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FAUSTINA
APUNTES PERSONALES
Hija Mía, se diligente en apuntar cada frase que te digo sobre Mi
misericordia porque están destinadas para un gran numero de almas que
sacaran provecho de ellas (Diario, 1142).
Los elementos más característicos de esta imagen de Cristo son los rayos. El
Señor Jesús, preguntado por lo que significaban, explicó: “El rayo pálido
simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la
Sangre que es la vida de las almas (….). Bienaventurado quien viva a la
sombra de ellos”. Purifican el alma los sacramentos del bautismo y de la
penitencia, mientras que la alimenta plenamente la Eucaristía.
“Por medio de esta imagen colmare a las almas con muchas gracias. Por
eso quiero, que cada alma tenga acceso a ella”.
La fiesta no es solamente un día de adoración especial de Dios en el misterio
de la misericordia, sino también el tiempo en que Dios colma de gracias a
todas las personas. “Deseo – dijo el Señor Jesús – que la Fiesta de la
Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y,
especialmente, para los pobres pecadores (Diario, 699). Las almas
mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de
salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran Mi
misericordia morirán para siempre”.
Gozaran de estas gracias no solo las personas que recen esta coronilla, sino
también los moribundos por cuya intención la recen otras personas. “Cuando
la coronilla es rezada junto al agonizante – dijo el Señor Jesús – se aplaca
la ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma”. La promesa
general es la siguiente: “Quienes recen esta coronilla, me complazco en
darles todo lo que me pidan, (…….) si lo que me pidan esté conforme con
Mi voluntad”. Todo lo que es contrario a la voluntad de Dios no es bueno para
el hombre, particularmente para su felicidad eterna.
“En esa hora – prometió Jesús – puedes obtener todo lo que pidas para ti
o para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo
entero: la misericordia triunfó sobre la justicia”.
Esta terrible idea de ser rechazados por Dios, es un tormento que en realidad
sufren los condenados.
... y de repente, el Señor Jesús se puso a mi lado, vestido con una túnica
blanca, ceñido con un cinturón de oro y me dijo: Te concedo el amor eterno
para que tu pureza sea intacta y para confirmar que nunca
experimentaras tentaciones impuras. Jesús se quitó el cinturón de oro y ciñó
con él mis caderas. Desde entonces no experimento ningunas turbaciones
contrarias a la virtud, ni en el corazón ni en la mente. Después comprendí que
era una de las gracias más grandes que la Santísima Virgen Maria obtuvo para
mí, ya que durante muchos años le había suplicado recibirla. A partir de aquel
momento tengo mayor devoción a la Madre de Dios. Ella me ha enseñado a
amar interiormente a Dios y cómo cumplir su santa voluntad en todo. Maria, Tu
eres la alegría, porque por medio de Ti, Dios descendió a la tierra [y] a mi
corazón.
Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo a
las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercase a Mi.
Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las
almas humanas.
Jesús se quejó conmigo con estas palabras: La desconfianza de las almas
desgarra Mis entrañas. Aún mas Me duele la desconfianza de las almas
elegidas; a pesar de Mi amor inagotable no confían en Mí. Ni siquiera Mi
muerte ha sido suficiente para ellas. ¡Ay de las almas que abusen de ella!
El otro día recibí esta enseñanza: Procure que quien trate con usted, se aleje
feliz.
Difunda a su alrededor la fragancia de la felicidad porque de Dios ha recibido
mucho y por eso sea generosa con los demás. Que todos puedan alejarse de
usted felices aunque hayan apenas rozado el borde de su túnica
Imitaba al ciego que se fía de su guía y agarra con fuerza su mano y ni por un
momento me alejaba de la obediencia que era mi tabla de salvación en la
prueba de fuego.
A veces, durante toda la Santa Misa luchaba con los pensamientos blasfemos
que trataban de salir de mis labios.
Veo que Dios nunca permite [sufrimientos] por encima de lo que podemos
soportar.
Un solo acto de confianza en tal momento da más gloria a Dios que muchas
horas pasadas en el gozo de consolaciones durante la oración. Ahora veo que
si Dios quiere mantener a un alma en la oscuridad, no la iluminará ningún libro
ni confesor.
Pongo todo en tus manos, oh mi Madre. Cubre mi alma con tu manto virginal y
concédeme la gracia de la pureza de corazón, alma y cuerpo. Con tu poder
defiéndeme de todo enemigo, especialmente de aquellos que esconden su
malicia bajo una máscara de virtud. Oh Espléndida Azucena, Tu eres mi
espejo, oh mi Madre.
Veo a los coros de ángeles que te honran incisamente y a todas las potencias
celestiales que Te alaban sin cesar y que Te dicen continuamente: Santo,
Santo, Santo.
Escribe esto: Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de
Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los
hombre este signo en el cielo.
Se apagara toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la
tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios
donde fueron clavadas las manos y los pies del salvador, saldrán grandes
luces que durante algún tiempo iluminaran la tierra. Eso sucederá poco
tiempo antes del ultimo día.
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de
Misericordia para nosotros, en Ti confío.
Todas estas pruebas son duras y difíciles. Dios no las da a un alma que
anteriormente no haya sido admitida a una comunión mas profunda con Él, y
no haya disfrutado de las dulzuras del Señor, y también Dios tiene en eso sus
fines insondables para nosotros.
Nadie puede iluminar tal alma si Dios quiere mantenerla en las tinieblas.
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente
de Misericordia para nosotros, en Ti confío.
Me es mas agradable una hora a los pies del altar, pasada en la mas grande
aridez del espiritu, que cien años de deleites en el mundo.
El amor, es el cielo que nos está dado ya aquí en la tierra. Oh, ¿por qué Te
escondes detrás de la fe? El amor rasga el velo.
Oh almas que dudan, les descorreré las cortinas del cielo para convencerlas
de la bondad de Dios, para que ya no hirieran más el Dulcísimo Corazón de
Jesús con desconfianza. Dios es Amor y Misericordia.
Que no dude alma ninguna mientras viva, aunque sea la mas miserable, cada
una puede ser una gran santa, porque es grande el poder de la gracia de Dios.
De nosotros depende solamente no oponernos a la actuación de Dios.
Para cualquier cosa que hago, no cuento con mis propias fuerzas, sino con la
gracia de Dios. Con la gracia de Dios el alma puede superar victoriosamente
las más grandes dificultades.
Oh, cuánto Me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que
soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi
bondad. También los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi
bondad.
Mi Corazón se alegra de este titulo de misericordia.
Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios. Todas
las obras de Mis manos están coronadas por la misericordia.
Ahora veo claramente cómo Dios obra por medio del confesor y cómo es fiel a
sus promesas. Hace dos semanas el confesor me ordenó meditar sobre la
infancia del espiritu. Al principio eso me resultaba algo difícil, sin embargo, el
confesor sin hacer caso a mi dificultad, me ordenó continuar la meditacion
sobre la infancia del espiritu. En la practica esta infancia debe manifestarse asi:
El niño no se ocupa del pasado ni del futuro, sino que aprovecha el momento
presente.
Pedí a Jesús que se dignara incendiar el fuego de su amor en todas las almas
tibias. Bajo estos rayos se calentaría el corazón aunque estuviera frío como un
pedazo de hielo, aunque fuera duro como una roca, se volvería polvo.
Pero Dios prometió una gran gracia, especialmente a ti y a todos [155] que
proclamen esta gran misericordia Mía. Yo Mismo los defenderé en la hora
de la muerte como Mi gloria aunque los pecados de las almas sean
negros como la noche; cuando un pecador se dirige a Mi misericordia, Me
rinde la mayor gloria y es un honor para Mi Pasión. Cuando un alma
exalta Mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del
infierno.
Durante una adoración Jesús me prometió: Con las almas que recurran a Mi
misericordia y con las almas que glorifiquen y proclamen Mi gran
misericordia a los demás, en la hora de la muerte Me comportaré según
Mi infinita misericordia.
[He aquí] lo que ha hecho la gracia y la meditación del criminal más grande. El
que muere tiene un gran amor. “Acuérdate de mi cuando estés en el paraíso.”
El arrepentimiento sincero transforma inmediatamente a un alma. La vida
espiritual debe practicarse con seriedad y con sinceridad.
Dios ofrece las gracias de dos maneras: a través de las inspiraciones y las
iluminaciones. Si pedimos una gracia, Dios la da, pero debemos querer
aceptarla; pero para aceptarla es necesaria la abnegación. El amor no consiste
en las palabras ni en los sentimientos, sino en la acción. Es un acto de la
voluntad, es un don, es decir, una donación; el intelecto, la voluntad, el
corazón, debemos ejercitar estas tres facultades durante la oración. Resucitare
en Jesús, pero primero tengo que vivir en Él. Si no me separo de la cruz,
entonces se manifestara en mí el Evangelio. Todas mis deficiencias las
completa en mi Jesús, su gracia que obra sin cesar. La Santa Trinidad me
ofrece su vida abundantemente con el don del Espíritu Santo.
Oh Dios, que eres la Piedad misma para los más grandes pecadores
arrepentidos sinceramente; cuanto más grande es el pecador, tanto mayor es
el derecho que tiene a la Divina Misericordia.
Oh Jesús mío, de verdad, yo no sabría vivir sin Ti, mi espíritu se ha fundido con
el Tuyo. Nadie lo comprenderá bien, primero hay que vivir de Ti para conocerte
en los demás.
Todos los momentos libres los pasaré con el Huésped Divino dentro de mí;
procuraré mantener el silencio interior y exterior para que Jesús descanse en
mi corazón.
Ya aquí en la tierra podemos gustar la vida de los habitantes del cielo por
medio de una estrecha unidad con Dios, misteriosa y a veces inconcebible
para nosotros. Se puede obtener la misma gracia con la simple fidelidad del
alma.
No siempre escucho lo que me dice el corazón, sino que pido a Dios luz;
cuando siento que he recuperado el equilibrio, entonces hablo más.
Además de los votos veo una regla importantísima; aunque todas son
importantes, ésta la pongo en el primer lugar y es el silencio. De verdad, si esta
regla fuera observada rigurosamente, yo estaría tranquila por las demás. Las
mujeres tienen una gran inclinación a hablar. De verdad, el Espíritu Santo no
habla a un alma distraída y charlatana, sino que, por medio de sus silenciosas
inspiraciones, habla a un alma recogida, a un alma silenciosa. Si se observara
rigurosamente el silencio, no habría murmuraciones, amarguras,
maledicencias, chismes, no seria tan maltratado el amor del prójimo, en una
palabra, muchas faltas se evitarían. Los labios callados son el oro puro y dan
testimonio de la santidad interior.
Me alegro grandemente de que Dios obre por él, pero no me sorprendo nada
de que Dios le dé tanta luz, ya que en el corazón puro y humilde mora Dios
que es la Luz Misma y todos los sufrimientos y todas las contrariedades existen
para que se manifieste la santidad del alma.
Oh Jesús mío, no hay nada mejor para un alma que las humillaciones. En el
desprecio está el secreto de la felicidad; cuando el alma llega a conocer que es
una nulidad, la miseria personificada y que todo lo que tiene de bueno en si
misma, es exclusivamente don de Dios, cuando el alma ve que todo lo que
tiene en si le ha sido dado gratuitamente y que de si tiene solamente la
miseria, esto la mantiene continuamente humilde delante de la Majestad de
Dios y Dios, viendo tal disposición del alma, la persigue con sus gracias.
Cuando el alma se hunde en el abismo de su miseria, Dios hace uso de su
omnipotencia para enaltecerla. Si hay en la tierra un alma verdaderamente
feliz, ésta es solamente un alma verdaderamente humilde. Al principio el amor
propio sufre mucho a causa de eso, pero si el alma enfrenta valerosamente
repetidos combates, Dios le concede mucha luz en la que ella ve lo miserable y
engañoso que es todo. En su corazón esta solamente Dios; un alma humilde
no confía a si misma, sino que pone su confianza en Dios. Dios defiende al
alma humilde y Él Mismo se introduce en las cosas de ella y entonces el alma
permanece en máxima felicidad que nadie puede comprender.
Una alegria reinó en mi alma por ser Dios tan bueno y tan misericordioso; Dios
concede todo lo que pedimos con confianza.
Oh, qué poco piensa la gente en que tiene siempre a su lado a tal huésped y, a
la vez, un testigo de todo. ¡Pecadores!, recuerden que tienen un testigo de sus
acciones.
Me extraña muchísimo como es posible tener una envidia tan grande. Yo,
viendo el bien de alguien, me alegro como si yo misma lo tuviera, la alegría de
los demás es mi alegría y el sufrimiento de los demás es mi sufrimiento, porque
si no fuera así no me atrevería relacionarme con Jesús. El espíritu de Jesús es
siempre simple, apacible, sincero; cada malicia, envidia, falta de bondad
ocultada bajo una sonrisa de afabilidad es un diablito inteligente; una palabra
dura pero que proviene del amor sincero, no hiere al corazón.
Concede luz a mi mente para que pueda conocer cuál es Tu santa voluntad.
Concede luz a mi mente para que pueda conocer cuál es Tu santa voluntad.
Una vez, cuando rogaba mucho a los santos jesuitas, de repente vi al Ángel
custodio que me llevó delante del trono de Dios; pasé (126) entre grandes
huestes de santos, reconocí a muchos por sus imágenes; vi a muchos jesuitas
que me preguntaron: ¿De qué Congregación es esta alma? Cuando les
contesté, preguntaron: ¿Quién es tu director? Contesté que el Padre Andrasz.
Cuando quisieron seguir hablando, mi Ángel Custodio hizo la señal de callar y
pasé delante del trono mismo de Dios. Vi una claridad grande e inaccesible, vi
el lugar destinado para mí en la cercanía de Dios, pero cómo es, no sé, porque
lo cubría una nube, pero mi Ángel Custodio me dijo: Aquí está tu trono, por la
fidelidad en el cumplimiento de la voluntad de Dios.
Oh Jesús, Vida y Verdad, Maestro mío, guía cada paso de mi vida para que
proceda según Tu santa voluntad.
Oh, lo que pasa en el alma cuando se encuentra a solas con el Señor, ninguna
pluma ha logrado expresar, ni jamás lo expresara….
La misericordia del Señor la glorifican en el cielo las almas de los santos que
han experimentado sobre sí esta misericordia infinita. Lo que aquellas almas
hacen en el cielo, yo lo empezaré ya aquí en la tierra. Glorificaré a Dios por su
bondad infinita y trataré de que otras almas conozcan y adoren esta
inexpresable e inconcebible misericordia de Dios.
Promesa del Señor: A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia
las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte.
Oh Dios mío, que lastima me dan los hombres que no creen en la vida eterna;
cuánto ruego por ellos para que los envuelva el rayo de la misericordia y para
que Dios los abrace a su seno paterno. Oh amor, oh rey.
El amor no conoce temor (189), pasa por todos los coros angélicos que hacen
guardia delante de su trono. No tiene miedo de nadie; alcanza a dios y se
sumerge en Él como en su único tesoro. El querubín con la espada de fuego
que vigila el paraíso, no tiene poder sobre él. Oh, puro amor de Dios, qué
inmenso e incomparable eres. Oh, si las almas conocieran Tu fuerza.
Un principio moral
Cuando no se sabe qué es mejor, hay que reflexionar y examinar y pedir
consejo porque no se puede actuar en la duda de la conciencia. En la
incertidumbre, decirse a sí mismo: cualquier cosa que haga estaría bien hecha,
tengo la intención de hacerla bien. Dios acepta lo que nosotros consideramos
bueno, y Dios lo acepta y considera bueno. No preocuparme si después de
algún tiempo, aquellas cosas no resulten ser buenas. Dios mira la intención
con la cual empezamos y según ella dará la recompensa. Es un principio al
que debemos atenernos.
¡Oh Luz eterna que viernes a esta tierra, ilumina mi mente y refuerza mi
voluntad para que no me detenga en los momentos de las pruebas difíciles!
Que Tu luz disipe toda sombra de duda, que Tu omnipotencia obre a través de
mí. En Ti confío, oh Luz increada, Tu, oh Niño Jesús, eres mi ejemplo en el
cumplimiento de la voluntad de Tu Padre, Tú que dijiste: Vengo a cumplir Tu
voluntad, haz que yo también yo cumpla fielmente en todo la voluntad de Dios,
Oh Divino Niño, otórgame esta gracia.
Propósitos generales
Rigurosa observancia del silencio, el recogimiento interior.
II. En cada hermana ver la imagen de Dios y de este estimulo debe provenir
todo el amor al prójimo.
III. En cada momento de la vida cumplir fielmente la voluntad de Dios y vivir de
ella.
IV. Rendir cuentas fielmente de todo al director espiritual y no emprender nada
de importante sin acordarlo con él. Trataré de revelar claramente los mas
secretos rincones de mi alma delante de él, recordando (239) que trato con
Dios Mismo, pero como sustituto está solamente un hombre, por lo tanto todos
los días debo pedir la luz para él.
V. En el examen de conciencia de la noche preguntarme: ¿Y si me llamara hoy
mismo?
VI. No buscar a Dios, lejos, sino que en mi propio interior tratar con Él cara a
cara.
VII. En los sufrimientos y en las tribulaciones acudir al tabernáculo y quedar en
silencio.
VIII. Unir todos los sufrimientos, las plegarias, los trabajos, las mortificaciones a
los meritos de Jesús a fin de implorar misericordia por el mundo.
XII. La presencia de Dios es el fundamente de todas mis acciones y mis
palabras y mis pensamientos.
XIII. Aprovechar toda ayuda espiritual. Poner siempre el amor propio en su
debido lugar, es decir, en el último. Hacer los ejercicios espirituales como si los
hiciera por última vez en la vida; de la misma manera cumplir todos mis
deberes.
Hay cierta persona que me ejercita en la paciencia, tengo que dedicarle mucho
tiempo.
Voy conociendo cada vez más la grandeza de Dios y me alegro por Él; trato
con Él continuamente en lo profundo de mi corazón; es en mi propia alma
dónde encuentro a Dios con la mayor facilidad.
Oh almas, no tengan miedo de Dios, sino que tengan confianza en Él, porque
es bueno y su misericordia dura por los siglos.
Hay aquí cierta persona que antes era nuestra alumna. Naturalmente me
ejercita en la paciencia, me visita varias veces al día; después de cada visita
estoy cansada, pero veo que es el Señor Jesús que me ha mandado esta
alma. Que todo Te alabe, oh Señor. La paciencia da gloria a Dios. Oh, qué
pobres son las almas.
Lo que se comienza con Dios, será de Dios, y lo que se comienza con medios
puramente humanos, será humano.
Oh, si el alma que sufre supiera cuánto Dios la ama, moriría de gozo y de
exceso de felicidad. Un día, conoceremos el valor del sufrimiento, pero
entonces ya no podremos sufrir. El momento actual es nuestro.
TERCER CUADERNO
El Señor me ha hecho saber cuánto le desagrada un alma que habla mucho.
En tal alma no encuentro descanso. El ruido continuo Me cansa y en ese
ruido el alma no distingue Mi voz.
Por la noche oí en el alma estas palabras: Hija Mia, has de saber que te voy
a hablar de modo especial a traves de este sacerdote [317] para que no
tengas dudas en cuanto a Mis demandas. Ya desde la primera meditación,
las palabras de este sacerdote impresionaron mi alma, y fueron las siguientes:
no me está permitido oponerme a la voluntad de Dios, ni a los deseos de Dios,
cualesquiera que sean; y en cuanto esté convencida de la certeza y la
autenticidad de la voluntad de Dios, deberé cumplirla y de esto nadie me
puede dispensar. Cualquiera (27) que sea esta voluntad, si la conozco, debo
cumplirla.
“La Divina Misericordia es bella y debe ser una obra de Dios verderamente
grande si Satanas se le opone tanto y quiere destruirla.”
Oh Dios de gran misericordia que Te dignaste enviarnos a Tu Hijo unigenito
como el mayor testimonio de Tu insondable amor y misericordia. Tú no
rechazas a los pecadores, sino que tambien a ellos les abriste el tesoro de Tu
infinita misericordia del que pueden recoger en abundancia tanto la
justificación, como toda santidad a la que un alma puede llegar. Oh Padre de
gran misericordia, deseo que todos los corazones se dirijan con confianza a Tu
infinita misericordia. Nadie podrá justificarse ante Ti si no va acompanado por
Tu insondable misericordia. Cuando nos reveles el misterio de Tu misericordia,
la eternidad no bastará para agradecer por ella debidamente.
Oh, qué dolor experimenta mi corazón cuando veo una hermana que carece
del espiritu religioso. ¿Cómo puede uno agradar a Dios cuando estalla de
soberbia y de amor propio, y finge que procura la gloria de Dios mientras se
trata de su propia gloria. Eso me hiere mucho. ¿Cómo puede tal alma unirse
estrechamente a Dios? Ni hablar de la unión con el Señor.
Hija Mía, necesito sacrificios hechos por amor, porque sólo éstos tienen
valor para Mi. Es grande la deuda del mundo contraída Conmigo, la
pueden pagar las almas puras con sus sacrificios, practicando la
misericordia espiritualmente.
Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de
misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable
Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros.
QUINTO CUADERNO
Amad a Dios, porque es bueno y su misericordia es grande.
Durante una oración aprendí cuánto es agradable a Dios el alma del Padre
Andrasz. Es un verdadero hijo de Dios. En pocas almas esta filiación de Dios
se evidencia tan claramente y es porque tiene una devoción especialísima a la
Madre de Dios.
Sé bien que cuanto más bella y más grande es la obra, tanto mas tremendas
son las tempestades que se desencadenan contra ella.
Hoy, mientras recibía la Santa Comunión he visto una Hostia viva en el cáliz, la
cual el sacerdote me la dio. Al volver a mi lugar, he preguntado al Señor: ¿Por
qué una [sola] viva? Si estás igualmente vivo en todas las Hostias. El Señor
me contestó: Es así, soy el Mismo en todas las Hostias, pero no todas las
almas Me reciben con una fe tan viva como la tuya, hija Mía, y por eso no
puedo obrar en sus almas igual que en tu alma.
Jesús: Asi pues, nina Mia, esta vez Me has contado mucho. Yo sé que es
un gran sufrimiento el de no ser comprendida y sobre todo por los que
amamos y a los cuales manifestamos una gran sinceridad, pero que te
baste que Yo te comprendo en todas tus penas y tus miserias. Me agrada
tu profunda fe que, a pesar de todo, tienes en Mis representantes, pero
debes saber que los hombres no pueden comprender plenamente un
alma, porque eso supera sus posibilidades. Por eso Yo Mismo Me he
quedado en la tierra para consolar tu corazón doliente y fortificar tu alma
para que no pares en el camino. Dices que unas tinieblas grandes cubren
tu mente, pues, ¿por qué en tales momentos no vienes a Mi que soy la luz
y en un solo instante puedo infundir en tu alma tanta luz y tanto
entendimiento de la santidad que no aprenderás al leer ningun libro ni
ningun confesor es capaz de enseñar ni iluminar asi al alma. Has de saber
ademas que por estas tinieblas de las que te quejas, he pasado primero
Yo por ti en el Huerto de los Olivos. Mi alma estuvo estrujada por una
tristeza mortal y te doy a ti una pequeña parte de estos sufrimientos
debido a Mi especial amor a ti y el alto grado de santidad que te destino
en el cielo. El alma que sufre es la que mas cerca está de Mi Corazón.
Jesús: Nina Mia, haz el proposito de no contar nunca con los hombres.
Harás muchas cosas si te abandonas totalmente a Mi voluntad y dices:
Hágase en mi, oh Dios, no según lo que yo quiera sino según tu voluntad.
Has de saber que estas palabras pronunciadas del fondo del corazón, en
un solo instante elevan al alma a las cumbres de la santidad. Me
complazco especialmente en tal alma, tal alma Me rinde una gran gloria,
tal alma llena el cielo con la fragancia de sus virtudes; pero has de saber
que la fuerza que tienes dentro de ti para soportar los sufrimientos la
debes a la frecuente Santa Comunión; pues ven a menudo a esta fuente
de la misericordia y con el recipiente de la confianza recoge cualquier
cosa que necesites.
Jesús: Nina Mia, has de saber que el mayor obstáculo para la santidad es
el desaliento y la inquietud injustificada que te quitan la posibilidad de
ejercitarte en las virtudes. Todas las tentaciones juntas no deberian ni por
un instante turbar tu paz interior y la irritabilidad y el desanimo son los
frutos de tu amor propio. No debes desanimarte sino procurar que Mi
amor reine en lugar de tu amor propio. Por lo tanto, confianza, nina Mia;
no debes desanimarte, [sino que] venir a Mi para pedir perdon, porque Yo
estoy siempre dispuesto a perdonarte. Cada vez que Me lo pides,
glorificas Mi misericordia.
Jesús, en mi vida hay un secreto mas, el mas profundo, pero tambien el mas
querido para mi, lo eres Tu Mismo bajo la especie del pan cuando vienes a mi
corazón. Aquí está todo el secreto de mi santidad. Aquí mi corazón unido al
tuyo se hace uno, aquí ya no hay ningun secreto, porque todo lo Tuyo es mio,
y lo mio es Tuyo. He aquí la omnipotencia y el milagro de Tu misericordia.
Cuando considero este misterio del amor, mi corazón entra en un nuevo
éxtasis de amor y Te hablo de todo, Señor, callando, porque el lenguaje del
amor es sin palabras, porque no se escapa ni un solo latido de mi corazón.
..... porque la vida del amor y de la unión se manifiesta por fuera como: pureza
perfecta, humildad profunda, dulce mansedumbre, gran fervor por la salvacion
de las almas.
Oh, cuántas e innumerables veces, con una luz repentina me hiciste conocer lo
que Te agradaba mas.
Oh Jesús, deseo atraer las almas a la Fuente de Tu Misericordia para que
tomen la vivificante agua de vida con el recipiente de la confianza. Si el alma
desea experimentar una mayor misericordia de Dios, acerquese a Dios con
gran confianza y si su confianza es sin limites, la misericordia de Dios será
para ella tambien sin limites.
Un solo acto de amor puro hacia mi, Me es mas agradable que miles de
himnos de almas imperfectas.
Pero, hija, aún no estás en la patria; asi pues, ve fortalecida con Mi gracia
y lucha por Mi reino en las almas humanas y lucha como una hija real y
recuerda que pronto pasarán los dias del destierro y con ellos la
oportunidad de adquirir meritos para el cielo. Espero de ti, hija Mia, un
gran numero de almas que glorifiquen Mi misericordia durante toda la
eternidad. Hija Mia, para que respondas dignamente a Mi llamada,
recibeme cada dia en la Santa Comunión – ella te dará fuerza….
Dios concede su ayuda, pero hay que pedirsela; que nadie confie demasiado
en si mismo.
Deseo vivir en espíritu de fe, acepto todo lo que me sucede como enviado por
la voluntad amorosa de Dios que desea sinceramente mi felicidad; por eso
todo lo que Dios me envíe lo aceptaré con sumisión y agradecimiento sin hacer
caso a la voz de la naturaleza ni a las sugerencias del amor propio. Antes de
emprender una acción de mayor importancia reflexionaré un momento para ver
qué relación tiene con la vida eterna y cuál es el motivo principal de hacerla: la
gloria de Dios o el bien de mi propia alma o el bien de otras almas. Si el
corazón me dice si, entonces seré inflexible en la ejecución de dicha acción,
(129) sin reparar en ningún obstáculo ni sacrificio; no me dejaré desviar del
propósito que me haya propuesto, me bastará saber que es grato a Dios. Y si
conozco que una acción dada no tiene nada que ver con lo dicho
anteriormente, trataré de elevarla a esferas más altas mediante una buena
intención. Y si conozco que algo proviene del amor propio lo eliminaré en su
origen.
Cuando entré por un momento en la capilla, el Señor me explicó que entre las
almas elegidas tiene algunas especialmente elegidas, que llama a una
santidad elevada, a una unión excepcional con Él. Éstas son las almas
seráficas de las cuales Dios exige que lo amen más que otras almas; a pesar
de que todas viven en el convento, no obstante este amor mas intenso lo
exige, a veces, de una sola alma. Tal alma comprende la llamada, porque Dios
se la hacer conocer interiormente, pero puede seguirla o puede no seguirla; del
alma depende si es fiel a las llamadas del Espíritu Santo, o si se opone al
Espíritu Santo. Supe que hay un lugar en el purgatorio donde las almas
satisfacen a Dios por este tipo de culpas; entre diversos tormentos, éste es el
más duro. El alma marcada por Dios de modo especial se distinguirá de entre
otras almas por una mayor gloria, por el resplandor y por un mas profundo
conocimiento de Dios; en el purgatorio, por un sufrimiento mas profundo,
porque conoce mas a fondo y anhela mas violentamente a Dios; en el infierno,
sufrirá mas que otras almas, porque sabe mas profundamente a quien ha
perdido; este sello del amor exclusivo de Dios no se borra en ella.
Te recuerdo, hija Mía, que cuántas veces oigas el reloj dando las tres,
sumérgete totalmente en Mi misericordia, adorándola y glorificándola;
suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los
pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para
cada (145) alma. En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y
para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero:
la misericordia triunfó sobre la justicia. Hija Mía, en esa hora procura
rezar el Via Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes
rezar el Via Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora
en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia.
Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés,
aunque sea por un brevísimo instante. Exijo el culto a Mi misericordia de
cada criatura, pero primero de ti, ya que a ti te he dado a conocer este
misterio de modo más profundo.
Oh Jesús mío, ahora abrazo al mundo entero y Te pido misericordia para él.
Cuando me digas, oh Dios, que ya basta, que ya se haya cumplido plenamente
Tu santa voluntad, entonces en unión Contigo, Salvador mío, entregaré mi
alma en manos del Padre celestial, llena de confianza en tu misericordia
insondable y entonaré el primer himno a Tu misericordia cuando me presente a
los pies de Tu trono. ¡No te olvidaré, pobre tierra!, aunque siento que me
sumergiré inmediatamente toda en Dios, como en un océano de felicidad, eso
no me impedirá volver a la tierra y dar ánimo a las almas e invitarlas a confiar
en la Divina Misericordia. Al contrario, esa inmersión en Dios me dará unas
posibilidades ilimitadas de obrar.
Una vez, atendía a los enfermos una hermana tan negligente en su trabajo que
verdaderamente era necesario mortificarse bastante. Un día decidí decirlo a las
Superioras; pero oí en el alma una voz: Soporta pacientemente, lo dirá otra
persona. Sin embargo, tal servicio continuo todo el mes. Cuando ya podía
bajar un poco al refectorio y al recreo, oí en el alma estas palabras: Ahora
otras hermanas hablarán de la negligencia en el servicio de esa religiosa,
pero tú cállate y no intervengas en este asunto. En ese mismo instante
empezó una discusión bastante áspera sobre esa hermana, pero ella no logró
encontrar nada en su defensa y todas las hermanas a coro: Enmiéndese,
hermana y atienda mejor a los enfermos. Conocí que, a veces, Jesús no desea
que digamos algo por nuestra iniciativa; Él tiene su modo y sabe cuándo es el
momento oportuno para hablar.
SEXTO CUADERNO
Oh Jesús Hostia, si Tú no me sostuvieras, no sabría perseverar en la cruz, no
lograría soportar tantos sufrimientos, pero la fuerza de Tu gracia me mantiene
en un nivel mas elevado y hace meritorios mis sufrimientos. Me das fuerza
para avanzar siempre y conquistar el cielo por asalto y tener amor en el
corazón por aquellos de los cuales recibo hostilidad y desprecio. Con Tu gracia
se puede todo.
Oh Jesús mío, consolida las fuerzas de mi alma para que el enemigo no gane
nada. Sin Ti soy la debilidad misma, sin Tu gracia no soy más que (23) el
abismo de miseria. La miseria es mi propiedad.
Oh Señor mío, todo esto para Ti, para impetrar misericordia a los pobres
pecadores. Cuando regresé estaba tan cansada que tuve que acostarme en
seguida; sin embargo era el día de la confesión trimestral, traté de ir todavía a
confesarme, porque tenía la necesidad no sólo de la confesión sino también de
pedir consejo al director espiritual. [.....] Pero cuando entré en el confesionario
me sentía tan mal que no logré describir el estado de mi alma, apenas me
confesé. Conocí entonces cuánto se necesita el espíritu; la letra sola no hace
crecer el amor.
Esta noche Jesús me dijo: Hija Mía, ¿no te falta nada? Contesté: Oh Amor
mío, cuando te tengo a Ti, tengo todo. Y el Señor a su vez contestó: Si las
almas se abandonaron totalmente a Mí, Yo Mismo Me encargaría de
santificarlas y las colmaría de gracias aun mayores. Hay almas que
frustran Mis esfuerzos, pero no Me desanimo; siempre que se dirigen a
Mí, Me apresuro a ayudarlas, protegiéndolas con Mi misericordia y les
doy el primer lugar en Mi compasivo Corazón.
Escribe para las almas de los religiosos que es Mi deleite venir a sus
corazones en la Santa Comunión, pero si en sus corazones está alguien.
Yo no puedo soportarlo y salgo de ellos cuanto antes llevándome todos
los dones y las gracias que les he preparado y tal alma ni siquiera se da
cuenta de Mi salida. Después de algún tiempo, el vacío interior y el
descontento le llamarán la atención. Oh, si entonces se dirigiera a Mí, (60)
la ayudaría a limpiar el corazón, realizaría todo en su alma, pero sin su
conocimiento y consentimiento no puedo administrar en su corazón.
Oh Amor mío, mi Maestro eterno, qué bueno es obedecer, porque [con la
obediencia] entra en el alma la fortaleza y la fuerza para obrar.
Escribe: Soy santo, tres veces santo y siento aversión por el menor
pecado. No puedo amar al alma manchada por un pecado, pero cuando
se arrepiente, entonces Mi generosidad para ella no conoce límites. Mi
misericordia la abraza y justifica. Persigo a los pecadores con Mi
misericordia en todos sus caminos y Mi Corazón se alegra cuando ellos
vuelven a Mí. Olvido las amarguras que dieron a beber a Mi Corazón y Me
alegro de su retorno. Di a los pecadores que ninguna escapará de Mis
manos. Si huyen de Mi Corazón misericordioso, caerán en Mis manos
justas. Di a los pecadores que siempre los espero, escucho atentamente
el latir de sus corazones [para saber] cuándo latirán para Mí. Escribe que
les hablo a través de los remordimientos de conciencia, a través de los
fracasos y los sufrimientos, a través de las tormentas y los rayos, hablo
con la voz de la Iglesia y si frustran todas Mis gracias, Me molesto con
ellos dejándoles a si mismos y les doy lo que desean.
Hoy me despertó una gran tormenta, el viento estaba enfurecido y llovía como
si hubiera un huracán, a cada rato caían rayos. Me puse a rogar que la
tempestad no causara ningún daño; de repente oí estas palabras: Reza la
coronilla que te he enseñado y la tempestad cesará. En seguida he
comenzado a rezar la coronilla y ni siquiera la he terminado cuando el temporal
ha cesado y oí estas palabras: A través de ella obtendrás todo, si lo que
pides está de acuerdo con Mi voluntad.
La infinita bondad de Dios en la redención del hombre Oh Dios que con una
sola palabra habrías podido salvar miles de mundos, un suspiro de Jesús
habría satisfecho Tu justicia. Pero Tu, oh Jesús. Te entregaste por nosotros a
tan asombrosa pasión únicamente por amor. La justicia de Tu Padre habría
sido expiada con un solo suspiro Tuyo y todos Tus anonadamientos son
exclusivamente actos de Tu misericordia y Tu amor inconcebible. Tú, oh Señor,
partiendo de esta tierra deseaste quedarte con nosotros y Tú dejaste a Ti
Mismo en el Sacramento del Altar y nos abriste de par en par Tu misericordia.
No hay miseria que (108). Te pueda agotar; llamaste a todos a esta fuente de
amor, a este manantial de piedad divina. Aquí está el trono de Tu misericordia,
aquí el remedio para nuestras enfermedades. Hacia Ti, oh Fuente viva de
Misericordia corren todas las almas: unas como ciervos, sedientos de Tu amor,
otras para lavar la herida de sus pecados; otras todavía, cansadas de la vida,
para tomar fuerzas. Cuando estabas muriendo en la cruz, en aquel momento
nos donaste la vida eterna; al haber permitido abrir Tu sacratísimo costado nos
abriste una inagotable Fuente de Tu Misericordia; nos ofreciste lo mas valioso
que tenias, es decir, la Sangre y el agua de Tu Corazón. He aquí la
omnipotencia de Tu misericordia, de ella toda gracia fluye hacia nosotros.
Mis momentos más gratos son aquellos cuando estoy conversando con el
Señor dentro de mí. Procuro, según está en mi poder, que no esté solo; a Él le
gusta estar siempre con nosotros…..
MI PREPARACION
PARA LA SANTA COMUNION
Ves, he dejado el trono de los cielos para unirme a ti. Lo que estás viendo
es apenas una pequeña muestra y tu alma se desmaya de amor. ¡Cuánto
se asombrará tu corazón cuando Me veas en toda la plenitud de la gloria!
Quiero decirte, sin embargo, que la vida eterna debe iniciarse ya aquí en
la tierra a través de la Santa Comunión. Cada Santa Comunión te hace
más capaz para la comunión con Dios por toda la eternidad.
Sé solamente que amo y que soy amada. Eso me basta. Procuro ser fiel al
Espíritu Santo durante el día y satisfacer sus exigencias. Procuro el silencio
interior para poder oír su voz…