Sei sulla pagina 1di 5

Cómo es Dios?

Caso #4 “La promesa”


Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios
Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.

Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera
(Génesis 17:1-2)

En una ocasión, el hombre más sabio de la región, supo que estaba a punto de morir, así que convoco a los
más inteligentes de la región para elegir a quien habría de heredar sus riquezas, frente a todos dijo:

“prometo darle todas mis riquezas a aquel que reclame esta promesa para sí”
Todos escucharon la frase y de inmediato comenzaron a investigar y reflexionar en el significado de tal
frase; El sabio se paraba cada mañana y por días nadie logró adivinar el significado de este acertijo.

Una mañana un niño escucho al sabio exclamar su acertijo, y se acercó a él, humildemente lo jalo de su
vestido y le dijo:
“Señor, yo quiero un poco de esa riqueza, mis hermanos y yo tenemos hambre”

Ese niño, se convirtió en el hombre más rico, y más sabio de la región.

Muchas veces nosotros, debemos de dejar de pensar tanto, y ser como niños, creer en las palabras simples
de un Dios que solamente está pensando en lo mejor para nosotros.

Imagínate a toda una nación perder una guerra? Que será de ellos?

Los enemigos, los vencedores, buscan la tierra, las riquezas del lugar, pero la gente que habita ese
lugar, para qué sirve? Para ser esclavos.

Imagínate entonces a una nación que está siendo esclavizada, una nación que lo ha
perdido todo, tierra, rey y templo, así es, ha perdido incluso a su Dios; pues en la antigüedad se
creía que si un pueblo era derrotado, su Dios había sido derrotado también. Con el pueblo de
Israel es sin embargo diferente; su Dios no fue derrotado, su Dios los abandonó.

Por muchos años los profetas dijeron que Dios estaba enojado con su pueblo y que si
no se arrepentían de sus caminos el mismo iba a traer enemigos para que los destruyeran, y así
fue, la presencia de Dios dejo el templo, y los enemigos invadieron Israel y Judá.

Allá en el exilio el pueblo se pregunta:

Sera este nuestro fin?


Dios nos abandonó para siempre?

Y Dios contesta a través de sus profetas:

1 crónicas 16

12. Hagamos memoria de las maravillas que nuestro Dios ha realizado; recordemos sus milagros y
los mandamientos que nos dio.

13.  Somos los descendientes de Abraham y de Jacob; somos el pueblo elegido por Dios y estamos a
su servicio; por lo tanto, ¡escúchenme!

14.  Pertenecemos a nuestro Dios; su palabra llena la tierra.

15.  Él no ha olvidado su pacto ni las promesas que nos hizo.

16.  Hizo el pacto con Abraham, y se lo confirmó a Isaac.

17.  Con Israel lo estableció como un pacto para toda la vida,

18.  y le dijo: «Yo te daré Canaán. Es la tierra que te ha tocado».

19.  Nosotros no éramos muchos; ¡éramos gente sin patria!

20.  ¡Todo el tiempo andábamos de país en país y de reino en reino!

21.  Pero Dios jamás permitió que nadie nos molestara, y les advirtió a los reyes:

22.  «No se metan con mi pueblo elegido; no les hagan daño a mis profetas».

23.  ¡Cantemos alabanzas a nuestro Dios! ¡Celebremos día tras día sus victorias!

El pueblo en el exilio, cuando ya no hay esperanza, solo tiene una cosa a la cual apelar, al pacto
que Dios hizo con Israel, el cual lo confirmo muchas veces, pero que lo inicio con Abraham.

Cuando ya no hay opción, cuando no hay nada a lo que apelar, solo nos queda creer en su
promesa; esta es nuestro número de emergencia. Pero en qué consiste la promesa de Dios?

Muchos teólogos hablaron por muchos años del pacto”unilateral” de Dios; le llamaron
“unilateral” porque era un pacto que Dios había hecho con el hombre y no el hombre con Dios.
Dios había orquestado cada parte de este pacto y por su gracia él se acercó a la humanidad para
salvarlos, pues la humanidad muerta no se hubiera acercado a Dios nunca.

En un pacto unilateral, el único que toma decisiones es el actor total del pacto, en
este caso Dios, el decide cómo actuar, cuando actuar y donde actuar; y sinceramente para nuestro
concepto bastante nuevo de “pacto” lo anteriormente dicho, no es un pacto, es un regalo.
Sin embargo, la palabra que encontramos en el texto es “Berith” y esta palabra
efectivamente hace referencia a una alianza entre dos o más personas en las cuales hay clausulas
establecidas, incluso una que apela al rompimiento del pacto bajo ciertas circunstancias.

Podemos usar el concepto de unilateral, solo y solo porque es Dios quien se acerca al
hombre, es Dios quien busca hacer el pacto y en tal caso la intención de hacer un pacto es un
pacto unilateral.

El hombre no siempre responde a esta intención, y un hueco Bíblico nos puede dar
mucha tela para especular al respecto. Tal es el caso de Taré el padre de Abraham; ya que es él el
patriarca con quien comienza la Toledod. Algo pasa con Taré que sale de su tierra pero no llega al
final del camino, entonces Dios se le aparece a Abraham y le dice las siguientes palabras:

Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.



Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera

Y este es el inicio de la alianza que Dios hace con una persona y con quien planea
hacer todo un pueblo.

Analicemos estas palabras y observemos que la primera cláusula para que el pacto se
lleve a cabo es bastante fuerte, bastante imposible para muchos contemporáneos míos, a los
cuales se nos ha enseñado que la perfección es totalmente utópica.

Para Dios es necesario que Abraham este delante de su presencia y que sea perfecto,
esto en palabras más exactas quiere decir que no tenga a ningún otro Dios y que guarde sus
mandamientos, algo que se repetirá constantemente en todos los libros legales, peticos y
proféticos.

Esta probablemente es la declaración normativa más primitiva de toda la religión de


Israel.

Entonces si Abraham esta delante de Dios y es perfecto, el pacto se llevara a cabo,


habrá una alianza entre Dios y Abraham, y en un primer punto el resultado de esta alianza es que
Abraham será multiplicado, un concepto más moderno seria: Prosperado.

Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él,


diciendo:

Entonces Abraham acepto, Si, estuvo dispuesto a andar en la presencia de Dios y ser
perfecto, y cuando Abraham acepta, se desglosa una lista oculta de mas beneficios para Abraham,
por la disposición de su corazón de aceptar esta alianza:

He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.



Y no se llamará más tu nombre Abram,[a]  sino que será tu nombre Abraham,[b]  porque te he
puesto por padre de muchedumbre de gentes.

Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.

Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por
pacto perpetuo,  para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.

Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán
en heredad perpetua;  y seré el Dios de ellos.

Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después
de ti por sus generaciones.
Noten como ahora el pacto ya está confirmado y por estar confirmado comienzan las
bendiciones de Dios a brotar.

Lo más interesante para muchos podría ser el beneficio económico o de legado que
Abraham tenia, pero el centro del pacto (estructura concéntrica) se menciona en el Vv 7. Yo seré
tú Dios y el de tu descendencia.

Yo sé que esto puede sonar demasiado herético, pero el texto está diciendo que Dios
pasa a ser pertenencia de Abraham, que ahora Dios está unido por un contrato místico a Abraham
y Dios responderá fielmente a su pacto, estará ahí cuando Abraham y su descendencia lo necesite,
porque ahora él es mío.

Esto es muy parecido a tener un padre, él es tuyo, y sabes algo tienes derechos frente
a él, tienes derechos para presentarte delante de él, incluso si estas dentro del pacto y Dios es
tuyo, tienes derecho a dialogar con él, argumentar y pedir lo que necesites.

Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos,
¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le
pidan! Mateo 7:11

Dios, es un Dios de promesas, es un Dios, de palabra, es un Dios que cumple lo que


Dice, y claro que si Abraham no hubiera sido perfecto ni hubiese estado delante de él; Dios no
hubiera cerrado el trato.

Quieres ser parte de la alianza que Dios hizo con Abrahm?

Hoy tenemos la oportunidad de ser llamados hijos de Dios, como dice el texto bíblico:

Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! 1
Juan 3:1
Como sabré si soy parte del pacto?

Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.

28 
Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en
la carne;
29 
sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en
letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios. Romanos 2:28-29

Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo.

Potrebbero piacerti anche