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FACULTAD DE HUMANDAD Y CENCIAS

CRISTINO GUERRERO MERCEDES


18-MPSS-2-142

DISTINTAS MIRADAS O ENFOQUES SOBRE LA INFANCIA

1.- MIRADA PSICOANALÍTICA. Sigmund Freud (1856-1939), en su ensayo sobre La


sexualidad infantil, plantea que los niños y las niñas tienen sentimientos sexuales, que a diferencia de
los adultos, son egocéntricos. Señala que los niños alcanzan el placer a partir de las distintas zonas
erógenas que están distribuidas en el cuerpo, distinguiéndolas así en 5 fases: oral, anal, fálica, de
latencia y genital. Freud propuso también tres instancias hipotéticas de la personalidad: el ello, el yo
y el superyó.
La crítica que se le puede hacer a Freud es que no se puede dar tanto énfasis a los instintos sexuales
y que, posiblemente, el pensamiento consciente es más importante de lo que supuso.

2.- MIRADA CONDUCTISTA. Fundada por J. B. Watson (1878-1958). Trató de demostrar


que las teorías de Pavlov funcionaban con los niños pequeños, demostrando a través del experimento
con el pequeño Albert, que el miedo se puede aprender a través del condicionamiento clásico. Dentro
del conductismo existe otra variante que se relaciona con las consecuencias que se derivan de la
conducta, Skinner la llama condicionamiento operante, en el que los castigos y las recompensas dan
forma al sujeto, es decir, el bebe aprende a partir de los resultados que se derivan de sus actos. Aquí
el reforzamiento es un proceso mediante el cual se fortalece una determinada conducta al tiempo que
se incrementan las posibilidades de que se repitan de nuevo. También aparece el castigo, que viene a
ser un proceso mediante el cual se debilita una conducta no deseada.

3.- MIRADA CONSTRUCTIVISTA – COGNITIVA. Jean Piaget (1896-1980) es uno de


los referentes del constructivismo cognitivo al defender la capacidad de autoconstrucción cognitiva
que tiene el niño, por ejemplo, a lo largo de las etapas educativas. Este muestra cómo diversas
concepciones de la adaptación biológica encuentran su paralelismo en adaptaciones intelectuales
humanas. Las adaptación se realiza a través de procesos de asimilación y acomodación y su
equilibración indica una adecuada situación cognitiva con el entorno, es decir, el niño asimila
correctamente los objetos tras haberse acomodado a sus características.

4.- MIRADA CONSTRUCTIVISTA – SOCIAL. L. S. Vygotski (1896-1934) es el gran


referente a citar en esta mirada constructivista – social del desarrollo. Se pretende tener una visión
más global que las otras teorías ya vistas ya que se enfoca en conocer cómo influyen en la
construcción del niño, su historia, sus circunstancias ambientales, su posición, en el orden de las
especies animales y los medios por los cuales se adapta al ambiente. El desarrollo humano para
Vygotski no se puede comprender sin considerar la forma en que los cambios histórico-sociales
afecten al comportamiento y al propio desarrollo. En cuanto a la educación, la aportación de
Vygotski es muy actual, pues el ser humano se comprende como un todo, de tal amera que todo
influye en su desarrollo y su conducta de una u otra forma. Lo mismo lo podemos aplicar entonces al
aprendizaje.
5.- MIRADA ECOLÓGICA. Esta mirada tiene en cuenta las actividades de socialización, vistas
en términos cognitivos y relacionada con la clase social, la etnia, la cultura y estructura de la familia.
La persona en su desarrollo se sumerge en cinco sistemas de interacciones, de naturaleza
bidireccional, que van desde el más íntimo y personal (con sus colegas y amigos) hasta el más
generalizado (la cultura a la que pertenece): el microsistema, el mesosistema, exosistema,
macrosistema y el crono sistema.
En definitiva, es una mirada al ambiente en general del ser humano desde la primera etapa hasta el
final, y de cómo la persona se va enfrentando y va socializando con ello, cómo va a desarrollando el
aprendizaje en su medio y etapa.

6.- MIRADA EPIGENÉTICA. El término epigenético, viene del griego, y el prefijo epi, en
concreto, indica todo lo que está alrededor, es decir, las circunstancias sociales, ambientales y
familiares que afectan a la modulación de las estructuras genéticas del ser humano. En resumen,
podríamos decir que son todos los factores del entorno que influyen en la expresión genética. Este
término de epigénico integra la sociobiología, la psicología evolucionista (el estudio de patrones de
conductas que recibimos en la herencia) y la etología (que estudia la conducta de los animales en su
ámbito natural). La epigenética pone en interacción los genes y el ambiente y nos ayuda a entender
muchas conductas en las primeras etapas del desarrollo del niño, como por ejemplo que el recién
nacido viene equipado de una serie de habilidades instintivas que le ayudan a sobrevivir (distingue
sonidos y tipos de habla e incluso diferencia a unas personas de otras por el olfato o por el tacto.

RECAPITULANDO todo lo anterior, hemos podido esparcir nuestra mirada sobre las principales
teorías que estudian las etapas y el desarrollo del niño. Hemos iniciado con el Psicoanálisis siendo
testigos de cómo se enfoca más en lo afectivo que en lo propiamente intelectual. Aplicándolo al
ámbito educativo, Freud dirá que entre los alumnos y los profesores existe “una corriente
subterránea” que los une, lo que implica un lazo afectivo inconsciente, emocional, responsable de las
“actitudes y comportamientos” conscientes, por lo que el niño odiará-rechazará o amará al maestro.
El conductismo ha sido el más aplicado a la educación hasta hoy en día, ya que el manejo adecuado,
por parte del maestro o de los padres, tanto de refuerzos, como de castigos como condicionamiento
que provocaron el problema podrá romper las cadenas de estímulos – respuestas del pasado y
reemplazarlas como nuevas asociaciones. Los ataques de ira o las fobias podrán desaparecer. De
manera que en el ámbito educativo se pueden utilizar las técnicas del conductismo para romper
hábitos no aceptables y poder instaurar nuevas conductas. Desde una mirada contructivista-
cognitiva, en cuanto a la educación, Piaget concibe el desarrollo intelectual como un proceso
contínuo de organización y reorganización de estructuras en constante equlibrio que van desde la
inteligencia sensomotora hasta la inteligencia formal, es decir, el niño va construyendo el
conocimiento, del que dirá la constructivista-social que de una forma u otra es fruto del ambiente
mientras que la ecológica de la manera en que se enfrenta a ese ambiente. La epigenética pone de
manifiesto lo que traemos ya integrado a nosotros, las capacidades innatas, el aprendizaje por reflejos
que ya está en nosotros. TODAS ESTAS, de una forma u otra ponen sobre la mesa una característica
particular, que a la vez es integradora en el aprendizaje del niño. Al final, la integración de todas,
afectos, conductas, ambiente, herencia, son lo que hace posible que el mismo se pueda dar. De modo
que, todas son distintas y a la vez importantes en el desarrollo, se van complementando e integrando
entre sí.

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