Sei sulla pagina 1di 3

EL AMOR DE DIOS: 1Jn 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos

amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados.

El Dios de la Biblia es un Dios terrible, un Dios temible, un Dios de venganza, así como un Dios de
misericordia
Toda esta predicación moderna de gracia sin ley, de fe sin arrepentimiento, de la misericordia de
Dios sin la ira de Dios, la predicación del Cielo sin el Infierno…es una perversión de la verdad de
Dios. Representa mal a Dios. Es una representación deshonesta del mensaje de Dios. Dios es un
Dios terrible, un Dios temible, un Dios de furia contra el pecado, un Dios que trae venganza, un Dios
que debe ser temido, un Dios ante el cual los pecadores deben temblar (ibid., pp. 13, 14).
Dios es “un Dios de furia contra el pecado”.
Cuando vemos a Dios bajo esa luz, como la Biblia lo presenta, no tendremos ningún problema con
nuestro texto en Isaías 53:10. El texto se centra en Dios el Padre y lo que Dios le hizo a Jesús para
nuestra salvación,
En Nehemías 4:14, Nehemías dijo: “Acordaos del Señor, grande y temible”.
Y en Nehemías 9:32 dijo, “Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, temible...”
Dios es llamado “Dios grande y temible” en Deuteronomio 7:21.
En Deuteronomio 10:17 Él es llamado “Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y
temible...”
Daniel habló de “el Dios grande y temible” (Daniel 9:4).
La Biblia utiliza este lenguaje para describir a Dios.
En Isaías 59:18 Dios dijo: “para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios”.
Esta es la manera en que Dios es frecuentemente descrito en la Biblia, derramando su ira contra el
pecado.
Aquellos que hablan de Él sólo como un Dios de amor y misericordia no dan toda la descripción de
Dios como se presenta en la Biblia. Él es también un Dios de justicia y venganza. Qué claro se nos
advierte en el Nuevo Testamento:
“¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (Hebreos 10:31).
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida
en expiación por el pecado” (Isaías 53:10).
“A quien Dios puso como propiciación” (Romanos 3:25).
 “La propiciación es la obra de Cristo en la cruz, en la cual Él cumplió las demandas del Dios justo
contra el pecado, cumpliendo así los requisitos de la justicia de Dios, y cancelando la culpa del
hombre”
“A quien Dios puso como propiciación” (Romanos 3:25).
el amor de Dios causó que Él ofreciera a Su Hijo”
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros” (Romanos 8:32).
Como dice nuestro texto:
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida
en expiación por el pecado” (Isaías 53:10).
En este texto vemos que Dios fue el verdadero autor de la agonía de Cristo. Cristo sufrió y murió “por
el determinado consejo [el propósito establecido] y anticipado conocimiento de Dios” (Hechos 2:23).
El gran y terrible Dios de la Escritura fue el verdadero causante del sufrimiento y la muerte de Cristo.
Juan 3:16 dice que Dios “ha dado a su Hijo unigénito” (John 3:16). Romanos 8:32 dice, “El que
no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,” (Romanos 8:32). La ira de
Dios contra el pecado fue propiciada porque cayó sobre Su Hijo Jesús. Como nuestro texto dice:
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida
en expiación por el pecado” (Isaías 53:10).
Aquí Isaías nos lleva “tras bastidores” para mostrarnos que Dios el Padre envió a Su Hijo a través de
los horrores de Su pasión y crucifixión para que Dios pudiera ser propiciado y Su ira cayera sobre
Jesús en vez del pecador. En nuestro texto vemos que (1) Dios lo quebrantó; (2) lo sujetó a
padecimiento; (3) Dios puso su vida en expiación por el pecado.
“Jehová quiso quebrantarlo” (Isaías 53:10).
La palabra traducida “quebrantarlo” significa “triturar.” “Jehová quiso triturarlo.” El Dr. Edward J.
Young dijo: “A pesar de la inocencia de [Cristo], Jehová tuvo placer en quebrantarlo
Bajo el peso del pecado humano, derramado sobre Él en el Getsemaní, Cristo
fue triturado, Él fue quebrantado por el peso de tu pecado, a tal extremo que

“Estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor


como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
(Lucas 22:44).

Ningún humano le había tocado aún. Todavía no había sido arrestado,


golpeado, azotado, o crucificado. No, fue Dios el Padre que lo quebrantó y trituró en
Getsemaní. Fue Dios el Padre que dijo, “Heriré al pastor” (Mateo 26:31). Yo creo que
eso fue lo que Dios profetizó por medio de Isaías,

“Jehová quiso quebrantarlo” (Isaías 53:10).

Leamos el texto de pie y en voz alta, acabando con “expiación por el pecado.”
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida
en expiación por el pecado” (Isaías 53:10).
Se pueden sentar.
Nota la frase “con todo” al principio. Se refiere al verso nueve, “aunque nunca hizo maldad, ni hubo
engaño en su boca. Con todo...” (Isaías 53:9-10a). Aunque Jesús nunca había pecado, “ con
todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento...”

“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre


el madero...por cuya herida fuisteis sanados” (I Pedro 2:24).
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para
que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (II
Corintios 5:21).

Cristo era la ofrenda de Dios por el pecado. Cristo murió en tu lugar, como sustituto tuyo. Cristo
padeció vicariamente por ti, como propiciación, para pagar la pena de tu pecado, para volver la ira de
Dios lejos de ti y llevarla toda sobre Él mismo. Cuando pienses en los clavos atravesando Sus
manos y pies, fue por ti. Él murió, el justo por los injustos, para llevarte a Dios en un estado
justamente perdonado. Spurgeon dijo,
Los pecadores no se sentirán perdidos hasta que sean traídos cara a cara con el Dios grande y
temible de la Biblia. Sólo cuando se sientan condenados ante el rostro del Dios grande y temible de
la Escritura pueden llegar a ser convencidos de que necesitan a Cristo.
Pero hablar de un Dios temible, terrible y aterrador, un Dios de furia y fuego consumidor, asusta y
ofende a mucha gente de la iglesia hoy en día. Pero se equivocan al asustarse.
¡Debemos temer a este Dios temible, terrible! A lo largo de la Biblia el temor del Señor se presenta
como una de las más grandes virtudes. Es el fundamento del carácter Cristiano y la santidad. Es
necesario para un arrepentimiento genuino y la verdadera conversión.

Potrebbero piacerti anche