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VEJEZ

SALVAREZZA

La vejez es un tema conflictivo. Como se afronta esto depende de la historia personal


de cada uno, esta idea de la vejez es inconsciente en cada uno de nosotros. Solo se
hace evidente con el trato con las personas viejas, A medida que el sujeto envejece se
produce su interés vital esto genera que se aparten de la sociedad. El individuo se
aleja de lo afectivo y sus capacidades sensomotrices disminuyen. Se engendraran
cuadros de angustia por problemas de difícil solución por ejemplo la disminución de
sus capacidades sexuales.

Es un proceso universal es decir que ocurre en cualquier cultura y tiempo histórico, es


inevitable porque está apoyado en procesos psicobiologicos y es intrínseco es decir
que no está asociado a una variable de sociedad. De esto se induce que la función de
los demás agentes sociales, es inducir a este proceso como un paso para llegar a la
muerte.

Teoría del desapego, tres tipos de críticas, teóricas, prácticas y empíricas. Desde lo
práctico es adoptar una postura de indiferencia hacia los viejos, desde el sentido
teórico plantea que la teoría del desapego no es una teoría y por ultimo del punto de
vista empírico plantea que le evidencia para sostener la teoría no es cierta.

Prejuicios contra la vejez

Viejismo es el conjunto prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se le aplican a


los viejos simplemente en función de su edad.

Gerontofobia Se refiere a una rara conducta de temor u odio irracional hacia los
viejos de manera que es menos abarcativa por eso debe ser incluida en el Viejismo
pero no utilizada como sinónimo.

Los prejuicios se van adquiriendo en la infancia y luego van incrementando en


el resto de nuestra vida.

Se asocian con conductas de personas significativas del entorno familiar. Estas


personas tienen explicaciones lógicas pero sus reacciones son infantiles. Se explica
que en la educación los niños van asociando a la vejez como una declinación mental y
física. Al observar los cambios que produce la vejez el individuo rechaza
inconscientemente esos cambios y a la persona que los está sufriendo.

Para el psicólogo entrevistar un viejo es un espejo del tiempo.

La vejez no es algo del futuro, es algo que llevamos activamente con nosotros.

Prejuicio recurrente: Los viejos son todos enfermos y discapacitados.


La vejez influye negativamente en la enfermad, no es enfermedad.

La sexualidad en la vejez

La negación de hablar del tema de sexualidad en los viejos puede darse por las trabas
científicas que ha tenido la sexualidad, Es un tema inexplorado y está lleno de
prejuicios. Se dice que no es posible ni necesaria y si sucede es algo raro (viejo
verde).

Se puede concluir la teoría de que la sexualidad en la vejez es algo que no se


experimenta es una construcción social.

La vejez como producción subjetiva. Representación e imaginario social

Fernando Berriel

Resumen

El presente texto aborda las representaciones actuales del envejecimiento y la vejez


en los propios Adultos Mayores. Parte de algunas consideraciones teóricas sobre el
lugar que los viejos han ocupado en la Modernidad. Luego comunica algunos de los
resultados obtenidos en un estudio cualitativo desarrollado en la ciudad de
Montevideo. De estos resultados se siguen dos líneas de conclusiones: Unas referidas
a la elaboración de políticas sociales para los Adultos Mayores y el envejecimiento.
Otras directamente centradas en las perspectivas de la Psicogerontología en su afán
de aportar conocimientos y prácticas profesionales. Se desarrolla la concepción de
clínica del autor. Se concluye que las prácticas clínicas, consideradas en un sentido
muy amplio, con adultos mayores, deben incorporar en forma central el trabajo con las
representaciones sociales y las producciones imaginarias sobre la vejez y el
envejecimiento.

Tradicionalmente, el medio académico, social y político ha reconocido sin


demasiadas dificultades las actitudes prejuiciosas que las sociedades modernas
tienen respecto a la vejez. En el Río de la Plata es ineludible la referencia a los
desarrollos conceptuales de Leopoldo Salvarezza (1993). Este autor, muy
importante para nosotros, acuña el término "viejismo" como equivalente de la
expresión "ageism" de R. N. Butler, y designa así al "conjunto de prejuicios,
estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos simplemente en
función de su edad" (p. 23). Por sus efectos, resulta comparable a otros
prejuicios y discriminaciones aplicadas a otros grupos de personas en función
de su sexo, su orientación sexual, el color de su piel, su religión, etc., lo que ya
implica una dimensión política sobre la que luego volveremos. Lo distinto radica
en que en este caso no se trata de personas que nacen en una supuesta
condición diferencial, sino que llevan determinado tiempo de vida
Monchietti y Lombardo (2000), por ejemplo, han estudiado desde esta perspectiva los
discursos dominantes sobre la vejez., destacando que predominan las
representaciones de naturaleza negativa. También concluyen que "la representación
de sí que el anciano tiene en cuanto tal, se ve influida por la representación que, de la
vejez, circula en el discurso de un grupo social determinado" y establecen que "las
significaciones generalmente asignadas son casi equivalentes a agresiones explícitas
o solapadas; "chochea", "viejo verde", "resentido", etc.." (p.1). Una conclusión clara
que podemos extraer de estos aportes es que estas representaciones sociales, estos
prejuicios y estereotipos, al dar lugar a valoraciones jerárquicas (cuerpo joven >
cuerpo viejo) y a discriminaciones, encierran una dimensión política.

Desde este pensamiento único, estos obstáculos para la perfección constituyen una
nueva categoría: los otros. Los viejos han formado parte de esta pléyade de sucios,
feos y malos, de locos, de pobres y de viejos.

En este estudio concluíamos que la representación social del envejecimiento y la vejez


que tienen los propios adultos mayores merece la definición de compleja. Ya no habría
una representación más o menos única, simple, dada en forma casi exclusiva por el
modelo tradicional de envejecimiento y por una directa y simple vinculación del
envejecimiento con la pasividad, el declive y la enfermedad. Este modelo tradicional no
ha perdido aun probablemente su condición de hegemónico, sin embargo, coexiste
con un nuevo paradigma con contenidos casi inversos. Las percepciones que
encontramos en los sujetos toman elementos de ambos modelos, son producciones
contaminadas de ambos paradigmas. Sin embargo los contenidos que componen
estas producciones, las formas en las que los mismos se combinan y se manifiestan
no se dan en forma meramente caótica, sino que en su complejidad dejan entrever
algunos mecanismos que permiten profundizar en las principales características que
adopta la producción y reproducción de la vejez y el envejecimiento en el Uruguay de
comienzos del siglo XXI, y especialmente el registro subjetivo de estos procesos de
producción y reproducción por parte de los adultos mayores, lo que nos permite
reflexionar en la eficacia de esta percepción subjetiva en la producción de prácticas
concretas.

El exceso de sentido que el imaginario social necesita sostener sobre la vejez y el


envejecimiento da lugar a una progresiva pérdida de sentido dada por la clausura de la
interrogación (y en esto las perspectivas organicistas de la subjetividad son claramente
cómplices) o por un exceso de respuestas. De allí se sale, en palabras de Castoriadis,
a través de la producción de un imaginario radical o instituyente, dando lugar a nuevos
procesos de subjetivación por la única vía posible: la de las prácticas, la de la
articulación. Articular lo desarticulado, desarticular lo cristalizado tanto en el plano
discursivo (y principalmente de los enunciados, como en el extra discursivo, de las
visibilidades, de las percicibilidades.

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