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la señora Pan de Mantequilla

Estaba la señora Pan de Mantequilla con su ropaje habitual, un trajecito de


papel blanco medio traslúcido, dentro de la heladera. Se sentía rígida, tiesa,
fría hasta sus más íntimos pedacitos. Tanto frío sentía que su hermoso y
apetitoso color amarillo claro lucía casi blanco.
Estoy segura, se decía, que si me miro al espejo me vería palidísima. ¿Qué
daría por escaparme de esta heladera, suspiraba, y calentar mi cuerpecito al
sol!.
Parece que alguien escuchó sus lamentos, puesto que de pronto se vio sobre
la mesa de la cocina y con su vestido de papel abierto. De alguna manera se
las arregló para deslizarse por el mesón hasta que un rayito de sol cayó por
su helado cuerpo. ¡Qué bien se estaba allí!. De pronto, se vio despojada de su
traje y acostada en el lecho habitual, la mantequillera. El sol seguía
iluminándola y la tibieza le llegaba hasta su grasoso corazoncito.
Al cabo de un rato, se sintió muy blanda, parece que estaba transpirando,
algo líquido resbalaba de su cuerpo. ¡Qué raro! ¿qué me estará pasando?,
diría que me estoy derritiendo. ¡Uy qué pena!, parezco aceite; ¿me estaré
transformando en otra sustancia?. Si es así, ya no tendré esa apariencia
cremosa, ya no podré ser untada en una rebanada de pan, haciéndola más
sabrosa. Mientras pensaba en todo esto, estaba cada vez más derretida.
Finalmente, en la mantequillera sólo se vio un líquido grasoso y amarillo. De
la bella y amoldar señora Pan de Mantequilla, no quedaba nada más que
su olor característico: parecía que ese líquido nada tenía que ver con ella.
De pronto se escucho la voz de una niña que decía:
- Mamá.... mira como está la mantequilla. Algo le pasó, ya no puedo
echarla sobre el pan, parece aceite. No me gusta así.
La derretida Pan de Mantequilla, miraba consternada sin poder emitir sonido
alguno. Ella estaba segura que era la misma. El sol le había jugado una mala
pasada. Había perdido la forma, pero seguía siendo Mantequilla.
En realidad, pensaba, era mejor estar en la heladera. Allí todos la reconocían
y no la confundían con ese líquido amarillo que necesitaba de una botella
para no andar desparramado.
De pronto, se sintió transportada suavemente y empezó a sentir frío, estaba
de vuelta en la heladera. ¡Ah! –se dijo- creo que pronto recuperaré mi
apariencia, lo que me ocurrió fue un cambio pasajero.
Poco a poco sintió como que todas las partes de su cuerpo se estuvieran
juntando, se amoldaran. Ya no quedaba ni rastro de líquido aceitoso.
Ya me doy cuenta, se dijo la señora Pan de Mantequilla, el frío me favorece.
Ahora sí que me veo bien: estoy durita, con mi aspecto habitual, mi mismo
color y sabor. ¡Qué susto pasé!. Creí que me moría, pero sigo siendo la
favorita de todos: la cremosa y sabrosa Señora Pan de Mantequilla.
¿Cuánto aprendiste?
1- En el cuento se relata que la mantequilla experimento un cambio, ¿qué
tipo de cambio sufrió?. Fundamenta tu respuesta.

2- Inicialmente la mantequilla se encuentra en


estado......................................., con
el calor del sol se transforma en un ................................................. . Este
cambio de estado se conoce como........................................................ .

3- En nuestra vida diaria también nos encontramos con el fenómeno que nos
relata el cuento. Escribe dos ejemplos.
4- En las siguientes mantequilleras, dibuja como se encontrarían las
partículas que componen la mantequilla derretida y luego dentro de la
heladera. ¿Cómo se llama este cambio de estado?

5.-Ampliando conocimientos: Averigua como es el proceso de elaboración


de la mantequilla.

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