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Pontifica Universidad Católica Argentina

Santa María de los Buenos Aires


Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Lic. Psicopedagogía
Psicocología del Desarrollo del Niño
Prof.
Alumnos: Biniez; Analía. Ortubia; Jésica. Paredero; Johana. Rivadero; Hilda. Sevilla, Eliana.
21 de abril de 2018
DESARROLLO PSICOSOCIAL EN LACTANTES
ENTRE 3-9 MESES DE EDAD.
“DIANE E. PAPALIA”

Desarrollo de la confianza.

 EMOCIONES.
“Son reacciones subjetivas a la experiencia,
que se asocian a cambios fisiológicos y conductuales”

El patrón característico de reacciones


emocionales de una persona se empieza a
desarrollar durante la lactancia y es un
elemento básico de la personalidad. Estas
señales o signos tempranos de los
sentimientos de los bebés son indicadores
importantes del desarrollo. Cuando los
bebés quieren o necesitan algo, lloran; cuando se sienten sociables, sonríen o emiten risas.
Las expresiones faciales no son el único, ni necesariamente el mejor índice de las
emociones de los lactantes; la actividad motora, el lenguaje corporal y los cambios
fisiológicos también son indicadores importantes.

 Emociones básicas.
El desarrollo emocional es un proceso ordenado; las emociones complejas nacen a
partir de aquellas que son más sencillas. Después de su nacimiento, los bebés muestran
señales de complacencia, interés y aflicción. Éstas son respuestas difusas, reflejas y
principalmente fisiológicas a estimulaciones sensoriales. Durante los siguientes seis
meses aproximadamente, estos estados emocionales iniciales se diferencian en
verdaderas emociones: alegría, sorpresa, tristeza, asco, enojo y temor.

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Pontifica Universidad Católica Argentina
Santa María de los Buenos Aires
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Lic. Psicopedagogía
Psicocología del Desarrollo del Niño
Prof.
Alumnos: Biniez; Analía. Ortubia; Jésica. Paredero; Johana. Rivadero; Hilda. Sevilla, Eliana.
21 de abril de 2018
 Llanto:
El llanto es la forma más poderosa y, en ocasiones, la única en que los lactantes
pueden comunicar sus necesidades.
Investigadores han distinguido
patrones de llanto:
o Llanto de hambre: llanto
rítmico que no siempre se
asocia con el hambre.
o El llanto de enojo: una
variación del llanto rítmico,
en el que se forzó un exceso de aire por medio de las cuerdas vocales.
o El llanto de dolor: un inicio repentino de llanto estridente sin quejas
preliminares, en ocasiones seguido de aguantar la respiración.
o El llanto de frustración: dos o tres exclamaciones prolongadas sin
aguantar la respiración durante mucho tiempo.

 Sonrisas y risas:
Las
primeras
sonrisas
tenues
ocurren,
de manera

espontánea, poco después del nacimiento, como resultado de la actividad del


sistema nervioso subcortical. Estas sonrisas involuntarias a menudo aparecen
durante periodos de sueño

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21 de abril de 2018
MOR, se vuelven menos frecuentes durante los primeros tres meses de vida al
tiempo que madura la corteza cerebral.
Al cuarto mes, los lactantes se ríen a carcajadas cuando se les besa el estómago
o se les hacen cosquillas. A medida que los bebés crecen, participan de manera
más activa en alegres intercambios. Un bebé de seis meses de edad puede reírse
en respuesta a sonidos inusuales que hace su madre o cuando aparece con una
toalla cubriéndole la cara; es posible que un bebé de 10 meses de edad se ría al
tratar de colocarle la toalla sobre la cara de nuevo después de que se ha caído.
Este cambio refleja un desarrollo cognitivo: al reírse ante lo inesperado, los
bebés muestran que saben qué esperar. Al invertir los papeles, demuestran
conciencia de que pueden hacer que sucedan las cosas.

Elementos sobresalientes del desarrollo psicosocial de lactantes 3-9 meses


Los lactantes pueden anticipar lo que está a
punto de suceder y experimentan desilusión
cuando no sucede.
Demuestran esto cuando se enojan o actúan
3-6 meses de manera recelosa. Sonríen, zurean y se
ríen con frecuencia. Éste es un momento de
despertar social y de intercambios
recíprocos tempranos entre el bebé y el
proveedor de cuidados.
Los lactantes participan en “juegos
sociales” y tratan de obtener respuesta de
las demás personas. “Platican”, tocan y
6-9 meses “coquetean” con otros bebés para hacer que
respondan. Expresan emociones más
diferenciadas y muestran alegría, temor,

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enojo y sorpresa.

 APEGO.
“Es un vínculo emocional entre el lactante y el proveedor de cuidados, en donde
ambos contribuyen a la calidad de la relación y hacen que dicho vínculo sea recíproco
y duradero”
Mary Ainsworth (1967) ideó la situación extraña, una técnica de laboratorio ahora
clásica diseñada para evaluar los patrones de apego entre un lactante y un adultos,
encontrando tres patrones principales de apego:
 Apego seguro: lloran o protestan cuando la madre se aleja y la saludan
alegremente cuando regresa. La utilizan como base segura, alejándose de ella
para irse y explorar, pero suelen regresar de manera ocasional para reasegurarse.
 Apego Evitante: rara vez lloran cuando la madre se aleja y la evitan a su retorno.
Tienden a estar enojados y no buscan un acercamiento en momentos de
necesidad. Les desagrada que los carguen, pero les desagrada aún más que se les
baje.
 Apego Ambivalente (resistente): se ponen ansiosos aun antes de que la madre se
aleje y se alteran mucho cuando sale de la habitación. Al regresar, demuestran
su ambivalencia al buscar el contacto con ella al mismo tiempo que la resisten
pateando o retorciéndose.

Estos tres patrones de apego son universales en todas las culturas. Otras
investigaciones (Main y Solomon, 1986) identificaron un cuarto patrón;

 Apego desorganizado-desorientado: parecen carecer de una estrategia coherente


para lidiar con el estrés de la situación extraña. En lugar de ello, exhiben
conductas contradictorias, repetitivas o desencaminadas (donde buscan la
cercanía con el desconocido en lugar de con la madre). Es posible que saluden a

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la madre felizmente cuando regresa, pero después se alejan de ella o se acercan
sin mirarla.

 ANSIEDAD ANTE DESCONOCIDOS Y ANSIEDAD DE SEPARACION.


Los bebés rara vez actúan de manera negativa ante los desconocidos antes de los seis
meses de edad, lo hacen de manera común a los ocho o nueve meses de edad y luego lo
hacen cada vez más a lo largo del resto de su primer año de vida. Es posible que este
cambio refleje un desarrollo cognitivo, en donde el lactante ya se identifica como un
“YO distinto del otro”.

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