Sei sulla pagina 1di 8

GRUPO DE COMPETENCIAS:

COMPETENCIA A ESTUDIAR: PLURALIDAD, IDENTIDAD Y VALORACIÓN DE


LAS DIFERENCIAS.
En el siguiente apartado sobre las competencias ciudadanas se tiene como finalidad
contextualizar al lector, para que por medio de una serie de opiniones basadas en
documentos y puntos críticos, hagamos conciencia de la importancia de saber
acerca de la “PLURALIDAD, IDENTIDAD Y VALORACIÓN DE LAS
DIFERENCIAS”. Es
imperativo entender principalmente que Colombia desde la conquista ha sido
compuesta por gran variedad de etnias y culturas además de las ya existentes en el
territorio y que no ha dejado de ser así. Este país es multiétnico y pluricultural
porque cada región tiene características que lo distinguen de sus vecinas y al mismo
tiempo similitudes a causa de la unión de las tradiciones. Esto es lo que lleva a
inducir que para vivir en sociedad de una forma armónica y sin violentar las
características del otro, primero se debe entender que se posee una variedad de
religiones, ideologías, clases sociales, preferencias sexuales, costumbres etc. y que
cada una de aquellas diferencias pueden aportar a construir un mejor país en vez de
atrasarlo socialmente.
Desde la Constitución Política de 1991 Colombia se reconoce formalmente como un
país pluralista, inclusivo, democrático, y garante de los derechos humanos. Sin
embargo, el ejercicio de la democracia y la ciudadanía ha sido comprendido desde la
formalidad y la institucionalidad, enfocado hacia el establecimiento y cumplimiento
de las normas que regulan la sana convivencia . Si se observara en el día a día,
1

aquellas normas que se implementaron con el fin de tener un país más incluyente no
se cumplen a cabalidad, no por la inexistencia de los mismos sino por la educación y
las creencias de los mismos ciudadanos que adjudican como inaceptable todo lo que
se es diferente.
La estigmatización por diferentes condiciones ya sean raza, género, orientación
sexual, etc. es importante en cualquier contexto. A lo largo de la humanidad la
estigmatización se ha usado en diferentes campos como dominación y explotación,
refuerzo de las normas sociales y mantener a distancia lo que los grupos
dominantes consideran como nocivo, perjudicial o enfermo.
La discriminación se entiende como conjunto de normas implícitas o explícitas y
comportamientos que niegan algún derecho a un grupo determinado de personas,
por lo general minoritario y sin poder alguno, por poseer una característica,
condición o rasgo físico cultural, de personalidad, o social que pueda haber sido ya
prejuzgado y señalado como negativo. Estos estigmas son asociados a
pensamientos automáticos negativos que representan los prejuicios o estereotipos
desfavorables que se perciben sobre determinada condición .2

A causa de una marcada discriminación a lo que los grupos dominantes reconocen


como “diferente” o socialmente inadmisible separamos a una nación que es de
naturaleza diferente, cerrándonos a las oportunidades de cambio, negando la
realidad en la que se vive, la cual ha quedado claro que cada persona es diferente y
sin
entender que precisamente esas diferencias es lo que podrían lograr construir una
comunidad mejor. El hecho de no poder reconocer al otro y sobretodo de aceptarlo
como distinto y la indiferencia que se tiene es lo que conlleva a ser intolerantes,
prejuiciosos y a creer que se tiene el poder de invisibilizar y callar al otro.
Desde la propuesta de Will Kimlycka (1996) se entiende que la ciudadanía
multicultural intenta propiciar a las democracias de los estados multinacionales,
multiculturales, y poliétnicos para que construyan como fundamento constitucional el
reconocimiento y apoyo a la identidad cultural de los grupos étnicos y minorías
nacionales, logrando así garantizar una justicia basada en la igualdad, al acceso de
bienes, recursos y servicios que se traducen en oportunidades para el despliegue de
sus capacidades, atención a las necesidades diferenciadas de los sujetos que
posibilite a los colectivos expresiones de pluralidad. Propuesta que fue sustentada
en el reconocimiento de la diversidad cultural y legitimidad de sus sentidos, prácticas
y discursos, necesidades, intereses y aspiraciones. Según Will Kimlycka, (1996, p.
209) ''resulta vital que las minorías dispongan de procedimientos justos para que se
escuche su voz en el proceso político, parece obvio que las propuestas orientadas a
lograr la representación de grupo les proporcionan tales procedimientos''.
La ciudadanía democrática se entiende como el resultado de la construcción
progresiva a partir del reconocimiento de la historia y la cultura de cada país y la
identificación de valores universales que deben ser legalizados en sus orientaciones
culturales. Esos valores universales en los que se establece la consolidación de una
democracia más participativa gira en torno a tres ejes importantes: Los valores
relativos a la tolerancia, la autonomía y los derechos humanos ; los relacionados con
1

la práctica de la deliberación conjunta, la solución pacifica de los conflictos y la


responsabilidad por las decisiones .
3

Visto desde esta perspectiva sobre la ciudadanía, para poder asumir estos valores y
desarrollarlos en la práctica cotidiana de las relaciones sociales, es necesario tomar
en cuenta la realidad multicultural que se genera en nuestras sociedades nacionales
y descubrir la naturalización del estado de silenciamiento al que se ha sometido a las
culturas marginadas, rechazadas y consideradas como inferiores, intentando hacer
público el debate social y político que refiere a la necesidad de validar la formación
de valores en los ciudadanos, es además inaplazable la creación de escenarios en
los cuales se pueda denunciar, vigilar de una forma ética y crear colectivamente
formas en las cuales las culturas se puedan relacionar, dar a conocer y entender, en
este punto es esencial que la realidad histórica de colonización y de silenciamiento a
la que se ha sometido a los pueblos considerados como inferiores, o peligrosos para
el sistema.
Al mirar la historia que tiene el país, Colombia se ha visto marcada con la violencia
pues ha sido el medio utilizado para desconocer al otro como ciudadano, negándole
la posibilidad de identificarse como parte de la comunidad, quitándole el derecho a
expresarse y ser entendido sin contar los múltiples agravios por el hecho de no tener
conciencia y capacidad de escuchar al otro.
Se debe ratificar que aún existen algunos elementos culturales y una compleja
coyuntura nacional en la que convergen muchos elementos: las relaciones
internacionales; la falta de equidad y la exclusión de ciertos grupos de la vida
económica y política del país; el narcotráfico; algunas crisis y transiciones en la ética
y en los valores; conflictos políticos y militares; la inoperancia de la justicia y el
aumento de la impunidad. Cabe anotar también la importancia de la diversidad
regional, cultural, étnica y política que constituye la realidad global de Colombia. Las
marcadas diferencias de estructura y dinámica familiar entre la costa y la región
andina, por ejemplo, hacen que la violencia intrafamiliar tenga también perfiles e
intensidades diferentes, como también los tienen la violencia urbana y la rural, la de
las ciudades grandes y pequeñas, o la de las áreas en que el narcotráfico, la
guerrilla o ambos han tenido una mayor o menor penetración. Un discurso sobre la
violencia en Colombia tiene que dar cuenta de esas y otras diferenciaciones . 4

La violencia como mecanismo para resolver conflictos ha penetrado profundamente


en los diversos estratos, escenarios y relaciones de la sociedad colombiana. Su
persistencia e intensidad le han otorgado cierta semblanza de normalidad.
Aparentemente en la sociedad colombiana se están imponiendo formas de relación
caracterizadas esencialmente por mecanismos de fuerza, coacción y miedo. No
quiere decir que solo en Colombia se registren hechos violentos, o que sea la
violencia la única forma de interacción entre personas, individuos e instituciones, o
entre ciudadanos y el Estado. Se trata, más bien, del predominio y aceptación de las
acciones violentas sobre todas las demás formas posibles de relación, y del casi
inevitable contacto cotidiano, en las más íntimas vivencias individuales y colectivas,
con las consecuencias de la violencia. Lo anterior se observa a diario tanto en el
hogar y el trabajo, como en la calle, la escuela, el estadio deportivo y la casa. En
palabras de los expertos y teóricos del tema, la violencia se naturalizó y creamos
identidad sobre ella.
Ente estas vivencias cabe destacar la situación que empezará a transitar el país con
el proceso de paz, en el que se tendrá que dar más importancia a los ciudadanos
afectados con la violencia, desde desplazados hasta reintegrados ya que puede
suponerse que los ciudadanos del común, organizaciones e instituciones
colombianas depositen la responsabilidad de la situación de desplazamiento a las
personas mismas, sin considerarlas inicialmente como víctimas, sino que se les de la
connotación de culpables, responsables o corresponsables, como personas que
abandonaron sus cultivos, hogares y pertenencias debido a la presión que ejercieron
los grupos armados contra ellos, a ser señalados incluso de ser miembros o
auxiliadores a voluntad de alguno de los grupos armados enfrentados o de no haber
afrontado el problema y, en consecuencia, las personas, colectivos e instituciones
públicas y privadas no sean solidarias y nieguen la ayuda a este grupo de
ciudadanos . Las movilizaciones de apoyo o ayuda son moralmente aceptables, solo
5

para quienes se consideran realmente como víctimas, formando un círculo en el que


no se llegue a una completa solución del conflicto arraigado en la vivencia de los
ciudadanos. Cabe aclarar que la intención de estos procesos no es llegar al olvido
de los errores o delitos cometidos, y sí a un consenso en el que se pueda llegar al fin
del uso de la violencia, como primer método para solucionar los conflictos.
Otro punto a tratar es el racismo; En Colombia, la Ley 1481 de 2011 consagró "…la
protección de los derechos de una persona, grupo de personas, comunidad o
pueblo,
que son vulnerados a través de actos de racismo o discriminación". No obstante, en
Colombia es frecuente la discriminación relacionada con la condición étnico-racial.
Desde mediados de los años setenta, las expresiones o los comportamientos que
implican discriminación racial han cambiado y, por ende, desde la perspectiva teórica
en psicología social y sociología, el concepto de racismo ha sumado algunos
calificativos desde el racimo 'tradicional' o 'biológico' hasta nuevas versiones como
racismo 'aversivo', 'moderno', 'nuevo', 'simbólico' o 'sutil', la discriminación racial
representa un factor estresante en la vida cotidiana, con consecuencias negativas en
el bienestar físico y mental de las dos partes
6

Aunque ha sido visible que en los últimos años el gobierno ha implementado formas
de apoyo para las comunidades víctimas de discriminación y leyes que penalizan tal
hecho, es importante enfocar el cambio hacia la educación de la comunidad,
promoviendo y visibilizando los activos culturales de las diferentes etnias existentes
en el país. Hay que tener en cuenta que las distintas comunidades existentes
aportan significativamente a la sociedad, ya que todos en calidad de seres humanos
tenemos las mismas capacidades para ayudar y contribuir a la comunidad en
general; además de todo tipo de habilidades que pueden aportar al desarrollo y
avance del país.
Desde inicios de la década de los noventa la comunidad LGBTI, (lesbianas, gays,
bisexuales, travestis, transexuales, transgénero e intersexuales) ha promovido
diversas iniciativas, para lograr la inclusión de sus derechos constitucionales y
legales en el sistema jurídico colombiano, también es cierto que cuando los
miembros de la comunidad LGBTI, emplean tales instrumentos jurídicos ante
funcionarios públicos para acceder y ejercer sus derechos, estos les son negados o
postergados; en concreto, no hay un cumplimiento material de las sentencias que
hacen parte del cuerpo normativo del sistema jurídico colombiano.
La igualdad no pretende sobreponerse a la solidaridad y la libertad, pero el debate
político y social en torno a la unión de parejas LGBTI y a la conformación de las
familias diversas, indica que el quiebre reside en sus particulares manifestaciones o
conductas sociales frente a las aceptadas tradicionalmente. En Latinoamérica es
común identificar la igualdad como fundamento de ciudadanía, pues esta requiere "la
igualdad en la posesión y ejercicio de los derechos que está asociada a la
pertenencia a una comunidad" (OEA, 2010, p. 41). Podría decirse entonces que
existe un vacío teórico que impide conseguir los resultados empíricos de la justicia
social y de la igualdad, un modelo social utópico .
7

Así las cosas, resulta importante incluir la negociación dentro de los procesos de
construcción de una ciudadanía efectiva, en una democracia que considere sin
distinción, no solo a las mayorías electoras sino a las minorías políticamente
desprotegidas. Es decir, que la consagración de la igualdad como principio
fundamental, es una condición sin la cual los sistemas democráticos, especialmente
en Latinoamérica, no podrían existir, pues la igualdad constituye una herramienta de
gran utilidad para la apuesta a un sistema que promueva la eliminación de las
brechas de desigualdad e injusticia, así como la ampliación de los espacios de
ejercicio de esos derechos. Desde este punto de vista se pretende definir bajo qué
límites y parámetros la democracia colombiana ampara el derecho a la igualdad.
En este apartado se hace un llamado a la conciencia de la ciudadanía, al interés
como colombianos que tenemos de querer un país mejor para todos, un país
incluyente, que se reconozca y acepte a pesar de las múltiples diferencias.
El interés en la ciudadanía y sus procesos de formación ha coincidido con la
atención que desde hace cerca de dos décadas se les viene concediendo a los y las
jóvenes, a nivel mundial, y de manera particular en América Latina. La preocupación
por los jóvenes ha dado lugar a un gran número de investigaciones que, desde
distintas perspectivas, han estado orientadas a comprender las situaciones en las
que viven y las diversas dimensiones que caracterizan sus formas de ser y actuar en
el mundo contemporáneo. (Banco Mundial, 2007; CEPAL, 2000; Escobar, Quintero,
Arango & Hoyos, 2004; Perea, 2000) en pro de mejorar la situación de la comunidad,
8

algo que concuerda con la meta de formación de nuestro país, que consiste en
enseñar a los estudiantes y a la comunidad a respetar a quien es diferente,
reconociéndolos como sujetos con los mismos derechos y deberes e interesarse
auténticamente por la perspectiva desde la cual el otro observa la realidad . Con
6

esto se conseguirá formar modelos de sociedad mucho más completos y


participativos, en los que ningún individuo se sienta excluido e invisibilizado en su
comunidad.
Dentro de este contexto, los jóvenes han generado culturas juveniles, han cambiado
sus estilos de vida, sus modos de organizarse y sus formas de participación social y
política, tal como lo muestran investigaciones realizadas en distintos países de la
región . Ante este panorama, se hace evidente que los estudios sobre la ciudadanía
9

en los y las jóvenes, exigen aproximaciones a los nuevos discursos y prácticas que
se perciben.
En el caso de Colombia, Pinilla & Torres (2006) hacen notar que la formación
ciudadana reaparece como preocupación nacional a partir de los acuerdos de la
Constitución Política de 1991, los cuales pusieron en evidencia la necesidad de
construir una democracia participativa en nuestra sociedad. En sus palabras:
Era necesario reconfigurar la deteriorada relación entre la sociedad y el Estado,
agravada por el prolongado conflicto interno, la precaria legitimidad de las
instituciones y la creciente apatía e indiferencia de la mayoría de ciudadanos hacia la
actividad política y la vida pública. (p. 24).
Dadas estas condiciones históricas, en Bogotá D.C., en los últimos años se ha
producido un notable desarrollo de reflexiones pedagógicas y prácticas de formación
ciudadana, tanto en el interior de las instituciones educativas, como en el gobierno
general de la ciudad.
La Constitución Política de Colombia consagra el derecho a la igualdad en su
artículo 13, indicando la libertad e igualdad ante la ley de todos los ciudadanos y la
protección por parte del Estado en iguales términos; consagra además categorías,
como el sexo, la raza, el origen nacional o familiar, la lengua, entre otras. Desde la
jurisprudencia se entiende que existe una imposición al legislador de dar el mismo
tratamiento a quienes se encuentran en el mismo supuesto de hecho, y encuentra
como única justificación de trato diferenciado la persecución adecuada y
proporcional de otra finalidad constitucional (Corte Constitucional, C-1047/01).
La democracia colombiana va más allá de la representación de los partidos políticos
avalados por el voto popular y de las posibilidades de participación directa de la
ciudadanía en la construcción de un ordenamiento jurídico inclusivo. La democracia
se vive a diario cuando los ciudadanos ejercen sus derechos y buscan la forma de
lograr un cambio que represente un nuevo orden social y atienda a las necesidades
de quienes por tanto tiempo han sido minorías políticas; la democracia se está
manifestando en las calles, a través de las redes sociales, de las protestas, de la
academia, del uso de espacios urbanos y rurales para visibilizar la discriminación y
convocar personas que se unan al proceso .7

Así mismo se entiende por identidad a toda aquella característica que identifica a
una persona, una comunidad, sociedad, al entorno o a una cosa u objeto, pero que a
su vez presentan diferencias dentro del grupo al que pertenece y la identidad
10

cultural como un conjunto de valores, orgullos, tradiciones, símbolos, creencias y


modos de comportamiento que funcionan como elementos dentro de un grupo social
y que actúan para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su
sentimiento de pertenencia que hacen parte a la diversidad.
En cuanto a la identidad personal a medida que se va creciendo en lo físico, en
conocimiento, en lo emocional, en el interactuar con los demás se define y reafirma
la misma, ya que en nuestra identidad intervienen componentes biológicos,
antropológicos y contextual, los cuales son elementos fundamentales que
determinan la identidad de una persona. Es importante entender que estas
identidades se construyen conforme a cada etapa o momento de la historia por la
cual se atraviese. En estos tiempos de globalización los medios de comunicación y
el acelerado desarrollo de la tecnología, se han convertido en factores que
contribuyen -para bien o para mal- a la construcción de las identidades, debido a que
influye de manera directa la personalidad y el contexto.
Los tres componentes de la competencia se relacionan en la formación de una
verdadera democracia, en la cual las personas contribuyen activamente en una
convivencia pacífica donde la pluralidad y las diferencias se aceptan como
verdaderas oportunidades de mejoramiento y cambia en las relaciones familiares,
escolares y sociales entre otras logrando la búsqueda de la paz con justicia social.
Todo basado desde un sentimiento verdadero de apropiación del país y de sus
costumbres, un conocimiento de cada una de las identidades sin incurrir en el
silenciamiento de todo aquello que se considera diferente, un patriotismo que
conduzca a interiorizar los errores cometidos en el pasado con el fin de transformar
en bien el futuro de la comunidad y del país.

1
Mieles Barrera, María Dilia, & Alvarado Salgado, Sara Victoria. (2012). Ciudadanías
y competencias ciudadanas. Estudios Políticos, (40), 53-75. Recuperado en Junio
14, 2016, de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121516720120001000
03&lng=en&tlng=es
2
Campo-Arias, Adalberto, Herazo, Edwin, & Oviedo, Heidi Celina. (2015). Escala de
Discriminación en la Vida Cotidiana: Consistencia y estructura interna en estudiantes
de medicina. Revista Médica de Risaralda, 21(2), 39-42. Recuperado en Junio 14,
2016, de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0122066720150002000
08&lng=en&tlng=es
 Kymlicka, Will. (1996). Ciudadanía multicultural. Barcelona: Paidós.
3
Urzúa, Raúl y De Puelles, Manuel. (1996). Documento de consulta presentado a la
iv Conferencia Iberoamericana, utilizado como base para la elaboración de la
''Declaración de Concepción'' [en línea]. Disponible en:
http://www.oei.es/oeivirt/rie12a05.htm. [Consultado 14 de junio de 2016]
4
Franco Agudelo, Saúl. (1997). Violencia y salud en Colombia. Revista
Panamericana de Salud Pública, 1(2), 93-
103.https://dx.doi.org/10.1590/S1020- 49891997000200002
5
Campo-Arias, Adalberto, & Herazo, Edwin. (2014). Estigma y salud mental en
personas víctimas del conflicto armado interno colombiano en situación de
desplazamiento forzado. Revista Colombiana de Psiquiatría, 43(4), 212-217.
Recuperado en Junio 14, 2016, de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034745020140004000
06&lng=en&tlng=es
6
Campo-Arias, Adalberto, Herazo, Edwin, & Oviedo, Heidi C. (2016). Valoración
psicométrica de la Escala Breve para Racismo Moderno. Revista de Salud
Pública, 18(3), 437-446. https://dx.doi.org/10.15446/rsap.v18n3.41291
7
Peña Huertas, Rocío del Pilar, & Parada Hernández, María Mónica. (2014). Tensión
entre la democracia inclusiva y la mayoría: el matrimonio igualitario en el Congreso
colombiano. Revista de Derecho, (42), 65-95. Recuperado en Junio 15, 2016, de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121869720140002000
04&lng=en&tlng=es.
HENAO-ESCOVAR, JUANITA, OCAMPO-TALERO, ANGÉLICA MARÍA, ROBLEDO-
8

GÓMEZ, ÁNGELA MARÍA, & LOZANO-ARDILA, MARTHA CECILIA. (2008). Los


grupos juveniles universitarios y la formación ciudadana. Universitas Psychologica,
7(3), 853-868. Recuperado en Junio 14, 2016, de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657926720080003000
18&lng=en&tlng=es
9
Ministerio de educación nacional (2006). Estándares básicos de competencias
ciudadanas. Formar para la ciudadanía, ¡sí es posible! [en línea]. Disponible en:
http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-116042_archivo_pdf4.pd f [Consultado
14 de junio de 2016]
 Pinilla, A.V. & Torres, J.C. (2006). De la educación para la democracia a la
formación ciudadana: una década de incertidumbres. Bogotá: Universidad
Pedagógica Nacional / Instituto para el Desarrollo Pedagógico y la Investigación
Educativa -IPEP.
Gongora Sandoval, Martha (2015) Pre saberes sobre la Identidad, Diversos tipos
10

de identidades, Construcción de las Identidades, Identidad, Pluralidad y Valoración


de las Diferencias [en línea]. Disponible en:
http://losjovenesylaconvivencia.blogspot.com.co/2015/09/pre-saberes-sobre-la-
identidad-diversos.html

Potrebbero piacerti anche