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Viceng-Maria Capdevila i Montaner

LIBERACION
Y DIVINIZACIÓN
DEL HOMBRE
TEOLOCÍE DE LA GRACIA

TOMO II
Estudio sistem ático

()
LrBRúsr"lrii

SECRETARIADO TRiNITARIO
F. Villalobos, 82 37007 SAIAMANCA
Qué se entiende por gracia

Antes de entrar en el estudio de las diversas cuesriones qLle sc


plantcan en nuestro tratado, intentaremos formarnos una idea
acerca de la gracia y consideraremos algunas disrinciones clásicas
en torno a la misma.

I. Auluruo DEL coNcEpro DE GMCrA

San Juan habla de vida o vida eterna a partir de Dios. Dios,


porque es Caridad, nos comunica su vida por medio de su Hijo,
Jesucristo, en el Bpíritu Santo.
El conccpto de gracia, lo mismo quc el de vida o caridad, es
analógico. Se dice de Dios y de [a realidad creada, que distan infi-
nitarnentc. Y en el campo de la realidad crcada hay multiplicidad
de acepcioncs. Aquí considerarcmos la gracia como caridad de
Dios, como donación personal de f)ios, como Vida divina partici-
pada por el hombre, como justificación, como auxilio divino al
hombre, como respuesta humana a la llamada de I)ios.

A. La caridad de Dios

El origen de la vida eterna lparticipación dcl hombre en la vida


de Dios] está en la caridad que Dios nos tiene: «'Iia.nto arnó Dios :Ll
mundo, que dio al Hijo Unigénito, para que rodo el quc cree en
EI... tenga vida ctcrna, fln 3,16); «Mirad qué caridad r.ros ha dado
el Padre, que seamos llamados hijos de Dios y lo somos, (lJn 3,1).
El amor o caridad que Dios nos tiene es el origen y alma de toda
gracia: Dios nos concede su gracia porque nos ama. Fontalmente
la gracia es la caridad de l)ios. Y cualquicr gracia connota la pre-
scncia de l)ios-Caridad.
52 I-ibcración y diuinización del hombre 2 Qué se entiende por gracia 53

Dios Padre, hermano deJesucristo, el Hijo, y «espíritu»5 o espiri-


Obscrvemos que Dios no ama como cl hombre. Nosotros ama-
tual en el Espíritu Santo. Esta transÍbrmación interior es la gracia
mos a las p...orr", o las cosas Porque son buenas. El bien que des-
tanürtcantu. Obsérvese, no obstante, que algunos prestigiosos tcó-
cubrimosin ellas motiva nuestro amor, atrae nucstro corazón co-
iogos incluycn bajo el nombre de gracia santificante tanto la gracia
mo el imán atrae el hierro. A causa de nuestra indigencia radical,
de Ia inhabitación como la transformación interior del hombre
al amar buscamos siempre cl bicnt. Somos tan Pobres qlle incltr-§o
(véase m:ís adelante, apartado II, F).
conseguimos algo cn el caso límite de dar cuanto tenemos' A Ma-
ximilñno Kolbé, que sc ofreció a ir a la mucrte en lugar.de un Pa-
dre de familia, le veneramos colno mártir de la caridad' Dios,
D. Lajustificación
llondad infinita, ama dc otra manera. Cuando ama, no le mueve En la situaci<in actual del hombre, caído en A<lán y ¡edimido
otro bien quc el suyo proPio. No anda cn Pos de un bicn que rlo por Jesucrist<¡, Dios se da al hombre y le comunica su vida cuand<¡
posea, sino que comunica generosamenrc su bondad. F,l arlor.quc lo ju.stifica. La teología ha consagrado cl término paulino njustifi-
bios tiene ei el origen, laÍu"ntc de todo bien: es amor crcado12' carr. El vocablo no cstá en san Juan; la realidad sí. Llamarnos justi-
Dios, por arnor, llaÁa el univcrso a la existcncia (gracia en scntido ficación al acto gratuito de Dios -del Padre, p<lr Jesucristo, en el
amptio), y por anlor, llarna y conducc al hombrc a ParticiPar en su F.spíritu Santo - cn virtud del cual convierte al hombre de pecador
Vida divina (gracia en sentido estricto)3. en justo. En scntid<¡ derivado se llama justificaci<ín al efccto que cl
acto ju.stificante de f)ios causa cn cl hornbrc: el pa.so dcl pccado a
l\. I-a donación y presencill de las Personas diuinas en el hombre la justicia, dc la muerte del pecado a la vida de la gracia. Estc scn-
sc da Pcr§onalnrcntc a ól y n-rora
tido prevaleció en el Deoetum de iustificatione del Concilio de
Dios, porque ama al hombre, 'llcnto6.
en coniirtiéndolo cn justoa. Así cl justo, en c[ don pcrsona[ dcl
é1,
La justificación, c<lmo acto divino, es 1a misma caridad de
Espíritu Santo, vive unido aJcsucristo, c[ Hijo, como cl 'sarmicnto
Dios, que obra la transformación del hombre pecador. La transfor-
a la vid, y, porJcsucristo, permanecc cn el l'adrc y cl Pac{rc cn él'
mación que causa en el hombre es la gracia de la justificación que
L" d.rr-r"ái<r, y prcsencia de las I'crson¿s divil-ras cn e[ justo sc dc-
incluyc la inhabitaci<in dc la.s Personas divinas y la gracia santifi-
rromina gracia de inbabitación.
c.I n tc.
[.a uida diuintt en el hombre
E. La gracia en el camino hacia la justicia
I)ios, cuando lo trans-
sc da al hombrc, cuando sc unc con é1,
cn criatttra (2 Cor 5,17; [)ios n<¡ justifica al adulto quc goza clc uso de raz.<in sin sr-r librc
f<¡rnra irrteriormente, lo convierte nueva
nuevo (Dt Sal 51,12; Ez 11,19; consentimiento: «El que tc hizo sin ti, no tc justifica sin ti. -le hizo
Gal 6,15), lc da un coraz.ón 30,6;
sin tú sabcrlo; te justifica queriéndolo tú»7. La justificación, por la
36,26). Eljusto, porque Dios Uno y'lrino mora cn é1, es hijo de
qr"rc cl hombre pasa de la muerte dcl pccado a la vida de la gracia,
cs instantánea. A pesar de quc cl tránsito dcl pccado a la gracia sca

l. ucondición, del arnor humano, que lo que alnanl()s sea un bicn para
[']s
-l'ornás: u[)ato e nim pcr impossibilc, c¡uocl l)eus non e's-
nosotros. Flscribc santo
5. IlecuérdeseJn3,6: nll> que ha naciclo de la carnc, carneesi y kr c¡ue ha na-
set hominis bonum, non cssct ci ratio diligcndi" (Surn. thet¡l',ll-ll, t1' 26, t' 13'
,:iclo clcl Espíritu, espíritu esr.
ad 3)
-I'HoM^s, 6. Ya el 22 de junio de 1546, se propuso a los teólogos menores, entre otros
2. Sum. theol.,l-ll, c1' 110, a. 1'
r(nras, que estudiasen nrlué sc enticnde por cl hombrc cs justificado, quil intelli-
3. Aucus't'., Ep. 177, n. 7 : Pl-33'767. ptr irctiJ)cari h¡¡rnintm, (.C'l V 251 ,27-78).
4. Ill adulto ,1u. go.r, <lc uso dc raz.ón dcbc rccibir librcnrclltc la donación dc .:rtrur
l)ios.
/ Arir')U5'l . S,nt:' 1i¡'), cirp. I I, ir. I3: Pi. 3ái.q:::i

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-fiÁ
Liberación y diuinización del l¡ombre 2 Quz se cntiende por gracia 55

instantánco y de que Dios no necesite dcl factor tiempo Para cam- es don de Dios'2, que la respucsta positiva del hombre a la gracia es
biar las actitudes más profundas del hombre, de ordinario f)ios también gracia, sin dejar de scr plcnamentc libre'r.
prepara o dispone al pecador a recibir Ia gracia santificante en un
proceso temporal de conversión'. El inicio de este Proceso ..l gr"-
ii" d. Dinr, 1a gracia de la vocación cristiana, que desvela al hom- II. ArcuN¡s DIS-flNCroNES EN ToRNo A I-A GMCr^
bre del sueño mortal del pecado. Y en todo el proceso, el hombre
no puede dar ningún paso sino bajo el influjo o gracia de Dios. Es Algunas distinciones, que han llegado a ser clásicas, nos ayuda-
Dios mismo quien lo conduce, como un padre a su hijo, no sin su rán a profundizar algo en el breve recorrido que hcrnos hccho por
consentimiento y coop.ración: nYahvé, tu Dios, tc ha llcvado co- el amplio espcctro de la gracia dc Dios.
mo un hombre lleva en brazos a su propio hijo, por todo el cami-
no quc anduvisre hasta llegar a estc lugar, (Dr 30,31)'. A. Gracia inoeada y gracia oeada
[,a distinción entre gracia increada y gracia creada se pone es-
F. La gracia como auxilio dupuis de la justificación
pccialmcnte de relievc cn la rcfutación de las resis cle Pcclro Lom-
Dios asiste constantemente al justificado para que Perseverc y l¡ardo, según c[ cual la caridad con que amamos a Dio.s y al próji-
crezc^ ensu vida divina: nEl mismo f)ios, cuando por el Mcdiador mo es el mismo Espíritu Sant<1, quc inforrna y santifica las
entre Dios y los hombres, el hombre Jesucristo, espiritualmente cualidades dcl alma'a. Antc la posición del Macstro clc las Senrcn-
sana a un enfermo o vivifica a un muerto, es dccir, justifica a r'Lrt cias, los teólogos sc preguntan si la gracia es una rcalidad creada o
impío, y cuando Io ha conducido a Ia salud perfecta, esto. es, a la increada. A rnediados del siglo XIII la rcspuesra común a csta
p.if-..,". vida y justic.ia, no abandona si no cs al¡andotrado, para cuestión es quc, adcmás dcl Espíritu Sanro, sc da cn el af ma dcl
que se viva siempre piadosa y justamcnte,''. jtrstificado la realidad creada dc la gracia.
En csta pcrspectiva histórica, el problcma dc la gracia crcada sc
G. La resPuesta bumana a b gracia, como gracia ciirc a la gracia, gratumfaciens o gracia santificanrc, que se recibc en
Todos los buenos deseos, esfuerz.os y obras, por los que cl hom- la justificación. Por fidclidad a csta tradición tcológica h:rbría <1ue
rc.scrvar la denominacii¡n de gracia increada para la gracia de la in-
bre desde su primera vocación se encamina a l)ios, ticncn a Dios
habitaci<'rn de la-s Pcrsonas divinas en cl justo, y la dc gracia crcada
por autor". Eitimamos que la misma bucna voluntad dcl hombre
l,ara la gracia sanrificantcr'. Pcro es posible ofrccer una visión más
,rrnplia dc la gr:rcia como realidad increada y c()n1o don crcado. En

12. Aucusl'., De diu. quaest. ad Simpl., lib. I, q. 2, n. 12: uNam si quaera-


B. THoMAS, Sum. the¿tl.,l-ll, q. t 12,a.2, ad 2; q. l13'a.7. rrus utrunl I)ei donum sit voluntas [>ona, mirum si negare <luisquem audcar,
9. El camino del pueblo elegido por el dcsierto hasta la ticrra pronreticla es (l'1.40,118). Vóase también Ep.2l7, cap.5, n. 17:PL,35,985: De coffept. etgr.,
imagcn del camino dcl pecador hacia la justicia. [.a l.iturgia nos ofrcce-c.te texto ,.r¡r. 12. n.38: l)l.40.940.lln.senrid<¡ contrario, véasc la posición dcJuan Casia-
.., li lr.t,rru breve de -ttrcia del vicrnes dc la II semana del tiempo ordinario' ,(), l)ara quicn tanto la obedicncia a la gracia como su rechaz.o cs exclusivamcntc
10. Aucus'f., D€ n¿¡. ct g/., cap. 26, n. 2!: ulp5c auten¡ Dcus' cunl. Pcr r'at' l,',¡¡r,rno: ('oll¿¡ionts, Coll. Xlll, cap. 3: Pl- 49,903; cap.l2: I)l- 49,929; cap.l8:
li¿torem Dei e, hominum bomin¿m lesum Christum Il Tim 2,5]' spiritualitcr sa-
nar aegrotunr vcl viviñcat mortuum, id cst, iustificat impium, et cum ad perfec- l.i. K. ll,¡ttNEt, Gracia. SM III 329,330.
tam sanitatem, hoc est, ad perfectam vium iustitiamque pcrduxerit, non dcserit l1i. Scnt., lib. t, d. 17, cap. t, n. 2; lib. ll, d.27, cap. 5: cd. l^, Grort:rferra-
si non dcser¿tur, ut pie semper iuste<¡ue vivatun, (PL 44,261). ,.,, t.ll'), pp. 142 et4B4.
ll. CaPitult ?siudo-Cbrnentina s¿u nindiculus», ca¡t' 9: D 141; DS 24u' I 5. Véa.scJ. Auzx, El [iuangelio de k gracia, pp. 44, 174-198.
56 Liberación y diuinización del hombre 2 Qué se entiende ?or gracia 57

la misma Ilamada del pecador a la conversión sc da, Por una Parte, porque Jesucristo está en cl centro dcl designio .salvífico dc Dios.
cl amor miscricordioio de Dios, y la vocación y ayuda que' en El Padre nos lo ha dado en la Encarnación-redentora ulleno de
cuanto son actos divinos, se identifican con la csencia de Dios y gracia y verdad, (In 1 ,14) para que de su plenitud recibiéramos
pertenecen a la esfera de lo incrcado. Por otra Parte, este amor y todos la abundanciadc la gracia o vida (Jn 1,16; I 0,10).
ilr.rr"d. se manifiestan en el pecador en forma de iluminaciones Muchos teólogo.s llaman gracia de Dios a la gracia otorgada a
de la inteligencia y mociones de la voluntad, quc Pertcneccn a la los ángclcs y a Adán inocente. Otros, cada día más numerosos, lle-
esfera de lJcreado. 'lambién en la ayuda de Dios al justo Para quc vados dc una visión cristocéntrica de ia crcación (con fundamento
persevere rrezca en la caridad cabe distinguir la presencia dc
y bíblico en Col 1,15-20 y Ef 1,3-14 y fundamento patrísrico ya en
bio, .n su corazón, que es increada, de las iluminaciones y mocio- san lreneo"), picnsan que la gracia es siemprc gracia de Cristo: de
nes creadas quc recibe. f)e manera gencral, podcmos afirmar quc Cristo Cabcza o de Cristo lledentor, según sc otorgue a la criatura
la gracia .o.rrn," sicmprc reiación: relación de Dios al hombre' inoccnte o caída.
Di"os ag.aci, o favorecc rl hombt". El ¡.mbre rccibc 1o's bencficios Se da otra rtzón para llamar cri.stiana a nucstra gracia: la gracia
¿ivinoí. por eso en ia gracia sc da siempre una rcalidad increa<la, nos configura con Cristo. El Padre nos ha dcstinaclo a scr confor-
que es f)ios mismo, /,rn" realidad c.é"da, .que es cl ,fruto en el mcs a la imagen de su Hijo (l{om tt,29) y ha enviado a nucstros
Éo-br" de la cficacia dc la caridad divina'6. El accnto clcbe poner- c:orazones el Espíritu de su Hijo (Gal4,6), que cs Espíritu dc filia-
se en el clemcnto increado de la gracia. La gracia es anrc todo Dios ción (Rom 8,i5), dc modo que la vida cristiana cs vida clc dona-
mismo: su caridad, su presenciJque llama y ayuda, su donación ción fiiial al Padrc, bajo el impulso del F..spíritu, npor Cristo, con
pcrsonal. Secundariamin," gracia la rcalidad creada que. Dios ['.1 y en El,.
."ur, nosotros. fuí la "t
justiñcación es primariamente cl acto I-a gracia de Cristo Rcdcntor añade a la gracia de Dios o a la
".,
personal de Dios qlle nos hacc justos y solo secundariamcnte es la gracia de Cristo Cabeza una nota importante: se c<lnccdc por mi-
justicia quc nos comunica. La ayuda ¿c Dios cs .primarianrcnte su scricordia divina. La gracia es siemprc fruto de la caridad de Dios
p..r.n.i" auxiliadora y secundariamcnre las mociones o tcndencias y sc otorga a los quc no son dignos de clla, puc.s ninguna criatura
buenas que dicha prescncia causa en nosotros. , s digna de la familiaridad divina (cf. Ef 2,19), pcro la gracia de
E.t" p.rrp.ctiva personalista cxcluyc de raíz cualquicr ucosifica- ( .risto Salvador sc otorga misericordiosamentc a los pecadores, po-
ción, de la gracia. És lícita la cxprcsión «tcner la gracia<le 9i^os-:, ritivamcntc indignos de eila, porquc cran nenemigos dc coraz.(rn,
corlo san Ju"an habla de utencr vida etcrna' (v.gr.: Jn 3,15' 16' 36); (( ,«rl 1,21).
pcro en estc caso «rencr» cstá cn la misma línea de significaciór
qr" ". las expresiones «tener al Padrc, o ual Hijo' (1 Jn 2,23: \',. Gracia externa ! grllcia interna
i,lz,2Jn 9).'Y «tcner a Dios, no quicre dccir disponcr dc.f).ios,
sino ser poseído por Dios de rnodo éspccial: uNullirs Dcum habct, Sc denomina gracia extcrna a ia que afecta al h<lnlbre dcsdc
quin ab ipso specialius habcaturr''. ,rlrrcra, como la prcdicación, cl buen e.jemplo, la cxhortación o cl
.rnrbicnte favorable". Sc entiende por gracia interna el influjo dc
l\. Gracia de Dios y gracia de Cristo I )ios cn el corazón del hombrc.

Tiadicionaimcnte se ha llamado a la gracia, quc el hombre rcci-


be después del pecado, gracia cristiana o gracia de Cristo Salvador,

'fnorr.t.,rs, Sum. tbeol.,l-ll, q. 110, a" 1. l,s. (.f. A. ()trttr, Antropobgía fu San lrcneo, Madricl (IIAC 286) 1969.

S. Ilr>N¡vgx't'-r tu, Brcuiloquiun, pars V, atp. l : Otera onnia, tÁ' ():ta- l') Irreluso un:. adversicl¿d puede considcrars,: una gr:rcia extcrna, c,n la rie-
, t?. ¡r" 25.i,, | ¡rr¡( .rri clia ¡:o<icrir,,.s dcscuLrir lin;, ll¿¡na.L clc l-)io:i (cf. Lc l3,l.fJ.
58 Liberación 1 diuinización del hombre 2 Qué se eztimde por gracía 59

Pucden contraponersc gracia cxterna y gracia interna. La gracia do, contraponiéndola a la gracia gratis dans, que es Dios mismo,
cxterna es la Ley sin más, letra que mata; la gracia interna es la ley entendía por gracia gratis datl¿ la de la justificación, uco' Ia cual
escrita por Dios cn el corazón humano, Flpíritu que vivifica (cf. 2 comicnz-an los buenos méritosr23. Santo'Ibmás en la Sumrna theo-
Cor 3,3. 6-9).L^ gracia externa del Discurso dcl Pan de Vida no a.pl.icr la expresión g.racia gratis data a los carismas de quc
logj1e
podía dar fruto sin la atracción o don interrto del Padrc (Jn 6,44. habla ei Apósrol en I Cor l2ra, significado que rcndcrá pr"r.l"-
65).Las palabras deJcsús no aprovechan al hombrc, qr¡e es carne, cer. En el período que mcdia cntrc las Sentcncias dc pcdro " Lom-
sin el Espíritu que da vida (cf Jn 6,63). bardo y la Suma de santo Tomás, [a expresión gracia gratis data,
Por lo común, la gracia cxterna y la gracia intcrna son dos ver- incluso cn el misr¡ro sanro Tor¡ás, ofrcce, .sin embr.gá, una sor-
tientes de la acción salvadora de Dios en cl hombre. Por la gracia prendente y fluctuantc gama de acepciones. Así, por cjentplo, en
extcrna [)ios se manifiesta, sc extcrioriz.a a[ h<lrnbrc. Su culmen es la. Su.ma dc Alejandro de HaJes),, gricia graris dattt'cn rá,rtiáo p.o-
la F,ncarnación-redentora dcl Hijo, quc hace audible, visible y tan- pio designa un dorl inluso c inmerccido quc disponc a la sanrihca-
gible la interioridad dc Dios (1 Jn I ,7-2; Jn 12,45; 14,9). Ahora ción personal (es decir, a la gracia gratumJizcíezzs), como la fe inFor-
[¡ien, el lcnguaje de Dios no sería inreligiblc al hombre, si Dios no me o la esperanza, o que se ordená a la s¿rlvación de orros, conl<¡ la
lc in.struycse interiormcntc. [-a gracia intcrna llcva al hornbre a in- sracia de prcdicar o dc obrar milagrosr6, y cn senrido arnplio dcsig-
teriorizarse cn Dios. rra los d<rne.s conccdidos aAclán, anrcs dc quc tuvicse lt gr^.i^ grá-
L,n la gracia sc da, pucs, un:l convcrgcncia de cxtcri<>rizeción de tum -faciens, cl continuo influjo dc la Cau'a prime ra .r,rtr." litre
L)ios y dc ir.rtcriorización dcl hornbre; de hurnanización dc Di<ls y rlbcdrío humano" y la mi.sma rccta razd>n dclos inficlcs, quc, "l alln-
clc diviniz.ación del honrbrc. (Jna c<>trvergencia, si se quicre, de cn- qLlc sea narural, es don gratuito dc Dios, conro también io cs que
carnación y de asccnsión; cle abajamicnto dc Dios hasta el hombre [)ios mueva al bicn,8. Francisco Suárez. dcnomina uacilt gratunifa-
por la gracia externa y de clevación del hornbre hasta l)ios por la ciens a1a que se ororga para el bien dcl qLre la rccibc y gla,cia gr)tis
gracia intcrna.
/_rr(^!^ que se conficre para urilidad dc los demás,r. ,qlii, pu.'., ,o
limita.la gracia. gratum faciens a la gracia sanrificanrc, sinJ que in-
D. Gracia «gratis data, y gracia «gratulnfdciens» cluy-e bajo csta dcn<¡minación todos los donc.s dc la gracia quc sc
c,rnficrcn en orden a Ia sanrificación propia, corno loiauxilios que
Si sc aticndc ai valor de las cxprcsioncs, la gra.cia sc dcllomina
rccibimos pa.ra obrar el bien (graciaaciual)ro, ni limita la gratia
grutis data por cl nrodo gratuiro como Dios l:r conccdc y sc dcno-
ntina. graturnJaciens porquc hacc al homlrrc grato a Dios2o. Sobrc
la prirncra cxprcsi<in iccnros cn san Agustín: u[,a gracia sc da gra- 23. Scnt.,l;b. II,d.27,cap.3, ¡r. l:oCunrcrgocxgrariaclicun¡¡rrc.sscb<¡na
r,rcrita.er inciperc,.aut inrelligirur gratia grati.s dans, id csr I)cus; vel potius gratia
tuit¿rrnentc llitcralrnentc: cs gratis datal, pucs, si no fucse gratuita
lir.rci.sdaca quac voluntarem hominis pracvcnir: n.n cnirrr ..r.", ,rrgnr- si 1i".., a
Ilit. gratis], no scría graciar2'. F.n la Ilscolástica se clcnomina gracia [ )c. diccrcntur csse, a quo sunr omnia. Sed potius ciu.s gratia gratii d"t, intclligi-
graturu faciezs a la gracia upor la cual cl h<;mbrc c.s jLr.stificado y sc r,rr, cx <1ua inci¡riunt bona nrerita" (1,-cl. 3", Grorrafe rrara, t l/2, p. 4BZ).
irace ciigno de scr llamado grato a l)ios»22. Fitc significado cs cons- )4. l-Il, q. I I l, a. 1 ct 4.
tante. En canrbio, no lo cs cl dc gracia gratis datd. Pcc{ro Lornbar- 25. IL. C. DItoN'r, k probl)mt dc la pri¡taration a la grite, pp. t40-150.
26. AI-FXANDEn o¡ H¡l.rrs, Sam. thcol.,ltl, <1.63, m. 2: cd. iluaracchi, t.lV,
rr (,4l3, pp. 1025-1026; I, <¡.1 1, nr.6: t.l, n.55, p.83.
117. Ibidem, II, g.91, m. 1, a. 2, § l, cn relación con a. l: r. II, nn. 505 y
20. 'l tloMAt, Sum. th¿ol.,l-ll, q. t I0, a. 3: «...ut gratia dicarur sccundum ,{)(r, pp. 7 34 y 730 rcspcctivamenre.
quod lacit homincrn Dco gratum, vel secunclum c¡uod gratis clatun,. .llJ. Ibidem, III, q.61, r.n.6, a.3, ad t: r.lV, n.633, p. 1002.
21. l)narrat. in [)¡.70, sermo 2, n. l: u(lratia gratis data est: nam nisi gratis )). Dt {ratia Dei, P rolegom. III, cap. 4, n. 7 : Optra omni4 ed. Vivt.s, t. VI I,
csset, graria n()lr cssct', (PL 36,89 I ). t, t/i4.
22. 'i'tloMAS, Surn. tbcol., l-ll,c1. ll l, a. l, ad 1. !(1. Ibidcm, n. l5: p. 147;ct¡t.6, nn. 3-6: pp.17)-t74.

l'-
60 Liberación I diuinización del hombre 2 Qué se entiende por gracia 6l

{ratis d.ataa los carismas, sino que estima que también 1o son el comunión con Dios, todo cuanto esta comunión lleva consigo y
cuanto positivamente se ordena a ella.
!od.t de orden y dc jurisdicción, pues se dan para el bien deau.fl'
los
Históricamente la teología oriental subrayó el carácter divini-
ácmás''. l.a posición de Suárez fue comunmente accptadal',
- esrimamos quc por respero al valor histórico zante dc la gracia. San Agustín, sin olvidarlo, insiste en su caráctcr
qu"
"lgunn. "urores sanantes6. Yesta insistencia pasa al Medioevo, hasta que la Escolás-
i" l.rrié.-inos - preficren otra, de.rominaciones, y así J' Auer lla-
ma ngracia cl" ofiiio, a la que se da en favor dc otros y ngracia de
tica cntiende que entre el don del Espíritu Santo y los actos vir-
tuosos del justificado se da la realidad intermcdia de los hábitos
santiácación, a la que se otorga en favor del que la rccibc"' A Pr9-
infusos, que son realidadcs creadas, causadas por Dios en orden a
pósito de la gracia de oficio, cscribe M' Schmaus: nlas gracias de
ia bienaventuÍaÍtza cterna. Llstas formas infusas dcifican al hom-
Lfi.i.r..."r.¿,i"I scrvicio dc la cdificación dcl Cucrpo dc Cristo -la
bre. nLa más sernejante a Dios de todas las criaturas es la gracia o
Iglesia- y de la estructura y configuración dcl ptteblo dc Dios'3n'
la gloria,, escribe Felipe el Canciller". Y santo 'lom¿is e nscña quc
Ño .r" niuid., empero, quc la gracia concedida para la p-ropia santi-
la gracia cs nalgo sobrenatural en el hombre, que proviene dc
ficación no es ajen" a.l trien de toda [a Iglesia, Porque Cristo quierc
f)iosr3t. Se trata de una forma o cualidad sobrcnaturalre, que sólo
prescntársela a sí mismo «santa c inmaculada», «sin mancha ni
Dios pucde causar: uEs necesario que sólo Dio.s dcifique, comuni-
ni cosa semejantc, (Ef 5,27), y Porq.Lrc ne[ mcnor de nucs-
"r.ug" cando el cons<¡rcio de la naturaleza divina por cierta participación
,.ur"..ro, hecho cc¡n caridad rcPerclltc en bencficio dc todos, en
o semejanz,a,,'0. Nos hallamos ante cl conccPto - no todavía ante cl
esta solidaridad entre todos los hombres, vivos r¡ mucrtos, que sc
nornbre - de gracia elevante, tal como sc forjó cn [a tcología clc
funda cn la comunicin de los sant<>s"'. ()ccidentc. Más adelantc sc precisará quc la gracia conccdicla al
pccador para que sc disponga a su justificación es ya gracia clcvan-
E. Gracia medicinal 1, gracia eleuante
tc.
F¡timamos quc no se trata de una división c1c [a gracia, sino de Algunos teólogos piensan quc puedc darsc la gracia mcdicinal
clos funcion", d" i" gracia cristiana: la gracia libcra al hornbrc dcl con indcpendencia de la gracia clcvante, cs decir, que hay una gra-
pccaclo y lo hace p"rií.ip. de l¿ vida divina. l-ibcrar y divinizar son cia puramcnte mcdicinal que no ordcna po.sitivamentc al hon-rbre
r".lid"des distinta^s, p"rá in..p".ablementc ur-ridas en cl plan salva- ¡ la comunión con Dios. '111 scría la gracia conccdida al pcctador
dor de Dios. La gracia cristian" .i"mpre y a la vez libcración del [):lra quc pueda <¡bservar toda la lcy natural''. No compartimos cs-
"s
pecaclo (gracia nñtcdicinal, o «sanante», gratia ut sanans) y divini- tc pLrnto de vista. l)e hecho no se da ningún h<¡rnbrc a quicn l)ios
).ación del hombrc (gracia nelevantc,, gratia ut eleuans)' no llame a la gracia. Y estimamos quc cl rcmedio dcl hombrc caí-
Com<¡ liberacióñ, la gracia es perdón dc los pccados y fuerz'a tl«r no es otro quc [a gracia de la justificación.
clel E.spíritu para dominár la coniu¡',iscencia, 9fc n<¡s inclina al
cs la
"n-,,r,
irupi,r hasta el dcsprecio dc Dios. Como divinización

31. lbidem, cap.5, n. 64-65:pp'171-172'


.]6. Cf. P. I(ousstit.o-l, La grl'ce d'aprls saint.fean tt d'apris saint Paul, cn
32. Cf.l.V¡N ornM¡;nnsctt, Gráce- D-fCVI liSB'
l{, r:hcrches dc science rcligicusc, l 8 (1928) fl7-104.
33. El Euangelio dt h gacia P.45.
34. 'lbologíi Dogmática. V- b' gracia diuina, § 180, n' 5' p' 32' .\7. Sum. dt bonr¡, l)e bono gratiae, I, <1.3lin. 23-24: "()mniLrtn creatura-
,,urr sinrilia Deo cst gratia aut gloriau (Ed. \X/icki, t. I p.362).
35. CEC 953. Véase también Catecismo Romano (Catechismus tx Dccrettt
Concilii'l'ritlentini ad Parochos), parte I, sobre el artículo noveno dcl Crcdo, n. .\tl. Sum. theol., 1-I.I, q. I I 0, a. I .
25: ul'odo cuanto piadosamentc y santamcnte rccibc un [.iusto.] pcrtencce.a to- l'). Ibidem, a. 2.
:io. lbidcm, q. 112, a.
ilos, oara ,1,,. t*n-,bién 1., ,rrr,r'.Á.t a tlios tn vi111il tlc ia ':aridacl qtte ntt busta
1.
,i I . H. I-ENNEtrz, De gratia Sdludtor;s, pp.2l2,217-218.
iiu i)ropi") inrt:rtis,, (Mrdrid l1);:'C ir8] 1916. ¡' ?1*ti)'
62 Liberación y diuinización del hombre 2 Qué se mtiende por gracia o1

F. Gracia sanúrtcante ! gracia actual Segundo. Porque los conceptos de gracia actual y gracia habi-
tual se enmarcan en el c.uadroá" un", .ot"go.í", ontiógicas que
f)e ordinario se cntiendc que la gracia santificante o habitual,
pueden obscurecer su significado teológicá profunclo. i," g."li"
que nos irace formalmcnte justos{', es un don cread<, que cl hom-
habitual se concibe, como una realiclad i..rdr, ,r., .rn"
brc recibc en la justificación y quc pcrmanecc físicamentc en él'r. "..id"nti,
cualidad, un hábit<la'. Yse entiende que la gracia actual e, el hom-
Se denomina gracia santificantc, porquc hace santo al hombre pe-
bre es un movimienro del almaae. Ahora bün, dcntro de Ia noción
cador, y gracia habitual, porquc se concibe como un hábitoaa. Por de gracia actual se incluyen realidades tcol<'rgicamcnre ra¡r disran-
gracia actual se cntícnde un auxilio divino interno cn orden a rea- tcs como el auxilio otorgado al pccador pr.i q.," sc disponga a la
liz.ar act<-rs cncalninados a la salvación. jLr.stificación y cl ororgado al
.iusro p"." qr. c. su Iucha ái..i"" .on-
Esta división, que llegó a considerarse fundamental en el estu- tra la concupiscencia o egoí.srncl, contra'los critcrios <icl nrunclo y
dio de la graciaas, es hoy impugnada desde trcs puntos dc vista. contra l¿s asechanz.as del maligno pueda perseverar y
Primero. I)orque la divisirin sc linlita a la gracia creada, y cn la ".."ig"r
,rá
cn cl amor de Dios. La i.congru".r.ia t".riógi.u nlt.r.iu."-I.á.,..r,
justificación es más irnportante el don dc la.s Personas divinas quc quc.H. Rondet piensa quc la gracia actual én cl",ju.sto c.s má.s una
la rcnovación intcrior que éstas causan en cl hombre. Ch. Baum- irradiación de la misma gracia habirual que un auxilio que lc ven-
gartner, quiz.ás para soslayar estc escollo, estima quc la noción ade- ga.d,cl extcrio^rto-Y y^santo Tomás hal¡ía cscrito quc nla opcración
cuada dc gracia.santificante incluye a [a ¡rar la donación dc las Per- dcl llpíritu Santo quc nos mucve y prorcgc no sc lirnita .f..,n
sonas divina.s (gracia increada) y la transfor¡nación interior clel dcl don habitual que causa en nosorio.s,.inn qu", adcnrás"lclc csrc,
homl>re (gracia crcada)n6. En cl mismo scntido J. A. Sayés, a pro- E.spíritu] nos mucvc y nos prorcgc, junto con cl padre y
"i-"..j.,], [cl
pósito de la tcrminología teológica dc la gracia, cnticndc que la cl Hijo,5r.
gracia habitual o s¿ntiflcante cs la inhabitación dc Dios cn el horn- lbrccro. Porque se ponc cn duda la validcz ¡ni.snn dc Ia disrin_
brc (gracia incrcada) con la consiguicntc tra¡rslormació¡r intcrior . i<i. cnrre don habitual y actual. Para san Agtrstín n.s hacc jtrstos
l:r justicia,T o cariclad,, pcro - scgú. Hcnri i{o,der - no po.í"rru,'
del hombrc a in-ragcn <ie Cristo (gracia crcada)".
l,rccisar si la cnticnde co.ro un don pcrnrancnte, como .na nLleva
,:rturaleza o como una.serie de acciones divinas inrcriorc.s a la vo-
42. C<¡Nc. l-ruoENr., Scss.VI, l)eoeturn de iusti.f)cationc, cap.7: D 799; D S
LIrtadsa. concibe cl camino hacia la ju.stificaci«in y la misma vida
1529.
43. H. Lli¡¡Netlz, I)e gratia Saluatois, p. 93: uln iustificatione donum crca-
tum physicc permancns confertur, quod gratia sanctificans, gratia habirualis ro-
cattrn). 1rlJ. -fuov.,rs. Sunt. il¡eol.,l-ll, q. 110.
44. lbidem, p.94. 49. Ibidem, a. 2: uAnima hominis movctur a [)eo ad aliquid cogno.scendurn
45. Así J. van der Mccrscfi divide.su cxtcnso arrículo Gráct tlcl DTC " l, u,rl,rdum vcl agcndunr. Er hoc modo ipsc graruitus.ffeciu.s
[Dci voruntatis]
Y1,1554-1687 (Paris 1920) cn tres apartados: «Crácc considérée cn gcneral" ,r lr().ri,e-..csr...morus guidam animae: ra-, Ái,, moventis in moto rrro,ur,
(col.l 154-1604), «Crácc habitucllc ou sanctiflanrc,' (col.l604-1636), nCráce ac- ,,r ,li. irur in III l)hysic.,. "r,
tLrcllc, (col.l 636-16U5). l't>cos años rnás tarcle ll. Ilcraza diviclirá su 'l-ractatus d¿ '¡(l . la théologie de la gr,lce, pp.63_64.
Ilssais sur
()ratia Christi, llilbao 1929, e¡ nDq gratia gcncratim sumpta», uDe gratia actua- '¡1. Sum. theol., 1-lI, q. 109, a. 9,ad2.
li" y.I)c gratia habituali". Ya principi<>s dcsiglo, tantoAd.'l'anguerey (Syopsis '>.).. l)e'l'rinit.,lib.XIV,ca¡>. 12,n. 155:lrl_42,1048;Desp.ctlitt.,ctp.9,
tbeologiae dogmaticae specialis, t.ll, ed. 12", I{omae - Tornaci- l)arisiis l!0ti, p. ', l',: l)1.44,209;cap. l8,n.3l:PI_44,219-220;lnkt. llu.,tr.2(t,n.t:l,l_35.
l6) conro Ch. l)csch (Praeleaiones logmaticae, t.V, ed.3., Friburgi Brisgoviae 1,,(l
1908, pp. 4-1) :r.atan separadamentc de la gracia actual, de la gracia lrahitual y ' \ nat. et gr.,cap. 38, n. 4i: pL. 44,269; C. Iul. op. imp., |,b.ll, n. 165:
del méritt¡, que es fiuto o efecto de la gracia. l'l r '.l.ll7__
le
46. La graria de Cristo, pp. I 9 l - I 93. ' r. I L IIoN»'f , Gratia Cbristi, p. 727, nt>ra 3. Véase nuesrro punro dc vis¡a
47. JosÉ AN1'oNIo SAYEs, It gracia de Cisto, pp. 23:25. ', , I ,.r¡,. Vlll, apanaclo L

I
Liberación y diuinización del hombre 2 Qué se entiende por gracia 65

H. Gracia suJiciente I gracia efcaz


del justo hasta la gloria como un Proceso psicológico.inspirado
po. i. gr"ci" de la iaridad, y así habla de caridad incoada, caridad Esta distinción pasó a primcr plano a raíz de la áspera contro-
p.or"á, caridad grande, caridad PerFecta'5 y caridad.plena.en la uersia de auxiliis, a finalcs dcl siglo XVI y principios clel XVII. La
,iri¿.r de Dios56. Jian Morin, en eLsiglo XVII, estimaba probable gracia se llama osuñciente» (sfficirzr), porquc basta al hombre pa-
que la justificación no tuviese lugar por un hábito, sino por una ra que realice el acto saludablc a que Dios lc invita. l.os teólogos la
seric de actos realizados bajo el impulso dcl Espíritu SantotT. Re- llaman uvcrcladeramente y meramente suficicnÍc» (uere et mere suf-
cordemos además que lo esencial dc la gracia es la comunicación ficiens) cuando el hombrc librcmente la rechaza y no pone el acto
personal de Dios alhombre. En esta PersPcctiva, la gracia antes de saludablc. Y la dcnominan neficaz, (efficax) cuando cl hombrc,
ia justificación es esa comunicación de Dios en cuanto ofrccida; en accptándola libremente, realiza el acto salrrdablc. Fln la controvcr-
lalustificación, en cuanto libremente aceptada; y dcspués de la sia, tanto bañecianos como molinistas cstaban dc acucrdo en que
juítificación, en cuanto sostenida por el mismo [)ios c<¡n la coope- la gracia eficaz lo es in actu primo, cs dccir, cn el designio de Dios
ración librc del h<¡mbrc5'. quc la concede. Pero mientras para lo.s bañccianos la gracia cficaz.
l<> es ab intrinseco, por su misn'ra naturaleza, porquc intrínscc:r-
G. Gr¿cia oPerante I gracia cooperante lnentc dificrc dc la gracia suficiente, para los molinistas lo es, por-
que Dios amorosarlcnte ha cligido r-rn plan para el munclo cn cl
Esta distinción, dc origcn agustiniano, toma pie del tcxto de
clue ha previsto, por la llamada ncicncia mcdiar, que el hombre li-
Fil 1,6: uQuien comcnz/> cn vosotros la obra buena, la llevará a ca- brcmcnte iba a dar su consentimicnto a aquclla gracia.
bo hasta .[ di" d. Cristo Jesúsr, y considera la gracia cn relación
con la actuación librc del hombrc. Dios upara quc queramos, obra
sin nosotrosr, y cuando ya queremos el bien, «cooPera con noso-
tros» para l[evarlo a términote.

55. De /út. et gr., cap-70, n. 84: P[. 44,290. ['l gencral dc los Eremitas de
San Agustín, Jerónñno S..ipando, en el proyccto de 29 Io 19] dc agosto de 1546
dcl Dlcretum de iustiJicatiin¿del Concilio de'l-rento, llamaba a la preparación
(CT Y 829'7 -12).
^para [a justiñcación quasi inchoatio
56. De pcrf iust. hom., cap. 3, n. 8: l>L 44,295.
57. Commentarius l:istoricas dz lisciplina in administratione sacrdmenti ?aen;'
t€ntiae...,lib. Vltl, cap. 2, n. 13, Antuerpiae 1682, p. 505.
58. K. I{¡HN¡.tt, Gr¿cia: SM Ill 328-329.
59. Aucusr'., De gr. e t lib. arb., ca,p 17 , n.33: Pt. 44,901 ' Otra distinción
análoga habla de l, g."ci" como prcucniinre y_conro subsiguiente..I')n los Salmos
58,l 1"lhcbr. 59,11)-y 22,6 lhebi 23,6) se habla respectivamenre dc la misericor-
<lia qrc prcced e (praeuenire) y que acompaña o sigue (subsequ)' San Agustín,ha-
bla i. la^gracia o nrisericordia.lr. p."ri.ir. y acompaña a nuestr¿ actuación libre:
uPracvcnlt aute m ut sanemur, quia ct subse<¡uicur ut ctiam sanati vegetemur;
praevenit ut vocclnur, subsequitur ut glorificcmur; praevcnit ut pie vivamu-s'
,ubr.gri.r, ut cum illo scmpár rivamus; quia sinc illo nihil Possumus lacerc [Io
lr,5),; (D na.!. ttgr., cap.3l, n.35: l'L44,264).

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