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Escuadra y Compás

Publicación del Grupo de Estudios Masónicos


Arcoiris

La Paz, agosto de 2019


No. 52

LA PERSEVERANTE BÚSQUEDA DE LA VERDAD


POR LA CONSTANTE PRÁCTICA DE LA VIRTUD
EDITORIAL
En esta Publicación: Son 194 años de la creación oficial de Bolivia. Ayer República, hoy Estado
Plurinacional. Casi dos siglos de la dramática insurgencia de Bolivia,
concebida y apoyada desde el corazón puro y generoso y la brillante mente
 Editorial del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. Quien la pensó
 Deberes del ser ilusionado como una Patria que sería grande y próspera y trabajó para darle
las bases que hagan realidad ese sueño. Y aunque lo sabía, tenía la
humano en el plano esperanza, que la clase criolla parasitaria que lo adulaba y apoyaba la
social (3ª Parte) creación de Bolivia para seguir medrando de sus riquezas y continuar con
esa existencia opulenta exenta de esfuerzo, finalmente iba a ser derrotada
Pag 2. por la mayoría de los bolivianos que creían que la labor fecunda era el
medio para vivir mejor.
No fue así, primero ese lastre social de los derrotados y un largo etc, atentó
contra la vida del mentor de la Patria y obligó a su salida de Bolivia. Y
sumió, como sino fatal, a nuestra Patria en una dinámica de lucha entre esa
clase privilegiada minoritaria y las mayorías marginadas que ayer, hoy y
siempre siente que Bolivia es su País y no su medio de vivir sin trabajar.
Bolivia surgió de estas mayorías como el país con un destino promisor, pero
para los perdedores de ayer fue creado como el país en el que pudieran
seguir disfrutando de sus privilegios aun habiendo sido derrotados.
Nuestra Bolivia, hoy se debate ya no solo entre los bandos de los patriotas
que quieren honrarla y engrandecerla y el de los que hacen usufructo
indebido, inmisericorde e inconmensurable de sus riquezas, sino que se ha
sumado a ellos el del grupo de los indiferentes, esos a los que nada que le
suceda a la Patria les importa mientras cubran sus ambiciones y
necesidades.
Nuestros vecinos geográficos, que nos llaman hermanos latinoamericanos
cuando la conveniencia así lo dicta, también han hecho y hacen su labor
depredadora. Unas veces aprovechando nuestra dejadez, otras echando
mano de su ambición sin medida. Ayer desmembrándonos
geográficamente, hoy afectándonos económicamente.
¿Qué le queda a Bolivia entonces?
Si sus riquezas naturales, pero sobre todo la decencia de los ciudadanos
que aún la aman de verdad y que la ven como el lugar que Dios les ha
otorgado y con el que los ha bendecido para desarrollar su vida en paz y
alcanzar la felicidad. Esos ciudadanos que, casi siempre defraudados por
quienes han dirigido el país, están desarrollando la conciencia de que su
acción es necesaria para construir la Patria que merece ser Bolivia.
Ojalá que en la Masonería haya muchos de esos ciudadanos y que con la
fuerza que da la Iniciación decidan actuar – desde la individualidad – para

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engrandecer a Bolivia.
No hay mejor homenaje que se pueda hacer a nuestra Amada Bolivia, hoy y
siempre.
Safo
DEBERES DEL SER HUMANO EN EL PLANO SOCIAL (Tercera Parte)
Dentro de los deberes del ser humano en el plano social, la sociedad tiene la responsabilidad de
hacer efectiva la igualdad entre los seres humanos, como base y fundamento del respeto a la
dignidad humana.
Dignidad humana, término que
engloba muy ampliamente una serie
de derechos inmanentes a todo ser
humano y que van desde la protección
física de cada ser hasta el respeto y
garantía para la expresión de sus
ideas, creencias y prácticas de vida –
en tanto y cuanto – éstas no
transgredan los derechos del otro. La
dignidad se basa pues en el respeto a
la manera de ser y pensar de cada uno
de los habitantes de este planeta, pero
también implica el dotar de las mejores opciones para su real desarrollo. No podemos hablar de
que un menesteroso, un minusválido o un ser caído en la desgracia de la enfermedad o adicción
alguna, aspire a una verdadera dignidad humana si antes la sociedad en todos sus niveles no ha
hecho lo posible para dotar a este ser de las condiciones mínimas para su salud física y mental
y/o para su desarrollo integral.

La sociedad debe respetar todos y cada uno de los derechos del ser humano y debe velar por el
cumplimiento de sus deberes, lo cual implica que la sociedad debe también luchar por redimir a
todas las personas que fallando a la sociedad cometieron faltas que originaron su encarcelamiento
temporal, no debiendo en consecuencia ser las cárceles simples centros de detención física, sino
verdaderos reformatorios en los que se otorgue una nueva oportunidad de vida para su oportuna
reinserción a la vida social.

En este sentido podemos citar los siguientes deberes de la sociedad para otorgar una mejor
calidad de vida a los seres humanos:
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1. Es responsabilidad de la sociedad promover el derecho de los individuos a un trabajo digno
y remunerado adecuadamente como medio para mejorar la calidad de vida.
2. Debe asegurar el derecho a la educación en todos sus niveles y a contar con un sistema
apropiado de instituciones y escuelas.
3. Debe promover y proteger la libre expresión por medios artísticos u otros, el derecho a la
cultura, al goce de la misma y a la diversidad cultural, sin discriminación de ningún tipo.
4. Debe protegerse, así mismo el ocio y a la recreación.
5. Debe contribuir a respetar y asegurar la propiedad intelectual, promocionar la
investigación y la innovación en todos los niveles de la sociedad y buscar pleno acceso a
los adelantos tecnológicos y al conocimiento científico, velando por que los resultados de
las investigaciones no sean utilizados con fines de atentar contra la paz y la seguridad o de
infringir los derechos humanos.
6. Es deber de toda sociedad promover la formación de líderes con valores y principios que
trasciendan a la sociedad.

Finalmente en los últimos años se habla mucho del concepto de responsabilidad social, cuyo
deber es promover el ejercicio de la responsabilidad social para lograr los objetivos comunes,
debiendo entenderse por ésta, asumir acciones y decisiones en el concierto nacional e
internacional, en correspondencia con
la ley, sobre temas de derechos
humanos, medio ambiente,
preservación de las especies animales
así como de fauna y flora, velar y
prever por la existencia de
oportunidades para las generaciones
futuras, aspecto vital si queremos
mantener la continuidad de la especie
humana en un planeta habitable, pues
hasta el momento, es el único que
cuenta con las condiciones vitales para
el desarrollo y continuidad de la
sociedad.
Es menester también recalcar que
cuando se habla de responsabilidad
social no nos referimos únicamente a
obligaciones de las empresas y de las
instituciones, sino que debe emanar principalmente de la obligación individual de cada persona
para con la sociedad, o sea que es una obligación compartida de todos y cada uno de nosotros, en
el campo que nos toque vivir y desarrollarnos, para con el resto de la humanidad, con el planeta y
con todas las especies de los reinos que permiten nuestro sustento y existencia.

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El Constructor

Pensamientos Internos

Conviene reiterar, que masonería no es una religión, aunque muchas ideas y


sentimientos cristianos son importantes para los masones.

La masonería es una orden universal cuyos principios son la fraternidad, el amor y la


caridad. La fraternidad y el amor requieren que el masón sea respetuoso, amable y
tolerante con quienes se relaciona; pero teniendo en cuenta que cada uno es diferente
respecto a los demás y por eso merece respeto y consideración como ser viviente.

La caridad es la práctica activa del amor al creador, quien es el autor de la existencia


de cada uno de los seres de la creación. Se ama al creador amando a los seres
creados por él. Con esta característica, la masonería está abierta a toda persona,
cualquiera sea su raza o religión, con el requisito que sea libre, de buena conducta y
reputación.

El masón reconoce la
existencia de un supremo
creador, gobierno del
universo; esta fe es la
explicación que encuentra al
presente, ante la realidad
universal. Pero esta creencia,
no es dogma ni menos
afiliación a alguna religión.

Sin embargo, el masón, por principio, está en constante búsqueda de la verdad sobre el
universo, es consciente que ratificar la actual creencia o encontrar la verdad, será el
máximo suceso en la vida del ser humano. Por estar en esa importante y permanente
búsqueda, tiene una conducta de vida ejemplar y de auto mejoramiento ético y moral
continuo.

Esta conducta está sustentada en un sistema de símbolos y alegorías radicados en la


conciencia del masón, quien no solo las practica en su vida, sino que las enseña como
ética y moral, evidentemente, esta forma de vida es compatible con lo predicado por
muchas religiones y filosofías, pero al contrario de estas, no lo limitan ni lo condenan.

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El rito masónico.

Con gran aproximación, podríamos decir que los principios que hacen
a la masonería son tan antiguos como es el hombre en el universo.
Los rituales vigentes en la orden se han desarrollado en siglos y
provienen de oscuras tradiciones perdidas en la lejanía de la
existencia humana. En el poco tiempo de historia conocida del hombre, la albañilería es
una de sus principales actividades que le proporciona vivienda y lugares de culto al
supremo ser creador. Esta actividad de la construcción, tenía herramientas que pese al
tiempo transcurrido y como una trascendencia dentro la humanidad, permanecen
vigentes en el tiempo y el espacio. La escuadra y el compás son indispensables ahora,
como eran en la remota antigüedad, trascienden épocas en la vida de la humanidad.

Estas dos herramientas son símbolos importantes en la masonería, ambas tienen un


significado importante particularmente o en conjunto. Una de ellas, la escuadra, con sus
lados inamovibles formando un ángulo de 90° representa la materia. Ésta, por más
transformaciones que sufra, siempre será materia. Es fija. En cambio el compás, con
sus puntas móviles es variable y representa al espíritu. Materia y espíritu son los
factores esenciales del ser humano. En lenguaje simbólico masónico, el hombre es
escuadra y compas. Su cuerpo es la materia que bajo cualquier cambio siempre será
materia. Su conciencia y espíritu se amplían progresivamente según su aprendizaje y
auto mejoramiento ético y moral. La posición conjunta de ambas herramientas en
masonería es: en la parte superior, el compás con el vértice de unión de sus puntas
hacia arriba y estas, sobre los lados de la escuadra; en la parte inferior, la escuadra con
la punta de unión de sus lados hacia abajo. Los lados cubiertos por las puntas del
compás, esta posición simboliza al hombre en la vida terrena. Materia y espíritu, la
escuadra dirigida a la tierra, lo material; y el compás hacia arriba, al ser creador, el
espíritu sobre la materia, ambas juntas como realidades interdependientes.
La práctica masónica. La masonería tiene
una mitología principal, que simboliza la
aspiración personal de mejoramiento
continuo.

Esta mitología, es la construcción del


templo del rey salomón en Jerusalén.
Durante toda su vida, el masón construye
su templo dedicado al supremo creador con la certeza que es el medio por el cual se
aproxima a él. El proceso de construcción, es el desarrollo del auto mejoramiento de su
vida y del conocimiento gradual y progresivo de la masonería. El masón iniciado está
destinado a conocer más de sí mismo, su origen y destino, de los seres, naturaleza y
universo que rodean su vida y mantener con ellos una buena relación, con conducta de
vida ejemplar. 5
SAFO
DIA DE LA PATRIA
¿Debe existir día patrio? Personalmente pienso que si es solo por la actividad política,
social y comercial desarrollada, no vale la pena, pero hablando filosófica y cívicamente
no debe haber un día patrio, pues es nuestro deber el venerar y honrar a la PATRIA
cada día y con cada uno de nuestros pensamientos y acciones.

Resulta que en la actualidad a nuestros niños y jóvenes en pleno tránsito hacia la etapa
de madurez y formación, se les llena la cabeza inocente con que existe un día para
ensalzar a la PATRIA y que esto debe hacerse a través de suntuosos desfiles, con el
consiguiente mal gasto de uniformes, bandas musicales y de “guerra” y mucha
parafernalia de adornos (guirnaldas, escudos, banderas y otros atavíos), demostrando
el supuesto amor a la PATRIA.

¿Pero qué ocurre el resto de los días del año? ¿Nos acordamos de la PATRIA cuando
los políticos pronuncian encendidos discursos llenos de odio, rencor y maldad en contra
de sus oponentes aprovechando su condición de “autoridades” y en ellas destilan cual
afiebrado veneno las promesas de mejores días para un mañana que nunca acaba de
llegar?

¿Será acaso que nuestra PATRIA requiere de guirnaldas, arreglos florales, música de
bandas, bailes folclóricos, uniformes vistosos y hasta de mal gusto en su combinación,
para el lucimiento de niñas y jóvenes en plena edad de crecimiento y formación? Y
obviamente ni que decir de los empleados públicos y profesores que en forma
“obligada” deben desfilar desganados y sin nada de civismo, por las calles atoradas de
viandantes y comerciantes de llenan las aceras y hasta cubren calles enteras con sus
productos alimenticios antihigiénicamente preparados, además de vender todo tipo de
golosinas y hasta bebidas alcohólicas, además de la infaltable mercadería china de
“contrabando”.
Sobre los uniformados mejor ni opinar ya que al margen
de ostentosas bandas de “guerra” y ridículos disfraces
de “campaña”, no nos sentimos en capacidad de opinar
sobre su verdadera vocación cívica, conocimiento y
práctica de sus deberes para con la PATRIA, pero por
sobre todo de su real entrega al servicio de las armas
como medio de protección a la PATRIA.
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Nuestra nación después de muchos años de luchas libertarias y miles de vidas
derramadas comenzó su inicio como PATRIA independiente un 6 de agosto de 1825.
Hoy transcurridos 194 años cuán lejos nos encontramos de las proclamas libertarias,
pese a los nuevos miles de bolivianos muertos, creyendo ofrendar sus preciadas vidas
en nombre de esa PATRIA. Los pedidos imperiosos de los libertadores no fueron
escuchados y menos cumplidos, siendo para ello suficiente el comparar los planos de
su fundación con los actuales.

Bolivia, rica en recursos naturales que afloran en sus tierras, cada vez en menor
cantidad vírgenes y protegidas, como también en sus profundidades, en las cuales ojos
electrónicos extraños las observan y desentrañan cuánto interés económico pueden
obtener de los gobernantes de turno. Bolivia, rica en culturas, tradiciones y con gente
que atesora en sus genes la sapiencia organizativa, artística y comercial de sus
ancestros pertenecientes a las otrora admiradas culturas quechua, aimara, guaraní y
otras muchas que poco a poco van desapareciendo en pro del progreso que las
avasalla, las humilla y las entierra en el olvido en cada nueva celebración.

Hasta nuestros frondosos bosques, ríos caudalosos y orgullosas cordilleras están


siendo diariamente ofendidas en su monumental orgullo y convertidas en canteras de
explotación maderera; sitios de construcción de embalses productoras de nuevas
energías, aunque en el ínterin se desaparezca cientos de especies animales y
humanas; y los cerros canosos de la nieve del tiempo convertidos en centros de
explotación de la riqueza que resguardaban, y bajo el calor agotador que diluye sus
alturas, como producto y consecuencia del cambio climático, calentamiento global
(que todavía algunos se resisten a aceptar) y nuevamente invasión de humanos ávidos
de riqueza fácil desplazando a sus ancestrales criaturas de origen.

Lamentablemente a tiempo de escribir esta columna todos somos tristes testigos de la


devastación que está sucediendo en la Chiquitanía Boliviana y Brasilera y lo peor es
que la mayoría solamente podemos contemplar las imágenes de la destrucción sin
capacidad de hacer nada por resolver o ayudar a mitigar tanta destrucción, por la
magnitud de la misma. Las acusaciones sobre la causa de este desastre ambiental
apuntan a los chaqueos indiscriminados y “autorizados” por recientes leyes nacionales,
“vía decretos”, que favorecen a unos pocos en desmedro de la Patria entera. ¿Será
factible dejar pasar este nuevo atropello a las leyes y la sociedad? ¿Y en caso de
comprobarse estos hechos, habrá alguna forma de recuperar las miles de hectáreas
perdidas y el dinero que se está invirtiendo (gastando) para aminorar los daños y
combatir el inclemente fuego?

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¿Podremos llegar a celebrar el bicentenario
con nuestro país entero, con oportunidades
para nuestros descendientes, con verdaderos
líderes de altura y compromiso que cumplan
lo que ofertan y con los ánimos de
verdaderos sentimientos de Bolivianos
inscrito en las mentes y corazones de las
futuras generaciones? Nos faltan solo seis
años que pueden ser cortos o largos de
acuerdo a como los vivamos, para comenzar
un nuevo siglo de vida.

Oportunidad que tal vez no todos tengamos la ocasión de celebrar y que los que deban
“desfilar” en dicha ocasión lo hagan munidos de sentimientos, pensamientos y acciones
de “hacer PATRIA” con obras productivas y de valor que sean la nueva herencia a legar
a los bolivianos de verdad.

La humanidad entera se halla confundida, quizás porque perdió una de las principales
brújulas de vida cual es el conocimiento y práctica de valores. Valores de vida, de
familia, de honor, de sano y beneficioso crecimiento que permita el desarrollo armónico
con la naturaleza, sin depredar lo poco que queda. La sociedad ha quedado horadada
por las acciones de aceptar la desintegración de su núcleo principal cual es la familia.

Las familias han perdido el rumbo del respeto y la unidad por su desmedido afán de
consumismo, lucro y figuración personal.

Los humanos en forma individual no saben qué hacer o cómo comportarse en un


mundo de constante cambio tecnológico que no alcanzan a comprender y cuando creen
lograrlo ya existe una nueva tendencia, convirtiendo a los que debieran ser líderes del
pensamiento en simples caudillos autoritarios que imponen con el dominio de la
mentira, de la sedición y de la fuerza, sus interés personales mezquinos en propósitos
nacionales de progreso material, efímero y brutalmente falto de contenido moral y
social.

Obviamente que éste no es un homenaje a la PATRIA, como tradicionalmente se


acostumbra, pero si pretende ser una pequeña luz roja en el camino al precipicio de la
destrucción como país y como sociedad. Es hora de replantear la vida de cada
boliviano, desde los más ancianos llenos de sabiduría ganada por la experiencia y a los
que nadie presta verdadera atención; pasando por quienes hoy por hoy ostentan el
poder de su manejo y conducción en las diferentes esferas sociales y de producción.
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De su numerosa juventud (casi el 50% según estadísticas) llenas de energía pero
carentes de principios sólidos de vida futura así como de bases de formación que
sustenten su misión, que no es la del egoísmo vano y pasajero sino el conocimiento al
servicio de los demás; hasta llegar a los niños verdadera base que tendrán en sus
manos la difícil misión de enfrentar la tercera centuria de vida de Bolivia, con un país
con oportunidades o simplemente en desesperada lucha de sobrevivencia.

Sin embargo es fácil encargar a las futuras generaciones la solución a los problemas
actuales, por lo cual lo correcto es que los de ahora, ancianos, adultos y jóvenes nos
pongamos en campaña de concientización y de obra. Dejemos de lado la apatía que
nos caracteriza en los últimos años y con lo poco o mucho de nuestro civismo, sentido
de bolivianidad, y responsabilidad de ciudadanos comencemos a hacer algo por
nuestra Patria; ¿Que tal si comenzamos por elegir mejor a nuestros futuros
gobernantes? No nos dejemos ganar por las encuestas dirigidas y compradas y
creemos en todos el sentido de pertenencia y la necesidad de cambiar lo actual por
algo mejor. No puede ser que entre once millones de bolivianos, no existan líderes
capaces de manejar nuestra nación por los caminos del progreso y del sano desarrollo.
En nuestras manos esta el presente y quizás también la prevención de un fatídico
futuro para nuestra Bolivia, los arrepentimientos tardíos no solucionan nada, sino por el
contrario contribuyen a una mayor desazon y desesperanza para las generaciones del
nuevo siglo. Manos a la obra y trabajemos todos desde nos toque, con amor, disciplina,
y sobre todo ganas de aportar y servir en lugar de solo servirse con egoísmo obsecado.

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AMPARTAPA
Libertad ¿Plena?
Vivimos bajo conceptos preestablecidos, que condicionan nuestras acciones a tal punto
que cuando difieren mínimamente del comportamiento común de la sociedad, corremos
el riesgo de ser juzgados como personas desubicadas, renegadas, inconformes y por
último anarquistas, por el simple hecho de divergir de las actitudes o conceptos de vida
generalizados que se toman como patrones definitivos de comportamiento adecuado y
correcto, impidiendo de este modo el desarrollo individual progresivo que cada ser tiene
derecho a forjarse, entendido este como factor evolutivo del pensamiento y sentimiento
que el ser humano tiene derecho a explotar y expandir cuando siente que ha sido
individualmente beneficiado y considera que al difundirlo puede aportar al desarrollo
evolutivo de su familia, sociedad y humanidad en general, hacia el logro de una
felicidad y libertad plena, que entendida en la tolerancia práctica, puede ser factible el
salir de los marcos referenciales, de conducta y actitud, que hasta hoy mismo muchos
consideran que son definitivos y únicos.
En estos parámetros, las entidades dogmáticas son las más intransigentes en aceptar
que desde la creación, el ser humano se indaga en el porque de su presencia en la
tierra y su consecuente comportamiento con la naturaleza, lo que permite entender que
el ser creador es infinito en su “concepción” de la misma creación cuando el ser
humano alcanza a desentrañar los misterios de la creación, que son infinitos, por lo cual
el ser humano mismo es infinito en sus pensamientos y sentimientos lo que redunda en
sus actitudes y conceptos de vida evolutiva, como una sumatoria de sus experiencias
vividas.
Para excistir en ese concepto tendremos que indagar cuales son los parámetros de
vida que nos atan en comportamientos pre-establecidos, sean a través de dogmas,
leyes sociales escritas o no, leyes entendidas como “naturales”, leyes administrativas,
leyes científicas, “filosóficas” (como la lógica), etc etc., que al considerarse aceptadas
se han establecido como definitivas, sin vislumbrar en sus tiempos que tales “leyes”
pueden ser susceptibles a consolidarse, evolucionar, cambiar, ser obsoletas o crear
nuevos parámetros de vida e interrelación humana que nos permitan abrir nuevos roles
en tolerancia y libertad, hasta alcanzar la libertad plena.

No todo lo que llega es por generación espontánea


ni todo lo creado por el ser humano es definitivo.

En el proceso de días de desintegración de “viejas” formas y construcción de nuevas,

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es muy necesaria la adaptabilidad, debemos evitar el peligro de la cristalización, por
medio de la flexibilidad y la expansión.
El “viejo orden de cosas, cambia”, pero primordialmente es un cambio de dimensiones y
de aspecto y no básico o material. Los fundamentos han sido siempre verdaderos. A
cada generación le corresponde conservar rasgos esenciales de la “vieja y querida”
forma, a la vez de ampliarla y enriquecerla inteligentemente.
A cada generación se le debe proporcionar el gozo de demostrar, sobre todo, la fuerza
de las antiguas bases y la oportunidad de construir sobre ellas una estructura que
satisfará las necesidades de la vida interna en evolución
El releer por varias veces esta oración o recordarla periódicamente puede ser un
método por el que fortalezcamos que la fantasía, la imaginación y la creatividad que
posee el ser humano permite no anquilosar la mente y que el subconsciente esté
siempre atento a recibir nueva información, que a su vez forjará nuevos y atrayentes
conceptos de “excistencia”, consecuentemente dejar de estar dependiente de los
conceptos “tradicionales” u ofuscantes que dañan el comportamiento en relación a si
mismo y hacia la comunidad, entidades ambas de posesión de valores que le
continuarán consolidando hacia una evolución más productiva en el entendido de que
su saber no debe ser una cadena para su comportamiento externo y fundamentalmente
si, una liberación interna.

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Lientur Taha Moretti: MANEJO DE LA ANGUSTIA EN LA
SOCIEDAD ACTUAL
La angustia, en la sociedad moderna revela la condición del hombre actual que se
siente arrastrado por una maraña de obligaciones, sin la posibilidad de actuar y tomar
decisiones según su conciencia, perdiendo de vista el sentido de su propia existencia.
Una de las funciones cerebrales más básicas es la defensa contra los depredadores. A
este fenómeno de alerta ante una amenaza específica es lo que conocemos como mie-
do. Pero si la amenaza ocurre tan rápidamente que no da la oportunidad de percatarse,
se le llama terror. Estos dos fenómenos, el miedo y el terror, han permitido la
supervivencia y extinción de muchos seres vivos conscientes.
En el humano ocurre un fenómeno llamado Angustia y que es un estado de alerta ante
una eventual amenaza, ya sea específica como a algo que no se sabe pero que se
presiente como un peligro. Ella nos ha permitido sobrevivir como especie desde la
época del hombre primitivo. En el sentido y uso vulgar, se lo hace equivalente a
ansiedad y se caracteriza por ser un estado de alerta emocional que nos hace presentir
la amenaza. Pero cuando la angustia es desproporcionada con respecto a una
situación determinada se convierte en una emoción, que impide que las personas
tengan una respuesta adaptativa.
Las reacciones de ansiedad pueden ser provocadas tanto por estímulos externos
(hechos reales vividos por la persona), como por estímulos internos (pensamientos,
ideas o imágenes mentales). Se genera una sensación de estar solo y aislado. Es un
estado de desasosiego, inquietud y temor acompañado de una sensación de pérdida de
la integridad y del equilibrio psíquico.
Trastornos físicos de la angustia. Alteración de la presión arterial, taquicardia,
sensación de opresión en el pecho, respiración agitada o entrecortada, sudoración,
molestias digestivas, nudo en el estómago, sensación de estrechamiento de la
garganta, urgencia de orinar, temblor del cuerpo, dolor de cabeza, mareos, sensación
de inestabilidad, tensión y dolor muscular, sensaciones extrañas en el cuerpo
(hormigueo, escozor, etc.), sequedad de la garganta o boca, fatiga, excesiva alerta, y
alteraciones en el sueño, en el apetito y en la sexualidad.
TRASTORNOS EMOCIONALES Pensamientos distorsionados e irreales (anticipación
de peligros, percepción de falta de recursos para enfrentarlos, magnificación del peligro,
percepción de falta de control, etc.) Dificultades en la concentración, memoria, para
tomar decisiones, para pensar con claridad y pensamiento desorganizado.
QUÉ HACER ANTE LA ANGUSTIA En primer lugar, debemos saber que la ansiedad o
angustia es el producto de nuestros propios pensamientos. O sea que, mientras

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mantengamos dichos pensamientos que generan nuestra angustia, la ansiedad seguirá.
Sin embargo, los pensamientos son una herramienta necesaria para nosotros, ya que
ellos nos permiten organizar nuestras ideas, analizar las situaciones y sacar
conclusiones que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida.
También debemos entender que este análisis del pensamiento, las conclusiones que
resulten de ellos y las emociones que estos provocan, pueden ser correctas o
incorrectas, verdaderas o falsas, dependiendo de nuestra calidad de pensamiento.
Cuando dichas conclusiones son falsas, nos provocan emociones negativas o
desproporcionadas, que nos hacen sufrir inútilmente. Para modificar nuestras
emociones negativas, necesitamos cambiar los pensamientos equivocados que las
causan o las mantienen.
Uno de los principales problemas es que con frecuencia ni siquiera estamos
conscientes de dichos pensamientos, porque no los expresamos completos y con
claridad. Una gran parte de ellos se da de forma automática y a tal velocidad, que
pasan desapercibidos para nosotros. Entonces ocurre que una parte de nuestra mente
"habla" o piensa y la otra escucha y se cree la fantasía. Por eso es importante
reconocerlos y trabajar en ellos.
Daniel Goleman, en su libro "Inteligencia emocional", sostiene que el optimismo, al igual
que la esperanza, nos genera una gran expectativa de que, en general, las cosas
saldrán bien en la vida, a pesar de los contratiempos y las frustraciones. Dice que el
optimismo nos da beneficios en la vida y que es una actitud emocionalmente
inteligente. Así que esperemos lo mejor, con disposición de ánimo positivo, mientras se
van solucionando los problemas. Por ello, ante una situación de angustia, hay que tener
en cuenta cómo nos vemos en estos períodos de indefinición tanto interna como
externa en los que sentimos amenazada la seguridad de nosotros mismo. Es
importante darnos cuenta que no todo en la vida está bajo nuestro control. Pero las
situaciones nuevas son estimulantes, ya que en ellas podemos mostrar lo mejor de
nosotros: las destrezas y los conocimientos adquiridos, la capacidad de adaptación y de
respuesta, sabiduría y madurez.
Si recuerdas voces desmoralizadoras
(tuyas o ajenas), haz algo diferente a lo
que estás haciendo. Si estás con un nudo
en la boca del estómago o no puedes
dormir, relájate, respira hondo, trata de
hacer algo que te dé placer y además
coméntale a alguna persona de confianza
lo que te está sucediendo. Verbalizar
estos estados anímicos los alivia
instantáneamente.
En caso de que el resultado o el tiempo

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que debes esperar te angustien,
visualízate con el resultado ya obtenido
en algún momento del futuro.
Esto es muy bueno para aliviar tensiones y re direccionar la energía positivamente.
Seguramente se te ocurrirán ideas de cómo llegar al objetivo que buscas y podrás
enfocarte en ellas. Ten siempre en cuenta que un día que no es perfecto también
puede ser un buen día.„ y hay mucho que tú puedes hacer para que así sea.
Con frecuencia nos es difícil trabajar para cambiar un hábito de conducta o de
pensamiento, o pensamos que nos sentimos tan mal que no podemos hacer el esfuerzo
necesario. Esto puede ser cierto; pero recuerda que es mejor esforzarse un poco más,
durante un tiempo, para estar mejor el resto de nuestras vidas, que evadir y buscar la
comodidad" momentánea, lo cual nos llevará a sufrir durante más tiempo y a la larga,
con mayor intensidad. Algunas de las técnicas para trabajar con los pensamientos que
nos angustian, son:
l. Reconocer y aceptar nuestra ansiedad o angustia. Reconozco que estoy angustiado.
2. Detectar los pensamientos que nos provocan dicha angustia. Buscar la causa que
nos genera la angustia y enfrentarla.
3, Analizar su veracidad, cuestionándonos honestamente qué tan real y objetivo es lo
que estamos pensando.
4. Detener esos pensamientos. Son pensamientos circulares, "rollos" que no nos
permiten avanzar y son estériles. Para ello es mejor distraernos haciendo algo que nos
gusta y/o pensar en otra cosa para así cambiar el tema.
5, Respirar, Relajarse, Hacer ejercicio.
6. Aprender y darse permiso para reír y divertirse. Tomar un día de descanso.
Al reconocer y aceptar nuestra ansiedad podremos visualizarlo desde otro ángulo y le
daremos la oportunidad a nuestra creatividad para encontrar caminos alternativos,
En nuestra sociedad actual, con un pensamiento más racional que espiritual, en que la
competitividad sólo valoriza a los exitosos y los más fuertes, hace que aparezcan varias
razones por las que nos cuesta trabajo aceptar nuestra angustia: La negamos o
ignoramos, debido a que creemos que no deberíamos estar angustiados, porque "no es
para tanto".
Si nos angustiamos significa que" somos débiles" emocionalmente y tenemos poco
control sobre nosotros mismos y sobre la situación. Seremos despreciados por nuestros
pares a quienes debemos mantener una imagen de ser fuertes y firmes. El estar
angustiado nos da inseguridad.
Es cierto que reconocer que estamos angustiados puede, momentáneamente,
angustiarnos más. Pensamos que si no le hacemos caso, la angustia va a disminuir.
Estamos tan acostumbrados a ella, que ya no la detectamos. Pero si no reconocemos y
aceptamos nuestra angustia, no sólo no va a disminuir, sino que va a aumentar y tarde
o temprano nos dañará. Si nos cuesta trabajo detectarla o aceptarla, lo que podemos
hacer, es escribirlas. En este escrito anotaremos: 14
Cualquier emoción o sensación física,
sobre todo si es molesta o si la
consideramos negativa. Si aparentemente
no estamos haciendo nada que pueda
angustiarnos y no tenemos ningún
problema concreto, debemos
preguntarnos:
¿De lo que ha pasado últimamente, qué
cosas podrían estar influyendo en mi
estado de ánimo o en mi angustia? ¿Qué inquietudes o preocupaciones podrían estar
en mi mente?
Nuestros pensamientos, si podemos detectarlos en ese momento. Si no podemos
hacerlo, más tarde, cuando tengamos tiempo, podemos utilizar la técnica para detectar
los pensamientos. Una vez anotados estos datos analízalos detenidamente, para que
puedas encontrar que tipo de situaciones o pensamientos disparan tu angustia y elegir
la mejor solución.
Una lista de situaciones y pensamientos disparadores de nuestra ansiedad, nos
permiten detectar nuestros puntos "débiles", es decir, aquellos en donde somos más
sensibles y a los que tenemos que ponerle mayor atención.
ANGUSTIA Y SOCIEDAD La angustia en la sociedad moderna revela la condición del
hombre actual, que se siente arrastrado por una maraña de obligaciones, sin la
posibilidad de actuar y tomar decisiones según su conciencia, perdiendo de vista el
sentido de su propia existencia.
Para Kierkegaard, los problemas existenciales no se pueden resolver racionalmente,
porque podemos saber cuánto son dos más dos, pero no podemos saber si alguien nos
ha perdonado o si una persona nos ama. Sólo nos queda creer o esperar, no razonar.
Por lo tanto, la angustia es una sensación de desamparo que se siente cuando nos
damos cuenta que en nuestra existencia subjetiva estamos solos. Kierkegaard decía
que existen tres actitudes vitales en la vida: la estética, la ética y la religiosa, y que
mucha gente vive toda la vida en la misma fase.
El que vive en la fase estética, vive el momento para conseguir sólo el placer de los
sentidos; el estético es un juguete de sus propios placeres y estados de ánimo y lo
único que le interesa es si una cosa es divertida o aburrida. Es en esta fase estética
cuando el sujeto es más proclive a que sienta angustia y vacío, ya que depende de lo
que le produzca placer, que tarde o temprano lo abandona. Es en ese momento cuando
se siente sólo frente a su existencia y cae en la angustia; sin embargo, puede haber
esperanza.
Para Kierkegaard, la angustia es algo positivo que señala que la persona se encuentra
justo en una situación existencial que le puede brindar la posibilidad de cambiar de
estado; sin embargo, sólo él puede hacerlo.
15
Vivimos en un mundo donde el sistema de vida tiene motivos para que podamos ser
felices, pero también enfermedades, para no serlo. Vivimos en un sistema cultural en el
que prevalece la producción de bienes materiales antes que la emoción de las
personas. Es a través de un cambio en la conciencia de las personas lo que puede
provocar que toda la humanidad pueda fui cambiar. El proceso puede ser lento.
Aunque nada puede ser fácil, es bueno saber que podemos mejorar y cambiar nuestro
mundo desde nosotros. Sea en el trabajo, en el hogar, en la escuela, en la vida misma.
Todo puede cambiar para mejor si comenzamos con un simple cambio en nuestro
interior.

Uno de los enemigos que enfrenta la sociedad actual se llama "angustia". Es esa
situación difícil y agobiante que recorre silenciosamente nuestros pequeños ríos
mentales por donde navegan nuestras ideas, nuestros sueños, nuestras esperanzas.
Muchas personas se esfuerzan en no pensar en nada negativo; algo las lleva a caer en
un estado de angustia, de tristeza y melancolía desconocida.
Para entenderlo, podríamos remontarnos a épocas donde el sistema de vida era otro y
cómo a partir de la revolución industrial todo comenzó a cambiar. Hubo motivos para
ser feliz, pero también comenzaron los motivos para no serlo. En la búsqueda de la
trascendencia y el bienestar, la sociedad se lanzó a crear un nuevo mundo, un mundo
donde importara más la producción que el artesano. No importaba el linaje, sino la
cantidad de obreros.
Antes alguien podía hacer diez pares de zapatos en una semana, pero a partir de la
revolución industrial esto cambió: se comenzó a hacer esa misma cantidad en una
hora. Y ya no importaba el nombre de quien lo hacía, sino que fueran iguales, cómodos,
en mayor cantidad, más baratos y que más gentes los usaran. Así, se dio oportunidad
para que muchas personas accedieran a bienes antes vedados a las clases populares.
Esto contribuyó al crecimiento de las economías y de los mercados, porque todo era
para el bien común de los pueblos, no de las clases elitistas de la sociedad.
Pero... todo tiene su lado negativo también. Si bien las economías crecieron, también
creció la deshumanización. El trabajador fue anónimo, en pos del bien del capital,
fuente y razón de las sociedades actuales. En cuanto al ciudadano común, que fue
estrella en su momento a comienzos de la revolución del pensamiento, ha pasado a ser
un objeto de consumo en la tremenda maquinaria del mercado de capitales. Todo fue
realizado para bienestar del sujeto, que ahora se ve enfrentado a restricciones
impuestas por las reglas del mercado.
Esta sensación de estar sólo en el mundo y ser un objeto de los grandes grupos
económicos, ha generado un individuo desvalido y una reacción de angustia en las
personas, la cual mantenida en el tiempo ha desarrollado la enfermedad más frecuente
entre los trabajadores del mundo occidental o competitivo: la depresión...

16
Sin embargo, en el inconsciente colectivo de los individuos está inscrito ese impulso de
pertenencia al grupo, de reunirse con sus semejantes, identificarse con aquellos que
piensan y sienten igual, tal vez como una fórmula sanadora para el grupo, ya que los
protege de la amenaza angustiante del abandono. También sabemos que el ser
humano es teológico. Entonces los humanos se reúnen con un sentimiento común y
que les da protección espiritual. Aunque la creencia en esa fe esté lejos del juicio
racional, tiene la capacidad de aplacar la angustia, darle un sentido a la vida y al más
allá de esta.
Fantasía o realidad, hemos de reconocer que es un bálsamo que ha dado efecto
durante toda la historia de la humanidad. Hemos de reconocer que la pertenencía a la
tribu o grupos tribales con un sentimiento común, tan abundantes en nuestra sociedad,
es un elemento protector psíquico para los grupos sociales, ya que calma la angustia
temporalmente y que solo alivian, pero no curan el elemento angustiante. Es importante
la pertenencia al grupo familiar, que ayuda y protege, especialmente en situaciones de
crisis muy asociado con la angustia.
Por otra parte y como contrapartida a este fenómeno, existen otras alternativas en
nuestra sociedad y que son sanadoras, ya que permiten buscar el equilibrio racional y
emocional para calmar la angustia y evitar la depresión.
A través del pensamiento y el estudio, usando la razón y la emoción en un justo
equilibrio, usando la filosofía y la ciencia como sus principales herramientas, buscan la
respuesta dentro de sí mismo, en el interior de su existencia, para así enfrentar la
angustia que nace y renace en cada paso de la vida, en un permanente trabajo de
perfeccionamiento individual y colectivo...
Me refiero a la oportunidad de tener sentido de pertenencia a instituciones como la
masonería, en la cual el sujeto no es uno más, sino que por el contrario es un individuo
reconocido y respetado... pero lo más importante: amado y reconocido con el nombre
fraternal de hermano, cuyo pensamiento, idea y presencia es escuchada y tolerada,
haciéndolo sentir siempre parte importante de esta gran hermandad.
Mientras más individualismo exista en el mundo y mientras más enfermedades sociales
aparezcan relacionadas con la angustia, más se fortalecerán instituciones como la
nuestra, ya que son instituciones con salud, con fuerza y con unión.

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Aristides

Bolivia
Una intensa, profunda y melancólica emoción invade el alma cuando se escribe, se
pronuncia, se siente, se piensa, se escucha el nombre de la Patria… cuando resuena
en la mente, en el corazón o en el aíre esa palabra de siete letras: Bolivia… de ese
siete de completicidad con la que el Creador dotó y bendijo a esta tierra.

Nuestra Patria por donde se la mire es una completa sinfonía natural…. con una
geografía que combina en perfección desde las montañas más elevadas con sus
cumbres cubiertas de eternas nieves hasta llanos donde el calor parece derretir sus
frondosos bosques y selvas. Interminables cordilleras con majestuosas montañas y las
inconmensurables llanuras cuyo final se pierde en el horizonte. Caudalosos ríos sin
principio ni final, lagos imponentes, bañados interminables y mágicos salares donde
parecen confundirse la realidad y la fantasía.

Riquezas invaluables guarda nuestra Bolivia a flor de tierra y en las profundidades de


ella… Todos los minerables en inagotables cantidades y como arcón de tesoros el
subsuelo con sus riquezas hidrocarburíferas; fauna y flora que de tan variada no puede
ser del todo conocida y que de tan valiosa no puede cuantificarse su magnitud.

Diversidad de culturas, cada cual de mayor riqueza de elementos y ancestros, lenguas


variadas, ritos y costumbres por mil, pensamientos y cosmovisiones como los colores
del arcoiris, música que penetra el alma, que trasciende el éter, que vibra en la
nacionalidad.

Historia multifacética, rica en acontecimientos, de trajinar dinámico y sin fin, de ideales


no alcanzados, de sueños realizados, de utopías y de visiones inagotables, de
heroicidad y entrega……

Gentes de diversos semblantes y características anatómicas, de un solo corazón, con


miles de pensamientos y anhelos, de caracteres tan diversos que parecen resumir la
psicología de los comportamientos, desde la introversión meláncolica de los frías
alturas hasta la cálida extroversión de las tórridas tierras bajas.

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Parece que la Divinidad quiso resumir en nuestra Patria todos los elementos del
Planeta o tal vez asentar en estos lares el paraíso donde habita Dios y los Hombres…
como quiera que sea, Bolivia acuna toda la diversidad de todos los aspectos de la
naturaleza, como si fuera el centro desde el cual se esparcieron todas las cosas.

Qué tierra bendita la que poseemos…..

¿Qué hicimos para merecer nacer aquí? pregunta sin respuesta y vano y estéril el
esfuerzo de intentar saberlo.

Bolivia, un paraíso natural, una tierra que todo lo tiene y todo lo ofrece para la
construcción de la felicidad.

Nuestra Patria, después de años de luchas libertarias vio la luz el 6 de agosto de 1825
como la coronación de todos sus anhelos y esfuerzos, proclamando en ese tiempo al
mundo entero, las razones por las cuales se fundó como país y las líneas de conducta
que guiarían sus pasos….

Hoy a 194 años de la existencia de Bolivia, podemos decir con certeza que muy poco
de lo soñado en su fundación ha sido logrado.

Allí donde pongamos los ojos nos encontramos con desigualdades lacerantes, con
injusticias que lastiman el corazón, con realidades tan contrapuestas que ofenden la
sensibilidad, en fin con un estado de cosas tan deprimente que las lágrimas no saltan
por los ojos sino que se vierten en el corazón cual cascadas interminables de angustia
y dolor.

¿Qué hicimos tan mal para vivir de esta manera?


¿Cómo hemos podido construir esta realidad teniendo todo lo necesario para conseguir
un país diferente?

Del Acta de Independencia de Bolivia:

Meditemos sobre el contenido de algunas partes de este esencial documento,


contrastándolas con nuestra realidad….
“La representación soberana de las provincias del Alto-Perú, profundamente
penetrada del grandor e inmenso peso de su responsabilidad para con el cielo y
la tierra, en el acto de pronunciar la suerte futura de sus comitentes…

Cuanta y cuan frecuente ha sido y es la irresponsabilidad con la que en la vida de


nuestra Patria han sido manejados sus asuntos, parece ser que esta declaración de la
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responsabilidad para con el cielo y con la tierra de quienes dirigieron y dirigen nuestro
país casi siempre ha sido pasada por alto, simplemente ignorada o relativizada.
“despojándose en las aras de la justicia de todo espíritu de parcialidad, interés y
miras privadas…..

Como de escaso ha sido el cumplimiento de esto transformando más bien el opuesto


comportamiento como la regla general con honrosas excepciones.

“implorado, llena de sumisión y respetuoso ardor, la paternal asistencia del


Hacedor santo del orbe…

Repetidas veces, en las declaraciones y las más en las acciones, quienes nos han
dirigido han prescindido de la necesidad de la divinidad, quizás por la incomodidad de
cumplir sus preceptos, quizás por la vanidad y soberbia de creer no necesitar de tal
ayuda.

“y tranquila en lo íntimo de su conciencia por la buena fe, detención, moderación,


justicia y profundas meditaciones que presiden a la presente resolución…

Virtudes estas que o cayeron en el olvido de quienes debían y deben tenerlas como
estandarte o fueron desestimadas por la fortaleza que se necesita para practicarlas o
por el excesivo pragmatismo que inspiró sus acciones.

“se erige en un Estado soberano e independiente de todas las naciones, y


protestan a la faz de la tierra entera, que su voluntad irrevocable es gobernarse
por sí mismos, y ser regidos por la constitución, leyes y autoridades que ellos
propios se diesen y creyesen más conducentes a su futura felicidad en clase de
nación… y de los sacrosantos derechos de honor, vida, libertad, igualdad,
propiedad y seguridad…

Un compromiso de construir la felicidad que como objetivo perdió sentido hace mucho
pero mucho tiempo y que en la actualidad no es mas que una quimera romántica en la
concepción de quienes deberían procurarla como el bien mayor y para culminar este
cúmulo de incumplimientos el desconocimiento, en los hechos, del honor, del derecho a
la vida, del ejercicio de la libertad, de la igualdad y hasta a veces de la propiedad y la
seguridad.

Si, todo este accionar nos ha colocado donde estamos, todo este accionar ha
“construido” el país en el que vivimos.

El homenaje y el trabajo del masón boliviano para Bolivia


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He ahí, delante de nosotros el campo fértil para poner en práctica nuestros
conocimientos, nuestra sabiduría y nuestra forma de vivir… nuestra masonería…

Hijos de la luz, obreros de la paz, ahí frente a nosotros tenemos la oportunidad de


levantar las columnas del templo de nuestra patria, sobre el terreno paradisíaco que la
naturaleza nos dotó levantar la egregia construcción con las virtudes que practicamos.

¿Qué mejor homenaje permanente puede brindar el masón a la tierra que le vio nacer,
sino aquel de construir esa felicidad proclamada en su fundación. ?
¿Qué mejor presente podría entregar un masón a su patria que construirla cada día.?

Para ello es imprescindible decidirse a hacerlo y cumplir con las etapas del gran
constructor, es decir iniciando el trabajo con la construcción de uno mismo, en convertir
a su masonería en una forma de vivir, en el arte de vivir; en la exaltación objetiva de la
práctica de las virtudes, en la responsabilidad ante el cielo y la tierra en cada uno de los
actos, en el despojo de todo interés mezquino, egoísta, parcializado, en el
fortalecimiento de una fe que proyecte la esperanza e inspire la voluntad, en lograrse a
si mismo, en convertirse en soberano de su propia vida, en ser mejor para servir.

Este soberano de si mismo, este masón pleno, este y no otro, puede y debe ser el
artífice de la construcción de nuestra Bolivia, un país donde reine la Libertad de
pensamiento, de acción, de los sentimientos trascendentales, ese derecho inalienable
del individuo de llegar a ser lo que quiere y puede ser, limitado solo por el respeto a la
libertad del semejante; un país donde impere la igualdad, esa cualidad que denota el
origen común de los humanos y que proporciona las mismas oportunidades a cada uno
y deja al esfuerzo personal el resultado de la diversidad de realizaciones y logros y un
país donde reine la fraternidad como el único camino que conduce a la paz… esa paz
imperturbable que es la felicidad.

No hay otro homenaje mejor que podemos ofrecer a la patria los hermanos que nos
reunimos en estos templos de la Verdad y la Sabiduría.

Siempre fue tiempo de trabajar… los obreros de la luz no conocemos de descanso o


pausa, nos hemos comprometido y jurado trabajar permanentemente por ser mejores y
hacer un mundo mejor… ese trabajo permanente, limpio y puro es el homenaje que hoy
y en cada minuto de existencia le debemos a nuestra Bolivia…. Hoy como ayer y como
siempre es imprescindible que lo hagamos…. Solo así podremos entonar con
propiedad y derecho “bolivianos el hado propicio coronó nuestros votos y anhelo…..”

Hermanos masones, decidamos, desde el lugar que ocupamos en la vida, construir la


felicidad de nuestra Patria.
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José Luis Almanza Villarroel:194 AÑOS DE INDEPENDENCIA

"Entre todas las palabras - dice Jacques Bossuet escritor francés del siglo XVII - no hay
ninguna tan agradable como la palabra libertad, pero tampoco hay otra igualmente
engañosa y alucinadora. Dondequiera que se pronuncia, despierta eco de simpatía en
los corazones; enardece a las almas nobles; causa en ellas entusiasmos y ambos, y
cuando se trata de alcanzar o conservar el bien que con ella se espera, es un aguijón
que mueve a todo tipo de sacrificios."

El inmortal Cervantes, en palabra de Don Quijote decía: "La libertad, es uno de los más
preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden Igualarse los
tesoros que encierran la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra,
se puede y debe aventurar la vida; y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que
puede venir a los hombres."

Hace 194 anos nuestro país alcanzaba ese precioso don de la libertad, luego de
dieciséis años de cruenta guerra por la independencia. La gigantesca epopeya de la
lucha libertaría había terminado.

La ansiada independencia se había conseguido al fin. Pero, ¿se podría decir que la
Libertad había llegado realmente para todos y que se gozaba de Igualdad y
Fraternidad? Lamentablemente no fue así, porque el colonialismo denotado se vengó
en cierta forma dejando la herencia de sus formas feudales, infecundas e injustas.
Habría de transcurrir más de un siglo para que los beneficios de la verdadera
independencia fueran extendidos por lo menos parcialmente a las grandes masas que
conforman la mayoría del país.

Sin embargo, los fundadores de la república y sus primeros administradores realizaron


una tarea fecunda que merece nuestro reconocimiento. El libertador Bolívar se entregó
de lleno al esfuerzo de organizar el nuevo estado: nos legó la primera Constitución, y
dictó decretos fundamentales sobre educación popular, régimen militar, asuntos
eclesiásticos, minas, agricultura, vialidad, industria, comercio, protección de las etnias
indígenas, creación de aduanas, relaciones con los países vecinos, dictando inclusive
disposiciones sobre buenas costumbres e imprenta.

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El Mariscal Sucre, gobernando bajo permanente inestabilidad, complementó la obra de
organización iniciada por el Libertador.
Creó la Corte suprema de Justicia y dispuso la división del territorio nacional en
departamentos, provincias y cantones. Continuó la acción educativa por Bolívar,
estableció la libertad de prensa y fomentó la inmigración con el propósito de
incrementar la población. Finalmente, decepcionado por la ingratitud, las intrigas, la
corrupción y la deslealtad, presentó su renuncia, dejando un documento de contenido
cívico y moral tan conmovedor que con el tiempo se ha constituido en un verdadero
Testamento Político.

El Mariscal de Zepita, Don Andrés de Santa Cruz, nombrado Presidente de Bolivia por
la Asamblea Constituyente luego de la renuncia de Sucre, asumió el mando en mayo
de 1829, después de un breve período de interinatos e intentos de algunos caudillos
por capturar el poder. En su calidad de ilustre masón, a su paso por la ciudad de Puno,
fundó una Logia junto con diez de sus más íntimos HH:. MM:. Esta logia denominada
"Independencia Peruana", fue el primer hito de la futura Confederación Perú-Boliviana.
Aquietadas las pasiones y calmadas las turbulencias, tuvo entera libertad para ejecutar
Importantes medidas de gobierno. Erradicó completamente la anarquía y acometió la
tarea de reorganizar el país, que atravesaba por un periodo caótico como consecuencia
de los largos años de guerra y la ambición de poder que comenzaba a desatar luchas
fratricidas. Las arcas nacionales estaban agotadas y la actividad económica reducida a
límites de subsistencia.

Demostrando sus dotes de administrador y estadista, el Mariscal de Zepita con energía


y capacidad extraordinarias sacó al país de la bancarrota, fomentó el desarrollo de la
industria nacional, reorganizó el Ejército, buscó fortalecer la soberanía sobre el Océano
Pacífico creando el Departamento de Atacama y declarando a Cobija puerto franco,
proveyéndolo de los medios necesarios para incrementar su desarrollo. Entregó un
cuerpo de leyes, basadas en la legislación francesa, que constituyen los Códigos que
llevan su nombre. De este modo, Bolivia se adelantó a los demás pueblos de América
al darse leyes propias. Puso especial énfasis en el desarrollo y fomento de la
educación, ordenando el establecimiento de las universidades de La Paz y
Cochabamba, reorganizando los seminarios y disponiendo el funcionamiento de
Colegios de Artes y Oficios. Preocupado por la vinculación del país, dispuso la
ejecución de importantes obras de vialidad.

Visionario y soñador como el Libertador, puso su empeño en conformar una unión de


estados económicamente fuertes y socialmente respetables, a través de la
Confederación Perú-Boliviana, porque para él, según sus propias palabras, "hubo y
debía haber sólo el Gran Perú, una sola patria andina, grande, libre y soberana, en la
que habitó un pueblo feliz, aquél del incario, sobre el que se volcaron más tarde riadas
de y egoísmos".
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Estas mismas pasiones y egoísmos, frustraron el grandioso proyecto, provocando su
fracaso luego de un pertinaz trabajo destructivo, tanto dentro como fuera de la
Confederación. Vencido finalmente, el Mariscal de Zepita partió al exilio del que no
regresaría jamás. La muerte cerró sus ojos en Versalles, Francia, el 25 de 1865 y sus
cenizas fueron repatriadas cien años después, para ser depositadas en la Catedral
Metropolitana de la ciudad de La Paz.

Los diez años de gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz fueron años de grandeza
y esplendor para nuestro país, que era respetado y admirado, gozando de prestigio
como la nación mejor organizada y de más franco progreso del continente, conceptos
que ganaron opinión favorable entre las naciones del viejo Mundo, especialmente
Francia e Inglaterra, con las cuales estableció sólidas relaciones.

A partir de la caída del Mariscal de Zepita, todos conocemos el azaroso camino que ha
recorrido la Patria hasta nuestros días, llegando a ocupar los últimos lugares en el
desarrollo económico y social, disputando el dudoso honor de ocupar los primeros
lugares en corrupción, viviendo bajo el signo del desaliento y el pesimismo que han
llegado a marcar nuestro carácter, otorgándonos la fama de ser taciturnos y tristes por
naturaleza; sufriendo la humillación de ser catalogados en el exterior del país como
sospechosos de narcotráfico y recibir el trato consecuente, por el sólo hecho de ser
bolivianos.

Parecería que han sido vanos los esfuerzos de nuestros antepasados, que nos legaron
una patria libre y soberana, porque no hemos sabido utilizar el precioso don de la
libertad para conseguir nuestra felicidad como pueblo, sucumbiendo por el contrario
bajo la ignorancia, el fanatismo y la ambición, que son los grandes enemigos que
acechan constantemente para frustrar el progreso individual y colectivo de los hombres.

Ante panorama tan triste, surge una angustiosa pregunta: ¿Será nuestro destino
permanecer eternamente a la zaga de las naciones y continuar sufriendo los males que
nuestro atraso nos impone?... La respuesta nace impetuosa de lo más profundo de
nuestro espíritu, impulsada por la herencia ancestral de un pueblo orgulloso de su
estirpe y consciente de que tal estado no es el destino que debemos aceptar, ni como
hombres ni como país. ¡No, mil veces no! Esa no es la libertad que soñaron nuestros
padres, ni la que deseamos para nuestros hijos. Estamos llamados a un destino
superior. No existe razón alguna que nos condene a permanecer en el atraso y la
miseria. Debemos encontrar el camino que nos permita sacudir el yugo de esta
perversa forma de esclavitud.

Mas ¿dónde encontraremos la inspiración y la fuerza necesarias para acometer la


nueva guerra de la independencia? ...
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La respuesta no es de ningún modo fácil y no se puede reducir a enunciados simples ni
fórmulas infalibles. Tal vez el propio esfuerzo de buscar una respuesta ya sea la
respuesta misma. En este camino, primero debemos encontrar la fe en nosotros
mismos, en nuestras posibilidades como nación. Luego es menester adoptar un ideario
en el cual todos podamos creer para apoyar nuestro esfuerzo y renovar nuestra fe en
los momentos difíciles.

Es verdad que cada uno de los bolivianos pueda tener una opinión distinta sobre
cualquier asunto, pero existen algunas ideas que parecen tener el consenso de todos,
después de 194 años de vida independiente. Estas ideas, recopiladas de las opiniones
vertidas diariamente por diversos compatriotas, podrían ser el núcleo del ideario
nacional que buscamos, y son las siguientes:

Deseo de vivir en democracia y libertad: Hemos comprobado que tenemos hambre


de libertad. El Libertador Bolívar definió a nuestro país como “un desenfrenado amor a
la libertad". La inestabilidad de nuestra historia tiene también en parte, su explicación
en la empecinada negativa del pueblo boliviano a soportar la tiranía. Asimismo, los
bolivianos sabemos que no hay forma de gobierno y de vida ciudadana mejor que la
democracia. Esta convicción ha sido ratificada cuantas veces se nos ha llamado a
ejercer nuestros derechos cívicos.

La integración nacional: Nuestro país tiene gran diversidad geográfica y étnica. Pero
todos somos bolivianos, cualquiera que sea el color de nuestra piel, el lugar de
nacimiento o nuestro idioma nativo, con todos los deberes y derechos que establece la
Carta Magna. Sin embargo, en la realidad, algunos grupos tienen mayores y mejores
oportunidades que otros y hay también odiosos prejuicios que es necesario desterrar.
Por eso todos los bolivianos nos unimos en la idea de integrar a nuestra población,
dando iguales oportunidades de cultura, educación, sanidad, techo y trabajo a todos los
habitantes del país. Nuestro escudo tiene por lema: "la unión hace la fuerza" y nuestra
historia ha demostrado que las consecuencias de no estar unidos han sido desastrosas.
Por el contrario cuando supimos aunar esfuerzos contra la adversidad, salimos airosos
en la lucha. Debemos descartar los regionalismos dañinos, en bien de la unidad del
país, dentro de la diversidad de sus culturas y regiones. La vertebración vial que
permita ejercer soberanía sobre nuestro extenso territorio, debe ser prioritaria para
cualquier gobierno, así como el desterrar definitivamente el analfabetismo, buscando
tener una población culta, responsable y eficiente.

La injusta mediterraneidad de Bolivia: Todos los pueblos de América y el mundo


reconocen que nuestro país padece una injusta situación y que no podrá desarrollarse
plenamente mientras permanezca enclaustrado entre sus montañas. Ya no Interesa
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conocer por qué causas y en qué condiciones el país perdió su acceso soberano al Océano Pacífico.
No habrá realmente una integración latinoamericana mientras se prolongue esta
situación tan perjudicial, y los discursos sobre la fraternidad con los países vecinos
serán para nosotros una burla hiriente a nuestros derechos.

El desarrollo económico y social: Otro de los objetivos que une a los bolivianos es la
lucha contra el atraso. La falta de recursos ha sido una de las causas para que nuestra
historia muestre tantas páginas adversas. A pesar de tener recursos naturales en
abundancia, no hemos podido aprovechar para nuestro bienestar, tal vez por falta de
voluntad y decisión. Pero el desarrollo, para ser verdadero, tiene que basarse en la
justicia social. El desarrollo real es el desarrollo de las personas, no de las cosas. No
queremos un desarrollo en que unos pocos tengan mucho y la mayoría viva en la
miseria, el abandono y la ignorancia. Todos los bolivianos podemos y debemos
beneficiamos de los extraordinarios recursos del país.

Un país libre y próspero en una América Latina unificada y pacífica: Finalmente, la


sociedad boliviana integrada, próspera, respetada por sus vecinos y por los demás
pueblos del planeta, será un país de vocación americana. Como fue el deseo de los
libertadores. Además de las razones históricas, geográficas y sentimentales que
abonan la idea de una complementación regional y continental, es evidente que el
mundo se dirige hacia la conformación de estados continentes, tales como la Unión
Europea que avanza decididamente hacia su consolidación en todos los campos, y los
países que se mantengan al margen seguirán sumidos en el atraso, la pobreza y con el
riesgo de ser absorbidos por las potencias mayores. Los bolivianos aspiramos a vivir
en un mundo de paz y por tal razón creemos en la unión de los pueblos
latinoamericanos, sin predominio de unos sobre otros.

Estas cinco ideas, podrían ser el germen de un ideario nacional, que tal vez parezca
una etapa inalcanzable; pero no avanzaremos nunca si no fijamos nuestras metas más
allá del horizonte. Asimismo, sabemos que no es tarea de una sola generación y que
no veremos cumplidas esas metas en nuestra vida terrenal. Pero, como ya
expresamos líneas arriba, la búsqueda ya es parte del triunfo.Para concluir recordemos
los versos de Amado Nervo que, aplicados a nuestro país y adoptados por cada uno de
nosotros, podrían decir:

"Nací de una raza triste, de un país sin unidad


sin ideal ni patriotismo.
Mi optimismo es tan sólo voluntad.,
obstinación en querer, con todos mis anhelares,
la Bolivia que ha de ser, a pesar de los pesares,
aunque yo no la he de ver… "
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Ricardo García: ¿LIDERAZGO O «LÍDER-HAZ-ALGO»?

La persona que es inherentemente líder basa su poder e influencia en un recurso: se le ha


concedido autoridad «de abajo hacia arriba». Otros le han otorgado la prerrogativa de
tomar decisiones que, de algún modo, los impactan, por eso están anuentes a
secundarlas. Esa cuota de poder se resquebraja cuando el líder no asume sus
responsabilidades, cuando es negligente.

La credibilidad se cosecha a través de la congruencia; se disipa ante la sospecha de la


doble intención, del falso discurso y de la mentira disfrazada. A un gerente creíble e
inspirador son sus propios colaboradores quienes, al aceptar autoridad, le confieren
también el galardón de líder; o sea, tal distinción no deriva del lugar ocupado en un
organigrama. ¿Es ese su caso?

No existen líderes perfectos ni infalibles, nadie espera eso de su jefe. Lo que sí se anhela
es creer en la buena y auténtica intención de él o ella. «De los sentidos es de donde
procede toda credibilidad, toda buena conciencia, toda evidencia de la verdad», afirma F.
Nietzsche. Del pasado se arrastra una reputación, y eso es valioso, pero en el presente lo
que cuenta es la efectividad; es decir, convertir la atinada toma de decisiones en
resultados infunde confianza en el futuro.

La reputación describe a las personas, sin embargo, no las define en el «aquí y ahora».
Los títulos académicos influyen, pero no garantizan un acertado criterio; los puestos de
alto mando dan prestigio, mas no brillo. Así, un proceder justo, transparente y acertado
alimenta la esperanza y la creciente autoridad de los líderes, quienes con actos concretos
inspiran a sus equipos.

Del sano orgullo a la arrogancia tan solo hay un corto paso. Esa frágil frontera es una
constante tentación, solo los verdaderos líderes no la traspasan. Cuando las intenciones
se doblan para alimentar la autocomplacencia, el liderazgo se agrieta; consecuentemente,
se socava la confianza. Los síntomas de la pérdida de rumbo se manifiestan cuando sus
colaboradores empiezan a insinuarle: «'Líder, haz algo' para rectificar, pues ni vas ni
vamos por la ruta correcta».

La indiferencia lapida la mística; la inacción, la enferma; la injusticia, la entierra. Un líder,


por el contrario, aviva la pasión. Para él o ella, cometer un error es aceptable, no corregir
es duplicarlo.
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Posee una chispa genuina que le permite estar en contacto con lo que ocurre en su
interior, en su equipo y en su entorno. Es así como enciende el fuego de otros: ¡esa es su
esencia!

El clamor «líder-haz-algo» deviene de un sinnúmero de conductas que afectan


negativamente al equipo: la incongruencia, el incumplimiento de deberes, la postergación
de asuntos perentorios en periodos de crisis o estancamiento, la desviación del rumbo, así
como la desconexión del propósito superior de la organización. Usted, de seguro, conoce
otros ejemplos.

Si desempeña una posición de liderazgo, pregúntele a su equipo qué puede hacer


usted para ser un mejor líder y que todos triunfen. Si, por ahora, no la ejerce, analice la
apertura de quien sí lo hace, como para que usted pueda acercarse a sugerirle: «Jefe,
haga esto… El bien suyo, el bien mío y el bien del equipo, al fin y al cabo, nos incumbe
a todos». Y si eso no fuese factible, entonces, es usted quien podría escuchar su voz
interior cuando le diga: «¡Coopera, sé líder!, ¡haz algo!».

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Pizarra de Reflexión
 Vive sin aparentar. Ama sin depender. Escucha sin atacar.
Habla sin ofender.
 No es la altura, ni el peso, ni los músculos, ni la belleza lo que te
hace una gran persona. Es el corazón y la humildad.
 Todo llega en el momento preciso. Ten paciencia.
 La gente feliz obtiene su alegría de recibir, mientras que la
gente que tiene una vida significativa, obtiene su alegría de
dar a otros.
 Los amigos son ángeles que sujetan tus alas, cuando éstas no
pueden recordar cómo volar.
 Tus creencias no te hacen mejor persona, tus acciones sí.
 No te dejes engañar por las apariencias, lo que está por fuera
no siempre muestra lo que está por dentro.
 Si eres honesto, tal vez no tengas muchos amigos, pero serán los
adecuados.
 Hay gente con la que pierdes el tiempo y otra con la que
pierdes la noción del tiempo.
 El beso más difícil no es el primero, sino el último.
 Los imposibles de hoy, serán posibles mañana.
 La sonrisa es el idioma universal de la gente inteligente.
 La vida es como un piano. Las teclas blancas representan los
momentos felices y las negras los momentos tristes. Ambas le
dan música a la vida y los intérpretes somos cada uno de
nosotros.

Colaboraron en este Número:


Eddy Terceros Monasterios, Luis Salinas Peñaloza, Eduardo Jauregui
Cordero, Mario Cabrera Ruiz, José Luis Almanza Villarroel, Ricardo
García y Lientur Taha Moretti. 31

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