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CAPITULO VI

DE LOS DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE CULTOS Y EL


SENTIMIENTO RELIGIOSO

TURBACIÓN DE ACTOS DE CULTO

Delito de Turbación de Actos de Culto 3.1.1 Antecedentes Históricos A lo largo


de la historia los delitos contra la libertad de cultos y el sentimiento religioso
fueron instituyéndose y evolucionando en diferentes períodos trascendentales
de la historia de la humanidad, lo cual generó que en la actualidad, sean
comunes las prácticas de dichos tipos penales por la evolución obtenida, para
ello Challaye Felicien, citado por Irrueta Goyena299, menciona la siguiente
clasificación de los períodos en los cuales se fueron desarrollando dichos
preceptos legales:

a) Período Teológico: “En dicho período la religión lo fue todo, porque


dominaba a la ciencia, la moral, la política, el arte; el hombre estaba
determinado en esta etapa a fomentar intereses espirituales; dicho
período se caracterizo porque se confundía el delito con el pecado, tal
como sucedía en Roma ya que la religión estaba tan identificada con el
Estado, que el delito contra la religión, se confundía con el delito contra
el Estado, y era castigado como delito de lesa majestad, siendo
memorables las persecuciones que se hacían a los cristianos”.
Indudablemente los actos mas reprochables y que por ende se
consideraban mas graves y que existieron en aquella época fueron los
destinados a atacar directamente la religión, por ser considerados
ofensas a la divinidad, produciendo así consecuencias graves, y las
penas que se imponían tenían como fundamento un desagravio divino,
había que sancionar para evitar un castigo de Dios hacia la sociedad, y
era impuestas por el sacerdote que era el juez. b) Período Político: Las
sociedades se dieron cuenta de la relevancia que tenía la religión para la
política ya que a través de ella podían obtener grandes logros por
constituir una fuerza de unidad, ya que las figuras delictivas
relacionadas con la religión obedecían a concepciones políticas porque
los Estados veían en ella su conservación, sirviéndose en varias
oportunidades algunos soberanos de ella para imponer su
homogeneidad y consistencia a sus Estados, otros la utilizaban para
impulsar o darle prestigio a la conquista, dando origen al
enriquecimiento de las órdenes religiosas, centrándose en intereses
económicos sociales y políticos de la sociedad. Por tal motivo en todo el
derecho intermedio permaneció la religión católica como religión del
Estado conminando penas severas contra los blasfemos, los herejes, los
injuriadores de imágenes, los profanadores de ceremonias y los que
practicaban la hechicería o la magia negra.

b) Período Liberal: Las ideas iluministas y la política de reformas, en el


siglo XVIII, fueron disminuyendo los rigores de las leyes contra los
delitos religiosos. Ya en el siglo XIX, las ideas liberales aconsejaron a
los Estados, no acriminar tales hechos y con más exactitud sancionar
solo aquellos que más que una violación contra la religión, constituyeran
una lesión a la libertad individual en materia de conciencia. La
Licenciada Enríquez Sánchez300, manifiesta que conforme avanzaron
las ideas respecto a los delitos en aquella época, estos se ven
transformados en un conjunto de principios donde el hombre es libre de
poder expresar sus creencias y lo que cree correcto acerca de los temas
relacionados a la divinidad, dando paso al nacimiento del respeto a los
cultos y a la libertad de religión por parte de cada ser humano,
convirtiéndose está última en una relación entre la persona y Dios,
quedando en facultad del Estado proteger la libertad de culto y penar a
todos aquellos que de una forma u otra impidieren de cualquier forma la
celebración pacífica y la práctica de la religión. Cabe resaltar que en
Guatemala el antecedente histórico más conocido se encuentra en
tiempos de la colonia cuando los españoles evangelizaron a los
habitantes de esa época, poniendo en práctica la religión católica, la
cual estaba normada en el ordenamiento penal de las leyes Indias y los
códigos de aquella época. Y la reforma liberal que encabezó el general
Justo Rufino Barrios, produjo una separación entre la religión católica y
el Estado, lo cual originó que se incorporara a la normativa un capítulo
relacionado a las inhumaciones ilegales de cadáveres, dejando atrás el
capítulo que regulaba únicamente a la religión católica y de allí en
adelante se fueron produciendo las diferentes reformas que dieron
nacimiento a la legislación que hoy en día rige en Guatemala.

3.1.2 Concepto y Definición a) Doctrinaria Para poder realizar una


correcta acepción de este delito, es necesario definir los términos que la
conforman: El diccionario de la Real Academia Española301, indica que
culto se deriva del latín cultus que viene del verbo colere y significa
“honrar, venerar”, ahora bien el Tratadista Irrueta Goyena302 ,
manifiesta que la ceremonia religiosa o culto es: “Los ritos distintos de
las funciones religiosas que se realizan en cualquier sitio, no
necesariamente en un lugar destinado al desarrollo, con asistencia de
un ministro de culto, o también sin dicha asistencia, en lugar destinado
al culto o simplemente público o abierto al mismo”. El culto es lo que
ayuda a los individuos a entregarse a ese ser supremo, para pedir
beneficios y perdón sobre las prácticas que se realizan en la tierra,
realizando alabanzas, adoraciones y peticiones individuales o en
conjunto. Asimismo también establece el Diccionario de la Real
Academia Española que turbación viene del latín turbare y significa
“Alterar o interrumpir el estado o curso natural de algo”, y para ello
Goyena afirma que interrumpir o impedir significa: “Obstaculizar en una
forma eficaz el comienzo de una función o de una ceremonia y obtener
el cese de la misma, de manera que impide, el que por medios eficaces
pone trabas al comienzo de la ceremonia o de la función religiosa y el
que las hace terminar después de haber comenzado”. Ahora bien a lo
largo de la historia ha existido mucha controversia, entre las similitudes
o diferencias que han existido entre el culto y la religión.

Legal o Tipo Penal El Código Penal Guatemalteco304, Decreto Número


17-73, tipifica en el Libro II, Título V, Capítulo VI “Delitos contra la
libertad de cultos y el sentimiento religioso”, así: Artículo 224 Turbación
de Actos de Culto, el cual literalmente establece: “Quién interrumpa la
celebración de una ceremonia religiosa o ejecute actos en menosprecio
o con ofensa del culto o de los objetos destinados al mismo, será
sancionado con prisión de cinco meses a cinco años”. 3.1.3 Elementos
del Tipo Objetivo a) Bien Jurídico Tutelado En este delito el bien jurídico
protegido es el sentimiento religioso y las propias creencias religiosas,
ya que busca que las celebraciones de las ceremonias del culto que se
trate, se lleven a cabo con el debido respeto, además protege los
objetos destinados al mismo toda vez que son instrumentos necesarios
para la práctica de las celebraciones devotas de cualquier culto; y
aunque no obstante nuestra Carta Magna garantiza la libertad de cultos,
debe entenderse que es así siempre y cuando no se contraríen las
buenas costumbres, la moral o se altere el orden público. b) Sujeto
Activo El sujeto activo puede serlo cualquier persona, tal como lo
menciona la Licenciada Enríquez Sánchez305, indicando que los
individuos que c turbación de actos de culto, deben ser personas sin
escrúpulos que por encontrarse bajo el efecto de algún fármaco o
estupefaciente o bien, personas que no tengan el suficiente respeto ni
moral alguna, debido a que la intención de ofender algún determinado
culto no lo puede realizar una persona que es religiosa y que tiene el
conocimiento de una disciplina que lo rige y que por ende no le permite
accionar de tal forma, y es que por lo general lo que se busca es el robo
y hurto de los instrumentos que se utilizan en las ceremonias para un
determinado fin. Se establece por tanto que puede ser cualquier persona
la que cometa este delito, siendo en una mayoría personas que no
respetan el culto de las demás por sus diferencias ideológicas y
religiosas en las que se encuentran las distintas sociedades. c) Acción
Típica Esperada Este delito se comete cuando se interrumpe,
menosprecia, u ofenden los actos o ceremonias del culto que se trate.
Según lo indican los autores Monzón306 y, De León y De Mata307, todo
tipo de ceremonias religiosas destinadas al culto se ven perturbadas por
actos de menosprecio al culto, de ofensa al culto o solamente la
interrupción de la ceremonia, siendo estos sucesos externos los
elementos materiales que producen la comisión de este delito. Aunado a
lo anterior la Licenciada Enríquez Sánchez308 clasifica los objetos del
culto en dos, siendo estos: “Los que son objetos del culto, y los que se
utilizan en servicio del mismo: 1. Los objetos del culto: Esto es una
cuestión que debe ser resuelta dentro de cada religión de acuerdo a su
liturgia. 2. Los objetos que sirven para el culto: Entre estos se
encuentran los cálices, los incensarios, los relicarios, las vestimentas
sacerdotales, los altares, las cometen el delito de campanas. En este
sentido se comete este delito cuando se ultrajan materialmente los
objetos del culto”. Cabe resaltar finalmente que el sujeto activo comete
este delito en el momento en que ejecuta actos materiales externos que
tienen por objeto alterar, turbar, desorganizar o aturdir el desarrollo
lúcido de cualquier ceremonia o práctica religiosa destinada a cualquier
culto, o bien que se vean ofendidos los objetos del culto o que sean
utilizados para el mismo. d) Sujeto Pasivo El sujeto pasivo, esta
conformado por todas aquellas personas cuya participación en actos
religiosos se ve alterada, o cuyas creencias o sentimientos son atacados
por la conducta típica, es decir los seguidores del culto que se trate.
3.1.4 Elemento Subjetivo del Tipo En este delito el elemento interno esta
constituido por la intención de ofender la libertad de cultos, o bien el
culto que se está practicando, según lo indica el tratadista Irrueta
Goyena309 , “Se lleva a cabo con el propósito inequívoco de ofender, el
dolo acá lo constituye la condición sine qua non del delito de interrumpir
una ceremonia religiosa, pero se da la concurrencia de los dos dolos, el
genérico y el específico: 1. Dolo: Es condición sine qua non del delito de
interrumpir una ceremonia religiosa. 2. Dolo Especial: Tratándose de
este tipo de delitos es la intención determinada de ofender al culto. 3.
Dolo Genérico: Conciencia de que el acto realizado es contrario a
derecho”
Por ende este delito es eminentemente doloso, porque se tiene la
intención de cometer el acto, al interrumpir o perturbar por cualquier
medio, la práctica de una ceremonia religiosa, atentando así contra la
libertad de culto. 3.1.5 Disposiciones Especiales a) Momento de
Consumación Este delito se consuma al momento de interrumpir,
menospreciar u ofender la celebración de una ceremonia religiosa, o los
objetos destinados a la misma. En este sentido el tratadista Serrano
Gómez310 manifiesta, “La consumación se produce cuando llega a ser
efectivo cualquiera de estas formas, sin perjuicio de que finalmente los
actos lleguen a realizarse de forma completa, pudiendo existir la
tentativa”. La consumación del delito de turbación de actos de culto se
produce desde el momento en que se interrumpe la ceremonia religiosa
de cualquier clase, o bien cuando se hacen ofensas a determinados
objetos destinados al culto correspondiente, independientemente que se
cause algún tipo de perjuicio sobre las personas que se encuentran
realizando dichos actos.

Derecho Comparado España Este delito dentro de la legislación


española se encuentra tipificado en el Código Penal311 , de ese país,
en el Libro II, Título XXI “Delitos contra la Constitución”, “De los delitos
relativos al ejercicio de los derechos fundamentales y libertades
públicas”, Sección 2ª, “De los delitos contra la libertad de conciencia, los
sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos”, Artículo 522, el cual
literalmente establece: “Incurrirán en la pena de multa de cuatro a diez
meses: 1. Los que por medio de violencia, intimidación.

Delito de Profanación de Sepulturas 3.2.1 Antecedentes Históricos


Según lo manifiesta el Tratadista Puig Peña316, este delito surge por las
preocupaciones de tipo sanitario en materia de enterramientos que se
han dado a lo largo de la historia en el derecho español, tal es el caso
del Fuero Juzgo que consideraba que todo supuesto de robo y despojo
de vestiduras debía ser penado, así las Partidas “Apelan a la autoridad
de los antiguos reyes para que las sepulturas fuesen hechas fuera de
las ciudades para evitar la contaminación”. Posterior a ello establece la
Licenciada Enríquez Sánchez317, “La iglesia como partidaria de la
inhumación y que condenaba la incineración era realmente
discriminatoria, pues se circunscribía a dar protección a las personas
que comulgaban con determinada fe y en cambio, con las que se
encontraban apartadas de la Iglesia, se les negaba cualquier medio de
protección y se reservaba a los herejes la pena del fuego al estar vivos y
no contra los muertos. Con el transcurso del tiempo al existir medios de
avanzada civilización fueron desapareciendo las discriminaciones con la
cual no sólo se evito tan repugnante medida, sino que se estableció el
postulado de igualdad ante la muerte en lo referente a lo administrativo y
lo penal; por lo que en consecuencia los cadáveres de fieles e infieles
fueron equiparados a los efectos de la protección que lógicamente, es
una consecuencia de su desacralización”. En la actualidad la legislación
guatemalteca regula dentro del Código Penal, Decreto Número 17-73, la
profanación de sepulturas y la profanación de cadáveres en un mismo
artículo, tomando en cuenta las sepulturas y las urnas funerarias o
féretros, al igual que el Código Penal anterior que regulaba en distintos
artículos los dos preceptos legales.
. Ahora bien, el Código de Salud Decreto Número noventa guión noventa y
siete del Congreso de la República de Guatemala establece en su artículo
ciento dieciséis que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social es el ente
facultado para poder exhumar cadáveres antes del tiempo en que
obligadamente deben estos permanecer inhumados, o bien por orden judicial
de conformidad con la ley. Cabe resaltar que a diferencia de lo establecido por
el Código Penal, el mencionado Decreto establece en el artículo ciento
diecisiete que la autoridad sanitaria del lugar puede trasladar cadáveres o
restos humanos después de haberse cumplido con los requisitos pertinentes,
por lo cual ninguna persona esta autorizada para violar sepultura, sepulcro o
funeraria con la intención de profanar un cadáver, de allí que se establezca una
pena para las personas que realicen dicha conducta delictiva. Asimismo
establece también que dichos cadáveres, sus órganos y tejidos podrán ser
utilizados para fines terapéuticos, educativos y científicos, siempre y cuando se
sigan las reglas pertinentes establecidas por la autoridad respectiva. 3.2.2
Concepto y Definición a) Doctrinarias Según lo manifiesta el tratadista Monzón
Paz318, el Cadáver, es “El cuerpo del hombre después de la muerte. También
es cadáver el cuerpo del que nace muerto”. Asimismo indica también el autor
Monzón Paz319, que vilipendio consiste en toda acción de profanar un
cadáver, alterando el mismo a través de varios medios para ubicar el cadáver
en posiciones fachosas, burlescas, irrespetuosas o insolentes, con la finalidad
misma de alterar y vulnerar el debido respeto que deben guardarse a las
tumbas de cualquier difunto, atendiendo también al hecho de que se
constituyan desfiguraciones a los restos o inclusive actos obscenos llegando
hasta perversiones sexuales.

Ahora bien, el tratadista Eusebio Gómez320 , indica que “Sepulcro es una obra,
por lo común de piedra, que se construye levantada del suelo, para dar en ella
sepultura al cadáver de una persona; Tumba, tiene entre otras acepciones la
de sepulcro, y las urnas funerarias no son solamente las cinerarias, sino las
destinadas a conservar los huesos después de la reducción del cadáver”.
Puede definirse como la acción por la cual una persona de manera intencional
viola o vilipendia una sepultura, sepulcro o urna funeraria con el objeto de
extraer o dañar el cadáver o los restos de un ser humano que allí se
encuentran. b) Definición Legal o Tipo Penal Según lo establece el Código
Penal Guatemalteco321, Decreto Número 17-73, este delito se encuentra en el
Libro II, Título V, Capítulo VI “Delitos contra la libertad de cultos y el sentimiento
religioso”, Artículo 225 Profanación de Sepulturas, el cual literalmente
establece: “Quién violare o vilipendiare sepultura, sepulcro o urna funeraria, o
en cualquier otra forma profanare el cadáver de un ser humano o sus restos,
será sancionado con prisión de treinta meses a diez años”. 3.2.3 Elementos del
Tipo Objetivo a) Bien Jurídico Tutelado Indica el tratadista Puig Peña322, que
ante disposiciones marcadas de carácter sanitario, este delito de violación de
sepulturas es esencialmente de matriz religioso “Se trata de tutelar como valor
en sí el total respeto a los muertos y de origen puramente religioso incorporado
desde luego al patrimonio común de los sentimientos personales y religiosos,
porque el bien jurídico protegido es el respeto debido a la memoria de los
muertos”.

Se protege la seguridad del sentimiento religioso entendido esté como un


debido respeto a la memoria de los muertos, y atendiendo al patrimonio de
cada difunto en cuanto a sus pertenencias desde el momento en que son
enterrados, y que pertenecen por ende no solo a él sino a sus familiares. b)
Sujeto Activo Según lo establece la Licenciada Enríquez Sánchez323 , el sujeto
activo de este delito puede ser cualquier persona, siempre que lo que busque
sea la apropiación de los objetos materiales que poseen los muertos sin
respetar el lugar donde se encuentren. c) Acción Típica Esperada Según
indican los tratadistas De León Velasco y De Mata Vela324, en este delito se
pueden establecer diversas infracciones: a) Violar o vilipendiar sepulturas,
sepulcro o urna funeraria. b) Profanar en cualquier otra forma el cadáver de un
ser humano o sus restos. “El delito esta constituido por violar sepultura,
sepulcro o urna funeraria, que para el caso vienen siendo lo mismo. La
profanación de cadáveres propiamente dicha se constituye por el hecho de
sustraer o desenterrar los restos humanos o cadáveres, o cualquier acto
atentatorio al respecto debido a la memoria de los muertos, como cualquier otro
acto atentatorio a la memoria de los muertos”. Es por tal motivo que los
tratadistas Muñoz325 , Rodríguez326 y Monzón327, afirman que la acción
constitutiva de este delito esta conformada por el hecho de violar, profanar o
vilipendiar sepulturas, con la intención de faltar el respeto debido a los muertos.
Alterando y al mismo tiempo provocando lesión en los sentimientos de respeto
y debido cuidado a aquellos lugares en donde se entierran a los difuntos.

Ahora bien, de acuerdo a lo manifestado por el tratadista Serrano Gómez328,


la acción de profanar el cadáver no origina delito, toda vez que está se realice
en virtud de algún estudio, utilizado para fines de la ciencia realizado por algún
centro educativo u hospitalario. d) Sujeto Pasivo Según la Licenciada Enríquez
Sánchez329, el sujeto pasivo de este delito lo componen las personas que
sean propietarias de los mausoleos donde este enterrado el cadáver, que por lo
general son los mismos familiares del occiso. Todo esto siguiendo un patrón de
acuerdo a un orden patrimonial y con ánimo de lucro. 3.2.4 Elemento Subjetivo
del Tipo El elemento Subjetivo de este delito, está conformado por el dolo
(intención), en este caso el deseo del sujeto activo de ofender la memoria de
los muertos. Según lo indica el tratadista Serrano Gómez, “Los hechos se han
de cometer con la intención de faltar al respeto debido a la memoria de los
muertos, por lo que sólo es posible la conducta dolosa, no siendo suficiente el
dolo eventual”. Pudiendo la profanación ser tanto de un cadáver como de sus
cenizas, cuando ha sido objeto de incineración. 3.2.5 Disposiciones Especiales
a) Momento de Consumación Este delito se consuma en el momento en que se
realiza la violación a la sepultura o sepulcro, o en el momento de la profanación
del cadáver del ser humano.

La Licenciada Enríquez Sánchez330, establece que en esta clase de delitos


existe también la tentativa del delito y el concurso y se da además el delito
continuado; para tal efecto menciona los siguientes ejemplos: - “Ejemplo de
Tentativa del delito de Profanación de Sepulturas: Una persona permanece
escondida en el cementerio, cuando el mismo ha cerrado sus puertas al
público, dicho sujeto teniendo en su poder un cincel y un martillo con el cual
pretende profanar el mausoleo de determinada persona; a los primeros golpes
del martillo sobre el cincel, el guardián del cementerio escucha y acude a
investigar a que se deben los ruidos, sorprendiendo al actor; por lo que se da la
tentativa al existir una causa independiente a la voluntad del agente”. En este
caso se produce la tentativa del delito porque si bien es cierto se tenía la
intención de profanar la sepultura de una persona, esta se ve sorprendida y ya
no logra llevar a cabo su cometido final, por lo cual la tentativa existe, pero
finalmente no se da la comisión del delito. - “Ejemplo de Concurso del Delito:
Un sujeto ingresa con violencia al interior de un cementerio fuera del horario
acostumbrado, y es sorprendido por el encargado del cementerio y al verse
descubierto lo ataca con un arma punzo cortante provocándole una lesión,
dirigiéndose al mausoleo de determinada persona y procede a hacer la
profanación” En este ejemplo cabe resaltar que existe un concurso de delitos,
puesto que además de la profanación del sepulcro también se origina la
comisión de otro delito, lo que provoca que el agente sea culpable de dos
ilícitos establecidos en la ley penal. - “Ejemplo de Delito Continuado: Un sujeto
llega al cementerio y finge la visita a un familiar y en un descuido del vigilante
despega la lápida del mausoleo de la persona que él tiene establecido
profanar; al día siguiente quita la primera capa de ladrillos del orificio y se retira
para no levantar sospechas, retornando al tercero y último día y consuma la
profanación”

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