MARTES SANTO

Celebración de la Palabra
“Señor Jesús, para obedecer al Padre,
quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio”.

Tiempo de prueba, tiempo de evangelio

El día de hoy veamos como el Señor no se queda en las apariencias, sino

que ve cómo Dios lo transforma todo. Incluso, la humillación más grande
puede devenir una instancia de gloria.

El Papa Francisco hoy nos dice: «Un gran hombre, este Pedro... pecador, pecador. Pero el
Señor le hace sentir, a él y también a nosotros, que todos somos pecadores. El problema
no es ser pecadores: el problema es no arrepentirse del pecado, no avergonzarnos de lo
que hemos hecho. Ese es el problema. Y Pedro tiene esta vergüenza, esta humildad, ¿no?
El pecado, el pecado de Pedro, es un hecho que el gran corazón que tenía Pedro lo lleva a
un nuevo encuentro con Jesús, a la alegría del perdón». (Santa Marta 17 de mayo de
2013)

Y Pedro lloró amargamente… consciente de su pecado, reconociéndose

pecador, con humildad

Y podríamos preguntarnos:

1. ¿Me he arrepentido de lo que he hecho mal? ¿ He tomado conciencia

de lo que he hecho mal? O ¿será que yo pienso que nunca me
equivoco y no tengo que pedir perdón?
2. ¿Estoy buscando un nuevo encuentro con el Señor en estos tiempos
de prueba, reconociendo mi condición y viéndome simplemente
como un ser humano no perfecto y pecador?
3. ¿Me he preguntado quién soy y quién quiero ser?
4. ¿Veo a Dios en mi futuro?¿Qué debo hacer para que esto suceda?