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Escuelas

secundarias
y talleres 1

extracurriculares:
otros sentidos
de la experiencia
escolar
DOCUMENTOS E INFORMES DE
INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN

AÑO1 Nº1
Serie Documentos e Informes
de investigación en educación

Año 2014, Número 1

Escuelas secundarias y talleres extracurriculares:


otros sentidos de la experiencia escolar
Guillermina Tiramonti (compiladora)

Edición: Marina Bolla


Diseño: Crasso&Oregioni

Escuelas secundarias y talleres extracurriculares, otro sentido de la experiencia escolar /


Guillermina Tiramonti (comp.), Sebastián Fuentes ….[et.al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma
de Buenos Aires : Flacso Argentina, 2014.
E-Book, Serie “Documentos e informes de investigación en educación”.

ISBN 978-950-9379-26-8

1. Enseñanza Secundaria. I. Tiramonti, Guillermina; Fuentes, Sebastián et al.


CDD 373

Fecha de catalogación: 14/04/2014


Introducción 4

ÍNDICE El ajuste al régimen escolar y la escuela como centro


cultural: otros sentidos de la experiencia escolar,
Sebastián Fuentes 6

Los talleres y la redefinición del vínculo docente-


alumno, Victoria Gessaghi 14

Talleristas: la figura de los docentes extraordinarios,


Sandra Ziegler 21

Tensiones entre la caja curricular y las propuestas


extracurriculares, Verónica Tobeña 27

Otros modos de aprender, libres de evaluaciones,


Nancy Montes 37

Epílogo, Guillermina Tiramonti 43


introducción
Este documento presenta un conjunto reflexiones a El trabajo de campo se llevó a cabo en cuatro escuelas diantes provienen de familias de clase media. Muchos
partir del análisis y discusión de los datos del estu- secundarias de la Ciudad de Buenos Aires que atienden de ellos son hijos de profesionales que, pudiendo ele-
dio de campo llevado a cabo en el marco de la in- a diferentes sectores socio-culturales de la población. gir una institución privada, optan por la educación
vestigación, “Impacto de las transformaciones cul- La escuela A es una institución privada que tiene pública.
turales, tecnológicas y sociales en el formato escolar menos de diez años de existencia. Ofrece un bachille- La escuela D es una de las instituciones de rein-
del nivel medio”, que realizaron los investigadores rato con formación en música y teatro y tiene alrede- greso creada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos
del Grupo Viernes durante el año 2011, financiada dor de trescientos alumnos provenientes de familias Aires hace poco más de ocho años, en la zona sur de
por la Agencia Nacional de Promoción Científica y de sectores medios/altos. En el turno mañana se cur- la ciudad. El propósito de estas escuelas es incluir a
Tecnológica1. sa el currículum obligatorio de la escuela pautado de los jóvenes entre 16 y 18 años que hayan abandonado
El objetivo del proyecto era describir y analizar modo tradicional; por la tarde, dos días a la semana, sus estudios al menos un año. Esta escuela funciona
las iniciativas, experiencias y políticas que se propu- se dicta Educación Física (de carácter obligatorio). dentro de una fábrica gráfica recuperada y, en el pri-
sieran alterar el formato establecido de la escuela me- El resto de los días, también por la tarde, tiene lugar mer piso, posee un estudio de radio. Entre los turnos
dia, teniendo en cuenta una serie de transformaciones una amplia oferta de talleres, que abordan la temática mañana y tarde, asisten alrededor de cuatrocientos
sociales como: la masificación de la escolaridad, los artístico-expresiva. estudiantes. A diferencia del resto, esta escuela de re-
cambios en las capacidades de las instituciones so- La escuela B es una institución estatal que dispone ingreso es de doble turno, lo que permitió elaborar
ciales para incidir en las biografías de los sujetos, el de un importante edificio, emplazada en uno de los ba- un proyecto de actividades extracurriculares a contra
emergente de las nuevas tecnologías y su impacto en rrios más caros de la ciudad. En los tres turnos, alberga turno. 5
los procesos de enseñanza y aprendizaje, las “nuevas” a más de mil alumnos, que en su mayoría provienen El trabajo de campo incluyó no solo las observa-
formas de autoridad, los procesos denominados “de de la Villa 31 (Retiro), otros viven en el conurbano bo- ciones de los talleres, la recopilación y el análisis do-
mayor individuación” y de “des-institucionalización”, naerense y unos pocos -del turno mañana- son hijos cumental vinculado a las escuelas y, específicamente,
el crecimiento de las distancias sociales y la fragmen- de encargados de edificio y de mujeres que se desem- a sus actividades extracurriculares, sino también, las
tación social y educativa. peñan como personal doméstico en la zona. También, entrevistas a directivos, docentes y estudiantes.
En ese marco se estudiaron específicamente los algunos estudiantes provienen de la escuela del Teatro El análisis de este material de campo generó un
talleres o actividades extracurriculares que, en los Colón. Recién este año se reorganizó la propuesta de rico intercambio entre los miembros del equipo. So-
bordes del currículo, se proponen ensayar otros talleres para que puedan asistir adolescentes y jóvenes bre la base de esas discusiones, se elaboraron los tex-
formatos. Se trabajó con el presupuesto de que las de los tres turnos. De esta manera, los talleres y activi- tos que aquí se presentan.
políticas educativas, las instituciones escolares y los dades denominadas “culturales”, orientadas al arte y a
actores involucrados, implementan diversas inicia- la expresión personal se dictan cuatro días a la sema-
tivas que buscan dar respuesta a cuestiones macro na, entre las 17.30 y las 19 hs.
y micro sociales y culturales, vinculadas a un modo La Escuela C es una institución estatal con orien-
de construir la relación entre las instituciones y los tación en Comunicación, creada en los años ´90 por el
sujetos. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Está ubicada
en el barrio de Flores, a una cuadra de un importante
centro comercial textil mayorista. Aproximadamente,
1 Proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) cuenta con quinientos alumnos distribuidos entre los
2008-2011. turnos mañana y tarde. Según su directora, los estu-
El ajuste al
régimen escolar
y la escuela como
centro cultural:
otros sentidos
de la experiencia
escolar
Sebastián Fuentes
7
El ajuste al régimen escolar y la escuela como centro cultural: otros sentidos de la experiencia escolar

En esta presentación analizamos los talleres extracurri- actores dentro de las pautas de movimiento, clasifica- obligatorio asociada a un tipo de relación pedagógi-
culares1 a partir de dos claves de análisis. Por un lado, ción y evaluación propias de la institución. ca que se supone acontece “a la mañana”, no aparece
conforman un dispositivo de ajuste a la propuesta En las experiencias llevadas adelante por escuelas pú- cuestionada, sino más bien naturalizada, y se piensa en
curricular escolar. Por el otro, movilizan la idea de la blicas y privadas de la Ciudad de Buenos Aires, aparece el taller como un dispositivo de ajuste, de adaptación
escuela como centro cultural2, que subyace y emerge la expectativa de que los talleres pueden ser los espa- de los jóvenes no solo al currículum sino también a la
intermitentemente en el imaginario y en las prácticas cios para hacer ajustes en el vínculo entre la escuela y dinámica escolar, a sus reglas y requisitos de promo-
de docentes, directivos y jóvenes que participan de las los jóvenes. Así se ofrece un taller que les permite a los ción y evaluación. Se trabaja con contenidos, materia-
actividades extracurriculares de diversas instituciones. estudiantes “con dificultades” ­o que, todavía, no alcan- les y textos de las disciplinas curriculares, asemejándo-
Vistas en conjunto, estas claves de interpretación nos zaron el “ritmo escolar”, adaptarse mejor a este­adqui- se el docente extracurricular a la figura de un “profesor
permiten apreciar la presencia de dos lógicas –entre rir competencias y saberes. En síntesis, los talleres les particular”, con la especificidad de que desarrolla sus
otras- que se hacen presentes en la implementación de permiten adaptarse a la disciplina escolar del estudian- tareas en la misma escuela, comunicado con el resto
los talleres ¿al borde? del currículum. te, como en el caso de los talleres de técnicas de estu- del equipo docente y directivo4.
dio3. También se generan instancias extracurriculares El ajuste implica un “acompasamiento” o adapta-
para fortalecer la expresión artística, lo “estético”, que ción del ritmo de cada estudiante al ritmo escolar. La
El refuerzo de los chicos “con dificultades” y la permite a los jóvenes contar con otro tipo de prácticas personalización, el seguimiento de los estudiantes en
lógica del ajuste escolares, producción de saberes, relación con el cono- los talleres refuerza la idea de que la escuela debe incluir
8 cimiento, etc. a cada uno desde su individualidad: la estrategia busca
“La idea surgió por el hecho de ayudar y compatibi- “Los chicos vienen para reforzarse, sentirse más segu- nivelar el ritmo individual y el ritmo escolar, ajustando
lizar con los chicos de cuarto que tienen historia del ros” (Profesora, taller de técnicas de estudio, escuela C). y produciendo la condición de estudiante. Su pérdida
siglo XX y estudios sociales argentinos en cuarto año. En este caso, el taller refuerza “a los que les cues- asoma como un peligro y es la contracara de la inclu-
Para, o sea, acoplar a la materia, a las materias que ta”, busca acompañar y sostener las trayectorias de los sión que sostiene a los talleres. Lo que Nobile (2013)
ellos tienen una mirada distinta de la historia.” (Pro- estudiantes. Su objetivo, compartido en otros talleres, ha denominado “estrategias de personalización de los
fesor del Taller de Cine, Escuela C; el destacado nos es mejorar el rendimiento: “hacer que los chicos pa- vínculos” para el caso de las Escuelas de Reingreso de la
pertenece). sen” de curso. Parafraseando a uno de los directores: Ciudad de Buenos Aires, bien puede ser pensado como
Los talleres pueden ser pensados como instancias el taller sirve como estrategia de inclusión ­aplicada una propiedad que intermitentemente aparece en los
para reforzar el currículum oficial y acompasar a los aquí a casos concretos­de aquellos jóvenes que necesi- talleres. La atención a la dimensión subjetiva de los es-
tan atención específica, acompañamiento pedagógico tudiantes, la dedicación y el seguimiento personalizados
personalizado. El taller les ofrece una experiencia edu- que brindan los docentes y que sienten los estudiantes, y
1 En general adoptamos aquí esta distinción propia de las ins- cativa que resulta relevante, asociada a sus intereses el tipo de trato y clima que se genera, parecerían respon-
tituciones educativas. No dejamos de señalar que la propuesta o capacidades. La persistencia del modelo curricular
curricular de una escuela también comprendería a los talleres ex-
tracurriculares, aunque no sean parte del currículum prescripto 4 Es interesante remarcar que, como en el resto de los talle-
como “obligatorio y oficial”. 3 No nos estamos refiriendo aquí a la materia curricular “Téc- res, no se califica numéricamente, pero se genera un constante
2 Entre cursivas destacamos categorías analíticas. Entre comi- nicas de estudio” que forma parte del plan de estudios de algunas corregir y mejorar las tareas producidas por los estudiantes. En
llas, palabras y frases presentes en los discursos de los actores escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, sino al que se oferta como definitiva, pareciera que ello no puede ocurrir en los espacios
sociales. extra curricular en algunas instituciones públicas y privadas. curriculares.
Sebastián Fuentes

der a una escuela que, además de sostener su estructura Además­, contribuye a recrear en docentes y directivos por los adultos y docentes a través de un dispositivo
tradicional, necesita desplegar estos dispositivos y nue- la idea de una escuela comprometida con el destino flexible que llene el vacío y el peligro que se asocia al
vos modos de vínculo con los estudiantes en un espacio de sus jóvenes. Si observamos íntegramente el trabajo tiempo libre juvenil6. En ese espacio-tiempo repre-
y tiempo específicos y diferenciados de las disciplinas pedagógico de la escuela –más allá de los talleres-, en- sentado como vacío, la lógica de la inclusión compite
curriculares oficiales “de la mañana”. contramos un refuerzo sobre el aprendizaje y no solo con el tiempo libre de los jóvenes y se sustenta en el
El taller funciona también como instancia re-socia- un cambio o refuerzo de la enseñanza por parte de los presupuesto de que la escuela en tanto institución total
lizadora de la escuela y de su función. En este ámbito, docentes de la escuela. Se espera que los talleres modi- -o con pretensiones de serlo- debería ofrecer espacios,
se refuerza la misión de la institución educativa, el sen- fiquen algo de la condición estudiantil de los jóvenes ampliar y diversificar su oferta, para que los “chicos”
tido de estar en la escuela. que les permitan entender mejor, aprender, gustar algo estén más en ella. Una institución que “contenga” y
“Ellos tienen que encontrarle un sentido a lo que de la escuela y hasta disfrutar en ella. “enganche”, o que incluya enganchando.
están haciendo y eso… cuesta bastante” (Docente, Los talleres se justifican en la posibilidad de “ocu- Los talleres vinculados a las artes y aquellos ligados
escuela C). par” el tiempo libre de los jóvenes –el tiempo que no es a la capacitación en oficios, facilitarían la orientación y
“En algún sentido, la experiencia de talleres ayu- el tiempo escolar propiamente dicho- y, en lo posible, la trayectoria educativa y laboral de los jóvenes, pues-
da mucho a que la escuela sea de ellos. Cuando yo darle un sentido5. Vienen a completar, en algunos ca- to que amplían la gama de conocimientos y de dis-
digo que la escuela sea de ellos, no quiere decir que la sos, la idea de que a los jóvenes hay que ofrecerles algo ciplinas, colaborando en la elección de sus estudios o
gobiernan…quiere decir que es su lugar” (Director, más de lo que la escuela les otorga en su organización desarrollos profesionales y/o brindando competencias
escuela A). curricular obligatoria. La justificación del uso del ta- laborales específicas (como el Taller de operador de ra- 9
Se trata de un dispositivo que disciplina y que fun- ller en función del tiempo libre se moviliza junto a la dio de la escuela D).
ciona como actualización de la función pedagógica: su idea de que el tiempo de los jóvenes debe ser tutelado Este tipo de propuesta extracurricular constituye, sin
objetivo es enseñar algo –de otro modo al currículum embargo, otra instancia de ajuste al sistema de evaluación
obligatorio, claro está-, y reforzar al mismo tiempo la y promoción escolar. Propuesta que, para los docentes
misión de la escuela. Si las clases y las disciplinas obliga- 5 Es una justificación de la política educativa que genera dis- representa la contracara de este sistema porque fomenta
torias no llegaron a incidir en los estudiantes, a gustarles positivos, a través de talleres de deportes, computación, orienta- una creatividad que no se puede lograr en las materias
o a interiorizar la relevancia de la experiencia escolar, los ción vocacional, música, escritura, etc. y que aparece incluso en curriculares, donde se valora otro tipo de “habilidades”
talleres vienen a suplir y completar esa misión inacabada otros programas que van más allá de los talleres extracurricula- e inteligencias y donde se da lugar a otras subjetividades
del currículum obligatorio, de su temporalidad, su rela- res. El programa del Ministerio de Educación de la Ciudad “Club que no que responden necesariamente a la del “buen es-
ción pedagógica y su relación con los saberes. Joven”, por ejemplo, se propone fortalecer a la escuela como es-
Pero no se trata solo de una dinámica “interna” de pacio de pertenencia, creando “espacios educativos donde los
la escuela. La existencia del taller como dispositivo de jóvenes revaloricen el uso del tiempo libre, desde la recreación, 6 Asoma también aquí una lógica preventiva que busca evitar
refuerzo de los estudiantes con bajo rendimiento ­o de el deporte y distintas expresiones culturales y artísticas. http:// que en su tiempo libre los jóvenes “caigan” en los peligros de la
aquellos que participan de esa instancia para no reza- www.buenosaires.gob.ar/areas/educacion/niveles/media/pro- delincuencia y la droga. Como ha señalado Chaves (2004) estas
garse en el desarrollo académico­, le permite a la escue- gramas/club_de_jovenes/index.php?menu_id=19664. representaciones forman parte de una biopolítica, puesto que se
la presentarse como una institución que efectivamente Una discursividad dominante sobre el tiempo libre de los trata de representaciones circulantes que justifican medidas po-
está preocupada por las trayectorias de sus estudiantes. jóvenes y la posibilidad de integrarse socialmente por medio de blacionales, en este caso de control y prevención, bajo la idea del
Esto moviliza la imagen pública de la institución en su lo extracurricular aparece en la formulación de otras políticas uso “sano” del tiempo libre, de su ocupación en espacios/tiempos
contexto y la legitima en el espacio social que ocupa. educativas. tutelados.
El ajuste al régimen escolar y la escuela como centro cultural: otros sentidos de la experiencia escolar

tudiante”. Si la escuela constituye una máquina de clasi- suplemento de la caja curricular, constituye un dato que juvenil y barrial, con una propuesta que parece territo-
ficar (Perrenoud, 1996), los jóvenes con otras habilidades nos permite ver cómo la organización de lo extracurri- rializarse, que toma como referencia el barrio, la calle,
distintas a las académicas, con otras sensibilidades, en- cular ­su disposición témporo-espacial, la de los talleris- la ciudad.
cuentran en los talleres extracurriculares un lugar para tas y estudiantes- se pone en juego para ajustar situacio- Por medio de la inserción barrial/territorial de
hacer más sostenible y soportable la experiencia educati- nes de la vida cotidiana escolar no resueltas por otra vía. las escuelas, el repertorio de propuestas extracurri-
va. Los talleres incentivan otro uso del espacio y el tiempo A partir de los talleres –entre otros dispositivos- la culares es significado diferencialmente: mientras la
en la escuela –no ¿“escolares”?-. Allí se realizan activida- escuela construye un vínculo que refuerza la adhesión escuela pública C es referenciada como la que ofrece
des lúdicas en las que nadie está pendiente del “final de la a la propuesta institucional y propone un ajuste a esa la propuesta artística en la zona, los talleres “cultu-
hora”, del “recreo”. Los estudiantes están “concentrados” norma y patrón escolar, además de orientar a los jóve- rales” (en un sentido restringido: arte, expresión,
en su producción artística, entran y salen de las aulas, se nes, brindarles los saberes establecidos y sostener un música) de la escuela B –privada del barrio de Bel-
disponen al interior de ella de un modo distinto “al de las trayecto escolar ajustado a lo esperado. Sigue vigente grano- le permiten posicionarse con una propuesta
clases de la mañana” (obligatorias), se sueltan más. Estas allí una cierta idea de estabilización del lazo social que pedagógica distinta y distintiva en el mercado edu-
disposiciones del tiempo y espacio en la escuela versus vincula ­o debería vincular­a los jóvenes con la escuela, cativo de familias de la zona norte de la ciudad. Las
el tiempo y espacio escolar, son percibidas por los mis- concebido desde un patrón de acomodamiento del su- actividades de los talleres son realizadas en ocasiones
mos docentes como una tensión no resuelta7. El manda- jeto individual a la lógica colectiva ya establecida de la en lugares públicos del barrio donde está inserta la
to de evaluar, controlar, examinar y vigilar asoma en el escuela y su estructura. Parafraseando a Dubet (2010) institución (un mural en una plaza, por ejemplo). La
10 cuestionamiento ambivalente al respecto: por un lado, en su crítica a la igualdad de oportunidades, para pen- D, una escuela pública de Reingreso, abre sus puer-
los docentes aprecian lo que sucede en la propuesta ex- sar hacia el interior de la escuela: son los individuos los tas a la comunidad a través de su radio donde los jó-
tracurricular pero, también, se preguntan si no deberían que deben ajustarse a unas trayectorias esperadas, ase- venes realizan una suerte de pasantías laborales que
controlar más lo que sucede en ella. gurando nuevas instancias y oportunidades (inclusión les permite aprender el oficio de operador. Esa radio
Finalmente, no es menor la dimensión de ajuste que y ajuste) para generar trayectorias exitosas. constituye una iniciativa comunitaria, pensada por
aparece en el contexto de instituciones donde el ausen- los actores de la escuela a partir de la realidad social
tismo docente y las consiguientes horas libres constitu- de la escuela, más allá de la población estrictamente
yen toda una problemática de la organización pedagógi- ¿La escuela como centro cultural? “escolar”.
ca. El taller permite sortear la falta de clases (disciplinas Además de territorializarse, la escuela ensaya a
curriculares) llenando un vacío pedagógico-institucio- La dimensión productiva y creativa de los talleres partir de los talleres diversas articulaciones con otras
nal y, también, temporal y de control de los jóvenes en extracurriculares permite pensar otros emergentes políticas e instituciones: la participación en concur-
la escuela. El problema es: ¿qué hacer con los estudiantes del trabajo de campo realizado: el propósito de gene- sos de literatura por fuera de la escuela o la organi-
cuando no viene el profesor? Disponer de talleres como rar otros saberes y otras relaciones con el saber. Esa zación de salidas al cine; el vínculo con docentes uni-
dimensión ubica a los talleres como una instancia de versitarios e investigadores; la articulación con otros
producción cultural8 inserta en la dinámica cultural dispositivos como el CENARESO (Centro Nacional
7 El análisis de la dimensión temporal y espacial que se pro- para la Reeducación Social), etc.
duce en los establecimientos a partir de los talleres extracurri- ¿Se borra la presencia de lo propiamente “esco-
culares requiere un análisis más específico que el que estamos 8 Encontramos este sentido en la escuela privada, en algunos lar” en todas estas iniciativas? Al parecer sigue pre-
realizando aquí, así como el vínculo con el ausentismo docente docentes de la escuela pública (C y D), así como en algunos de sente. Hay una función educativa y una propuesta
que indicamos a continuación. sus estudiantes. de enseñanza que cobra cuerpo en esas actividades.
Sebastián Fuentes

Pero el saber no es concebido como una regulación por los jóvenes, sus docentes, por la escuela y en el la escuela privada: “[en el taller] todos encuentran
estable y definida, con una perspectiva monocró- marco de una producción comunitaria10. dónde poner sus cuerpos”. Mientras la prescripción
nica9 (Terigi, 2012) sino como un sentido en cons- Si se indaga en la relación con los saberes que las curricular oficial es percibida como opresiva, impues-
trucción, que liga a los jóvenes con su entorno y instituciones educativas ponen en juego en esos dis- ta y trabajosa, la extracurricular es construida como
con el entorno escolar. Hay implícita una noción positivos, podemos decir que en ellos la escuela se expresiva, realizadora y productora.
de cultura como producción. No se trata de un de- propone en algunos casos “hacer algo distinto” a su ¿Qué sucede en aquellos talleres donde encontra-
safío abierto a la lógica del conocimiento curricular propuesta curricular estable, cuestionada, inamovi- mos estos sentidos? No hay una sujeción a contenidos
oficial: su estabilización y la selección que lo carac- ble, hasta “aburrida y molesta”. Los talleres pasan a mínimos, aunque hay contenidos; no necesariamente
teriza. Pero, sí se puede ver en la percepción misma ser el espacio para hacer con “libertad” una actividad hay un anclaje en la evaluación-examen establecida
de los actores y en la integralidad de las propuestas, práctica de un espacio curricular como “Historia”. En como código del régimen académico usual y cotidia-
la idea de que los jóvenes pueden producir traba- ellos se puede generar otra relación con el arte, que no de la propuesta escolar; no hay una limitación fi-
jo (esfuerzo) y “cultura” y que, al mismo tiempo, no lo permite la prescripción curricular y la adhesión jada por un tiempo escolar definido a partir de una
esa experiencia los subjetiva, los hace sentir parte docente a la misma, establecida por la caja obligatoria gradación estándar y homogeneizadora. Sino que, por
de una dinámica de aprendizaje distinta a la “esco- de materias, contenidos y propuestas. El sentido del el contrario, se permite y habilita la producción indi-
lar”. Las jerarquías no desaparecen en los talleres trabajo de los talleres conjuga creatividad, produc- vidual, lo singular en alguna de sus instancias: “podés
pero las regulaciones son significadas como una ción cultural, gratificación y placer, y vínculo con la hacer algo tuyo propio”, decía una de las jóvenes de la
suerte de horizontalización de los vínculos, desde propia subjetividad. Como nos decía un director de Escuela C. 11
la cercanía y la potencia de la autorregulación de El carácter productivo de los talleres, la presencia
la conducta por parte de los jóvenes. Como el tra- de otra temporalidad y otro uso del espacio, movilizan
bajo en los talleres vale -tiene sentido, es reconoci- 10 La discusión sobre este sentido productivo puede ser mu- la apertura de la institución hacia actividades vincula-
do, implica novedad- y se puede plasmar la propia cho más amplia si incluyéramos aquí el análisis del modo en que das con el barrio, con la “realidad social” que circunda
subjetividad, entonces, el esfuerzo puede sostener- el conocimiento y los saberes son concebidos por las políticas a la escuela y/o con consumos culturales en la ciudad11.
se y ser valorado positivamente, por estudiantes y educativas en general y las curriculares específicas. Recordamos, El taller en sí, más allá de las diferencias empíricas
docentes. a modo de ejemplo, que en el contexto de la discusión sobre la en su implementación, constituye uno de los disposi-
Leídos en términos políticos, se trata no tanto de escuela secundaria producida en el marco del Consejo Federal de tivos pedagógicos por excelencia de los centros cul-
una distribución o democratización del saber estabi- Educación a fines de 2007, la Central de Trabajadores de la Edu- turales y de las políticas culturales en general. Tanto
lizado en el currículum obligatorio, sino de una cierta cación de la República Argentina (CTERA) produjo un análisis en la política educativa como en las políticas cultu-
idea de que el saber puede ser producido y generado que discutía con las resoluciones del mencionado Consejo. Entre rales, el taller se configura como un dispositivo cada
otras dimensiones, remarcaba que había allí una idea de cono- vez más masivo, por su plasticidad en la oportunidad
cimiento como “bien universal y a-histórico, por lo tanto más de crear, transmitir, hacer cultura. Es lo que asemeja
9 “Secuencias unificadas de aprendizaje a cargo del mismo do- que distribuirlo equitativamente, hay que definir con legitimidad la escuela a la dinámica de un centro cultural. En un
cente, sostenidas a lo largo del tiempo con el mismo grupo de social y parámetros político-pedagógicos qué conocimientos se centro cultural:
alumnos, de forma tal que al final de un período (por ejemplo, de quieren enseñar y los modos de apropiación (democratización
un ciclo lectivo) y desarrollada la enseñanza tal como haya sido del acceso y la producción de conocimiento).” (CTERA, 2008:
prevista, los sujetos habrán logrado aprender las mismas cosas.” 7-8). Hay toda una disputa presente sobre la concepción del co- 11 Como la experiencia de preparar y acompañar a los jóvenes
(Terigi, 2012: 46). nocimiento y la cultura. a ver obras de teatro.
El ajuste al régimen escolar y la escuela como centro cultural: otros sentidos de la experiencia escolar

La cultura es apropiada y transmitida desde las mayo- algunos casos se trata de los mismos-­ parecieran fun- y abiertos hacia un sentido más productivo del saber
res potencialidades recuperando las cualidades de ser cionar como estrategia de “enganche” con una escue- y la cultura. Ambas interpretaciones aparecen, a veces,
procesos creativos, participativos, recreativos y tam- la cuyo sentido y relevancia debe ser reconstruido y en las mismas instituciones y se perfilan como moda-
bién placenteros y de disfrute, brindando la posibilidad armado. Para decirlo en otros términos, la condición lidades aparentemente contradictorias de una relación
de desarrollar estrategias que apuntan a la inclusión de estudiante es un supuesto imaginario, que debe ser con el saber que las escuelas no parecen solucionar en
social y utilizando la modalidad de talleres que implica generado por la escuela porque su relevancia no está uno u otro sentido.
la apertura y la transmisión de los saberes previos de asegurada: la implementación de los talleres constitui- La dialéctica presentada nos indica que las escue-
los participantes (Pais Andrade, 2006: 178) ría así el trabajo de la institución, sus actores, y de la las no sólo “reaccionan” o “responden” a demandas
Se trata de un proceso ambivalente. La sombra del política educativa, por dotar de sentido y lograr la “ad- cambiantes de los jóvenes y sus expectativas sobre
currículum, de la prescripción y de la regulación de la herencia” -como se dice en el campo de la salud- de los los saberes que ellas ofrecen. Se trata de pensar que la
vida académica en la escuela, aparece en la voz de los jóvenes a la escuela. cultura organizacional de la escuela es capaz de pro-
docentes que se cuestionan lo que sucede en los talleres cesar una política y un espacio-tiempo-saber diferen-
extracurriculares. Al mismo tiempo, los docentes ha- te como el que proponen los talleres, para que asome
blan de disfrute. Allí hay una relación placentera ­más Contradicción o la dialéctica entre currículum desde ellos, el cuestionamiento a la forma escolar tra-
“libre”­con la cultura, con la posibilidad de experimen- obligatorio vs. taller extracurricular dicional. La dialéctica señalada indica también que en
tar, con una mayor participación y protagonismo de la escuela pueden coexistir legitimidades (en torno a
12 los jóvenes. Desde este punto de vista, la escuela movi- Hemos presentado dos posibles interpretaciones sobre los conocimientos, al modo de producirlos/adquirir-
liza accesos a otros bienes, cual nodo o centro cultural. la implementación y los sentidos de los talleres extra- los, al tipo de vínculo que se espera entre jóvenes y
A la sombra del formato escolar tradicional, asoma la curriculares en las escuelas. La primera, ubica a esa adultos, etc.). Pinkasz (2012) señalaba a propósito del
propuesta de la escuela como centro cultural. Frente a propuesta aparejada al currículum obligatorio, para currículum que su descentralización en los intereses
la propuesta de la escuela como centro cultural, apa- lo cual hemos utilizado la idea de ajuste e inclusión. de los estudiantes, de las familias y la comunidad, de
rece el cuestionamiento del docente: “las actividades Operaría allí una justificación que refuerza el conoci- las opciones curriculares que se ofrecen, etc., replan-
curriculares no deberían serlo”. La expectativa estaría miento como dinámica de incorporación a la lógica tea la autoridad del currículum tal como era pensa-
puesta en modificar la dinámica curricular obligatoria institucional. Cuando hablamos allí de currículum, do clásicamente y concebido por la política pública.
a la luz de la experiencia transitada en los talleres ex- nos referimos a la propuesta curricular obligatoria ofi- Desde este planteo nos preguntamos qué legitimida-
tracurriculares. Distintas experiencias de articulación cial de la escuela secundaria pero, en términos nativos, des sobre y acerca de la escuela permite pensar la pro-
entre propuesta curricular y extracurricular en las mis- esa propuesta implica un modo de concebir el saber: la puesta extracurricular y planteamos que concurren
mas escuelas se transforman también en el deseo de relación con el saber por parte de los actores, la regu- ahí diversas estrategias: la legitimidad de la “materia”
muchos docentes de que lo curricular pueda ser un es- lación del tiempo del grupo de los estudiantes según o “tema” que propone el taller, el modo de construir
pacio de construcción de saberes y vínculos más crea- una lógica homogénea, la acreditación de los saberes conocimiento12 que apunta hacia lo lúdico-estético en
tivos, puesto que son percibidos como ya formateados según estrategias de evaluación tradicionales, un vín- el caso de los talleres de artes, la necesidad de con-
por una relación pedagógica y una organización de la culo pedagógico atravesado por la naturalización de
enseñanza percibida como un límite y, en algunos ca- las posiciones de autoridad en la relación, etc. En el
sos, como “agotada”. segundo momento, tomamos algunos emergentes que 12 A lo cual habría que agregar para profundizar analíticamen-
Tanto los talleres más cercanos a la figura de lo pro- nos permiten caracterizar la propuesta de talleres cual te: el modo de construcción de los contenidos de los talleres ex-
ductivo como la que liga a la dimensión de ajuste ­-en dinámica de centro cultural, insertos territorialmente tracurriculares, sus dispositivos didácticos, etc.
Sebastián Fuentes

tar con “apoyos” escolares en la misma institución, el y el tiempo-espacio en la escuela. Si no se da este traba- Bibliografía:
perfil de algunos talleristas y su aura y carisma, etc. La jo de hacer que la experiencia en la escuela signifique
propuesta extracurricular puede ser leída como una algo, la legitimidad de la institución y de su propuesta Chaves, M. (2004). “Biopolítica de los cuerpos jóvenes:
resignificación de la propuesta escolar curricular en obligatoria corre el riesgo de diluirse y, sobre todo, de aproximación e inventario”. En Kairós. Revista de Te-
un contexto donde los saberes no están legitimados percibirse como incapaz de sostener la escolaridad de mas Sociales, nº 14, año 8, octubre 2004, pp. 1-22.
por sí mismos. los jóvenes. CTERA (2008). “Análisis del “Documento preliminar
La institución genera nuevas propuestas, más La política educativa de los talleres abre una gran para la discusión sobre la educación secundaria en
flexibles y dinámicas, que responden a un sistema de pregunta al interior del sistema educativo, porque es- Argentina 2008”. Buenos Aires, CTERA.
clasificación que ella misma genera. Los criterios de cenifica la duda y la pregunta de los actores, acerca de Dubet, F. (2010). Repensar la justicia social. Contra el
clasificación (Perrenoud, 1996) que el formato de la la potencia y la efectividad de la escuela secundaria. mito de la igualdad de oportunidades. Buenos Aires,
escuela genera también son producidos en los talleres Siglo XXI.
y conforman la justificación para su creación: jóvenes Nobile, M. (2013). “Nuevos formatos escolares: inter-
“distintos”, “con otras habilidades”, “desventajados”. pretaciones acerca de las diferentes temporalidades que
De esta manera, los talleres constituyen instancias los atraviesan”. Propuesta Educativa, año 21, nº 38, pp.
para reclasificar a jóvenes en función de su participa- 86-92.
ción en ellos y, al mismo tiempo ­y a pesar de que se Pais Andrade, M. (2006). “El centro cultural. Una
proponen generar otra relación con el saber­refuerzan puerta abierta a la memoria”. Cuadernos de Antropolo- 13
la idea de que los jóvenes deben adaptarse a la estruc- gía Social, nº 24, pp. 175–188.
tura escolar, sean los estudiantes más “artísticos” o los Perrenoud, P. (1996). La construcción del éxito y del
“desventajados”. fracaso escolar: hacia un análisis del éxito, del fracaso y
Que la escuela se abra territorialmente y articule de las desigualdades como realidades construidas por el
con otras instituciones, ¿no refuerza la tesis de la pre- sistema escolar. Morata, Madrid.
tensión de la escuela secundaria de totalizar la vida de Pinkasz, D. (2012). “Una crítica a la noción de la `dis-
los jóvenes, es decir, de encerrar las posibilidades y ex- tancia entre generaciones´ como clave de interpretación
periencias juveniles bajo su protección? de la complejidad de la tarea educativa contemporánea”.
Es interesante remarcar que, al mismo tiempo que En Southwell, M. (comp.) Entre generaciones. Explora-
la escuela se abre, se cierra para reconfigurarse. En este ciones sobre educación, cultura e instituciones. Rosa-
sentido, el ajuste implica una readecuación institucio- rio/Buenos Aires. Homo Sapiens/FLACSO. Pp. 217-229
nal porque la política educativa así lo habilita, permite Terigi, F. (2012). Los saberes de los docentes: forma-
o promueve. Es la institución concreta y específica la ción, elaboración en la experiencia e investigación:
que debe dar cuenta de un dispositivo que le permita documento básico. Buenos Aires, Santillana.
obtener mejores “resultados” y, en un contexto cultural Tiramonti, G. (2004). La trama de la desigualdad
donde los procesos de individualización parecen con- educativa: mutaciones recientes en la escuela media.
solidarse, las escuelas ensayan dispositivos que vuelven Manantial-FLACSO. Buenos Aires.
sobre lo ya conocido y a la vez valorizan lo subjetivo, la
pasión, la singularidad. Entre el tiempo-espacio escolar
Los talleres
y la redefinición
del vínculo
docente-alumno
Victoria Gessaghi
Los talleres y la redefinición del vínculo docente-alumno

Buenos Aires, viernes, seis de la tarde. Por las calles de tucional (aún cuando más tarde puedan, o no, formar de pertenencia, de identidad. Sirve para despertar vo-
un populoso barrio de la Ciudad Autónoma de Bue- parte integral del perfil de la institución)1. caciones y, además, son oportunidades gratuitas que los
nos Aires, el gentío corre para volver a su casa después La escuela, se dice, tiene un rol crucial en la histo- chicos no tienen fuera de la escuela..
de una larga jornada de trabajo. El edificio fastuoso de ria de vida de los jóvenes que transitan por ella. Nos La directora de una escuela media estatal explica
una escuela estatal del barrio está casi desierto a excep- gustaría explorar los talleres como espacios que per- cómo fueron pensados los talleres que funcionan en
ción de lo que ocurre en el aula de tercer año. Unos miten la construcción de lazos significativos entre los el establecimiento. Chicos de las villas de emergencia
jóvenes entre quince y dieciséis años conversan dis- alumnos y los docentes y que dotan de sentido la ex- linderas concurren a la escuela, principalmente, en
tendidamente sobre la película que acaban de ver. Si periencia escolar de los jóvenes pero también la de los el turno tarde o noche y asisten a los talleres que se
se hace un esfuerzo por afinar la mirada, se distingue adultos. Esto permite pensar el espacio escolar como dictan entre las 17.30 y las 19 horas. Los talleres, al
entre ellos la figura de Laura, la profesora del taller de uno de los ámbitos en donde se construyen, entre las igual que otros espacios en la escuela, tienen un for-
cine. A pesar de la hora, ninguno parece muy apremia- distintas generaciones, vínculos que no tienen una mato que se va adaptando a las necesidades, las po-
do por partir. orientación única –los más jóvenes aprenden de los sibilidades y las circunstancias de las instituciones.
El taller de cine de esta escuela es una de las activi- adultos- sino que permiten dar sentido a la experien- Docentes y directores coinciden en que, en general,
dades pensadas en el marco de sus propuestas extra- cia de vida de todos los sujetos involucrados en ella. “la cosa se va armando”. Y tal vez, esa flexibilidad
curriculares. La experiencia se repite de maneras más Los talleres muestran modos alternativos de vincularse y adaptabilidad sea su condición de posibilidad. La
o menos heterogéneas en otras tantas escuelas de esta entre jóvenes y adultos que suponen reformulaciones, propuesta no sigue un lineamiento demasiado pre-
16 ciudad. Los sentidos que construyen maestros y alum- negociaciones y adaptaciones de la tradicional relación fijado. Los espacios se van delineando de acuerdo
nos con respecto a lo que allí ocurre, los interrogantes asimétrica entre ambos, tal como la delineó el formato con las posibilidades de los profesores de la escuela,
que plantea la propuesta, son muchos y diversos. Los escolar moderno. las demandas de los chicos, las propuestas de los ex
talleres aparecen en los discursos de docentes, directo- alumnos y la buena voluntad de los interesados en
res y alumnos como espacios de expresión, de conten- * participar. Los recursos que se consiguen a través
ción, de descubrimiento vocacional, de sentido de per- de la Asociación Cooperadora, o que llegan desde el
tenencia, de acompañamiento y de participación. En -La escuela tiene un proyecto llamado “de fortaleci- propio Ministerio, ayudan a terminar de definir qué
estas páginas, la atención se centrará sobre los modos miento”, en los primeros años, y otro de “agenda cultu- espacios se crearán. Los docentes que estarán al fren-
en que se van construyendo los vínculos entre docentes ral”. La agenda cultural involucra justamente talleres o te de los talleres son elegidos por la coordinación de
y alumnos en estos espacios, las continuidades y rup- eventos. En este momento, tenemos taller de cine, taller la escuela con una libertad mayor a la acostumbrada.
turas respecto de ese lazo tal como fue pensado por el de narración, talleres de danza… En algunos casos la Los talleres pueden ser de cine, de escritura, de arte
formato de la escuela moderna. Tomaremos en cuenta escuela contrata a las personas que dictan el taller y, en o…de apoyo para preparar las materias previas. No
aquellas propuestas que se formulan desde las institu- otros, lo pueden dar algunos ex alumnos como una de- es necesario seguir lineamientos curriculares diseña-
ciones de gestión estatal, dejando fuera todo lo que se volución al colegio. Todo lo que es la parte de fuera del dos en espacios fuera de los muros de la escuela. La
ofrece desde la oferta extracurricular en las escuelas de aula específicamente siempre contribuye a un sentido articulación de los contenidos de los talleres con lo
gestión privada. El interés por el diálogo entre las pro- que se hace “en clase” es variable. No todas las ins-
puestas extracurriculares y el currículo oficial en los es- tituciones cuentan con una instancia pensada para
pacios de gestión estatal radica en que allí los talleres se 1 Sobre el vínculo entre los talleres y la fragmentación educati- vincular estas propuestas con lo que ocurre en “el
inscriben inicialmente como una formulación ad hoc a va, ver Fuentes en esta publicación. Sobre los talleres en escuelas aula oficial”. Como veremos más adelante, los docen-
la propuesta escolar y no como parte del ideario insti- de gestión privada, ver Tobeña en esta publicación. tes destacan que, allí donde existe, la relación entre
Victoria Gessaghi

una instancia y otra funciona muy bien. Se instala –al también, permanecer en ellos- implica un involucra- es posible hablar y comportarse de determinada forma
menos discursivamente- la voluntad de implementar miento desde el propio interés, la historia personal o la que no estaría permitida en el aula, en otros, se define
lazos donde aún no existen. Dicen los maestros que tradición de la escuela. que se ha cruzado una barrera y es necesario volver a
los talleres tienen una influencia directa sobre lo que Los talleres no son obligatorios y si bien en una es- “enmarcar” la tarea. La diferencia radica en que esa de-
ocurre en el aula. cuela de 1.100 alumnos tan sólo 20 pueden estar en el limitación parece ser, menos una imposición unilateral
Los talleres tienen la particularidad de que pueden aula de cine, por ejemplo, es en esta condición donde y preestablecida, que el fruto de una negociación entre
ir “redefiniéndose” sobre la marcha. Lo que no funcio- parece radicar su especificidad y todo su potencial. Ex- alumnos y docentes.
na se cambia o se modifica y hay lugar para “dejar en- plorar lo nuevo, hacer una experiencia diferente, pa- Como señalan las narraciones de docentes y di-
trar lo inesperado”. Es difícil ­dicen los maestros­ saber rece posible gracias a la no obligatoriedad del espacio: rectivos: “los talleres como actividad extracurricular
de ante mano qué es lo que va a pasar durante el trans- - Marta es buena y Marcelo también es bueno. Apar- son algo que complementa la actividad docente”. Es
curso del taller y su preocupación pasa por compren- te te hacen sacar algo que vos no tenías. Porque, ponele, decir que esta propuesta solo puede ser comprendi-
der qué es lo que va a atraer la atención de los alumnos. capaz que yo no escribía nunca y ahora me gusta mucho da si es pensada en relación con la escuela en su for-
-Es muy difícil saber qué es lo que le puede llamar escribir y quiero seguir escribiendo. Entonces, sacás algo mulación tradicional. Los talleres son la lectura que
la atención, o sea, tenés una orientación pero tal vez se tuyo que vos no conocés, a veces. los propios agentes escolares realizan de aquello que
ríen, o les parece un bodrio. – Y, ponele, ¿en Lengua no te hacían escribir? debe complementar su quehacer habitual. Los alum-
Los talleres son presentados a los jóvenes para que – Sí, pero en Lengua te obligaban, es diferente. Y, en nos, también, van dotando de sentido la experien-
puedan “aprovechar que están” y los docentes esperan el taller, si lo querés lo hacés, si querés no lo hacés, no es cia en los talleres relacionalmente: por ejemplo, van 17
que las propuestas “los enganchen”. Los mismos alum- obligatorio como en Lengua. construyendo una imagen de cómo son los docentes
nos van eligiendo los talleres de maneras que definen La formulación “no obligatoria” permite que do- de la escuela en oposición a cómo son los docentes de
como bastante fortuitas: centes y alumnos construyan un pacto que se sostiene las materias convencionales:
-El profe este de Dibujo, me enteré por…no sé por sobre la idea de que ambos entran en relación porque - …[los docentes] son piolas…son copados…no son
quién, pero andaban boqueando que empezaba el taller “quieren”. Nadie los obliga a estar allí. Sin embargo, la como los profesores del curso que te tienen así…aparte
de dibujo y fui a ver qué onda y me quedé…y el de cine, no obligatoriedad no implica que el taller sea un espa- con respeto…o sea, yo les guardo respeto a ellos tam-
lo conocí al chabón arriba, estaban pasando unas pelí- cio sin normas. Las mismas son construidas in situ y bién, son más amigos… entrás más en confianza… más
culas y se nos puso a hablar y ahí dijo que iba a hacer un confirman que no es posible hacer cualquier cosa. La rápido. Son diferentes cosas, pero yo… me suelto… me
taller, y el Tuqui me dijo, un compañero me dijo que si propuesta es negociada entre jóvenes y adultos: los do- pongo a escuchar música. En el taller de teatro y me ol-
vamos, y yo le dije que no…que iba a estar aburrido…y centes se ajustan a los intereses de los alumnos y los vido de mucha gilada… yo estoy todo el día escuchando
ahora con el tiempo estuvo piola, tuve como cinco o seis chicos que no se sienten convocados, deben irse. Así, música.
clases y estuvo bueno… se instaura la primera regla: “si no te gusta, te vas”. También, por ejemplo, los docentes que coordinan
De casualidad o porque estaban disponibles, los ta- Los alumnos reconocen que no todo entra en el taller, algún taller y dictan materias en el ámbito formal des-
lleres se piensan de acuerdo con lo que los docentes siempre hay algo que queda afuera: algún problema tacan que la relación que han construido en el taller
interpretan que buscan los alumnos pero, como vere- personal ­si te peleaste con una novia o desencuentros redefine y fortalece el vínculo entre ellos y los alumnos
mos más adelante, también en función de “las búsque- con los compañeros­ que se dirime en otros espacios. en el espacio del aula.
das” de los profesores. Las narraciones de docentes y Al mismo tiempo, los límites entre el formato de la es- Esta “complementariedad” entre la escuela y el
alumnos se centran en la idea de que la elección de los cuela y el del taller son parte de redefiniciones cons- taller impide pensar la relación entre ambos espa-
talleres -ya sea, para asistir como para armarlos pero, tantes. Por momentos, los talleres son espacios donde cios de manera dicotómica. Los talleres se definen
Los talleres y la redefinición del vínculo docente-alumno

en la negociación –es decir, relacionalmente- con Igualmente, los talleres facilitan que la condición social Los talleres también constituyen un espacio de liber-
el formato escolar clásico lo que permite que sean y juvenil de los alumnos no quede fuera de los muros tad para los adultos. En el taller de cine de una escuela
pensados como un “espacio intersticial”: erosionan de la escuela2. Hoy día, los docentes conocen qué les de la zona sur de la ciudad, es posible ver “Las aguas
algunas dimensiones del formato escolar moderno ocurre a estos jóvenes por fuera de la escuela y, al me- bajan turbias”, “El caso argentino”, “Prisioneros de
pero sin llegar a subvertir completamente el orden nos en los talleres, eso es algo que se deja entrar. El ta- la tierra”, “Asesinato en el Senado de la Nación”, “La
en que son pensadas tradicionalmente las institucio- ller tiende vínculos con el afuera, sea ese afuera el aula, fuga”, “The cinderella man” -para hablar de la déca-
nes educativas. la calle, instituciones distintas de la educativa ancladas da del 30 o del self made man- “Res”, -para pensar
Como señala Nobile (2011), el formato de la es- en el barrio o lo que los chicos traen de su propia ex- acerca de la Primera Guerra Mundial-. El docente a
cuela moderna consolidó un vínculo, entre docentes y periencia. cargo del espacio es un preceptor que proyecta los
alumnos, sostenido por una asimetría fundada en un Pero si el formato escolar clásico solo tomaba en films y los integra con el contenido que los alumnos
saber que solo poseía el maestro y que le otorgaba au- cuenta a los jóvenes en tanto alumnos, también dejaba están viendo en Historia. En el taller, dice: “La idea es
toridad. Al mismo tiempo, los jóvenes solo ingresaban afuera al adulto en sus otras dimensiones identitarias, contar lo que sería la historia argentina y la historia
a la escuela en tanto “alumnos” y fuera de los muros fuera de su condición de maestro. Los talleres, enton- mundial, en… a través del cine. Porque yo soy profe-
de la institución quedaba todo aquello que tenía que ces, son también un posibilidad de abrir la puerta a sor de Historia, egresado del Joaquín V. González, acá
ver con su “realidad exterior”. Diversos análisis seña- aquello que los adultos traen del afuera. Los docentes trabajo como preceptor en el turno tarde los cuartos
lan hoy que las transformaciones culturales del mundo entran en escena involucrados desde la propia historia años. La idea surgió por el hecho de ayudar y compa-
18 contemporáneo han dinamitado la posibilidad de per- y la trayectoria personal en la formulación y desarro- tibilizar con los chicos de cuarto que tienen Historia
petuar un formato escolar sostenido sobre estas bases. llo de los talleres. Los adultos también construyen la del siglo XX y Estudios sociales argentinos, en cuarto
Los talleres aparecen en algunas escuelas como una propia biografía -y a partir de ella- a medida que se año. Para, o sea, acoplar a la materia, a las materias
respuesta paliativa a ese diagnóstico (Ver Tobeña en piensan los talleres3: que ellos tienen una mirada distinta de la historia”. La
esta publicación). –De movida te dije, para mí la escuela pública es una idea de armar el taller tuvo que ver con que los chicos
Las propuestas extracurriculares se presentan cuestión de militancia, esto está re claro. A esta altura exploraran a través del cine otros modos de acercarse
como espacios en donde es posible romper con la idea del partido yo vengo por una cuestión de militancia, no a esos períodos históricos.
instituida de que son los docentes exclusivamente los vengo a ganar plata porque la educación no da plata. Yo La formulación de la propuesta ­dice el maestro­
que definen lo que se debe o se puede hacer en la escue- gano guita de otra cosa, vendo cuadros, o hago dirección surgió de él mismo. Él le planteó a la Dirección del
la y lo que no. Esta redefinición de la asimetría consti- de arte, pero la docencia es un compromiso que yo tengo establecimiento incluir el cine en las aulas y la escuela
tutiva de la relación entre docente y alumnos ­es decir, conmigo mismo, ni siquiera con el país, conmigo, punto, armó un proyecto en conjunto con los docentes de
su renegociación­permite a los docentes construir una chau. Es una cuestión individual. Si quisiera tener una Historia. Como han mostrado Arroyo (2007) y Po-
nueva legitimidad para su rol. esperanza por el país, iría y militaría en un partido polí- liak (2009), los modos de entender lo social y de ver
-En los talleres es como que el vínculo que hay con tico. No, no me interesa, esta es mi militancia. a los alumnos se construyen en la intersección de sus
el… no es un profesor tampoco, o sea, el que guía el ta- múltiples experiencias. Muchas veces, la diversidad
ller, no es igual. Es como de una manera más… como de trayectorias les permite asumir posicionamientos
de no poner al profesor tan… arriba sobre los alumnos. 2 Sobre los talleres y la redefinición del oficio del alumno, ver alternativos ante la tarea de enseñar. Aquí, las narra-
Eh… y, además de que no está guiado por una nota nu- Tobeña en esta publicación. ciones respecto de cómo se pensó el taller o el por qué
mérica, es como que… se aprovecha de otra manera, me 3 Sobre los talleres y el perfil de los docentes, ver Ziegler en se está involucrado en su dictado, remiten necesaria-
parece, más rica en un sentido. esta publicación. mente a la experiencia de cada docente en particular
Victoria Gessaghi

y forma parte del “darle sentido” a la experiencia es- -Igual esta es una prueba… o sea, este taller… yo ya dos por los alumnos. Así, en las narraciones sobre
colar de maestros y alumnos. vengo trabajando cine con alumnos. Especialmente, los talleres, el reconocimiento pareciera ser recípro-
-Yo soy autodidacta; estoy acostumbrado de chico a en Sociología que, también, me habilita más libre- co. En primer lugar, los talleres son espacios funda-
ver películas. Entonces, paradójicamente, yo soy prove- mente poder hacerlo, entonces desde que empecé a dos sobre relaciones de “confianza” como condición
niente de una familia obrera, de clase obrera, entonces dar Sociología en el año 2004 en Provincia de Buenos necesaria de posibilidad. La confianza se basa en la
en mi familia se estilaba ver películas. Ir al cine o, inclu- Aires ya vengo trabajando cine, mostrando películas suspensión de miradas estigmatizadoras de los jóve-
so, ver películas en casa. Entonces, acostumbrado a ver y hablarlas con los chicos, eh… debatirlas… esa es la nes pensados con un desinterés absoluto por lo que
películas muy viejas, o… Yo tengo 28 años y (…) me fui idea. ofrece la escuela (Nobile, 2011). Esa apuesta -vital
formando de forma autodidacta. El hecho de estudiar Por supuesto, como suele ocurrir, esos márgenes de para la construcción de la autoestima y para gene-
Historia me hizo averiguar más. autonomía en un contexto de escasos recursos, ines- rar la posibilidad de pensar un futuro, como seña-
La particularidad del espacio radica en la “libertad” tabilidad de las fuentes de financiamiento y docentes la la Nobile-, no es gratuita, si no que se construye
que tienen los docentes para decidir qué hacer durante sobrepasados de tareas pueden ser vividos como “estar sobre un contexto de negociaciones y transacciones,
el transcurso de las propuestas que ellos mismos for- solos” e implican que los maestros deban autogestio- que se puede fundar sobre distintos reconocimientos
mulan y qué contenidos dar. Esto parece establecer nar hasta el más mínimo detalle para garantizar la con- o sobre reglas no escritas pero consensuadas entre
una novedad respecto de su trabajo habitual en el aula4. tinuidad del espacio: docentes y alumnos. De allí que, como dijimos más
-La diferencia está, primero, en el… en la selección -Hoy, por ejemplo, quería pasarles música y no tie- arriba, los talleres no son espacios desregulados sino
de contenidos. Acá los contenidos los seleccioné yo. Los nen el equipo, la otra vez lo traje yo, pero no me puedo instancias de múltiples negociaciones y reapropia- 19
otros los selecciono pero en base a contenidos generales venir cargada con el equipo, era estar también muy…o ciones de la forma escolar. En segundo término, los
que baja la currícula. Entonces yo no me puedo apartar sea, el colegio te da hasta donde puede y está perfecto y jóvenes también premian y reconocen a sus docentes
mucho. Eso es lo primero. Lo segundo es que está este tengo todo el apoyo, y puedo hacer lo que quiero, puedo la magnitud del desafío asumido. Ello permite la re-
tema de, bueno, de que acá soy más libre en el hecho de, traerle cualquier obra a los chicos, y nadie me va a decir construcción de la legitimidad docente, no ya desde
bueno, puedo hablar, dialogar más. En el aula puedo nada y eso creo que es impagable, pero también tengo la asimetría fundada en una autoridad por el saber
hacer lo mismo, pero en algún momento siempre tengo que traer mis herramientas... sino por un saber en un vínculo ganado, construido
que volver hacia el contenido específico. O sea, no me La participación en este tipo de proyectos se ex- y negociado (Nobile, 2011).
puedo apartar del contenido específico. Siempre tengo plica por elementos “vocacionales” que justifican el Al no ser obligatorios, los talleres sugieren la po-
que estar yendo hacia ahí. sacrificio cotidiano. Lo vocacional se anuda a lo tras- sibilidad de “ser elegidos”. En ese contexto de elec-
Como señalábamos al comienzo, en algunos casos, la cendente de la tarea y sobre todo a un tipo de grati- ción mutua se reconfigura el vínculo entre docentes y
experiencia del taller se articula luego con lo que tiene lu- ficación interior y subjetiva (Arroyo y Poliak, 2011). alumnos, ya que permite la construcción de relacio-
gar en el espacio del aula5. El mismo docente destaca que: La autorrealización y la transformación de uno mis- nes de reconocimiento entre ambas partes. Esa redefi-
mo a partir de la transformación de los alumnos se nición del lazo entre docentes y alumnos no tiene una
encuentra en el núcleo de este proyecto. Para los do- orientación unívoca, de arriba hacia abajo, sino que al
4 Sobre los talleres y la relación con la evaluación, ver Montes centes, la constante redefinición y adaptación a los no tener una orientación prefijada permite reestruc-
en esta publicación. chicos en el taller es un desafío personal que implica turar la experiencia escolar de jóvenes y adultos. Al
5 Y viceversa: algunos espacios son pensados desde la prácti- asumir la incertidumbre sobre la sustentabilidad del mismo tiempo, la no obligatoriedad del lazo parece
ca curricular; particularmente, cuando es un profesor de alguna espacio. Pero el compromiso de los adultos y el trato posibilitar más negociaciones que actos de resisten-
materia del currículum oficial el encargado del taller. diferencial hacia la tarea son premiados, reconoci- cia. Más apropiaciones que rechazos. La negociación
Los talleres y la redefinición del vínculo docente-alumno

implica dos sujetos que no borran la relación de auto- Bibliografía:


ridad sino que se “reconocen”.
ARROYO, Mariela, (2007): “Concepciones de solidaridad
* de docentes de nivel medio de la Ciudad de Buenos Ai-
res en un escenario fragmentado”, Ponencia presentada
La no obligatoriedad de los talleres sella sus con- en las IV Jornadas de Jóvenes Investigadores, Instituto
diciones de posibilidad. La relación entre docentes y de Investigaciones Gino Germani, Septiembre 2007,
alumnos que allí se configura está marcada por la ne- Buenos Aires.
gociación y la transaccionalidad (Menéndez, 2011) ARROYO, Mariela y POLIAK, Nadina (2011): “Discusio-
que garantiza la posibilidad que tiene el lazo de cor- nes en torno a fragmentación, identidades y compromi-
tarse. Sin embargo, al no ser obligatorio y ajustarse a so. Enseñar en las Escuelas de Reingreso”, en Tiramonti,
un número reducido de experiencias que no convocan G. (org) Variaciones de la forma escolar. Límites y
a una cantidad masiva de alumnos, la redefinición de posibilidades de la escuela media. Ed. Homo Sapiens,
ese vínculo en los talleres no implica una ruptura con Rosario
el formato escolar moderno. Configura, más bien, un BHABHA, Homi K. (2013): Nuevas minorías, nuevos de-
“espacio intermedio” que solo puede ser definido en rechos Notas sobre cosmopolitismos vernáculos. Siglo
20 relación con la escuela tradicional y como moderador XXI Ediciones, Buenos Aires.
de la crisis que atraviesa su formato actual. El vínculo MENENDEZ, Eduardo (2011): La parte negada de la
entre docentes y alumnos en los talleres se construye cultura. Protohistoria Ediciones, Rosario.
como un pacto entre dos sujetos en un “entre-lugar” NOBILE, Mariana (2011): “Redefiniciones de la relación
que, en un gesto de mediación entre la imposición y docente-alumno: una estrategia de personalización de
la resistencia, permite dotar de sentido el estar en la los vínculos”, en Tiramonti, G. (org) Variaciones de
escuela para ambos: docentes y alumnos. la forma escolar. Límites y posibilidades de la escuela
Pensar la configuración de los talleres como espa- media. Ed. Homo Sapiens, Rosario
cios “intersticiales” cuya condición de posibilidad es su POLIAK, Nadina (2009): “Reconfiguraciones en la edu-
configuración relacional en tanto son lo que le falta a la cación media: escuelas y profesores en una geografía
escuela, como espacios liminales en los que los sujetos fragmentada”, en Tiramonti, G. (comp) La trama de
devienen agentes activos reconocidos, es explorar su la desigualdad educativa. Mutaciones recientes en la
carácter ambivalente (Bhabha, 2013), es decir: su capa- escuela media, Manantial, Buenos Aires.
cidad de lograr socavar la hegemonía del formato esco-
lar moderno y, al mismo tiempo, permitir -justamente
así- su continuidad histórica.
Talleristas:
la figura
de los docentes
extraordinarios
Sandra Ziegler
Sandra Ziegler

22
Este texto repara en los docentes a cargo de los talle- escuelas: la conversión de una serie de saberes consi- Para incorporar a estas figuras, las escuelas cuentan con
res: una aproximación a quiénes son, cómo devienen derados relevantes en saberes escolares. Esta dinámi- posibilidades diferenciales de acuerdo a sus recursos
en talleristas, en qué consiste su trabajo. El propósito ca de recontextualización (Bernstein, 1988), propia materiales y simbólicos. Algunas escuelas convocan a
es plantear algunas ideas en torno a estas figuras que de la escuela moderna y de la conformación del cu- referentes destacados de distintos espacios culturales.
condensan un intento de ensayar otros vínculos entre rriculum, resulta matizada y atenuada por la presen- También, hay casos de presentaciones espontáneas de
profesores y estudiantes, que distan de las relaciones de cia de los talleristas que acercan su conocimiento a talleristas en las instituciones. Otras escuelas poten-
jerarquía y autoridad pedagógica planteadas habitual- la escuela eludiendo, de alguna manera, la condición cian los recursos acumulados en sus propios planteles
mente en la escuela secundaria. En cierto sentido, la de artificialidad de ese saber propio de la conversión docentes, identificando los perfiles proclives al trabajo
presencia de estos talleristas representa la tentativa de hacia las formas escolares. Su acción estaría próxima en talleres (profesores, preceptores, ex alumnos, entre
las escuelas de explorar una relación con el saber que a las condiciones de transmisión y circulación de sa- otros). Ya sea que se trate de personas reclutadas por
incluya a los profesores y estudiantes en otras formas beres y experiencias por fuera de los ámbitos esco- fuera de los equipos docentes de la escuela o que for-
de intercambio, con la pretensión de que resulten “ge- lares, evitando que estos resulten alterados y cobren men previamente parte de ella, la posición que pasan
nuinos” y “placenteros” para todos los involucrados. artificialidad para su implantación en los contextos a ocupar presupone el desempeño de una labor bajo
de divulgación escolar1. una serie de coordenadas que distan de los modos con-
Los talleristas asumen el trabajo escolar por el vencionales de trabajo de los profesores de las escuelas
¿Quiénes son los talleristas? Una figura para ex- placer de transmitir su saber. Sumado al dominio de secundarias.
plorar otro modo de ser docentes ciertas habilidades en el campo artístico-cultural, la En todos los casos, las figuras carismáticas despier- 23
escuela les brinda la posibilidad de efectuar una la- tan adhesiones. Como advierten nuestros entrevistados,
La condición de los talleristas se asocia a una serie de bor de producción con jóvenes que algunos conside- los talleristas que tienen “posibilidades de llegar a los
características ineludibles: conocer y ser dúctiles en el ran una oportunidad para capacitarse en otro cam- chicos” son aquellos que “ponen toda la carne al asador”
métier del taller que ofrecen y “capturar” el interés de po que habitualmente no frecuentan y capitalizar la para acercar voluntades al taller. Incuso, algunos “ema-
los asistentes al taller. De manera que los directores de experiencia que resulta del contacto con jóvenes en nan una paz y calma” que hacen que alumnos tildados
las escuelas, en general, refieren a estos docentes va- un espacio de transmisión y producción colectiva, en como “difíciles” participen de estos espacios. Además,
lorando los conocimientos genuinos que poseen en el donde ponen en juego una serie de recursos que tie- de su métier parecería que tienen ciertas condiciones
campo del taller. Estos conocimientos otorgan “auten- nen para ofrecer. personales que los convierten en figuras atrapantes que,
ticidad” al saber que circula en el taller, de modo que a partir de su convocatoria, logran continuidad en la
aquello que se plantea allí está despojado de la carga asistencia de los participantes al taller. E incluso, me-
artificial que podría asociarse con las formas propias 1 Mediante esta idea referimos a que en el espacio de los talle- diante el vínculo que entablan, facilitan la emergencia de
de la escolaridad. res la transposición didáctica que atraviesan los saberes y conoci- distintos aspectos de los chicos que el dispositivo escolar
Los talleristas son tanto en la escuela como fuera mientos para implantarse en el espacio escolar parecería resultar invisibiliza o que, en otros casos, estigmatiza.
de ella: poetas, lutieres, muralistas, músicos, mario- atenuada. Esto no quiere decir que los saberes circulantes en los De este modo, el vínculo que prima entre los ta-
netistas, etc. y el intercambio que producen con los talleres no atraviesen ciertas reconversiones para ser incorpo- lleristas con los asistentes al taller es de una autoridad
asistentes a los talleres se sustenta en esa condición. rados en estos espacios. Sobre la operación de transformación basada en un saber hacer, en la actividad placentera y
En cierta medida, no se calzan otro ropaje para tran- del saber en saber escolar y sus procesos de recontextualización, en la creación de una atmósfera donde acontece una
sitar la escuela. Mediante su trabajo parecería que se sugiere revisar los aportes de Chevallard (1998) y Bernstein producción del conjunto de los participantes. En las
eluden una condición muy presente y habitual en las (1988). palabras de una directora: “es increíble lo que se genera
Talleristas: la figura de los docentes extraordinarios

ahí alrededor de un paquete de bizcochos”; o la sorpre- La contribución disruptiva que advertimos en estos con grupos demasiado acotados numéricamente (los
sa que despierta en un director un tallerista que, por espacios se liga, entre otras cuestiones, a dos aspectos talleres no siempre son la opción más buscada por los
su parsimonia, “parece Ghandi” y logra inaugurar un presentes en el conjunto de los talleres indagados. jóvenes) y que es difícil involucrar a los destinatarios
espacio de trabajo colectivo insospechado con algunos En primer lugar, la relación entablada entre los in- en plazos muy prolongados. Esto último abre una ob-
estudiantes, sobre todo porque esos chicos habitual- tegrantes cobra una escala próxima e individualizada. servación colateral a este trabajo en relación con las
mente no se vinculan con la actividad que la escuela les Los talleres son espacios donde todos se conocen y hay búsquedas de los jóvenes en su tiempo libre y la dura-
propone en el día a día. compromisos mutuos. Los talleristas manifiestan que ción temporal en que resuelven involucrarse en dife-
Para los asistentes al taller, estas figuras son adultos pueden aproximarse a otros aspectos de los jóvenes rentes proyectos, así como el carácter de inestabilidad
diferentes por “la manera en cómo te hablan” y porque que, generalmente, el dispositivo escolar opaca. Así, e intermitencia de estas propuestas.
“son buena onda”. Además de resaltar las cualidades resulta frecuente la alusión a los chicos que “se desta- En segundo lugar, la posibilidad de que los talleres
personales, destacan que las condiciones y reglas de pan” en los talleres permitiendo que en las escuelas se resulten espacios de trabajo gratos y relajados está vin-
juego del taller facilitan la generación de vínculos. En adviertan potencialidades muchas veces ocultas. Ade- culada con la suspensión de los dos mecanismos centra-
este sentido, es crucial el papel que desempeña en esos más, en el espacio del taller, los participantes comentan les de control y disciplinamiento de la escolarización: el
espacios la suspensión de las condiciones coercitivas sus problemas o preocupaciones que no manifiestan en régimen de asistencia y de evaluación. La amplia mayo-
de la escuela ­punto que desarrollaremos luego-: la obli- otros ámbitos. Los directores y talleristas lamentan que ría de los entrevistados enfatizan esta cuestión: quienes
gatoriedad de la asistencia y, sobre todo, el sistema de los profesores de la escuela que no están involucrados realizan un taller, lo hacen por estricta opción personal.
24 evaluación. En palabras de uno de los asistentes: “como en los talleres no puedan visualizar estos aspectos, so- Además, la ausencia de las evaluaciones escolares dis-
acá no hay nota, es distinto”. bre todo de aquellos chicos vistos como “alumnos con tiende favorablemente el clima de estos espacios. Otras
Parecería que los talleristas, mediante su trabajo, problemas”. En este sentido, el taller y la labor de los formas de transmisión de saberes y de demostrar la peri-
desmontan la artificialidad y dejan a un lado el sinsen- talleristas se instauran como una operación exacta- cia sobre los mismos constituyen un objeto de reflexión
tido del dispositivo escolar, precisamente, porque el mente opuesta a los modos anónimos y masivos que que los talleres permiten visualizar para pensar en los
devenir del taller tiene una fuerte implicación de sen- presupone la gran escala del dispositivo escolar tradi- modos corrientes de hacer escuela.
tido para todos los participantes. Esto resulta singular cional, tendiente a invisibilizar a los alumnos2.
porque, los talleristas dominan también una serie de Podríamos señalar que la proximidad de los víncu-
cualidades presentes en lo escolar: las relaciones que los y la escala más acotada y “humanizada” facilitan el Los talleristas: entre el placer y el control de la
entablan no están exentas de autoridad, jerarquías, lí- devenir de estos espacios. Sin embargo, talleristas de escena escolar
mites, reglas, etc. Pero cada uno de estos componentes diferentes escuelas señalan que, en general, cuentan
tienen sentidos reconocidos como legítimos, pertinen- Tomaremos extractos de las entrevistas para introdu-
tes y, por lo tanto, todos los que participan se disponen cir una serie de reflexiones sobre los talleristas como
a producir un acuerdo que hace que el taller resulte un 2 En otras oportunidades hemos hecho referencia al papel de docentes que distan del orden escolar habitual. En
espacio permeado por una sensación de gratificación y las trayectorias acompañadas y tuteladas para referir a esta di- nuestro trabajo los profesores que son identificados
placer para los involucrados. námica (Ziegler, 2011). En estos casos el conocimiento del otro como los “mejores” docentes de los talleres son aque-
Tal vez, lo extraordinario del trabajo de estos talle- representa una condición absolutamente necesaria para entablar llos que resultan apasionados. En palabras de los direc-
ristas es que sus propuestas interrumpen en el régimen un vínculo entre docentes y estudiantes (Nobile, 2011). Para ver tores: “no cualquiera puede ser profesor de un taller”,
ordinario y el sinsentido que presenta buena parte de este proceso en escuelas que atienden a diferentes sectores socia- “son docentes especiales”.
la experiencia escolar. les sugerimos revisar Ziegler y Nobile (2013). Nos interesa presentar brevemente la caracterización
Sandra Ziegler

del trabajo de dos tallersitas como casos que se distan- chico tocaba la armónica y él una ´guitalata´ que es Notas de cierre y de apertura: los talleristas
cian de los profesores más convencionales. Su labor una especie de guitarra que hizo con una lata que sue- como “contra figuras”
resulta muy fructífera para pensar en las características na como un banjo y estaba todo el mundo ahí atento
que advertimos ante estas situaciones. escuchando a los dos”. Lo que sigue son una serie de ideas producidas ante
Uno de ellos es un marionetista. El director de la Parecería que estos talleristas ­como otros entrevis- los procesos advertidos en estas escuelas. Resultan en-
escuela afirma: “tiene toda la paciencia, se viste como tados en nuestro trabajo­, por características de perso- sayos o intentos en diferente grado y escala pero, en
´marionetista´ con sus cosas peruanas y del altiplano y nalidad y la posición vincular que asumen, despiertan todos los casos, devienen en alteraciones a las formas
tiene una paz de aquellas. Entonces, los pibes no pue- en los chicos la posibilidad de disfrutar de un espacio escolares más habituales e instauradas. Creemos que
den con él. Tiene tanta paz que no les dan ganas de de producción compartida. Son profesores “parados estamos ante propuestas que representan un modo de
hacerle quilombo”. en otro lado” que tienen “otra lectura y los chicos se explorar otras opciones, que inclusive pueden resultar
El director relata que este tallerista llegó a la escue- enganchan”. El “otro lado” condensaría una forma una “válvula de escape” (Tobeña, 2013 -en este texto)
la espontáneamente por un programa del Gobierno de de trabajo por fuera de las modalidades más conven- o una alternativa “para ajustar” (Fuentes, 2013- en este
la Ciudad de Buenos Aires para hacer una actividad cionales de los docentes. Según el director, cuando se texto) o re-equilibrar un modelo escolar que presenta
barrial. Cuando lo vieron trabajar con los chicos y los armó el grupo de lutería le decía al tallerista: “esto no dificultades para efectivizarse como lo ha realizado la
padres ­como todos estaban muy interesados hacien- es un grupo, es una banda, te armaste una ´banda de escuela moderna en otro tiempo.
do con él marionetas­ le ofrecieron ser tallerista en la delincuentes´. Lo decía jodiendo, pero de verdad eran Los talleristas condensan un modelo antitético a la
escuela (una escuela de reingreso de la zona sur). El pibes bastante complicados, con historias muy duras y figura del profesor convencional. Se constituyen como 25
marionetista, según comenta el director, “no tenía armaron con él cosas muy interesantes”. Son figuras una contra figura, que porta ciertas características que
experiencia de trabajo con adolescentes, ni en escuelas que instauran un clima de placer pero, también, re- resultan realzadas, asumiendo un lugar alternativo:
(…) inicialmente hacían marionetas de papel y ahora ponen un lugar de respeto y sosiego con los alumnos se busca en lo posible a quienes no estén “escolariza-
trabajan en otra etapa con materiales de carpintería”. más indóciles. De esta manera logran que en este espa- dos” en su función de transmisión, inclusive que no
Lo que el director rescata es el clima de trabajo que cio haya una producción compartida con algunos de posean experiencia docente con jóvenes en institucio-
genera esta figura. Según señala es un “tipo paz” y esta los jóvenes que la escuela no logra incluir plenamente nes educativas, que no cuenten con formación docen-
condición favorece la generación de un espacio de in- en su propuesta de trabajo. Así, los talleres emergen te inicial ad hoc, se valora su predisposición y algunas
tercambio muy especial. como un espacio donde se propicia una actividad que condiciones juvenilizadas, etc. En síntesis, se definen
El otro caso es un tallerista a cargo de un espacio combina tanto la gratificación como también el con- en oposición a aquello que resulta de las condiciones
de lutería. El mismo director asegura que en ese taller trol de la situación escolar. corrientes de los profesores ­así como sus formas de ac-
“ves una banda trabajando, haciendo instrumentos, re- Esta sucesión de citas nos permite indagar en algu- ceso y ascenso­formuladas por el sistema educativo que
ciclando tachos y radiografías para hacer los parches y nas observaciones que marcan la condición extraor- requiere prácticamente características casi contrarias:
tubos para hacer sicus”. Relata que “el otro día trajeron dinaria de estos talleristas con respecto a las formas titulación, experiencia escolar previa, valoración de la
una guitarra que encontraron en un tacho de basura, más instauradas de ser profesor y proponer algunas antigüedad en el puesto.
muy rota y la están resucitando, todos estamos espe- reflexiones finales proponer algunas reflexiones fina- Por otra parte, la importancia conferida a las cua-
rando que camine”. También destaca el intercambio les, en base a estas experiencias relevadas que requie- lidades personales y la presencia de los talleristas que
que genera este tallerista y la posibilidad que tiene de ren una revisión más amplia sobre los vínculos, los parecen funcionar a medida para el taller que dictan en
crear un buen clima compartido entre muchos. “El saberes producidos y su potencialidad trasformativa determinada escuela, con un grupo singular de alum-
otro día estaba tocando él algo que fue hermoso, un en relación a lo escolar. nos a los que deben seducir para asegurar la continui-
Talleristas: la figura de los docentes extraordinarios

dad del espacio del taller, contrasta con el principio de Resta la pregunta por la escala y extensión de este tipo Bibliografía:
“intercambiabilidad” (Birgin, 1999) de los profesores de propuestas, su “espíritu troyano” o de búsqueda
como criterio que permite la circulación y el supuesto para un re-equilibrio del orden escolar, así como tam- BERNSTEIN, Basil (1988): Clases, códigos y control, volu-
que postula que cualquiera está en condiciones forma- bién alguna reflexión futura sobre las relaciones de men 2, Akal, Madrid.
les y subjetivas para ocupar un espacio y ser profesor estas experiencias respecto de otras alternativas peda- BIRGIN, Alejandra (1999): El trabajo de enseñar. Entre
en toda escuela secundaria. De este modo, es factible gógicas que procuran ensayos de otros modos de hacer la vocación y el mercado: las nuevas reglas de juego,
vislumbrar el modelo de unos talleristas ad hoc, en escuela. Los talleres y estos talleristas forman parte de Troquel, Buenos Aires.
contraposición a la imagen de un docente universal estas búsquedas y de un proceso de movimiento en el CHEVALLARD, Yves (1998): La transposición didáctica.
­fácilmente sustituible­ que cuenta con una audiencia orden escolar, en ebullición y aún muy incierto. Incier- Del saber sabio al saber enseñado, Ed, Aique, Buenos
cautiva por el mero ejercicio de su función. to para sus actores y también para quienes procuran su Aires.
Todas estas cuestiones mencionadas nos permiten lectura y conceptualización. FUENTES, Sebastián (2013): “El ajuste al régimen escolar
pensar que la figura del tallerista se plantea en oposi- y la escuela como ¿centro cultural?: las configuraciones
ción, impugnando el régimen instaurado para la do- institucionales de los talleres en la Ciudad de Buenos
cencia. De modo que la búsqueda para reequilibrar la Aires”, mimeo.
propuesta escolar se efectiviza mediante la incorpora- NOBILE, Mariana (2011): “Redefiniciones de la relación
ción en los márgenes de las escuelas de estas figuras docente-alumno: una estrategia de personalización de los
26 antitéticas a los profesores. vínculos”, en Tiramonti, G. (org) Variaciones de la for-
Por último, una reflexión acerca de la presencia de ma escolar. Límites y posibilidades de la escuela media.
estos talleristas en el marco del cambio de una serie de Ed. Homo Sapiens, Rosario
reglas de juego o, mejor dicho, de invariantes que son TOBEÑA, Verónica (2013): “Tensiones entre la caja
constitutivas de la escuela moderna y que resultan sus- curricular y las propuestas extracurriculares. O de
pendidas para que el dispositivo del taller y para que cómo la escuela media ensaya respuestas a las “fallas”
estos docentes puedan hacer efectivo su trabajo. Como del formato escolar moderno frente a los desafíos de la
dijimos, la dinámica de trabajo en taller es posible en contemporaneidad”, mimeo.
tanto se produce un corrimiento de las coordenadas ZIEGLER, Sandra (2011) “Entre la desregulación y el
que estructuran a la escuela moderna. Nos referimos tutelaje ¿hacia dónde van los cambios en los formatos es-
a la suspensión del régimen de evaluación, al control colares?”, en Tiramonti, G (org) Variaciones de la forma
de la asistencia y obligatoriedad y la ruptura de una escolar. Límites y posibilidades de la escuela media. Ed.
asimetría basada estrictamente en un criterio de auto- Homo Sapiens, Rosario
ridad formal, que se reemplaza por la instauración de ZIEGLER, Sandra y NOBILE, Mariana (2013): “Persona-
vínculos más horizontales y una menor intensidad en lización y escuela secundaria: dinámicas de escolariza-
la conversión de los saberes del taller en términos de ción en diferentes grupos sociales”, en Revista Archivos
saberes escolarizados. En síntesis, el taller necesaria- de Ciencias de la Educación (FAHCE – UNLP), en
mente debe desmontar estos dispositivos y sus huellas prensa.
para ser un espacio “no escolar”, para hacerse lugar y
acontecer en ese mismo espacio.
Tensiones entre
la caja curricular
y las propuestas
extracurriculares
Verónica Tobeña
28
Verónica Tobeña

La escuela media está siendo objeto de variadas es- los talleres aquello que le falta a la escuela tradicional, por los talleres en la cultura escolar que promueve esta
trategias políticas y atravesada por múltiples inter- es decir, poner a jugar lo que la concepción moder- institución? ¿Cómo impacta en las actividades curri-
pelaciones, tanto de iniciativas que responden a la na de la educación excluyó de la propuesta escolar, lo culares que tienen lugar por la mañana, las actividades
macro política y que actúan “desde arriba”, como de que esta institución relegó de su órbita de interés, de extracurriculares que en el marco de los talleres dic-
intervenciones que tienen origen en su propio seno su campo de trabajo y de su ámbito de intervención, ta esta escuela por la tarde? Asimismo, nos moviliza
institucional. Se trata de mediaciones orientadas a revistiéndolo por lo tanto de un valor menor -cuan- la pregunta por el secreto del éxito de los talleres que
contrarrestar los efectos de su matriz elitista de ori- do no de un disvalor-, cristalizando así la relación de brinda esta escuela.
gen, la pérdida de relevancia cultural de su propuesta fuerzas que se impuso en la disputa por la definición Lo primero que se recorta al avanzar en esta inda-
formativa, sus patrones de socialización asimétricos del ethos escolar. gación son límites bien nítidos entre aquello que hace
que tienden a acentuar la autoridad adulta, así como En este gesto de rectificación de esas “fallas” al que a la formación dura o curricular que propone la escuela
sus mecanismos de disciplinamiento y su cultura es- hacemos alusión, aparecen cuestiones como las del y aquella enmarcada en la opción que representan los
colar selectiva, entre otras “fallas” que evidencia el placer, la pasión, vínculos más horizontales, la libertad, talleres. Lo que destacan los actores es un límite entre
formato escolar moderno, en virtud de ser hijo de la no sin entrar en tensión con sus pares opuestos. De esa algo que sería escolar y algo que no lo sería. Hablan del
cultura intelectual de la Ilustración, moldeado por tensión nos gustaría hablar aquí. “colegio colegio” para referirse a los contenidos obliga-
las necesidades de una sociedad industrial incipiente. torios o a los marcos en los que se despliega la activi-
Socavada la hegemonía de la concepción enciclope- dad curricular, mientras que usan expresiones del tipo
dista del saber y superadas las condiciones del capi- Tensiones “espacio cultural”, “no son talleres de escuela”, para 29
talismo industrial, la escuela de nivel medio padece el intentar transmitir algo del sentido que la experiencia
desacople que existe entre su programa institucional La experiencia que aquí se analiza es, entonces, la de de los talleres encierra para quienes participan de ella.
(Dubet, 2006) y el nuevo clima cultural que introduce los talleres extracurriculares en una escuela de gestión Lo que intentaremos en las siguientes páginas es explo-
la condición contemporánea. privada ubicada en un barrio de clase media-alta de la rar las tensiones que existen en esta diferenciación que
Este contexto ubica a la escuela secundaria en una zona norte de la Ciudad de Buenos Aires (Escuela A). se marca entre lo que ocurre por la mañana y lo que
búsqueda de identidad, le impone la necesidad de re- Y es, precisamente, esa propuesta, optativa y dictada a ocurre por la tarde en esta escuela, bajo la dicotomía
definirse a la luz de las exigencias del presente y de contraturno, la que constituye el corazón de su identi- escolar/no escolar.
las nuevas condiciones a las que se incorporarán los dad institucional. Nos proponemos pensar los sentidos
jóvenes que transitan por ella para prepararse para el que adopta la propuesta de los talleres como actividad
futuro. En esa búsqueda que realizan las distintas es- formativa extracurricular en una escuela en la que la Tensión 1: Deber vs. Deseo. O los talleres como
cuelas para dar respuesta al escenario que configura la opción por los talleres, de fuerte impronta artística y el lado B de la escuela
contemporaneidad, cada una despliega distintas estra- destacada por sus altos estándares de calidad -equi-
tegias y pone el acento en aspectos diferentes. parables a las mejores ofertas formativas que pueden “No estoy de acuerdo con estos planteos de especializa-
En estas páginas nos detendremos a analizar la encontrarse en cada una de las especialidades que es- ción en la escuela secundaria, que esto se ligue o adopte
estrategia desarrollada por una escuela en particular tán allí representadas-, constituye un fuerte pilar de su la forma de lo curricular. (…) justamente la condición
que consiste en una apuesta por los talleres extracu- perfil institucional y de su proyecto educativo. de la elección es un aporte… porque los pibes que están
rriculares. Intentaremos sostener que esta apuesta ¿Qué sentidos adopta la experiencia de los talleres ahí en un taller están ahí porque quieren y eso genera
constituye una lectura particular del problema que extracurriculares en una escuela que basa su singula- condiciones de aprendizaje, de producción y de partici-
estaría aquejando al nivel, que es reponer a través de ridad en dicha propuesta? ¿Qué papel juega la opción pación muy distinta”
Tensiones entre la caja curricular y las propuestas extracurriculares

Entrevista a Director haya hecho carne la idea de que el trabajo dignifica y lleristas, “acá no hay nota, te ponen presente – ausente,
que, entonces, cumplan con sus obligaciones labora- (…) pero es como que no importa… si no venís, listo. Es
Una de las tensiones obvias que se da entre la caja cu- les por razones que exceden la necesidad del salario las ganas, a mí me traes el deseo de estar acá, y vengo.
rricular y la propuesta extracurricular de los talleres pero vinculadas con la economía moral de los indivi- Por eso tenemos cafecito, mate, ponemos música, nos
tiene que ver con el carácter impuesto de la primera duos: el trabajo es bueno en sí mismo y la obligación traen música que hasta a mí me sorprenden (…) Hay
frente a la condición libre de la segunda, porque mien- es con uno mismo. Esta moral, aunque laica, se ins- toda una cosa que se va creando de lazo de confianza
tras el aprendizaje de los contenidos curriculares es piraba en la moral religiosa y estaba sostenida en el para laburar porque si no, es imposible, porque estás la-
obligatorio y no permite a los estudiantes la opción de valor del sacrificio y la postergación permanente de burando con el cuerpo todo el tiempo. Es muy difícil, si
sustraerse a los mismos, los alumnos se suman a los ta- la gratificación, que siempre se ubica en un futuro, no está la confianza, laburar con el cuerpo”.
lleres por elección, asisten a uno o varios de una oferta bastante inasible, por cierto. “Los talleres hacen que el cuerpo se ligue con el espa-
extensa y variada de opciones y no están obligados a La libertad concedida a los alumnos en el marco cio escolar de otra manera. Y poner el cuerpo no es dejar
permanecer en ellos si por alguna razón no desean se- formativo que configuran las actividades extracurri- el cuerpo ahí, simulando, e irse a otro lado, sino estar
guir participando de ese espacio. A su vez, el hecho de culares dictadas bajo la forma de talleres parece poner donde está su cuerpo”, explican.
que los alumnos no participen de algún taller no tiene un paréntesis a esta idea del deber laico que hizo suya La máxima que se impone en los talleres es la de
consecuencias en su performance académica, es decir, la escuela. En los talleres las condiciones de trabajo “pasarla bien”. Pero esa condición no aparece diso-
no repercute en el sistema formal de evaluación. Los que se establecen son: relaciones más simétricas, ba- ciada de la posibilidad de canalizar contenidos que,
30 alumnos asisten a los talleres si quieren, al que quieren sadas en el interés común en torno a una actividad, en definitiva, también son curriculares, aunque con-
y hasta que quieren hacerlo. donde la circulación del conocimiento y de los cuer- formen un paquete extracurricular. El trabajo y el
Podríamos plantear el contraste que esto abre en- pos adquiere una dinámica distinta a la que se pro- placer se encuentran en el espacio de los talleres. En
tre las condiciones que impone la formación curricu- duce en la escuela. Porque muchas de las reglas y las estas experiencias, el disfrute no queda disociado del
lar y las actividades extracurriculares de forma sim- pautas que la ritman entran en suspenso, dando lugar esfuerzo, y esto revierte la ecuación que asociaba los
plificada, ubicando a una del lado de lo obligatorio así a la experimentación y a lo lúdico, sin menoscabo procesos de enseñanza-aprendizaje al esfuerzo enten-
y a la otra del lado de lo electivo. Pero la díada obli- de la profesionalidad con la que se asume la actividad dido como sacrificio -procesos a los que les es inhe-
gación-libertad que configura la convivencia de estos en cuestión. Entonces, por el tipo de relaciones es- rente el aburrimiento y la carencia de atractivo-, en
dos esquemas de trabajo al interior de una escuela tablecidas pero, fundamentalmente, en virtud de su cambio conecta a los alumnos con algo que tiene que
merece un análisis de esa tensión. Porque la obliga- carácter opcional, los talleres reemplazan el ideario ver con sus intereses y sus inclinaciones personales y,
toriedad en la que se sostiene la pata curricular de la del deber por el del deseo. De este modo, dejan sin en algunos casos, hasta consigue apasionarlos o inter-
escuela se fundamenta en una cultura del deber que efecto el valor concedido al sacrificio y, en su lugar, se pelar su vocación. El plus de los talleres parece estar
hoy está en declive (Lipovetsky, 2000). La escuela, en nutren de la gratificación, de la satisfacción, de aque- en el maridaje que consiguen entre los contenidos de
tanto dispositivo disciplinario y pieza del entramado llo que resulta estimulante e interesante, aquí y ahora. valor cultural, que cumplen altos estándares de cali-
institucional moderno, se hizo cargo de preparar para Es muy difícil pensar un funcionamiento sostenido dad profesional, y un fuerte entusiasmo de los parti-
el trabajo, de modelar hábitos y disposiciones en los de los talleres sin la convocatoria del deseo, de las ga- cipantes. La experiencia se monta, entonces, en una
sujetos sobre los que su programa institucional opera nas de estar ahí, sin una interpelación genuina de los propuesta fuertemente comprometida con elevados
para generar los recursos humanos que el capitalismo alumnos. niveles de exigencia que no menoscaba la posibilidad
industrial necesitaba para su desarrollo. Lo que esa Quienes eligen asistir a los talleres “están presen- de disfrutar de estos procesos de formación por parte
fase del capitalismo necesitaba era sujetos en los que tizados de una forma comprometida”, aprecian los ta- de los alumnos.
Verónica Tobeña

¿Cómo ponderar la tensión que introduce la ló- creativa y expresiva en la escuela secundaria tiende a proyecto cultural moderno fue la encargada de ins-
gica del deseo que traen los talleres con la lógi- desaparecer como si esto fuese sólo una cuestión asocia- trumentar la transmisión de las jerarquías culturales
ca del deber de la que es portadora la escuela? da a los juegos de niñez…” surgidas del proceso de disciplinamiento de los saberes
por el cual el poder construye su alianza con el saber
La satisfacción, el deseo, las ganas, la pasión, y aque- (Foucault, 2000).
llos valores que entran de la mano de los talleres a la Entrevista a Director Ahora bien, esta expansión de los talleres junto con
escuela, históricamente despreciados por esta insti- la introducción de nuevas variantes a la matriz científi-
tución, ¿producen una inflexión en la misma? ¿Hay Los talleres también introducen tensiones en lo que ca adoptada por la escuela –matriz que no es exclusiva
reconfiguraciones del “paquete moral” que transmite respecta a la definición del paquete cultural a trans- de la institución en la que se centran estas líneas, sino
la escuela en virtud de los talleres o se trata de cam- mitir, porque al tratarse de actividades de formación que atraviesa también a escuelas de gestión pública y
bios que están allí para no transformar, para apun- inscriptas en el ámbito de las artes y las disciplinas otras privadas, con perfiles institucionales variados- se
talar los rasgos más escolares de la escuela? ¿Están expresivas, e incluir contenidos vinculados a ciertos produce en un contexto en el que la experiencia esco-
los talleres abriendo el camino a una transformación oficios, curvan la vara en el sentido opuesto al canon lar tradicional va perdiendo relevancia cultural en vir-
más radical de la escuela o constituyen su válvula de escolar tradicional. tud de la brecha que se abre entre ella y las dinámicas
seguridad, su modo de oxigenarla para que perma- La idea de canon escolar, en lo que hace al plan de culturales y tecnológicas de la contemporaneidad. Es
nezca inmutable? estudios, refiere a una selección cultural que se toma decir, el mundo para el que fue creado la escuela, hege-
por el todo o sintetiza el promedio -o lo más desta- monizado por la cultura intelectual de la Ilustración y 31
cado de ese todo-. Es decir, en determinado contexto regido por las necesidades económicas del capitalismo
Tensión 2: Disciplinas científicas vs. Discipli- sociohistórico, son recortadas y rescatadas aquellas industrial, hoy se ha transformado configurando una
nas artísticas / oficios. O los talleres como el manifestaciones de una cultura consideradas dignas contemporaneidad que colisiona con los supuestos so-
canon contraescolar de ser transmitidas a las nuevas generaciones para bre los que se sostiene la propuesta cultural de la escue-
mantener la identidad cultural y manejar el conjunto la. Al mismo tiempo, los propios alumnos evidencian
“En el caso de nuestra escuela, los talleres, aunque no de conocimientos que se presumen relevantes para su la pérdida de sentido que tiene para ellos eso que circu-
todos, en su gran mayoría están ligados a lo artístico- incorporación al intercambio social. En suma: el arbi- la por la escuela, dando lugar a lo que algunos teóricos
expresivo, tienen que ver con… nosotros creemos que trario cultural de la escuela, para decirlo en los térmi- denominan “experiencias escolares de baja intensidad”
hay cierta cosa de lo transgresivo, de lo transgresor de nos de Bourdieu. (Kessler, 2007).
la adolescencia que tiende, para muchos pibes, a des- El canon constituye así una vara o norma a partir Las distintas propuestas formativas que integran
plazarse en ámbitos…., a sublimarse en ámbitos de de la cual establecer inclusiones y exclusiones. En lo los talleres de la escuela de la que aquí nos ocupamos
producción creativa. Hay muchos adolescentes intere- que respecta a la definición curricular de la escuela, están, como dijimos, mayoritariamente ligadas a lo
sados por hacer experiencias y aprendizajes vinculados ese trazado redundó en un currículo centrado en las que sus propios protagonistas y promotores inscriben
con las artes. La adolescencia, en nuestra experiencia, disciplinas científicas, que colocaba en sus márgenes a dentro de “lo artístico - expresivo”. Creemos que la
es una etapa de… hasta te diría que es la etapa de más las disciplinas artísticas, -cuando no quedaban direc- reivindicación que hace esta escuela del Arte en gene-
potencial creativo y las artes, digamos, tienen esta tamente expulsadas-. Esta definición de corte huma- ral y las disciplinas expresivas en particular, a partir
fuerte asociación con lo creativo y lo expresivo y pa- nista con centro en la ciencia, vale decirlo, fue la que del contenido que se dicta en los talleres, no es inocua
radójicamente, en general, sucede en el sistema, en las promovió la Modernidad como proyecto político y para el canon escolar que prefigura esta institución. Y
escuelas, que todo lo que tiene que ver con la propuesta cultural. La escuela, como institución privilegiada del el canon entendido aquí no sólo como arbitrario cul-
Tensiones entre la caja curricular y las propuestas extracurriculares

tural sino como gesto normativo, como aquello que traescolar (si es que convenimos caracterizar de este escolar, los estudiantes aprenden a lo largo de los años
fija, que se torna vara o norma. El eje artístico que se modo a estos talleres) que tiene como marca de origen el oficio de ser alumno.
elige para desplegar en los talleres parece introducir una condición marginal, ya que se dicta en horario Los rasgos y atributos que la escuela proyecta so-
una cuña a la dinámica canonizadora/canonizante extraescolar, es de carácter optativo y no tiene inci- bre la figura del alumno, en su expresión más canó-
que prima en la escuela; parece poner un paréntesis a dencia en la promoción de los estudiantes, es decir, nica presentan algunas discontinuidades respecto al
los sistemas de normas que regulan las relaciones en- que constituye una propuesta de formación que está perfil de alumno con el que dialogan los talleres. Lo
tre docentes y alumnos (marcadas por la asimetría y la diseñada para no alterar el núcleo curricular de la es- que surge en las entrevistas a directivos y talleristas
jerarquía), las relaciones entre pares (ya que aparece la cuela y la dinámica y las condiciones bajo las que se de esta escuela es una suerte de papel redentor que
dinámica de trabajo más colaborativa y colectiva), las despliega. estarían cumpliendo los talleres para los alumnos por-
dinámicas de una clase (fuertemente ritualizadas), los que, en virtud de ellos, se resignifican las valoraciones
modos de disponer los cuerpos en el aula, el abordaje y los rótulos con que suele clasificarse a los estudiantes
del conocimiento y la definición de los sujetos (que ya Tensión 3: Buenos alumnos vs. Malos alumnos. en muchas ocasiones. “Uno de los problemas de las es-
no es el sujeto racional de la ciencia sino que es el suje- O los talleres como una resignificación del ofi- cuelas es el de los buenos y los malos alumnos” dice al
to definido por el arte, en el que se restablece la condi- cio del alumno respecto el director mostrando cómo su escuela busca
ción humana ligada a la sensibilidad, a las expresiones diferenciarse de esta concepción: “Si tu posibilidad de
de la subjetividad y las manifestaciones de la creativi- ¿Y tenés compañeros de la misma división que no ha- ser reconocido sólo tiene que ver con que te saques de 8
32 dad). La cosmovisión del arte es distinta de la que sos- cen talleres? para arriba en las materias más importantes, esto para
tiene la ciencia y suele introducir una mirada crítica -Sí, tengo muchos pibes puede ser inaccesible. Entonces, si hay
a lo establecido, trae una perspectiva que es diferente ¿Y por qué crees que no hacen ninguno? otras posibilidades de ser reconocido, de ser valorado,
a la que adopta la ciencia y por lo tanto, reveladora -La verdad es que no sé, porque viniendo a este colegio, de ser aplaudido, de mostrar algo a los otros, de prepa-
y habilitadora de otras maneras de interactuar con el debería hacerlo… por decisión personal, no sé… por- rarse para presentar… bueno, esta cosa de ser buen o
mundo. Tal como queda expresado en el epígrafe que que este colegio tiene una orientación artística que es mal alumno tiene que ver con la calidad de participa-
recupera las palabras del director de esta escuela, los teatro, o acrobacia, malabares, o música, si no tenés ción y no sólo en las notas a las que podés acceder en las
talleres incluyen algo de la transgresión, de la mirada ningún parentesco con eso, no lo hacés, te limitás a lo materias más importantes”.
crítica hacia lo establecido, y esto se manifiesta en dis- escolar, y lo de siempre Los talleres permiten mostrar a los “malos alum-
tintas dimensiones (la de los vínculos, la de los valores nos” su potencial, su capacidad, hacen visibles las
que entran en juego, la de los contenidos). condiciones que los chicos portan y que el forma-
Quizás, una vez más, lo que resta pensar es cómo Entrevista a Alumno to tradicional invisibiliza u opaca. En el contexto de
ponderar si la fuerza que tienen los talleres en la im- los talleres, muchos jóvenes sobre los que pendía la
pronta institucional y el peso que adquieren para con- Otra de las tensiones que producen los talleres en esta etiqueta de “mal alumno” basada en un desempeño
figurar la identidad de esta escuela están ligados a esta escuela es la que problematiza a la figura del alumno. académico insatisfactorio, encuentran el marco ade-
apertura que los mismos operan a lo contracultural, Esta figura, junto con la del docente, es paradigmática cuado para desplegar aptitudes o simplemente de-
contrarrestando así la cultura escolar más canónica y de la escuela, en tanto ella misma da forma a la idea de mostrar que son capaces de engancharse con aquello
delineando otro modelo institucional. canon escolar que establece, en base a ese sistema de que estos espacios de formación proponen, capitali-
Tal vez la pregunta que debamos hacernos es cuál inclusiones y exclusiones que construye, lo que es un zando esos contenidos y aportando al desarrollo de
es el potencial transgresivo de una propuesta con- buen y un mal alumno; y, como parte de esa cultura los mismos. Incluso, a través de la experiencia de los
Verónica Tobeña

talleres, algunos estudiantes que eran estigmatizados vertirse en la pregunta de qué manera potenciar al devaluado lo escolar en su aspecto curricular. Incluso
por cuestiones disciplinarias dan cuenta de que el alumno en su materia”. a veces en su propia biografía escolar. Entonces esto
comportamiento que es sancionado por la mañana no Como algunos docentes de la mañana tienen a su es algo que cuesta ligar”.
constituye un obstáculo para el buen desarrollo de las vez a cargo algún taller, en estos casos la escuela consi- Entonces, ¿dónde reside la posibilidad de ligar am-
actividades de la tarde. gue la tan ansiada síntesis entre ambos idearios: “estos bos idearios? Es interesante constatar que las autori-
Esta brecha valorativa respecto de los alumnos sí tienen una visión más integrada de la propuesta” dis- dades y docentes de esta institución hacen recaer en
que se abre entre los representantes de la escuela por tingue el director. Sin embargo, esta doble inserción el alumno esta posibilidad. “Hay algo que se liga en los
la mañana y quienes están en ese lugar por la tarde, en la escuela no es la más común, y lo que prima en- pibes”, dice el director. ¿Cómo? El director ensaya la
nos habla de los distintos idearios y expectativas so- tonces en las relaciones entre esos dos espacios son, en siguiente explicación: “A ver… si pudiera poner en la
bre los estudiantes en los que esos dos modelos de sus palabras, “los prejuicios”: “lleva mucho tiempo que cabeza de un pibe esto… pensaría que este colegio que
formación se fundan. Esta convivencia no está exen- un docente de geografía llegue a valorar que un pibe, al me propone cosas que me interesan probablemente tam-
ta de tensiones y de conflictos. En efecto, durante las cual no le va bien en su materia saque buenas fotos y bién me está proponiendo otras cosas que aún no me in-
entrevistas, tanto el director de la escuela como la las exponga y cuánto esto le aporta a ese pibe, y cuanto teresaron, pero que puedan interesarme”. El pibe, como
directora de talleres aluden a la aún escasa sinergia eventualmente lo puede ligar a la escuela y a la geogra- dice el director, está ahí por esas cosas que le interesan,
entre ambas propuestas, a las dificultades para conse- fía, a la disciplina…., lleva mucho tiempo”. por los talleres. Porque como nos decía un alumno:
guir una identidad entre lo que ocurre por la mañana La existencia de este hiato es uno de los principa- “uno viene a este colegio por el parentesco que tiene con
con lo que tiene lugar por la tarde, cargando las tin- les focos de tensiones entre docentes de la mañana lo artístico”. Eso es lo que lo liga al colegio, que ade- 33
tas sobre la responsabilidad que tienen los docentes y de la tarde, en lo que al trabajo con los estudian- más hace de los talleres su sello institucional, su marca
de uno y otro espacio para operar esta conciliación. tes respecta. En este sentido, el director explica en identitaria. En este sentido es que planteamos la hipó-
“Los docentes curriculares algunas veces en el año tie- la entrevista: “Bueno, vos sabés, que hay una cosa tesis de la resignificación que opera esta escuela en el
nen oportunidad de ver a los chicos en otra situación, de mucha… en la escuela media sobre todo hay una oficio de ser alumno. Si en la experiencia de los talleres
que no es la de estudiante de su materia, -explica al cosa…. Bueno esta es una escuela media con buenos se cifra el vínculo que la escuela arma con los estudian-
respecto el director- y en general se sorprenden muy docentes, y estos buenos docentes tienen una cosa de tes, podría pensarse que la suspensión del dispositivo
gratamente, ‘ah, mirá fulano’”. Si bien la exposición sobrevaloración de la propia disciplina, como que escolar sobre la que dicha propuesta de formación se
del docente curricular a producciones o actividades todo lo demás… para un docente social las matemá- monta produce modalidades de alumno distintas a las
de los jóvenes que se dan por fuera de su espacio de ticas no son significativas y mucho menos significa- que genera el dispositivo escolar tradicional y con ellas,
formación abren la posibilidad de que se ponga en tivo es Teatro. Estoy generalizando, no en todos los nuevas maneras de entender ese oficio, como queda
tela de juicio algunos de los supuestos sobre los que casos es así. Cuando incorporamos nuevos docentes planteado en la siguiente reflexión de la directora de
se monta el concepto de buen o mal alumno, la fuerza al equipo curricular nos interesa que por ahí tengan los talleres de esta escuela inspirada en el caso de un
de los esquemas de partida o las jerarquías que fun- experiencias propias de desarrollo en el campo de lo alumno:
cionan entre las disciplinas no siempre permite que la artístico-expresivo, no porque lo vayan a aplicar acá “Un pibe que parecía que no avanzaba, y encon-
autocrítica se concrete. “El tema” -para decirlo en los sino porque el diálogo tal vez es distinto”. Mientras tró ese lugar y entonces ahora a la mañana es un pibe
términos del director de esta escuela- “es cómo este tanto, respecto de los docentes de talleres el director brillante. Ahora me acuerdo de un pibe de primer
‘mirá fulano’ se puede convertir en… no en ‘qué hijo dice que “es gente que ha hecho recorridos de forma- año, Francisco, que es un pibe que llegó al colegio con
de puta, no estudia geografía y ensaya teatro’, sino en ción, aprendizaje y experiencias en distintos campos muchos quilombos y la profe de pintura me dice ‘che,
‘mirá el potencial de ese pibe’; la sorpresa puede con- de lo artístico-expresivo y tienen, al mismo tiempo, estoy maravillada con un pibe, no puedo creer lo que
Tensiones entre la caja curricular y las propuestas extracurriculares

pinta. Francisco’. Entonces Francisco ahora trajo sus como una propuesta que se arma como alternativa o menta el director. Por eso, en la elección de los talle-
cuadros, entonces ahora Francisco es ‘el Francisco que némesis de la escuela, visibilizando todo aquello que ristas, explican las autoridades, hay cuestiones fun-
pinta esto’”. el dispositivo escolar opaca, constituyéndose así en damentales a detectar: “Tienen que ser adultos, tienen
Una de las preguntas que emergen es si esta re- anzuelo para la escuela, en su carnada. que poder comprender que están en una escuela y que
significación de la figura del alumno que motoriza Si bien esta es la línea de razonamiento que des- hay ciertas cuestiones vinculadas a las normas, a los
el espacio de los talleres representa una bisagra para plegamos hasta aquí, lo cierto es que esta posibili- modos de comunicación, etc., que son propios de un
pensar una concepción de los estudiantes más cen- dad no obtura una de las derivas que asumen los espacio escolar”. De modo que la escuela presiona so-
trada en su condición juvenil y, por lo tanto, menos talleres en esta escuela: la que los lleva a percibirlos bre los talleres para que ciertas cuestiones no rebasen
prescriptiva y circunscripta a una construcción abs- como amenaza. Es decir, ese potencial atractivo que ese espacio, o que no se transgredan ciertas pautas
tracta, definida unívocamente en relación a lo escolar, encierran los talleres para la escuela por su carácter escolares que deben regir el conjunto de las activida-
o si constituye un mecanismo nuevo a partir del cual transgresor de las reglas, las pautas, los valores y el des que allí tienen lugar.
la escuela establece su canon de alumno, es decir, si tipo de vínculos asimétricos que estructuran la vida
simplemente es el relevo de una forma de concebir al escolar, tiene como contracara, como efecto colateral
buen alumno por otra, en la que se ponen en juego no deseado, el germen de su amenaza. Al cimentarse Tensión 5: La escuela como institución total.
otros atributos en el oficio de ser alumno, pero que, sobre una lógica tan distinta a la escolar los talleres Los talleres como control
igualmente, tiende a su canonización. producen, de un modo sutil, condiciones de trabajo
34 que pueden estar reñidas con las que corresponden a “La escuela se rearma como una especie de centro cul-
una escuela. En efecto, el discurso de las autoridades tural… Casi como si fuera otro lugar,
Tensión 4: ¿Los talleres como anzuelo o los ta- de la escuela y de los responsables de la parte de taller pero con la ventaja de que no es otro lugar…”
lleres como amenaza? transmite la preocupación y el empeño que es nece-
sario poner para que los talleres discurran por los
“Estos primero vienen como agotadores, porque tenés marcos normativos que definen a una escuela, para Entrevista a Director
que enmarcarlos todo el tiempo, pero todo el tiempo y que no adopten comportamientos, rasgos o pautas
es muy difícil, porque tenés que decirles ‘¿dónde estás?’, impropias de una institución educativa como la es- “(…) como si fuera una escuela dentro de otra escuela;
‘en el taller’, ‘¿de dónde?’, ‘¿cómo de dónde?’, ‘estás en colar. En este punto, si los talleres constituyen una como que se alimentan una de otra pero a su vez, fun-
un taller que, ¿dónde está ese taller?’ , ‘en la escuela’, fuente de atracción y aportan una bocanada de aire cionan independiente”
‘bueno, y en la escuela qué onda, ¿vos así te conducís?, fresco a las rígidas estructuras escolares, tienen como
¿hablas así, te referís a las cosas así?’. Entonces también revés la posibilidad del desborde, de la transgresión
es todo un tema”. de las reglas escolares y en este sentido pueden repre- Entrevista a Tallerista
sentar una amenaza para la institución, una fuente
de potenciales conflictos en tanto pueden redundar Si bien hasta aquí desplegamos una mirada sobre los
Entrevista a Tallerista en obstáculos para la tarea de formación curricular. talleres que subraya aquellos aspectos que los distan-
“Los conflictos tienen que ver con cierta dificultad de cian de la cultura escolar (la puesta en valor del de-
Los ajustes al dispositivo escolar que operan los talle- los docentes, sobre todo cuando son muy nuevos en el seo, de las disciplinas artísticas, de nuevas maneras
res bien podrían pensarse como una estrategia ten- colegio, de sostener la propuesta de trabajo creativo de ser alumno), esta experiencia también es pasible
diente a “enganchar” a los alumnos con la escuela, reconociendo que están en un ámbito escolar”, co- de ser analizada bajo la hipótesis de la escuela como
Verónica Tobeña

institución total (Goffman, 1970), lo cual pondría al- el tiempo de los alumnos por medio de la generación los conduzcan hacia la autonomía adulta o simple-
gunos matices a las lecturas hasta aquí ensayadas. Es de una batería compleja y completa de actividades mente los abran a nuevos espacios de socialización e
decir, podríamos ver la emergencia de la propuesta de que se diseña en diálogo con el perfil sociocultural interacción, o contribuyan a ampliar sus ámbitos de
los talleres, no sólo como una experiencia tendiente a de sus “clientes”1. circulación espacial y social a partir de la red de con-
contrarrestar los aspectos más rígidos del dispositivo Así, de acuerdo a la lectura que realiza del perfil tención que implica la escuela. El Programa de For-
escolar sino, por el contrario, como una apuesta del sociocultural de las familias que atiende, esta escue- mación de Espectadores en virtud del cual la escuela
dispositivo escolar para gestionar el tiempo no esco- la se transforma por la tarde en “un centro cultural”; organiza y tutela la asistencia a los espectáculos tea-
lar de los jóvenes, del que bien podrían encargarse su batería de talleres abarca distintas expresiones del trales se inscribe dentro de esta propuesta, así como
otros espacios y/o instituciones. espectro artístico y apuesta a complementar su oferta la oportunidad de tramitar la licencia de conducir de
Esta propensión de las escuelas a constituirse curricular con una formación integral de los alumnos la mano de la escuela gracias al convenio que la ins-
en instituciones totales ya había sido señalada para que se piensa, fundamentalmente, con centro en la titución mantiene con el Automóvil Club Argentino
ciertas escuelas de elite por algunas investigaciones cultura. Escuela de teatro, de música, de artes visua- (ACA). Asimismo, algunos docentes de talleres ­como
de este mismo grupo (Ziegler, 2004). Esos estudios les, talleres de danza, escultura, pintura, murales, fo- el de murales­refieren algunas situaciones vividas con
leían la monopolización del tiempo de los chicos por tografía, cine y guión, configuran un abanico amplio los alumnos en el marco de actividades realizadas por
parte de la institución escolar como el modo en que y variado de alternativas que bien puede asemejarse fuera del colegio, que son bien ilustrativas, no sólo
las escuelas, a partir de la demanda de las familias, al tipo de propuesta que ofrece un centro cultural. La del tipo de acompañamiento del que la escuela se
buscan dar respuesta al proceso de desinstituciona- escuela también brinda talleres de periodismo, perio- hace cargo, sino de los escasos recursos con los que 35
lización (Dubet, op. cit.) que vive la sociedad refor- dismo deportivo, de radio, arnés, tela aérea y trapecio cuentan los alumnos de esta escuela para tramitar si-
zando su propia propuesta institucional. La necesi- y hasta juegos de rol, incluyendo en la definición que tuaciones de la vida cotidiana y para manejarse en la
dad de la familia de encontrar espacios confiables y hace de la cultura expresiones artísticas de corte más ciudad.
atractivos para que sus hijos pasen el tiempo de un contemporáneo, la formación en ciertos oficios y el Las autoridades de la escuela subrayan la ventaja
modo que suponga algún enriquecimiento personal cultivo de ciertas aficiones. de contar con un centro cultural sin necesidad de salir
(a partir de la imposibilidad de ocuparse ella misma La idea es canalizar, por vía de la escuela, el am- de la escuela. El énfasis se halla en la posibilidad de
de la gestión de este tiempo en virtud de la emanci- plio espectro de actividades que en materia artística adaptar toda una parafernalia cultural al propio en-
pación de las mujeres de estas obligaciones con su puede contribuir al desarrollo de los chicos, de modo tramado institucional escolar. En este sentido parece
incorporación a la vida pública), junto con el estre- que sus padres cubran esta expectativa respecto a la atinado pensar a los talleres como control o el meca-
chamiento de opciones que supone la amenaza que formación de sus hijos a través del mismo espacio nismo que encuentran escuelas de este tipo para ex-
representan para estos grupos los espacios públicos escolar. Pero si esta escuela funciona como institu- pandir a las actividades extraescolares la membrecía
de socialización (la calle, la plaza, el club, etc.), ha- ción total es también porque su trama institucional se institucional que otorga una filiación como la escolar.
cen de la escuela una opción atractiva para tal fin. propone como opción disponible y competente para La escuela, gracias a su oferta extracurricular, se pre-
Estas escuelas, dicen estas investigaciones, “se pare- acompañar a los jóvenes en aquellos derroteros que senta como la llave a un intercambio social controla-
cen cada vez más a la población que reciben”, porque do y seguro en términos de reproducción de ciertos
arman su propuesta institucional con arreglo a las valores, y a un intercambio cultural rico y deseable
necesidades de su público y en función de sus carac- 1 “El director es un gran empresario”, dicen de la máxima au- para la inserción de los jóvenes a la actividad social,
terísticas socioculturales. Su estrategia es la de asu- toridad de esta escuela las docentes de taller a propósito de su según la definición del futuro que realizan estos gru-
mir como propia la responsabilidad de “llenar” todo capacidad para gerenciar esta propuesta institucional. pos; intercambios que, de no estar mediados por esta
Tensiones entre la caja curricular y las propuestas extracurriculares

institución, probablemente hubieran resultado de un Bibliografía:


acceso más incierto para estas familias. De esta ma-
nera, la escuela se constituye en el principal ampa- DUBET, François: El declive de la institución. Profesiones,
ro para capear la incertidumbre que impone nuestro sujetos e individuos en la modernidad. Gedisa, Buenos
presente a estas familias. Aires, 2006.

FOUCAULT, Michel: Defender la sociedad. Curso en el


Talleres: ¿válvula de seguridad o alternativa Collège de France (1975-1976). Fondo de Cultura Eco-
para la escuela? nómica, Buenos Aires, 2000.

Lo que se nos impone tras el recorrido propuesto has- GOFFMAN, Erving: Internados. Ensayo sobre la situación
ta aquí es una pregunta en torno al papel que están social de los enfermos mentales. Amarrortu, Buenos
llamadas a jugar propuestas extracurriculares, como Aires, 1970.
la de los talleres, en esta escuela: ¿Apuntan los talleres KESSLER, Gabriel: “Escuela y delito juvenil. La experien-
a constituirse en la punta de lanza de una transfor- cia educativa de jóvenes en conflicto con la ley”, en Re-
mación escolar?, ¿constituyen este tipo de propuestas vista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 12, núm.
36 formativas experiencias pilotos orientadas a ir trans- 32, Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C.,
formando la cultura escolar? ¿O, deberíamos pensar, México, enero-marzo 2007, pp. 283-303.
por el contrario, que más que un intento por con- LIPOVETSKY, Gilles: El crepúsculo del deber. La ética
solidar una propuesta educativa alternativa a la que indolora de los nuevos tiempos democráticos. Anagrama,
desarrolla el dispositivo escolar tradicional, los talle- Barcelona, 2000.
res están llamados a jugar una función de puntal de ZIEGLER, Sandra: “La escolarización de las elites: un
la escuela, de sostén? Es decir, ¿vienen los talleres en acercamiento a la socialización de los jóvenes de secto-
relevo de la escuela o acuden a oxigenarla, a oficiar de res favorecidos en la Argentina actual”, en TIRAMON-
válvula de seguridad para que su maquinaria siga en TI, Guillermina (comp.): La trama de la desigualdad
funcionamiento? educativa. Mutaciones recientes en la escuela media.
En suma, solo queda por subrayar la importancia Buenos Aires, Manantial, 2004, pp-73-99.
de seguir aportando al incipiente campo de investiga-
ción que la emergencia de estas experiencias configura
bajo un esquema de pensamiento que siga preguntán-
dose por el sentido de las tensiones que la presencia de
los talleres introduce en el formato escolar. En virtud
de ello es que, a modo de cierre, queremos proponer
la necesidad de mantener abiertos los interrogantes
desplegados a lo largo de este texto en indagaciones
futuras.
Otros modos
de aprender,
libres de
evaluaciones
Nancy Montes
38
Nancy Montes

Los trabajos de investigación que este equipo viene de- manencia, a la promoción y a la “terminalidad”. En al- En la voz de una de las docentes de estos espacios: “…el
sarrollando en torno a la escuela secundaria permitie- gunas resoluciones del Consejo Federal de Educación, taller tiene esto de mucha acción, de mucho pintar y eso
ron hacer foco en su propuesta y en su formato, obser- todos los ministros han suscripto la necesidad de hacer está bueno. No es que yo tengo que pararme a dar una
vando un subconjunto de instituciones ­las escuelas de cambios a los regímenes académicos y en particular a clase porque no podría hacerlo. Y eso es mi trabajo…”
reingreso­diseñadas desde el gobierno de la Ciudad de algunos aspectos vinculados a la evaluación1. (Docente, escuela privada).
Buenos Aires para trabajar con adolescentes y jóvenes Es este uno de los ámbitos de mayor arbitrariedad En algunas escuelas, se alienta la participación de
que habían interrumpido su escolaridad. Así, a partir y de menor explicitación en el trabajo profesional de los estudiantes en actividades “extraescolares o extra-
de lo que dicen los docentes, los estudiantes y conside- los docentes, ya que los criterios que habitualmente se curriculares”, pero todas ellas son subestimadas frente
rando el modo en que estas instituciones se presentan, utilizan para evaluar el desempeño de los estudiantes al período de exámenes. Si tienen notas bajas en “las
ha sido posible analizar algunos aspectos estructurales no siempre son objeto de trabajo institucional con re- materias” es probable que discontinúen su participa-
de la escuela común. lación a la presentación y fundamentación de los ob- ción en estos espacios:
El mismo movimiento analítico: mirar los talleres y jetivos o logros esperados, las dimensiones que son “… Estaba Claudio2 que era de cuarto, pero me pa-
los espacios organizados por fuera de la grilla curricu- evaluadas o ponderadas, el tratamiento de las escalas rece que ya no va a volver, seguro, porque después de los
lar y horaria “oficial”, es decir, observar lo que sucede utilizadas, en fin, al conjunto de aspectos que están in- trimestrales no volvió, así que tenemos muchos [estu-
en ámbitos menos estructurados o por fuera del es- volucrados en la tarea de “poner una nota”. diantes] de primero y los de quinto…”
quema tradicional de trabajo en las aulas, servirá para Es interesante el señalamiento que se hace respecto “…Joaquín retomaba después de un año de no haber
describir ambos territorios, tanto el que se organiza en de que las actividades de los talleres no son alcanzadas podido participar porque tenía las materias bajas…los 39
los bordes o por fuera de la matriz de las asignaturas por estas herramientas de calificación. Allí tienen lugar exámenes trimestrales son una cosa de muchísima im-
clásicas que componen los planes de estudio, como el la producción, la creatividad, el trabajo colaborativo, portancia…” (Docente, escuela privada).
de las clases que cotidianamente se despliegan en nues- la prueba y el error y ninguno de estos ejercicios son En estas afirmaciones, es interesante observar la ca-
tras escuelas. objeto de “ponderaciones”. Probablemente, el hecho pacidad regulatoria de los resultados en los exámenes
Uno de los dispositivos que estructuran a las ins- de que muchos de estos talleres sean espacios volunta- que, al etiquetar los desempeños de los jóvenes, termi-
tituciones educativas es lo que llamamos, en sentido rios pueda explicar la ausencia del dispositivo de eva- na definiendo qué otras cosas pueden hacer (o no) y
amplio, “evaluación”. Las pruebas, los exámenes, los luación. En este sentido, tienen condiciones iniciales alcanza lo que sucede por fuera de estas asignaturas.
trabajos grupales, la exposición oral de alguna tarea, diferentes para su funcionamiento, no son obligatorios En las familias también es frecuente encontrar “sancio-
la realización de ejercicios, incluso la observación de la (esta dimensión es desarrollada por Tobeña en esta nes” o “limitaciones” respecto de este desempeño: en
conducta o de la participación constituyen algunos de compilación). Por tanto, algunas operaciones caracte- los sectores medios, quizá, no poder ir de vacaciones
los modos más habituales para calificar lo que se ense- rísticas de los espacios inexorables pueden quedar sus- con amigos y, en todos los sectores, no tener permiso
ña y lo que se aprende y, en conjunto, son aquello que pendidas en los talleres. En las entrevistas se verifica para salir algún fin de semana. La obligación de que-
determina las trayectorias posibles de los estudiantes que otra aula es posible y que allí tiene lugar la ense- darse estudiando para “levantar las notas” es un recur-
en su vida escolar. ñanza. Los aprendizajes se enmarcan en relaciones más so conocido.
A partir de la sanción de la ley que dispone la edu- distendidas pero no por eso menos relevantes en tér- Cuando los estudiantes son indagados respecto de
cación secundaria como obligatoria en nuestro país, minos de los saberes y las producciones que circulan. qué diferencias encuentran entre las actividades típi-
en el año 2006, un conjunto de normativas han sido
objeto de trabajo para modificar aquellos aspectos que
dificultan u obstaculizan el derecho al acceso, a la per- 1 Ver especialmente la Resolución 93 del año 2009. 2 Los nombres utilizados son ficticios.
Otros modos de aprender, libres de evaluaciones

camente escolares y los talleres, señalan las siguientes “…los profesores son piolas, son copados… no son modalidad de trabajo que amplía la concepción acerca
cosas: como los profesores del curso que te tienen así, aparte de currículos cerrados que constituyen un corsé para
“…lo de la mañana es plenamente cotidiano, edu- con respeto… o sea, yo les guardo respeto a ellos tam- las perspectivas e intereses de jóvenes y adultos.
cación como cualquier otra; y los talleres de la tarde in- bién, son más amigos, entran en confianza más rápi- Los talleres proponen también otro modo de agru-
tentan salir un poco de eso pero igual tienen el mismo do… con los otros no podés hablar, te dicen: “sentate pamiento de los sujetos: no están todos juntos porque
sistema de profesor y alumno… pero es algo que tenés bien, sacate la visera…” pertenecen al mismo curso o división, sino porque
más posibilidades de elegir, si te gusta lo hacés, si no, no. “…el que guía el taller no es igual, el vínculo que hay comparten un interés. En los talleres participan chicos
Que esa es la básica diferencia, me parece... y no están con él, no es un profesor tan arriba de los alumnos… y chicas de diferentes años, turnos y orientaciones. Re-
las evaluaciones, por ejemplo, no está eso de ser evalua- no está guiado por una nota numérica, se aprovecha de úne una diversidad y una heterogeneidad que el “cole-
do constantemente, es algo que vos decidís hacerlo, si otra manera, más rica en un sentido… hay una relación gio colegio” no logra armonizar.
vos no hacés la tarea no pasa nada, es decisión propia, un poco más relajada…” En sus relatos, los estudiantes también dan cuenta
básicamente… Nadie te obliga a nada, también somos Los docentes son valorados por lo que saben, por de que los talleres promueven gustos que ellos no sa-
totalmente libres de llevar un tema y decirle “queremos lo que hacen y por la forma en que tratan a quienes bían que tenían. Chicos que se vinculan con la música
hacer este tema”…” (estudiante, escuela privada). participan de estos espacios. Su figura se asocia más a aunque nunca antes habían tocado un instrumento,
“… no son materias que van con nota, no? O sea, la de los guías o facilitadores que acompañan un reco- otros que aprenden a ver cine o hacer cortos aún ha-
son cosas aparte de la escuela…” (Estudiante, escuela rrido posible hacia nuevas capacidades, habilidades y biendo pensado que eso era aburrido. Algunos lo ex-
40 estatal). saberes. presan de esta manera: “…te hacen sacar algo que vos
Receptividad de parte de los docentes, decisiones Para caracterizar los nuevos rasgos organizativos no tenías… capaz que yo no escribía nunca y ahora me
compartidas, trabajo en grupo, espacio para que las de las escuelas secundarias partiendo de los cambios gusta mucho escribir y quiero seguir escribiendo…sacás
iniciativas provengan de los estudiantes, darle lugar al que son necesarios que este nivel de enseñanza incor- algo tuyo que vos no conocés a veces…” (Estudiante, es-
gusto propio, a la libre elección son algunos de los ele- pore, dice el texto de la resolución del Consejo Federal cuela estatal).
mentos presentes en estas escenas. En estos espacios si- de Educación: En otro sentido, lo que los estudiantes traen, sus
gue estando presente la figura que enseña y que orien- “… Se ofrecerán propuestas de enseñanza variadas, ideas, sus sensaciones también tienen la posibilidad
ta el trabajo de todos/as pero que, al mismo tiempo, en las que el aprendizaje se produzca en distintos espa- de explicitarse y de proyectarse en estos espacios: “…
habilita al otro que forma parte del vínculo y, de esta cios y tiempos, con diversos temas y abordajes donde acá también te dan un poco la posibilidad de que vos
manera, se reafirma la decisión de estar allí, de seguir los estudiantes participen de la experiencia escolar con puedas hacer un proyecto tuyo. Una idea tuya se puede
participando. Los vínculos cobran importancia y son nuevos sentidos, con otras formas, con esfuerzo y creati- ver proyectada en un video…cada uno trae sus cosas,
adjetivados de otras maneras, tanto desde los estudian- vidad…” (Punto 9, Resolución 93/2009). aporta ideas y vemos en conjunto cómo quedaría me-
tes como desde los docentes (ver esta temática en el Es interesante señalar que esta normativa hace espe- jor…” (Estudiante, escuela estatal). En esta frase, nue-
capítulo de Gessaghi, en esta publicación). cial referencia a los talleres como espacios o “instancias vamente, se evidencia el rescate y la valoración de lo
En la voz de las y los jóvenes, disciplinares diferenciadas específicamente organizadas propio puesto en diálogo con otros, armando trabajo
“… los profes tienen otra manera de hablarte, en para acrecentar el desarrollo de formas de conocimiento en equipo. Es muy probable que el número de estu-
un taller no podés sacarte un uno, eso es lo bueno…son basadas en la exploración, la producción y la expresión diantes que participa en cada taller facilite los trabajos
buenos con nosotros…” de los estudiantes” (Punto 22). La idea de “recorte” y colaborativos. En este aspecto, hay una distancia res-
“… el profe está para ayudarte, y ayudarte a seguir de “libre elección de contenidos” ­también desarrollada pecto de los modos de trabajo en el “colegio colegio”
en el camino…” por Gessaghi en esta publicación­ es otro signo de esta ­expresión utilizada por los estudiantes para nombrar
Nancy Montes

el armado tradicional­de lo que sucede en las materias a lo mejor, de las clases que tienen que tener continui- Algunos docentes señalan incluso que el modo de dar
obligatorias. Esto alcanza también a asignaturas que, dad… porque yo ya sabía, digamos, al ser voluntario, la clase, de explicar, es distinto del “docente normal”, y
en otros espacios, podrían ser más disfrutables para era probable que algunos no vinieran o que algunos se que los estudiantes preguntan porque tienen un interés
los adolescentes y los jóvenes, como Educación Física, incorporaran después. Entonces si no se iban a sentir genuino y no porque están preocupados por los temas
Inglés o Música que, incluidas en la grilla curricular más perdidos y peor todavía. Entonces cada clase em- que serán indagados en una prueba.
oficial pierden sus posibilidades lúdicas, creativas o sus pieza y termina, cosa de que también ellos sientan que “…a diferencia de un profesor normal mi vincula-
márgenes de libertad. se llevan algo distinto y que les puede servir cada cla- ción es más directa. Entonces, bueno, como ya tengo
Ese gusto se hace extensivo al aprendizaje: se…” (Docente, escuela estatal). un vínculo normal con ellos. Lo que se nota la dife-
“… me gusta aprender algo nuevo… en el taller de La evaluación como dispositivo que regula el apren- rencia es en el hecho de la explicación... cuando, no sé,
cine podés aprender distintos idiomas, el idioma del dizaje también es percibida por los docentes como una yo les puedo explicar algo que me pregunten porque
cine, capaz que no sabiendo no te das cuenta lo que limitación. Se destaca que en el trabajo realizado en los va a haber una prueba, algo de historia, por arriba y
pasa…” talleres este sentido estricto y unívoco de la evaluación otra cosa es algo distinto donde yo ya estoy con un pi-
“… me gusta escribir, es posible que me dedique a (expresada en una calificación numérica) está suspen- zarrón, diagramando algo, viendo, mostrando cómo…
eso… creo que me enriquece un montón… no hay cosas dido, o bien puede adoptar otros significados, incluso, de qué trata la película, quiénes son los que participan,
que no me interesen… me copa los proyectos que esta- el de ponerse en el lugar del otro y promover su creci- el contexto en que se hicieron esas películas. Enton-
mos armando…” miento. ces, bueno, a veces… ahí sí varía...” (Docente, escuela
“…me pareció interesante la propuesta de saber un “…En la materia curricular ya tenés que pla- estatal). 41
poco cómo es el cine, la producción, más que nada para nificar una evaluación, un montón de otras cosas… vos La enseñanza y el aprendizaje son formulados
saber… me copó la idea…” (Estudiantes, escuela esta- tenés que tener clarito que tenés determinada cantidad como un curso, como una actividad con avances y re-
tal). de horas asignadas a dar contenidos y otras en las que, trocesos, con errores que pueden corregirse y con rees-
El placer por lo que se aprende resulta posible en forzosamente, tenés que evaluar. Sí o sí. Entonces, lo crituras. Un proceso en el que todo se capitaliza.
estos ámbitos; está habilitado. El displacer y la obli- planificás de otra manera. Esto es más abierto, es más “…Hay un crecimiento permanente y constante en
gación no parecen tener cabida. La preocupación por amplio. Aún cuando tuviese evaluaciones, porque yo las herramientas y hay cosas establecidas, aprehendidas
sostener el interés de las y los jóvenes y que el texto de a los trabajitos me los llevo. Pero yo les digo: bueno, y que ellos manejan con suma facilidad y eso, para mí,
las clases pueda seguirse por todos es otro signo que a ver, me los llevo con el fin de evaluación, no para es lo más valioso. Conocimos a nuestros autores, vamos
se observa en estos espacios que podrían permear o que tengan uno. Para que sepan en qué se equivocan, tirando así, como al azar. Ya no es necesario recordar
promover cambios en las asignaturas comunes. Esto se qué tienen que mejorar, cómo tienen que presentar la esto, que al comienzo sí era necesario, como que para
expresa en los comentarios de algunos docentes: próxima vez. Entonces, ese es el informe que después escribir hay que leer. Es como preguntarle a un músico
“…en lo personal a mí me gusta, la verdad, creo yo le doy a la tutora de cada uno de los hicos. Para que, si escucha música, nadie se lo preguntaría, uno descarta
que si incentivo un poquito más para que tengan con- además, ella le baje a los mismos profesores de primer que el músico escucha música. Esa es, para mí, una eva-
tinuidad mejor les va a hacer a ellos. De todos modos, año y que si fulanito o fulanita tienen dificultades, las luación muy, muy positiva. Desde todo ese crecimiento
como cada clase es una… no es que uno dice bueno, no están tratando de repuntar. Un poco más que nada en la formación de escritores. De valorar el trabajo, de
vinieron, se van a atrasar y van a perder. Es como que para eso también. Pero, por ahí, han venido chicos que saber que escribir es sentarse, como cualquier otro oficio
yo las clases las acoté de modo tal que todas las clases los mismos docentes dicen que no tienen ninguna difi- las horas que sean necesarias para mejorar, rehacer, co-
ves alguna cosa diferente. Retomamos algo de la ante- cultad. Vienen para reforzarse, para sentirse más segu- rregir, consultar, estudiar. Y, después, en algún momen-
rior pero se agrega alguna más. Es decir, a diferencia, ros…” (Docente, escuela estatal). to, dar a luz…” (Docente, escuela estatal).
Otros modos de aprender, libres de evaluaciones

Esta reflexión del docente hace recordar el método so- que podés acceder en las materias más importantes…” Las propuestas de los talleres también, a diferencia de
crático, la mayéutica, como la capacidad de dar a luz (Directivo, escuela privada). lo que sucede en el armado curricular “oficial”, son
en relación al conocimiento, partiendo del no saber, a Estos espacios tienen también una dimensión pú- evaluados en función la respuesta que generan en los
través de la interrogación y de la participación de otros blica y abierta que suele ser exhibida por las escuelas, estudiantes, de la elección de la que son objeto, de sus
en los diálogos que permiten despejar razonamientos. por los propios docentes y por quienes han participado producciones, de la propia lectura que hacen docentes
Por último, y con relación a estas temáticas, qui- durante el año de la propuesta. Las muestras a fin de y directivos sobre qué conviene seguir ofreciendo y qué
siéramos señalar también algunos comentarios de los año, la presencia de murales, fotos, textos y produccio- cambios deben ser objeto de trabajo. Parece ser posible
directivos de estas instituciones sobre los aportes que nes que circulan dentro y fuera de la escuela constitu- una evaluación docente de las propuestas que en otros
vienen de la mano de la existencia de los talleres y de su yen otro rasgo que contrasta con el cierre que caracte- ámbitos es resistida o imposible de ser considerada.
propuesta. Hay en algunas de estas afirmaciones otros riza a las escenas del aula y a lo que allí tiene lugar en Estar en la escuela de otra forma, aprender de otra
modos de concebir a las escuelas, una mirada más am- general. manera parecen ser hechos evidentes en los relatos de
plia acerca de los sentidos asociados a la escolaridad. “…Nosotros tenemos una muestra anual donde se quienes habilitan y sostienen esta modalidad.
“… Entrevistadora: - En principio me gustaría saber muestra la producción de los talleres y la producción
cómo surge la idea de implementar talleres, cuál es la curricular y algún otro programa que esté dando vuel-
justificación de estos espacios y las razones por las cuales tas y que esté relacionado con la escuela, lo mostramos
surgen. a fin de año. Pero ahora decidimos hacer un corte,
42 Directivo: - Hay varias vertientes que confluyen en hacemos una muestra chiquita de producción de los
esta decisión. Una tiene que ver con pensar a la escuela talleres en este primer cuatrimestre; la idea es mostrar
como un ámbito de participación. Creo que la escuela lo que se hizo, obviamente, pero despertar el interés de
tiene que ser mucho más que un ámbito de inscripción aquellos que no fueron y revalorizar el trabajo de parte
obligatoria y más que un ámbito en el cual se aprueban de los pibes que en este cuatrimestre transitaron por
exámenes para aprobar materias, para aprobar años, los talleres y de repente hicieron algo y, de alguna ma-
para tener un título. De hecho, me parece, que al me- nera, demostrar que lo tuyo es digno de ser mostrado,
nos en las grandes ciudades, los adolescentes no tienen el tema de la autoestima… y que los padres vean que
muchos otros espacios de participación posible. Y, si la “el desgraciado de mi hijo hizo algo”. Siempre para los
escuela no lo es, entonces, no tienen ámbitos de parti- padres es “el desgraciado de mi hijo”, pero “mirá, el
cipación. Esta participación no puede construirse solo desgraciado de tu hijo en los talleres hizo esto…” (Di-
en torno de aquello que se presenta como obligatorio, rectivo, escuela estatal).
de aquello que es ineludible… Si tu posibilidad de ser Los sentidos que se asocian a la existencia de los ta-
reconocido solamente tiene que ver con que te saques lleres también son variados e incluyen ­como señalamos­
de ocho para arriba en las materias más importantes, desde la participación hasta la promoción de la au-
esto para muchos pibes puede ser inaccesible. Entonces, toestima, pasando por la ampliación de horizontes y
si hay otras posibilidades de ser reconocido, de ser valo- de estrategias de trabajo en campos de la filosofía, del
rado, de ser aplaudido, de mostrar algo a los otros, bue- arte, de la tecnología y en la presencia de otros vínculos
no, esta cosa de ser buen o mal alumno tiene que ver con posibles no solo con el conocimiento sino también con
la calidad de participación y no sólo en las notas a las los adultos y de los estudiantes con otros jóvenes.
EPíLOGO
Guillermina Tiramonti
Epílogo

Desde hace muchos años, los analistas culturales y so- La fábula construía una disociación insuperable entre aquellas por las que se rige ­imperantes, a su vez, en el
ciólogos nos ilustran acerca de las modificaciones que placer y trabajo, entre la satisfacción, el deseo y posi- momento de su creación­.
el desarrollo de las comunicaciones y el consumo pro- bilidades futuras. En definitiva, hacía suya la promesa Es evidente que , en los últimos cuarenta años, en el
ducen en la cultura y las subjetividades de los jóvenes y religiosa del Infierno (en este caso, representado por el campo cultural ha habido un cambio radical en los sa-
no tan jóvenes. Según concluyen estos autores, hemos hambre y la necesidad que sufrirían durante el invier- beres y conocimientos que son considerados relevan-
abandonado el conjunto de valores que caracterizaron no) para quienes cometieran la osadía de optar por un tes, los modos de transmisión, los valores que acompa-
a la primera etapa del capitalismo para adoptar otros presente placentero. ñan a este nuevo arbitrario cultural y la subjetividad de
más adecuados a la reproducción de la contempora- Quienes investigamos la realidad escolar encontra- los jóvenes que atienden las instituciones. Con respec-
neidad. De la sociedad que hizo del deber un dogma mos, desde hace unos años, que en este espacio conflu- to a lo social, asistimos a una ampliación de los dere-
y de la gratificación una promesa ­siempre postergada yen el culto sacrificial de las enseñanzas de La Fontaine chos a la educación, a una restricción del mercado de
para el futuro­, hemos pasado a otra que habilita la sa- con prácticas destinadas a promover la gratificación y empleo que afecta fundamentalmente a los jóvenes y a
tisfacción del deseo y hace de lo placentero una exigen- la satisfacción del deseo. Las que predican el sacrificio una debilidad de la trama de las instituciones sociales
cia de la cotidianeidad. están asociadas, en general, al dictado de las disciplinas para sostener e incluir al conjunto de los integrantes de
La escuela moderna moldeó la mente y los cuer- del plan de estudios establecido. Las que habilitan el las nuevas generaciones. La confluencia de estos fenó-
pos de sus alumnos en el imperativo de los deberes, las placer están presentes en múltiples actividades que se menos ha generado una exigencia de universalización
obligaciones y el sacrificio: por la patria, por la familia, desarrollan en la escuela en forma de talleres y/o tareas de la escuela media que tensiona su propósito original
44 la historia, el trabajo y el futuro. Para ser coherente con extra-programáticas. de seleccionar unos pocos.
este patrón socializador orientó su trabajo pedagógico Los talleres estuvieron siempre asociados al mo- A nuestro criterio, no es posible comprender aque-
con este objetivo disciplinador: solo se aprende con es- mento de la jornada donde las rígidas reglas del orden llo que sucede hoy en las escuelas medias si no se con-
fuerzo y sacrificio. escolar se flexibilizan para dar lugar a la construcción sidera el impacto que la reconfiguración de la cultura
De esta manera, la escuela transformó el apren- de vínculos más cercanos, tanto entre docentes y alum- y las demandas provenientes del campo social tienen
der en un ejercicio de disciplina y de obediencia a los nos, como entre los propios alumnos. Algo de lo emo- sobre estas instituciones.
mandatos escolares y familiares y asoció el éxito de los cional podía emerger y ponerse en juego en el desa- En términos generales, lo que se observa es una
alumnos a su capacidad de aceptar una trayectoria es- rrollo de una actividad que apela al interés y permite dificultad muy grande de las escuelas para sostener su
colar despojada de curiosidades, pasiones, emociones, activar potenciales habilidades individuales de hacer, programa institucional, es decir, el conjunto de nor-
placeres y alegrías en la que solo, secundariamente, se de crear o de producir libremente. mas, procedimientos y prácticas pedagógicas e ins-
atiende a su comprensión del mundo y al desarrollo de En los últimos años, los talleres se han transfor- titucionales con las que, tradicionalmente, la escuela
las habilidades que se requieren para actuar en él. mado en una presencia permanente en las escuelas media organiza y regula el proceso de escolarización.
La fábula infantil de la cigarra y las hormigas sinte- secundarias de muy diferentes orientaciones, sea cual Las condiciones culturales y sociales que operan hoy
tizó magistralmente este mensaje: mientras las hormi- fuera el sector social al que atiendan. No se trata ya de en la escuela no pueden ser procesadas con el mismo
guitas trabajaban todo el verano para almacenar provi- una válvula que permite distender, ocasionalmente, la programa con el que la escuela encausaba una prác-
siones, la cigarra se divertía cantando sin hacer ninguna rigidez de las prácticas curriculares sino que la imple- tica selectiva y un arbitrario cultural referenciado en
previsión para el futuro. Llegado el invierno, las hormi- mentación de los talleres forma parte de una estrategia la Ilustración. El programa escolar tradicional está
gas tuvieron su premio, ya que disponían de abundantes más amplia mediante la cual las instituciones intentan empezando a ajustarse parcialmente: se anulan algu-
alimentos, pero la cigarra sufrió el castigo de la priva- procesar las tensiones que genera la distancia existen- nas prácticas, se incluyen otras, cambian los roles y los
ción por su irresponsable abandono al placer del canto. te entre las actuales condiciones culturales y sociales y agentes.
Guillermina Tiramonti

A pesar de estos ajustes, la escuela mantiene ­aunque nadas a flexibilizar los dispositivos de selección que for- nen el futuro de los alumnos, la orientación artística de
más no sea formalmente­ algunas de las características man parte del andamiaje institucional. Se trata, funda- la mayoría de ellos y, por sobre todo, la apelación a la
que adquirió en el momento de su creación: organiza mentalmente, de una acción destinada a desagregar los gratificación ­el placer de realizar el taller­se constituye
su currículo sobre la base de la división del conoci- tiempos y los temas de evaluación y proveer a los alum- en la contracara de una propuesta escolar basada tradi-
miento en diferentes parcelas constituidas como disci- nos de tutelas y acompañamientos durante este proce- cionalmente en el esfuerzo y el sacrificio.
plinas autónomas que deben ser cursadas y aprobadas so. De acuerdo con la jurisdicción de la que se trate, la Es interesante que, justamente, este espacio casi
en simultáneo, parcializa el tiempo y el espacio con evaluación se desagrega en tres o cuatro momentos con contracultural se haya constituido en un soporte
referencia a esta organización disciplinar, ata la eva- diferentes características, que los alumnos van transi- para que la escuela pueda seguir funcionando sin
luación a las disciplinas y mantiene el mismo formato tando hasta aprobar todos los contenidos de las distintas grandes cambios. Para docentes y directivos, el taller
áulico (al que ahora se le agrega una computadora). disciplinas cursadas. Estas actividades están sostenidas permite construir otros lazos entre los alumnos y la
La permanencia de este núcleo duro se sostiene a por los profesores regulares y otros especialmente incor- escuela y nuevos sentidos para la escolarización. Esta
partir de la implementación de una nueva tecnología porados para tutorear estas actividades. característica contracultural es la que se constituye
que mantiene, reprocesa, “da aire” a aquello que el pro- Las clases de apoyo, las tutorías, las técnicas de en el elemento de atracción y anclaje de alumnos y
grama deja por fuera, excluye o desatiende. acompañamiento en los períodos de evaluación in- docentes, que han perdido el interés y compromiso
La tecnología de soporte es compleja ya que com- cluyen en la escuela una “tecnología del cuidado” que, por aquello que les propone el plan de estudios tradi-
bina, de modo diferencial de acuerdo al grupo socio- hasta ahora; no estaba presente. Estas tecnologías del cional. Paradójicamente, esta característica alterna-
cultural que atienda, un conjunto de nuevas presencias cuidado personal diluyen las distancias entre el acom- tiva explica la permanencia de los talleres al margen 45
en la escuela que podemos agrupar en tres tipos dife- pañamiento afectivo y la acción pedagógica. del currículum tradicional o, a la inversa, la dificul-
rentes ­aunque todas tengan el propósito de mantener El tercer elemento a considerar en esta estrategia tad de utilizar el formato taller para el dictado de las
a la población estudiantil en el marco de las escuelas y de sostenimiento de la escuela son los talleres, que han disciplinas tradicionales.
mejorar sus vínculos de pertenencia institucional­. ocupado el conjunto de reflexiones que componen este Aquí caben todas las preguntas ¿qué es lo que hace
Un primer grupo de estas nuevas presencias es el texto. En este caso ­como bien sostienen los diferentes a la esencia de lo escolar? ¿La asimetría de las relacio-
que está dirigido a auxiliar el currículo tradicional y autores que nos preceden­, el taller es un espacio que nes entre docentes y alumnos? ¿Las formas tradicio-
sostener las trayectorias de los alumnos. En este gru- se sostiene en supuestos muy diferentes al plan de nales de transmisión? ¿La valoración del sacrificio por
po se inscriben las clases de apoyo, que se financian estudios tradicional. Su efectividad descansa en esta sobre la gratificación de aprender? ¿La división del
con recursos provenientes de programas y proyectos condición alternativa de lo existente. Su funcionalidad conocimiento por disciplinas y la consiguiente eva-
especiales, y las tutorías docentes destinadas a hacer el está asociada a su capacidad de introducir en el espa- luación de los saberes así impartidos? ¿Los programas
seguimiento de los alumnos. Estas nuevas tecnologías cio escolar, al margen del currículo, nuevos saberes y pre-determinados? ¿Qué es lo estrictamente escolar?
se implementan, mayoritariamente, en las escuelas conocimientos, prácticas pedagógicas horizontales, Del mismo modo, podemos preguntarnos: ¿un ta-
estatales que atienden a sectores socio-culturales con vínculos personalizados y compromisos basados en la ller seguiría siendo tal, si lo asimilamos a los paráme-
mayor dificultad de adaptarse a las exigencias del plan pasión por lo que se hace. tros que organiza el plan de estudios tradicional? Hasta
de estudios tradicional. En las escuelas que atienden a La presencia del taller pone en tensión toda la pro- el momento, estas preguntas no se han puesto a prueba
sectores medios y altos (sean estatales o privadas), son puesta escolar y se presenta como la contracara de lo porque, justamente, currículum y taller se sostienen
las familias las que proveen estos apoyos, en el espacio escolar: la excepcionalidad de sus docentes, la deriva mutuamente. Es la escuela la que convoca a los jóvenes
particular, cuando son necesarios. de su trabajo que no se ajusta a un programa pre-esta- y es la rigidez de su currículum la que explica la cons-
Hay un segundo grupo de prácticas que están desti- blecido, la ausencia de evaluaciones formales que defi- trucción alternativa de los talleres.
PROGRAMA EDUCACIÓN, CONOCIMIENTO Y SOCIEDAD

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