Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Hoy 25 medios latinoamericanos sostenemos que “El compromiso del periodismo con este
momento es histórico. Es necesario interpelarnos y preguntarnos si realmente estamos
haciendo lo suficiente. Como nunca antes en la historia, contamos con las mejores
herramientas para comunicar información a una escala global y a velocidades tan rápidas
como la de un haz de luz. Llegó la hora de actuar, y el periodismo debe ser capaz de hacer
viajar a esa velocidad las soluciones y acciones que se necesitan para detener la catástrofe
de la que ya estamos advertidos. El tiempo se acaba”.
El impacto del hombre y la extracción de recursos continúan en tierra. A los bosques los estamos
destruyendo a un ritmo en el que, al hacerlo, liberamos aún más CO2 a la atmósfera del planeta,
alteramos los patrones de lluvia, reducimos la biodiversidad, acorralamos a pueblos indígenas que
habitan esos territorios hace siglos y, al mismo tiempo, borramos para siempre especies de plantas y
animales que ni la ciencia ha tenido tiempo de observar y conocer. En la Amazonía, las mafias
criminales envenenan con toneladas de mercurio los ríos para extraer el oro que termina
alimentando las refinerías de Europa, Asia y Estados Unidos.
Nuestra especie está destruyendo árboles y animales antes de que siquiera podamos descubrirlos y
maravillarnos ante ellos. Los insectos, el principio de la cadena alimenticia de todos los seres vivos,
están esfumándose con consecuencias aterradoras.
El último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC),
publicado en octubre de 2018, nos advierte que el desastre es inminente si es que hoy no hacemos
algo. El documento elaborado por el grupo de científicos más importante del mundo tiene mensajes
para todos, gobernantes y hasta el último ciudadano de a pie: cada pequeño aumento de la
temperatura importa, cada año importa, cada decisión que tomemos tendrá consecuencias en el
futuro cercano. Tenemos menos de 10 años para detener la intensidad actual con la que emitimos
gases en la atmósfera. Ya no valen mucho más los diagnósticos. Hasta de cifras e informes está
saturado el Planeta. Es tiempo de actuar.
Pero cada ser humano sobre el planeta tiene también una responsabilidad. Mientras un joven
holandés ideó un método para recolectar el plástico del océano, decenas de ambientalistas y líderes
indígenas dan su vida todos los años por la protección de bosques y otros recursos naturales a lo
largo y ancho del mundo. Algunos empresarios renuevan la esperanza subvirtiendo la forma
tradicional de hacer negocios para integrar la naturaleza en sus cuentas y balances. En laboratorios
se reinventan las formas de producir energía, desde la fusión nuclear que imita la potencia del sol,
hasta paneles solares de última generación, motores de hidrógeno. También vemos renacer
costumbres sencillas y pérdidas como el uso de fibras naturales para reemplazar materiales no
biodegradables.