Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
com
Portada Pensiones
Algunos lectores nos han preguntado que si para reclamar la pensión especial de vejez por
hijo en situación de discapacidad es indispensable que quien la reclame no tenga pareja, o
que si la tiene no reciba ninguna ayuda de ésta. O sea que el hijo dependa exclusivamente
de quien persigue la pensión.
Pues bien, en días pasados la Corte Suprema de Justicia se ocupó de este tema al resolver
sobre una demanda de casación formulada por el apoderado de la madre de una menor
discapacitada, a quien el juez y el Tribunal le habían negado la pensión especial de vejez de
que trata el parágrafo 4º del artículo 9 de la ley 797 de 2003, tras considerar que no tenía
derecho a tal beneficio porque, si bien la menor dependía económicamente de la
reclamante, esa dependencia no era exclusiva, pues el padre de la niña ocasionalmente le
colaboraba con alguna ayuda para el sostenimiento de ésta.
Para negar la pensión en comento, los jueces de las instancias consideraron que aunque los
demás requisitos que exige la ley para el otorgamiento de la pensión estaban cumplidos, no
ocurría lo propio con el de la dependencia económica, pues en su opinión ésta tenía que ser
total con respecto a la progenitora que reclamaba la jubilación, toda vez que para esos
efectos la condición de madre trabajadora se equiparaba a la de madre cabeza de familia,
expresión ésta que a voces del punto 1.3 del artículo 1 del Decreto 190 de 2003
corresponde a:
«Mujer con hijos menores de 18 años de edad, biológicos o adoptivos, o hijos inválidos que
dependan económicamente y de manera exclusiva de ellas, y cuyo ingreso familiar
corresponde únicamente al salario que devenga del organismo o entidad pública a la cual se
encuentra vinculada»
Pues bien, el parágrafo 3 del art. 9 de la ley 797 de 2002, que estableció la pensión especial
en análisis, dice textualmente:
La madre trabajadora cuyo hijo (menor de 18 años) padezca invalidez física o mental,
debidamente calificada y hasta tanto permanezca en este estado y continúe como
dependiente de la madre, tendrá derecho a recibir la pensión especial de vejez a cualquier
edad, siempre que haya cotizado al Sistema General de Pensiones cuando menos el mínimo
de semanas exigido en el régimen de prima media para acceder a la pensión de vejez. Este
beneficio se suspenderá si la trabajadora se reincorpora a la fuerza laboral. Si la madre ha
fallecido y el padre tiene la patria potestad del menor inválido, podrá pensionarse con los
requisitos y en las condiciones establecidas en este artículo.
Aquí vale hacer un paréntesis para aclarar que la Corte Constitucional a través de la
Sentencia C-227 de 2004 declaró inexequible la expresión “menor de 18 años”, tras
considerar que esa limitación constituía una discriminación inaceptable. Precisó la Corte
que el hecho de que el discapacitado cumpla la mayoría de edad no altera para nada la
necesidad que le asiste a éste de contar con la ayuda y compañía de la madre o del padre,
según sea el caso. Más tarde, la Corte expidió la sentencia C-989 de 2006 en la cual señaló
que este beneficio pensional se hará extensivo al padre cabeza de familia de hijos
discapacitados y que dependan económicamente de él.
Como puede advertirse con la simple lectura de la norma transcrita (Parágrafo 3º del
artículo 9º de la ley 797 de 2003), ésta no incluye en ninguna parte la condición de que la
dependencia deba ser absoluta, razón por la cual los jueces no podían establecer tal
requisito.
(…)
“Tal beneficio especial, se otorga con el fin de que la madre o el padre de un hijo con un
grado alto de vulnerabilidad, pueda compensar mediante el cuidado personal sus
insuficiencias y colaborarle en el proceso de rehabilitación. Así pues, esta prestación tiende
a favorecer a las personas afectadas por una minusvalía, quienes dentro del sistema jurídico
colombiano merecen una especial protección conforme lo ordenan las disposiciones
constitucionales y lo imponen las obligaciones internacionales adquiridas por Colombia al
suscribir tratados como la Convención Interamericana sobre los Discapacitados, aprobada
mediante la Ley 762 de 2002.
Y posteriormente concluyó:
Por eso, resulta claro que ese derecho también está ligado a otras garantías fundamentales
como el mínimo vital, alimentos y seguridad social.
“(…)
De lo anterior, se tiene que la errada interpretación que hizo el juez de apelaciones del
parágrafo 4 del artículo 9, inciso 2 de la Ley 797 de 2003, lo llevó a concluir que la
demandante no era beneficiaria de la prestación que dicha normativa incorpora, en la
medida que no probó su condición de «madre cabeza de familia», requisito que como
quedó visto, no se encuentra inmerso en dicha disposición.
Así pues, para acceder a la pensión especial de vejez por hijo en situación de discapacidad
no es indispensable que la mujer tenga a su cargo en forma exclusiva el sostenimiento de su
hijo discapacitado, ni que esté sin marido y mucho menos que éste no pueda trabajar y
obtener ingresos económicos para el sostenimiento del hogar, pues por ley todo padre está
obligado a contribuir con el sostenimiento de sus hijos.
Quien desee conocer mayores detalles sobre el tema puede consultar la sentencia SL17898-
2016, Radicación n.° 47492, Acta 45, M.P. Dra. Clara Cecilia Dueñas Quevedo.
Conozca nuestra Guía Laboral 2018
Contenido relacionado:
Compartirlo
Artículo anterior
¿Cuándo la entrega de una cosa que debe se tiene que hacer por medio de un proceso
judicial?
Artículo siguiente
Ley 1819 de 2016: Iva en los servicios prestados desde el extranjero
Gerencie.com en su correo.
Suscribirme
Déjenos su opinión
2 Opiniones
Buenas noches
mi esposa tiene 56 años y nunca ha cotizado y yo tengo 55 años y hasta este año
complete 1330 semanas
Responder
Buenas noches
Responder
En Gerencie.com está permitido opinar, criticar, discutir, controvertir, disentir, etc., pero
debe hacerlo con respeto, sin insultar y sin ofender a otros.
E-mail (Opcional)