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A, ANO 64 D.C. capital del mundo esta en Hamas! Muchas de las glorias arqui- 6nicas de la antigua Roma son devoradas por el fuego. Millares de romanos, presos del terror, quedan sin hogar y sin bienes en el mundo. Algunos romanos sospechan la verdad. Piensan que Nerén, inhuma- no, manidtico, loco, ha. encendido personalmente Ia chispa de la confla- gracién. Creyéndose un gran cons- tructor, el Emperador pretende borrar la anti- ‘gua Roma para darse la gloria de fundar una ciudad nueva y grandio- sa: jla Roma de Neron! Empieza a correr el rumor de que el incen- dio fue maquinacién del Emperador mismo. Neron teme por su vida. Necesita atribuirle la culpa a alguien... iy pronto! Para alejar las sospe- cchas de si, Neron sefiala con el dedo a un nuevo grupo religioso: los cris tianos de Roma. 's una salida habil; ya muchos odian a los éristianos y desconfian de ellos. Son un grupo que rechaza el culto a los dioses romanos y, con traicién, rehuisa rendir los honores divinos debidos al emperador Su predicacién acerea de un nue vo rey huele a revolucién. Ademas, no tienen ninguna influencia, nin- gin poder. Son el perfecto chivo expiatorio. Nerdn da orden de castigarlos, y jel bafio de sangre comienza! EI Emperador tortura y ejecuta de manera horrenda a los cristia- nos, victimas de esta falsa acusa- cién. Algunos son clavados en cru- eS; otros son cubiertos con picles de animales y lanzados al Circo Maximo para morir destrozados por los colmillos de los perros sal- vajes. Otros son clavados en made- ros y se les prende fuego para que iluminen las fiestas nocturnas brindadas por Nerén en sus jardi- nes, La feroz pet Marzo 1986 tex cucién dura afios. LA HISTORIA DE EUROPA YLA IGLESIA PARTE I LA IGLESIA LUCHA POR SOBREVIVIR por Keith W. Stump NOTA DEL DIRECTOR: Con este larticulo damos comienzo a una serie que estudia fa relacion histériea entre Europa y la Iglesia... relacion que dio su forma al curso historico del mundo occidental. Europa se encuentra hoy en wna tras cendental encrucijada, Los sucesos. que alll se cristalizan van a cambiar no slo la faz del continente sino del mundo enero, Para entender bien las noticias de hoy y los acontecimientos que nos esperan, es rnecesario conocer a grandes rasgos la his: toria de Europa. Los sucesos de muestra época se aprecian plenamente silo dentro de su contexto historic. Es temporada libre para la cacerfa de cristianos. Los martires apostolicos Entre los_prisioneros sometidos a juicio por Ner6n se cuenta un hom- bre que ha contribuido a establecer la nueva Iglesia de Dios en Roma’ Pablo, apéstol a los gentiles de len- gua griega Desde hace muchos afios, Pablo viene advirtiendo a las iglesias sobre las persecuciones inminentes. Les ha recordado las palabras de Jesiis a sus discipulos: “Si a mi me han perseguido, también a vosotros 9s perseguirén" (Juan 15:20) También les ha advertido que “to- dos los que quieren vivir piad mente en Cristo Jestis padecerin persecucion” (II Timoteo 3:12) EI mundo, les ha dicho, no es un lugar cémodo para los. Cristianos. Pero no obstante las persecuciones, y como lo habia declarado el mismo Jestis, “las puertas del Hades [el sepulero] no prevalece- rn contra ella” (Ma- teo 16:18). ;Nadie po- dra erradicar a la Igle- sia de Dios! El mismo Pablo ha padecido grandes sufri- mientos y_persecucio- nes durante su largo ministerio. Lleva mas de dos décadas predi- cando el evangelio del reino venidero de Dios, mensaje que ha difun- dido por muchas pro- vincias del Imperio R mano. Ahora, por fin, sus padecimientos estin préximos a ter- Nerén envia a sus siervos para que le anuncien a Pablo su muerte. Poco después, lle gan unos soldados y, sacindolo de la ciudad, lo llevan al lugar de eje- cucién. Pablo ora, y luego una espa- da le cercena la cabeza. Lo sepultan en la Via Ostia, Es el afio 68, a ‘comienzos del verano, La mayoria de los ancianos prin- cipales, asi como los miembros de Ja congregacién en Roma, sufren el martirio a manos de Nerén. Pedro, jefe de los 12 apéstoles, también encuentra la muerte en el aiio 68. Su sentencia es la misma que Jestis habia predicho muchos afios antes (Juan 21:18-19): la muerte por crucifixién. Disturbios en Judea Lamentablemente, Ia iglesia de Jerusalén, sede adonde se dirigen los eristianos en bu: Y orientacién, no esté en capa de brindar ayuda a los cristianos perseguidos en Roma. Ella también es presa de la turbulencia a raiz. de las guerras judias contra Roma. En el aiio 66 los judios oprimidos de Palestina estallan encendiendo la chispa de una revuelta general... y retando al poderio militar del Impe- rio Romano. Fieles a la advertencia de Jestis (Lucas 21:20-21), los eris- tianos de Judea huyen a los montes Mis tarde, en la primavera del fo 69, el general romano Tito vie- ne barriendo con sus huestes desde el oriente del Jordan. Los cristianos se salvan de a calamidad abando- nando los montes y viajando rumbo hacia el noreste a la lejana ciudad de Pela, en los montes de Galaad al oriente del rio Jordin. Ha Hegado el afio 70. Tito conquista a Jerusa- Jén. Quema el templo y arrasa sus cimientos. La. ciudad es asolada. Unos. 600.000 judfos pierden la Vida en la matanza y varios millares son vendidos como esclavos. s un tiempo de calamidad sin igual! ee inminente el reino? Aunque muchos sufren al ser arrancados de sus hogares, encarce- lados, torturados y privados de sus familiares y amigos, el espiritu que predomina entre los cristianos jes uno de esperanza y expectacion! Mientras los sucesos se desen- vuelven con la fuerza de un torbe- Hino, los eristianos observan con viva esperanza. Se animan recor- dando el gran panorama descrito por Jestis desde el principio de su ministerio terrenal: el regreso de Cristo y la restauracién del reino de Dios. Marcos lo ha consignado asi “Después que Juan fue encarce- lado, Jestis vino a Galilea predican- do el evangelio [buena nueva] del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acereado; arrepentios, y creed en el evangelio” (Marcos 1:14- 15). Dondequiera que fuera, Je hhablaba de este tema principal: la buena noticia del reino venidero de Dios Envié a los 12 discipulos a predi- car ese mismo mensaje (Lucas 9:1- 2). El apéstol Pablo también lo pre dic (Hechos 19:8; 20:25; 28:23, 31). Los eristianos en aquel primer siglo de nuestra era no tienen nin- guna duda acerea de ese reino. Se 2 trata de un reino de verdad, un gobierno terrenal, con un rey, con leyes y sibditos, que regir sobre toda la tierra. Es el gobierno de Dios que ha de suplantar a tos zobiernos de los hombres. Los cristianos hablan entre si, y repasan las muchas profecias que hablan de ese gobierno, Ya conocen Jos pasajes de memoria. El profeta Daniel, por ejemplo, habia descrito una serie de gobiernos mundiales que se sucederian (Daniel 2). Eran cuatro imperios universales: Babil nia, Persia, Grecia y Roma. Al fin de estos cuatro imperios terrenale dijo Daniel, “el Dios del cielo levantaré un reino que no seré Jamas destruido... desmenuzara y consumird a todos estos reinos, pero 41 permaneceré para siempre” (Da: nie 2:44), Este reino gobernard a las nacio- nes, “desmenuzard y consumira” al Imperio Romano... jmuy pronto, sin dudat, piensan los eristianos. Pronto las espadas y lanzas que sn de sangre el imperio han de ser convertidas en hoces y en rejas de arado, como lo profetiz6 Isaias (Isaias 2:4). Jesucristo ha de regre- sar y se pondra “el prineipado sobre su hombro” (Isaias 9:6). Cuatro. milenios tras los_anti- guos habjan esperado el triunfo de este reino. Ahora, con Jerusalén como eje de los sucesos mundiales en los afos 66-70, todo esto sera sin duda realidad. La espera En tiempos del ministerio terrenal de Jesis, algunos pensaron que El estableceria el reino de Dios de una vez. “Por cuanto... ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaria inmediatamente”, Jestis narré en- tonces a sus discipulos la parabola del hombre noble que se fue de viaje a un pais lejano “para recibir un reino y volver” (Lucas 19:11- 12) ‘Aunque naci6 para ser rey, como EI mismo le dijo a Pilato, su reino no era de este mundo (Juan 18:36). El regresaria mas tarde para est blecer su reino y premiar a sus sier- vos. Sus discipulos no entendieron esto mejor que Pilato. Después de su erucifixién y resu- rreecién sus discipulos le pregunta ron: “Seftor, ,restauraris el reino a Israel_en este tiempo?” (Hechos 1:6). JesGs les dijo que no les corres- pondia a ellos saber los tiempos o las sazones (versiculo 7). Les fue dificil entender, pero Jestis de todos modos les dio la comision de que fueran sus “testigos... hasta lo ditimo de la tierra” (versiculo 8). Durante casi cuatro décadas han predicado el evangelio por todo el mundo romano y aun mas all de sus fronteras, Ahora, acontecimientos ‘tumultuosos sefalan un cambio en el curso del mundo. Las sehales del final de la era, citados por Jesis en su profecta del monte de los Olivos (Mateo 24), parecen cada vez mas evidentes en el escenario mundial Con la guerra civil en el aio 69, Roma parece dirigirse velormente por el camino de la destruccién. Guerras, corrupeién, crisis eco- némicas, perturbaciones politicas, disturbios sociales, confusién reli- giosa, catastrofes naturales... to- das las sefiales estan alli. La trama de la sociedad romana se desinte- ‘gra. El mundo esti degenerado y descompuesto. ;No vendra Jestis, ‘acaso, para corregir todo esto? Los eristianos ven claramente que el Imperio Romano es la cuarta “bestia” de la profecia de Danie! (Daniel 7). Con ese cuarto reino al borde de la desintegracion, ,qué podra venir después sino el reino de Dios? Entre las_persecuciones horren- das, el martirio y la confusién, los cristianos aguardan su transforma- cion de materia en espiritu (1 Corintios 15:50-53) y su galardén: cargos de autoridad y mando en el reino de Dios (Lucas 19:17-19). “Vendré otra vez”, habia dicho Jess (luan 14:3). Los eristianos oran: “Venga tu reino”. Espe- ran...y esperan. .. pero no suce~ Cuando Jess no aparece en el momento culminante de los hechos cataclismicos de los aflos 66-70 ni poco después, el desconcierto es grande, Muchos cristianos se in- quictan, se desaniman, se desmora- lizan. Es algo sorprendente, un miste- rio, un enigma. ;Qué paso? Esta es una prueba para la [ele- sia. Muchos afrontan_ decisiones dolorosas. Muchos empiezan a dudar, a cuestionar. La PURA VERDAD El apéstol Pablo ya habia afron- tado Io mismo. Durante muchos aiios espers que Jestis regresara estando él en vida. En el afio SO habia escrito en una carta a los tesa~ lonicenses: “Nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Sefor...” (I Tesaloni- censes 4:15). Cinco afios mas tarde, en una carta a los corintios, escri= bid: “No todos dormiremos [mori- remos}” antes de la venida de Jestis (1 Corintios 15:51), Pero en una carta que dirigio a Timoteo pocos dias antes de su muerte, Pablo ya veia un panorama muy diferente y hablaba de los “postreros dias” en el contexto del futuro (MI Timoteo 3:1-2). Declaré: “He peleado Ia buena batalla, he acabado la carrera...” (II Timoteo 4:7), y habl6 de recibir su galardén en el futuro (versiculo 8) Empero, muchos cristianos, a diferencia de Pablo, se desaniman y desmoralizan. Ven deshechas sus esperanzas: ";Dénde esta la prome- sade su venida?”, se quejan. Pero algunos cristianos si entien- den. Saben que Dios quiere que afronten la duda para ver cémo reaccionan. Siguen esperando y observando con paciencia, mientras perseveran en las. buenas obras Recuerdan las palabras de Jesiis a sus discipulos: “Velad, pues, por- que no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Sefior ... porque el Hijo del Hombre vendré a la hora que no penséis” (Mateo 24:42, 44). Los salvos serdn aquellos que perseve- ren hasta el fin... cuandoquiera que Hlegue ese fin (versiculo 13). Algunos cristianos, sin entender correctamente los iiltimos versicu- los del Evangelio de Juan, ercen que Jestis regresaréi en vida de ese apéstol (Juan. 21:20-23). Muchos ven confirmada esta idea a medida que Juan envejece sobreviviendo a sus contempordneos. Ain tienen la esperanza de que Jesiis regrese en su generaci6n. Y esperan Otros son. menos pacientes Inguietos y dudosos empiezan a buscar otras respuestas. Sus ojos se alejan de la vision del reino divino y el verdadero propésito de la vida Pierden el sentido de urgencia que antafo tuvieron. Comienzan a des- viarse del camino recto. Se sienten confusos . . . se tornan vulnerables ‘Antes de esta “desilusin” Marzo 1904 falsos maestros no habfan logrado grandes avances enire los cristia- nos. Estos esperaban que Cristo regresara_ en cualquier momento; tenian que permanecer fieles, pron- tos a recibirlo. Mas ahora un amplio segmento de la comunidad cristiana se torna receptiva a las “innovaciones” doctrinales. ;Ya se hha preparado el suelo para recibir las semillas malignas de la herejta! Otro evangelio Martirizados muchos de sus fieles dirigentes, gran nimero de los eris- tianos caen victimas del error. Con- fundidos y desanimados, vienen a ser presa Fécil para los lobos. Los falsos maestros no son nada nuevo para la Iglesia. La erisis se ha venido preparando desde hace mucho. Ya en el ato 50 Pablo habia declarado a los tesalonicenses que se estaba maquinando una conspira- cién para suplantar la verdad: que ya estd en accién el mister la iniquidad”, les habia eserito (II Tesalonicenses 2:7), Pablo también advirti6 a los gala tas que algunos estaban pervirtien- do el evangelio de Cristo al tratar de erradicar el verdadero evangelio del reino de Dios que El habia pre~ dicado (Galatas 1:6-7). Les dijo a los corintios que algunos ya anda- ban predicando “otro Jess” y ‘otro evangelio” (II Corintios 11:4). Los tild6 de falsos apéstoles y_ministros de Satanis (versiculos 13-15), Pablo les habfa recordado a las iglesias aquellas palabras de Jesis: que muchos vendrfan en su nombre proclamando que Jestis era el Cris- to pero engaftando a MucHos (Ma- teo 24:5, 11). Muchos, no pocos, se dejarian Mevar por la senda del error, engafiados por una fe menti- rosa que se hacia pasar por eristia- Ahora se cumple aquella pro- fecia. La situacién se agrava cada vez mis. Con la introduccién de doctrinas falsas por parte de maes- tros astutos, la agobiada comunidad cristiana s¢ divide. Ha quedado fraccionada por obra de la herejia y las falsas ensefianzas. ‘Simon e! Mago Pocos saben que este caos en la Iglesia representa la victoria postu- ma de alguien que habia sembrado las primeras semillas del problema décadas atrés. Veamos lo que suce- ‘Un mago de nombre Simén, de Samaria (antigua capital de la casa de Israel), haba surgido en Roma en el afto 45 en tiempos de Claudio César. Este Sim6n era sumo sacer- dote de la religién de los misterios que se practicaba en Babilonia y Samaria (Apocalipsis 17:5) y que fue Hevada a Samaria por los asirios Iuego del cautiverio de Ia casa de Isracl (II Reyes 17:24). Simén impresiond hondamente a Roma con sus milagros demoniacos tanto que muchos ciudadanos su- persticiosos lo deificaron. ‘Unos afios atras (afio 33 de la era cristiana), mientras estaba en Samaria, Simén (apodado Simén el Mago 0 simplemente El Mago) habia quedado vivamente impresi nado por el poder del cristianismo Aunque fue bautizado por el digcono Felipe, en el fondo de su corazén Simén'no habia estado dis- puesto a despojarse de su prestigio y de la influencia que ejerefa como mago sobre los samaritanos. Pidié el puesto de apdstol, ofreciendo ‘comprarlo con dinero. El jefe de los apéstoles, Simén Pedro, lo repren- dig con severidad; le dijo que modi ficara su actitud de amargura y lo apart6 de la comunion de los eris- tianos con la esperanza de que se arrepinticra (Hechos 8). ‘Ahos mas tarde, Simon viajé a Roma sembrando la division en las, iglesias cristianas que a la sazén flo- recian en el occidente. Su meta era rodearse de seguidores. Se arrog6 el nombre de Cristo como disfraz. para sus enseflanzas, que eran una mez~ cla del paganismo babilénico, el judaismo y el cristianismo. Se arro- 26 también el vocabulario de los Cristianos y otras cosas de aparien- cia para dar a sus dogmas insidiosos un falso cariz cristiano. Simén fue el primer maestro ndstico de la era cristiana, Mediante sus esfuerzos, el nosticismo se difundié. ampli mente seduciendo congregaciones y alejandolas de la fe verdadera. Los nésticos eran dualistas religiosos que frecuentemente se considera- ban a si_mismos como un nuevo tipo de cristianos. Ensefiaban que la (Continia en la pégina 29) 13 EUROPA Y LA IGLESIA (Viene de Ta pagina 13) materia era mala y el espiritu bue- ‘no, y que la salvacién se aleanzaba por medio de conocimientos eso- téricos. Cuando le Megé la hora de la muerte, Simén no habia aleanzado tun éxito completo. Pero hubo quie- nes se sinticron atraidos por algunas de sus ideas sincréticas. Introdu- ciéndose sutilmente en la Iglesia de Dios, éstos trajeron a ella clementos de las ensefianzas de Simén, Las vietimas de estas falsas enseflanzas son muchas. Lucas, quien escribe el libro de los Hechos en el ao 62 de nuestra era, desen- mascara a Simén para detener su creciente influencia. Explica que Simén jams fue miembro converso de la verdadera Iglesia de Dios y relata cémo pretendié comprar el Puesto de apéstol. Desenmascarado Simén, aquellos que se habian unido a los miembros de la Iglesia pero que conservaban parte de las ideas del mago, se des- asociaron del nombre aunque siguicron propagando los_errores. Aunque ya no se les Hama simoni tas... tienen la misma doctrina. Su aspecto externo es el de cristianos; predican acerca de la persona de Cristo, pero niegan el mensaje de Cristo, el evangelio del reino de Dios. (Para mas detalles, solicitense nuestras publicaciones gratuitas tituladas ;Qué es ef verdadero evangelio?y Cémo vendra la paz mundial.) Unos aitos después de los escritos de Lucas, Judas describe a los simonitas como “hombres [que] han entrado encubiertamente” (Ju- das 4), y exhorta a los eristianos a “que contenddis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada... (versiculo 3), Por otra parte, y tal como lo pro- fetiz6 Pablo (Hechos 20:29-30), algunos miembros de Ia Iglesia de Dios se alejan de la fe original y, movidos por la vanidad, por el amor al dinero o por resentimientos per- sonales, empiezan a arrastrar di Pulos tras de si jLas herejias pululan! Mientras unas son reconocidas como tales, otras pasan inadvertidas. Los erro- esse van introduciendo lenta y si impereeptiblemente, 0 198 las verdades de la Iglesia de Dios fundada por Jests, iOtra sacudidat Queda un Gltimo obstéculo para que el triunfo de la herejia sea com- pleto: el apéstol Juan. Juan es el Ultimo sobreviviente de los 12 apéstoles originales y labora sin descanso para detener la ola de error y apostasfa, Hacia finales del siglo primero, Juan escribe que “muchos enga” jiadores han salido por el mundo” (II Juan 7), Escribe acerea de los muchos que han abandonado la comunién de la Iglesia de Dios “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros” (I Juan 2:19), y revela Que algunos jefes apéstatas han Hle- gado al extremo de expulsar de la Iglesia a los verdaderos cristianos (IM Juan 9-10), Durante las persecuciones del emperador Domiciano, Juan es enviado al exilio en la isla egea de Patmos. Alli recibe una revelacién asombrosa, En una serie de visiones, Juan se ve trasladado al futuro, al “dia del Seftor”, tiempo en que Dios inter- vendrd sobrenaturalmente én los asuntos del mundo enviando plagas sobre las naciones impias y pecado- ras, jtiempo que llegar a su punto culminante con la gloriosa segunda venida de Jesucristo! El panorama visto por Juan representa otra sacudida para la Iglesia del primer siglo. jHe aqu revelaciones aterradoras, casi in- creibles! jlmégenes de bestias con miltiples cabezas, de grandes ejércitos, de extrafias armas bélicas, de plagas devastadoras y desastres naturales! {Qué significa todo aquello? Cuando se publica el Apocalipsis, los que tienen entendimiento co- mienzan a captar el mensaje. Com- prenden que la venida de Cristo no €s tan inminente como habian creido. Ahora ven con mayor clari- dad secciones enteras del libro de Daniel que antes no habian enteni do, Los grandes sucesos revelados por Jesucristo a Juan no van a ocu- rrir de la noche a la mafana. Tal parece que se trata de lapsos muy Brandes... sighos.... quiz dos milenios! (Para un estudio detallado de estas profecias, solicitese nuestro minando>folleto gratuito titulado E/ libro de Apocalipsis ;por fin descifrado!) = Unos.pocos empiezan a ver las enseftanzas de Jesucristo bajo una nueva luz. En la profeeia que Jesis pronuncié en el monte de los Olivos (Mateo 24:22), El habia dicho que “si aquellos dias no fuesen acorta- dos, nadie seria salvo". Muchos habian cavilado acerca de esta afir- maci6n. No entendian cémo el hom- bre podria Megar a fabricar suficien- tes espadas, lanzas y flechas para exterminar a toda la humanidad Ahora las visiones de Juan indi- can la respuesta. Algiin dia llegardn a existir aquellas armas formidables descritas por Juan en el extrafio Tenguaje simbélico. armas. in- coneebibles que harin posible la aniquilacién total del hombre Algiin dia... mas no todavia. Muchos comprenden que Jerusa- len sera el eje de una nueva crisis una crisis futura. Llegaré el dia en que Jerusalén se vera nuevamente rodeada de ejércitos (Lucas 21:20), y esto desencadenara una crisis aun mayor que la de los aos 66-70. Algunos comienzan a entender también que la comisién dada por Jesiis a sus discipulos, a saber, que leven el evangelio hasta lo Gitimo de la tierra, podria cumplirse lite- ralmente. Jesiis habia profetizado que “sera predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendré el fin” (Mateo 24:14). Una empresa asi, de pro- Porciones mundiales, tomarfa tiem- Po .... muchisimo tiempo. Unos cuantos empiezan a ver ramente. Pero otros no pueden aceptar esta nueva verdad. Hay quienes empiezan a ensefiar que el reino ya est aqui: que es la Iglesia misma, o que es un reino asentado en el corazén de los cristianos. Juan sale de su prisién en el aflo 96. En los dias de vida que le restan se esfuerza, en unién de los fieles Aiscipulos, por conservar a la Igle dentro de la fe tal como se la hal ensefado Jesucristo en persona. El primer siglo de nuestra era cie- rra_con la muerte del anciano apéstol Juan en la ciudad de Efeso. Jesiis atin no ha venido. Algunos siguen esperando. Otros, tanto dentro como fuera de Ja comunién de la Iglesia, empiezan 4 actuar por su propia cuenta. (Continuard) 29

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