentos conocidos como 'rabia por esteroides'" (énfasis añadido).
Usando palabras casi idénticas, y expresando técnicamente el mismo hecho, el TelegrnQh-
Journal escribió que "Algunos expertos creen que los esteroides pueden causar paranoia,
depresión y arrebatos violentos conocidos como 'roid rate'" (énfasis añadido). Por último, el
Telegra9â-Journal colocó los resultados negativos de los análisis de alcohol en sangre de Benoit
en una posición más prominente que los de Dotty Gunner, incluyendo esa información en la
tercera frase e inmediatamente después informando de sus elevados niveles de testosterona.
La prioridad implicaba la importancia de este hallazgo y el contexto sugería un poder
explicativo: como el alcohol no desempeñaba un papel, es más probable que lo hiciera otra
cosa. Ninguno de estos detalles se apartaba de los hechos tal y como se ha informado en otros
lugares, Unidad su presentación en la historia de T "hgoph-Jo "rnol mantuvo sutilmente la
explicación de la rabia por los esteroides a pesar del desalojo contrario del informe de
toxicología. El padre de Chris, Michael Benoit, había expresado desde hacía mucho tiempo su
confusión sobre el asesinato-suicidio, y esperaba que los informes de toxicología
proporcionaran algunas respuestas y un cierre (Mosconi fi Nichols, 2007). Los médicos
asociados con el Sports Legacy Institute, una organización sin fines de lucro dedicada a
estudiar los daños causados por las conmociones cerebrales repetidas en los atletas, sugirieron
una razón alternativa para el comportamiento errático y destructivo de Benoit. ChriS
NOWinski, él mismo un luchador profesional y cofundador del Instituto, pidió permiso a
Michael para examinar el cerebro de su hijo. Los resultados parecían definitivos. El Dr. Bennet
Omalu realizó la y llegó a la conclusión de que el cerebro de Benoit, de 40 años de edad, se
parecía al de "un hombre de 85 años en etapas avanzadas de la enfermedad de Alzheimer"
(marzo de 2007). A pesar de estas pruebas -y de las conclusiones negativas del informe
toxicológico sobre el abuso de esteroides en el momento del examen-, la explicación del
asesinato-suicidio con lesión cerebral traumática (LCT) no captó el interés público como lo
había hecho el relato de la rabia por los esteroides.
Conclusión
Nuestro análisis sugiere que explicar los actos catastróficos de Benoit como rabia por
esteroides atrae a aquellos que alejarían los asesinatos y el suicidio de la lucha libre y los
deportes, porque la raíz de sus acciones puede considerarse una forma de engaño. En el
siirface, al menos, los deportes no requieren el uso de esteroides, por más que la práctica sea
en la lucha profesional (Randazzo, 2008). En el relato de la rabia por los esteroides, la tragedia
de Benoit se convierte en su responsabilidad: su propia elección de usar drogas peligrosas
significa que él mismo provocó este desastre. Puede que la lucha libre no sea inocente y que
sus prácticas actuales merezcan ser criticadas, pero en esta explicación el deporte no tiene
ninguna responsabilidad inherente por sus crímenes. Además, enfatiza la narrativa de los
esteroides en el arco del "atleta sucio".
Es más fácil para un aficionado a los deportes mantener una objeción moral a las trampas que
aceptar pruebas de que un deporte puede generar regularmente lesiones mentales
permanentes. Aunque hacer trampa puede ser "parte del juego", la policía y los discípulos
tramposos también forman una parte importante de los deportes. Aquellos que hacen trampa
y se caughr merecen su destino, y el deseo de su castigo se enmarca como una postura moral.
Pero si un deporte causa a los jugadores lesiones graves e inaceptables, entonces es el deporte
en sí mismo el que está bajo el escrutinio moral. Un deporte que mutila a sus jugadores, que
por su naturaleza los pone en el camino de riesgos inaceptables, podría ser considerado como
una actividad ilícita. Los padres que alientan a sus hijos e hijas a practicar ese deporte pueden
ser considerados como moralmente sospechosos. El distanciamiento de un deporte de tales
efectos se convierte en algo crucial para mantener su ética moral y social posi- tiva.
Las explicaciones del jurado están entrelazadas con poderosas creencias culturales sobre los
deportes y su relación con la discapacidad y la masculinidad. En la narración de la rabia por los
esteroides, el aumento de los esteroides de Benoit se vincula a su deficiencia de testosterona
a1lep-ed, lo que podría leerse tanto como una condición discapacitante como un tipo de
emasculación fisiológica (ya que significa que tenía una cantidad insuficiente de la hormona
que literalmente "hace" que uno sea un hombre). Este relato de su tragedia sitúa su desviación
física de los niveles hormonales "normales" como la raíz de su problema, de modo que la
discapacidad y la "emasculinidad" aparecen como fallas que contribuyen a resultados
horribles. Así, el relato de la rabia de los esteroides se relaciona con los sistemas culturales
dominantes de capacidad y masculinidad hegemónica. El anverso apoya esta afirmación: la
narrativa del traumatismo craneal -el único marco médico alternativo proporcionado para los
asesinatos y suicidios de los Benoit- socava las convenciones culturales sobre deportes tan
saludables y varoniles. Identificar un traumatismo craneal como el culpable tiende a culpar a la
lucha libre en sí misma, y las maquinaciones del deporte se convierten en extravagantes
travesuras temerarias, la falta de regulación o de equipo para proteger de una lesión en la
cabeza, la noción de que los tipos duros juegan en grupo - el dolor - se convierte en su defecto.
Por el contrario.
con la narrativa de la Página del Vacío, que generalmente culpaba a las elecciones personales
de Benoit por estos eventos, la explicación del traumatismo craneal describe la actividad como
un cosquilleo involuntario que destruye a sus participantes. En esta última historia, la parte
más real del entretenimiento deportivo llamado smackdown es el trágico peaje que se cobra a
los propios luchadores profesionales.