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A crisis de Jerusalén del fio 70 ha terminado. La perturbacién civil dentro del Imperio Romano se sus- pende temporalmente, Pero muchos cristianos han visto destrozadas sus esperanzas. En vez de su liberacién, siguen sufriendo persecuciones a raiz del ejemplo sentado por el emperador Nerén. Cada dia trae nuevas noticias del encarcela- miento 0 martirio de parientes y amigos. Muchos cristianos se sienten confundidos. Pensaron que las sefales del “fin de la era”, inclu- yendo los ejércitos ro- manos que habian de rodear a Jerusalén (Lucas 21:20), se habian producido. Los acontecimientos pa- recian moverse répida- mente hacia el desen- lace tan esperado: el regreso triunfal de Je- sucristo como Rey de reyes. Pero Jesucristo no ha regresado. Debfa haber llegado, piensan muchos, pero no llega. Empiezan a surgir divi- siones entre los cristia- Entonces Juan, el timo apéstoi sobrevi- viente, tiene una vision: es el Apo- calipsis. La visién aclara que lo sucedido entre los afios 66 y 70 era apenas un anticipo de la diltima cri sis que estallard alrededor de Jeru- salén al final de esta era de gobier- nos humanos. Todavia no es el fin. Desilusionados 0 impacientes, muchos que se dicen cristianos comienzan a desviarse de la ver- dad o a renunciar del todo a su fe. Quienes se desvian, se hacen presa facil de las “innovaciones” doctri- rales. Las herejias_abundan. Las con- gregaciones se fraccionan por causa de diferencias doctrinales, aunque todas se Maman iglesias de Dios. Algunas manifiestan dudas acerca del libro de Apocalipsis y difunden ‘sus propios conceptos en materia de doctrina. “ LA HISTORIA DE EUROPA NOI IGLESIA i FATIDICA UNION por Keith W. Stump Nota del director: La vincutacion de Siglos entre ‘Europa y Ta Iglesia. ha ‘dado y seguiré dando formaa la his- toria’ del mundo oceidental. Para ‘entender claramente las. noticias de hoy ) fos sucesow del futuro, resulta ésencial conocer el aniplio panorama de la historia europea. Solo dentro de tin contexto historieo.podemos apre- Glar cabalmente los slcesos de mcs tros tiempos. Por esta razon. presentamos una serte de artculos’ que analizan esta historica relacién. El ‘mes. pasado Yinos las Humultuosas décadatiniia- rede a gles primtiva. Nueira serie continaa en exta segunda parte Siguiendo el hilo de la historia hasta leteatda del Imperto Romano en el aho 475 de nuestra era La apostasfa prevista por_los apéstoles se va abriendo paso. Sola- mente la detiene el anciano apéstol Juan, Han trascurrido més de tres décadas desde la muerte de Pedro y Pablo en el aio 68, y la Iglesia ha estado bajo el mando apostélico ‘inico de Juan. Las congregaciones que se hallan bajo su. supervision directa y la de los fieles ancianos que le ayudan, han permanecido firmes en su acatamiento de las leyes de Dios y en su aceptacién de la verdad revelada. Mas ahora llega otro choque: el apéstol Juan muere en Efeso. Los facciosos vidos de poder se abalanzan sobre las iglesias. Esta- lla _una rebelién contra la autori- dad del gobierno de Dios tal como ha sido administrado por los apéstoles. y luego por el apéstol Juan solo. Muchos olvidan donde y por medio de quién ha estado traba- jando Dios. Dan la espalda a las enseftan- zas de Juan y los fieles discfpulos para seguir a otros que dicen tener autoridad y preemi- nencia y que se dicen ministros de Dios. Es- tas personas formaran el grueso de la cris- tiandad del mundo. Sin embargo, algu- nos siguen fieles, aun- que estan separados de la_mayoria. Estos se cifien a la sana doctri- na y resisten las fuer- zas de Satanés, quien engafia al mundo ente- ro. Siguen creyendo la buena nue- va de la futura restauracion del gobierno de Dios en la Tierra Siguen esperando que Jestis regre- se con poder para imponer la paz en el mundo. Ahora, no obstante las diferen- cias doctrinales entre unos y otros, todos los que se dicen cristianos, sean apéstatas 0 fieles, siguen sufriendo persecucién Los romanos politeistas no son por naturaleza intolerantes en materia religiosa. Per dad de cultos y creen: Hegado a incorporar dentro de su propia religion algunos elementos de las religiones de los pueblos con- quistados.. Pero las diversas sectas cristianas presentan un problema especial. ‘Aunque los adeptos de las distintas La PURA VERDAD religiones paganas se acomodan facilmente a la deificacion del emperador y a la insistencia en que todo ciudadano leal debe presentar sacrificios en su altar, esta clase de “patriotismo” es imposible © ina- ‘ceptable para los cristianos. Por lo tanto, hay que castigarlos, no por ser cristianos sino por ser “deslea- ia Nerén, el primero de los empera- dores que persiguieron al cristiani ‘mo, habia fijado un cruel preceden- te. En los 250 afios que siguen, se desatarin sobre la cristiandad’ 10 épocas de terrible persecucién. Alrededor del afio 95 de nuestra cra, el emperador Domiciano, hijo menor de Vespasiano y hermano de ito, destructor de Jerusalén, lanza una breve pero cruel persecucién contra los cristianos. En su reinado de terror los muertos suman mil En el alo 98, Marco Ulpio Tra- Jano es elegido emperador por el Senado romano. Conceptiia que el inismo se opone a la religion del Estado y que por lo tanto es sacrilego y merecedor de castigo. Entre los muchos que mueren en este reinado esta el destacado tedlogo Ignacio, obispo de Antio- quia en Siria, quien es lanzado a los Teones en el circo romano en el aflo 10. Los sucesores de Trajano: Adria- no (117-138) y Antonino Pio (138- 161), prosiguen la carnicerfa. Los que sufren el martirio en el reinado de este dltimo incluyen al ilustre Policarpo, anciano de Esmirna y personaje cristiano de gran relieve en el Asia Menor. Con el emperador Marco Aure- Tio (161-180), el imperio se ve des- garrado por guerras, rebeliones, inundaciones, pestes y hambre ‘Como suele suceder en tiempos de grandes catastrofes, el populacho ignorante pretende atribuir la culpa por estas calamidades a un grupo impopular, en este caso las diversas sectas cristianas El clamor que se levanta contra lo que el mundo considera cristia- nismo deja a Marco Aurelio sin alternativa. En tiempos dificiles ‘como éste, s6lo puede haber una lealtad: lealtad al emperador Ordena cumplir la ley, y la consi- guiente persecucién, 1a mas grave desde Ner6n, ocasiona la muerte ‘Abril 1986 horripilante de millares de cristia- nos, entre ellos el erudito Justino Martir, sacrificado en Roma. Los emperadores romanos Septi- mio Severo (193-211) y Maximino (235-238) continiian jas persecu- ciones. Cazados como bandidos, millares de cristianos mueren en la hoguera, crucificados 0 decapita- dos. El emperador Decio (249-251) esta firmemente decidido a erradi- ‘ar el cristianismo. Rios de sangre corren en masacres espantosas que se desatan por todo el imperio. Aun mis severa ¢s la siguiente persecu- cién bajo Valeriano (253-260). Mas la persecuci6n iniciada por Diocleciano (284-305) sobrepasa a todas en violencia. Esta décima persecucién es un intento siste- matico por borrar el nombre de Cristo de 1a Tierra. La violencia de Diocleciano para con las sectas cristianas no tiene paralelo en la historia. En el ao 303 de nuestra era se promulga un edicto que exige la uniformidad en el culto. Al negar- se a rendir homenaje a la imagen del emperador, todos los cristianos se convierten en delincuentes. Se les arrebatan sus bienes piiblicos y privados, se prohiben sus asamble- as, sus templos son derribados y sus escritos sagrados se destru- yen. Las victimas de tortura y muerte suman decenas y aun centenares de miles. Se han ideado medios inusi- tados para exterminar la obstinada religion. Se acufian monedas con- memorativas de la “aniquilacién de los cristianos”. Constancio Cloro, gobernante militar romano de Galia, Espafta, Bretafia y la frontera del Rin, impide la ejecucién del edicto en las regiones bajo su man- do. Protege a los cristianos, pues tiene en alta estima sus virtudes generales. La guerra civil EI reinado de Diocleciano también trae un acontecimiento de grandes repercusiones historicas en el cam- o politico. Diocteciano comprende que el perio es demasiado grande para caber bajo el mando de una sola persona. A fin de mejorar la admi- nistracién de tan vasto imperio, divide el poder y los cargos de su Puesto asociéndose con su amigo Maximiano como coemperador. Se divide el imperio entre los dos: Diocleciano toma el oriente con su capital en Nicomedia, Asia Menor, y Maximiano el occidente, estableciendo su sede en Milin en el norte de Italia, Cada uno de estos augustos, 0 emperadores, escoge un ayudante con el titulo de césar. Estos empe- radores adjuntos han de ser los sucesores y designarin a su vez nuevos césares. Los césares elegidos por Diocleciano y Maximiano son Galerio y Constancio Cloro. A ellos les corresponde el mando de los ejércitos en las fronteras. Luego de una grave enfermedad, Diocleciano abdica e! 1 de mayo del afio 305 y obliga a su colega Maxi- miano a hacer otro tanto el mismo dia. Sus respectivos sucesores son Galerio y Constancio. De césares Pasan a ser augustos. Galerio reina sobre el oriente y Constancio sobre Al afio siguiente, durante una expedicién contra los pictos de Escocia, Constancio muere siibita- mente y sus soldados_proclaman ‘como emperador a su hijo Constan- tino. Aquella facil sucesién conce- bida por Diocleciano no se hace realidad. Los ocho ailos siguientes se aracterizan por una serie de gue- tras civiles entre los pretendientes al poder imperial. Constantino cemprende batalla contra tales riva- les. De esta manera, se ha prepa- rado el escenario para grandes acontecimientos historicos dentro del imperio y en el cristianismo. Sorpresa en Roma Corre el afio 312. La persecucién inaugurada por Diocleciano nueve aflos atrs sigue rampante. Mil- ciades es obispo de los grupos cris- tianos en Roma El obispo de Roma goza de reco- nocimiento general como cabeza del cristianismo en el occidente. Se Ie lama “papa” (que en latin signi fica “padre”), titulo eclesidstico que a partir de ahora se aplicard a muchos obispos (y que no scra exclusivo del obispo de Roma hasta el siglo noveno). De los 30 obispos de Roma ante- riores a Milciades, todos salvo uno (Continiia en la pagina 26) 6 del Pacifico superé el intereambio ccon los paises del Atlintico ...” Este viraje hacia el Pacifico desempefia a su vez un papel importante en la ruptura que se En una planta de Shar est4 produciendo actualmente entre Estados Unidos y sus aliados de Europa Occidental. “Nuestro futuro esti en el Asia’ Esta frase se repite a menudo en demanda de informacién, especticulos culturales y noticias. EUROPA Y LA IGLESIA (Wiene de la pagina 15) © dos murieron martirizados. En vista de la cruel persecucién Milciades no puede esperar nada distinto. Es el 28 de octubre. Milciades abandona su pequefia casa cuentra ante él, parado en la jal gran Constantino! Lo acom- pafian guardias blandiendo sus espadas, ‘Constantino acaba de vencer a su cufiado y principal rival Majencio (hijo del antiguo emperador occi- dental Maximiano) en cl_puente Milviano cerca de Roma. Con esta victoria se ha asegurado el trono de Constantino y ahora es cl empera- dor Gnico dei occidente, {Qué pretende Constantino de Milciades? ;Acaso se propone cul- minar su victoria ejecutando perso- nalmente all jefe de los cristianos de Roma? El Emperador da un paso adelan- 26 te. Valiéndose de Silvestre, princi- pal sacerdote de Milciades, como intérprete, empieza a hablar. Lo que Milefades escucha sefiala el comienzo de una nueva era. El mundo jamés volverd a ser el mis- La cruz ardiente Cuando estaba por comenzar la batalla del puente Milviano, Cons- tantino habfa tenido una visi6n. En el cielo aparecié una cruz ardiente y sobre ella las palabras In hoe sig- no vinces (“Con este signo vence: rs"). Conmovido por la vision, ‘ordend inscribir en los estandartes y escudos de su ejército el simbolo cristiano, el monograma P (forma- do por las dos letras griegas X y P, chi y ro, con que empieza la palabra Christos) La batalla se libré a nombre del Dios cristiano. Constantino salié victorioso. Majencio fue derrotado y murié ahogado. Este triunfo crucial seflala no algunos circulos influyentes en Ia economia y la politica. Este punto de vista va unido frecuentemente al Namado para que Estados Unidos corte los lazos relacionados con la defensa de Europa y reti- re sus tropas del continen- te. El razonamiento es: Si a los europeos no les gus- tan los nuevos cohetes Pershing II y los misiles eruceros que Estados Unidos ha provisto para la OTAN, entonces que los europeos se defiendan solos 0 que hagan sus pro- pios arreglos de seguridad on la Union Soviética. EI resultado final sera una ruptura definitiva y completa entre Europa y Estados Unidos. Pero Eu- ropa surgiré como una “tereera fuerza’, una nueva superpotencia. Enire tanto, las relacio- nes entre Estados Unidos y Ia Repiblica Popular China sin lugar a dudas se intensificaran, siempre y cuando el equipo Deng Xiaoping y Zhao Ziyang race el sendero de la ‘nueva China”. a sélo el poder supremo para Cons- tantino sino una nueva era para la Iglesia. Constantino se convierte en el primer emperador romano que pro fesa el cristianismo, si bien aplaza el bautismo hasta el final de su vida. En su honor se erige en Roma un espléndido arco triunfal que atribuye su victoria a “la inspira~ inidad” és, Constantino pro- mulga el Edicto de Milin, que reconoce a los cristianos plena libertad para practicar su religion, ‘Aunque el culto pagano se seguira tolerando hasta finales del siglo, Constantino exhorta a todos los sibditos a convertirse al cristianis- mo siguiendo su ejemplo. Constantino hace donacién del opulento Palacio Laterano al obispo de Roma. Con el nombramiento de Silvestre como obispo de Roma al morir Milefades en enero del ano 314, se le corona como un principe terrenal ataviado con un regio traje ‘Le PURA VEROAD imperial. El Emperador nombra a muchos cristianos para ocupar altos ppuestos en el gobierno y ayuda en la construccién de templos iCiertamente las cosas han cam- biado! La Iglesia cristiana, perseguida por el Estado durante siglos, jse ha convertido en aliada suya! El cris- tianismo establece una relacién intima con el poder secular. Pronto alcanza una posicin de enorme influencia en los asuntos del impe~ Los cristianos de las décadas pasadas no lo habrian creido. La persecucién ha terminado. jEl emperador mismo es cristiano! Parece dificil creerlo, jpero es lo cierto! Muchos cristianos reflexionan acerca de este nuevo estado de cosas, Llevaban casi tres siglos esperando el regreso de Jesucristo para liberarlos. Habian esperado la caida de Roma y el triunfo del rei- no de Dios. ‘Mas ahora las persecuciones han terminado. La Iglesia ocupa una posicién de poder y goza de amplio respeto en todo el imperio. El pano- rama para la fe aparece relumbran- te. {Qué significa todo esto? Los cristianos de diversas ten- deneias encuentran muchas pro- fecias de persecuciones en las Sagradas Escrituras. Pero ni Jestis ni los apGstoles hablaron jamas de un gran florecimiento de la Iglesia ni de su aceptacién universal. Nin- guna profecia dice que la Iglesia de Dios ha de ser grande y poderosa en ‘este mundo. Sin embargo, jvéase lo que ha sucedido! ;Cémo explicarlo? Tras sigios de creer que el reino “no era de este mundo”, que el mundo y Ia Iglesia serian contrarios hasta el regreso de Cristo, los eris- tianos profesos tienen que buscar ahora una explicacién para el nuevo estado de cosas. Una religion estatal Los hechos que se desarrollan entonces en el imperio contribuyen a este replanteamiento. En el ano 321 Constantino promulga un edic- to que prohibe laborar en el “vene- rable dia del Sol” (domingo), dfa que habia remplazado el sébado o séptimo dia (contado desde el ocaso del viernes hasta el ocaso del salbado). Hasta entonces, los cristia- nos en general habjan tenido el sibado por sagrado, si bien en Roma y en Alejandria, Egipto, ya Jo habian abandonado. En el afio 365 el Concilio de Laodicea prohi- bird formalmente la observancia del ibado judio” por parte de los cristianos, En el afto 324 el Emperador esta- blece el cristianismo como religion oficial del imperio. El afio anterior Constantino habia derrotado al cemperador oriental para convertirse en emperador tinico del oriente y del occidente. Asi, el cristianismo viene a ser la religion oficial de todo el mundo occidental civiliza- do. En un esfuerzo adicional por promover la unidad y la uniformi dad dentro del cristianismo, Cons- tantino convoca una cénclave de obispos de todo el imperio. El con- cilio, reunido en Nicea, Bitinia, en el ato 325, pretende resolver las disputas que han surgido entre los cristianos en materia de doct EI Concilio de Nicea trata dos temas principales: Primero, un desacuerdo sobre Ia relacion entre Cristo y Dios Padre. Se trata de la controversia desatada por Arrio, sacerdote de Alejandria, quien ha enseflado que Jesucristo no fue eterno y divino como el Padre sino un ser Creado. El concilio lo conde- ra junto con sus doctrinas y senten- cia al exilio a quienes propaguen tales ensefianzas. (El movimiento, empero, sigue con fuerza en mu- chos lugares. Los invasores géticos y germanos que se convierten al Cristianismo frecuentemente adop- tan la modalidad cristiana de Atrio.) El otro tema candente en el con- cilio es la fecha correcta para la eelebracién de la Pascua. Muchos cristianos, especialmente los de ‘Asia Menor, siguen conmemorando Ja muerte de Jestis el 14 del mes hebreo de nisan, dia en que se sacri- ficaban los corderos pascuales “judios”. En cambio, Roma y las iglesias occidentales hacen hincapié no en la muerte de Jestis sino en su resurreccién, celebrando una fiesta pascual anual, pero siempre en domingo, El concilio declara que la antigua Pascua cristiana que conmemora la muerte de Jesiis ha de abolirse so pena de muerte. La costumbre ‘occidental se extender por todo el imperio: el primer domingo des- pués de la luna Hlena siguiente al equinoccio vernal La mayoria de los que profesan el cristianismo acatan este decreto, Son la gran masa del cristianismo y como tal los acepta el mundo. Pero algunos rehisan y se ven obligados a huir (Apocalipsis 12:6) a los valles y montes de Europa y Asia Menor para evadir la persecucién y la muerte. Ocul- tos a la vista del mundo, siguen adelante como la verdadera Iglesia de Dios, perdida en las péginas de la historia. La fatidica union Al consolidarse la nueva unidad y uniformidad dentro de la Iglesia, y su influencia casi universal, se pro- duce un vuelco en el pensamiento y los conceptos. ‘Ahora hay un imperio, un empe~ rador, una iglesia, un Dios Muchos cristianos se preguntan: {Sera posible que no hemos enten- dido correctamente el concepto del reino de Dios? {Sera posible que la Iglesia misma, 0 quizd aun el impe- rio cristianizado, sea en si el anhe- lado reino de Dios? ‘© quizé el reino de Dios ha de establecerse en la Tierra gradual- ‘mente, por etapas sucesivas. ,Acaso los edictos de Constantino sean los primeros pasos en esta direccién? Es un momento de revaluacién, de anilisis grave y profundo. Unos pocos declaran que la Iglesia no tie- ne por qué detentar poder secular alguno, pues ello seria contrario al espiritu del cristianismo. Al enre- darse en los asuntos temporales, afirman, la Iglesia se corrompera y se desviara de su propésito real Declaran que el mundo sigue sien- do el enemigo, mas con técticas diferentes. Pero la mayoria esté en desacuer- do. Ven ante si una gran oportuni- dad para difundir su cristianismo por todo el imperio y aun més all Habri centenares de miles, y aun millones, de conversiones. No hay que evadir esta oportunidad, dicen, sino japrovecharla! De esta manera queda ratificada la unién de la Iglesia y el Estado. or Es una decision que determinaré el curso de la civilizacion durante los siglos venideros. Controntacion ent y el Estado la Iglesia Constantino el Grande muere el 22 de mayo del afio 337. Se le vierte agua en la frente y se le declara “bautizado” en el lecho mortuori Un cuarto de siglo después, su sobrino Juliano (361-363) sube al trono y, rechazando la fe de su tio, pretende revivir el culto de los dio- ses antiguos. Su odio por los cristia- nos le merece el apodo de e/ Apéstata. Para contrariar a los cristianos, Juliano patrocina a los judios y aun pretende reconstruir su templo en Jerusalén. Mas. sus planes se ven frustrados por “bolas de fuego” que emanan de los cimientos impiden que los obreros se acerquen. No obstante los esfuerzos de Juliano, 10s antiguos cuentos de dioses y diosas han perdido su encanto para la mente romana. Con la muerte del Emperador durante una invasion a Persia, el cristianis- mo recobra su. posicién destacada en el imperio. En el aflo 394, bajo el emperador Teodocio (378-395), los dioses antiguos quedan formalmente pro- hibidos. La conversién al cristianis- mo es obligatoria. El poder de la Iglesia en tiempos de Teodocio queda ampliamente reflejado en un incidente con Ambrosio, arzobispo de Milan. Hombre de temperamento salvaje, Teodocio ordena masacrar a 7000 personas en Tesalénica como casti- 0 por un motin que habia estallado alli, Un destacamiento de soldados géticos enviado por Teodocio mata brutalmente a los tesalonicenses, inocentes y culpables por igual Cuando més tarde el Emperador pretende entrar en Ia catedral de Milin, Ambrosio sale a su encuentro en Ia puerta y le niega la entrada hasta que confiese piblicamente su culpa en la masacre. Aunque en pri vado el Emperador se lamenta por lo sucedido, est4 renuente a menosca- bar el prestigio de su puesto humi- Mandose de tal manera. Pero trascu- rridos ocho meses, Teodocio, amo del mundo civilizado, acaba por ceder € implora humildemente el perdén de Ambrosio en presencia de 28 la congregacién. El dia de Navidad del aio 390 se le concede nueva- mente la comunién en la Iglesia Este incidente destaca hasta qué punto la Iglesia occidental era inde- pendiente de la dominacién impe- rial Teodocio es el ditimo gobernante de un Imperio Romano unido. Con Constantino el Grande, emperador romano del aio 306 al su muerte, el imperio se divide entre sus dos hijos: Honorio (en el ‘occidente) y Arcadio (en el orien- te). Aunque se trata en teoria de una division para fines administra- tivos Gnicamente, la separacion resulta permanente. Las dos seccio- nes se van distanciando y nunea se vuelven a unir realmente. Cada una prosigue su camino hacia un desti no propio. Las invasiones barbaras Mientras tanto, las inquietas tribus godas y germanas al norte cobran mayor fuerza y constituyen una seria amenaza para la paz del impe- rio. Los romanos han mantenido a las hordas barbaras a raya durante siglos, mas ahora empiezan a inva- dir el imperio. Pero no todas han venido como enemigas. Desde hace décadas, muchas tribus han estado atrave- sando las fronteras romanas pacifi- camente para asentarse en el terri torio del imperio. Muchos germa- nos se cuentan entre los soldados romanos y algunos han llegado has- ta el palacio imperial. ' an ao 337. Al morir el emperador Teodocio en el afio 395, uno de estos germa- nos es nombrado guardia del pe- quefio hijo del Emperador, Hono- rio. Se trata de Estilicén, “barbaro” de Ia nacién vandala. General bri- ante, Estilicén replicga a las tribus barbaras que pretenden invadir a Italia. El mas_molesto de todos es el visigodo Alarico. Estilicén repele muchos ataques de Alarico en la peninsula. Pero Honorio siente celos de aquel general que tantas veces ha salvado a Roma. En agosto del aiio 408 lo hace asesinar. La noticia de su muerte anima a Alarico, quien intenta otra invasion. Roma se salva en el ano 409 pagandole a Alarico un costoso res- LaPURA VERDAD cate. Mas al aio siguiente el inva- sor regresa, y el 10 de agosto del afio 410 toma la “Ciudad Eterna”. Durante seis dias Roma es entrega- da a los asesinos y saqueadores. Por primera vez. en casi 800 afios, Roma ha cafdo ante un enemigo extrafo. Muchos se encuentran profunda- mente conmovidos. No lo pueden creer. Cuando Jeronimo, traductor de la Biblia al latin, oye Ia noticia en Belén, escribe: “Tengo la voz entrecortada, y mis sollozos interrumpen las. pala~ bras que escribo. La ciudad que tomé al mundo entero ha sido tomada. ;Quién hubiera creido que Roma, construida sobre el botin de la tierra, legaria a caer?” Muchos lamentan el suceso como la caida del Imperio Romano occidental. Mas todavia hay un emperador en el trono. El imperio continia, al menos de manera cere- monial. Alarico se retira de la ciudad y muere poco después. Roma entrega las partes mas ricas de Galia a los visigodos para su residencia perma- nente. Ya para mediados del siglo quinto, las tribus barbaras ocupan la mayor parte del Imperio Romano occidental La mediacion papal De todas las tribus barbaras, las mas temibles son quiz los hunos, de origen no germano. Pueblo némada venido del Asia Central, siguen a su jefe, el famoso Atila, conocido para el mundo de su época como el Azote de Dios. En el afo 451 Atila invade a Galia, siendo su objetivo el reino de los visigodos germanos. El general romano Accio, al mando de las fuerzas combinadas del imperio occidental y los visigodos, se man- tiene firme contra Atila cerca de Chalons. Se trata de “Ia batalla de las naciones”, uno de los combates mas memorables en la historia del mundo, Es el primer revés sufrido Por Atila... y el tinico, ‘Aunque han detenido a Atila, no han destruido su poder. Al aio siguiente (452) aparece en el norte de Italia con un gran ejéreito. Las defensas de Roma se derrumban. Ante Atila se abre el camino hacia esa ciudad. Los ciudadanos roma- nos esperan lo peor. Mas Roma se salva. Atila se retira Avril 1986 cuando el éxito esta ya en su mano, La temida marcha sobre Roma no se produce. ,Qué ha sucedido? Le6n ocupa la ciétedra del obispo de Roma. Habia viajado rumbo al norte hasta el rio Po para salir al encuentro del poderoso Atila. No hha quedado registrada la conversa- ccién entre ellos, pero una cosa es clara: Leén, diplomatico temerario, ha hecho frente al Azote de Dios y ha ganado. De alguna manera, ha persuadido a Atila de que abandone su lucha por la Ciudad Eterna, tila muere poco después y los hunos no vuelven a molestar a Europa. Esta intervencién de Leén en favor de Roma acentia enorme- mente el prestigio del papado. Con la ereciente incapacidad del gobier- no civil para mantener el orden, la Iglesia empieza a remplazarlo, asu- miendo muchas responsabilidades seculares. La historia dir4 que fue Leén el Grande quien senté las bases para el poder temporal de los papas. jLeén ha venido a ser la figu- ra mas destacada de Italia! En el campo religioso, Leén afir- ma con fuerza la supremacia del obispo de Roma sobre todos los demés. ‘Afios antes, en ese mismo sitio, el ilustre Agustin, obispo de Hipona en el norte del Africa, habia pro- nunciado las palabras que ahora son famosas: “Roma ha hablado; la cau- sa esta resuelta”. En el Concilio de Chalcedonia en el afio 451, los obis- pos reunidos responden a los pro- nunciamientos de Le6n con las palabras: “Pedro ha hablado en Le6n; sea anatema quien crea lo contrario” La doctrina de que el poder habia sido otorgado por Cristo a Pedro, y que ese poder se trasmi- tirfa @ los sucesores de Pedro en Roma, se empieza a arraigar firme- mente, En junio del afio 455 Genserico, rey vindalo de Africa del Norte, ‘ocupa a Roma. Leén salva la situa- cién de nuevo. Induce a Genserico a tener misericordia de la ciudad y te acepta perdonar la vida de los ciudadanos romanos exigiendo tni- camente sus bienes. Esta exitosa intervencién de Le6n acrecenta aun mis el prestigio y la autoridad del papado, tanto en la Iglesia como en el imperio.. Con todo, Ia ciudad de Roma esté moribunda y ni siquiera los esfuerzos del papa la pueden salvar. El emperador es apenas ceremonial. Los emperadores del occidente son meros tfteres de los generales g manos. Ahora ni siquiera habré fachada ceremonial. La herida mortal Estamos en el aio 476. Sobre el trono de Roma se sienta un monar- ca nifio. Su nombre es Romulo Augusto, pero se le apoda Augiistu- To, 0 sea el pequefio Augusto. Por una curiosa coincidencia lleva los nombres del fundador de Roma, Romulo, y del imperio, Augus- to...ambos a punto de caer. El guerrero germano Odoacro, Jefe hérulo que gobierna una coali- ‘eign de tribus germanas, decide poner fin a la farsa de los empera- dores titeres. El 4 de septiembre del afio 476 depone a Rémulo Augusto. El largo proceso de la caida de Roma ha terminado, El imperio occidental ha tocado a su fin, Roma ha caido. El puesto del ‘emperador esti vacante. No hay sucesor. La antigua sefiora del mun- do se convierte ahora en botin de los barbaros. Zenén, emperador oriental en Constantinopla (fundada por Cons- tantino en el afto 327 como nueva capital del imperio oriental), nombra a Odoacro patricio de Italia. Pero en realidad, Constantinopla tiene escaso poder en el occidente, Odoacro es un rey independiente en Italia. ‘Con la caida del imperio occiden- tal, la historia antigua llega a su fin Sigue ahora un periodo de transi- Todo el territorio del imperio occidental esta ocupado y goberna- do por reyes germanos. Muchos de estos reyes barbaros, como Odoa- ro, se convierten al cristianismo de Artio, opuesto al cristianismo “catélico” de Roma. Pero estos reinos no estén desti- nados a perdurar. Ya estén en accién fuerzas silenciosas que forja- ran de las ruinas del antiguo impe- rio occidental un Imperio Romano nuevo y resucitado: jun imperio que no sera arriano! Estas fuerzas acabarén por sanar la herida mortal del aio 476 con repercusiones trascendentales. (Continuard) 29

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