«La verdad os hará libres» (Jn 8,32)
El huerto de Getsemaní, un lugar visitado por Jesús,
MATEO
36 entonces va Jesús con ellos a
una propiedad llamada
Getsemaní, y dice a los discípulos:
«Sentaos aquí, mientras voy allá a
orar».
MARCOS
32 Van a una propiedad, cuyo
nombre es Getsemaní, y dice a
sus discípulos: «Sentaos aquí,
mientras yo hago oración».
LUCAS
39 Salió y, como de costumbre,
fue al monte de los Olivos, y los
discípulos le siguieron.
JUAN
1 Dicho esto, pasó Jesús con sus
discípulos al otro lado del
torrente Cedrón, donde había
un huerto, en el que entraron él y
sus discípulos.
JESÚS
Agonía de Jesús
MATEO, MARCOS, LUCAS Y JUAN
según lo relata Juan, como de costumbre, es decir u
lugar de oración, meditación, de Amor. Entre muchos
lugares que Jesús visitaba, quizás seas este uno de sus
preferidos, un huerto de oración, de paz, pero esta
última visita que haría Jesús, era realmente especial,
porque efectivamente Jesús sabía las intenciones de
aprensión, sabía que lo estaban buscando para
ajusticiarlo, y entonces Jesús quiere reencontrarse en la
intimidad con su Padre Dios, y pide a sus discípulos que
lo esperen mientras va a orar. Quizás los discípulos de
Jesús lo vena normalmente, ir al huerto, orar, y retirarse,
como lo hacía, por eso el mandado de Jesús de
sentarse y esperar.
Lo que viene par Jesús, como hombre que es, es de
angustia, dolor sufrimiento, tristeza. Debemos de
situarnos en al ambiente que vivió Jesús, la hora de su
final, sabiendo que había personas que estaban
dispuesta a r por él para acusarle y darle muerte a
como diera lugar. Entonces, ¿quiere decir, que sabía
su muerte por ser Dios hombre ¿creo que lo sabía por
las causas, por las amenazas que recibía, por las ojos y
miradas e intenciones que traían para apresarlo,
muchas de as veces no es necesaria pronunciar
palabra alguna para lograr que la otra persona sepa
las malas o buenas intenciones que se tiene.
Seguramente Jesús logró captar las intenciones de los
que quería apresarle. Mateo nos narra que tomó
consigo a tres apóstoles, y que… Jesús comenzó a sentir
pavor y angustia. Su corazón comenzó a percibir que
la hora de su final se llegaba. Nos preguntamos ¿Jesús
sabía que iba a morir? En cumplimiento con las
sagradas escrituras, Jesús sabía su final, él era
consciente de que iba a suceder. Entonces como
persona sintió el odio y rencor que se le tenía de
muerte. Entonces ¿porqué no huyó de ese lugar? Ósea,
¿Por qué no se alejó mientras se calma todo para
regresar a predicar y quedarse más tiempo hasta que
la sufriera una muerte natural ¿no es así como funciona,
Jesús un hombre valiente, conocedor de las escrituras,
que tenía por amor que sacrificarse para lograr que su
sangre derramada salvara la humanidad. Aún con el
dolor y angustia que sentía, Jesús enfrentó la realidad
que se le avecinaba. Es decir, su misión estaba
completa, no habría porqué no cumplirla hasta el final.
Lo que sigue, las narraciones que nos dan los
evangelistas, es realmente aterrador, triste y
desconsolador. imaginaos que se acerca un ejercito de
enemigos que ya saben donde estás y que te van a
prender, golpear, humillar y matar, y aun así estás ahí
esperando el momento que suceda, el momento que
lleguen y con brutalidad, como si se tratase de un
delincuente, azotarle y darle muerte.

Quedaos aquí y velad… quédate ahí y por favor,

ayúdame, es decir, acompáñame con tu oración
personal, con tu presencia, que sepa que Jesús no está
sólo. Sabiendo Jesús que estaba a punto de llegar su
fin, pidió a sus discípulos que velaran su oración, sin
embargo, los discípulos no creían realmente las
palabras de Jesús, ceo que una de las cosas que quizás
pensaban sus seguidores es que se trataba de una
broma de Jesús, quizás pensaban, cómo el hijo de Dios
iba a morir, que quizás Dios padre no permitiría eso y
que las cosas se iban a calmar. Lo digo así porque
Pedro, uno de los discípulos fiel seguidor, le dice que él
estará con él, quizás todos los discípulos se lo hicieron
saber. Los discípulos efectivamente sabían el odio,
rencor, resentimiento que tenían los sumo sacerdotes,
pero al punto de muerte para ellos era ilógico, no
descabellado, pero no la magnitud que pasaría Jesús,
porque no estaban preparados pues al volver Jesús de
la oración, estaban dormidos. Pensaría “hay que
dejarlo orar, como de costumbre vendrá para irnos a
otro lugar” entonces hay una relajación de sus
seguidores, hay un “no pasa nada” es JESUS, el ido de
Dios, si esta triste, pero se le va a pasar.

Una oración realmente conmovedora, un cuadro en el

huerto de Getsemaní, que nos hace pensar, vivir, sentir
la pasión de Jesús. Caía en tierra y suplicaba que a ser
posible pasara de él aquella hora. Impresionante las
palabras de Jesús, su corazón afligido, sufría, pues
realmente iba a ser un calvario. Aparta de mi esta
copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Dios ahí
presente con Jesús, el espíritu, los tres en una sola
persona, sintiendo la angustia de Jesús por saber lo que
se vendrá para él. Una escena aterradora, tal cual, las
palabras, devastadora para Jesús de tal modo que
pidió a Dios que apartara de él la copa, es decir, la
muerte, los azotes, la cruz. No es que Dios no haya
escuchado a su hijo, no es que el padre se haya
olvidado de su hijo, no es que haya un abandono, sino
que como hombre sentían lo que pasaría. Pero que no
se haga mi voluntad, sino la tuya… Dios escuchando a
su hijo, el hijo angustiado pidiendo a su padre, entonces
le dijo Dios: “nosotros te acompañaremos hasta el final”
se unieron como toda la vida de Jesús, se unieron más
que nunca para estar con él y vivirlo junto con él, y
caminar junto a él, por eso dijo Jesús no se haga mi
voluntad sino la tuya. Marcos narra la venida de un
ángel para confortarlo, es ahí de la unión que hablo,
Dios, hijo y espíritu santo junto hasta la muerte física de
Jesús en la cruz.

Un hombre en agonía, que hasta gotas de sudor

espesas de sangre derramaba, había mucha tristeza,
dolor, angustia, que después de haber derramado
Justicia, Amor, Paz, recibiría total desprecio de muerte
por predicar la verdad. Desde la historia de la
humanidad, miles de personas han muerto a causa de
la verdad, injusticias que hacen de los “poderosos”
callar la verdad, una verdad que les duele escuchar,
que no logran comprender, la tentación que
menciona Jesús hace que nos quedemos dormidos y
no logremos vivir conforme el amor, y así como Jesús
siguen muriendo a causa de la verdad, y no es solo una
muerte física, sino también de desprecios, de injusticias
de alejamiento, de muchas cosas más que matan por
dentro.

¿Cómo es que estáis dormidos ¿Levantaos y orad para

que no caigáis en tentación? Como mencioné los
discípulos estaban confiados, una oración en
Getsemaní, que Jesús hace, entonces me puedo
dormir mientras Jesús aparece. A parte de la agonía
que sentía Jesús, encontrar a sus confiados discípulos
dormidos, pero la advertencia de rar par ano caer en
tentación, no caer en la soberbia de pensar que no
necesitamos de Jesús, de estar tranquilos sin hacer
nada, ni velad ni orar, ni preparación, ni oración. Pero
de que tentación habla Jesús en su agonía, quizás
pensamos que se trata de tentación corporal, pero más
allá de eso, Jesús habla de la tentación a la relajación,
a estar dormidos ante los demás, y aquí viene
pronunciado todas las tentaciones que habla Jesús en
su vida en la tierra; la tentación a poseer, a la injusticia,
a la soberbia, a la relajación espiritual, a la relajación
corporal, a la relajación social. A preocuparme no en
los demás, sino solo en mi mismo, sin importar lo que el
otro vive sin brindarle ayuda; y ayuda no solo física sino
también ayuda en oración, como Jesús pedía a sus
discípulos, porque muchas de las veces la ayuda física
no está acompañada por la ayuda espiritual, entonces
es seca, se queda en materialismo, en soberbia
personal, en vista de los demás, sin que eso se traslada
a la parte espiritual.

Nos cuanta el evangelio de mateo y marcos que los

ojos de sus seguidores estaban cargados, es decir,
estaban cansados. La narración de los evangelistas es
clara y contundente, Jesús volvió con sus discípulos
para ver su estado, para saber si estaba aún con él,
para cerciorarse de que no cayeran en tentación, nos
narran dos veces que Jesús volvió, ósea, hubo mucha
oración de preparación, por eso la insistencia de orara,
siempre orar, y oración no solamente en el templo, en
las iglesias, en estructuras de cuatro paredes, sino que
la oración debe de ser constante, continua, trabajo,
hogar, diversión, es decir, no limitarse, sino extender la
oración para lograr una intimidad con Dios, suplicarle
para la acción, porque una oración sin caridad, es una
oración muerta. Y Jesús nos lo demuestra con el
ejemplo, porque Jesús no visitó el huerto solo en su
angustia, sino que lo hizo muchas veces, orad cuando
se estaba bien, orad cuando se estaba en tristeza. En
alegría y tristeza siempre había oración, no ocupemos
a Dios solamente en las malas. Este pasaje de Jesús que
nos cuentan los evangelistas, donde nos narran el ida y
vuelta que da Jesús para observar a su seguidores,
también nos demuestra que Jesús continuamente está
con nosotros va y viene para vernos cómo estamos, si
estamos en oración, o si estamos relajados, si estamos
despiertos o dormidos, es precisamente Jesús que nos
demuestra que nunca nos abandona, va y viene con
nosotros, está con nosotros, pero muchas de las veces
nosotros no estamos con él, estamos dormidos,
relajados y aun así le reclamos a Jesús “donde estas”
cuando me sucedió tal cosa, cuando me llegó la
enfermedad, cuando te suplicaba que me ayudaras,
cuando y cuando… pero no nos damos cuenta que
estamos dormidos, no pero yo estaba despierto
esperando respuesta, no es así, solamente
analicémonos, no estamos despiertos, estamos
dormidos sin oración, no vemos a Jesús que siempre
estuvo con nosotros, nos hablaba y nos decía, orar para
no caer en la tentación, pero nosotros estabas
dormidos, quizás despiertos con los ojos, pero dormidos
por dentro, sin mirar a Jesús, solo pensando en las
necesidades que en su momento merecía la atención
de Jesús, pero no lo vemos, estamos dormidos
pensando en lo malo que nos pasa sin ver las maravillas
que Jesús obrará en nosotros hay que estar despiertos
y mirar lo que Jesús tiene para nosotros.
“Ahora ya podéis dormir y descansar. Mirad, ha llegado
la hora en que el hijo del hombre va a ser entregado
en manos de pecadores. ¡levantaos!, ¡vámonos! Mirad
que el que va a entregarme está cerca”

Palabras de Jesús que demuestran la efectividad de a

oración, la unión intima entre Dios Padre, Dios Hijo y Dios
Espíritu Santo, las tres deidades viviendo la pasión en
carne propia, preparación singular que hace que Jesús
pronuncia palabras valerosas para enfrentar la muerte.
Si, con angustia tristeza y dolor, pero con la fortaleza
que Dios da en oración. Queda demostrada la oración
para todo momento. Muchas de las veces vamos por
el mundo despreocupados sin necesitar de Dios,
nuestros dioses, el dinero, la juventud, lo material, nos
ciegan para quedarnos dormidos y olvidarnos de Dios,
Encomendar lo que somos, lo que haremos, nuestro
pasado, presente y futuro, es signo e confianza e
intimidad en oración con Jesús, demostramos que
solamente somos una nada en este mundo y siempre
necesitamos de Dios, que las tentaciones del mundo no
nos cieguen para lo que realmente importa. No quiere
decir que el poseer lo material, el dinero, la fama, la
fortuna, sea maligna, no al contrario como lo demostró
Jesús cuando le dijo al rico, ve y da lo que tiene, luego
ven y sígueme, donde Jesús quiere demostrar que la
riqueza material no es impedimento para seguir a Jesús.

Con la contundencia de Jesús, ha llegado la hora, es

decir, ha llegado el momento de sufrir, Jesús dijo,
estamos preparados, si bien Jesús como hombre
sentiría más allá el dolor corporal, sino el desprecio de
un pueblo que vio sus obras. Porque digo que Jesús dijo
“estamos preparados” creo que Jesús en la intimidad
del huerto de Getsemaní, fue una reunión espiritual, la
persona de Jesús se unió al padre, dio paso al
encuentro final con oración. Al final de cuenta la
oración es eso, platicar con nuestro Dios, conversar
como amigos, reír, llorar, pedir, agradecer, ver, sentir,
actuar. Creo que las tres personas, Dios hijo, Dios Padre
y Dios espíritu Santo, se unieron para acompañarle a
Jesús, una oración de abandono, de no escucha en su
momento, de angustia solitaria, de tristeza
desconsolada, se culminó en el huerto de los olivos con
la presencia de las tres personas y con la firme
convicción de acompañarle hasta el final. No quiere
decir que jamás le acompañaron sino que Jesús quiso
sentir estas sentimientos, emociones que padece el ser
humano ante la muerte, pero también ante el
sufrimiento en tofos los aspectos, para decirle a la
humanidad que Jesús lo vivió primero, que él sabe que
ante el sufrimiento muchas de las veces nos sentimos
abandonados por Dios, nos sentimos angustiados,
desesperados, tristes porque Dios nos ha abandonado,
sentirnos así porque Jesús primero lo vivió, creo que
hace que nuestras vidas tenga sentido, y si nos fijamos
desde la oración Dios da confortación, nos unimos
tanto a Dios que toda cambia a nuestro alrededor, en
enfermo se consuela y cuenta razón para la sanación
corporal, espiritual, la muerte tiene razón de ser y
aunque con dolor y sufrimiento Dios nos hace sentir que
todo tiene su propio camino, que aunque nuestra
comprensión humana no alcanza a vislumbrar por tan
angustioso misterio, Jesús habla con su muerte, su
sufrimiento, dolor y que al final con la gloria, al resucitar
y dar vida y vida en abundancia.

Cuantas de las veces observamos a personas que han

perdido, significativamente a sus seres queridos, pero
hablan con aquella calma y tranquilidad, con la
esperanza y la fe que Jesús da, pues si, efectivamente
son hombre y mujeres que están en continua oración
están preparados. Pero cuantas veces vemos a
persona que han perdido por la muerte a seres
queridos renegar continuamente de Dios, darle la
espalda y blasfemar en contra de los designios de Dios,
pues efectivamente están dormidos y son personas que
jamás han orado y que solo necesitan a Dios cuando
ellos quieren.

En la pasión de Jesús, adquiere un significado de

verdad glorificado, un hombre que vivió en carne
propia su propia muerte, porque aun sabiendo lo que
tenía qué padecer, la angustia de su muerte lo vivió, el
sufrimiento, el dolor. Hubo una preparación con la
oración, lo que hace que todo tenga sentido.

“Aquél a quien yo dé un beso, ése es; ¡prendedle!”

Judas, uno de sus discípulos, seguidor de Jesús, a quién
se le dio la misión, la encomienda de trajinarlo, pero al
fin de cuenta fue voluntad propia la que hizo que Judas
fuese quién traicionara a Jesús y lo entregara (pero este
será otro tema).

Situemos en la escena, es de noche, los sumos

sacerdotes, fariseos, confiaron en Judas para que se los
entregara, no quiere decir que los sacerdotes no
conocieran a Jesús, sino que Judas sabía con exactitud
dónde encontrarlo y como era de noche iba a ser difícil
de saber quién era con exactitud Jesús, por eso la señal
del beso. Entonces a llegar al huerto se produce el
beso que le da Judas a Jesús, entregándolo de esta
manera a los guardias de los sumos sacerdotes, que,
dicho sea de paso, traían varios, e iban armados para
cualquier situación que se produjera para con Jesús y
sus discípulos. Pedro, hombre arrebatado,
temperamental, de sentimientos nobles pero colérico,
le arrancó la oreja a un sumo sacerdote, realmente
estaba enojado, seguramente estaba dispuesto a
luchar hasta la muerte, a entregarle la vida por la Jesús,
sin embargo, Jesús estaba preparado en oración para
enfrentar su propia muerte, y con gran humidad (un
hombre verdaderamente humilde) ordena a Pedro a
no defenderle. Veo una escena tensa, de varios golpes
empujones y sin control momentáneo porque parte de
guarias y discípulos.

Mateo menciona algo realmente interesante y

atemorizante para tomar en cuenta… “¿o piensas que
no puedo yo rogar a mi padre, que pondría al punto a
mi disposición más de doce legiones de ángeles?
Realmente de temor, porque los sumos sacerdotes,
guardias, fariseos y demás personas que llevaban
consigo los sumos sacerdotes sabían de las cosas que
hacía Jesús, lo imposible, lo volvía posible, quiere decir
que la noche se volvió muy difícil para los sumos
sacerdotes, porque lo tenía catalogado como
peligroso, pero no dejaban de admirar las acciones
milagrosas que sucedían alrededor de Jesús, y qué si
realmente era capas de cumplir lo que decía. Sin
embargo, Jesús había aceptad la misión, ¿Cómo se
cumplirán las escrituras de que así debe de suceder?
Conociendo el destino, aceptándolo y demostrando
que estaba preparado para la muerte.

Y aun en la escucha atenta, les dice a los sumos

sacerdote que se había paseando y caminado y
predicado y no lo habían aprendido. Sin embargo,
Jesús sigue apegado a las escrituras para también ellos
creen que Jesús es Dios. Debemos de decir, que los
sumos sacerdotes y fariseos también conocían las
escrituras, eran personas que habían leído los escritos
de sus antepasados, pero el saber no quiere decir que
creas, estaban dormidos, ciegos antes Jesús, porque o
lo esperaban de esta manera, cabe mencionar que
Jesús era, es y será humilde, en cambio los sumos
sacerdotes, vivián bajo techos cómodos, y políticas
que los hacían poseer poder de palabra y de acción.

Las narraciones de los evangelistas nos mencionan

que, entonces aprendieron a Jesús y sus discípulos
huyeron, lo abandonaron, se alejaron, corrieron. ¿por
qué hicieron tal acto ¿si ellos mismo había dicho que lo
seguirían hasta la muerte, con su propia voz y acción
juraron que lo seguirían. Jesús había aceptado la
misión, se los había dicho a los demás lo que iba a
padecer, lo que iba a suceder, los discípulos sabía lo
que pasaría, pues Jesús mismo lo había mencionado,
aunque ellos no lo creerían del todo, y cuando sucedió
entonces creyeron, y luego ocurrió el miedo, la
angustia de los discípulos porque las leyes eran fuertes
y sabían que muchas de ellas eran injustas y
sentenciabas a muchos inocentes por interés sociales,
políticos, personales. A sabiendas que estas cosas iban
a sucederles dice el evangelio entonces todos los
discípulos le abandonaron y huyeron, litera, corrieron,
se alejaron por temor a llevar la misma suerte que su
amado Jesús, aunque no querían la muerte de Jesús,
tampoco se arriesgaron a sufrir junto a él, simple,
acordémonos, del pasaje del huerto de Getsemaní con
anterioridad, ellos estaban dormidos, cuando Jesús les
ordenaba que estuvieran despiertos, en oración,
encomendándose a la voluntad de Dios, pero no
sucedió en cambio estaban dormidos, no estaban
preparados para lo que vendría, el temor los invadió, el
miedo a lo que le sucedería a Jesús, los hizo alejarse del
lugar.

Pero entonces ¿Qué pasaría si uno de los discípulos

estuviera despierto velando y en oración con Jesús?
¿enfrentaría a los guardias, a los sumos sacerdotes y
fariseos¿ ¿estaría dispuesto a morir junto con Jesús, a
padecer los azotes y humillaciones que vendría
después s de la captura? Yo creo que no les sucedería
nada por el momento, pue el objetivo principal era
Jesús, a los demás no le interesaba, de nuevo lo repito,
por el momento, ya que su prioridad era la captura de
Jesús sin importares sus discípulos, y para eso el ejemplo
de Juan el único discípulo que permaneció con Jesús
hasta su muerte, el discípulo siguió a Jesús, estuvo con
el sin que nadie le hiciera nada. Pero huyeron porque
tuvieron miedo, además el evangelio de Juan
menciona que dejaran ir a sus discípulos, es decir, a
parte del miedo que tendrían, a las palabras de Jesús
se fueron para que no s eles castigara de igual manera.
Que a dónde fueron los discípulos después de la
aprensión de Jesús, pues es probable que se refugiaran
en algún lugar común, en casa de amigos, familiares,
etc. Aunque mateo relata que le iban siguiendo de
lejos, estaban escondidos, pero también estaban al
pendiente de lo que le sucediera a Jesús, con miedo,
pero precavidos de lo que acontecerá con Jesús.

Los evangelistas nos narran que lo llevaron al Sumo

Sacerdote, con los fariseos y otros ancianos, lo hicieron
pasar primero con los líderes religiosos de aquellos
tiempos y nos cuenta mateo que buscaban falsos
testimonios para darle muerte. Semejante barbaridad
que pasaba y que pasa y que pasará, el poder, el
control, la ambición, hacen que la verdad y la justicia
no reine. Debemos decirlo a Jesús lo mataron sin causa
alguna verdadera, la única causa, su verdad. Es decir,
los sumos sacerdotes, fariseos, escribas, ancianos,
enfadados de que Jesús predicara con el ejemplo, que
enseñara las verdades y señalara las injusticias que se
hacía. Era su palabra contra las mismas leyes injustas
que hay para el pobre y el humilde. Pero dice el
evangelio, que no lo encontraban, estaban realmente
desesperados por darle muerte a como diera lugar, sin
causa alguna. Seguramente ya se habían podido de
acuerdo con las autoridades y sobornado a algunos de
las personas para dar falso testimonio contra Jesús,
desembolsaron dinero para comprar falsos testimonios,
como hicieron con Judas, pero aún así, los testimonios
no coincidían. Una muchedumbre, personas
compradas con falsos testimonios, sumos sacerdotes
desesperados, fariseos rascándose la cabeza para
encontrar algo que lo sentenciaron a muerte, pero
nada. A lo que el sumos sacerdote le dice ¿no
respondes nada? Ciertamente a las acusaciones que
le hacía, y los evangelistas relatan que Jesús callaba. Y
efectivamente cómo podría pronunciarse si ellos
mismos se estaban contradiciendo, como quería que
Jesús hablara si ellos mismos no sabías sus propias
respuestas a sus preguntas.

Y así testimonio, tras testimonio, falsedades tras

falsedades no lograran culpar a Jesús, pues todo lo
hacía y decía era verdad. Hasta que el sumo sacerdote
encontró una pregunta para Jesús, lo que tanto odiaba
y les hacía perturbas sus mentes “Tu eres el Cristo, el Hijo
de Dios” Tu lo has dicho, dice Jesús. Para lo que había
encontrado la sentencia final a la muerte de Jesús,
para ellos una blasfemia, es reo de muerte. Imaginad
en la actualidad del siglo XXI, cuando miles de personas
dicen ser Cristo, Hijo de Dios, falsos, engaños y
charlatanes. Para ellos era una blasfemia que no
permitirían, cómo Jesús sería el cristo del que habla las
escrituras, que sería la salvación de un pueblo amando
la justicia, liberándolos de la opresión, cómo fuera eso
posible, Jesús siendo Dios hombre, humilde, nacido en
la pobreza, predicando bajo la verdad, enseñando la
paz y el amor. Es como si en la actualidad criticas los
engaños, las falsedades, la corrupción, los miles de
muertes injustas que pasan y te sentencian a morir por
causa de la justicia porque no les conviene tus
palabras.

Es como decirle a un dictador que practique el amor

con acciones en favor del pueblo, entonces serás reo
de muerte por pronunciarte mejor que el dictador y ser
más que el dictador con tus acciones de amor.

Y comienza el martirio, porque lo golpearon, lo

escupieron, lo hirieron mucho y muerte, una
muchedumbre que con tangas ganas estaban de
darle bofetadas, aprovechando el momento para
golpearle entre las multitudes de personas, para
golpear y esconder la mano, la señalar y voltear para
otro lado, para cobardemente entre la multitud
esconderse para matar al justo.

Cuando hablamos de la negación de Pedro, uno de

sus seguidores, fiel y con mucho carácter al seguir de
cerca a Jesús, se menciona que estaba en el patio,
esperando la sentencia de Jesús, donde también
había muchas personas, por curiosidad, por verdad,
porque Jesús era realmente un hombre admirable al
cual se debería de seguir de cerca, su fama era mucha
por eso también la envidia de los sumo sacerdotes,
nadie quería ser más que ellos. El oído les invadía y dio
pie a los falsos testimonios Entonces le preguntaron a
Pedro que si era uno de sus discípulos. Porque no
aseguraban que se trataba uno de sus seguidores, pues
porque era de noche, no es como ahora que tenemos
mucha luz en todas partes, la luz de las antorchas era
la luz de la noche, por eso no alcanzaban a
reconocerle, e incluso Mateo habla de que le hable se
le reconoce. Pedro lo negó tres veces y cantó el gallo,
se acuerdo de las palabras que e había dicho Jesús,
dice el dicho el pez por su boca muere, las palabras lo
habían acusado y negado a quién tanto amaba. Una
escena realmente devastadora, Pedro lloró
amargamente, desconsoladamente por haberle
negado, un llanto de amor sincero, de arrepentimiento,
pero también de dolor que causa negar a un amigo, a
una familia, a un padre. Pero no fue sino el principio de
un gran testimonio de verdad, de lección para Pedro y
continuar la obra de Jesús.

A la par de la negación de Pedro, existe otro

arrepentimiento, de remordimiento, de haber
traicionado a Jesús, se trata de Judas, un nombre que
ha sido sentenciado a muerte por haber traicionado a
Jesús, por haberle entregado cobardemente con un
beso. Relatan mateo que Judas entregó las monedas
de plata, por haber entregado sangre inocente, sin
embargo, era demasiado tarde, las cosas ya estaban
escritas, y se ahorcó. Pedro negó a Jesús, se arrepintió,
lloró y se emendó entregando su vida por la causa de
Jesús. Que hubiese sucedido si Judas hubiese hecho
ese acto de amor para Jesús, ya estaba el
arrepentimiento, sin embargo la consecuencia fue su
propia muerte, fue tanto su remordimiento, el haber
entregado a Jesús por unas cuantas monedas de plata
a un amigo, que tuvo una trágica muerte, no podemos
saber el arrepentimiento de Judas por lo que hizo pues
las escrituras lo marcaban como el indicado de
traición, peor la decisión que tomó es la que esta en
cuestión, Jesús siendo misericordioso, todo amor,
también entregó la vida por él.

Otras de las partes que llama la atención, es Jesús ante

pilatos. Pilatos ya estaba cansado de tantas revueltas
que lidiar con las leyes de los sumos sacerdotes y sus
formas de actuar, lo que menos quería era provocar
otras más. Pero pilatos apegado a sus juicios, que bien
había escuchado de la fama de Jesús, en realidad no
he encontraba falta alguna. ¿Realmente buscaba
pilatos salvar la vida de Jesús? Es otro tema en
discusión. Pilatos no quería más muchedumbres y
escándalos, creo que conocía bien las situaciones de
herodes y las leyes de los sumos sacerdotes como para
entrar en discusión y entrar en desacuerdos, por lo que
decide azotarlo, por presión política ante los demás,
por intereses sociales entre pueblos, entre sociedades
civiles. Se narra que pilaros estaba sorprendido, pues
claro habiendo escuchado de la fama de Jesús, en la
que su pueblo lo amaba y ahora parte de él lo
acusaba era realmente confuso para Pilatos estas
situaciones, incomprensible de entender. Pero Pilatos
no quería meterse en problemas de ninguna índole.

Yo he venido al mundo: para dar testimonio de la

verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”
cuando escuchamos lo que nos conviene y no la voz
de Jesús, su verdad, su vida, su obra y dar con el
ejemplo a través de acciones de amor. Jesús es un Rey,
peor no un rey ambicioso, sino humilde, un rey
bondadoso, no materialista, un rey de amor, no de
guerra, un rey de vida, no de muerte. Nos hemos
preguntado porque yanto rey no sigue la verdad y la
voz de Jesús, es simple, al rey, que en la actualidad
recibe nombres, como presidentes, caciques, personas
que tiene un poder, que no lo tiene sino viene de Dios,
por lo tanto tiene la misión de ser más y mejor con los
demás, sin embargo paso todo lo contrario, reyes que
se aprovechan para acumular riquezas en a tierra, que
lucran con el pobre, que pisotean al débil. No quiere
decir que todos sean así, por fortuna también existen
personas que usan lo que Dios les dio para hacer el bien
y predicar con la verdad.

Digamos lo que la historia nos refiere, los romanos y sus

castigos realmente eran muy crueles, sus castigos eran
fuertes, por lo que resta a Jesús el sufrimiento corporal
fue doloroso, la agonía en cada azote, la angustia y la
sangre derramada en cada latigazo. Pero estaba
preparado, Jesús estaba dispuesto a entregar su vida
por la de los demás.

Para la muchedumbre que gritaba la crucifixión no

estaba dispuesta a que lo azotaran y lo soltaran, estaba
dispuestos a lograr que le sentenciaran a muerte. Una
de las piezas claves para que se desatara la furia de
pilatos contra los sumos sacerdotes fue cuando le
dijeron que s lo soltaba no era amigo de el cesar, de
nuevo interés políticos, el no querer meterse en
problemas, en incertidumbres sociales, entonces pilatos
lavándose las manos entregó a Jesús a manos de los
sumos sacerdotes para su crucifixión.

Barrabas y Jesús, una culpable y otro inocente,

soltando culpable y sentenciando al inocente. Cuantas
de las veces no hemos escuchado estas acciones en
nuestra sociedad injusta, cuantas veces no vemos
escuchamos la triste realidad en la que estamos
inmerso donde las leyes son más duras con los débiles
que con los poderosos. Igual que Jesús las leyes fueron
contundentes y drásticas, vendría su muerte en cruz.

De ahí en adelanta el camino al calvario, un verdadero

camino de dolor, donde la cruz era su descanso, Jesús
sufría su cuerpo no resistía, humillado por los demás,
templando hasta el lugar de su muerte, un amor de
unidocente que llena de esperanza al mundo entero.

Jesús ultrajado en la cruz, Jesús en la cruz, Jesús aquel

hombre inocente, que promulgaba la paz, el amor,
que daba vida, que obraba milagros, que predicaba
con la verdad, ahora estaba ahí en la cuz, en la que le
humilla, juegan con su vestidura, se burlan.

Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el

espíritu” cansado, agobiado, con dolor, tristeza y
sufrimiento, su cuerpo ya no resistía más, se estaba
colapsando por entro y por fuera, desde la cruz estaba
viendo a los demás, cómo su sangre trasformaba y
perdonaba no solo al pueblo que lo sentencio, y no sol
A los criminales que lo sentenciaron sino a toda la
humildad que se haría conocer por toda la orbita del
mundo entero, Él desde la cruz miraba su futuro y sus
enseñanza daría un vuelco a la humanidad, la verdad
sería dada a conocer, y cómo el reino de Dios tendría
sentido, la muerte ya no sería perdición sino gloria,
miraba desde la cruz el perdón el amor que se
extendería a los rincones de la humanidad. Si, todo
estaba escrito, estaba consumado con su ultimo
respiro, su obra redentora y su sangre sería la salvación
de miles de almas en el mundo entero, sabia que la
esperanza, la fe y el amor serían sus testigos de aquí
para adelante.

La obra de Dios se extendería por todas partes,

dichosos los que creyeran sin haberle visto, el que lo vio
lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice
la verdad, para que también vosotros creáis.

Pero nada de esto tendría sentido, sino hubiese

sucedido lo posterior… LA RESURRECCIÓN DE JESÚS.

«La verdad os hará libres» (Jn 8,32)

Autor: Edgar Iván Rincón Sánchez