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UNIVERSIDA

D AUTONOMA
SAN
FRANCISCO

ESCUELA PROFECIONAL DE ING.


INDUSTRIAL
DOCENTE:

IBAÑEZ TRISTAN, LUIS ALBERTO

CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA


TEMA:
La comunicación en la familia
INTEGRANTES:
 YOALY ELIZABETH ANAYA COLQUE

SEMESTRE: VI
AÑO-2018
1. PADRES DE FAMILIA

 Existe entre los padres de familia un conocimiento muy superficial


acerca de los gustos, intereses y aficiones de sus hijos. Por medio de la
comunicación se consiguen mejores elementos e información para
responder a las necesidades, metas y anhelos de cada uno de los
miembros de la familia. 
Las conversaciones en donde todos intervengan y no se juzgue ni
ridiculice a nadie, los juegos y actividades como sembrar árboles,
narrar o leer cuentos o leyendas, etc
 La comunicación en la familia

La comunicación en familia debe basarse en la confianza y no en


la sospecha. Todos debemos saber actuar con empatía, lo que
significa ponerse en lugar del otro tanto en el caso de los padres
como de los hijos. Y en base a esa confianza familiar y a esa
empatía, es lógico que cada uno mantenga y defienda sus
criterios. Teniendo claro que la familia es una jerarquía de amor,
para terminar con la receta de la comunicación en la familia
debemos escuchar más y hablar menos, comprender , comprender
a los demás y expresarnos con cariño y afecto.

 Claves para la comunicación en familia  


La comunicación en familia no siempre resulta fácil, debido a la falta
de tiempo, a las múltiples obligaciones... y en otro orden, debido a las
diferentes edades de los hijos y su diferente madures. Por tanto, es
fundamental dedicar como padres un tiempo en excluiva a cada uno
ellos. Y además,
seguir estas 8 recomendaciones:

1.   Mucha paciencia. Eso no quiere decir que le consientas sus malos


modos y falta de respeto y no le pongas límites. Sois sus padres. Debéis
y tenéis derecho.
2.   Escucharle. Es vital. Comprender y saber lo que tu hijo piensa
sobre la vida, los demás, él mismo. Después de escucharle y
comprenderle, dale criterios y pautas que le ayuden a crecer y
madurar.
3.   No entrar en conflicto con él. Dile lo que piensas sobre su
conducta, sobre sus amigos, sobre sus ideas.  Oblígale a que te
escuche y a reflexionar lo que le has dicho. Luego, podéis conversar al
respeto.
4.   Interesarse por su vida sin interrogarle. En ocasiones es
difícil, pero esta es la línea a seguir. Ponte en su lugar, a ti tampoco te
gusta que tu marido o tu mujer "te interroguen". Hay una diferencia.
5.   No vuelques tu ansiedad en él. Te preocupa que se deje
arrastrar por amistades, que obre mal, que saque malas notas, que se
haga daño a si mismo. Comunícaselo con serenidad, sin "mantenerlo a
raya" por si acaso. En esa actitud no están los límites.
6.   Ayúdale a comunicar sus emociones. Que sepa él como te
sientes tu ante una determinada actitud suya, y que te cuente cómo se
siente él ante un hecho concreto, preocupación o decisión tuya como
padre.

7.   No te desahogues con él. Una cosa es transmitirle nuestras


emociones y preocupaciones, y otra distinta descargarnos con él. El no
está capacitado, por ejemplo, para hacer frente ni escuchar nuestros
problemas con nuestro marido o mujer.
8.   Respétale sus momentos de intimidad. Le ves preocupado
pero no quiere contarte lo que le pasa. No le agobies. Pero que sepa
que puede contar contigo para lo que le necesites. 
1. PADRES E HIJOS

Cuando se habla de la importancia de la comunicación entre padres e


hijos, no sólo se hace referencia al diálogo que debe existir entre los
distintos miembros de la familia. No basta con que todos “se lleven
bien” y ya.
Es vital que en esa comunicación los padres tomen la batuta para
hablar de ciertos temas que podrían resultar complicados de tratar, e
incluso en determinados momentos hasta incómodos para los propios
papás, para los hijos, o para ambos.
Sin embargo, la importancia de la comunicación entre padres e hijos en
los temas de prevención es algo que no puede dejarse de lado. En ese
sentido, enseguida te compartimos tres puntos indispensables que
debes tocar con tu hijo o hija para que, en el futuro, no tengas que
lamentarte:
 Cómo nacemos, qué es el sexo.
Comencemos aclarándole a los hijos cuál es su origen, y el de nosotros,
y el de todas las personas. No fuimos semillas, ni fue la cigüeña la que
nos trajo. Cuando los niños crecen y se convierten en adultos pueden,
si así lo desean, sus
propios hijos. ¿Cómo lo
hacen? Teniendo
relaciones sexuales, las
cuales son motivadas
básicamente por dos
razones: por amor, o
por el hecho de
simplemente querer
disfrutar del sexo junto
a otra persona que
también desea lo
mismo.
Es mejor que todo esto
lo sepa de boca de los
padres, hablándole
también de los métodos
anticonceptivos, de los riegos del sexo (enfermedades venéreas y
embarazos no deseados).
 La amistad.
Es posible, y deseable, que los padres y sus hijos establezcan una
relación con varias características propias de una relación de amistad.
En ese sentido, la Real Academia de la Lengua Española define la
amistad como “afecta personal, puro y desinteresado, compartido con
otra persona, que nace y se fortalece con el trato”.
Asegúrate de que tus hijos sepan bien cómo es la amistad, para que en
un futuro él pueda distinguir fácilmente cuando una persona quiere ser
su amigo, y cuando en realidad sólo quiere sacar un provecho para su
propio beneficio.
 No todo lo que vemos, es real.
Los programas de televisión, las revistas, los periódicos, en todas
partes nos “mienten”. Varios de los productos que consumimos son
realmente producto de “la ficción”, la cual se nos muestra con el
objetivo de vendernos algo, un objeto, un servicio o una idea.
Los medios de comunicación son realmente fascinantes, nos pueden
divertir y enseñarnos muchas cosas, pero cuando son mal utilizados
fácilmente pueden ser muy dañinos para nosotros. Básicamente,
enséñale a no creer todo lo que ve, a que siempre reflexione; el
mensaje, quien lo envía, la forma en cómo lo envía, etc.

2. ENTRE HERMANOS

A los padres les corresponde fomentar una buena relación entre


hermanos para que la relación sea buena y sana desde la infancia
La relación entre hermanos dentro del seno de la familia es una de las
cuestiones que suelen plantear a los padres grandes preocupaciones,
entendiendo que los hijos muchas veces pueden ser rivales,
confidentes, cómplices o enemigos. 
La relación entre hermanos, es de las más gratificantes que se
desarrollan durante la vida, a pesar de su complejidad y de los
obstáculos que hay que sortear. De ahí la importancia de la figura de
los padres a la hora de ayudar a los hermanos a solucionar sus
dificultades y a solventar los obstáculos del día a día.
A los padres les corresponde fomentar una buena relación entre
hermanos para que la relación sea buena y sana desde la infancia,
etapa en la que se crean los profundos lazos de unión entre los
hermanos.

Generalmente la aparición de la rivalidad entre hermanos aparece por


la diferencia de trato que los padres damos a sus nuestros hijos, a la
hora de afrontar la educación de cada uno de ellos. La protección que
de manera inconsciente damos en mayor medida a uno que a otro y a
veces no ocultando la preferencia que sentimos más por uno que por
otro, los hijos lo notan y empiezan a consolidarse los roces entre ellos.
Es importante aprender a compartir. Es necesario que los padres
incorporen elementos que impulsen este valor. Algunos juegos o
meriendas pueden ser un estímulo para que aprendan a ser justos y
equitativos.
 Fomenta la solidaridad. Las actividades donde los hermanos
deban ayudarse y crear la sensación de  ser un equipo.
 Deben crear buenos recuerdos juntos.  Comer juntos en la
mesa, compartir actividades recreativas e incluirlos por igual en
reuniones familiares, permitirá que crezcan con experiencias
positivas.
En el caso de los
hermanos  que no
viven juntos y  están
separados por la
distancia, la
especialista
recomendó que la
familia debe
incentivar  a
mantener la
comunicación y el
afecto, “la tecnología
y el internet pueden
ayudar muchísimo,
además es
importante que
realicen detalles o regalos pequeños que demuestren y fomenten el
cariño entre ellos”, enfatizó.  
3. PARIENTES

Es importante que dentro del hogar, exista un alto grado de


responsabilidad entre los miembros del núcleo familiar y que esa
responsabilidad debe ser compartida entre todos; que todos convengan
desconectarse de la rutina diaria y tomarse un día o fin de semana para
salir con la familia y compartir, que es algo muy relajante. Además, es
de vital relevancia tener una reunión en familia cada 2 días por
semana, que los niños se sienten más cerca de sus padres, hablar y
saber escuchar mucho y de manera mutua.

De manera que, si se planea en forma conjunta la organización de un


excelente plan familiar en donde papá, mamá, hijo, hermano, o sobrino
y abuelos, contemplen la posibilidad de pasar un día de campo o un
paseo, bien sea para irse a contemplar la naturaleza de la flora, la
fauna, la playa, visitar la comunidad de animales de un zoológico,
disfrutar de un parque de diversiones, y satisfacer el encanto en viajar
hacia otras ciudades turísti y paisajísticas, y comer todos juntos en un
mismo establecimiento gastronómico, se debe tener presente que por
encima de cualquier cosa o diferencia, lo que verdaderamente interesa
es que prevalece la felicidad y el afecto que sienten mutuamente las
familias.

Estos paseos familiares se desarrollan esencialmente con el fin de salir


de la rutina diaria, liberar las tensiones existentes, oxigenar el cuerpo y
el alma, pero sobretodo para darle un nuevo aire a la relación de
familia y fortalecerlas en la medida en que cada miembro vaya
poniendo de su voluntad. Es admirable ver que este tipo de estrategias
naturales, resultan favorables para muchas familias.

 la familia es un sistema y ese sistema es la base de la sociedad y en la


medida en que uno se integre a esa sociedad, le va quedar fácil
integrarse en el colegio, la universidad e incluso en el ámbito laboral.
Para la experta, las familias que no están integradas generan
deficiencias hasta con los hermanos, ya que el apoyo de la familia es
vital. En tal aspecto, ella resalta que deben existir comportamientos
donde un miembro entre a preocuparse más el uno por el otro “óyeme
qué te paso” “cómo te fue que tal tu día”. Estos son puntos claves, pero
también son puntos
esenciales los
ejercicios que se
hacen en familia,
puesto que los
ejercicios se
conciben como
terapias relajantes
que benefician y
fortalecen corporal,
mental y
emocionalmente el
estado físico,
anímico y de
concentración de las
personas, especialmente las que hacen parte del núcleo familiar, tal
como lo sustenta la profesional en mención.

4. PARES

Durante la transición de la escuela a la universidad, el alumno debe


adaptarse a las exigencias que demanda este escenario educativo.

Los estudios recientemente presentados en nuestro país, son muy


fragmentarios, ya que sólo se centralizan en situaciones o casos
específicos del proceso, como la demanda de estudios, la elección y el
rendimiento, en comparación a la documentación presentada sobre
esta temática a nivel internacional, particularmente, en el marco
anglosajón, donde constituye un área de estudio destacada.

En esta etapa, el joven ingresante debe busca disyuntivas para superar


los dificultades que atraviesa, como ajustarse a las nuevas hábitos,
aprender a aprender, efectuar las actividades de manera independiente
y adaptar su idiosincrasia al nuevo entorno. Es evidente, que los
cambios durante el pasaje, resultan más estresantes para aquellos
alumnos que deben abandonar de sus lugares de origen como también
para los que proceden de grupos minoritarios. Estos deben amoldarse a
un nuevo entorno y estilo de vida, separándose de sus familias y
teniendo que responsabilizarse de la administración y manejo de
dinero, higiene, quehaceres caseros, es decir de la vida diaria.

El sentimiento de desconcierto, desinformación, falta de ese apoyo que


antes les otorgaba su grupo familiar o social hace que el proceso de
aprendizaje se vea obstaculizado por diferentes variables además de
las específicas relacionadas con la construcción de conocimientos
disciplinares. Estos jóvenes precisan de un entorno con el que se
sientan identificados, y
que de alguna manera
ocupe el lugar de aquellos
que tenían en sus
hogares. Es aquí donde los
compañeros que están
atravesando (o ya lo
hicieron) por los mismos
conflictos que ellos,
mediante la comunicación,
pueden cumplir un rol
muy importante sirviendo
de soporte. Tanto los
alumnos del mismo
ingreso, como los de años
superiores pueden
volverse interlocutores
válidos y confiables que, con las experiencias recogidas de sus propias
vivencias, ayuden a atravesar esta difícil etapa a sus noveles
compañeros. 

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