QUE ENSEÑAR, APRENDER Y EVALUAR EN TIEMPOS DE PANDEMIA.

Por: Rodolfo Antonio Hernández Ortiz1

Creo que a la pregunta sobre cómo evaluar los aprendizajes cuando se “Aprende en Casa”, le antecede otra,
más esencial: ¿Qué aprendizajes son los más pertinentes en este momento histórico, dado nuestro contexto
rural? Ya en la primera semana de clase de este año había trabajado en Ciencias Sociales la pregunta
fundamental, hoy más vigente que nunca: ¿Para qué venimos a la escuela? Allí exploramos con el estudiantado
el reconocimiento de la esencia humana como seres que pensamos, sentimos y actuamos. Es así que nuestro
devenir, dentro y fuera de la escuela, es un proceso de transformación y aprendizaje para ser mejores
personas, esto es: pensar, sentir y actuar en sintonía con la vida, de tal forma que nuestra relación con los
ecosistemas, con otros seres humanos y con nosotros este dada bajo el criterio de colocar la vida en el centro
de nuestras preocupaciones. A esto le hemos llamado aprender a vivir.

Así pues, considero que los aprendizajes en el marco de la estrategia “Aprende en Casa” deben aportar a
aprender a vivir, esto es una exigencia justo cuando nuestras propias vidas y formas de llevarlas, es decir, de
relacionarnos con ella misma, están siendo cuestionadas gracias a la pandemia. Ese es o fue el espíritu cuando
construimos la guía pedagógica que llamamos COMPRENDAMOS EN FAMILIA EL CORONAVIRUS y cuyo objetivo
y propósito eran: “Comprender desde diferentes asignaturas y en familia, la situación de salud pública
que vive la humanidad a raíz del Coronavirus, para implementar algunas medidas de prevención y
protección en casa”2.
Considero que es importante ponernos de acuerdo en este punto. Sería muy indolente de parte nuestra
considerar que los contenidos curriculares se deberían desarrollasen sin tener presente el momento
actual, las limitaciones tecnológicas en la ruralidad, el mensaje que nos está dando la misma vida y
hasta lo más evidente, como dice la guía, que “los maestros no estarán haciendo acompañamiento
presencial, y los familiares o cuidadores no son maestros”.
Desde mi postura considero que debemos centrar los aprendizajes en la competencia de pensamiento,
argumentación (lecto-escritura) y convivencia, para que nuestro estudiantado y sus familias
comprendan el momento actual, aprendan de él y transformen sus prácticas; pues en general, tanto en la
cuenca del río Sumapaz, como en la del río Blanco, donde yo me encuentro 3, no hay suficiente
conciencia de la situación de riesgo en la que estamos. Es el momento que la escuela aporte a esa
compresión. Propongo que desde nuestras áreas traduzcamos esos aprendizajes en experiencias
significativas para los estudiantes y sus familias, que esas experiencias tenga que ver con la vida real y con la
realidad de las disciplinas, retomando sus aprendizajes previos, diseñando acciones y productos que les permitan
avanzar en la comprensión de lo que van aprendiendo y demostrar esa comprensión, interactuando con sus
familias, en comunidad y materializándola en textos. Todos esto bajo la condición de baja conectividad que
tienen nuestros estudiantes.
Propongo que las guías pedagógicas que construyamos permita la autoevaluación de los estudiantes con proceso
de metacognitivos, la coevaluación con las familias y la heteroevaluación con la utilización de rúbricas.
Invito a la dirección escolar que se promueva reunión virtual del gobierno escolar para tomar las
decisiones pertinentes sin que vayan en detrimento de la democracia interna.

1
Docente de Ciencias Sociales y asignaturas de investigación en el núcleo Erasmo Valencia del Colegio Gimnasio del
Campo Juan de la Cruz Varela
2
https://www.redacademica.edu.co/catalogo/guia-pedagogica-comprendamos-en-familia-el-coronavirus
3
Estoy en Betania, Sumapaz