sangre que aye por las venas de un occidental. Es igualmente
tuna fantasia pensar que la simaciin geogréfica estimula Ie
actiud mfstica del esprtu, No hay ninguna aumsfera especial
en ef Tibet, Egipto, China o India, que infunda atrbutos
rmisticos a los que alli residen. Al igual que cl oro, ls
elementos del misticbmo estén donde quiera que se encuentren,
es decir, donde quiera que uno los experimente. Es oportuno
agregar que los aributos del misticismo no son necesariamente
hheredados. Las cualidades fundamentales yacen Iatentes en
cada individuo y en algunas personas pueden hasta producir un
creyente ortodoxo, muy predispuesto contra las doctrinas del
rmisticismo. Esa tnica comprensién de la vida, que se dice que
;posoe el mistico,no es un legado césmioo,
En pocas palabras, la acttud mistica aparente del espista
no es una concepcién divina. El misico es un ser que ha
evolicionato y que debe utilizar las facultades que pose
Sespertando sis cualiaces latentes y drigirias hacia ese canal
que constituye Ia actitud mistica de Ia mente. La intopretacisn
imistica de Is vida no es un manto misterioso que baja sobre un
individvo y lo distingue del resto intencionaimente. Es un
acaamienlo voluntario hacia la vida mistica, pues es necesario
fen primer higar que libekmos nuestra mente de todas las
improsiones producidas "a priori” y de les predisposicioncs de
[opinin que nos hemos formado sobre aguellas conchisioncs
aks cuales hemos llegado arbitrariamente y, sobre todo, de bo
{que hemos ofdo dest. Debemos liberar nuestra mente de este
lastre y preparamos a aceptar aquellas cosas que, como dijo
Descartes, hacen brotar dentto de nosotros una aceptacion
intuitiva, tn sentimionto de su veracidad, constituyenda un
cconocimiento rel
Francis Bacon. el eminente flésofo (podriamos decir el
fundador de nuestro método cieatifico actual), adopts este
imétodo al Ikgar a cierios hechos especificos. Afirm6 que el
hombre debe despejar su mente de todos Ios idolos, de ls cosas
«que a forjado errSneamente en su mente hasado en la fates;
debe liberatse de todas las suposiciones, los ‘dolos de la
tradicion, lis cosas que debe aceptar porque le han sido
legadas, 0 porque sencillamente poseen ta autoridad de los
alos. Debemos acercamnos a fa vida como si estuvigramos
saliendo por primer ver de una cimara obscura a una
iluminada, sin ninguna anticipacién 0 expectativa de aquello
‘que vamos a oft 0 ver, y luego someter cada experiencia a
nuestro propio andliss, sin colnreark con el andlisis de los
dems. La persona que desea realmente aproximarse a la vida
mistica de una manera franca, con la esperanza de poder
gobemarse a sf misma debidamente, no debe ser cobarde. No
debe temer a la opinién pablica. No debe temer oponerse 0
‘enfrentarse# la tradickin
ENos hemos detenido alguna vez a pensar cusl es el
venladero valor de la tradiciin? ;Ceando es un beneficso pars
el hombre y cusindo es un obsticulo? Las traiciones son como
Jos tamos de una escdera. Representan la elevactin del
hombre. Se hicieron para impedir que uno se reshale hacia
airis, pero no para retenemos. Cada vez que una tradicion
mantisne a usted clavado a su puesto, sin permitie levantarse
hasta cl tramo siguiente, entonees ae wiclve um obs
Debemos considerar la tradicién como um signo de estimulé
ddebemos encontrar en ella una sstisfaccién considerando el
progeso que el hombre ha hecho. Debemos womar de b
tradicion fo mejor que pueda offecemos y para que nos sirva de
base para elevamos a mayores alturas. Es necesario, pes, que
‘cada tno de nosotros somcta ls tradiciones de momento sn
examen personal, para cercioramos, en lo que a nosotros
‘concksme, si es necesario que nos sometamos a ella. Si
podemos mejorar les tradiciones, debemos hacerlo, Si no