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AJPH METHODS

El número reproductivo básico (R0): consideraciones para


su aplicación en la salud póblica*
Evaluamos el uso en la Artículo original en español: Benjamin Ridenhour, Jessica M. Kowalik y David K. Shay. El número reproductivo
salud pública del número básico (R0): consideraciones para su aplicación en la salud pública. Rev Panam Salud Publica. 2015;38(2):167–
reproductivo básico (R0), 176. Copyright 2015, Organización Panamericana de la Salud.
por el cual se estima la veloc- *Traducción oficial al español del artículo original en inglés efectuada por la Organización Panamericana de la
idad con que una enferme- Salud, con autorización de la American Public Health Association. En caso de discrepancia entre ambas
versiones, prevalecerá la original (en inglés).
dad puede propagarse en
una población. Estas estima- EN LA PRIMAVERA DEL 2009 H1N1 2009, se había citado 654 el que S, I, y R representan los
ciones son de gran interés en comenzó en América del Norte la veces al 7 de febrero del 2013. La tres compartimentos) descrito por
el campo de la salud pública pandemia de gripe por el virus pandemia de gripe explica una Kermack y McKendrick (12). En
como quedó de manifiesto H1N1, que se propagó rápida- buena parte del interés reciente en este modelo relativamente sen-
en ocasión de la pandemia
mente por el mundo y suscitó un el número reproductivo básico, cillo ideado para describir epide-
del 2009 por el virus gripal A
gran interés en las posibles estra- pero dicho interés no se circun- mias, los individuos empiezan
(H1N1).
tegias de mitigación para hacer scribe al campo de la gripe. La como susceptibles a un agente
Revisamos los métodos
usados comúnmente para frente a la primera pandemia de búsqueda de los términos “repro- patógeno determinado y, si se
estimar el R0, examinamos gripe en más de 40 años. Las duction number” o “reproductive infectan, van pasando a los otros
su utilidad práctica y deter- investigaciones se centraron en number” en la Web of Science dos compartimentos. El modelo
minamos la forma en que las intervenciones, como el distancia- indicó que entre el 2009 y el se define por un sistema de tres
estimaciones de este pará- miento social, que pudieran apli- 7 de febrero del 2013 se habían ecuaciones diferenciales ordina-
metro epidemiológico pue- carse antes de que se obtuviera rias (EDO), a saber:
publicado 710 artículos sobre este
den servir de fundamento dS bI
una vacuna monovalente específ- tema en diversas disciplinas; la ð1Þ ¼ S
para tomar decisiones rela- dt N
ica contra el virus H1N1, lo que mayor parte aparecieron en
tivas a las estrategias de
mitigación. ocurrió en el otoño del 2009. En revistas científicas sobre infecto- dI bI
plena oleada inicial de la pande- logía y elaboración de modelos ð2Þ ¼ S  c I
Por sı́ solo, el R0 es una dt N
medida insuficiente de la mia, grupos de especialistas en matemáticos. El desglose por
dinámica de las enferme- dR
modelización de todo el mundo revistas se muestra en el cuadro ð3Þ ¼ c I
dades infecciosas en las comenzaron a reunir datos proce- A (que se publica como suple- dt
poblaciones; hay otros pará- dentes de México para determinar mento del artículo original en in- donde b es la tasa de transmisión,
metros que pueden aportar
varias características del virus glés en http://www.ajph.org). Si c es la tasa de recuperación (o la
información más útil. No
nuevo (1, 2). Las actividades se la búsqueda se amplía a años inversa del período infeccioso) y
obstante, la estimación del
R0 en una población deter- concentraron en la estimación anteriores, es claro el crecimiento N es el tamaño total de la pobla-
minada es útil para entender rápida del número reproductivo exponencial por año del número ción, de manera que N = S + I +
la transmisión de una enfer- básico (R0) del virus. El R0 es un de publicaciones sobre este tema R. En el modelo ordinario de la
medad en ella. Si se consid- parámetro teórico que propor- (figura 1). ¿Por qué ha venido ecuación 1 se da por sentado que
era el R0 en el contexto de ciona cierta información acerca de aumentando el interés por el R0 en no hay nacimientos ni muertes.
otros parámetros epidemio- la velocidad con que una enfer- las disciplinas interesadas en la Al comienzo del brote o epide-
lógicos importantes, su utili- medad puede propagarse en una dinámica de las enfermedades mia (t = 0) suponemos que la
dad puede consistir en que
población determinada. Las pri- infecciosas? Examinamos la deri- población está constituida total-
permite conocer mejor un
meras estimaciones se publicaron vación del R0 y su historia con la mente por individuos suscepti-
brote epidémico y preparar la
respuesta de salud pública en línea a principios de mayo del finalidad de entender mejor el bles y un solo individuo infec-
correspondiente.(AmJPublic 2009 (1, 2). Se siguen publicando interés que este suscita en los cioso. Con este modelo, si la tasa
Health. 2018;108:S455–S465. estimaciones del R0 de otros funcionarios de salud pública, de transmisión excede a la de
doi:10.2105/AJPH.2013. países y a medida que hay más los infectólogos investigadores recuperación (es decir, b/c > 1),
301704) datos (3–11). y los creadores de modelos la enfermedad se propagará (dI/
Como indicio del interés susci- teóricos. dt > 0). Por otro lado, b/c es el
tado por las publicaciones acerca Presentamos un modelo epi- número de infecciones nuevas
del R0, el artículo de Fraser et al., demiológico compartimentado por unidad de tiempo multipli-
una publicación temprana sobre el básico (modelo susceptible– cado por el tiempo que dura la
potencial pandémico del virus infectado–recuperado o SIR, en infecciosidad, y describe el

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250

200
Número de publicaciones

150

100

(Hasta el 7 de febrero)
50

0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Año
Nota: La figura se elaboró mediante la búsqueda en la Web of Science de los términos “reproduction number” o “reproductive number” y limitando los resultados a los campos de las
enfermedades infecciosas, la biologı́a matemática e informática y las matemáticas aplicadas. Evidentemente, el interés en las investigaciones relacionadas con el número reproductivo ha
aumentado espectacularmente desde los años noventa. Hoy en día, el número de publicaciones en esta esfera está aumentando exponencialmente.
FIGURA 1—Número de publicaciones relativas a enfermedades infecciosas y modelos matemáticos que figuran en la Web of Science

número de infecciones nuevas cabe prever que la enfermedad se duración de la infecciosidad (por para enfermedades como el catarro
que se originaron del individuo siga propagando; la reproducción ejemplo, mediante el uso de anti- común (16). Si la enfermedad tiene
infectado inicialmente. En este efectiva refleja el hecho de que, víricos) o bien 2) disminuyan el Re un período de latencia prolongado
modelo SIR sencillo, el número a medida que la proporción de reduciendo el número de individ- por comparación con el período
reproductivo básico (o la razón individuos susceptibles disminuye uos susceptibles (por ejemplo, infeccioso, también podrían agre-
reproductiva básica) es igual (S/N), la trasmisión de la enfer- mediante la vacunación). garse otros compartimentos, como
a b/c. medad se vuelve más lenta. una clase de “expuestos” (E), lo que
La comunidad científica en Basándose en esta perspectiva EL R0 EN MODELOS daría origen a un modelo SEIR, que
general no se percató de las matemática sencilla, los epidemió- SENCILLOS se usa con frecuencia para la gripe
implicaciones del modelo de logos suelen considerar que el (17). Al irse haciendo más modifi-
Kermack-McKendrick hasta fi- número reproductivo básico es Para empezar, estimamos el caciones al modelo de base, los
nales de los años setenta, cuando uno de los parámetros decisivos R0 en modelos sencillos como el modelos compartimentados pue-
Anderson y May (13) lo aplicaron para determinar si una epidemia descrito por la ecuación 1. Los den volverse complejos en poco
para estudiar estrategias de con- es susceptible de control (14, 15). especialistas en modelización tiempo. Nuestra exposición se limita
trol de enfermedades infecciosas. Por ejemplo, el objetivo de toda pueden modificar el modelo SIR a los modelos SIR o SEIR porque
El R0 es un parámetro importante respuesta de salud pública durante agregando o quitando “comparti- son útiles para demostrar las
para medir la dinámica de la una pandemia de gripe consiste en mentos”. Por ejemplo, se puede características esenciales del R0 y,
enfermedad porque a partir del aminorar o detener la propagación eliminar la clase de individuos lo que es igualmente importante,
valor umbral de 1,0 puede indicar del virus mediante estrategias de recuperados (R) para las enferme- para cada uno de esto modelos,
cuándo podría ocurrir un brote. mitigación que: 1) disminuyan el dades en las que estos individuos R0 = b/c.
En un sentido más amplio, si el R0 mediante el cambio de la tasa se reincorporan a la clase de sus- La diferencia entre las ecua-
número de reproducción efectiva, de transmisión (por ejemplo, cer- ceptibles, con lo cual el modelo se ciones de los modelos SIR y SEIR
Re = R0 x (S/N), es mayor que 1,0, rando las escuelas) o de la transforma a SIS, que puede usarse estriba simplemente en la adición

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compartimento y si cada uno de


a estos compartimentos es perti-
nente para la enfermedad en
cuestión. Además, antes de poder
SIR, R0 = 1,5
utilizar el R0 para pronosticar la
Susceptible
Infeccioso dinámica temporal de un brote
Recuperado hay que conocer otra caracterís-
tica de la enfermedad, el llamado
Individuos

tiempo de generación.

EL R0 Y OTROS
PARÁMETROS DE
INTERÉS PARA LA SALUD
PÚBLICA

Varias características de una


epidemia pueden ser de interés
para los funcionarios de salud
Tiempo
pública y las autoridades compe-
b tentes a la hora de formular pos-
ibles respuestas. La dinámica gen-
SEIR, R0 = 1,5
eral de una epidemia no es más
Susceptible que una entre varias series de
Expuesto
Infeccioso características. Otras característi-
Recuperado cas pueden ser la tasa de ataque, la
duración de la enfermedad, el
Individuos

tiempo de generación, el tiempo


para alcanzar la incidencia máx-
ima e incluso propiedades como la
fase de una pandemia de gripe,
según la defina la Organización
Mundial de la Salud o un gobierno
nacional (18). Por otra parte, nos
preguntamos en qué grado las
estimaciones del número repro-
Tiempo ductivo básico sirven de base para
las iniciativas de salud pública al
Nota: SEIR = susceptible–expuesto–infectado–recuperado; SIR = susceptible–infectado–recuperado. Estos dos modelos tienen valores idénticos del aportar información acerca de las
R0, (concretamente, R0 = 1,5). Obviamente, la dinámica según el modelo SIR es muy diferente de la del modelo SEIR. La epidemia pronosticada por
características temporales y la
el model SIR llega más pronto a su punto máximo y tiene una incidencia máxima más alta y una duración más breve que la epidemia pronosticada
por el modelo SEIR. Estas diferencias en la dinámica reflejan sencillamente si los elaboradores de los modelos (u otros investigadores) creen que el gravedad de un brote epidémico.
virus tiene un período latente. Los parámetros usados en estos gráficos fueron N = 1000; b = 0,1; c = 0,0667; v = 0,1. Para determinar la utilidad de
las estimaciones del R0 en el con-
FIGURA 2—Comparación de la dinámica de a) un modelo SIR y b) un modelo SEIR
trol de una pandemia de gripe,
resolvimos los modelos SIR y SEIR
de una cuarta EDO a las que es inversamente proporcional al incluso cuando se trata de mode- incorporando en ellos sucesiva-
aparecen en la ecuación 1, la cual período latente de la enfermedad los sencillos, el modelo que se mente una gran variedad de par-
describe la dinámica de la clase de (esto es, v es pequeña para una elige determina la dinámica pro- ámetros. Los parámetros funda-
individuos expuestos (o latentes) enfermedad con un período nosticada de la enfermedad aun mentales fueron el tamaño de la
(17). Esta EDO agrega otro pará- latente prolongado). En la figura 2 cuando se use el mismo número población, N; la tasa de transmi-
metro, v, que representa la veloc- se muestran ejemplos de la diná- reproductivo básico. Esto ejem- sión, b; el período de latencia, ≈ 1/
idad con que los individuos pasan mica de la enfermedad producida plifica la necesidad de conocer los v; la tasa de recuperación, c; y
de la clase “latente” a la clase por los modelos SIR y SEIR con compartimentos que se usan, el el número reproductivo básico,
“infectado”; interesa señalar que v un R0 = 1,5, lo cual ilustra que, tiempo que transcurre en cada R0 = b/c. Nuestra estrategia en

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pandemia del 2009 por el virus


1 H1N1 se llegó a la conclusión de
que, cuando se evaluaron los
componentes individuales del
tiempo de generación, los investi-
0,75
gadores lo subestimaron en los
Tasa de ataque

brotes del Canadá y de México


(20). Estos resultados indican que
0,5 para calcular con exactitud la
velocidad de propagación de la
epidemia primero hay que estimar
estos parámetros individuales.
0,25 De manera análoga, la veloci-
dad con que una epidemia alcanza
1918
ciertos puntos de referencia
2009
depende estrechamente de los
0
1 2 3 4 5 6 7 8 valores de N, b y c (figura 5), y no
R0 simplemente del R0. A medida que
el tamaño de la población (N)
Nota: Por lo menos con respecto a los modelos sencillos —como el susceptible–infectado– recuperado (SIR) y el susceptible–expuesto– aumenta, se prolonga simultánea-
infectado–recuperado (SEIR)—, el número reproductivo básico de una epidemia ofrece información acerca de la tasa de ataque general. Sin
mente el tiempo necesario para
embargo, la estimación del R0 a menudo arroja intervalos de confianza amplios. En la figura se muestran los intervalos de la pandemia de
gripe española de 1918 y los de la pandemia del 2009 por el virus H1N1; dichos intervalos generan poca confianza en la tasa de ataque alcanzar una tasa de incidencia
pronosticada. Este problema empeora a valores bajos del R0 debido a la dependencia asintótica de la tasa de ataque sobre el R0 cerca del eje acumulada de, pongamos por
de las ordenadas (R0 = 1). caso, 5%. La explicación intuitiva
FIGURA 3—Tasa de ataque pronosticada por un R0 basado en modelos sencillos es que se precisa más tiempo para
que se infecte 5% de una pobla-
ción grande que el mismo por-
centaje en una población pequeña.
estos análisis consistió en atri- estimaciones del R0. En la figura 3 persistencia de la epidemia. A De modo parecido, la tasa de
buirle un valor fijo al R0 y com- se muestran las tasas de ataque medida que aumenta el período transmisión y la de recuperación
probar cómo cambiaba la diná- que se obtienen con un número de latencia también lo hace el influyen decisivamente en la
mica del sistema cuando se reproductivo básico determinado tiempo de generación, con lo cual velocidad general con que se
modificaban los otros parámetros, usando los modelos SIR y SEIR; la se prolonga la duración de la propaga la epidemia (figura 5). A
lo que brindó la oportunidad de curva trazada se derivó formal- epidemia. A la inversa, conforme medida que aumenta la tasa de
determinar si la información mente y resultó ser una ecuación disminuye el período de latencia el transmisión, el ritmo de propaga-
aportada por las estimaciones del transcendente (19). Sin embargo, modelo funciona cada vez más ción de la epidemia aumenta
R0 eran pertinentes. Optamos por aún no se ha determinado cómo como un modelo SIR. extraordinariamente, mientras
un R0 = 1,5 como punto de estimar el R0 en modelos epide- Lo que es más, incluso si se que la tasa de recuperación dis-
partida porque es un valor que se miológicos más complejos; y tal conoce el tiempo de generación minuye, de suerte que se mantiene
ha aplicado a pandemias de gripe vez ya no sea posible pronosticar global, que se define aquí como la un R0 fijo; disminuir la tasa de
anteriores y que también se acerca las tasas de ataque apoyándose suma de los períodos latente e recuperación se corresponde con
al valor estimado de R0 de la únicamente en este parámetro. infeccioso (1/c + 1/v), puede ser la disminución del tiempo de gen-
pandemia del 2009 por el virus El R0 también se puede aplicar que sigan sin conocerse los valores eración y el aumento de la veloc-
H1N1. provechosamente para pronosti- individuales de c y de v. Si no se idad de la oleada (siempre y
La tasa global de ataque, o sea, car la duración de una epidemia saben los valores específicos de cuando el período de latencia se
el porcentaje de individuos que (figura 4a), puesto que esta (med- estos parámetros, cabe poner en mantenga constante). Centrando
enfermarán durante un brote en ida como el tiempo que transcurre tela de juicio la validez del tiempo la atención en el tiempo necesario
una población dada, puede ser la entre la incidencia acumulada de de generación, lo que posterior- para alcanzar la incidencia máx-
característica de la enfermedad de 5% y la de 95%) no depende de mente afecta a la utilidad de un ima, examinamos el efecto de
mayor interés para las autoridades N. Sin embargo, esta relación no modelo determinado. En una re- permitir que el R0 cambiara en
de salud; además, es la caracterís- rige en los modelos SEIR (figura visión de las estimaciones del función de variaciones de las tasas
tica que se pronostica de manera 4b) porque el período de latencia tiempo de generación y del de transmisión y de recuperación
más plausible mediante las tiene efectos extraordinarios en la número reproductivo de la (figura 6). De este modo

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a b
1,0
Duración
(escala logarítmica)
e8

0,8

período de latencia
Duración (t)

0,6

0,4
e4

0,2

R0 = 1,5
0,0
0 0,25 0,5 0,75 1 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0
Tasa de transmisión Tasa de transmisión

Nota: SEIR = susceptible–expuesto–infectado–recuperado; SIR = susceptible–infectado–recuperado. La duración de la epidemia se midió como el tiempo transcurrido entre la incidencia
acumulada de 5% y la de 95%. La duración de la epidemia no depende del tamaño de la población (que no se muestra) en el modelo SIR ni en el SEIR. Para el modelo SIR, a medida que las tasas
de transmisión y de recuperación (no se muestran: c = b/1,5 para un R0 = 1,5) aumentan, la duración de la epidemia disminuye. Para el modelo SEIR (R0 = 1,5), el período de atencia cambia la
duración prevista de una epidemia; a medida que el perı́odo de latencia disminuye, la duración de la epidemia hace lo propio y converge con el modelo SIR. Obsérvese asimismo que a medida que
la tasa de transmisión se reduce, disminuye la dependencia del perı́odo de latencia.
FIGURA 4—La dependencia de la duración de la epidemia con respecto a a) la tasa de transmisión en un modelo SIR y b) el perĺodo de latencia
en un modelo SEIR

comprobamos que, al margen del la dinámica de la enfermedad y más probabilidades de relacio- enfermedad en muchas ciudades;
valor del R0, el tiempo para pueden resultar más útiles a las narse entre sí que con los individ- en estos modelos, la dinámica en
alcanzar la incidencia máxima autoridades competentes para uos de otros subgrupos. Por tal la metapoblación explica la prop-
dependía de los valores individu- organizar una respuesta eficaz de motivo, los modelos epidemioló- agación de la enfermedad de una
ales de b y c; sin embargo, estos salud. gicos suelen basarse en pobla- ciudad a otra. También es fre-
efectos se reducen al mínimo si el ciones estructuradas por edad cuente agregar factores demográ-
número reproductivo tiene val- MODELOS MÁS (véase Inaba y Nishiura, 22). Esos ficos a los modelos compartimen-
ores pequeños y aumentan al COMPLEJOS Y EL R0 modelos requieren ecuaciones tados para que estos sean más
máximo cuando esos valores son semejantes a la ecuación 1 para realistas. Los factores de este tipo
grandes. Los modelos básicos SIR y SEIR cada grupo de edad que describan que se incluyen son nacimientos,
En el marco de los modelos SIR explicados anteriormente pueden la transmisión de la enfermedad defunciones, inmigración y emi-
y SEIR examinados, llegamos a la someterse a muchas modifica- dentro de ese grupo y entre otros gración (que evidentemente ocur-
conclusión de que el número ciones. En esos modelos se parte grupos etarios. Otro método ren en casi todas las poblaciones).
reproductivo básico por sí solo del supuesto de que todos los común para incorporar la estruc- Además de simular poblaciones
proporciona poca información individuos pertenecen a una gran tura de la población consiste en más realistas, los especialistas en
acerca de la duración, el tiempo de población panmíctica (bien mez- incluir en el modelo variables modelización pueden hacer más
generación, la velocidad de prop- clada) en la que todos tienen las como familia, lugar de trabajo, complejos estos modelos dinámi-
agación de la epidemia y las car- mismas probabilidades de entrar escuela y grupos comunitarios cos. En particular, con frecuencia
acterísticas temporales en general en contacto entre sí (21). Por lo (15). incluyen en los modelos interven-
de una enfermedad infecciosa común, este supuesto no es lógico Muchos modelos pueden incor- ciones de salud pública para poner
como la gripe. Por tal motivo, para la mayor parte de las pobla- porar también una estructura de a prueba el posible efecto de una o
postulamos que los valores de los ciones humanas, que con frecuen- metapoblación (una serie de varias intervenciones (23, 24). Los
parámetros individuales tienen cia están muy estructuradas en poblaciones conectadas) (3) para modelos compartimentados
mayor importancia para conocer subgrupos cuyos individuos tienen describir la dinámica de la permiten incluir diversas

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interpretarse. Por ejemplo, un


modelo que incluyera la estruc-
Tiempo en la incidencia máxima, N = 1*106
tura por edades, la estructura de la
Incidencia acumulada de 5 o 95%, N = 1*106
población y el estado de vacuna-
Tiempo en la incidencia máxima, N = 1*103 ción fácilmente podría contener
Logaritmo [t]

Incidencia acumulada de 5 o 95%, N = 1*103 más de 100 parámetros. ¿Qué


representa el R0 en un modelo de
este tipo? Este asunto constituye
un área de investigación activa en
la que recientemente se han pro-
puesto varios métodos para des-
pejar la incógnita (véase la revisión
de este tema realizada por Hef-
fernan et al., 27). El aspecto
R0 = 1,5 sobresaliente es que hay métodos
diferentes y cada uno puede arro-
0 0,25 0,5 0,75 1
jar una estimación distinta del R0.
Tasa de transmisión En consecuencia, el uso del
número reproductivo básico para
Nota: Los resultados que se muestran corresponden a un sistema susceptible–infectado–recuperado (SIR) con un valor fijo del R0 = 1,5.
Primero, al comparar las lı́neas negra (N = 1·106) y gris (N = 1·103) podemos apreciar que el tamaño de la población ejerce efectos pronosticar la tasa de ataque
pronunciados sobre el tiempo que se lleva alcanzar ciertos puntos de referencia de la epidemia. Los puntos escogidos aquı́ son el tiempo para depende del modelo empleado
alcanzar la incidencia máxima (lı́neas continuas), el tiempo para alcanzar una incidencia acumulada de 5% (lı́neas discontinuas gris y negra en (figura 2).
la parte baja) y el tiempo para alcanzar una incidencia acumulada de 95% (lı́neas discontinuas gris y negra en la parte alta). Puede verse que,
en una población de 1·103, una epidemia alcanzarı́a una incidencia acumulada de 95% en menos tiempo de lo que tardarı́a en alcanzar una
incidencia acumulada de 5% en una población de 1·106. Esta figura también ilustra la dependencia de la dinámica con respecto a los valores
LOS ERRORES DE LAS
efectivos de la tasa de transmisión (eje de las ordenadas) y de la tasa de recuperación (que no se muestran, para la figura c = b/1,5, lo cual ESTIMACIONES DEL R0 Y
impone un R0 = 1,5). Conforme las tasas de transmisión y de recuperación aumentan, se acorta el tiempo que va a durar la epidemia. SUS CONSECUENCIAS
FIGURA 5—Dependencia de la dinámica del sistema con respecto a N, β y γ PARA LA SALUD PÚBLICA

Después de considerar las


cuestiones anteriores, creemos
intervenciones, como el uso de dinámica pronosticada de la intervenciones o los parámetros que la estimación del número
antivíricos, vacunas, mascarillas, enfermedad. pertinentes a una cepa en partic- reproductivo básico (R0) de una
lavado de manos, cierre de escue- Como se mostró líneas arriba ular se puedan estimar con la epidemia de una enfermedad en
las, distanciamiento social, aisla- en los modelos de enfermedad rapidez suficiente para incorpo- particular tiene poca utilidad fuera
miento o cuarentena. Cada una de sencillos, la estimación del R0 no rarlos en la planificación de del grupo de población del que
esas intervenciones requiere la siempre permite hacer inferen- respuestas de salud pública espe- provienen los datos. Por ejemplo,
adaptación de las EDO, que cias útiles. Al aumentar la com- cíficas. Incluso en la pandemia del varios epidemiólogos han uti-
a veces son muchas, para incor- plejidad, la estimación de todos 2009 por el virus H1N1, es de lizado el R0 para estudiar la pan-
porar nuevos compartimentos y los parámetros puede volverse dudar que la aparición rápida de demia de gripe de 1918; la reali-
parámetros. Vale la pena señalar agobiante. A menudo es difícil estimaciones del R0 (1–8) haya zación de millares de estimaciones
que muchos modelos comparti- establecer firmemente los pocos ejercido mucha influencia en la aplicando modelos diversos dio
mentados también permiten parámetros que son decisivos en planificación de la respuesta de por resultado una amplia variedad
incluir varias cepas del virus (25). un modelo SEIR. En la práctica, salud pública, debido sobre todo de valores publicados (28). Esa
Un agente patógeno puede tener los valores de los parámetros a la variabilidad de esas estima- variabilidad pone de relieve las
muchas variantes genéticas (cepas) proceden con frecuencia de un ciones. dificultades que entraña el cálculo
que circulan en la población. Los puñado de estudios cuya aplica- Por último, cuando se trata de del número reproductivo básico
modelos mencionados se pueden bilidad tal vez no sea amplia (26). modelos de EDO complejos y, en de una epidemia, incluso cuando
modificar para incluir diversas Habida cuenta de la dificultad particular, de los modelos de sim- se cuenta con un acervo consid-
cepas y las consecuencias del para medir simplemente los par- ulación estocásticos en los que se erable de datos epidemiológicos
caso, como la sinergia o la inter- ámetros generales a nivel de la sigue a los individuos en el tiempo, relativos a una pandemia que
ferencia entre ellas. Práctica- población de una enfermedad no siempre se entiende claramente ocurrió mucho tiempo atrás. Esas
mente cualquiera de las modifi- dada, nos parece poco probable cómo calcular el número repro- dificultades aumentan mucho en
caciones antedichas cambiará la que la edad, la población, las ductivo básico ni cómo debería situaciones como la pandemia del

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1 meses, otro equipo estimó un R0


Tiempo para alcanzar entre 2,3 y 2,9 (7).
incidencia máxima
(escala logarítmica) Las realidades estadísticas
e8 también obstaculizan la capaci-
=1
R0 dad de inferir tasas de ataque
generales a partir de estimaciones
0,75 del R0. Por ejemplo, en un estudio
.25 citado ampliamente se calculó
=1
R0
que la pandemia de gripe de
Tasa de recuperación

1918–1919 había tenido un R0


de aproximadamente 2,0 (30).
=1
.6 Sin embargo, después de incor-
0,5 R0
e3 porar las estimaciones de la var-
ianza, el intervalo de confianza de
95% fue de 1,4 a 2,8. En la figura
2.5 6 se aprecia que con un R0 en
R0 =
este intervalo se prevén tasas de
0,25 ataque de aproximadamente 51 y
92%. Los errores en torno a las
R0 = 5
estimaciones bajas del número
reproductivo básico producen
intervalos aún más amplios de las
tasas de ataque debido al com-
0 portamiento asintótico de la tasa
0 0,25 0,5 0,75 1 de ataque a medida que el R0 se
Tasa de transmisión acerca a 1,0 (figura 3). Según se
explicó antes, las estimaciones
Nota: Gráfico de contorno de una superficie tridimensional basada en el tiempo para alcanzar la incidencia máxima en un modelo
susceptible–infectado–recuperado (SIR) con una población de 1x106. Al seguir el rayo correspondiente a un valor particular del R0 (por actuales del R0 de la pandemia
ejemplo, R0 = 2,5), podemos ver la forma en que el tiempo para alcanzar la incidencia máxima varı́a para ese número reproductivo básico. del 2009 por el virus H1N1 han
Podemos ver que para valores elevados del R0 (por ejemplo, 5), la duraciónes más variable pues b y c se alteran (es decir, su rayo cruza más fluctuado desde un mínimo de
contornos). De hecho, para un R0 = 5, el tiempo para alcanzar la incidencia máxima varı́a desde e3 hasta casi e8 incrementos de tiempo 1,03 a más de 2,9 (1–11), cifras
(es decir, 5 órdenes de magnitud logarı́tmicas).
que se corresponden más o
FIGURA 6—La dependencia del tiempo para alcanzar la incidencia máxima con respecto a la tasa de menos con tasas de ataque entre
transmisión, la tasa de recuperación y la razón reproductiva básica 6 y 93%, aproximadamente. Un
intervalo tan amplio de posibles
2009 por el virus H1N1, en la estudios efectuados en una valor fue de aproximadamente tasas de ataque complica la toma
cual los datos se actualizaban misma región han arrojado una 2,3, que posteriormente se redujo de decisiones de política y obsta-
continuamente y dependían casi gran variedad de resultados, la a entre 1,21 y 1,35 (11). De la culiza las intervenciones sani-
por entero del sistema de vigilan- cual es mayor entre las estima- misma manera, en el Canadá el tarias eficaces.
cia implantado. Cada sistema de ciones iniciales. Por ejemplo, en la valor medio fue de 1,31 (5), Fiarse demasiado de las esti-
vigilancia tiene puntos fuertes y pandemia del 2009 por el virus mientras que en los Estados Uni- maciones iniciales del R0 en un
puntos flacos, los cuales deberán H1N1 el número reproductivo dos los funcionarios de salud país puede hacer que las deci-
tenerse en cuenta sobre todo en el básico en los distintos estados de pública estimaron inicialmente siones de política en otro país
contexto del país en el cual se la India varió entre 1,03 y 1,75 un R0 entre 2,2 y 2,3, que pos- sean insuficientes. Además, las
emplea el sistema. (29); asimismo, los cálculos en el teriormente se ajustó a 1,7 a 1,8 al discrepancias en las estimaciones
En concreto, se ha observado Perú fluctuaron entre 1,2 y 2,2, recopilarse datos adicionales (6). del R0 pueden ocasionar la for-
una heterogeneidad considerable según la zona estudiada (8, 9). La Por el contrario, no todas las mulación de políticas sin el
en los valores del R0 de diferentes disparidad de las estimaciones del estimaciones ulteriores del R0 debido fundamento. Por ejemplo,
regiones del mundo. Casi no hay R0 se observan incluso entre estuvieron sesgadas a la baja. el 24 de abril del 2009 la Secre-
datos científicos que indiquen países con vínculos geográficos; Fraser et al. fueron de los pri- taría de Salud de México decretó
que el número reproductivo por ejemplo, en China se estimó meros en estimar el R0 en el cierre obligatorio de las escue-
básico de una zona geográfica un R0 medio de 1,68 (10), mien- México y propusieron un valor las de la ciudad de México por 18
sea aplicable a otra y muchos tras que en el Japón ese mismo entre 1,4 y 1,6 (1). A los pocos días, medida que el 27 de abril se

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CUADRO 1—Parámetros de la dinámica de las enfermedades infecciosas


Parámetro Definiciones usadas aquı́ Pertinencia Interés para la salud pública Intrı́nseco o especı́fico para

Tasa de transmisión El producto de la tasa de contacto y el Determina la incidencia máxima, el tiempo Como es el producto de la tasa de Población x cepa x
riesgo de infección; se conoce también para alcanzar la incidencia máxima y la contacto y el riesgo de infección, las huésped
como tasa de contacto efectivo duración de una epidemia; las tasas de intervenciones dirigidas contra estos
transmisión bajas disminuyen la tasa dos parámetros influyen en la tasa
general de ataque de transmisión.
Tasa de recuperación La inversa de la duración del estado Determina la incidencia máxima, el tiempo En teorı́a, el uso de antivı́ricos reduce Cepa x huésped
infeccioso (es decir, 1/D), por lo cual para alcanzar la incidencia máxima y la el perı́odo infeccioso, lo que a su
es una consecuencia directa del duración de una epidemia; las tasas vez aminora los efectos de la
perı́odo infeccioso de recuperación más altas disminuyen la enfermedad
tasa general de ataque
Perı́odo latente Tiempo que transcurre entre el comienzo Determina la incidencia máxima, el tiempo En el caso de intervenciones como la Cepa x huésped
de la infección y el momento en que para alcanzar la incidencia máxima y la cuarentena, los perı́odos latentes
el paciente se vuelve infeccioso duración de una epidemia; los perı́odos cumplen una función importante en
latentes largos aumentan la duración la duración necesaria de
de la epidemia la cuarentena
Perı́odo de incubación Tiempo que transcurre entre el comienzo No es de importancia para la dinámica El perı́odo de incubación es importante Cepa x huésped
de la infección y la aparición de los de la enfermedad, pero sı́ lo es para la para vigilar la enfermedad y calcular
sı́ntomas salud pública. cuándo se introdujo esta en
una población
Tasa de contacto La probabilidad de que dos individuos Combinada con el riesgo de infección, Las intervenciones como el cierre de las Población
simpátricos entren en contacto determina la eficacia con que una escuelas y la cuarentena reducen las
recı́proco; también conocida como enfermedad se transmitirá en tasas de contacto
tasa de contacto total una población.
Riesgo de infección La probabilidad de que una infección Combinada con la tasa de contacto, La infecciosidad puede reducirse con Cepa x huésped
sea transferida a un individuo sin determina la eficacia con que una intervenciones como el lavado de
inmunidad; se conoce también como enfermedad se transmitirá en manos y el uso de una mascarilla
la tasa de infecciosidad o la tasa de una población
ataque secundario
Virulencia La capacidad patógena de una Es crucial para determinar la gravedad Reducir la virulencia mediante el uso Cepa x huésped
enfermedad de una epidemia (por ejemplo, la de antivı́ricos aminora el impacto
pérdida de vidas). de la enfermedad.
Número reproductivo Propiedad emergente de los modelos de Comparaciones generales de los modelos La estimación instantánea revela el Modelo x población x
básico enfermedades; puede ser consecuencia que están usando diferentes grupos de impulso actual de la epidemia. En cepa x huésped
de todos los parámetros antes modelización; si es mayor que la algunas pocas circunstancias
mencionados (y de otros), lo cual unidad, indica que una enfermedad se (dependiendo de la exactitud)
depende del modelo especı́fico está propagando podrı́a ser útil para pronosticar
las tasas generales de ataque.

amplió al resto del país; las concluyeron que la intervención para el Control y la Prevención cerrar las escuelas incluso si se
escuelas reabrieron sus puertas el en la ciudad de México pudo de Enfermedades (CDC) de los notificaba un solo caso, presunto
11 de mayo del 2009. Chowell haber ocasionado un descenso de Estados Unidos recomendaron al o confirmado, de infección por el
et al. analizaron el efecto de esta la transmisión entre 29 y 37% principio el cierre de las escuelas, virus H1N1, con la esperanza de
intervención sanitaria breve pero durante el cierre de las escuelas particularmente en los estados de reducir la transmisión a las
intensiva y calcularon un R0 de (31), aunque en su estudio no se la frontera sur, sobre todo Texas, comunidades vecinas. Sin em-
1,8 a 2,1 para la oleada de la consideró la costoeficacia. Mien- que acabó por cerrar 800 escue- bargo, con la llegada de nuevos
primavera, de 1,6 a 1,9 para la tras tanto, habida cuenta de las las, lo que afectó a 491 000 datos que indicaban un riesgo
del verano y de 1,2 a 1,3 para la estimaciones iniciales elevadas alumnos (32). El 28 de abril del menor de afección grave y
del otoño. Estos investigadores del R0 en México, los Centros 2009, los CDC aconsejaron muerte, el CDC dio marcha atrás

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a su recomendación el 5 de mayo determinantes fundamentales de circulación del agente. Hacemos el cierre de las escuelas o la
del 2009 e instó a las escuelas la morbilidad y mortalidad hincapié en que la estimación de cuarentena— están modificando
a permanecer abiertas (33). Pos- durante un brote epidémico de las razones reproductivas basadas la dinámica de la enfermedad y si,
tulamos que depender de las una enfermedad infecciosa. La en datos de una población en por lo tanto, deben mantenerse. Se
aproximaciones iniciales del R0, pandemia del 2009 por el virus particular sigue siendo útil para han comparado retrospectiva-
sobre todo las calculadas en una H1N1 ilustra certeramente este esta población. En esencia, este mente los números reproductivos
población distinta, puede llevar punto: las tasas de ataque elevadas parámetro es la tasa de creci- antes y después de la implantación
a adoptar decisiones de política no dieron lugar a niveles parale- miento exponencial de una epide- de medidas de salud pública en la
con bases endebles. lamente elevados de morbilidad mia en curso y, por lo tanto, brinda pandemia de gripe de 1918 (41),
debido al carácter relativamente información acerca de la tasa de pero es poco probable que la
APLICACIONES DEL R0 EN leve de la infección y a las tasas de transmisión en la población en eficacia de una intervención en
LA PRÁCTICA ataque bajas en los grupos de estudio en un momento dado. Las epidemias del pasado pueda apli-
población que suelen tener el cuestiones fundamentales para carse a una epidemia contempo-
En el Reino Unido, los funcio- mayor riesgo de complicaciones interpretar los valores de R son el ránea (debido a los cambios de la
narios de salud pública aplicaron gripales graves, en particular los período con respecto al cual una estructura social, el medioam-
métodos de modelización casi adultos mayores de 65 años. estimación es válida (por ejemplo, biente, los agentes patógenos, et-
instantáneos para determinar las Otra consideración importante ¿hay que actualizar la estimación cétera). Es preciso reconocer que
intervenciones sanitarias apropia- es la posible evolución de un cada semana según las modali- aun cuando la capacidad de esti-
das durante el brote de fiebre agente patógeno en el curso de dades de los datos de vigilancia?), mar los números reproductivos al
aftosa del 2001 (23). Las políticas una epidemia. En las pandemias las aplicaciones de la estimación instante pudiera ser ventajosa, la
promulgadas sobre la base de los con tasas de ataque elevadas pero para llevar a cabo ejercicios teór- eficacia de una intervención
resultados de la modelización con pocas consecuencias nocivas icos (por ejemplo, determinar la determinada puede variar tempo-
fueron controvertidas y propi- las estrategias de mitigación tienen propagación de la enfermedad o el ral y geográficamente debido a los
ciaron un debate en la bibliografía que considerar la posibilidad de efecto de una intervención deter- cambios del medioambiente, la
científica. La incertidumbre giró que el virus mute a una forma más minada) y el grado en que la estructura de la población, la evo-
en torno al carácter beneficioso de virulenta. Si el virus H1N1 del estimación de una población se lución del virus y la inmunidad;
la intervención recomendada y a si 2009 hubiese cambiado genética- aplica a otra. Por ejemplo, ¿puede por lo tanto, las estimaciones
estrategias menos radicales — mente para volverse más viru- una estimación hecha en Califor- respecto de una región pueden no
dado que la intervención, el sacri- lento, sus repercusiones habrían nia aplicarse a Nevada? ¿Un R0 ser aplicables a otra.
ficio en masa, se consideraba per- aumentado extraordinariamente; para el Reino Unido puede ser Otros factores esenciales de la
judicial desde el punto de vista sin embargo, en los modelos pertinente para Nueva Zelanda? dinámica de las enfermedades
económico— podrían ser tan efi- dinámicos más utilizados dicha Otra consideración decisiva es la infecciosas, en particular la tasa de
caces o más (34–39). Aunque solo evolución no se tiene en cuenta aplicabilidad de la estimación transmisión, se estiman con menor
cabe especular acerca de cómo (40). En el caso de los agentes a una población en particular (por frecuencia que el R0 (cuadro 1).
habrían diferido las interven- patógenos como el virus gripal que ejemplo, ¿los datos recopilados No obstante, en la pandemia del
ciones alternativas de las aplicadas evolucionan rápidamente y sin son representativos de toda una 2009 por el virus H1N1 el
en la realidad, este debate pone de saberse qué porciones de la zona metropolitana o solo de una período de latencia y el de infec-
relieve la incertidumbre acerca de población no son susceptibles a las comunidad no observada?). A fin ciosidad se estimaron en algunas
la aceptación pública de métodos diversas cepas circulantes, la esti- de que las tasas de crecimiento regiones (5, 42). Tuite et al., en
basados en la reducción de las mación del R0 es una tarea desal- basadas en valores específicos de particular, dieron un ejemplo no-
razones de reproducción efectiva. entadora si no imposible. R puedan usarse con fundamento table al estimar los parámetros
Incluso si las estimaciones del para adoptar decisiones de salud individuales de la pandemia en
R0 permitieran determinar tasas CONCLUSIONES pública, hay que resolver otras vez de centrarse exclusivamente
de ataque exactas, seguirían sin cuestiones tales como la obtención en el R0 (5). En condiciones
resolverse muchas cuestiones de La estimación de las razones de los datos necesarios para esta- ideales, los parámetros que sean
salud pública más decisivas. Por reproductivas puede aportar blecer estimaciones uniformes con más específicos de la cepa y con-
ejemplo, las tasas de letalidad, información útil durante las epi- intervalos de confianza estrechos. stituyan objetivos directos de las
hospitalización y ausentismo en demias. Dichas razones, particu- Si existieran mecanismos para intervenciones de salud pública
esencia son independientes de la larmente el número de reproduc- estimar los valores de Re > 1 al deben constituir el foco de interés
dinámica de la enfermedad (y, por ción efectiva, cuantifican la instante o casi al instante, los de los estudios realizados durante
lo tanto, de todo lo que pueda propagación de la enfermedad en funcionarios de salud pública brotes epidémicos que tengan
derivarse de las estimaciones una población; cuanto más altos podrían determinar si determinadas grandes consecuencias sanitarias y
del R0); no obstante, son los son los valores, más rápida es la estrategias de intervención —como económicas. Incluso en estos

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AJPH METHODS

parámetros existe siempre una constituye un ejemplo singular Referencias a guide for the perplexed. CMAJ.
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interacción entre el huésped y el del análisis eficaz de los datos de
S, et al. Pandemic potential of a strain of 15. Pellis L, Ferguson NM, Fraser C.
virus que debe expresarse la pandemia del 2009 causada
influenza A (H1N1): early findings. Sci- Threshold parameters for a model of
mediante los métodos estadísticos por el virus H1N1 porque pone ence. 2009;324(5934):1557–61. epidemic spread among households and
apropiados. de relieve una variedad de par- 2. Boëlle PYP, Bernillon PP, Desenclos workplaces. J R Soc Interface. 2009;6
La razón reproductiva básica es ámetros de la transmisión ade- JCJ. A preliminary estimation of the re- (40):979–87.
production ratio for new influenza A 16. Bailey NTJ. The Mathematical Theory
una propiedad compleja de una más del R0. Los datos científicos
(H1N1) from the outbreak in Mexico, of Infectious Diseases and Its Applications.
epidemia que depende específica- adicionales basados en la pobla- March-April 2009. Euro Surveill. London, UK: Griffin; 1975.
mente del modelo utilizado para ción acerca del modo en que el 2009;14(19):pii:19205.
17. Aron JL, Schwartz IB. Seasonality
calcularla, de la población en número reproductivo básico se 3. Balcan D, Hu H, Goncalves B, et al. and period-doubling bifurcations in an
Seasonal transmission potential and ac-
estudio (por lo que toca a las relaciona con la dinámica de la epidemic model. J Theor Biol. 1984;110
tivity peaks of the new influenza A (4):665–79.
modalidades del contacto y las enfermedad son muy promete- (H1N1): a Monte Carlo likelihood analysis
características demográficas), el dores para idear intervenciones based on human mobility. BMC Med. 18. Markel H, Lipman HB, Navarro JA,
2009;7:45. et al. Nonpharmaceutical interventions
huésped, el agente patógeno y óptimas de salud pública en la implemented by US cities during the
con frecuencia la cepa específica población bajo estudio. j 4. Flahault A, Vergu E, Boëlle P-Y.
1918-1919 influenza pandemic. JAMA.
Potential for a global dynamic of influenza
de este. Así pues, aunque el R0 es 2007;298(6):644–54.
A (H1N1). BMC Infect Dis. 2009;9:129.
una propiedad intuitiva de una About the Authors 19. Diekmann O, Heesterbeek J. Mathe-
5. Tuite AR, Greer AL, Whelan M, et al.
En el momento en que se realizó este matical Epidemiology of Infectious Dis-
epidemia, no resulta particular- Estimated epidemiologic parameters and
estudio: Instituto Eck para la Salud Global, eases: Model Building, Analysis, and In-
mente útil para determinar la pos- morbidity associated with pandemic
Universidad de Notre Dame, Notre Dame, terpretation. Chichester, UK: Wiley; 2000.
H1N1 influenza. CMAJ. 2010;182
ible utilidad de las medidas de Indiana, Estados Unidos de América. La (2):131–6. 20. Boëlle P-Y, Ansart S, Cori A,
control. Aun así, cuando se consid- correspondencia debe enviarse a Benjamin Valleron AJ. Transmission parameters of
Ridenhour, ridenhour.1@nd.edu 6. White LF, Wallinga J, Finelli L, et al.
era como parte de una serie de the A/H1N1 (2009) influenza virus pan-
División de Gripe, Centros para el Control Estimation of the reproductive number
demic: a review. Influenza Other Respi
características estimadas de una y la Prevención de Enfermedades, Atlanta, and the serial interval in early phase of
the 2009 influenza A/H1N1 pandemic in Viruses. 2011;5(5):306–16.
epidemia, el R0 puede ser útil para Georgia, Estados Unidos de América.
This article was accepted September 23, the USA. Influenza Other Respi Viruses. 21. Nokes DJ, Anderson RM. The use of
tomar decisiones de salud pública. 2013. 2009;3(6):267–76. mathematical models in the epidemiolog-
Aunque los especialistas en la 7. Yang Y, Sugimoto JD, Halloran ME, ical study of infectious diseases and in the
design of mass immunization pro-
elaboración de modelos de Contribución de los autores
et al. The transmissibility and control of
pandemic influenza A (H1N1) virus. Sci- grammes. Epidemiol Infect. 1988;101
enfermedades infecciosas reco- B. Ridenhour concibió el estudio y (1):1–20.
ence. 2009;326(5953):729–33.
nocen la importancia de las encabezó la redacción del artículo. Todos
los autores intervinieron en el desarrollo 8. Munayco CV, Gomez J, Laguna 22. Inaba H, Nishiura H. The
cuestiones expuestas en el pre- del diseño del estudio y en la redacción y Torres VA, et al. Epidemiological and state-reproduction number for a multi-
sente artículo; las personas que revisión del artículo. La versión definitiva transmissibility analysis of influenza A state class age structured epidemic system
del artículo fue aprobada por todos los (H1N1)v in a southern hemisphere set- and its application to the asymptomatic
aplican los resultados de mode-
autores. ting: Peru. Euro Surveill. 2009;14(32): transmission model. Math Biosci.
los matemáticos para organizar pii:19299. 2008;216(1):77–89.
respuestas de salud pública 9. Chowell G, Viboud C, Munayco CV, 23. Ferguson NM, Donnelly CA,
Agradecimientos
a veces no conocen a fondo esos B. Ridenhour está financiado por el Insti- et al. Spatial and temporal characteristics Anderson RM. Transmission intensity and
aspectos. Si las estimaciones del tuto Eck para la Salud Global en la of the 2009 A/H1N1 influenza pandemic impact of control policies on the foot and
Universidad de Notre Dame y por un in Peru. PLoS ONE. 2011;6(6):e21287. mouth epidemic in Great Britain. Nature.
R0 se usarán para determinar las 2001;413(6855):542–8.
contrato de los Centros para el Control y 10. Tang S, Xiao Y, Yang Y, Zhou Y, Wu
respuestas de salud pública, los la Prevención de Enfermedades por con- J, Ma Z. Community-based measures for 24. Milne GJ, Kelso JK, Kelly HA,
formuladores de políticas deben ducto de la Ley del personal interguber- mitigating the 2009 H1N1 pandemic in Huband ST, McVernon J. A small com-
ser informados claramente de las namental. J. M. Kowalik está financiada China. PLoS ONE. 2010;5(6):e10911. munity model for the transmission of
por la Universidad de Notre Dame. D. K. infectious diseases: comparison of school
limitaciones mencionadas. Ade- 11. Nishiura H, Chowell G, Safan M,
Shay está financiado por los Centros para closure as an intervention in individual-
Castillo-Chavez C. Pros and cons of esti-
más de destinar recursos para el Control y la Prevención de Enferme- based models of an influenza pandemic.
mating the reproduction number from
calcular el R0, hay que invertir dades. PLoS ONE. 2008;3(12):e4005.
early epidemic growth rate of influenza A
Los autores agradecen a sus colegas en
en la estimación de otros pará- (H1N1) 2009. Theor Biol Med Model. 25. Rios-Doria D, Chowell G. Qualitative
la Universidad de Notre Dame y los
2010;7(1):1. analysis of the level of cross-protection
metros epidémicos como las Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades, así como a los árbitros 12. Kermack WO, McKendrick AG. A between epidemic waves of the
tasas de transmisión, los perío- 1918-1919 influenza pandemic. J Theor
anónimos; todos ellos ayudaron a mejorar contribution to the mathematical theory
dos infecciosos o los períodos de este estudio con sus atinadas observa- of epidemics. Proc Royal Soc Math Phys Biol. 2009;261(4):584–92.
latencia, los cuales son más per- ciones y sugerencias. Eng Sci. 1927;115(772):700–21. 26. Basta NE, Halloran ME, Matrajt L,
tinentes para la respuesta de 13. Anderson RM, May RM. Population Longini IM. Estimating influenza vaccine
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salud pública a los brotes de
Protección de los seres humanos Nature. 1979;280(5721):361–7. based study data. Am J Epidemiol.
enfermedades infecciosas, en es- 2008;168(12):1343–52.
participantes 14. Fisman D, Pandemic Influenza Out-
pecial las pandemias de gripe. El No fue necesaria porque la investigación break Research Modelling Team (PanIn- 27. Heffernan JM, Smith RJ, Wahl LM.
análisis de Tuite et al. (5) no involucró a seres humanos. fORM). Modelling an influenza pandemic: Perspectives on the basic reproductive

S464 | Systematic Review | Peer Reviewed | Ridenhour et al. American Journal of Public Health | Supplement 6, 2018, Vol 108, No. S6
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