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INTEGRANTES

 José Alberto Cruz Feria


 Guillermo Alejandro Grajales Dzul
 Ana Karen Novelo Cetz
 Cristian Omar Baas Osorio

Derecho Indígena

Salón 3° “C”.

“EL ALCANCE TERRITORIAL


Abog. Pilar Ventura Martínez.
DE LA CONSULTA: TIERRAS, M.D.

TERRITORIOS Y PUEBLOS
INDÍGENAS”

Mérida, Yucatán a 24 de marzo del 2020


Índice

Introducción..........................................................................................1
1. La razón de la adopción del Convenio 169 de la OIT y sujetos a
quienes se aplica..................................................................................2
2. Los conceptos básicos del documento y de <<pueblos>>..........4
3. La finalidad e importancia del Convenio 169 como instrumento
de Derecho Internacional y las obligaciones de los gobiernos, así
como las medidas a incluir..................................................................6
4. El alcance territorial de la consulta: tierras, territorios y
pueblos indígenas................................................................................8
5. El procedimiento para la consulta: buena fe - informativa -
culturalmente adecuada - como medio para llegar a un acuerdo -
carácter previo de la consulta.............................................................9
6. Los participantes en la consulta previa........................................11
7. Los territorios indígenas, su arraigo y los lugares sagrados.....13
8. La identidad de los pueblos indígenas con la tierra....................15
Conclusión..........................................................................................18
Referencias..........................................................................................19
Introducción
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es el organismo especializado de
las Naciones Unidas que tiene como objetivo la promoción de la justicia social y
de los derechos humanos y laborales internacionalmente reconocidos.

La OIT fue fundada en 1919 y se convirtió en el primer organismo especializado


de las Naciones Unidas en 1946.

La OIT es muy conocida entre los pueblos indígenas del mundo por ser el
organismo de las Naciones Unidas responsable del Convenio sobre pueblos
indígenas y tribales, 1989, que comúnmente se denomina Convenio núm. 169.

El convenio refuerza las disposiciones que contenía el Convenio núm. 107


respecto de la necesidad de que la legislación nacional y los tribunales tomen
debidamente en consideración las costumbres o el derecho consuetudinario de
los pueblos indígenas y tribales. Se deberá respetar, por ejemplo, los métodos a
los que estos pueblos recurren tradicionalmente para la represión de los delitos
cometidos por sus propios miembros.

En el siguiente trabajo hablaremos de la importancia de dicho convenio,


concentrándonos, sobre todo, en el tema de la consulta, la cual se debe realizar a
los pueblos indígenas cuando surgen situaciones que puedan afectar su entorno,
esto a razón del rezago, abandono y abuso que han sufrido desde la conquista,
debido a que no existía una regulación que los proteja y salvaguarde de la
manera correcta.

Sin duda, un aspecto especialmente importante del mencionado convenio y que


de igual manera abordaremos en este trabajo, es el capítulo sobre tierras. En él
se reconoce la relación especial que tienen los pueblos indígenas con las tierras y
territorios que ocupan o utilizan de alguna otra manera y, en particular, los
aspectos colectivos de esa relación, así como los derechos que adquieren sobre
dicho tierras y las medidas que cada nación debe tomar para que asegurar el
respeto a esto derecho.
1. La razón de la adopción del Convenio 169 de la OIT y sujetos a quienes
se aplica.

Uno de los aspectos por los que se realizó la adopción del convenio, surge por la
consulta previa que se realiza a los pueblos indígenas y grupos étnicos, ya que
estos surgen temas difíciles y controvertidos para resolver por parte del derecho
internacional, es por esto la importancia del convenio 169 de la organización
internacional del trabajo en 1989, que paso de ser un asunto relativamente
especializado e invisible a ser el objeto de conflictos jurídicos, políticos y sociales,
entre los cuales abarcan los intereses económicos, la supervivencia de los
pueblos indígenas y las comunidades étnicas en el mundo.

Existen varios ejemplos acerca de hechos controvertidos con relación al convenio,


como lo son:

- La consulta al pueblo U`wa por la explotación petrolera en el oriente


colombiano.

- Una consulta surgida en Perú en el año 2009.

- La consulta a los pueblos indígenas amazónicos.

Como se observa, la consulta tiene una gran importancia económica, política y


social, ya que con la existencia del convenio 169 de la OIT, da un impulso
adicional a la consulta de la declaración de la ONU sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas, existen muy pocos tribunales tanto a nivel local como
internacional que han desarrollado jurisprudencia y legislaciones de acuerdo a
estos asuntos, existen avances, que son importantes, pero que marcan un antes y
un después en el derecho indígena internacional.

Existe la dispersión de fuentes normativas para la aplicación del derecho a la


consulta previa, que es la complejidad de un problema jurídico, por lo cual los
juristas, analistas, etc. Tratan los problemas de las consultas previas como si
fuera solo uno, y por lo tanto este requiere un análisis individual para la solución
de cada uno de estos, donde surge otro tema, el cual sería el alcance y a quienes
se les tiene que aplicar la consulta.
Como este es un problema de la consulta involucrado a las tierras y territorios de
pueblos indígenas, se tienen que tomas en cuenta la relación cultural, económica
y espiritual de los pueblos indígenas tienen su territorio, en cual se observa la
importancia que tiene dicha consulta, con esto, debido al gran número de
proyectos y medidas sujetos a consulta, puede llegar a tener implicaciones y
efectos significativos dentro de los territorios indígenas y los recursos de los que
cada uno cuenta, es por esto que cada uno de los pronunciamientos del derecho
internacional sobre la consulta hacen alusión a la importancia de las tierras, los
territorios y los recursos para los pueblos y comunidades indígenas, y a efectos
que esa relación de la consulta tienen, sus derechos y los deberes que surgirán
de estas consultas. De esto podemos observar que en el derecho internacional
los derechos se han otorgado a los pueblos indígenas sobre estos y
correlativamente los deberes que les han atribuido a estos estados, todo para que
estos puedan comprender las situaciones en que deben de realizarse la consulta
previa y los efectos que de ellos se espera.

Como dice en el Convenio 169 de la OIT, en su artículo 13.1 dice “al aplicar las
disposiciones de esta parte del convenio, los gobiernos deberán respetar la
importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos
interesados reviste su relación con las tierras o territorios, o con ambos, según los
casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera, y en particular los aspectos
colectivos de esa relación”. Podemos interpretar entonces que prácticamente los
estados son libres de aplicar y lo puede usar cualquier estado que lo necesite,
usar cuando se considere que se están violando sus derechos relativos al tema.

2. Los conceptos básicos del documento y de <<pueblos>>.

“Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este


derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su
desarrollo económico, social y cultural”.

“Nada de lo contenido en la presente Declaración podrá utilizarse para negar a


ningún pueblo su derecho a la libre determinación, ejercido de conformidad con el
derecho internacional”.
“Promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de empleo dignas,
mejorar la protección social y fortalecer el diálogo al abordar temas relacionados
con el trabajo”.

“Ningún segmento de la población nacional de cualquier país tiene derecho a


vetar las políticas de desarrollo que afecte a todo el país”.

“En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, no se


negará a las personas que pertenezcan a dichas minorías el derecho que les
corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia
vida cultural, a profesar y practicar su propia religión y a emplear su propio
idioma”.

“La cultura se manifiesta de muchas formas, inclusive un modo particular de vida


relacionado con el uso de recursos terrestres, especialmente en el caso de los
pueblos indígenas”.

“En relación con los grandes proyectos de desarrollo, el consentimiento libre,


previo e informado es esencial para los derechos humanos de los pueblos
indígenas”.

“Así como el derecho de libre determinación de las comunidades y pueblos


indígenas, han de ser condiciones previas necesarias de esas estrategias y
proyectos”.

“Con el consentimiento libre e informado de los pueblos y las comunidades


indígenas, que deben participar en todas las fases del desarrollo”.

“No podrán ponerse en práctica proyectos sin el consentimiento libre, previo e


informado de los pueblos indígenas”.

“Inicialmente debe decirse que el territorio es un espacio geográfico en el cual se


desenvuelve la dinámica de las sociedades indígenas, y con el cual está
vinculada la cultura, la historia y la identidad de un grupo determinado. Este
espacio es reclamado como un derecho colectivo, indispensable para la
sobrevivencia, identidad y reproducción como pueblos diferenciados”
“Los indígenas por el hecho de su propia existencia tienen derecho a vivir
libremente en sus propios territorios; la estrecha relación que los indígenas
mantienen con la tierra debe de ser reconocida y comprendida como la base
fundamental de sus culturas, su vida espiritual, su integridad y su supervivencia
económica. Para las comunidades indígenas la relación con la tierra no es
meramente una cuestión de posesión y producción sino un elemento material y
espiritual del que deben gozar plenamente, inclusive para preservar su legado
cultural y transmitirlo a las generaciones futuras”.

“Tanto la propiedad privada de los particulares como la propiedad comunitaria de


los miembros de las comunidades indígenas tienen la protección convencional
que les otorga el artículo 21 de la Convención Americana”.

“La tierra [es] el elemento fundamental en la supervivencia física y en la viabilidad


sociocultural en virtud de las poderosas interrelaciones que existen entre la
administración de los recursos económicos, la organización sociopolítica y de
parentesco y la cosmogonía, y el territorio que tradicionalmente ocupan”.

La Declaración de los Pueblos Indígenas señala que tales pueblos “tienen


derecho a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído,
ocupado o de otra forma utilizado o adquirido”.

“El derecho consuetudinario de los pueblos indígenas debe ser tenido


especialmente en cuenta, para los efectos de que se trata. Como producto de la
costumbre, la posesión de la tierra debería bastar para que las comunidades
indígenas que carezcan de un título real sobre la propiedad de la tierra obtengan
el reconocimiento oficial de dicha propiedad y el consiguiente registro”.

“Población más pequeña y con menor número de habitantes que una ciudad
dedicada especialmente a actividades relacionadas con el sector primario”.

3. La finalidad e importancia del Convenio 169 como instrumento de


Derecho Internacional y las obligaciones de los gobiernos, así como las
medidas a incluir.
El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes, también conocido como
Convención 169 de la OIT es el único instrumento jurídico de carácter
internacional que protege, promueve y divulga los derechos humanos, laborales y
económicos de los pueblos indígenas.

En México, el Convenio 169 de la OIT es particularmente importante ya que su


población indígena es la mayor del mundo. Por su naturaleza internacional, el
Convenio posee criterios generales a fin de permitir su adaptación en los diversos
países que integran la OIT; entre ellos México.

Además de servir como base para la legislación nacional, el Convenio 169 es un


instrumento de gran importancia para las mujeres indígenas de nuestro país,
debido a que establece que, para mejorar las condiciones de vida, de trabajo, de
salud, de educación y económicos de los pueblos indígenas es indispensable la
participación de sus integrantes; sin ningún tipo de exclusión por motivos de
género.

Su objetivo fundamental es señalar la obligación del Estado para garantizar


condiciones equivalentes a las que disfrutan los sectores de la población al
asignárseles los territorios adicionales junto con los medios necesarios para el
desarrollo económico y social; respetando siempre la identidad y la integridad de
los pueblos indígenas. Se deben reconocer y proteger los valores y prácticas
sociales, culturales, religiosas y espirituales, propias de los pueblos y respetarse
la integridad de sus valores, prácticas e instituciones.

El convenio responsabiliza a los gobiernos para que desarrollen, con la


participación de los pueblos, acciones y organismos administrativos que protejan
sus derechos y garantizar el respeto a su integridad, sus instituciones, sus bienes,
su trabajo, su cultura y su medio ambiente. Además, plantea el derecho de los
pueblos indígenas a decidir cuáles son sus intereses y controlar el proceso de
desarrollo económico, social y cultural. Incluye medidas que aseguren a los
miembros de los pueblos indígenas gozar de manera igualitaria de los derechos y
oportunidades que la legislación nacional otorga a todas las personas; promover
la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos
pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y
sus instituciones, y ayudar a los miembros de los pueblos a eliminar las
diferencias socioeconómicas que puedan existir entre los miembros indígenas y
los demás integrantes de la comunidad nacional de manera compatible con su
forma de vida.

Otros derechos establecidos en el Convenio son su relación con la tierra y sus


territorios, el de la propiedad y el de la posesión de las tierras que
tradicionalmente ocupan; lo mismo que el derecho a hacer uso de aquellas que –
aunque no estén exclusivamente ocupadas por los grupos indígenas– las utilicen
como forma de subsistencia.

Más aún, establece que los gobiernos deben adoptar medidas especiales para
garantizarles a los trabajadores que pertenezcan a estos pueblos, protección
eficaz en materia de contratación y condiciones de empleo; como remuneración
igual por trabajo igual, seguridad social, prestaciones de vivienda y libertad de
asociación.

4. El alcance territorial de la consulta: tierras, territorios y pueblos


indígenas.

La importancia de la consulta a los pueblos indígenas previo a cualquier proyecto


o medida que afecte su territorio y su relación con éste, radica en la relación
cultural, económica, espiritual que los pueblos indígenas tienen este, y en alto
número de proyectos y medidas sujetos a consulta previa que pueden tener
implicaciones y efectos significativos dentro de los territorios indígenas y sobre los
recursos existentes en ellos.

Es importante señalar que, aunque los conceptos tierras y territorios de los


pueblos indígenas parezcan sinónimos, el sentido y alcance de cada se reflejan
en las fuentes de derecho internacional sobre ellos y sobre los derechos y
deberes que de allí se desprenden. 
El territorio es un espacio geográfico en el cual se desenvuelve la dinámica de las
sociedades indígenas, y con el cual está vinculada la cultura, la historia y la
identidad de un grupo determinado, es decir, existe un vínculo especial y colectivo
con las tierras, del cual depende su supervivencia física y cultural; dicho vinculo
ha sido reconocido por la mayoría de pronunciamientos de derecho internacional
sobre la cuestión indígena, y es fundamental para comprender los impactos de los
proyectos y medidas sujetos a consulta previa, así como los efectos de la consulta
previa misma. 

Para las comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente una


cuestión de posesión y producción sino un elemento material y espiritual del que
deben gozar plenamente, inclusive para preservar su legado cultural y transmitirlo
a las generaciones futuras. La Corte también ha resaltado la importancia del
concepto colectivo que mantienen muchas comunidades indígenas sobre sus
territorios, haciendo hincapié en que los Estados deberán respetar la importancia
especial de las tierras y territorios para los pueblos indígenas.

La Corte, en diferentes casos, ordena al Estado respetar y proteger efectivamente


el derecho a la propiedad colectiva de la tierra para garantizar la supervivencia
cultural y física de los grupos indígenas. Los indígenas fueron empleados como
mano de obra en las estancias, sin remuneración adecuada, y las mujeres sufrían
de abusos por parte de los obreros. 

Por su parte, la Declaración de los Pueblos Indígenas no sólo presupone esta


relación especial con las tierras, sino que también otorga el derecho de
mantenerla y fortalecerla. 

El deber general del Estado de garantizar los derechos a las tierras y territorios de
los pueblos y comunidades indígenas, establecido por las fuentes de derecho
internacional, implica varios deberes importantes. En lo que sigue serán
analizados tres: en primer lugar, el deber de adjudicar las tierras y territorios a los
pueblos indígenas, que se cristaliza en la adopción de un marco normativo
adecuado y en la obligación de delimitar, demarcar y titular las tierras. En
segundo lugar, el deber de protección contra acciones de terceros que amenacen
o vulneren los derechos sobre las tierras y territorios. Finalmente, la obligación de
disponer de mecanismos efectivos para la reclamación de tierras.

5. El procedimiento para la consulta: buena fe - informativa - culturalmente


adecuada - como medio para llegar a un acuerdo - carácter previo de la
consulta.

Es el derecho de participación de los pueblos indígenas en situaciones que


impliquen una afectación a ellos y a sus derechos. Es un método de
reconocimiento de los pueblos como autónomos y con libre determinación para
darles la posibilidad de definir sus prioridades para desarrollarse. Es el derecho
de los pueblos indígenas de elaborar las normas, buscando un acuerdo con ellos
en los aspectos que los involucren.
La consulta, informada, de buena fe y culturalmente adecuada es un derecho
humano colectivo de los indígenas que les ayuda a prevenir el que puedan ser
vulnerados sus derechos y se sustenta en principios internacionales como la libre
determinación, la igualdad, la identidad cultural, el pluralismo, el respeto a la
tierra, territorio, recursos naturales, entre otros. La consulta debe ser:

A) Buena fe. - Debe haber buena disposición, un diálogo equitativo, imparcial, con
igualdad de oportunidades de poder influir en la decisión final, y con
reconocimiento del otro como interlocutor válido, legítimo y en igualdad de
condiciones.

B) Informativa - Se debe dar a conocer el objeto de la ley, decreto o proyecto a los


posibles afectados. Además del principio de buena fe, el derecho internacional ha
sostenido el deber de suministrar información completa a las comunidades
consultadas. La Corte Interamericana ha establecido que el deber de consultar
“requiere que el Estado acepte y brinde información, e implica una comunicación
constante entre las partes.

C) Culturalmente adecuada. - Se debe realizar a través de asambleas y de las


instituciones representativas de cada pueblo indígena. Se debe tener en cuenta
las peculiaridades de los pueblos, formas de gobierno, usos y costumbres. Así
como tener un diálogo intercultural con las partes.

D) Carácter previo de la consulta. - Debe ser anterior a la adopción y aplicación


de la medida legal o la administración nacional y a la ejecución del proyecto o
actividad

E) Como medio para llegar a un acuerdo . - el procedimiento de consulta debe


tener como propósito llegar a un acuerdo u obtener el consentimiento,
dependiendo de la fuente de derecho internacional que se revise. En los últimos
años, el derecho a la consulta previa ha cobrado cada vez más importancia y
desde 1989, se ha ido regulando y reconociendo en el sistema jurídico
internacional, regional y nacional. En todo caso, el estándar mínimo sobre
consulta entiende que no debe ser concebida como un simple procedimiento por
el cual se socializan algunas decisiones ya tomadas sobre una medida específica,
independientemente de las opiniones que puedan tener las comunidades
afectadas al respecto, sino que debe entenderse y desarrollarse como un
verdadero mecanismo de consulta, participación y conciliación, cuyo objetivo sea
lograr un acuerdo entre las partes.

La consulta previa, como manifestación del derecho de los pueblos indígenas a


participar en las decisiones que los puedan afectar, procede cuando deben ser
consultados en situaciones como las siguientes:
a) Antes de que el Estado adopte o aplique leyes o medidas administrativas que
los puedan afectar directamente (Convenio 169 de la OIT, art. 6.1; Declaración
Universal de Derechos Humanos, art. 19).

b) Antes de aprobar cualquier proyecto que afecte sus tierras o territorios y otros
recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la
explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo (Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, art. 32.2).
c) Antes de autorizar o emprender cualquier programa de prospección o
explotación de los recursos naturales que se encuentren en las tierras donde
habitan (Convenio 169, art. 15.2).

d) Antes de utilizar las tierras o territorios indígenas para actividades militares


(Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, art. 30).

6. Los participantes en la consulta previa.

Cuando se habla de los participantes de una consulta previa, se puede intuir que
estos, serían los interesados (en cualquier aspecto) por dicha consulta, incluso el
propio convenio 169, en su artículo 6, fracción primera, inciso a), explica que se
debe “consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y
en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se
prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles
directamente”.

Ahora bien, ¿quiénes son las instituciones representativas de las que nos habla
susodicho artículo? Pues bien, responder esta interrogante podría ser un tanto
complicado, ya que se habla de una gran diversidad de formas de representación,
aunado a esto, también se tiene que dichas instituciones, son de carácter interno
para cada pueblo indígena.

Hablar de cómo está conformada cada institución representativa de cada pueblo


indígena sería una tarea colosal, sin embargo, se debe de tener un modelo en el
cual basarse y poder entender mejor cómo son estas instituciones. Se tomará de
ejemplo el sistema de gobierno tradicional de Bangladesh, conocidos Chittagong
Hill Tracts (CHT), el cual consta de tres niveles principales.

1. El primer nivel sería el del pueblo, representado por “El Karbari”, que por lo
general es un hombre mayor y el jefe tradicional del pueblo. Cabe destacar
que cada pueblo tiene un Karbari.
2. El segundo nivel son los Mauza, que son un número determinado de
pueblos agrupados de tal forma que representan una unidad jurisdiccional,
normalmente llamado Cacique y es el encargado de la recolección del
tributo, la preservación de la paz y la administración del sistema
consuetudinario.

3. Por último, se tiene el nivel del territorio o “jurisdicción del raja”, este nivel
está conformado de tres círculos o tres jefes encargados de las decisiones
de cada pueblo indígena, sin embargo, el “Karbari”, es el que tiene la
decisión definitiva.

Así, tomando de referencia a los pueblos originarios de Bangladesh se puede


entender el impacto que tienen las instituciones representativas sobre la vida de
estos pueblos y sobre las decisiones que se puedan llevar a cabo para efectuar
alguna consulta previa.

Ahora bien, continuando con el tema central, se debe de entender que no


solamente los pueblos interesados son los que deberían de participar en las
consultas previas, sin embargo, los pueblos que pudieran resultar afectados con
los impactos que dicha consulta pueda ocasionar, estos pueblos serían terceros
interesados, por lo tanto se deben de tomarse en cuenta, e incluso, se tiene a los
pueblos que puedan resultar afectados a largo plazo por dicha consulta, así
mismo teniendo en mente que los pueblos interesados o afectados son los que
tienen mayor presencia en la consulta.

Atendiendo a lo anterior mencionado, se puede poner de ejemplo la consulta del


“Tren Maya” realizada el catorce y quince de diciembre del dos mil diecinueve, en
el cual participó todo el país mexicano, siguiendo lo antes mencionado, se está
tomando en cuenta a los Estados que podrían ser afectados a largo plazo, como
son los Estados del Norte y centro del país.

Así mismo se toma en cuenta a los Estados que son terceros interesados y estos
serían los Estados en los que pasaría dicho tren, aquí se habla como terceros
interesados a estos Estados por el simple hecho de que no son los interesados
directos, porque dicha categoría está reservada para los pueblos originarios de
los Estados por los que pasará el “Tren Maya”.

Aquí, se tiene que atender, con más detenimiento la decisión de los pueblos
originarios, ya que el perjuicio que se pueda crear al realizar las labores para la
construcción de dicho tren, recaerá completamente en los pueblos originarios y en
su población, de tal manera que se debe de dar mayor importancia a su decisión,
tanto porque ellos sufren el perjuicio, porque son una población menor y porque
entran en la categoría de grupo vulnerable.

Por lo anterior mencionado, se debe de dejar de dar tanta importancia a la


decisión de los terceros afectados y a los que les pueda afectar a largo plazo,
porque, como se ha dicho, son un grupo mayor, que supera en creces a los
pueblos originarios.

7. Los territorios indígenas, su arraigo y los lugares sagrados.

El territorio indígena, son las áreas geográficas ocupadas por los pueblos
indígenas de forma regular y permanente, esto quiere decir que los territorios que
se deben de considerar indígenas son los que se han utilizado siempre para su
habitación y actividades de todo tipo, desde sus actividades comunes hasta las
sagradas.

Es muy importante tomar en cuenta la importancia del territorio indígena, ya que


este constituye un arraigo, muy fuerte, con los pueblos indígenas que, incluso,
llegan a tener impacto en los principios y bases de la cosmovisión de estos
pueblos. Existiendo una relación directa entre el hombre con la tierra, esa misma
que se ha trabajado por generaciones y generaciones, tanta es la importancia de
las tierras en la vida cotidiana de los indígenas, que estas tierras nunca son
vendidas; siempre son heredadas de un hijo a otro.

Hay varias razones para que las tierras no sean vendidas a otras personas, una
de ellas es que los campesinos obtienen la mayoría de los alimentos del campo,
de las tierras que ellos mismos trabajan, fomentan y hacen florecer, esta razón,
sería una de las más importantes a tomar en cuenta. Existen varias razones más,
entre las que se encuentra el rechazo a la idea de que, al ser vendidas las tierras
o las parcelas que los indígenas trabajaron, estas pasaran a manos de
extranjeros (siendo así que la palabra ‘extranjero’ se entiende como las personas
que no son de la comunidad, son extraños a los ojos del mismo pueblo).

Otra razón muy importante, es la de los sitios sagrados, como ya se ha visto con
anterioridad, existe una relación entre el territorio indígena y la cosmovisión que
se tiene sobre el mismo territorio y los propios pueblos. Hay dos elementos muy
importantes para la cosmovisión de los pueblos indígenas, los cuales serían: lo
espiritual y lo material, estos elementos son inherentes al ser, no podría existir
uno sin el otro y viceversa.

“En los seres animados, en particular árboles y animales, encarnan según la


cosmovisión indígena multitud de fuerzas benéficas o maléficas; todas ellas
imponen pautas de comportamiento que deben ser rígidamente respetadas. Para
muchos pueblos, especies determinadas de árboles eran veneradas y protegidas,
y veíanse en el pasado grandes bosques intocados de ellas; se conoce por las
crónicas de la conquista que, por ejemplo, en la sabana de Bogotá los muiscas
mantenían unos bosques de altísimas palmas de ramos y palmas de cera a las
cuales veneraban, hasta el obispo Cristóbal de Torres mando talar y destruir el
bosque entero para << extirpar la idolatría >>”.

En Yucatán se han escuchado historias referentes a la anterior cita, tal es el caso


del Yaax-ché (traducido literalmente como ‘madera verde’) o el Ceibo, este árbol,
en la cosmovisión maya es la conexión entre el mundo material y el espiritual, es
la base del mito de X-tabay, ser que se presenta a los hombre borracho o
adúlteros y se encarga de llevarlos al ‘otro mundo’ consigo.

Existe una leyenda sobre dos árboles, el Chechén y el Chacá, estos árboles se
podrían considerar inseparables, porque, donde encuentras uno, es casi seguro
que encontrarás el otro. Se trata de dos hermanos príncipes, uno bueno y uno
malo, que mueren en batalla por el amor de una princesa, los dioses se apiadan
de ellos y reencarnan en árboles, el hermano malo en el Chechén, que su resina
lastima a cualquier persona que la toca; mientras que el hermano bueno renació
en el Chacá, árbol que cura la toxicidad del primero.
Así bien, se puede ver cómo es que los elementos materiales y espirituales se
entrelazan para crear la cosmovisión de los pueblos, se puede concluir que los
lugares sagrados no estrictamente tienen que ser centros ceremoniales y
construcciones inmensas destinados a la conexión entre el hombre y sus dioses,
sino más bien, los lugares sagrados tienen un impacto más cultural para los
pueblos indígenas, atreviendo a decir que el lugar sagrado por excelencia sería el
propio territorio indígena.

8. La identidad de los pueblos indígenas con la tierra.

Los Pueblos indígenas, ya bien entrado el siglo XXI, siguen luchando por sus
derechos. Su sobrevivencia como pueblos sigue generando dilemas a Estados
que han optado por reconocer normativamente sus derechos vulnerándolos en la
práctica. De lo que se trata, entonces, no es de generar condiciones para que los
individuos (entre ellos indígenas) puedan gozar de determinados derechos. El
punto focal es que los indígenas puedan mantener su identidad, y en ese sentido
el respeto a su dimensión colectiva se torna imprescindible.

La identidad de los Pueblos indígenas se encuentra íntimamente vinculada a sus


demandas territoriales. Los Pueblos indígenas, sujetos colectivos, encuentran en
su territorio uno de los elementos constitutivos de su identidad. Si bien la
identidad también se encuentra conformada por otro tipo de elementos, tales
como su lengua, su espiritualidad, sus tradiciones (la así llamada identidad
cultural), el componente territorial es central, ya que garantiza asimismo su
supervivencia como pueblos

El tema identitario presenta particularidades que están vinculadas, por una parte,
con la existencia de derechos colectivos. Por otra parte, ligadas también con la
preservación de dimensiones asociadas a esos derechos, las que no pueden ser
protegidas sólo considerando su condición de individuos /ciudadanos. Por el
contrario, la identidad indígena está asociada fuertemente a su calidad de sujetos
colectivos que mantienen ancestralmente una vinculación especial con el
territorio. Sus demandas territoriales forman parte de la finalidad primigenia de
conservar su condición de Pueblos, de allí que este derecho sea el núcleo duro de
sus reivindicaciones. La identidad indígena merece una reflexión adicional, la que
debe necesariamente recurrir a debates filosóficos y antropológicos. Las grandes
tensiones que históricamente marcaron a fuego la relación entre Estado y Pueblos
indígenas tienen que ver con el reconocimiento –o desconocimiento- de su
especificidad, y el intento recurrente de asimilarlos, integrarlos, incorporarlos a la
sociedad occidental.

Vinculado a esto último, es necesario clarificar el concepto de pueblos, tal como


se ha utilizado en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de Naciones
Unidas ya mencionados. Si bien está fuera de toda discusión el horizonte de
secesión o fragmentación estatal que se agita como amenaza, la denominación
de “Pueblos” que reemplazó la hasta entonces utilizada “poblaciones” da cuenta
del especial estatus que se les adjudica; en definitiva, los Estados consideran
valiosa su existencia.

Si le atribuimos a su identidad colectiva una ligazón insoslayable con sus


territorios, se debe entonces prestar especial atención a todo aquello vinculado
con actividades desplegadas por el Estados (u otros sujetos) en este espacio
demandado. Lo que está en el centro del debate hoy son las así llamadas
actividades extractivistas que ponen en riesgo los territorios indígenas, vulnerando
su sobrevivencia como pueblos y su propia identidad. Explotación petrolera,
megaminería a cielo abierto, explotación forestal, ampliación de la frontera
agropecuaria, forman parte de actividades que reportan una renta importante a los
Estados, pero que destruyen el hábitat de los Pueblos indígenas. En ese sentido,
también es posible llevar adelante una conexión que, a la manera de una cadena,
enhebre identidad con explotación de los recursos naturales, evidenciando el
socavamiento de la primera a costa de obtener beneficios económicos que
profundiza la situación de vulnerabilidad de los Pueblos indígenas.

Los Pueblos indígenas han resistido –y siguen resistiendo- por más de cinco
siglos en las condiciones más adversas. Han conservado su identidad a pesar de
que sus derechos, cuando alcanzaron su positivización, siguen siendo
vulnerados.
Conclusión
El Convenio núm. 169 es un convenio único, ya que representa el consenso y
acuerdo alcanzado por los mandantes tripartitos de la OIT.

Los pueblos indígenas y tribales se encuentran entre los grupos vulnerables que
más importan a la OIT en el ejercicio de su misión para la promoción de la justicia
social, los derechos humanos y laborales reconocidos a nivel internacional y el
trabajo decente.

Estos pueblos poseen idiomas, culturas, modos de sustento y sistemas de


conocimiento diversos, y es causa de estas características que en muchos
países, incluso sus países de origen, enfrentan discriminación y condiciones de
trabajo que se asemejan a la explotación, marginación y una situación de pobreza
generalizada.

El interés de la OIT por los pueblos indígenas tiene como finalidad el intento de
superar las condiciones de discriminación laboral en las que dichos pueblos viven,
pero de igual manera toma en consideración a la complejidades y particularidades
de las situaciones de los pueblos indígenas, desde una perspectiva que cubre una
amplia gama de cuestiones que afectan la vida y el bienestar de estos pueblos.

Los derechos mutuamente relacionados a la consulta y a la participación en la


adopción de decisiones han despertado un interés particular en relación con el
alcance, el impacto y la aplicación práctica del Convenio, siendo que tienen una
obligatoriedad para los gobiernos de los Estados parte.
El Convenio núm. 169 se ha convertido en un punto de referencia global, cuyo
impacto sobre las políticas de gobernanza y desarrollo va más allá de los países.

Referencias

Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Convenio sobre Pueblos Indígenas


y Tribales en Países Independientes, C169”, 1989, C169. Disponible en:
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@ed_norm/@normes/documents/publicat
ion/wcms_100910.pdf

Rodríguez Garavito, César y Meghan Morris. “La consulta previa a pueblos


indígenas: los estándares del derecho internacional”. Bogotá, Colombia;
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“Sitios sagrados y derechos humanos de los pueblos indígenas”, Comisión


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