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Alfonso Reyes Orgulloso Embajador Intelectual de Mexico

Diego Alejandro Tellez Martinez (1941559)

Universidad Autonoma de Nuevo Leon


Facultad de Ciencias Fisico Matematicas

(Alfonso Reyes Ochoa; Monterrey, 1889 - Ciudad de México, 1959) Ensayista, crítico,
poeta y narrador mexicano relacionado con la mejor tradición literaria occidental, desde
la antigüedad grecolatina hasta las creaciones de Callarme y la estética simbolista.

Ejerció un notable magisterio en la cultura de su tiempo, promovió la fundación de


sólidas instituciones dedicadas a la difusión del conocimiento y marcó la obra de casi
todos los escritores mexicanos posteriores a él, como Octavio Paz y Carlos Fuentes.

Alfonso Reyes nació el 17 de mayo de 1889 en Monterrey, México. Su padre, el general


Bernardo Reyes, era por entonces gobernador del estado de Nuevo León y de y Doña
Aurelio Ochoa de Reyes.

Estudió en la escuela Manuela G. Viuda de Cada, el Instituto de Varones de Jesús Loreto


y el Colegio Bolívar, y el bachillerato en el Liceo Francés de la Ciudad de México, y
estudió Derecho en esta ciudad.

Hijo de Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo León y figura muy cercana a Porfirio
Díaz, tuvo una infancia rica en lecturas y experiencias vitales. En la ciudad de México
perteneció al brillante grupo intelectual de la Escuela Nacional Preparatoria.
Junto con Pedro Enríquez Ureña, Antonio Caso y José Vascones fundó el Ateneo de la
Juventud, agrupación cultural que pretendía un México moderno y contemporáneo del
mundo.

Siendo aún muy joven concluyó la carrera de leyes y partió a Europa, hondamente
afectado por el asesinato de su padre durante la etapa de la Revolución mexicana que
marcó el fin del gobierno democrático encabezado por Francisco I. Madero.
Como miembro del servicio exterior mexicano se afincó en París en 1914, y allí publicó
su volumen Cuestiones estéticas. Estudiar los fundamentos de la creación poética y
literaria fue una preocupación recurrente de su obra a lo largo de medio siglo.

Después, sus indagaciones tocaron la cultura de México y en su periodismo literario se


encuentran los más diversos asuntos con los que Reyes, siempre con estilo cortés,
demostraba una cultura enciclopédica. Su prosa –flexible, concisa, elegante, ática–, de la
cual Visión de Anáhuac es uno de los ejemplos más altos, fue celebrada por los
principales escritores de su tiempo.

Humanista, en el sentido de quien viaja al pasado para comprender mejor el presente,


recogió en libros como La antigua retórica o Junta de sombras aspectos de la cultura
griega. Con el poema dramático Ingenia cruel, Alfonso Reyes da prueba de una obra que
no desmerece ante los clásicos que la preceden. “La cena” es uno de los primeros textos
en que nuestra narrativa explora los caminos de lo fantástico.

Con "Visión de Anáhuac" (1915) conjuró cualquier acusación de extranjerizante. Esa


obra se considera una de las visiones más lúcidas y poéticas del México prehispánico y
es, hasta la fecha, lectura obligada en los cursos de cultura mexicana. Promotor de una
"aristocracia del pensamiento", ofrecía un colorido sincretismo de la cultura occidental y
la raíz indígena, dominado por la tríada platónica: la verdad, la bondad y la belleza.

Alfonso Reyes se dedicó a conocer y difundir la cultura que lo rodeó. Su activa


participación en numerosas instituciones de México y el mundo son parte del testamento
alfonsino, cuyas raíces se encuentran en la visión cultural de su generación, la del
Ateneo de la Juventud.

De este legado sobresale su dirección de la Casa de España que daría origen a El


Colegio de México, su labor en la Academia Mexicana de la Lengua y su presencia en
El Colegio Nacional.
Trabajó en el Centro de Estudios Históricos de Madrid bajo la dirección de Don Ramón
Méndez Pedal.
Una vez asentados los vientos de la revolución, la fama de Reyes en Europa llegó a
México y el gobierno lo incorporó al servicio diplomático, fue nombrado segundo
secretario de la Legación de México en España.

Encargado de negocios en España, Ministro en Francia, y Embajador en Argentina hasta


1930, en Buenos Aires Reyes convivió con la brillante generación literaria, Victoria
Ocampo le presentó a Tul Solar, Leopoldo Lugones, Jorge Luis Bordes, Adolfo Bien
Casares y Paul Groussac.

Después fue enviado a Brasil, y en abril de 1939 presidió la Casa de España en México,
una institución fundada principalmente por refugiados de la Guerra Civil Española y que
después se convertiría en el prestigiado Colegio de México. Fue miembro de número de
la Academia Mexicana de la Lengua.
Reyes se convirtió en el principal animador de la investigación literaria en México, y
uno de los mejores críticos y ensayistas en lengua castellana.
Murió en 1959 en ciudad de México, víctima de una afección cardiaca.

La importancia de Alfonso Reyes en la actualidad

Alfonso Reyes represento un símbolo no solo de la literatura Mexicana, sino como un


erudito y político.Construye una forma diferente de ‘ser mexicano’ que no depende una
raza inventada, cómica, sino de un ejercicio ético, político y cultural. Ejemplo para
cualquier Mexicano de Hoy

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