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Volumen I TÉCNICAS
GENERALES
EDITORIAL
© Editorial EOS
Avda. Reina Victoria, 8 - Telf.: 91 554 12 04 - Fax: 91 554 12 03 - 28003 Madrid - eos@eos.es
I.S.B.N.: 978-84-9727-437-1
Depósito Legal: M-9292-2012
Impresión: CIMAPRESS
Prólogo ............................................................................................ 5
Prefacio ............................................................................................................ 9
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4 índice
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Prólogo
Desde las brumas de los tiempos más remotos en los que la ignorancia era
absoluta, hasta los tiempos modernos en los que la ignorancia ha dado paso a la
sorpresa por lo que aun ignoramos, que es casi todo, ha latido la necesidad de
conocer nuestra conducta y explicarnos el porqué de las sensaciones, sentimientos,
¡deas y todo lo que tiene que ver con el pensamiento y la afectividad.
Pues bien, en ese camino en búsqueda de nuestro interior más íntimo han
existido todo tipo de interpretaciones, hipótesis y especulaciones, que siempre han
estado en la tenue línea entre lo mágico y lo racional, línea que en ocasiones no es
tan tenue ni tan delgada como pudiera parecer, y todo el esfuerzo no nos ha llevado
demasiado lejos.
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6 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Prólogo 7
Y por si fuera poco, hoy la hipnosis se está enfrentando con éxito aceptable en
muy distintas alteraciones, hábitos nocivos o sufrimientos psíquicos como el
tabaquismo, algunas dependencias químicas y o conductuales, determinadas
fobias, algunos estados no mórbidos de obesidad, contra el dolor (una de sus
dianas principales), para reforzar algunas facultades normales como la atención y la
memoria, afecciones psicosomáticas como el Colon Irritable, y así un largo etcétera.
La controversia actual surge no obstante en los ensayos comparados entre los
efectos de la hipnosis y la administración de fármacos placebos, encontrando los
investigadores muchas similitudes que no acaban de convencer a los detractores de
la hipnosis, sin caer en la cuenta que el componente sugestivo de las medicaciones
"reales" para algunos profesionales de la medicina, entre los que se cuenta este
prologuista, están hasta en un porcentaje del 50% del efecto total.
Por lo anterior, hoy en realidad, años después de la famosa frase "no hay
enfermedades sino enfermos", no podemos despreciar la interrelación entre el soma
y la psique, sabiendo todos los técnicos de la salud que en igualdad de
circunstancias, condiciones, enfermedad y pronóstico, dos enfermos pueden
reaccionar de forma muy distinta ante una alteración, siendo tan diferente la
respuesta que en ocasiones podríamos hablar de la misma supervivencia.
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8 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Los autores no solo repasan todas las definiciones, todas las teorías, y todas las
escuelas que han trabajado en la hipnosis, sino que desmenuzan sus argumentos y
los contrastan con el estado actual de los conocimientos científicos, abandonando la
pura explicación psicológica para contrastar los hallazgos con los datos
neurofisiológicos y psicobiológicos, dotando al texto pues de un sólido bagaje que
de ahora en adelante deberá constar en las bibliografías en lengua hispana de
cuantos quieran investigar este mundo peculiar.
Y es encomiable el texto porque no deja de ser la continuación en nuestros días
de una línea de investigación psiquiátrica y psicológica que en España tuvo
importantes autores, hoy ya históricos, como Camino Galicia, Cesar Juarros, Vallejo
Nájera (padre), Mira y López y otros muchos que trataron esta temática.
El libro que tenemos en las manos nos va a proporcionar una información muy
valiosa, difícil de encontrar reunida, que nos va a servir para posicio-narnos ante la
hipnosis sin misterio ni prejuicios, y abrir puertas a futuros campos de trabajo cuyo
objetivo siempre será mejorar en lo posible al hombre sano, y aliviar y/o curar al
enfermo con los instrumentos que la ciencia y el estudio nos han dado hasta la
actualidad.
El que hoy desprecie la hipnosis sin conocerla, movido por prejuicios a priori, o
hastiado de un uso mediático o televisivo anormal y tendencioso, estará amputando
lamentablemente una posibilidad de conocer otro campo, y lo que es peor,
privándose de un instrumento que durante cientos de años, sino miles, ha aportado
mejoras al ser humano.
José Cabrera Forneiro
Médico Psiquiatra
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Prefacio
Hay muchas preguntas que esperamos responder en este libro. Estas preguntas
podrían surgir en la mente de cualquier clínico interesado por la hipnosis. La palabra
"hipnosis" despierta recelos, dudas y temores en no pocos profesionales de la salud.
En otros, se disparan expectativas desmedidas ante una herramienta que a veces
se nos muestra como aparentemente prodigiosa.
Vamos a tratar de aportar una visión realista y constructiva sobre esta técnica,
sabiendo que la hipnosis se aprende mediante la práctica dirigida.
Leer este libro será una ayuda, pero de ningún modo la única formación que
deba recibir el hipnólogo.
Del mismo modo que las artes marciales no se aprenden mediante la lectura, la
hipnosis necesita de la enseñanza directa.
Partiendo de este principio, hay muchos porqués y cornos que encontrarán
respuesta en la presente obra. Respondiendo a los porqués nos adentraremos en la
teoría y el estudio experimental de la hipnosis. Los "cornos" serán desarrollados de
una forma que busca ser muy didáctica y practicable.
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Introducción a la
hipnosis: definiciones
y situación actual
1
Isidro Pérez Hidalgo
1. Definir la Hipnosis
Los clínicos no solemos preocuparnos tanto por la precisión de las definiciones
de lo que hacemos, como lo hacen los investigadores.
Nos interesa que la hipnosis sea una técnica eficaz y conocer sus protocolos de
aplicación. No obstante, debemos consensuar una serie de puntos para encuadrar
nuestro trabajo.
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12 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
No cabe duda de que esta definición resume muy bien lo que la mayoría de los
que practicamos la hipnosis podemos observar en nuestro ejercicio diario, porque
efectivamente encontramos en el proceso una combinación de estas tres
características en mayor o menor medida.
Pero existen definiciones más amplias tal como comenta Nieto (2009) cuando
recoge el enfoque de la Sociedad Británica de Psicología (SBP) sobre la naturaleza
de la hipnosis.
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Introducción a la hipnosis: definiciones y situación actual 13
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Introducción a la hipnosis: definiciones y situación actual 17
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18 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Por todo ello, pensamos que esta tendencia al crecimiento seguirá, entre otros
motivos porque la hipnosis en sí misma está ramificándose y creciendo de forma
rápida, alejándose cada vez más de sus versiones no científicas.
2. Información al paciente
Es muy habitual que el paciente que requiere tratamiento hipnótico traiga consigo
unas expectativas poco ajustadas a la realidad. Habitualmente, encontramos en la
práctica clínica una diferencia entre los pacientes que han sido derivados por otro
especialista y aquellos que acuden por propia iniciativa. En el segundo caso es
donde encontramos más frecuentemente conceptos equivocados acerca de la
verdadera naturaleza de la hipnosis y de la aplicabilidad al problema que traen a la
clínica. En cambio, aunque también en el primer grupo es necesaria una labor
preliminar de información y de corrección de falsas expectativas, el filtraje que ya ha
hecho el especialista que nos remite el caso nos facilita la tarea de delimitación de
conceptos y del "screening" del motivo de consulta.
Un punto importante es saber por qué, si el paciente viene por iniciativa propia,
ha elegido el tratamiento con hipnosis y por qué cree que esta técnica le puede
ayudar más que otros procedimientos terapéuticos. (Aquí también es necesario que
el paciente entienda que vamos a aplicar la hipnosis dentro de un paquete de
medidas, en combinación con técnicas que podrían no estar basadas en la
hipnosis).
Las respuestas del paciente a la pregunta anterior pueden ser muy variadas, a
veces llamativas. Reflejan en muchos casos una ¡dea de la hipnosis que tiene que
ver con la omnipotencia o el carácter de panacea que el saber vulgar le atribuye. Por
ejemplo, hemos tenido consultantes que nos pedían
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Introducción a la hipnosis: definiciones y situación actual 19
¿Cuáles son los mitos más importantes acerca de la hipnosis y que por tanto
tenemos que clarificar?
Mito 1. La hipnosis equivale a estar inconsciente. Este probablemente es el
mito más habitual y que más cuesta desarraigar del sistema de creencias que nos
trae el paciente. Durante mucho tiempo se ha creído que la persona hipnotizada
está "dormida" y por tanto no es consciente de los mensajes o las maniobras que se
realizan con ella durante el proceso. Es frecuente que a pesar de que se haya
suministrado al sujeto esta información previamente al trance, una vez terminada la
hipnosis recibamos la queja de: "he sido consciente todo el tiempo".
Es bueno que el paciente entienda que sin consciencia no hay comunicación, y
que mal podríamos ayudarle si se encontrara en un estado tan profundo como el
sueño. Es más, en hipnosis se es más consciente de muchos e\emen\os
ambientales, aunque desde un cierto distanciamiento emocional, una vez que se ha
conseguido una cierta profundidad.
Podemos decir como explicación previa al paciente:
"Usted oirá perfectamente todo lo que suceda a su alrededor, incluso puede que
los sonidos los perciba con mayor nitidez, puede que incluso se sienta más despierto
aunque muy relajado".
Mito 2. En la hipnosis se doblega la voluntad del sujeto. No
cabe duda de que esta idea provoca no pocas suspicacias en el paciente, que cree
que va a abandonar.su control poniéndose en manos de otra persona sin poder
negarse a obedecer a las sugestiones que se le administren. La hipnosis de
espectáculo y algunas películas o lecturas de ficción han contribuido a que esta
creencia errónea siga estando muy difundida. Algunos autores recomiendan, para
evitar los temores del paciente, que la palabra "hipnosis" sea susti-
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20 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Introducción a la hipnosis: definiciones y situación actual 21
lativos. Aunque la prudencia ha de ser siempre nuestra primera medida, son muy
escasas las posibilidades de dañar al paciente si se ha hecho una historia clínica
adecuada. Sabemos que la esquizofrenia u otros tipos de psicosis nos van a obligar
a ser especialmente cautos por la posibilidad de potenciar delirios o alucinaciones.
También es aconsejable el uso racional de las técnicas regresivas para evitar
respuestas emocionales desequilibradoras. No obstante, como se ha subrayado
muy frecuentemente, la hipnosis presenta pocos riesgos en manos de un
profesional de la salud con una base sólida en el manejo de esta técnica.
Existen otros mitos, pero estos son los más importantes. Algunos autores
abogan por un modelo de consentimiento informado, lo que indudablemente puede
ahorrarnos una serie de problemas, aunque en cualquier caso la expli-
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22 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
I
cación que le demos al usuario de la hipnosis ha de ser siempre directa y personal.
No es suficiente que lea una serie de puntos, sino que la información ha de ser
particularizada y es deseable que, antes de iniciar el tratamiento, las dudas queden
resueltas desde la confianza con el terapeuta, que responderá a las dudas desde
una actitud de comprensión.
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24 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
PRUEBAS DE SUGESTIONABILIDAD
i
INDUCCIÓN
i
PROFUNDIZACIÓN
i
INTERVENCIÓN TERAPÉUTICA
i
DESHIPNOTIZACIÓN
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Variables psicológicas
en la hipnosis 2
Jesús Romeo Arguedas
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26 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Desde este punto de vista la variable control percibida por el sujeto puede ser un
buen predictor del éxito del tratamiento. Es preciso pues que el terapeuta, ante la
percepción de incontrolabilidad, emplee los medios a su disposición para
modificarlas. Por otro lado, ante la percepción de controlabili-dad, es necesario
analizar la validez del planteamiento del paciente en la atribución de las causas de
su problema.
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Variables psicológicas en la hipnosis 27
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34 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
del contenido del IRII, no está claro cuál de sus componentes es responsable de la
relación (Kirsch & Council, 1992).
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36 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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38 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
(González Ordi & Miguel-Tobal, 1999), evidenciando que las mujeres muestran
valores medios más elevados que los hombres, no sólo en sugestionabili-dad sino
también «especialmente» en implicación emocional. Por otra parte, Hilgard (1965)
no halló diferencias significativas en estudios de laboratorio, ni tampoco en estudios
longitudinales a veinticinco años (Piccione, Hilgard & Zimbardo, 1989; González
Ordi & Miguel-Tobal, 1999). González Ordi y Miguel-Tobal concluyen que: «A través
de los datos obtenidos con el I.S. podemos decir que los individuos altamente
sugestionables se caracterizan por ser personas con una marcada tendencia a
dejarse llevar por la imaginación y fantasear acerca de las cosas que ¡es ocurren o
podrían ocurrirles, por tener una buena capacidad para focalizar su atención y
abstraerse con sus propios pensamientos o sensaciones, por implicarse
emocionalmente en sus experiencias cotidianas y dejar que los demás influyan en
sus actitudes, pensamientos y estado de ánimo, en ocasiones, más de lo que ellos
mismos consideran conveniente» (González Ordi & Miguel-Tobal, 1999)
Otro foco de interés tradicional para los investigadores ha sido cómo la hipnosis
influye en la memoria. En este punto topamos con las denominadas «terapias
regresivas». Es comúnmente sabido que la hipnosis se utiliza para recuperar
recuerdos. No obstante, no existe evidencia empírica de que lo que es recordado
bajo hipnosis no pueda ser recordado en ausencia de ésta. Por otra parte, sí existe
evidencia empírica de que bajo hipnosis se generan tantos recuerdos falsos como
verdaderos (Dinges, Whitehouse, Orne, Powell, Orne & Erderlyl, 1992), así como de
un incremento de la confianza del sujeto en el material recuperado (Scoboria,
Mazzoni, Kirsch & Milling, 2002). Está igualmente demostrado que la influencia de
terapeutas poco profesionales, con una acusada tendencia a confirmar sus hipótesis
personales acerca de los problemas de los pacientes a los que atienden, puede,
mediante preguntas tendenciosas, influir en el recuerdo de los pacientes en el
sentido esperado por el terapeuta. Ofshe y Watters (1994) en su obra «Haciendo
monstruos: Memorias falsas, psicoterapia e histeria sexual» llama la atención sobre
los riesgos que entrañan las denominadas «terapias regresivas». A mediados de los
ochenta del siglo XX en EEUU, tiene lugar una oleada de recuperación de recuerdos
de víctimas de abusos sexuales infantiles. Un número creciente de personas se
sometían a tratamientos psicológicos en los que aparentemente rememoraban
horribles agresiones sexuales en el seno familiar, casi siempre por parte del
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Variables psicológicas en la hipnosis 39
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40 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales Varia
Además, Spiegel y Spiegel (1978) señalan que las personas que responden a este
perfil también presentan síntomas de histeria clásica tal como la definían en el siglo
XIX Freud, Breuer, Charcot o Janet (conversión, disociación, comportamiento sexual
inapropiado...). Spiegel (1974) definió al 5Q Grado con las siguientes características:
1) Son personas con gran confianza y expectativa de apoyo en los demás; 2)
Tendencia a reemplazar viejas ideas con otras nuevas; 3) Atracción, gusto, por las
novedades; 4) Experimentan la regresión en edad como si sucediera realmente,
pérdida del sentido del tiempo; 5) Pérdida del sentido crítico durante el trance; 6)
Excelente memoria; 7) Excelente capacidad de concentración, hasta el punto de
perder el sentido del ego; 8) Núcleo de personalidad fijo bajo una apariencia muy
influencia-ble; 9) Tendencia a la confusión, es consecuencia de lo anterior; la
interacción entre el núcleo de personalidad fijo y la influenciabilidad superficial, hace
sentir a estas personas que no están al mando de su propia conducta, esto se
agrava con las tendencias disociativas propias de este perfil; 10) Lentitud y dificultad
para aplicar su propio conocimiento y sentido crítico en situaciones sociales, lo que
les lleva a participar en relaciones autodestructi-vas. Esto también es consecuencia
del conflicto entre el núcleo de personalidad fijo y la maleabilidad del
comportamiento superficial. En el caso del Síndrome del 5Q grado las relaciones se
basan ampliamente en impresiones clínicas y carecen de validación empírica
(Council, 2004). De hecho, el Síndrome del 59 grado no está reconocido ni en el
CIE-10, ni en el DSM-IV. Otros cuadros clínicos de interés por su relación con la
sugestionabilidad han sido el Trastorno Disociativo de Identidad (TDI) o trastorno de
identidad múltiple (F44.81, DSM-IV; 300.14 CIE-10), anteriormente se le
denominaba trastorno de personalidad múltiple; el Trastorno de Estrés
Postraumático (F43.1, DSM-IV; 309.81, CIE-10); las fobias, fobia específica (F40.02,
DSM-IV; 300.29, CIE-10) y fobia social (F40.1, DSM-IV; 300.23, CIE-10) y los tras-
tornos de la alimentación, anorexia nerviosa (F50.0, DSM-IV; 307.1, CIE-10) y
bulimia nerviosa (F50.2, DSM-IV; 307.51, CIE-10). En el caso del Trastorno
Disociativo de Identidad, tradicionalmente la hipnosis ha tenido un papel destacado
en el diagnóstico y tratamiento de casos bien documentados de personalidad
múltiple. Por ejemplo, Sally Beauchamp (Prince, 1906) y Eve (Thigpen y Cleckley,
1957, 1984). Habitualmente los pacientes de TDI puntúan en el 1 0% superior de las
escalas de sugestionabilidad (Council, 2004),
lo que permite diferenciar a pacientes con TDI de otros grupos, por ejemplo,
esquizofrénicos. Para el Trastorno por Estrés Postraumático (TEP), Spiegel, Hunt y
Dondershine (1988) y Stutman y Bliss (1985) encontraron que los veteranos de
Vietnam diagnosticados con TEP eran significativamente más hipnotizables que los
que no lo padecían u otros pacientes psiquiátricos con otros cuadros clínicos
(Council, 2004). Stutman y Bliss (1985) se preguntaron si la sugestionabilidad era
causa, o predisponía a padecer el trastorno, o bien, al contrario, el trastorno
incrementaba la sugestionabilidad de quienes lo padecían. A falta de datos
empíricos, el consenso apunta en la dirección de que una sugestionabilidad
hipnótica elevada puede predisponer al sujeto a desarrollar el TEP tras exponerse a
situaciones traumáticas (Council, 2004). En cuanto a las fobias, Frankel y Orne
(1976) encontraron que los pacientes fóbicos eran más sugestionables que un grupo
control y, además, los pacientes con fobias múltiples lo eran más que aquellos con
fobia simple (Council, 2004). Estos resultados han sido replicados en repetidas
ocasiones (Foenander, Burrows, Gerschman & Horne, 1980; Gerschman, Burrows
& Reade, 1987; Gerschman, Burrows, Reade & Foenander, 1979; John, Hollander &
Perry, 1983; Kelly, 1984); igualmente, el resultado de que los fóbicos múltiples eran
más altamente hipnotizables también fue replicado (Gerschman et al. 1987; Kelly,
1984). Según Crawford y Barabasz (1993) el mecanismo subyacente a la relación
entre sugestionabilidad hipnótica y fobia se debe a la tendencia de la persona
altamente hipnotizable a absorberse intensamente en recuerdos de una experiencia
de miedo inicial, que desencadena una evitación fóbica (respuesta no volitiva). Por
último, en relación con los Trastornos de la Alimentación, Pettinati, Horne y Staats
(1985) encontraron que pacientes psiquiátricas con bulimia nerviosa eran altamente
hipnotizables, frente a las que padecían anorexia nerviosa, que arrojaron
puntuaciones en torno a la media. Pettinati et al. (1985) encontraron que las
anoréxicas que recurren a vómitos o laxantes para controlar su peso tienden a ser
más hipnotizables que las que controlan su peso a través de la privación de
alimento. Barabasz (1991) también halló que las bulimicas eran significativamente
más hipnotizables que las controles no bulimicas. Estos resultados respaldan las
impresiones clínicas de que las bulimicas tienen menos control sobre su conducta, y
que los comportamientos de ingesta compulsiva y purgantes pueden tener lugar en
un estado tipo disociado o hipnótico.
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42 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Conclusiones
Actualmente podemos distinguir dos corrientes entre los investigadores. Por un
lado están los defensores de los determinantes intrasujeto, por otro los defensores
de las variables situacionales. Los primeros postulan que el comportamiento
hipnótico está determinado por habilidades, capacidades, aptitudes u otras
características psicológicas internas del sujeto, p. e¡.: imaginación e implicación
emocional, focalización de la atención, flexibilidad cogni-tiva, absorción. Otros
investigadores, por el contrario, sostienen que es la situación de "hipnosis" la que
determina el comportamiento hipnótico, las variables ambientales que influirían en
ciertos aspectos relaciónales entre hipnotizador e hipnotizado dando lugar a una
modificación de, por ejemplo, actitudes y expectativas, compromiso o en los roles
que cada uno desempeña en la relación. No faltan, en este terreno, las propuestas
integradoras, como la de Lynn y Rhue (1991), que intentan conciliar ambos
enfoques (intrasujeto y contextual). La tendencia a estudiar por separado las
variables personales y las contextúales puede suponer un obstáculo a la hora de
explicar una importante porción de covarianza de ambos tipos de variables. De cual-
quier modo, actualmente carecemos de un modelo que explique de forma
satisfactoria la influencia de las distintas variables en el proceso hipnótico. De
acuerdo con Jara y Martínez (1999): «Es perfectamente admisible entender que
existe una interacción habilidad-situación, y más bien la indudable influencia del
contexto admite diversas interpretaciones según el posiciona-miento teórico. Así,
aunque el conjunto de los datos presentados parece negar el sustrato disposicional
de la hipnotizabilidad, creemos que sólo puede hacerse esa interpretación cuando
no se considera la posibilidad de que estemos ante un constructo que puede
responder a un modelo de múltiples variables interactivas. Personalmente no
creemos que ninguna variable o conjunto simple de variables, aptítudinales o
contextúales, pueda explicar suficientemente la hipnotizabilidad, y cuando se
defiende la influencia de la expectativa de respuesta no podemos olvidar que se
trata de una variable "aglutinadora", aunque aun así creemos que es todavía
insuficiente por sí sola».
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Variables biológicas
en la hipnosis 3
Jorge Cuadros
1. Introducción
¿Qué es la hipnosis? Una pregunta sencilla, con una respuesta nada sencilla. Ya
se ha mencionado con anterioridad que la hipnosis es un tema de estudio válido y
de interés científico, especialmente en los campos de la psicología y de la medicina.
También se han descrito las dificultades que existen para definir la hipnosis de un
modo unívoco. Si ensayáramos una definición, podríamos decir que la hipnosis
estimula un estado de consciencia especial, natural en el organismo humano. Un
estado de consciencia en el que entramos y salimos de forma espontánea,
probablemente varias veces al día, y con una periodicidad que coincide con los
ritmos ultradianos de 90-120 minutos. Desarrollaremos esta tesis a lo largo de este
capítulo.
En todo caso, la aceptación o no de la existencia de estados de consciencia
particulares o diferenciados es uno de los problemas centrales al intentar
consensuar una definición de la hipnosis. Desde un punto de vista experiencia!, no
abrigamos dudas sobre la capacidad de la hipnosis para estimular estados
especiales de consciencia, lo que nos posiciona entre los defensores de la que ha
dado en llamarse "Teoría del Estado". A pesar de no existir aún pruebas
concluyentes que puedan dirimir la cuestión de forma inequívoca, en este capítulo
describiremos diversos estudios que, basados en investigaciones biológicas,
sugieren precisamente la posible existencia de dichos estados especiales de
consciencia, que la hipnosis podría ayudar a estimular.
2. Estado natural
Entendemos el estado hipnótico como un estado de consciencia diferente,
natural e inherente al ser humano. A lo largo del día podemos entrar en este
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44 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Variables biológicas en la hipnosis 45
1 Lamentablemente, este libro no ha sido traducido al español. Sin embargo, en 2008, Rossi actualizó sus teorías
publicándolas en un libro accesible de forma gratuita en su página web www.ernestrossi.com. Nosotros tuvimos el
privilegio de traducir este libro al español como "La Nueva Neurociencia de la Psicoterapia, la Hipnosis Terapéutica y la
Rehabilitación: Un Diálogo Creativo con Nuestros Genes" y puede ser descargado libremente en el
enlace http://www.ernestrossi.eom/ebook:/index.html#SpanishVersion (Rossi & Rossi, 2008).
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46 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Rossi, llama a este nuevo enfoque científico Genómica Psicosocial, que estudia
"cómo las experiencias subjetivas de la consciencia humana, nuestra percepción del
libre albedrío y la dinámica social, pueden modular la expresión génica y viceversa"
(Rossi, 2002).
En palabras de Eric Kandel, ganador del Premio Nobel de Medicina de 2000,
Es decir, los pensamientos, los sentimientos, los hábitos, las actitudes, las
experiencias cotidianas en general, provocan un cambio que se traduce en última
instancia en una modificación de la expresión de los genes de nuestras células.
Nuestros genes, los que se encuentran en nuestro ADN nuclear, son los encargados
de la formación de las proteínas que son como los ladrillos con los que se
construyen las propias células y todo nuestro organismo; y la modificación de la
expresión de dichos genes en nuestro cerebro es lo que finalmente se traducirá en la
síntesis de proteínas nuevas que promoverán, entre otros procesos, la formación de
conexiones neuronales novedosas y la plasticidad cerebral correspondiente (Rossi
et al., 2010b).
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Variables biológicas en la hipnosis 47
lastre por el cual mente y cuerpo se han abordado clásicamente de forma separada
en la terapia. Ante la sospecha de una úlcera duodenal, por ejemplo, el médico se
ocupa de averiguar si el paciente tiene Helicobacter pylo-r¡, sin preocuparse por la
ansiedad o el estrés que pueda estar experimentando el paciente, mientras que si el
mismo paciente acude al psicólogo por ansiedad o estrés, éste quizás no piense en
la posibilidad de la presencia de la bacteria, que puede predisponer al paciente a
desarrollar una úlcera.
El "Proceso Creativo de 4 Estadios con Reflejo de Manos" es el protocolo
diseñado por Ernest Rossi (Rossi et al., 2010a)2. En este enfoque, el terapeuta
modela el procedimiento (poniendo en marcha las neuronas espejo del paciente) y
dirige el trabajo del paciente hasta la consecución de ese momento de la
iluminación, el "Eureka", donde encontramos la solución a nuestro problema. El
sistema de neuronas espejo es el que permite no sólo la empatia sino también
predecir la intencionalidad de quien tenemos en frente, observando su
comportamiento y sintonizándose con su actividad cerebral (Rossi & Rossi, 2006).
Pero, si la propuesta implica que este procedimiento va a provocar un cambio
que llega a nivel celular, modificando la expresión de nuestros genes, ¿qué
evidencias existen de que esto esté ocurriendo de verdad?
También en 2008, Rossi publicó un estudio piloto, realizado en Italia, donde
aplicó el Proceso Creativo de 4 Estadios con Reflejo de Manos, en 3 estudiantes
sanos voluntarios, a quienes midió la modificación de la expresión génica en
leucocitos de sangre periférica mediante microarrays de DNA (Rossi et al., 2008b).
En este estudio demostraba cómo una hora después de la intervención hipnótica,
15 genes se expresaban de forma diferente. Recientemente, Rossi ha actualizado
este estudio piloto (Atkinson et al., 2010), en un artículo que también firma el autor
de este capítulo, donde se demuestra cómo los 15 genes que se expresan de forma
diferente una hora después de la aplicación del proceso creativo de 4 estadios,
provocan a las
2 Firmado también por el autor de este capítulo y disponible para su aplicación en la investigación
en http://www.ernestrossi.eom/ernestrossi/Research%20Group%20Papers/Protocol%20CPGHE%20vl.3.pdf como la
"Experiencia Curativa de la Genómica Psicosocial Creativa" (CPGHE, por sus siglas en inglés).
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48 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Pero, si esto es realmente así, ¿qué otras evidencias científicas hay, al menos
con procedimientos similares a la hipnosis?
4. La respuesta de relajación
Desde nuestro punto de vista, la "respuesta de relajación" que se desarrolla por
ejemplo con la meditación, supone una aproximación distinta, pero equivalente, al
espectro de procesos fisiológicos que ocurren en la hipnosis. Se han publicado
diversas investigaciones que abordan la respuesta de relajación sin mencionar la
hipnosis. Así, un buen ejemplo es el trabajo de Dusek et al. (2008), donde se
comparan los perfiles de expresión génica de medi-tadores de largo plazo con los de
sujetos control sin experiencia en meditación. Un perfil de expresión génica es aquel
en el que se registra la actividad de los genes de las células. Coincidentemente, el
análisis mediante el GSEA demuestra que los meditadores de largo plazo muestran
un perfil de expresión génica diferente, más eficiente para controlar el estrés
oxidativo y la inflamación, característicos del estrés. Más sorprendente aún puede
ser que los sujetos control sin experiencia en meditación fueron entrenados en esta
técnica durante sólo 8 semanas, y, al final de este periodo, su perfil de expresión
génica ya había cambiado, respecto de los controles sin experiencia, asemejándose
más bien al de los meditadores de largo plazo. Por lo tanto, un entrenamiento en
técnicas que nos permitan conseguir un estado de relajación se convierte en una
herramienta útil para combatir el estrés, cuya cro-
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Variables biológicas en la hipnosis 49
Y, en relación con las diversas técnicas para alcanzar este estado de relajación,
otro estudio reciente, donde se comparó hipnosis y meditación mediante
electroencefalografia, resonancia magnética funcional (fMRI) y tomografía de
emisión de positrones (PET), encontró algunas diferencias importantes entre estos
enfoques. Mediante hipnosis se demostraban cambios a nivel de plasticidad
cerebral, mientras que con la meditación se encontraban sólo diferentes cambios
neurofisiológicos (Halsband, Mueller, Hinterberger & Strickner, 2009). Estos
resultados, aunque interesantes, pueden ser discutibles, dados los diferentes
enfoques mediante los que se puede inducir el estado hipnótico, así como los
diversos estilos de meditación, que podrían generar diversos estados de
consciencia diferentes, con diversas consecuencias anatómicas y fisiológicas.
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50 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
5. El estado hipnótico
Quizás el error de los defensores de la existencia de "un estado hipnótico" radica
en la propuesta misma de "un estado", con unas características únicas. Los intentos
de demostrarlo han fracasado porque probablemente el estado hipnótico sea un
sistema complejo, con un abanico de posibilidades de manifestación, lo cual lo hace
difícil de abordar de forma experimental. Pero no imposible.
Una de las mayores críticas a los intentos de demostrar la existencia del estado
hipnótico se basa en la discusión de si los cambios observados por ejemplo en la
actividad cerebral durante la hipnosis, mediante fMRI o PET, son provocados por el
supuesto "estado hipnótico" o por las tareas que se asigna a los sujetos mediante
las sugestiones hipnóticas.
McGeown, Mazzoni, Venneri y Kirsch (2009) realizaron un experimento que
podría ayudar a resolver este dilema. Estos investigadores midieron la actividad
cerebral espontánea en reposo, el "modo por defecto", mediante fMRI, y
encontraron que la actividad en el "modo por defecto" disminuía al inducir la
hipnosis, en reposo, y antes de administrar alguna sugestión, y sólo en los sujetos
altamente hipnotizables.
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Variables biológicas en la hipnosis 51
6. Hipnotizabilidad
Algunas personas entran en trance con una facilidad asombrosa. Se calcula que
alrededor de un 10% de la población tienen una alta susceptibilidad, y de eso se
valen por ejemplo los hipnotizadores de espectáculo. Es relativamente fácil para un
hipnotizador con experiencia, con un auditorio de 40 personas, iniciar una charla
desenfadada, y, observando cuidadosamente, seleccionar a las 4 personas que
sabe que le darán un resultado espectacular en sus juegos. No tiene por qué haber
fraude. Un buen hipnotizador de espectáculo no necesita "ganchos". Insistimos,
además, en que en ningún caso se va a forzar la voluntad de los sujetos. Ellos
responderán a las sugestiones dadas con un comportamiento que, en ocasiones,
podría considerarse ridículo, pero al que probablemente nos sumaríamos de buen
grado en una fiesta o en unos carnavales.
Pero, ¿es la hipnotizabilidad una característica que se pueda mensurar
realmente, además de con los test de sugestionabilidad?
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52 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
7. Resistencia al estrés
Si se trata de fundamentar la propuesta de una "capacidad mente-cuerpo" del ser
humano, para mantener la salud y curar la enfermedad, hay que hacer referencia a
un artículo publicado en 2010 en Nature Neuroscience. Vialou et al. (2010b), del
grupo de Eric Nestler, de New York, han demostrado cómo la expresión de AFosB,
una variante del factor de transcripción FosB, aumenta la resistencia al estrés en el
ratón. Los factores de transcripción son moléculas que regulan la expresión de otros
genes, haciendo que se expresen en mayor o en menor medida.
En este trabajo, se estudiaron ratones que eran, de forma natural, resistentes al
estrés producido por pruebas de rechazo social, medido luego mediante conductas
de evitación. Encontraron que los ratones resistentes al estrés expresaban en
mayor cantidad AFosB en el cerebro, en el nucleus accumbens (NAc), uno de los
centros importantes relacionados con la recompensa, el placer y el miedo, y que la
inducción de AFosB en el NAc era también el mecanismo requerido por la fluoxetina
para llevar a cabo su acción antidepresiva.
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Variables biológicas en la hipnosis 53
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54 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
8. Eliminando temores
La utilización de la hipnosis y la psicoterapia en general para eliminar las
conductas de temor es parte del trabajo cotidiano de los psicólogos. Pero, ¿qué
podemos decir acerca de los mecanismos celulares y moleculares mediante los
cuales esto ocurre?
Uno de los trabajos más interesantes publicados al respecto en 2010 ha sido el
de Daniella Schiller y colaboradores en la revista Nature (Schiller et al., 2010). Este
trabajo, inspirado en el de Nader, Schafe and LeDoux (2000), ha demostrado cómo
una terapia para eliminar una conducta de temor, realizada 10 minutos después de
haber evocado dicha respuesta de temor, provoca el "borrado" definitivo de la
conducta en humanos. Previamente, el mismo equipo había publicado en la revista
Science un resultado similar en ratas (Monfils, Cowansage, Klann & LeDoux, 2009).
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Variables biológicas en la hipnosis 55
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56 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
9. El sueño
En la introducción mencionamos también el sueño y las ensoñaciones dentro del
ciclo de actividad-descanso de 90-1 20 minutos, y ahora queremos resaltar su
importancia en el establecimiento de la memoria a largo plazo. En el apartado
anterior hablamos de cómo cada vez que evocamos un recuerdo se abre la "ventana
de reconsolidación", durante la cual el recuerdo se vuelve lábil y puede ser
actualizado. Creemos que recordamos "un hecho", cuando realmente recordamos lo
que actualizamos la última vez que evocamos ese recuerdo. Pero para la
"consolidación" de un recuerdo reciente, el papel del sueño y las ensoñaciones es
realmente importante (Rossi, Erickson-Klein & Rossi, 2008a). Todas las
experiencias llamativas, interesantes, novedosas, que ocurren durante el día, son
consolidadas durante la noche, mientras dormimos.
Dice Ribeiro:
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Variables biológicas en la hipnosis 57
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58 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
11. Resumen
En este capítulo abordamos la hipnosis desde el punto de vista de la biología,
señalando aquellas investigaciones que describen procesos biológicos
relacionados con la práctica de la hipnosis y con técnicas afines, como la
meditación, planteando la existencia del estado hipnótico.
Por otro lado, se hace hincapié en cómo estos mecanismos biológicos re-
lacionados con la hipnosis actúan en última instancia a nivel celular y molecular,
modificando la expresión de nuestros genes y promoviendo la plasticidad neuronal.
Estas evidencias nos permiten afirmar que la práctica de la hipnosis y de
técnicas afines puede favorecer el funcionamiento óptimo mente-cuerpo, tanto para
el mantenimiento de la salud, como para curar la enfermedad.
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Sugestibilidad e
hipnotizabilidad 4
Chema Nieto
1. Preámbulo
Uno de los principales problemas que plantea el estudio científico de la hipnosis
es la ausencia de una definición clara y definitiva del fenómeno en sí. Por ejemplo,
los argumentos teóricos contrapuestos, aún hoy no resueltos en torno a la
existencia o no de un estado hipnótico, enfrentan modelos y constructos teóricos
que limitan la posibilidad de consensuar siquiera una definición operativa de la
propia hipnosis. Esta dificultad básica genera una complejidad todavía mayor al
tratar de definir conceptos asociados como la sugestibilidad o la hipnotizabilidad, y
alcanza el paroxismo al intentar interpretar los resultados obtenidos a partir de
escalas psicométricas construidas a partir de ellos (Kirsch et al., 1989; Nieto et al.,
2009).
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60 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Así pues, sí, es relevante definir la hipnosis y los conceptos asociados a ésta. El
problema, como adelantábamos, no estriba en una ausencia de definiciones válidas
sino en que existen demasiadas definiciones y decantarse por una de ellas hoy
parece ser más una cuestión de educada intuición científica que de conocimiento
objetivo.
La hipnosis puede definirse básicamente como una interacción especial en la
que un sujeto atiende a sugerencias que le invitan a modificar su experiencia
perceptiva, su memoria, su pensamiento o determinados aspectos de su
comportamiento. Se trata, intencionadamente, de una definición abierta, ambigua.
¿Es necesario un procedimiento de inducción para considerar una interacción de
este tipo como hipnótica? ¿Una respuesta adecuada a una sugerencia hipnótica
implica necesariamente la presencia de un trance o de un estado especial de
consciencia? Respuestas afirmativas o negativas a estas preguntas generarán a su
vez nuevas preguntas y diferentes conclusiones y abordajes científicos en la
investigación de la hipnosis. Por ende, también implicarán diferencias más o menos
relevantes en la definición misma de los conceptos sugestibilidad e hipnotizabilidad.
Probablemente, y como veremos más adelante, una de las mejores formas de
acercarse a una comprensión adecuada de la hipnosis sea entenderla
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Sugestibilidad e hipnotizabilidad 61
2. Sugestión
Resulta pertinente mencionar que la sugestión se ha convertido en parte rele-
vante de la investigación en torno a la hipnosis. La sugestión, desde un punto de
vista psicológico, abarca más ámbitos que aquellos relacionados con la hipnosis.
En el contexto de la hipnosis, suele entenderse como una comunicación particular
caracterizada por su capacidad para generar respuestas acordes.
Como se puede apreciar, esta forma de entender la sugestión, que por otro lado
es generalmente aceptada, implica ya una definición de la hipnosis en la que la
propia sugestión se convierte en el catalizador que permite generar las respuestas
hipnóticas características. Esta perspectiva supone una forma de reducir los
fenómenos hipnóticos a aquellos relacionados con la sugestión. La aceptación de la
sugestión como eje explicativo central podría implicar que la propia hipnosis
quedase supeditada a los efectos de ésta. Diversos autores concluyen que lo que
caracteriza al procedimiento hipnótico, o a la inducción hipnótica en particular, es su
capacidad de mejorar las respuestas a las sugestiones, a pesar de que esta mejora
se muestra, como
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62 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
En este capitulo se tratará de evitar esta reducción. Así, a partir de este punto se
deben entender las sugerencias (antes que las sugestiones) como comunicaciones
que pretenden estimular cambios en la forma de percibir, pensar o comportarse del
sujeto; comunicaciones que invitan a un individuo a permitir la aparición de dichos
cambios. Que un individuo consiga o no producir modificaciones efectivas en
respuesta a sugerencias dependerá de características del sujeto, de características
particulares del contexto, incluido el propio procedimiento hipnótico, y de
características específicas de las sugerencias utilizadas.
3. Sugestibilidad
La sugestibilidad puede definirse como la capacidad de un individuo de
responder a sugerencias con sensaciones y comportamientos acordes. Hilgard
(1973) la describe como "la medida del talento o habilidad de un individuo para
generar comportamientos y experiencias comprendidas en el complejo dominio de
la hipnosis". Incide, en su definición, en situar al sujeto como agente activo cuya
habilidad le capacita para generar comportamientos y experiencias como respuesta
a sugerencias. Existe, entre la definición propuesta y la de Hilgard, una diferencia de
matiz, de forma que la primera entiende la sugestibilidad como capacidad, mientras
que para Hilgard se trataría de la medida de esa misma capacidad. Consideramos
que ambas acepciones deben complementarse e incluirse en una definición
adecuada de sugestibilidad, que debería entenderse como 1. Capacidad, habilidad
o talento para responder a sugerencias con experiencias y comportamientos
acordes, y 2. Medida, grado o nivel de dicha capacidad.
En la literatura actual es relativamente común la confusión entre los términos
sugestibilidad e hipnotizabilidad, que son utilizados como equivalentes y
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Sugestibilidad e hipnotizabilidad 63
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64 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
4. Hipnotizabilidad
La hipnotizabilidad hace referencia a los efectos diferenciales de la hipnosis en
distintos individuos. Operativamente, y siguiendo a Kirsch, podría definirse como la
aparición de algún cambio, consecuencia del procedimiento de inducción hipnótica.
O siguiendo la fraseología de Weitzenhoffer, la hipnotizabilidad podría definirse
como la capacidad de un individuo para ser hipnotizado. En uno y otro caso se hace
referencia a la producción necesaria de alguna modificación específica,
consecuencia del procedimiento hipnótico. Así, mientras que la sugestibilidad se
refiere a la capacidad de responder a sugerencias, la hipnotizabilidad se relacionaría
con la capacidad de responder a la propia hipnosis, de ser hipnotizado o de
desarrollar un "estado hipnótico". Esto entra en conflicto, como se comentó con
anterioridad, con aquellas definiciones de la hipnosis que reducen el valor de ésta al
de la sugestión. Además, esta conceptualización se encuentra en el centro de la
polémica entre los defensores y detractores de la existencia de un estado de trance
hipnótico (Teoría del Estado).
Hay quien supone que las respuestas a sugerencias en el contexto hipnótico
(sugestibilidad con hipnosis) podrían servir como medida indirecta de la capacidad
de un sujeto para ser hipnotizado (hipnotizabilidad), o como pre-dictores de la
profundidad o el nivel de hipnotizabilidad que ese sujeto
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Sugestibilidad e hipnotizabilidad 65
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66 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
miden las respuestas del individuo a las mismas. Según sus respuestas, los
individuos se catalogan como altamente sugestibles (altos), medios o bajos (con
pobres respuestas a las sugerencias). Las SHSS (Escalas Stanford de
Susceptibilidad Hipnótica), en sus formas A, B o C, son utilizadas frecuentemente
como referencia (por ejemplo, Weitzenhoffer & Hilgard, 1 962). Como se verá más
adelante, el término susceptibilidad, o susceptibilidad hipnótica, debe entenderse
siempre como equivalente a sugestibilidad.
Existen otro tipo de escalas, como el inventario de experiencias Wickram (ver
capítulo 5) o la escala de absorción de Tellegen (Robles et al., 2010), que miden la
sugestibilidad de forma indirecta, mediante encuestas estandarizadas, sin la
utilización de sugerencias o de hipnosis. Se trata de cuestionarios sobre
experiencias vitales que buscan evaluar la capacidad de fascinación, de
concentración o de absorción y cuyos resultados correlacionan positivamente con la
posterior respuesta del individuo a sugerencias.
Cabe recordar que las medidas de sugestibilidad -o de absorción- no se han
encontrado como factor aislable en las escalas de personalidad, lo que sugiere
limitaciones de estas últimas (revisar Tellegen & Atkinson, 1976).
Las medidas obtenidas en las escalas de sugestibilidad muestran una alta
estabilidad temporal, obteniéndose resultados similares 25 años después de una
primera evaluación, y a pesar de los numerosos y significativos cambios vitales que
pudieran haber tenido lugar durante ese tiempo (Piccione et al., 1989; Morgan,
1973). También ha sido demostrada la capacidad de individuos, con puntuaciones
de sugestibilidad bajas o medias, de mejorar sus índices hasta el punto de
convertirse en altamente sugestibles tras un entrenamiento adecuado (Gfeller et al.,
1987). En este estudio, Gfeller y colaboradores evidenciaron la posibilidad de
convertir en altamente sugestibles (puntuaciones en la HGSHS:A de 9-12) hasta a
un 50% de los sujetos con puntuaciones previas bajas (individuos considerados no
sugestibles, o poco sugestibles, con puntuaciones iniciales entre 0 y 4), y a un 83%
de los sujetos con puntuaciones iniciales medias (5-8).
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Sugestibilidad e hipnotizabilidad 67
6. Susceptibilidad hipnótica
Se ha mencionado con anterioridad que el término susceptibilidad debe
entenderse como sugestibilidad, esto es, como capacidad de responder ade-
cuadamente a sugerencias. Las también mencionadas escalas Stanford de
susceptibilidad hipnótica (SHSS) miden, a pesar del nombre, las respuestas a
sugerencias, con y sin hipnosis. Esto es, aunque se denominen escalas de sus-
ceptibilidad, las escalas Stanford miden la respuesta a sugerencias, y por
inferencia, estiman la sugestibilidad de los sujetos. De este modo, cuando se hace
referencia a individuos con alta o baja susceptibilidad, se está aludien-
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68 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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70 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
ticulares (Spiegel et al., 1989; Dienes et al., 2009; Crawford et al., 1990; Rainville et
al., 2002; Blakemore et al., 2003). Como ya se ha dicho, las escalas psicométricas
de sugestibilidad proponen a los sujetos sugerencias de dificultad creciente, que
éstos serán o no capaces de superar. Es posible que la capacidad para superar
unas u otras sugerencias esté relacionada con diferentes habilidades
neurocognitivas.
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72 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
to para superar las sugestiones más difíciles, como alucinar un sonido o una
imagen, por ejemplo, requeriría la presencia de hipnosis, o de un cierto grado de
profundización hipnótica, mientras que para superar las sugestiones más fáciles no
sería necesaria la hipnosis, o bien bastaría con un nivel superficial de
profundización. Se trata, sin embargo, de mera especulación. De nuevo, las
limitaciones a la hora de determinar la presencia de un trance hipnótico hacen que
valorar la profundidad del mismo no sea razonable, más allá de las propias
respuestas a sugerencias (lo que convierte el argumento en tautológico).
Cabe señalar finalmente que, desde la perspectiva del estado, la habilidad
hipnótica puede también imaginarse como una capacidad unidimensional,
relacionada con la capacidad de generar un estado o contexto mental particular, que
facilitaría la activación o desarrollo de otras habilidades neu-rocognitivas específicas
y características (dimensiones cognitivas, perceptivas, motrices, experienciales).
9. Sugestibilidad y neurofisiología
En los últimos años se han realizado importantes avances relacionando la alta y
la baja sugestibilidad con diferencias neurofisiológicas medibles. La esperanza es
que este tipo de estudios sea capaz, en último término, de identificar y diferenciar el
contexto hipnótico de otros. No obstante, y como apunta M. Heap, es importante ser
extremadamente cauto a la hora de interpretar los hallazgos de los estudios
electroencefalográficos, de matrices de ADN, o de resonancia magnética funcional,
por poner algunos ejemplos, y "no caer en la tentación de validar sus resultados por
el grado de sofistica-ción técnica utilizada para conseguirlos" (Heap, 2009).
Parece que los individuos según su grado de sugestibilidad podrían evidenciar
distintos estilos cognitivos o distintos modos de procesamiento de la información
somatosensorial. Por ejemplo, se han objetivado diferencias básales entre los
umbrales que presentan al dolor los altamente sugestibles y los poco sugestibles
(McGlashan et al., 1969). Se ha señalado también que la flexibilidad cognitiva podría
ser un factor que aparecería de forma predominante en los altamente sugestibles
(Aikins & Ray, 2001; Gruzelier & Warren, 1993), existiendo diferencias
neurofisiológicas básales de la activi-
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Sugestibilidad e hipnotizabilidad 73
dad fronto-límbica entre los muy sugestibles y los poco sugestibles (Crawford,
1994; Lichtenberg et al., 2004).
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74 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Con hipnosis, los sujetos con valores altos y bajos en sugestibilidad también
mostraron diferencias, esta vez en sentido contrario. Los muy sugestibles, con
hipnosis, reducen su MMN y los poco sugestibles la elevan. Parece factible
argumentar que la reducción de MMN en los muy sugestibles se relacionaría con
una inhibición global de las respuestas de orientación a estímulos exteroceptivos, lo
que sería concordante con la mayor facilidad de estos sujetos para desarrollar y
percibir la hipnosis como un estado diferente de cons-ciencia, en el que la propia
experiencia estaría incrementada por la mencionada inhibición de las respuestas de
orientación a estímulos provenientes del
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76 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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80 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Los que estaban en primera fila tocaban unas varillas conectadas a las cubetas
(Fig. 2); los demás se ponían en contacto con ellos a través del contacto con las
manos o a través de cuerdas mojadas. Mesmer, acompañado de suaves y
monótonas notas de piano, vestía de forma majestuosa con una bata de seda de
colores suaves y portaba una vara de hierro en la mano con la que hacía "pases"
alrededor del cuerpo de los sujetos.
Figura 2
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Evaluación de la sugestionabilidad 81
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82 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Evaluación de la sugestionabilidad 83
rías veces a una persona, los esquemas previos se van consolidando con
cada experiencia hipnótica y la hipnosis resulta más fácil.
• Ley de precedencia de la profundidad.
Cuanto mayor es la profundidad del estado hipnótico de una persona, más
receptivo resulta a las sugestiones que se le den y mayor probabilidad de
éxito tienen éstas.
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Evaluación de la sugestionabilidad 85
Figura 3
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86 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Evaluación de la sugestionabilidad 87
zona porque pronto pueden aparecer; es muy posible que aparezcan a partir de
este momento".
Pasados uno o dos minutos aproximadamente se percibirá rigidez y un ligero
balanceo en el sujeto.
"Ahora sienta como si algo tirase con fuerza de usted hacia atrás, como si un
fuerte hilo de acero tirase de usted hacia atrás, provocando un impulso cada vez
más intenso, cada vez más intenso; no puede resistirse; nota como una fuerza
intensa tira de usted hacia atrás cada vez con más fuerza, y usted no puede oponer
resistencia porque nota que su cuerpo se va hacia atrás y comenzará a retroceder
automáticamente..., su cuerpo siente esa fuerza y necesita seguir caminando hacia
atrás".
Cuando el sujeto ha dado más o menos cinco pasos hacia atrás, el terapeuta
extenderá las manos y detendrá al sujeto diciéndole: "ya puede detenerse, ahora
todo vuelve a la normalidad y deja de sentir esa fuerza; se siente relajado y
tranquilo".
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88 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
izquierdo si es zurdo) se va haciendo más ligero, cada vez más ligero; cada vez más
y más ligero. Cada vez va pesando menos y puede que empiece en algún momento
a elevarse levemente. Tal vez sienta alguna sensación diferente en sus dedos,
algún cosquilleo, algún movimiento; es posible que sus dedos se sientan cada vez
más ligeros y comiencen a moverse, a separarse levemente del brazo del sillón,
como sintiéndose más ligeros; no lo interfiera, no lo impida, sólo obsérvelo y deje
que suceda; sus dedos se elevan cada vez más y más, separándose cada vez más
del brazo del sillón. Su mano cada vez es más ligera, cada vez más, como si un fino
hilo tirase de ella hacia el techo, como si un globo tirase de su mano hacia el techo,
como si una fuerza impulsara desde debajo de su mano hacia arriba (utilizar la
metáfora deseada), elevándola cada vez más y más. Su mano cada vez es más y
más ligera, cada vez más, cada vez más. Es una sensación muy agradable; como si
el brazo comenzase a flotar en el aire. Su brazo está flotando cada vez más y más.
Cada vez se eleva más, hasta la altura de su hombro. Su brazo está flotando en el
aire; sienta como su brazo flota en el aire; cada vez más, cada vez más" (Se
continuará con las sugestiones hasta que el brazo se eleve al menos 9 o 10
centímetros; si al cabo de unos minutos no se produce ningún efecto, habrá que dar
por finalizada la prueba). Si el brazo se eleva podemos continuar con otra sugestión,
"tu brazo se acerca progresivamente a tu frente, cada vez más, cada vez más. Tu
brazo se va acercando ya a tu frente y cuando tu mano toque tu frente, entrarás en
un sueño muy profundo..., sueño..., sueño..., sueño...". En este momento habrá que
estar preparado para coger su brazo, porque posiblemente caiga nuevamente.
Podemos darle una instrucción para que descanse durante unos minutos, tras los
cuales reanudaremos con la siguiente instrucción: "Ahora voy a contar hasta 5 y
cuando cuente 5 despertarás y estarás muy relajado y muy agradable", "Uno...
mueve ligeramente la cabeza, dos... mueve tus brazos, tres... mueve tus piernas,
cuatro... mueve el cuerpo, cinco... tú estás totalmente despierto, tú estás
totalmente despierto". En este punto daremos por finalizada la prueba.
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Evaluación de la sugestionabilidad 89
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90 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Es totalmente imposible que usted separe sus manos. Sus manos están tan
pegadas, tan soldadas que usted no puede separarlas por mucho que quiera
hacerlo. Cuanto más intenta separar sus manos más se sueldan entre sí, resul-
tando totalmente imposible para usted despegarlas. Inténtelo... inténtelo...
inténtelo... y verá que no puede separarlas". Esperar 5 segundos y si el paciente no
consigue abrir las manos, continuar con la sugestión un poco más y en los mismos
términos. Esperar 10 segundos. Si el paciente no consigue abrir las manos,
terminaremos la prueba diciendo "muy bien, ahora ya puede separar sus manos y
relajarse por completo". En líneas generales se suele aplicar como criterio para
considerar la prueba superada que el sujeto no consiga separar las manos durante
10 segundos en el segundo reto. Si después de dos ensayos el resultado de la
sugestión es negativo, no se repetirá la prueba y se pasará a otra prueba de
sugestionabilidad.
Figura 4
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Evaluación de la sugestionabilidad 91
"Mantenga, por favor las manos y los brazos en esa posición, con sus dedos
entrelazados y los brazos bien extendidos. Piense que sus dedos se ponen cada
vez más y más tensos y sus brazos se van endureciendo cada vez más y más. Los
músculos de sus manos cada vez están más y más tensos, más y más tensos. Sus
brazos se están endureciendo cada vez más; cada vez están más duros y rígidos,
como si fuera barras de hierro. Sus manos y sus brazos cada vez están más
tensos, más duros, más rígidos. Sus manos están cada vez más y más tensas, sus
brazos se hacen cada vez más y más rígidos. Dentro de unos momentos voy a
contar hasta tres y a la cuenta de tres usted no podrá separar sus dedos ni sus
manos, porque estarán como soldadas. Uno... sus manos están cada vez más
rígidas y soldadas; tan soldadas que no podrá separarlas cuando cuente tres.
Dos... sus brazos y sus manos se están poniendo cada vez más rígidos, cada vez
están más rígidos y soldados, tan rígidos que no puede separarlos por mucho que
lo intente. Tres... sus manos están como pegadas, y sus dedos entrelazados están
como soldados. No puede separar las manos. Inténtelo y no podrá. No importa con
cuanta fuerza lo intente porque cuanto más lo intente más firmemente soldados
quedarán. Inténtelo, inténtelo...". Si pasados aproximadamente 10 segundos el
sujeto no consigue separar sus manos daremos la prueba por superada y con-
cluida, diciéndole; "Muy bien, ahora ya puede abrir sus ojos (si le pedimos que
realizase la prueba con los ojos cerrados), bajar los brazos, separar sus manos sin
ninguna dificultad, sintiéndose perfectamente".
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Figura 5
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Figura 7 Figura 8
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100 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Evaluación de la sugestionabilidad 101
Escala Tellegen & Atkinson TAS (Tellegen Absortion Scale, 1974) (Traducción
de Robles, Nieto, Cuadros & Pérez-Hidalgo (2010) Escala de Absorción Tellegen)
Publicada por Tellegen & Atkinson (1974) tiene como finalidad la medida en que
un individuo es capaz de dejarse absorber por una tarea. Consta de 34 ítems de
respuesta dicotómica (V/F), en las que se evalúan diferentes aspectos
autoinformados, como capacidad de imaginación vivida, capacidad de disociación o
experiencias disociadas previas, capacidad de observación y focalización de la
atención, capacidad intuitiva, etc. Robles et al. (2010) definen la absorción como "un
rasgo de la personalidad que permite que el individuo se implique en una serie de
experiencias mediante la imaginación, hasta el punto de perder momentáneamente
la percepción del yo". Para Hilgard, existe una relación clara entre la capacidad que
tienen los sujetos de absorción o implicación profunda en áreas como la lectura, la
música, la religión y la hipnotizabilidad. Este constructo, definido como receptividad,
abstracción de la realidad y estrechamiento de la atención y la consciencia, se
superpone considerablemente con el de Absorción (Tellegen & Atkinson, 1974).
La TAS mide nueve categorías definidas del siguiente modo:
1. El sujeto responde a estímulos atrayentes.
2. El sujeto responde a estímulos inductivos, como quedar absorto escuchando
música o viendo una película.
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102 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Escala Gudjonsson
La Escala de Sugestionabilidad Interrogativa Gudjonsson permite una medida
objetiva de la sugestionabilidad en contextos de interrogación. En la escala original
se miden diferentes tipos de sugestionabilidad. Para Gudjonsson "la
sugestionabilidad interrogativa es la extensión por la cual, dentro de una interacción
social cerrada, las personas tienden a aceptar los mensajes comunicados durante
un interrogatorio formal, con el resultado de que sus respuestas conductuales
subsecuentes sean afectadas" (Gudjonsson & Clark, 1986; p. 84). Específicamente,
Gudjonsson propuso que "la sugestionabilidad en el contexto de interrogación es el
resultado de la combinación de un número de características del contexto las cuales
están separadas y llevan a la persona a responder en un camino particular. Primero,
se tiene la estructura o tipo de pregunta y, segundo, la presión interpersonal
aplicada por quien interroga". En este sentido, Linton y Sheehan, en 1994, indicaron
que cuando se pregunta acerca de eventos previamente presenciados, las
respuestas de las personas se ven marcadamente afectadas por el tipo de
preguntas que se usan para obtener la información y por la aplicación explícita de
presión ¡nterpersonal. En estos términos, parece razonable distinguir entre dos tipos
de sugestionabilidad: una forma primaria, basada en la hipnosis y en los actos
¡deomotores de carácter automático producidos por los estímulos auditivos
monótonos, y una sugestionabilidad secundaria, caracterizada por la influencia de
los distintos factores subjetivos inducidos experi-mentalmente mediante estímulos
auditivos con contenidos sociales, personales o impersonales (Angelucci, 2005). En
opinión de algunos autores hay una
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Evaluación de la sugestionabilidad 103
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104 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Evaluación de la sugestionabilidad 105
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Técnicas de
inducción hipnótica 6
Carmen Puerta Lanzan
1. Inducción hipnótica
Cuando hablamos de inducción hipnótica, nos referimos a una serie de
maniobras que tienen como objetivo cambiar el estado del sujeto. Entendemos que
el estado de alerta y concentración vigil se modifica para dar lugar al estado
hipnótico. En otros capítulos de esta obra ya se ha comentado el debate entre los
teóricos del "estado" y los del "no estado", por ello no vamos a abundar en este
punto. Tan solo resaltar que para algunos partidarios de la hipnosis desde el punto
de vista del "no estado" la inducción no es un paso necesario para trabajar con
hipnosis clínica. En los últimos años, no obstante, se ha revalorizado el papel de la
inducción hipnótica como parte fundamental del trabajo en trance.
Las técnicas de inducción son casi siempre maniobras de focalización de la
atención que implican un cierto grado de automatismo o disociación. Sabemos lo
importante que es en la hipnosis la concentración en un determinado estímulo, y
este estímulo puede tomar muchas formas. Así, podemos buscar que el sujeto se
centre en un estímulo visual, auditivo, kinestético o de otras modalidades. El
estímulo puede ser interno o externo (como ejemplo, el paciente puede mirar a un
punto en el techo u observar uno de sus dedos fijamente). Debemos adaptarnos en
la medida de lo posible a la individualidad del sujeto (este punto es especialmente
importante si vamos a practicar hipnosis ericksoniana, pero en todo caso muy
importante si aplicamos hipnosis convencional).
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108 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
nado a una serie de claves, otros dan importancia a la variación para introducir un
elemento de novedad y favorecer la atención. Cada terapeuta elegirá con qué
enfoque se siente más cómodo.
Nada impide que el terapeuta experimentado diseñe sus propios procedimientos
de inducción, aunque lo cierto es que no es fácil ser original y existen puntos en
común entre las diferentes técnicas a pesar de que los autores de dichas técnicas
provengan de abordajes distintos.
Es importante que el paciente se sienta cómodo, el ambiente donde se realice la
inducción conviene que esté libre de elementos de distracción, aunque también
pueden servir como ayuda, introduciéndolos en la propia inducción.
Hay que estar atento a todas las manifestaciones involuntarias y voluntarias para
reforzar sus expectativas y creencias de que la hipnosis sea lograda.
La hipnosis puede ocurrir sin que haya una inducción previa. Esto sorprende a
los neófitos en la materia, sin embargo podemos considerar que de forma cotidiana
entramos en hipnosis ante determinados estímulos
Cheek (1994), señala que la hipnosis espontánea puede darse en las siguientes
circunstancias:
• En momentos de miedo muy intenso o desgracias personales.
• Cuando nos encontramos desorientados espaciotemporalmente como con-
secuencia de un trauma, anestesia general, drogas alucinatorias o alcohol.
• En condiciones de aislamiento sensorial, privación de alimentos u oxígeno.
• Mediante la repetición sensorial (estímulos repetitivos y monótonos como el
sonido de un motor, el movimiento del limpiaparabrisas de un coche, los rayos
de sol entre las hélices de un helicóptero, etc.).
© Editorial EOS
Técnicas de inducción hipnótica 109
Existen pacientes que vienen con una motivación tan elevada y con una
sugestionabilidad de base tan intensa que prácticamente no es necesaria la
inducción. Con este tipo de sujetos, la instrucción más sencilla bastará para iniciar
el proceso hipnótico.
No obstante, la práctica nos indica que deberíamos contar con diversas técnicas
de inducción basadas en principios distintos y adaptarnos a cada paciente según
sus necesidades y sus variables de personalidad. Hay cientos de inducciones
posibles. Aquí reproduciremos guiones muy habituales en la práctica clínica, pero el
terapeuta debe estar abierto a otras inducciones y adaptaciones de cada una de
estas técnicas.
Veamos ahora las diferentes modalidades de inducción:
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110 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de inducción hipnótica 111
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112 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
El paciente se tumba sobre una camilla o un sillón de manera que pueda fijar su
vista en un punto situado en el techo o por encima de sus ojos (un objeto brillante,
una chincheta, una pequeña linterna pueden ser variaciones sobre la misma ¡dea)
(Fig. I).
Figura 1
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Técnicas de inducción hipnótica 113
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114 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
derecha, su mano derecha se siente más y más ligera, va notando como una
sensación de flotación, su mano derecha se levanta... (se puede asociar a la imagen
de un objeto ligero) como un globo, una pluma, muy, muy ligera... Su mano derecha
se va dirigiendo a la cara... cuando su mano toque su frente se sentirá muy, muy
relajado, su brazo se va levantando, levantando, con cada movimiento de su brazo
se va relajando más y más... puede visualizar un globo y traerlo a su mano derecha,
observar que el globo va tirando hacia arriba de su muñeca, va tirando, tirando hacia
arriba, cuando su mano toque su frente, caerá más profundamente relajado. Una
vez que su mano ha tocado su frente... su brazo irá descendiendo lentamente, muy
lentamente, a medida que el brazo desciende, el trance se irá haciendo más y más
profundo, profundamente relajado, lo irá dejando caer y a la cuenta de tres lo dejará
caer completamente y usted se encontrará profundamente relajado..." (Fig. 2).
Figura 2
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Técnicas de inducción hipnótica 115
Al hacer que abra y cierre los ojos de forma repetida, el objetivo de contar
rápidamente es el bloqueo de párpados. Si la persona a la que le realizamos esta
técnica de inducción fuera muy resistente a las pruebas de suges-tionabilidad, el
bloqueo de párpados se perseguirá de forma indirecta, provocando confusión con
los números. Cuando se ha producido el cierre de los párpados, se continúa con la
técnica de profundización que consideremos adecuada para cada persona.
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116 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Figura 3
7. Atracción de manos
Para realizar la inducción con esta técnica hipnótica, se le pide a la persona que
se siente cómodamente, que estire sus brazos a la altura de sus hombros con las
palmas de las manos mirándose entre sí (Fig. 4).
Figura 4
A continuación se le dice:
"Quiero que mantengas los ojos abiertos y mires a la línea imaginaria de
separación de tus manos, es decir al espacio que hay entre una mano y otra. A la
vez que vas escuchando mi voz, lo vas acompasando con un ritmo de
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Técnicas de inducción hipnótica 117
respiración lento, tranquilo y pausado. Y vas observando cómo tus manos van
atrayendo la una a la otra, cómo el espacio de separación entre ellas se va
haciendo más pequeño, y la línea de separación se va acortando de una forma
automática, sin hacer ningún movimiento consciente, observa cómo tus manos se
van atrayendo más y más...
1. Se atraen.
2. Cada vez más de forma automática.
3. Ya están muy cerca la una de la otra.
4. Tus manos se ¡untan, se ¡untan cada vez más y más, al mismo tiempo tus
párpados te van pesando, pesan, pesan y se van cerrando y te vas sintiendo
muy a gusto.
5. Tus manos están unidas, ¡untas, tus párpados se cierran y te encuentras en
un trance hipnótico muy agradable".
"Muy bien ahora tus manos están ¡untas la una a la otra, se sienten muy
pegadas como si hubiéramos echado un pegamento en las palmas de las manos, a
la cuenta de tres vas a intentar separarlas y observarás que no puedes, que tus
manos han quedado unidas la una a la otra... uno... pegadas, completamente
pegadas, dos... se unen cada vez más la una a la otra... tres... muy bien, o intenta y
observa que no puedes, cuanto más lo intentas más se ¡untan. Muy bien.
8. Repulsión de manos
Continuando con el movimiento automático de atracción de manos, se procede a
sugestionar que se van a repeler la una a la otra.
I. "Tus manos se ¡untan, se ¡untan cada vez más y más, al mismo tiempo tus
párpados te van pesando, pesan, pesan y se van cerrando y te vas sintiendo
muy a gusto.
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118 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
A medida que van descendiendo, vas entrando en un trance hipnótico cada vez
más profundo".
9. Técnica de la moneda
Se indica a la persona que se siente cómodamente y extienda su brazo
dominante al nivel de los hombros y paralelo al suelo. La palma de su mano debe
estar hacia arriba con los dedos extendidos y se deposita una moneda, a ser posible
de un euro (Fig. 5).
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Tea Técnicas de inducción 119
hipnótica
Figura 5
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120 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de inducción hipnótica 121
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122 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Figura 6
Figura 7
i Editorial EOS
Técnicas de inducción hipnótica 123
"Voy a contar de cinco a uno. A la cuenta de uno permita que sus ojos se cierren. Desde el
momento que cierre los ojos todo su cuerpo se sentirá relajado. Sentirá que su cuerpo va
cayendo hacia delante. Yo voy a sujetarle así que no se caerá. Si está de acuerdo, asienta
con la cabeza /esperamos una respuesta). Cinco, mantenga los ojos abiertos hasta que
lleguemos al uno. Cuatro, quizá sus ojos parpadeen y sienta pesadez, pero manténgalos
abiertos hasta
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124 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
la cuenta de uno. Tres, a la cuenta de uno dejará que sus ojos se cierren y su
cuerpo se sentirá totalmente relajado. Dos, ya falta poco. Mantenga sus ojos
abiertos todavía un poco más. Prepárese. Uno.... ¡SUEÑO!"
A la cuenta de uno el hipnoterapeuta emite la orden "sueño", al mismo tiempo
que tira del paciente hacia delante usando la mano derecha que se apoyaba sobre
el hombro del paciente. A continuación se le deja suavemente en el suelo o se le
apoya sobre el terapeuta.
Según este autor, la palabra clave es SINCRONIZACIÓN. Las sugestiones y el
movimiento de desequilibrio del paciente deben ser ejecutados en el mismo instante
en que los ojos se cierran. Si se hace demasiado tarde o demasiado pronto el
paciente se asustará.
14. Conclusión
Existen otras alternativas de inducción que no hemos incluido en este capitulo.
Hay cientos de técnicas para iniciar un estado hipnótico y lo cierto es que puede
haber técnicas que se consideren de inducción y que aparezcan también como
pruebas de sugestionabilidad. Dependerá de la opinión del autor considerar dichos
procedimientos como pertenecientes a uno u otro apartado.
A efectos prácticos, estas distinciones no son especialmente relevantes.
Seguramente, hacer cesuras dentro del proceso hipnótico nos lleva a cierta
imprecisión. En parte por eso, algunos autores de tendencia naturalista huyen de un
esquema con partes diferenciadas y consideran el trabajo en hipnosis de manera
global.
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Técnicas de inducción
naturalistas 7
Feo. Javier Rodríguez del Valle
1. Introducción
A diferencia de las Técnicas Clásicas o tradicionales, las Técnicas Naturalistas o
Ericksonianas no están determinadas previamente. Se parte de la idea del trance
como un fenómeno cotidiano. La mayoría de los profesionales que comparten esta
filosofía reconocen que la hipnosis puede ocurrir espontáneamente, sin necesidad
de rituales preparados previamente.
Según esta orientación, todos los seres humanos tenemos la capacidad natural
de entrar en trance hipnótico, por lo que el trabajo del terapeuta se convierte en
guiar al sujeto hacia esa actitud de consciencia interna.
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126 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de inducción naturalistas 127
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128 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de inducción naturalistas 129
Estos trances cotidianos son equivalentes a los trances hipnóticos que podemos
desarrollar en una consulta. Cuando entramos en trance, estamos
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130 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
3. La inducción naturalista
El reconocer que las experiencias hipnóticas surgen espontáneamente en las
personas, permite una transición más fácil a la fase de inducción de la hipnosis
(Yapko, 2003). Todo el mundo ha experimentado de modo natural "trances
cotidianos", aunque no haya sido consciente de ello. No obstante, hay mucha gente
que ha sentido de forma intencionada y elaborada esta experiencia. Puede haber
sido en la consulta de un psicólogo, o en un centro donde se practique y se trabaje,
por ejemplo, la meditación trascendental.
Se comprenden así dos categorías de experiencias hipnóticas a partir de las
cuales es posible elaborar:
1. Experiencias informales con la hipnosis, en particular las experiencias de
"hipnosis cotidiana" que todo el mundo tiene en su vida diaria.
2. Experiencias formales con la hipnosis, en concreto la vez (o veces) anterior
que el cliente haya experimentado positivamente la hipnosis.
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Técnicas de inducción naturalistas 131
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132 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de inducción naturalistas 133
formal previa con la hipnosis, ni le hace ninguna falta, siempre y cuando tenga la
certeza de que dicha experiencia fue buena para el cliente, según sus propias
palabras.
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134 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
5. Inducciones metafóricas
Si los anteriores métodos de inducción minimizaban el efecto de resistencia del
paciente, el empleo de metáforas, al ser aún menos directo, facilita el rapport, y
produce en el paciente cierta comodidad a la hora de hablar, por lo que éste puede
sentirse más a gusto y liberado a la hora de profundizar en la comunicación interna.
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Técnicas de inducción naturalistas 135
"No hoce mucho tenía una paciente a la que le ocurría lo mismo que a usted...
me decía que no podía relajarse... que nunca lo había conseguido... decía que
estaba muy ocupada... muy estresada, y que por ello su cuerpo no sabía qué era
estar en ese estado... sin embargo, cada vez que venía aquí... y se tumbaba en ese
cómodo sillón... tal como lo hace usted ahora... todo su cuerpo experimentaba una
agradable sensación de descanso... y cuando se centraba en su exhalación... cada
vez que expulsaba el aire de sus pulmones... tenía la sensación de que se hundía
cómodamente en el sillón... y esto hacía que su estado de ánimo mejorara, ya que
poco a poco se iba encontrando más a gusto y más tranquila... y entonces fue más
feliz... porque descubrió que podía relajarse profundamente... y aprendió a relajar-
se en su casa... en su sofá, en su cama..."
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136 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de inducción naturalistas 137
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138 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
es el suyo. Y le gustan los niños, de modo que querría casarse, tener hijos propios. Y
tiene miedo de que ese gran trasero constituya un obstáculo... Este es su error.
Usted no ha leído el Cantar de los Cantares, de Salomón. TIENE que leer su Biblia.
Se habla de la pelvis como de la cuna de los niños. El hombre que quiera casarse
con usted no verá un gran trasero gordo... verá una cuna maravillosa para los niños"
Aquí vemos el reencuadre, nueva equivalencia: gran trasero gordo = cuna; sólo
la cuna. Los hombres que quieren ser padres QUIEREN también una linda cuna
para el hijo (reencuadre, nueva significación y evaluación: Usted tiene una linda
cuna que les gustará a los hombres que quieren ser padres) (Gordon &
Meyers-Anderson, 1981, págs.67-69, citado por O'Hanlon, 1995).
A parte de un particular sentido del humor, Erickson empleaba adivinanzas para
cuestionar la rigidez de sus pacientes, para romper sus pautas habituales de
pensamiento y encontrar así una solución. Giorgio Nardone, en el enfoque de la
Terapia Breve Estratégica, de la que sin duda Milton Erickson es el padre, emplea
con frecuencia estas estrategias de cambio.
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Técnicas de inducción naturalistas 139
Hay que tener en cuenta que, para el desarrollo de la inducción mediante esta
técnica, tanto el paciente como el profesional tienen que tener cons-ciencia y control
sobre lo que están haciendo, ya que así es más fácil salir del estado de disociación
que se está produciendo.
Se pueden emplear diferentes temas para crear confusión por sobrecarga:
recuerdos, días de la semana, el tiempo en minutos, palabras o frases inconexas,
etc., o incluso en otras modalidades sensoriales como con sonidos, olores o
imágenes.
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140 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de inducción naturalistas 141
Mantuvo relaciones con los psicoterapeutas más importantes del siglo, quienes
tuvieron en él a un amigo dispuesto a compartir experiencias (Hull, Rogers,
Bateson, etc.).
Murió a los 79 años habiéndose convertido en una autoridad mundial en el
campo de la psicoterapia.
M. H. Erickson ha sido uno de los psicoterapeutas más influyentes de todos los
tiempos, ampliamente admirado por su creatividad y eficacia, y, a veces, también
criticado como el enfoque de un genio excéntrico, imposible de aprender y de
enseñar (O'Hanlon, 1995).
Erickson expresó en cierta ocasión: "Confíe en su subconsciente. Es una manera
deliciosa de vivir, una manera deliciosa de conseguir cosas". Y: "No intente usar la
técnica de otro... Descubra la suya propia" (Rossi & Rossi, 2008).
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Técnicas de
profundización 8
Nadia Peláez Rodelgo
1. Introducción
Se denominan técnicas de profundización a aquellas que, tras una inducción,
permiten desarrollar un trance de mayor complejidad, permitiendo al sujeto alejarse
de su consciencia vigil habitual (Grenet, 1992).
Las técnicas de profundización se basan en un conjunto de frases sugestivas
estructuradas adecuadamente, dirigidas al sujeto con el objetivo de guiarlo
progresivamente hacia un estado hipnótico cada vez más profundo, ofreciéndole así
la oportunidad de familiarizarse con la esfera subjetiva de los sentimientos
asociados al trance hipnótico (Ramos Gascón, 2002).
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144 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de profundización 145
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146 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de profundización 147
Los tiempos de silencio deben de ser utilizados con cautela por el hipnó-logo, ya
que algunos sujetos aprensivos podrían presentar ansiedad y pérdida de rapport,
que podría llevarles a salir del trance. También los tiempos de silencio demasiado
largos podrían hacer que el sujeto pasase a un estado de sueño natural, por lo que
es aconsejable utilizar intervalos de silencio más cortos y frecuentes, generalmente
de 10 minutos, y no mayores de 15.
Por lo tanto, el tiempo de silencio debería adaptarse al paciente y al nivel de
profundidad necesario en cada caso, siendo de gran importancia su uso adecuado
tanto en lo referente a los silencios entre frases, como a las pausas dentro de las
palabras: "pro-fun-da-men-te".
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148 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
puede utilizar también un volumen de voz alto, normal o muy bajo, casi en susurro.
Estos cambios en el tono de voz pueden contribuir a reforzar el objetivo que
pretendemos alcanzar dentro del estado hipnótico. Así, por ejemplo, si utilizamos
una sugestión de rigidez del brazo puede que nos sea útil emplear un tono de voz
alto y enérgico, del siguiente modo:
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Técnicas de profundización 149
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150 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de profundización 151
Es una de las mejores formas de hablar con el inconsciente del sujeto, tiende a
movilizar los recursos internos del paciente de manera que éste aprenda a
utilizarlos en diversas situaciones (Ramos Gascón, 2002).
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152 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
El tiempo de aplicación de esta técnica depende del tipo de sujeto, del tiempo
disponible y del nivel óptimo de profundización que precisamos en cada caso
(Weitzenhoffer, 1964).
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Técnicas de profundización 153
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Técnicas de profundización 155
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156 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de profundización 157
la misma sesión o en sesiones sucesivas. Para Erickson, cada vez que se lleva a
cabo un acto poshipnótico, se desarrolla un trance espontáneo. Al emitir una
sugestión poshipnótica, una vez se inicia el trance, el hipnotizador puede
profundizar el trance espontáneo asociado. Este proceso se puede repetir varias
veces para profundizar cada vez más el trance (Weitzenhoffer, 1 964).
El momento más óptimo para emitir estas sugestiones suele ser cuando el sujeto
comienza a salir del estado hipnótico, puesto que se ha comprobado que en esta
fase se alcanza el máximo nivel de profundidad. Se emplea también de una sesión a
otra, sugiriéndole al sujeto, por ejemplo: "... el próximo día, entrarás en trance más
rápidamente y todavía mucho más profundo que en el que te encuentras ahora...".
Otro ejemplo: "...comprobarás que, cada vez que entres en hipnosis, alcanzarás un
estado cada vez más profundo...". Resulta especialmente eficaz en la tercera o
cuarta sesión.
El siguiente script muestra cómo, una vez que el sujeto ha sido inducido
mediante esta técnica, se profundiza en el trance:
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158 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de profundización 159
lias. Escucha con una mayor intensidad el sonido que producen las olas en el
mar. Estás total y completamente relajado, tranquilo, profundamente
hipnotizado... profundamente... en un estado de hipnosis muy agradable y
muy profundo" (Sezler, 1991).
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Técnicas de profundizado/! 165
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166 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
V F
1. Me pareció como si el tiempo se hubiera detenido
2. Mi brazo tembló y se agitó cuando intenté moverlo.
3. Me sentí aturdido/a.
15. Durante el estado hipnótico, sentí que podía comprender mejor y más
profundamente las cosas.
16. Fui capaz de superar algunas o todas las sugestiones.
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Técnicas de profundización 167
l 8. Durante la "cuenta atrás" final, para salir del estado hipnótico, me sentí, por
un momento, profundamente hipnotizado/a.
29. Fui bastante consciente de lo que ocurría a mi alrededor durante toda la sesión.
30. Todo lo que hice mientras estuve hipnotizado/a podría haberlo realizado sin
haberlo estado.
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168 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Técnicas de profundización 169
Con frecuencia, la profundidad de la hipnosis no tiene por qué ser paralela a los
resultados terapéuticos logrados por medio de las sugestiones. Generalmente,
exceptuando algunos casos, resulta suficiente un nivel medio de hipnosis para
llevar a cabo el tratamiento terapéutico. Lo cierto es que ninguna medida suplirá la
pericia y experiencia del terapeuta que le permitirá saber el nivel de profundidad en
el que se encuentra el paciente y decidir qué técnicas hipnóticas ha de utilizar en
cada caso.
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Sugestiones poshipnóticas
y técnicas de
deshipnotización
9
Carlos Ramos Gascón
© Editorial EC
172 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
tran sobre el interés -por otra parte, merecido- por investigar desde múltiples
enfoques la importancia de las sugestiones poshipnóticas.
Por su claridad expositiva, y tal como hicimos en nuestra obra anterior, nos
guiaremos por la contribución de Furst (1969) sobre el tema.
Las sugestiones poshipnóticas tienen un valor terapéutico esencial. La
explicación radica en que constituyen el medio más directo para establecer un
puente entre el dentro y fuera del estado de trance, y, lo que tiene una importancia
aún mayor, entre el dentro y fuera de la sesión clínica.
En nuestra experiencia clínica, hemos observado con frecuencia que incluso
pacientes que caen casi espontáneamente en trance hipnótico de notable
profundidad, sin embargo, al emerger de su estado y reintegrarse a su vida diaria,
su buen desempeño hipnótico no se ve por sí mismo acompañado -como
ingenuamente cabría esperar- de la correspondiente mejoría en sus problemas
motivo de consulta, excepto si tenemos cuidado de impartir sugestiones
poshipnóticas con un cierto proceder, y siempre teniendo en cuenta la idiosincrasia
de cada caso.
Este hecho lo hemos venido observando especialmente en el tratamiento
mediante hipnosis de determinadas disfunciones sexuales, así como en casos de
fobia social.
Específicamente en los casos de fobia social, nos hemos encontrado con
frecuencia que suelen ser lo que se viene denominando "buenos sujetos hip-
nóticos", y sin embargo presentan una gran resistencia a actualizar en su vida diaria
las sugestiones que se les imparte durante el trance hipnótico.
En este sentido el valor principal de las sugestiones poshipnóticas radica en que
posibilitan salvar esta brecha entre el estado de trance y su vida diaria en la que se
debe ir reflejando el progreso terapéutico.
Dicho de otro modo, las sugestiones poshipnóticas deben ser facilitadoras de
nuevas experiencias enriquecedoras para el paciente, tanto en el estado de trance
como en su conducta fuera de la sesión y, precisamente, en aquellos aspectos
disfuncionales que han motivado la solicitud de terapia.
© Editorial EOS
Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 173
© Editorial EOS
174 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
© Editorial EOS
Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 175
productivo. Por esta razón es correcto, en principio, pensar que lo más eficiente
desde el punto de vista terapéutico, es orientar las sugestiones poshipnóticas a la
superación de una dificultad concreta.
Ahora bien, consideramos que tampoco es lo más aconsejable formularlas
enfocándolas a un único problema -el problema oficial- o, dicho de otra manera,
apuntándolas a tiro fijo.
Según nuestras observaciones, existe el riesgo de que al impartir sugestiones
poshipnóticas se coloque al paciente en una situación artificialmente unidireccional.
Es inverosímil, como demuestra una y otra vez la experiencia, que el paciente acuda
a terapia con un único problema en abstracto. Todo lo contrario: el problema oficial
de consulta y demanda de terapia se inserta y entreteje con otros factores
problemáticos que le preocupan igualmente.
La explicación es que cada problema que el paciente trae a terapia se inscribe,
como acabamos de explicar, en un contexto humano de notable complejidad. Esta
complejidad -que en la mayoría de los casos deberíamos denominar complicación-
obliga al paciente a orientarse como puede en la circunstancia orteguiana que le es
propia. Esta es la realidad. Por ello pensamos que lo más aconsejable es combinar
la concreción de las sugestiones poshipnóticas con un cierto marco de expectante
inconcreción.
Así, en el ejemplo que hemos expuesto más arriba, en el caso de que la situación
X consista en la dificultad para hablar en público, será más constructiva la sugestión:
"...cuando hable ante un grupo de personas va a sentirse y actuar..." que
sugerirle: "... cuando hable con dos o más personas desconocidas actuará..."
La clave está en que el sujeto pueda elaborar por sí mismo y con flexibilidad el
marco en el que tendrá efecto la sugestión poshipnótica. Esto le permitirá irla
ajusfando espontánea e inconscientemente a cada situación problemática que se le
presente.
© Editorial EOÍ
176 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
© Editorial EOS
Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 177
- Tanto las sugestiones poshipnóticas que se suelen impartir al final de le sesión, como
el proceso del despertar de la hipnosis deben ser cor, gruentes con todo el curso que
se haya seguido desde la inducción, c la profundización, sugestiones en trance y,
muy en particular, con e contexto poshipnótico en el que estas sugestiones se deben
realiza para cumplir su finalidad terapéutica.
- Tal como expusimos minuciosamente en nuestra anterior obra, si segui mos, por
ejemplo, el ritmo respiratorio del paciente para todo el desarre lio hipnótico anterior, lo
aconsejable es que lo sigamos igualmente pare impartir las sugestiones
poshipnóticas y para el proceso de despertar.
- Igualmente podemos afirmarlo, por poner otro ejemplo, respecto de lo procesos de
imaginería mental que propone Fezler (1989). El sentide común aconseja seguirlos
de forma coherente de principio a fin, pen también asegurándonos de que el paciente
sigue con cierto grado di atención el desarrollo de las imágenes que se le van
sugiriendo.
© Editorial EO:
Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 177
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178 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
© Editorial EOS
Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 179
En cuanto a la cuestión de que "la persona mantenga los ojos abiertos", nuestro
parecer es que una cosa es tenerlos "abiertos" (o "cerrados"), por principio y
sistema, y otra como recurso. Pensamos que lo más indicado es tener una postura
flexible, utilizando tanto los recursos hipnóticos clásicos como los modernos según
convenga en cada caso y situación particulares, sin necesidad de fundar ningún
nuevo sistema hipnótico en particular. Por ello, consideramos que con frecuencia, y
siempre en función de cada caso, es útil emplear la metodología tradicional en las
fases de inducción y primera parte de la profundización hipnótica, para, a
continuación, y como desarrollo natural del proceso hipnótico, ir entrenando al
paciente en la progresiva movilización dentro del estado de trance, abordando
posteriormente el proceso poshipnótico y el proceso de despertar. Por nuestra parte,
el conjunto del proceso hipnótico en todas sus gradaciones, y sin ánimo de
protagonismos intentando acuñar ningún nuevo término, preferimos denominarlo
-por sencillas razones de comodidad- hipnosis activa.
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180 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 181
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182 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 183
dos pasos de baile- pero el cuerpo, y con frecuencia, los dedos, "sí lo saben y
recuerdan". Aprovechar estos automatismos cotidianos en el contexto de la
disociación hipnótica, puede ser de gran utilidad a la hora de impartir
sugestiones poshipnóticas. En palabras de Yapko (l 999), lo que caracteriza a
los fenómenos hipnóticos de disociación es la separación -disociación- entre
la mente consciente y la inconsciente: así, la atención consciente y voluntaria
puede ser captada por el proceso hipnótico, pudiendo irse liberando, de forma
controlada, determinados automatismos y procesos inconscientes.
- Una vez establecido el condicionamiento ideomotor ("...cada vez que se le
levante el dedo índice izquierdo va a sentir bienestar y aplomo..."), le
sugerimos la realización de cualquier actividad sencilla de las ya descritas, sin
relación con su problema, y que ha de ser ejecutada con mayor lentitud de lo
habitual.
- Mientras el paciente se halla realizando estas actividades bajo trance,
procedemos a impartirle las sugestiones poshipnóticas. Al mismo tiempo,
debe colaborar evocando y activando la vivencia ideomotora sugerida que le
servirá de "puente" para su vida diaria.
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184 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 185
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186 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
ligero. Algo análogo puede decirse de la amnesia total o parcial. Sin embargo, no se
trata de reglas absolutas, y puede ocurrir que algún sujeto despierte de la hipnosis
profunda con una amnesia ligera y parcial, en cambio, otro que solo ha alcanzado un
nivel medio de hipnosis desarrolle una amnesia poshipnótica prácticamente
completa.
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"la memoria es un gran artista: hace de la propia vida una obra de arte y un
documento falso".
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Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 193
Por otra parte, en nuestra obra antes citada, al tratar del despertar del trance
hipnótico establecimos la distinción entre el despertar espontáneo y el despertar
sugerido, siendo éste el que se denomina tradicionalmente despertar del trance
hipnótico.
Respecto del despertar espontáneo, como su denominación indica, su nota
fundamental es la imprevisibilidad, ya que tiende a aparecer de forma involuntaria y
repentina, sin que guarde relación explícita con las sugestiones que en ese
momento se estén formulando y sin que se haya previsto en el contexto de la
relación hipnótica. Generalmente, se presenta de forma repentina en pacientes con
escaso entrenamiento hipnótico, si bien es cierto que también puede acontecer en
cualquier momento, sorprendiendo tanto al hipnotizador como al propio sujeto.
De todas formas si se produce el fenómeno del despertar espontáneo lo principal
es que el terapeuta tenga claro cómo debe proceder. Lo mejor que puede hacer es
adaptarse rápida y fluidamente a la nueva situación como si la estuviera esperando.
Esto es cierto en el caso del hipnotizador experimentado, que siempre debe tener
presente esta posibilidad.
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194 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Sugestiones poshipnóticas y técnicas de deshipnotización 195
una dificultad especial, resolviéndose por sí misma pasado un tiempo que puede
llegar a un par de horas (Weitzenhoffer, 1964).
En cualquier caso, nuestra opinión es que si se sigue el proceso de una hipnosis
activa, como venimos aconsejando, es tanto más difícil que se produzcan este tipo
de resistencias.
Nuestro criterio es que esta fase de elaboración poshipnótica, bien llevada, es,
en el conjunto del proceso hipnótico, la que tiene una significación terapéutica más
auténtica y esencial. Esto es debido a que transcurre en buena parte de forma
inconsciente, espontánea, sobre la marcha (es decir: en el transcurrir de la vida
diaria). Todo ello combinándolo con la activación consciente mediante el uso de
señales ideomotoras o de otro tipo, elaboradas en el proceso de trance y que deben
servir de refuerzo al paciente, como recursos emocionales fuera de la sesión de
hipnosis.
Esta es, pues, la esencia del valor terapéutico de la hipnosis en cuanto a las
sugestiones poshipnóticas y el proceso del despertar: su orientación hacia la
elaboración poshipnótica de las sugestiones impartidas, y que se deben elaborar y
actualizar en la vida diaria.
Con lo anteriormente expuesto, nos remitimos a la necesidad de abordar el
proceso poshipnótico y del despertar en tanto mantenemos al paciente en las
condiciones generales ya explicadas: dentro del estado de trance, manteniéndole en
un cierto grado y calidad de actividad hipnótica que, sin salir de su estado de trance,
pueda naturalmente asimilar a sus actividades cotidianas.
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Fenómenos hipnóticos
de naturaleza motora 10
Matilde Santos Leal
Cada persona tiene una historia personal única e irrepetible que le ha llevado a
aprender a funcionar en el mundo de un modo también particular y único. Nuestra
forma de relacionarnos con los demás, nuestra forma de reaccionar ante cada una
de las circunstancias a las que nos enfrentamos cada día, tiene que ver con nuestra
historia personal, pues todo lo que hemos aprendido condiciona nuestra peculiar
manera de estar en el mundo. Asimismo, cada persona experimenta la hipnosis de
un modo también único y particular.
Es importante también tener en cuenta que la experiencia hipnótica es
multi-dimensional. Sea lo que sea que la persona experimente va a tener
componentes cognitivos, comportamentales, emocionales, espirituales, relaciónales
y físicos. El clínico elegirá amplificar unas u otras de estas dimensiones en función
de su propio estilo de intervención y de su propósito al utilizar la hipnosis.
Cuando se hipnotiza a una persona, ¿en qué momento pasa de su estado normal
de alerta al estado de absorción hipnótica? ¿Cómo sabemos que está en trance
hipnótico? La respuesta es que no lo sabemos. No es algo que podamos evaluar
con precisión científica. Sin embargo hay una serie de indi-
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198 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
cadores observables que el clínico puede percibir para saber si una persona está en
ese estado de absorción o no. Se producen una serie de cambios físicos que lo
indican, entre ellos los siguientes (Yapko, 2003; Cheek, 1994):
• Relajación muscular: Para que una persona esté en estado hipnótico no es
imprescindible que esté relajada, sin embargo la relajación del cuerpo y de la
mente es una característica que la mayoría de las personas asocian al estado
hipnótico. De hecho, muy a menudo se utilizan sugestiones de relajación para
que la persona entre en el trance hipnótico y para conseguir que disocie la
mente consciente de la mente subconsciente. Se puede comprobar el grado
de relajación de una persona levantando su brazo. Cuanto más relajada esté,
más pesado y suelto lo sentiremos.
• Al igual que en el resto del cuerpo, se produce habitualmente relajación de la
mandíbula que normalmente es más fácilmente apreciable.
• En ocasiones se producen, asimismo, pequeños espasmos musculares,
similares a los que ocurren durante el sueño, que son totalmente invo-
luntarios.
• Cuando una persona se relaja se puede producir algo de lagrimeo. En estos
casos algunos clínicos inmediatamente presuponen que la persona está
llorando porque está experimentando algo doloroso, sin embargo ésta puede
ser una conclusión errónea. Siempre que haya dudas es importante
cerciorarse preguntándole a la persona con lenguaje neutro (ej. "¿Puedes
describir qué estás percibiendo ahora?"].
• Se puede producir también aleteo de los párpados cuando los ojos están
cerrados. A medida que la persona se relaja se puede producir un movimiento
muy rápido de los párpados que es totalmente involuntario y que en muchas
ocasiones es inconsciente. Se producen muy a menudo también movimientos
rápidos de los ojos, como los que ocurren durante el período de sueño REM.
Esto es especialmente apreciable cuando se dan muchas sugestiones de
visualización durante la hipnosis.
• Durante el trance hipnótico a menudo se producen cambios en el ritmo
cardiaco. Puede aumentar, aunque lo más habitual es que disminuya. Se
puede observar el pulso en el cuello de la persona, o sostener su muñeca en
un gesto de apoyo y aprovechar para comprobar su frecuencia cardiaca.
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Fenómenos hipnóticos de naturaleza motora 199
Todos estos fenómenos pueden utilizarse como indicadores del trance hipnótico.
Sin embargo, cada persona es diferente y el clínico debe aprender a observar
cuidadosamente a cada sujeto, antes y durante el trance hipnótico, para poder
valorar la profundidad del mismo. Asimismo, todos estos fenómenos se pueden
utilizar para profundizar el trance o para facilitar la efectividad de las sugestiones.
Cuanta más experiencia tenga el hipnólogo, más facilidad tendrá para percibir todos
estos cambios y más fácil le será valorar cuál es el momento idóneo para pasar a la
siguiente fase de la hipnosis.
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200 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Fenómenos hipnóticos de naturaleza motora 201
3.1. Catalepsia
Definiciones desde una Perspectiva Histórica
Desde una perspectiva histórica, la catalepsia fue considerada como una de las
características tempranas definitorias del trance.
Esdaile (1 808-1 859) utilizaba pases mesméricos para conseguir el estado de
catalepsia en el cual los pacientes eran capaces de experimentar anestesia
quirúrgica. Era un proceso que requería paciencia y tiempo (hablaba de una a dos
horas), aunque en algunos casos se conseguía en unos minutos. Se le daba
importancia al elemento sorpresa, pues el conocimiento de las intenciones del
doctor era destructivo. La utilización de la catalepsia como un test de adecuación del
estado de trance era también una característica del período de Esdaile. Este creía
que había algún tipo de "influencia mesmérica" física que se transmitía al paciente
desde todos los órganos del operador. Creía que el agua podía ser "cargada" con el
fluido mesmérico y que la influencia mesmérica podía ser transmitida a través del
aire a considerables distancias e incluso a través de metales densos.
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202 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Fenómenos hipnóticos de naturaleza motora 203
Yapko (1999, 2003) define la catalepsia como inhibición del movimiento vo-
luntario asociado al hecho de centrarse intensamente en un estímulo específico.
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204 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Fenómenos hipnóticos de naturaleza motora 205
simple mención sobre estos momentos de catalepsia de la vida diaria puede ser
una manera excelente de comenzar una inducción hipnótica, evocando aspectos
ideodinámicos de catalepsia y trance, incluso antes de que el paciente se dé cuenta
de que se le está hipnotizando.
Ya que la catalepsia es esencialmente un proceso no verbal, se convierte en un
modo inusualmente efectivo de evitar las limitaciones aprendidas de muchos de
nuestros modernos pacientes excesivamente racionales, que quieren experimentar
el trance hipnótico pero tienen creencias erróneas que interfieren con su desarrollo.
Momentos de trance de la vida diaria pueden ocurrir cuando escribimos en el
ordenador y momentáneamente paramos para pensar en lo siguiente que vamos a
escribir. Cuando vemos un partido de tenis, en esos momentos de tensión en que
nos echamos hacia delante, expectantes ante lo que puede ocurrir después.
Cuando alguien nos pregunta algo mientras realizamos uno actividad como cocinar,
leer, escribir y momentáneamente nos quedamos inmóviles pensando en la
respuesta. Cuando ocurre una emergencia y nos quedamos inmóviles pensando en
qué hacer hasta que alguien grita "¡no te quedes ahí parado, llama al médico!" Es
en esos momentos en los que suele haber una laguna en la conciencia del sujeto,
mientras espera una respuesta apropiada de dentro de sí mismo o del exterior. En
esos momentos está abierto y receptivo a los estímulos apropiados. En esos
momentos una sugestión apropiada puede ser recibida y ejecutada de forma
aparentemente automática. Esta laguna momentánea en la conciencia es
esencialmente un trance momentáneo y la elevada receptividad durante ese
momento es lo que indica la palabra hipnótico.
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206 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Fenómenos hipnóticos de naturaleza motora 207
Utilización de la catalepsia
Erickson, en una carta a Weitzenhoffer, expone que la catalepsia es un fenómeno
general que puede ser utilizado como:
- Un procedimiento de comprobación de la susceptibilidad hipnótica.
- Un procedimiento de inducción.
- Un procedimiento de reinducción.
- Un procedimiento de profundización.
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212 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
mientos pueden no ser acordes los unos con los otros. A continuación se formula
una pregunta que requiera una respuesta independiente de lo que el sujeto piense
conscientemente. Por ejemplo: "¿Piensa tu subconsciente que puedes aprender a
entrar en un trance?" Tras la pregunta se le pide al sujeto que espere paciente y
pasivamente la respuesta mediante un movimiento de cabeza que será la respuesta
de su "subconsciente". Un movimiento rápido o forzado significará que es una
respuesta consciente. Un movimiento lento y ligero, a veces no percibido por el
sujeto, constituye una comunicación directa del subconsciente. Con esa respuesta
se desarrollará catalepsia que llevará rápidamente al estado de trance (Erickson &
Rossi, 1981).
Una variación puede ser sugerir que la levitación de una mano (o de un dedo)
significa una respuesta afirmativa, la levitación de la otra (o de otro dedo) una
respuesta negativa, y la levitación de ambas manos (o de otro dedo diferente a los
anteriores) la respuesta de "no sé". Entonces se formula la pregunta del apartado
anterior o una similar. El desarrollo del estado de trance es concurrente con el
desarrollo de la levitación, independientemente del significado de la respuesta.
Estas técnicas son muy útiles con pacientes que quieren hipnosis, que podrían
beneficiarse de la hipnosis, pero que son muy resistentes a inducciones más
formales y que necesitan técnicas que sobrepasen esas resistencias. La consi-
deración fundamental en la utilización de técnicas ideomotoras no está en lo
novedosas o elaboradas que sean, sino simplemente en la iniciación de actividad
motora, ya sea real o alucinada, como forma de fijar la atención del sujeto en sus
experiencias y capacidades internas (Erickson & Rossi, 1981).
Para que este tipo de señales ideomotoras sean realmente autónomas e
inconscientes, es necesario que el paciente esté en trance o que se le distraiga de
alguna manera, de modo que no tenga oportunidad de observar sus propios
movimientos.
Es sorprendente observar cómo en muchos casos los pacientes dan respuestas
motoras que contradicen sus verbalizaciones incluso sin ningún tipo de enseñanza
previa sobre señales ideomotoras.
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Fenómenos hipnóticos de naturaleza motora 213
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214 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Fenómenos hipnóticos de naturaleza motora 215
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Memoria, amnesia
e hipnosis 11
Chema Nieto
Jorge Cuadros
Isidro Pérez Hidalgo
1. Introducción
La investigación experimental sobre la formación de los recuerdos ha
demostrado que, para fijar cualquier hecho en la memoria, es necesario que ocurra
una síntesis proteica. Si se inhibe dicha síntesis proteica, el recuerdo no se
consolida y luego no es posible recuperarlo. Por lo tanto, la consolidación del
recuerdo es un proceso indispensable para que éste se fije en la memoria a largo
plazo (Cuadros & Nieto, 2009).
Por otra parte, cuando se evoca un recuerdo, se produce una "reconsolidación"
de dicho recuerdo. No se forma uno nuevo, sino que se reconstruye el recuerdo ya
existente, para lo que, una vez más, es necesaria la síntesis proteica. De esta
manera, cada vez que evocamos un recuerdo, lo reconstruimos y actualizamos. La
consecuencia de este hecho es que cuando recordamos algo, no recordamos el
hecho original, sino la última actualización.
En el estudio de Nader et al. (2000), se demostró que la inhibición de la síntesis
proteica durante la rememoración producía en ratas el olvido del recuerdo original.
El proceso de reconsolidación de la memoria convierte el recuerdo en lábil,
permitiendo que se pueda modificar o incluso eliminar, mediante la inhibición de la
síntesis proteica. Posteriormente, Schiller et al. (2010) demostraron cómo un
recuerdo aprendido de temor podía ser eliminado en voluntarios sanos simplemente
evocando el recuerdo de temor diez minutos antes de un procedimiento de
extinción.
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218 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
2. Amnesia poshipnótica
Cuando hablamos de amnesia poshipnótica (APH) nos referimos a un fenómeno
hipnótico producido de forma intencional y con un objetivo terapéutico (Kihlstrom,
1997). No se trata de una amnesia espontánea dependiente de estado, donde el
paciente recuperaría los recuerdos al volver a ser hipnotizado, sino de un proceso
por el cual el terapeuta da una orden espe-
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Memoria, amnesia e hipnosis 219
cífica para que el paciente "olvide" alguna parte del procedimiento hipnótico que
posteriormente podrá recordar. En determinados contextos terapéuticos, la APH
puede facilitar procesos de mejora al evitar que el paciente cuestione o analice
racional o lógicamente el propio procedimiento hipnótico.
La pérdida de memoria que se produce como consecuencia de sugerencias en
hipnosis (APH) tiene varias características interesantes. Por un lado, se trata de una
amnesia temporal y reversible; en cuanto se revierte la sugerencia (cancelación), la
memoria se recupera completamente. La APH refleja así una incapacidad temporal
para recuperar información que el sujeto ha almacenado correctamente. Por otro
lado, la APH implica una disociación entre la memoria explícita y la implícita, de
forma que aunque el sujeto no consigue acceder (conscientemente) al material
olvidado, éste puede ejercer influencia en su comportamiento, su pensamiento y sus
acciones (memoria implícita).
Curiosamente, la realidad del efecto amnésico en la APH se demuestra por la
persistencia de la memoria implícita. La memoria implícita hace referencia, como se
acaba de mencionar, a los efectos que evidencia, en el comportamiento,
pensamiento o acciones de un individuo, material mnésico del cual no se es
consciente (por ejemplo, como ayuda en la resolución de una tarea). Es sabido que
un sujeto expuesto a material visual subliminal (material que no es consciente de
haber visto) responde acertadamente en tests de familiaridad, sintiendo que
"prefiere" el ítem previamente expuesto antes que otros, igualmente desconocidos
para él (lo que ha tenido una relevancia considerable en el campo de la publicidad,
por ejemplo). El conocido efecto del priming, léxico o semántico, supone otro
ejemplo paradigmático. Los sujetos, de forma preferente, completan una pista (p.ej.
PEL-) con la palabra a la que han sido expuestos con anterioridad (p.ej. "Pelo",
"Pelota" o "Película"), o con una con un significado relacionado (priming semántico),
aun cuando no sean conscientes de haber visto o leído anteriormente la palabra
clave.
Cuando se sugiere olvidar una lista de palabras y se comparan las respuestas de
sujetos hipnotizados y sujetos control que "simulan" estar hipnotizados, se observa
que los simuladores "olvidan" tanto el material explícito como el implícito (esto es,
evitan responder en los tests de priming con las palabras a las que han sido
expuestos previamente). Los sujetos hipnotizados, sin embargo, se muestran
incapaces de recordar gran parte del material
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220 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Memoria, amnesia e hipnosis 221
En este estudio (Mendelsohn et al., 2008), individuos con alta sugestibilidad que
demostraron capacidad para desarrollar amnesia poshipnótica fueron comparados
con sujetos control y con un tercer grupo a los que se instó a "simular" una amnesia.
Se les mostró primero un documental en vídeo sin ninguna información o instrucción
previa y, una semana más tarde, se testó el recuerdo bajo hipnosis y se sugirió la
amnesia, estudiando las respuestas de todos los sujetos con resonancia magnética
funcional. Inmediatamente después de este primer test, se revirtió la amnesia y se
reprodujo de nuevo el mismo cuestionario. Los resultados evidenciaron, primero, un
efecto amnési-co genuino. Mientras que los sujetos con APH respondieron, en la
condición de amnesia, a nivel de azar, los simuladores respondieron
significativamente peor, demostrando una ocultación deliberada de información.
Además, los sujetos con APH demostraron patrones de activación diferenciales en
la condición de amnesia, en el sentido que ya se ha indicado (activación prefron-tal e
inhibición occipital y del lóbulo temporal izquierdo). Tras la cancelación de la
amnesia, los patrones de activación en todos los sujetos se mostraron equivalentes.
Finalmente, es interesante reseñar también la especificidad de la APH. En el mismo
estudio se sugirió una amnesia específica sobre el material del vídeo. Las preguntas
incluidas sobre el contexto en el que la película fue vista fueron respondidas con
acierto por los sujetos del grupo APH, a pesar de la inhibición del recuerdo sobre el
contenido del documental.
La APH parece demostrarse pues como un fenómeno hipnótico genuino que
podría resultar útil en la práctica clínica y que, a nivel experimental, resulta
particularmente sugerente por suponer un modelo válido de amnesias funcionales.
Además, la confirmación de patrones diferenciales de activación en la APH podría
apoyar las teorías que sugieren que la hipnosis es capaz de estimular estados
mentales particulares.
3. Memoria dependiente-de-estado
Como se ha dicho, la amnesia poshipnótica es un fenómeno hipnótico provocado
por el terapeuta, por lo general buscando un objetivo terapéutico. Sin embargo,
ocasionalmente, sobre todo con sujetos altamente susceptibles a la hipnosis, puede
ocurrir una amnesia espontánea, que sí es dependiente-deestado. Como recuerda
Rossi (l 993), fue James Braid quien originó el con-
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222 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Memoria, amnesia e hipnosis 223
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224 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Pavlov, por ejemplo, no tuvo en cuenta todas las respuestas "internas" del
estrés de sus perros condicionados a salivar con la asociación "externa" de la
comida y el sonido. Investigaciones psicobiológicas más modernas están
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Memoria, amnesia e hipnosis 225
4. Hipermnesia
La posibilidad de que la hipnosis pueda mejorar la capacidad de un sujeto para
recuperar recuerdos reprimidos, suprimidos o de mejorar su memoria, ha sido
estudiada con interés aunque las conclusiones al respecto no son concluyentes.
Parece que la hipnosis puede facilitar un incremento de los recuerdos,
especialmente de imágenes visuales y palabras con sentido (Catena y Verdejo,
1994). Sin embargo, la investigación experimental sugiere que la hipnosis también
puede incrementar los falsos recuerdos así como estimular la confabulación.
Además, parece incrementarse también el nivel de confianza que los sujetos
atribuyen al material recordado con hipnosis, independientemente de su veracidad
(Kihlstrom, 1997).
Se ha argumentado que la hipnosis podría mejorar la capacidad de recordar
gracias a factores de tipo social o cognitivo, como expectativas positivas, aspectos
motivacionales o mediante una inhibición de la actividad lógico-
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226 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
analítica del sujeto. Por otro lado, también se plantea la posibilidad de que la
hipnosis facilite la habilitación de estados congruentes, mejorando los procesos de
memoria dependientes de estado. Y también se sugiere que la hipnosis podría
estimular contextos ricos en claves circunstanciales que permitirían superar
limitaciones de codificación y almacenamiento mnésico.
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Memoria, amnesia e hipnosis 227
Diversos casos anecdóticos también han llamado la atención sobre las posi-
bilidades de la hipnosis en el ámbito forense. La rememoración, mediante hipnosis,
de la matrícula de un coche implicado en un secuestro, que facilitó la captura del
delincuente (Waxman, 1983) se encuentra confrontado con otros casos
equivalentes con resultados negativos, como el caso del robo de un furgón
acorazado en Boston donde un testigo "recordó" en hipnosis la matrícula de un
coche que resultó ser el de su jefe y director de la Universidad de Harvard, quien (se
asegura) nada tenía que ver con el robo (Kihlstrom, 1997).
Como ya se ha dicho, la hipnosis podría favorecer el recuerdo. En el caso de
testigos, parece reducir las omisiones. Sin embargo, es pertinente recordar que la
hipnosis no incrementa la precisión de los recuerdos y puede incluir información
falsa que el sujeto estimaría con un alto nivel de confianza. En realidad, no existe
una diferencia franca con la calidad de los recuerdos obtenidos sin hipnosis y
supone, por ello, una herramienta que podría utilizarse en este contexto, siempre
que no se le atribuya al recuerdo con hipnosis una veracidad o una precisión que no
le corresponde. La propia configuración de la memoria como una actualización
constante de los recuerdos (teoría de la reconsolidación mnésica) implica que, en
todo caso, lo que recordamos es una reconstrucción de eventos pasados y no una
reproducción fiel de éstos.
Resumiendo, la posibilidad de incrementar el recuerdo con hipnosis merece ser
tenida en cuenta, también en el contexto clínico, asumiendo las consideraciones y
precauciones mencionadas sobre la posible producción de falsas memorias y
confabulaciones, unas precauciones por otro lado comunes a toda práctica clínica,
especialmente en el ámbito psicológico. Citando de nuevo a Barber, "tal vez un
cierto grado de desconfianza sobre nuestra capacidad para hacer frente a estos
casos suponga un grado saludable de buen juicio clínico" (Barber, 1998).
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228 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
1. Sugestiones Directas
"... Te encuentras en hipnosis profunda y vas a continuar en este estado
todavía durante un tiempo, pero cuando salgas de esta especie de sueño,
habrás olvidado lo que yo te he estado diciendo, será como si se hubiera
borrado de tu mente, sabrás que yo te he estado hablando, pero aunque
hagas el esfuerzo de recordar será inútil..." *
2. Sugestiones Indirectas
Pueden adoptar múltiples formas; la indirectividad nos facilita que no se
produzcan efectos paradójicos, ya que puede ocurrir que las sugestiones
directas de amnesia surtan en el sujeto el efecto contrario, que recuerde con
todo detalle lo que pretendemos que olvide.
"... Cada día, olvidamos muchos datos... incluso cosas que estamos
hablando ahora habrá un momento en el que quizá se olviden con inde-
pendencia de la importancia que tengan y esto es así porque tenemos dos
mentes... y a veces es necesario que una mente olvide para que la otra pueda
recordar mejor, así a veces nuestro inconsciente olvida mejor cuando la
mente consciente ha olvidado total o parcialmente lo que hemos dicho... es
muy curioso cuando tenemos algo en la punta de la lengua y sabemos que
está ahí, pero al mismo tiempo no está... cada día muchos materiales pasan a
nuestro subconsciente... ahora mismo está ocurriendo y puede que nuestro
cerebro olvide conscientemente hechos y también pensamientos... mis
pensamientos o tus pensamientos... o incluso los pensamientos que tienes
acerca de tus propios pensa-
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Anestesia y analgesia
12
Isidro Pérez Hidalgo
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234 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Anestesia y analgesia 235
la hipnosis es una técnica que entre otros efectos produce una relajación
psicofísica muy profunda, el estudio de Miller et al. (1991) demuestra que la
sugestión hipnótica de nuevo es el elemento fundamental de la
hipnoanalgesia y no la relajación.
Sin embargo, un estudio anterior (Malone et al., 1989) introduce matices
interesantes a la hora de entender mejor este punto. En su trabajo muestran
que hay dos dimensiones del dolor que podemos diferenciar. Distinguen
hipnoanalgesia e hipnorrelajación. Los sujetos en grupo de hipnoanalgesia
cambiaron la percepción del dolor en cuanto a intensidad, pero seguían
percibiendo el estímulo como desagradable, mientras que los sujetos que
estaban en el grupo de hipnorrelajación encontraban el estímulo menos
desagradable pero igualmente doloroso.
- La analgesia hipnótica no guarda relación con las imágenes mentales.
Aunque Kroger y Fezler (1976) han destacado la importancia de las imágenes
mentales en el trabajo con hipnosis, y a pesar de que cualquier clínico puede
corroborar este punto, de nuevo la investigación experimental parece
contradecir, al menos en el tratamiento del dolor, que el uso de imágenes sea
relevante como refuerzo a las sugestiones hipnóticas. Así se desprende de
los trabajos de Hargadon et al. (1995).
- La hipnosis puede producir dolor mediante el uso de sugestiones empleando
circuitos neuronales específicos.
El estudio de Derbyshire et al. (2004) demostró que el dolor inducido
mediante hipnosis producía una activación relevante de determinadas áreas
como el tálamo, la ínsula, el córtex cingulado anterior o el cór-tex prefrontal,
compartiendo estos canales con el dolor inducido por medios físicos.
Además, se observó en el dolor inducido mediante hipnosis una activación
significativa del córtex somatosensorial primario.
Por otra parte, en una revisión de Stoelb et al. (2009) en la que se resu men
estudios previos sobre el tratamiento de dolor crónico y agudo en adul tos, estos
autores extraen las siguientes conclusiones:
- La analgesia hipnótica produce mayores efectos analgésicos en una
amplia gama de trastornos al compararla con tratamientos estándar o
grupos sin tratamiento.
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236 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Anestesia y analgesia 237
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238 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Ahora, pellizcaré su mano y sentirá que su piel se retuerce pero que la anestesia
continúa ahí... (Se pellizca entonces la mano y se observa si hay alguna reacción de
incomodidad o se le pregunta al sujeto). ¡Bien!, ahora estamos comprobando que la
mano está anestesiada y podemos apoyar la mano sobre una parte del cuerpo
dolorida y transmitirle esta anestesia (también se puede, si la parte dolorida no está
al alcance de la mano anestesiada, emitir una sugestión para pasar ese
acorchamiento o generalizarlo sin hacer ningún tipo de movimiento). Ahora estás
sintiendo ese alivio que va aumentando... continúa muy relajado, se encuentra cada
vez mejor". (Ver-balización del autor).
Otra muestra, también con sugestiones directas, puede ser la técnica que
Hammond (1990) denomina "anestesia progresiva":
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Ahora siente ese confort y ese descanso extendiéndose por tus hombros
(pausa), tu pecho (pausa), tu estómago (pausa), la parte inferior de tu espalda
(pausa) y tu abdomen. Con una sensación de descanso, comodidad, inmovilidad y
rigidez. Descansando tan profundamente que es como si esas partes de tu cuerpo
se durmiesen ahora".
(Se continúa hasta cubrir todas las partes del cuerpo. Pueden usarse señales
¡deomotoras en cualquier momento de esta progresión).
Recuerdas que hemos estado hablando acerca de una metáfora inusual para
tratar tu dolor: hablábamos de la coreografía de ese dolor, y has reconocido que sin
lugar a dudas algunos aspectos de tu vida parecían girar en torno al dolor como si no
hubiera escapatoria.
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240 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
Después encontremos algo incluso más intrigante ¿qué ocurre con los bailarines
internos? ¡Eso es una ¡dea diferente! ¿Qué haces con eso? Quizá podamos hablar
de ello, cuando salgas de la hipnosis, pero por ahora descubre lo que significa para
ti cuando digo "¿quiénes son los bailarines internos?", estaré callado durante un
tiempo para darte la oportunidad de explorar esa ¡dea. (Mantener un silencio de
unos treinta segundos).
Hay muchas metáforas posibles que pueden servir para usos anestésicos,
veamos otro ejemplo de Edgette y Edgette (1 995).
"Puedes recordar cómo hacías ese hombre de nieve y lo disfrutabas tanto que
permanecías al aire libre demasiado tiempo. Y notabas que tus manos y
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Anestesia y analgesia 241
puede que también tus pies se iban haciendo cada vez más fríos e insensibles, pero
era un frío muy agradable y una insensibilidad muy agradable porque sabías que
duraría un periodo de tiempo que podías controlar. A lo mejor te sentabas en la tierra
y construías una parte de ese hombre de nieve y sentías que tus posaderas se
volvían también frías e insensibles. Más tarde entrabas en la casa y sentías todavía
más esa insensibilidad que se extendía más por tu cuerpo y que podía ser una
insensibilidad fría o caliente. Ahora, puedes recordar esa experiencia y recrearla tú
solo".
A este respecto, estos autores señalan que "la anestesia y la analgesia pueden
inducirse recordando a los pacientes situaciones de su vida en que experimentaron
esos fenómenos de forma natural. Recordemos que Erickson creía que la mayoría
de los fenómenos hipnóticos ocurren en la vida cotidiana con cierta frecuencia y que
incluso la hipnosis es una experiencia natural y diaria"
1.3. Disociación
Otra de las estrategias más utilizadas para evocar la analgesia o la anestesia es
la disociación. Aunque la palabra "disociación" se puede entender de modos
diferentes dentro de la terapia con hipnosis, en este caso el término disociación hace
referencia a un desdoblamiento que podríamos llamar Visokinestético, en el que el
paciente bajo hipnosis puede trasladarse mentalmente a otras situaciones
separadas por el tiempo y/o el espacio. Esta maniobra se traduce habitualmente en
una disminución de la sensibilidad aunque no se empleen sugestiones específicas
de anestesia o analgesia.
"Ahora, puedes sentir que una parte de ti puede desplazarse a través del espacio
y el tiempo, puedes encontrarte en una playa disfrutando del sol, del aire limpio con
ese ligero olor a sal, caminar y explorar ese lugar tan agradable con tus cinco
sentidos... disfrutando intensamente mientras tu cuerpo duerme profundamente y se
queda aquí conmigo, tu cuerpo sigue las instrucciones que yo le estoy dando
mientras tu mente y tus sentidos están muy lejos gozando de una tranquilidad
especial, dejándose absorber por ese ambiente tan grato, el cuerpo cada vez más
relajado en un sueño cada vez más profundo... (podrían hacerse aquí algunas
pruebas para verificar la insensibili-
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242 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
1.4. Hiperestesia
Cuando hablamos de trances oposicionales, podemos decir que la hiperestesia
es un fenómeno contrario a la anestesia, que se caracteriza por un aumento de la
sensibilidad, a veces hasta extremos insospechados. Cuando aparece este
fenómeno en la historia clínica del paciente, no suele denominarse de este modo
por los clínicos que han tratado el caso, aunque el estudio de la hipnosis nos lleva a
considerar la importancia de la hiperestesia en muchos de los problemas que vemos
en consulta. Determinados tipos de dolor, la eyaculación precoz, la hipocondriasis y
otros trastornos habituales en la práctica clínica pueden tener componentes
hiperestésicos que en la exploración vemos claramente relacionados con eventos
sensibilizadores. La sensibilidad excesiva no cabe duda que está sujeta también a
factores aten-cionales, ya que como afirmó Wolinsky (1991): "no puede haber
fenómenos de trance profundo y por tanto síntomas sin que se produzca un
estrechamiento del foco de atención". En su trabajo, este autor habla en general de
distorsión sensorial refiriéndose a este aspecto como una experiencia física en la
que las sensaciones son o bien amplificadas enormemente o disminuidas
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Anestesia y analgesia 243
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246 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
nótica, mientras que las alucinaciones poshipnóticas eran propias del grado nueve,
el más profundo de su escala. Otros autores de la época como Bertrand, en 1923,
llegaban a incluir en sus escalas la idea de que el sonambulismo hipnótico no solo
incluía alucinaciones como tal, sino también fenómenos de clarividencia o éxtasis.
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Anestesia y analgesia 247
Bryant y Mallard (2003) confirmaron en su estudio que los sujetos con mayor
capacidad hipnótica reaccionaban concediendo una atribución de realidad externa
más marcada que los sujetos menos hipnotizables cuando son sometidos a
sugestiones hipnóticas.
Spiegel (2003) insiste en que la alteración perceptual influye sobre el fun-
cionamiento del cerebro. Destaca que aquellas sugestiones hipnóticas que reducen
la percepción, creando una obstrucción ilusoria, tienen efectos sobre el córtex que
son medidos con técnicas de potenciales evocados (ERP) y flujo sanguíneo
regional (PET). Dichas sugestiones parecen activar el sistema aten-cional anterior,
sobre todo el córtex cingulado anterior.
Oakley y Halligan (2009) señalan que "existen claras similitudes entre la
fenomenología de la ceguera inducida mediante hipnosis y casos clínicos de
pérdida de visión después de lesiones del córtex visual. Esto no nos lleva en
cualquier caso a asumir que la misma forma de patología orgánica observada en
pacientes neuropsicológicos es replicada funcionalmente en hipnosis. Podría ser
que esos signos y síntomas puedan generarse medíante procesos descendentes de
importancia recogidos y amplificados por los procedimientos hipnóticos con objeto
de producir una actividad o experiencia clínicamente similar. Las posibilidades de
una convergencia estructural próxima no deberían excluirse y es interesante
señalar, por ejemplo, que las áreas cerebrales suprimidas en respuesta a las
sugestiones hipnóticas de pérdida de la percepción cromática se corresponden
estrechamente con las áreas occipitales ventrales identificadas independientemente
como implicadas en aquellas lesiones que producen acromatopsia."
De todo lo anterior, deducimos que la investigación nos lleva a pensar que para
el sujeto bajo hipnosis las alucinaciones están muy próximas a la realidad y que
tendríamos que considerar que en su cerebro se producen variaciones significativas
ante la emisión y asimilación de ese tipo de sugestiones. Aquí tendríamos que
distinguir las alucinaciones como un fenómeno que va más allá de lo que
llamaríamos "ensoñación en vigilia". Esta diferencia puede ser de grado y desde
luego el sujeto que ha pasado por la experiencia alucinatoria la narra como muy
próxima a la realidad y frecuentemente indistinguible.
En general, dentro de la práctica clínica podríamos estudiar si el paciente tiene
ya una propensión a producir alucinaciones, y a menudo encontramos en
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248 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
la historia clínica que pacientes que no podrían ser catalogados como psicóti-cos
manifiestan haber pasado a lo largo de su vida por percepciones inusuales. En
muchos casos, estas alucinaciones ocurren coincidiendo con épocas de intenso
dolor emocional, por ejemplo en un periodo de duelo ante el fallecimiento de un ser
querido, cuando es relativamente habitual que se produzcan visiones fugaces del
difunto. También podríamos encontrar alucinaciones coincidentes con una
personalidad "tendente a la fantasía", como observaron Wilson y Barber (1981,
1983), que refieren habitualmente un mundo interior fantasioso, a menudo con
experiencias paranormales. Como señalan Parra y Espinoza (2009), existen
muchos casos de personas que experimentan alucinaciones que no acuden a
servicios psiquiátricos, y comentan que "la presencia de alucinación no es
equivalente de esquizofrenia. Las condiciones de vida pueden generar este
fenómeno. Las alucinaciones son síntoma de trastorno psicóti-co sólo cuando el
individuo cree firmemente en estas como verdaderas, menospreciando lo que la
gente dice a su alrededor". La Escala de Absorción de Tellegen (Tellegen &
Atkinson, 1974) y el Inventario de Experiencias Wickram (Wickramasekera, 1988)
nos proporcionan un modo sistemático de entresacar de la historia clínica del
paciente lo que podríamos llamar "sucesos hipnóticos naturales". Existen versiones
en castellano de estas dos escalas (Robles, Nieto, Cuadros & Pérez, 2010; y Pérez
Hidalgo, 1992, respectivamente).
Podemos llegar incluso al punto de considerar que las alucinaciones producen
cambios fisiológicos, como en los estudios de Chertok (1985), en los que estudia las
vesicaciones, es decir la formación de quemaduras a partir de un estímulo falso.
Según este autor, la experiencia de la vesicación demuestra que la sugestión
provoca modificaciones en los tejidos que sólo se producen en respuesta a
estimulaciones trasmitidas por los órganos receptores. Más desconcertante todavía
resulta la descripción de Weitzenhoffer (2000) de la producción de una señal
alucinada en un naipe puesto boca abajo, que es reconocido por el sujeto bajo
hipnosis después de haber sido mezclado con otras cartas de una baraja nueva.
Este autor señala que esta demostración en realidad indicaría un aumento
espectacular de la agudeza visual, pero que al mismo tiempo muestra algunas de
las características de las alucinaciones positivas. En esta experiencia se supone
que el sujeto es capaz de distinguir la carta "marcada" por las pequeñas diferencias
de impresión en el reverso de unas y otras cartas pertenecientes a una misma
baraja.
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250 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Anestesia y analgesia 251
Aunque las alucinaciones pueden tener una finalidad clínica, ahora nos estamos
ocupando fundamentalmente de su inducción con motivo de comprobar la
profundidad. Si sabemos que un sujeto puede desarrollar este tipo de fenómenos
hipnóticos, contamos ya con la posibilidad de aplicar en el tratamiento hipnótico
propiamente dicho distorsiones perceptivas que puedan tener un valor terapéutico.
Por ejemplo, si tuviéramos que tratar un caso de aerofobia, podríamos crear un
escenario que el sujeto percibirá como real de modo que puede sentirse como si
estuviera realmente en un avión, y podemos controlar esa realidad virtual mediante
una serie de sugestiones. No sería necesario en una primera instancia que el
paciente suba a un avión, sino que podemos trabajar en esa situación imaginaria. La
alucinación hipnótica tendría más poder de influencia que la mera imaginación, por
todo lo que mencionábamos arriba.
Otro ejemplo de alucinación poshipnótica negativa sugerida de forma directa
sería el siguiente:
"Cuando abras los ojos y ya estés fuera de trance, mirarás a tu alrededor... todo
está en su sitio, pero ya no ves la lámpara que estaba sobre la mesa, ha
desaparecido. Podrás verla de nuevo cuando yo te diga ahora...".
El ejemplo anterior incluye una contra-sugestión para anular la alucinación. En
muchos casos, podemos utilizar esta modalidad de contra-sugestiones cuando
comprobamos que el paciente está respondiendo en el sentido deseado. A veces la
expresión de sorpresa puede ser un indicador suficiente de que la sugestión ha
dado resultado, o los movimientos de la cabeza u otro tipo de señales corporales.
También se puede preguntar al consultante de forma directa si está percibiendo ya
el efecto buscado.
Podría hablarse asimismo de las alucinaciones sugeridas de manera indirecta.
Yapko (2003) explica que las sugestiones indirectas para producir alucinaciones a
menudo toman la forma de sugestiones positivas que buscan experimentar lo que
podría excluir la experiencia no deseada: "más que
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252 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
sugerir directamente no sabrás si alguien más está contigo, con objeto de que el
cliente alucine negativamente sobre la presencia de otras personas en su entorno,
conseguimos esa alucinación negativa de forma indirecta sugiriendo directamente,
puedes estar solo o mediante la sugestión indirecta ¿Dónde se han ido todos?".
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Anestesia y analgesia 253
Orne considera que solo deberían catalogarse como verdaderas alucinaciones las
de los tipos 3 y 4.
Las observaciones de Orne pueden en mayor o menor medida extenderse de la
percepción visual a otras modalidades.
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Habilidades
del
hipnoterapeuta
1. Introducción
Admitiendo como punto de partida que la hipnosis no es en sí misma una terapia
(Lankton,l 982; González Ordi & Miguel-Tobal, 1993; Kirsch et al., 1993; Jara &
Martínez, 1999; Yapko, 1999), sino una herramienta terapéutica (Yapko, 1 999,
p.52), y que, por su plasticidad, se adapta prácticamente a cualquier enfoque
terapéutico, por lo que es posible utilizarla en combinación con el psicoanálisis,
gestait, focusing, terapia cognitiva de Beck, terapia racional-emotiva de Ellis, etc.
(Ramos Gascón, 2002, p.17), consideramos que las habilidades de un terapeuta
que decida incorporar la hipnosis como una herramienta más en su práctica clínica,
no difieren, en su base, de aquellas que ha de manifestar cualquier terapeuta clínico
en otros abordajes de tratamiento.
En consonancia con la prescripción de Hawkins (2007, p.57), en la que indica la
necesidad de ser primero un buen terapeuta, para poder llegar a ser un buen
hipnoterapeuta, relatamos a continuación algunas de las habilidades generales que
ha de mostrar un terapeuta, indicadas por expertos en distintas líneas de trabajo
clínico:
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256 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Habilidades del hipnoterapeuta 257
Intervenciones facultativas
(¡v) Catártica- animar al paciente a liberar tensión a través de la risa, el llanto,
el temblor o el tartamudeo.
(v) Catalítica- reflejar, animar la resolución auto-dirigida del problema.
(vi) De apoyo- aprobar, confirmar y validar al paciente como ser humano. Una
intervención de apoyo afirma el valor y el merecimiento del paciente.
Sin embargo, al categorizarse la hipnosis clínica como la habilidad para usar las
palabras y los gestos de manera particular y conseguir resultados específicos,
enfatizándose el uso de procesos hipnóticos como agentes de comunicación y
cambio efectivos (Yapko, 1 999, p. 15), cabe señalar algunas peculiaridades que
¡remos abordando en las siguientes páginas, y que, por su importancia, ha de tener
en cuenta el terapeuta que aplique técnicas hipnóticas, ya que "adquirir habilidades
hipnóticas es una manera de aumentar las habilidades clínicas, y puede ayudar a
obtener resultados más duraderos en el trabajo terapéutico realizado".
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258 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
- Miedo a fracasar.
- Miedo al poder o autoridad.
- Miedo a que otros terapeutas dispongan de mejores técnicas.
- Miedo a lo inesperado.
- Miedo a la reprobación por parte de otros clínicos.
3. Formación en hipnoterapia
"Recibir adecuada formación en hipnoterapia, de manos de buenos clínicos,
siendo aconsejable que los estudios procedan de universidades, colegios
profesionales, o de profesionales colegiados con dilatada experiencia en el
tratamiento con hipnosis, así como mantener un aprendizaje permanente,
actualizando los conocimientos y habilidades de manera continuada, son
condiciones indispensables para el adecuado ejercicio de esta importante
habilidad" (Pérez Hidalgo, 2006).
Para abordar esta cuestión, resulta del máximo interés para el lector tanto el
conocer la valoración sobre el estado de la formación en hipnosis para psicólogos
en España de Vallejo & Capafons (2005, pp. 41-42), como las recomendaciones
para profundizar en la hipnosis indicadas por Yapko (1999, Cap.25, pp. 217-219) y
las orientaciones de la División 30 de la American Psychological Association
"Society of Psychological Hypnosis".
4.Práctica de la hipnosis
Según palabras de Cobián "el problema de hipnotizar no es complejo en sí
mismo; sólo requiere algunos elementos que, a mi modo de ver, son muy
importantes y están relacionados con la técnica o las técnicas, con la voluntad
expresa del terapeuta y el paciente (o del experimentador y del sujeto que se
hipnotizará, en otros casos) y, por último, con determinados rasgos de per-
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Habilidades del hipnoterapeuta 259
1. No hipnotizar nunca sin haber hecho una evaluación psicológica del sujeto o
paciente, pues su no realización puede conducir a errores de aplicación y a la
ineficacia del método. Debe explicársele, asimismo, qué es la hipnosis, sus
posibilidades en función de sus necesidades y obtener la aceptación por parte
de éste.
2. Una vez lograda la disposición, aplicar pruebas o técnicas de
sugestio-nabilidad muy sencillas, que permitan asegurar la evaluación de
objetos diagnósticos de una manera rápida y que no impliquen procesos
angustiantes para el paciente.
3. En todo momento, el hipnólogo debe poseer y expresar atributos tales como
seguridad y confianza en sí mismo, dominio de la técnica o técnicas,
serenidad y plasticidad en su conducta, manejo ético de la situación. Todo
ello llevará al paciente a recibir de un modo muy positivo la influencia del
terapeuta, lo que a su vez le brindará confianza y seguridad.
4. Si en el momento del proceder, bien con las técnicas diagnósticas de
sugestionabilidad o con las hipnóticas propiamente dichas, el paciente o
sujeto se muestra tenso o intranquilo, y no se logran los objetivos propuestos
porque hay resistencia o temores por parte de éste, nunca deberá forzarse la
situación, lo cual no quiere decir que no se realicen nuevos intentos (1 o 2), en
los que el hipnólogo debe mostrarse siempre relajado e inspirar confianza. Es
importante, no obstante, no insistir demasiado, pues vale la pena interrumpir y
dejarlo para otra nueva sesión o incluso para otro día. Este aplazamiento
evitará la frustración para el hipnólogo, sobre todo cuando es novel, y que
aparezcan elementos de incredulidad en el paciente o que éstos se
exacerben si ya existen en alguna cuantía.
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EMPLEO DE LA MIRADA
MANEJO DE LA VOZ
GESTUALIDAD
SUGESTIONES DE
CONTACTO FÍSICO
ACOMPASAMIENTO
GLOBAL
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1 Por ejemplo, la sesión de relajación del Dr. Jorge Cuadros, disponible de forma gratuita en la página web de
Hipnológica (http://www.hipnologica.com/audios/78-relajacion.html), que además de permitirnos en su primera parte
alcanzar un estado agradable de bienestar, en su segundo tramo facilita la generación de soluciones creativas a
nuestros problemas, mediante el Proceso Creativo de 4-Estadios (Rossi, 2002).
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266 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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268 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Habilidades del hipnoterapeuta 269
como el "conjunto de síes" (Erickson & Rossi, 1979), siendo este un patrón de
respuestas afirmativas a las sugestiones que se le hacen, construyendo un
estado mental favorable a la aceptación, yendo de lo general a lo particular,
utilizando una serie de truismos mediante la formulación de 3 o 4 tópicos
seguidos que han de ser aceptados por el cliente en silencio, pudiendo entonces
incorporar más tópicos que también serán aceptados. También se puede
propiciar el rechazo a las sugestiones mediante el uso del "conjunto de noes",
o estimular el escepticismo y la incertidumbre empleando un conjunto de "no
sé". - Si procede, sustituir la palabra hipnosis por otros términos, si al cliente le
inspira temor y dudas, pudiendo cambiarla por otros términos apro-ximativos
(visualización, fantasía guiada, relajación controlada, imágenes mentales), ya
que lo importante para garantizar que la hipnosis esté presente es que exista un
estado de concentración mental ceñido a las sugestiones recibidas, una
experiencia disociada y una influencia como resultado, siendo lo de menos el
nombre que tenga.
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276 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
tomar cada caso tal como le llegaba, formulando hipótesis específicas para
cada cliente en particular.
- Albergó dudas razonables sobre la inmutabilidad del carácter/personalidad,
asumiendo una posición pragmática sobre la determinación genética de la
personalidad desde una edad muy temprana, basando su terapia en la
existencia de aspectos alternativos de la personalidad susceptibles de
sacarse a la luz y utilizarse para beneficio del individuo.
- Dudó de la funcionalidad de los síntomas, admitiendo que, aunque fuera
posible que los problemas hubieran surgido por razones funcionales,
después de cierto tiempo tal vez dejarían de cumplir esa función y persistirían
solamente porque los seres humanos quedan pautados de esa manera.
- También desplazó la responsabilidad por los resultados en la terapia, desde
el terapeuta hasta el cliente, considerando que la responsabilidad de este
último estriba en hacer algo, en términos de experiencia, de conducta, o de
unos y otros. Es el paciente quien realiza la terapia. El terapeuta sólo
proporciona el clima, la atmósfera que favorece el cambio, dando forma (por
medio de palabras y acciones) a una expectativa de éxito, y utilizando e
incorporando al tratamiento las objeciones, el estilo y la "resistencia" del
paciente.
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Habilidades del hipnoterapeuta 279
9. Corolario
Concluimos este capítulo con las aseveraciones de varios psicólogos clínicos,
expertos en hipnosis, con la confianza de haber generado en el lector el anhelo por
aprender y profundizar en el conocimiento de esta excelente herramienta
terapéutica, deseándoles un feliz y fructífero viaje.
"El entrenamiento específico habitual en técnicas de hipnotismo o, en general,
en técnicas sugestivas (p.e.: terapia de autorregulación) pone quizás un
excesivo énfasis en la tecnología y demasiado escaso en la metodología y
epistemología. Comprender más ampliamente el cómo y el por qué
subyacentes a las técnicas hipnóticas puede dar mayor autonomía y dominio
al practicante, facultándole de un modo claro para la improvisación bien
fundamentada, para el desarrollo y refinamiento de nuevas técnicas y para la
traslación de los fundamentos pertinentes del trabajo hipnótico a otros
momentos y apartados de su trabajo. Resulta importante para todo terapeuta,
independientemente de su corriente teórica dominante, conocer y manejar
ciertas "habilidades hipnóticas", aunque sea para utilizarlas en un contexto
diferente a la hipnosis formal, si quiere mejorar su eficiencia en la inducción de
las nuevas representaciones y cambios útiles para el cliente. En definitiva,
quizá bastante más importante que el aprendizaje de unas técnicas estándar,
sea comprender en qué consiste liderar una relación y cómo es estar en
posición de influencia. La hipnosis se muestra indudablemente muy
reveladora en ese sentido, y acercarse a ella con este enfoque puede resultar
mucho más fructífero que estudiarla como algo demasiado cerrado y
estandarizado. El entrenamiento en hipnosis y habilidades de la hipnosis para
profesionales podría verse mejorado con la atención consciente, más
detallada y sistemática, a los diferentes elementos tecnológicos,
metodológicos y epistemológicos que en el proceso hipnótico entran en juego"
(Jara Vera, 2005).
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280 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
"Mantenga vivo el principio de "No hacer daño". Ello le evitará caer en errores
éticos y a la vez fortalecerá su capacidad humana y voca-cional hacia el
sujeto que requiere su atención. Sea honesto y reconozca las limitaciones
propias, lo que ensalzará su estatura humana y científica; se verá impelido a
profundizar sus conocimientos y experiencias. Recuerde que la hipnosis es
válida y posible de aplicar, pero no una que sirva para todo y para todos, por
lo que no debe forzar su uso donde no tenga posibilidades. Si se decide por
un método o una escuela, recuerde que los otros también son útiles. Acudir a
ellos no significa en modo alguno modificar su postura. No olvide que
mientras más sepa y destine su conocimiento a los fines más nobles de la
humanidad, más podrá hacer por ella y para ella" (Cobián Mena, 2004).
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Habilidades del hipnoterapeuta 281
APÉNDICE 1
Estructura para la autohipnosis. E. Sheehan, 1997.
1. Siéntate y ponte cómodo/a. Cierra los ojos. Date permiso a ti mismo/a para
usar este inapreciable período de tiempo única y exclusivamente en tu
beneficio.
2. Concéntrate en tu respiración. Permite que tu mente vaya siendo consciente
de las distintas sensaciones que experimentas a medida que respiras. Esto
incluye el subir y bajar de la caja torácica y el que el aire sea un poco más frío
cuando lo inhalas y un poco más caliente cuando lo exhalas. Dejarte absorber
por el ritmo de tu respiración puede llegar a ser una experiencia sumamente
relajante. Deja que tu respiración se vaya haciendo más lenta hasta que se
vuelva apacible y tranquila, sin tratar de forzar el proceso.
3. Sé consciente de cualquier tensión que haya en tu cuerpo o en tu mente y
permite que salgan de tu cuerpo y de tu mente cuando EXHALES. Cada
nueva exhalación hará que cualquier tensión que pueda haber dentro de ti se
vaya disipando a medida que eliminas las tensiones de tu cuerpo con este
método tan especial.
4. Cuando INHALES, permite que la calma y el bienestar entren en tu cuerpo.
Poco a poco, y a medida que vayas expulsando las tensiones de tu cuerpo
con cada exhalación y dejes entrar la calma y el bienestar con cada
inhalación, te bastará con seguir respirando para sentirte lleno/a de calma y
paz. Da permiso a cada nervio, músculo y fibra de tu cuerpo para que se
relajen.
Por ejemplo, puedes imaginar que inhalas y exhalas el aire a través de la piel
de tu cuerpo, permitiendo que la piel se sienta tonificada y vigorizada con
cada inhalación y dejando que se relaje con cada exhalación.
También puedes ir tensando muy lentamente los músculos de los pies y
mantener esta tensión durante un momento, dejando después que la tensión
se vaya disipando de manera muy gradual, continuando con la tensión y la
relajación, mientras vas ascendiendo poco a poco por los grupos musculares
del cuerpo: Pantorrillas, Muslos, Nalgas, Estómago, Pecho, Espalda, Manos,
Brazos, Hombros, Cuello, Cara y Cráneo. Mien-
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282 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Habilidades del hipnoterapeuta 283
APÉNDICE 2
Proceso orientado a los objetivos. Yapko, 1999*
*Esta transcripción figura en el vídeo "Using hypnosis in the treatment of depression",
realizado por Michael D. Yapko (Brunner/Mazel, 1992)
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284 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Habilidades del hipnoterapeuta 285
naria sensación de control... de poder personal... cuando conoce y valora todas las
partes de usted mismo... y sabe cómo... entrar y salir de cada una... ¿Y no es
valioso poder aprender de la experiencia de los demás?...
Recuerdo que no hace mucho tiempo trabajé con una persona... que describía
que vivía con una mujer a la que quería mucho... pero se daba cuenta de que
muchas veces por la mañana... antes de irse a trabajar... y dirigirse hacia caminos
diferentes durante el día... tenían pequeñas discusiones... conflictos simples como
quién recogería la leche al volver a casa... o quién se pararía y compraría el
periódico antes de volver... Y se decían entre sí cosas que no eran particularmente
agradables ni educadas ni cariñosas... Estaba hundido... y estaba tan triste que
decía que ni siquiera podría ir a trabajar... y estaba tan confuso respecto a cómo
podían tener esas discusiones... y su novia podía seguir yendo a trabajar... Qué
importante fue que aprendiera... a separar su vida personal... de su vida laboral...
sus sentimientos personales... de su capacidad para funcionar... en el trabajo... E
incluso dentro de sí mismo... necesitaba aprender a separar su frustración y su
enfado... de las cosas que decía a su novia... para afrontar las diferencias entre
ellos... sean grandes o pequeñas... de manera respetuosa...
Los sentimientos internos de rabia se pueden separar de... decir cosas que son
mezquinas o destructivas... Hay un muro que separa las emociones de las
acciones... la rabia de la violencia... los sentimientos de deseo o atracción de las
conductas irresponsables... y usted está descubriendo ahora... que puede separar
diferentes partes de su experiencia... que incluso puede separar la experiencia que
tiene normalmente de usted mismo de la que tiene cuando está hipnotizado/a... y
puede separar todas las cosas que tiene que hacer más tarde hoy... de esta
experiencia que está teniendo ahora... de relax... y escucha... y aprendizaje...
Ahora sabe... que todos los países... todos los Estados... tienen sus fronteras...
Existe una línea... que separa... Estados Unidos de Canadá... y Estados Unidos de
México... Hay una línea que separa... el Estado en el que usted vive... del Estado
vecino... y la ciudad en la que vive... de la ciudad de al lado... Estados Unidos...
incluso tiene... patrullas de aduanas... que tienen la tarea de mantener la integridad
de nuestras fronteras... para dejar dentro lo que debe quedar dentro... y dejar fuera
lo que se debe quedar
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286 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Epílogo
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288 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Listado (alfabético) de Autores
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290 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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Referencias bibliográficas
© Editorial EOS
292 Hipnosis en la práctica clínica. Técnicas generales
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