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Cali es la sucursal del cielo cristiano

Por Luz Jenny Aguirre Tobón, Reportera de El País

Todos los
barrios tienen
presencia de iglesias
cristianas evangélicas.
Las comunas donde
hay más de estos
templos son la 19 y la
14. Alvaro Pío
Fernández / El Pais

La Asociación de Ministros Evangélicos de Cali tiene contabilizadas 482 de estas congregaciones, pero asegura que el
número real de templos podría llegar a 700. La Sultana del Valle sería el municipio con más presencia protestante.

La fe cristiana en Cali, como en cualquier ciudad del mundo, es una paleta de un solo color en varios tonos.

Uno de ellos es el católico, otro, el evangélico, que a su vez se descompone en innumerables haces con los que se busca
iluminar el camino hacia lo que todos ellos anhelan: la salvación.

La Sultana del Valle no está exenta de ese entramado que hoy forman los cientos de congregaciones cristianas evangélicas
expandidas por el planeta.

De acuerdo con los cálculos de estas instituciones religiosas, en la ciudad por lo menos 250.000 personas son seguidoras de
estas congregaciones.

Según el teólogo William Castaño, la cifra es producto de la “explosión” de este tipo de templos en Cali, fenómeno que se
acentuó en los últimos diez años y que hizo de éste el municipio de Colombia con mayor presencia evangélica, seguido de
Bucaramanga.

“Esto sucedió porque la sociedad caleña fue golpeada por fenómenos como el narcotráfico y su clase media sufrió un gran
impacto, entonces la religión se presentó como el refugio para muchas de esas personas que perdieron la estabilidad”,
explicó Castaño.

El teólogo argumenta que otras de las razones que sustentan la rápida expansión de las iglesias no católicas son las críticas
condiciones sociales de violencia y desesperanza en las que se sumió la sociedad, “por lo que la gente buscó refugio”.

“A eso se suma el mensaje atractivo con el que salieron muchas congregaciones, de cultos alegres o promesas de que todos
merecemos una vida mejor, mientras la Iglesia Católica se mantuvo en su discurso tradicional”, añadió.

La Asociación de Ministros de Iglesias Cristianas, Asmicev, reportó que en la ciudad están cuantificadas 482 de estas
congregaciones, 350 de las cuales hacen parte de la entidad.

No obstante, su presidente, Otto Ladino, aseguró que el número real de iglesias evangélicas podría ascender a 700, pues la
lista oficial no incluye templos adventistas, pentecostales y muchos otros de los que no se tiene información exacta.

“Además, hay que tener en cuenta que los primeros misioneros evangélicos llegaron a Colombia por el puerto de
Buenaventura, por lo que este movimiento tiene grandes raíces en el Valle del Cauca”, añadió el pastor.

Las congregaciones se encuentran diseminadas por todas las comunas de Cali y según Asmicev, no existe un barrio de la
ciudad donde no tengan presencia.
Según las estadísticas de la asociación, las comunas 19 y 14 son las que más templos tienen en su territorio, 50 y 40,
respectivamente.

El Distrito de Aguablanca es uno de los sectores más poblados por sitios de oración.

El pastor de la iglesia Pentecostal, Gerardo Vásquez, explica que una de las razones de la elevada penetración de estas
religiones en las clases baja y media “es que la gente con más problemas y necesidades económicas busca a Dios con mayor
afán, por lo que conforman una feligresía más numerosa. Por eso se instalan salones en esos barrios, por la gran demanda y
para facilitarles el acceso”.

El abanico evangélico

Aunque a todas estas congregaciones se les llama por el mismo nombre: evangélicas, hay tres grandes ramas de ellas, con
características que las hacen diferentes, y todas están representadas en Cali.

Las conocidas como históricas son las que tienen sus raíces en el Siglo XVI, es decir, las más tradicionales.

De ellas se encuentran en la ciudad las iglesias bautista, presbiteriana, menonita, metodista, wesleyana y luterana.

En sus propias palabras


“Las iglesias evangélicas están
jugando hoy un rol importante en la
ciudad, porque muchas se están
involucrando en proyectos sociales”.
Pedro Nel Cardona, pastor.

“Muchos consideran que aquí son las de más respeto y cercanía con la Iglesia Católica. Aunque son las más antiguas en Cali,
su crecimiento no ha sido tan significativo”, dijo William Castaño.

Los templos de este tipo están localizados en todas las comunas, con énfasis en los sectores medios y populares.

Unos de los más numerosos en el municipio son los bautistas, que tienen 27 iglesias y hasta un centro de formación
universitaria.

Las diferencias entre una y otra vertiente son más de forma que de fondo y se encuentran en los estilos de la liturgia y las
formas de gobierno interno.

Se caracterizan porque sus cultos son solemnes y sus equipos de trabajo son más pequeños que los de las demás
congregaciones.

El otro gran grupo es el de las iglesias pentecostales, surgidas a principios del Siglo XX.

Los pentecostales unicitarios (que creen en un solo Dios y no en la trinidad), alcanzan en Cali las 45 sedes.

Esta congregación puede ser una de las más grandes de la ciudad, con 20.000 seguidores.

También están los pentecostales trinitarios (que creen en la Santísima Trinidad), con más de 30 templos en la capital del
Valle. De ellos, algunos de los más representativos son la Alianza Cristiana, la Cruzada Cristiana, el Movimiento Misionero
Mundial, Centro de Fe y Esperanza y las Asambleas de Dios.

Además de los fundamentos que comparten todas las congregaciones cristianas, los pentecostales basan su fe en la creencia
de que todo fiel debe vivir la experiencia del Espíritu Santo y manifestarse a través de hablar en lenguas (como el pasaje de
la Biblia sobre el Día de Pentecostés).

Según el pastor Gerardo Vásquez, los barrios de alta presencia pentecostal son Antonio Nariño, Siloé, La Estrella, La Sirena,
Popular y Bretaña.

El tercer bloque lo conforman las iglesias de tendencia carismática, cuya antigüedad no sobrepasa los 40 años.

De acuerdo con el director de Asmicev, este tipo de congregaciones son de carácter independiente y en la ciudad llegan a
350.
Las más representativas en Cali son Misión Carismática al Mundo, Paz a las Naciones, Senda de Libertad, Nazarena,
Plenitud y Centro Cristiano de Amor y Fe.

Sus reuniones se distinguen por ser altamente emotivas, concurridas y basadas en las creencias de la experimentación de
carismas, dones o milagros. Estas congregaciones también hacen énfasis en la idea de prosperidad.

William Castaño afirma que estas son las iglesias de más vertiginoso crecimiento, debido a lo atractivo de su mensaje.

Asimismo, el concejal José Fernando Gil explicó que “entre ellas se da una alta rotación, es decir, el fiel cambia de una
iglesia a otra, a lo que se conoce como turismo religioso”.

Organización y jerarquía

Las iglesias cristinas evangélicas no tienen un líder máximo. Cada una se gobierna de manera independiente. Las tres formas
de organización son la episcopal, la democrática y la presbiteriana.

La mayoría de las iglesias cristianas evangélicas de Cali está asociada en Asmicev, organismo que tiene una junta directiva
integrada por pastores de distintas congregaciones.

Esta entidad tiene funciones de carácter administrativo, en la organización de actividades o la representación del colectivo
ante determinadas instancias e interviene en algunos asuntos de carácter ético.

Sin embargo, la jerarquía de cada congregación se maneja de manera individual. Es decir, no hay una cabeza máxima de
todas las iglesias cristianas evangélicas.

De acuerdo con el concejal José Fernando Gil, hay tres formas de gobierno dentro de cada iglesia.

Una de ellas es la episcopal, donde el pastor es el líder y maneja todos los asuntos tanto administrativos como financieros y
espirituales. Con este modelo funciona la mayoría de las congregaciones independientes carismáticas.

“También está el sistema presbiteriano, implementado por las iglesias del mismo nombre, donde una junta es la que toma las
determinaciones. Y por último se encuentra el modelo democrático, empleado por los bautistas, quienes eligen
democráticamente a sus líderes”, manifestó Gil.

La voz de la call

Adolfo Viáfara, vendedor.

Como todo, estas iglesias tienen

ventajas y desventajas.

Muchas de ellas son creadas con objetivos comerciales y políticos. De todas maneras hay otras serias, a las que la gente
acude por verdadera fe.

Harold Valencia, empleado.

“El crecimiento de estos templos en todas las ciudades de Colombia ha sido general.

Su trabajo en Cali es muy positivo, en especial con drogadictos y personas con serios problemas que necesitan un gran
apoyo”.

Esperanza Ospina, abogada

La proliferación de las iglesias

evangélicas se debe a que la gente necesita algo en qué creer. Ellos tienen sus métodos y cautivan a sus seguidores. Su éxito
se debe, en parte, a que la Iglesia Católica es muy seria.

Adán Galindo, pensionado.

Creo que eso de las congregaciones evangélicas es un negocio y definitivamente no estoy de acuerdo con ellas ni con que se
expandan tanto en el municipio. Su interés es lucrarse y de eso ya hemos visto ejemplos.

Tomás Martínez, pensionado.

Cada quien tiene derecho a su fe, a creer en lo que piense que es lo mejor para su vida.
Si las iglesias cristianas crecen es porque tienen cada día más gente. Eso es respetable y nadie debe criticarlas.

El número

25 años hace que comenzó el crecimiento de las iglesias independientes de tipo carismático en Cali.

Lo fundamental

Las iglesias cristianas evangélicas nacieron el el Siglo XVI con Martín Lutero, quien se separó de la Iglesia Católica.

Sus preceptos están contenidos en el texto Las 95 Tesis.

Algunos de los fundamentos doctrinales de los cristianos evangélicos son: la creencia en Cristo como Dios, por lo que se les
denomina cristocéntricos.

La Biblia como autoridad máxima, por lo que se hacen llamar biblio céntricos.

La separación Iglesia-Estado.

La proliferación de los templos

Uno de los cuestionamientos derivados de la proliferación acelerada de templos evangélicos, está, según el teólogo William
Castaño, en “la formación de iglesias que giran en torno a personas que pretenden ser caudillos”.

El pastor bautista señaló que en Cali se presenta esta situación pues “se crean sitios de alabanza para satisfacer los intereses
personales. Seríamos ciegos si desconocemos eso”.

Castaño indicó que a este fenómeno se le conoce como iglesias de garaje o para-iglesias y que se presenta indistintamente en
todos los estratos socioeconómicos.

“Sin embargo, hay que hacer claridad que la gran mayoría de templos de la

ciudad son gente dedicada y piadosa”, manifestó.

Testigos de Jehová, un caso aparte

Dentro de las iglesias no católicas que hacen presencia en Cali están Los Testigos de Jehová, una organización que no es
considerada cristiana evangélica por la distancia en ciertos puntos de sus creencias.

Jefferson Hoyos, líder de esta congregación, indicó que se estima que los 35 templos que hay en la ciudad reúnen a por lo
menos once mil seguidores.

“Somos una comunidad organizada que sigue unos preceptos establecidos a nivel internacional. Un testigo de Jehová de aquí
es igual a otro de cualquier parte del mundo”, dijo Hoyos.

Algunos de los aspectos que marcan la diferencia en las doctrinas son la concepción de Jesús no como Dios sino como su
hijo y profeta.

Asimismo, explica Hoyos, los Testigos de Jehová no celebran fiestas como la Navidad, el Año Nuevo o los cumpleaños, por
considerar que éstas tienen sus orígenes en tradiciones paganas.

De la misma manera, rechazan las transfusiones de sangre, por atribuirle a ella el significado mismo de la vida.

En la ciudad hay otras alternativas religiosas, aunque con menor presencia, consideradas como distantes de las corrientes
cristianas evangélicas, como el mormonismo.

Esta corriente se aparta de la denominación porque no sólo se fundamentan en la Biblia sino en otros textos como el Libro
del Mormón, Doctrina y Pactos y La Perla de Gran Precio.

Dentro de una corriente denominada Neopentecostal están también en Cali iglesias como la Oración Fuerte al Espíritu Santo
y Dios es Amor, de origen brasileño y puertorriqueño.

La mayoría de las congregaciones considera que ellos no hacen parte de los cristianos-evangélicos por su creencia en
profecías.

La contaminación por ruido, el pecado


Otro de los problemas relacionados con estos sitios es el impacto auditivo que muchas generan.

Marcela Meneses, funcionaria del Departamento Administrativo del Medio Ambiente, Dagma, indicó que las comunas más
afectadas por esta situación son las 17, 18, 13 y 15.

La funcionaria dijo que el control de esta situación es muy difícil, pues algunos establecimientos ni siquiera tienen
personería jurídica.

Sobre el particular, el concejal José Fernando Gil dijo que “sabemos que hay preocupación por los temas del ruido y el
parqueo, por lo que se está tratando de generar planes de manejo ambiental con las iglesias ya establecidas y evitar que las
nuevas se sitúen en zonas no autorizadas”.

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