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Perfil del Nuevo reglamento Sanitario de los Alimentos

El decreto supremo nº 977 del año 1996 aprueba el Nuevo Reglamento sanitario de los
Alimentos.
Los aspectos más relevantes se presentan en los siguientes perfiles:

1. Sin perder de vista la protección de la salud de los consumidores, el reglamento se ciñe a


las políticas económicas imperantes a la fecha, en orden a eliminar trabas innecesarias para
el desarrollo de este importante sector productivo.

2. El reglamento proporciona normas de carácter sanitario básicas, orientadas


fundamentalmente hacia los aspectos epidemiológicos de los alimentos y de su control, y
excepcionalmente hacia normas de carácter nutritivo o de hábitos alimenticios.

3. Otorga libertad al uso de todas las tecnologías aplicables a la producción de alimentos, lo


que permite desarrollar variados y numerosos tipos de alimentos, ayudando a la
coexistencia de industrias artesanales con aquellas más sofisticadas.

4. Excluye toda consideración que haga referencia con aspectos de calidad comercial de los
productos alimenticios. Así también, el reglamento no considera a los alimentos que no
tienen relevancia desde el punto de vista sanitario, exceptuando a aquellos que sin tenerla,
revisten especial interés en el comercio internacional como por ejemplo: café, cacao, té, etc.

5. Fija las concentraciones máximas de algunos metales pesados presentes en alimentos,


como por ejemplo: plomo, zinc, etc.

6. Faculta al ministerio de salud para fijar las tolerancias máximas de residuos de pesticidas
presentes en alimentos.

7. Prohíbe la comercialización de alimentos elaborados o envasados en el país de donde


provenga, de establecimientos que no hayan sido autorizados por el organismo oficial
competente. Del mismo modo, los productos alimenticios importados no pueden ser
internados ni comercializados en el país de origen sin la autorización sanitaria
correspondiente.

8. El decomiso y destrucción de alimentos están reservados para aquellos alimentos que a


juicio de la autoridad sanitaria signifiquen un riesgo comprobado para la salud de los
consumidores. En todos los otros casos, los productos podrán ser desnaturalizados y
destinados a alimentación animal o a fines industriales no alimenticios.

9. Fija requisitos que deben reunir los rótulos de los envases de alimentos como por
ejemplo: la fecha de elaboración y vencimiento, ingredientes que lo conforman, resolución
sanitaria, etc.

10. contiene normas referidas a la composición química; características organolépticas y


microbiológicas; denominación legal y otros requisitos que deben cumplir:
leche y productos lácteos; alimentos cárnicos; alimentos grasos; alimentos farináceos;
azúcares, miel y productos de confitería; huevos; conservas; alimentos preparados; caldos y
sopas deshidratadas; platos y comidas preparadas; helados; bebidas analcohólicas; agua
potable, mineral y hielo; estimulantes, condimentos especias y salsas; alimentos de uso
infantil; aditivos; establecimientos de alimentos y manipuladores.

11. el reglamento pretended establecer normas que no tengan efectos económicos


perjudiciales tales como efectos de monopolio, oligopolio, de proteccionismo o subsidio
indirecto.

12. con el objeto de desburocratizar los trámites de autorización a los establecimientos de


alimentos, se establece la renovación automática cada tres años, aunque esto no significa
que dichos establecimientos queden al margen de los controles sanitarios que regularmente
efectúa la autoridad.

13.la reglamentación está orientada básicamente hacia los aspectos microbiológicos por ser
la contaminación microbiológica la de mayor importancia y trascendencia en la salud
pública.

Clasificación de alimentos según riesgo epidemiológico.

Mayor riesgo:

1. Mamaderas y alimentos de uso infantil: mamaderas, alimentos enriquecidos,


concentrados, colados y picados, fórmulas especiales para lactantes.

2. Productos cárnicos: carne y productos de carnicería frescos, refrigerados,


congelados; productos del mar frescos, congelados, salados y ahumados; cecinas y
pastas de aves, harina de pescado, aditivos.

3. Alimentos preparados: platos preparados fríos o calientes,; huevos preparados;


sándwiches y empanadas; salsa americana; mayonesa preparada; leche con frutas,
pasteles con crema, crema pastelera, flanes preparados.

4. Conservas: conservas de origen animal, vegetal, de productos del mar, mixtos o


compuestos.

5. Leche y derivados: leche cruda, pasteurizada o esterilizada; leche en polvo, leche


concentrada y condensada, quesos y quesillos; cremas de leche, mantequilla, yogurt,
manjar.

6. Helados: helados, caldos para helados y aditivos.

Menor riesgo:
7. Alimentos grasos no lácteos: mantecas o grasas comestibles de origen animal o
vegetal; mantecas o grasas modificadas; mantecas o grasas compuestas, aceites vegetales y
aditivos.

8. Productos de confitería y azúcar: pasteles sin crema, chocolates, bombones, caramelos,


turrones, merengues, sustancias, mermeladas y dulces, chocolate en polvo, frutas o frutos
secos y confitados, mieles, aditivos.

9. bebidas analcohólicas, polvos para bebidas, jugos o jarabes: agua potable, gasificada y
mineral, jugos de fruta natural o de imitación (sucedáneos), de fantasía, jarabes y aditivos.

10. Estimulantes, condimentos y encurtidos: sal, vinagre, pickles, chucrut, ají de color,
clavos de olor, canela, pimienta, comino, etc.

11. Harinas, panificadores y pastas: harinas, galletas, pan, masas con o sin polvos de
hornear, fideos, maicena, sémola, chuchoca, polenta, harinas de cereales, mote, legumbres
y aditivos.

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