Reseña sobre la ovinocultura de carne en

Colombia
Inicios a partir de una base establecida
Camilo E. Barrios C.
Zootecnista, Esp. Ovinocultura PUM Holanda
Consultor en ovinocultura
Socio fundador de Asoovinos Colombia

En Colombia los ovinos han permanecido desde la segunda llegada de los conquistadores a América, cuando
empezaron a introducir ovejas de leche y de pelo, que se fueron distribuyendo a lo largo y ancho del territorio
nacional. Esta actividad se ha mantenido tradicionalmente gracias a que la oveja es una especie que responde
en producción aceptable, teniendo en cuenta que su manejo se ha mantenido con poco o ningún nivel de
tecnificación.

Aunque han habido estudios de caracterización y desempeño de la especie desde la década de los setentas,
no se había abordado el tema de la ovinocultura como una ganadería, sino más bien como una actividad de
subsistencia, como opción para pequeños productores a escala familiar.

En el trópico bajo colombiano se han mantenido bajo sistemas extensivos principalmente, bajo esquemas
comunitarios, o en pequeñas cantidades en áreas reducidas; en zonas ocupadas por el ganado bovino, eran
mantenidas como una especie de caja menor, donde se vendía su carne sin discriminación por edad o calidad,
bajo un esquema de comercialización informal. En el trópico alto se mantuvieron en pequeñas parcelas con
método de rotación en estaca, o algunas grandes rebaños en sistemas extensivos, donde su principal
orientación fue la lana, dado que las instituciones de gobierno y academia se enfocaron a sacar provecho de
ella; la carne provenía de animales que ya no producían lana, derivada de animales viejos.
La ovinocultura enfocada hacia la producción de carne inició a finales de los años 90, donde un grupo de
zootecnistas en Bogotá empezó a investigar sobre este tema motivados por la llegada de las grandes
superficies a Colombia, especialmente de Francia, quienes solicitaban volúmenes importantes de carne de
cordero pero que nadie podía suplir. Para esa época la producción de carne de ovino provenía de un mercado
tradicional sin ningún tipo de mejoramiento ni especificación técnica, de fincas cuyo manejo era precario o
nulo en economías de subsistencia. Esto quiere decir que para la actividad que es hoy en día la ovinocvultura
de carne, este gremio inició en Colombia practicamente desde cero.

El gremio empezó a dar sus primeros pasos en esa misma época, donde estos profesionales dieron a conocer
las bondades de la especie y su potencial en Colombia. Igualmente se dio un trabajo constante de extensión,
donde se empezó a dar conocimiento sobre el manejo técnico de la especie. Se tomó como base el material
genético que había permanecido en el país, con la posibilidad de importar reproductores que pudieran
refrescar la sangre e intreducir algunas razas nuevas cuyo objetivo fuera mejorar los parámetros productivos
de la especie. Es así como llegaron importaciones que empezaron a ser distribuidas en granjas que se
establecieron con fines de genética y comerciales.

Unos años después se crea ASOOVINOS, como respuesta a esta demanda creciente y a la necesidad de
vincular profesionales e inversionistas que veían esta actividad como un verdadero negocio con enfoque
empresarial. Poco después de creada la asociación empezó a crecer rápidamente, ya que había un interés muy
grande porque empezó a formalizarse la demanda y empezaron a darse criterios sobre la cría, para alcanzar
este mercado. Mucho interés se generó al poder ver el crecimiento que se estaba dando en otros países y la
influencia que éstos empezaron a generar sobre el trabajo que se hacía en Colombia.

En estos últimos diez años los avances han sido impresionantes. La cadena productiva ha pasado de ser
completamente informal a generar esquemas de comercialización formales, gracias a la creación de
comercializadoras de cordero, adecuación y creación de plantas de sacrificio, vinculación de entes de
investigación y la academia, soporte de empresas dedicadas a dar soporte tecnológico y servicios, entre otras.
La cadena cuenta con una normatividad que la orienta y la regula, en busca de formalización; igualmente el
gremio hace presencia en eventos ganaderos de alto nivel y vincula constantemente interesados en la
actividad, que pueden contar con asesores priofesionales debidamente capacitados. En materia de
biotecnología, de han adoptado los últimos avances para masificar genética de mejor calidad, incorporando
ya criterios de mejora a partir de índices genéticos.

Ha sido tanto el vuelco que se le ha dado a la actividad, que ya colombia es referente para otros países que
quieren seguir su trabajo como ejemplo de estructuración e impuso a un gremio. Incluso hay granjas que han
sido capaces de mostrar y difundir genética hecha en nuestro país, para ser adquirida por personas que quieren
iniciar en otros países.

Aunque el inventartio ovino es bajo, se espera que con estos avances y la entrada de nuevos productores en
todo el país, se duplique la problación en corto tiempo y se mejoren las espectativas de mercado, ya que la
demanda actual sobrepasa la oferta, lo que motiva a seguir impulsando esta actividad.