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NOVIEMBRE DE 2007
AÑO LXVIII

NÚMERO 799

P-3 Laser Guided Bomb

I
noviembre 2007 - año LXVIII - núm 799
• Vigencia e Invariabilidad de
S-80

la Función Militar
Fragata F100 • Guerras de Cuarta Generación.
CN-235 para el programa Deepwater
La Solución: ¿Tecnología?

Littoral Combat Ship LAMPS HIMARS

I EJÉRCITO I
La alianza hace
la fuerza.
En un mundo que continúa cambiando a ritmo vertiginoso, los gobiernos buscan alcanzar sus principales
objetivos mediante alianzas industriales con empresas tecnológicamente avanzadas de todo el mundo.
Lockheed Martin y sus socios en más de 50 países se esfuerzan en satisfacer una amplia gama de
necesidades gubernamentales prioritarias: Desde el fortalecimiento de los sistemas de defensa, a la
gestión del tráfico aéreo, marítimo y ferroviario. Desde los sistemas de Mando y Control militares
y civiles, a la fabricación y lanzamiento de satélites.

Porque cuando el objetivo es realmente importante, la alianza hace la fuerza.

www.lockheedmartin.com
DOCUMENTO: La Interoperatividad (DOCEX-07)
2-3.ps - 10/19/2007 12:01 PM

Índice
EDÍTA EDITORIAL 4
Foto: SECRETARÍA
27
MINISTERIO
DE DEFENSA
GENERAL
TÉCNICA DOCUMENTO
DIRECCIÓN
Director
General de Brigada
La Interoperatividad (DOCEX) - 07
José Ángel ARMADA de SARRÍA
Subdirector, Jefe de Colaboraciones y
Administración
Coronel Eduardo ORTIZ de ZUGASTI AZNAR
Jefe de Ediciones
Coronel Julián BARRIOS BARBERO
CONSEJO DE REDACCIÓN
Coroneles
Meléndez Jiménez, Ramírez Verdún,
Presentación
BLAS PIÑAR GUTIÉRREZ.
Grande Urquijo, Franco Serrano
General de Brigada. Infantería. DEM. 36
y Dolz del Castellar Alvargonzalez.
Tenientes Coroneles
García-Mercadal, Dacoba Cerviño,
Fuente Cobo y Muñoz Blazquez.
Comandantes Concepto Español de Interoperatividad
Cepeda Lucas, Urteaga Todó, JUAN HERNÁNDEZ GUTIÉRREZ.
De la Fuente Cagigós, Teniente Coronel. Infantería. DEM. 38
Gonzálvez Vallés, Ariño Astudillo y
Sarto Fereruela.
Suboficial Mayor
Illana Miralles. Interoperatividad Táctica: Doctrina y Procedimiento
NIPO: 076-07-039-6 (Edición en papel) La Brigada en la Estabilización
NIPO: 076-07-038-0 (Edición en línea) ANTONIO LUZÓN MUNIESA.
Depósito Legal: M. 1.633-1958 Comandante. Artillería. DEM.
ISSN: 1696-7178 JUAN IGNACIO REYES MADRIDEJOS.
Correctora de Estilo: Comandante. Infantería. DEM. 42
Paloma Prado Caballero.
Servicio de Documentación:
Emilia Antúnez Monterrubio.
Corrector de Pruebas:
Teniente José Manuel Riveira Córdoba. Interoperatividad Táctica: Mando y Control
Diseño Gráfico y Maquetación: JULIÁN DÍAZ ABAD.
Luis Angelina Higuera, Teniente Coronel. Infantería. DEM. 48
Ignacio Moreno Piqueras y
Francisco J. Gallardo Gallardo.
Fotocomposición, Fotomecánica e Impresión
Interoperatividad de la Función Inteligencia
CENTRO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO
FRANCISCO JIMENEZ MOYANO..
Promotor de Publicidad: Teniente Coronel. Infantería.
VÍA EXCLUSIVAS.SL FRANCISCO JAVIER SANTOS DÍAZ.
Viriato, 69 S-C. 28010 Madrid (España)
Teléf.: 91 448 76 22 / Fax: 91 446 02 14
Teniente Coronel. Artillería. 54
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http: // www.viaexclusivas.com
Fotografías: SEPUB, (Manrique/DECET), La Integración Logística en una Brigada
Pascual Alonso, Ramos Guerra, Hispano - Francesa
R. Andrés, Couso Larios, Cusachs, ÁNGEL CASTILLA TRILLO.
Salvador Cubedo,Noval García, Lopez Teniente Coronel.Infantería. DEM.
Fernandez y Gallardo. FRANCISCO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ.
REVISTA EJÉRCITO: Comandante.Infantería 58
C/. Alcalá 18, 4.º 28014 MADRID.
Teléf.: 91-522 52 54.
Telefax: 91-522 75 53.
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ARTÍCULOS
Desfile del día de la
Fiesta Nacional
Vigencia e Invariabilidad
de la Función Militar
FELIPE QUERO RODILES..
General de División. DEM.
Guerras de Cuarta Generación.
La Solución ¿Tecnológoca?
PEDRO SÁNCHEZ HERRAEZ.
Comandante. Infantería. DEM.
Defensa Antimisiles
Balísticos en Europa
JOSÉ ANTONIO PASCUAL ALONSO..
Teniente Coronel. Artillería. DEM.
La Estrategia de las Naciones Unidas
contra el Terrorismo
MIGUEL ANGEL GUIL GARCÍA.
Comandante. Transmisiones DEM.
Sistema Ahead-Skyshield
EUGENIO GARCÉS BONET.
Teniente Coronel. Artillería.
Los Suboficiales en la OTAN
RAMÓN COUSO LARIOS.
Sargento 1º. Artillería.
Reflexiones sobre la Influencia del
Espíritu de Cuerpo en la Moral Militar
JOSÉ SALVADOR CUBEDO.
Teniente Coronel. Transmisiones. DEM.
Los Equipos de Toma de Muestras NBQR
FERNANDO NOVAL GARCÍA.
Capitán. Infantería.
La Eficacia de una Fortificación Efímera
MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ.
Comandante. Artillería.
• NOVIEMBRE 2007 • AÑO LXVIII. NÚM. 799
SECCIONES
Grandes Autores del Arte Militar
6 Baltasar de Ayala..
PEDRO RAMÍREZ VERDÚN.
Coronel. Infantería DEM. 100
Observatorio Internacional de Conflictos
8 ALBERTO PÉREZ MORENO.
Coronel. Infantería. DEM.
CARLOS ECHEVERRÍA JESÚS.
Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED. 101
18 Cine Bélico 105
Hemos Leído 107
Información Bibliográfica 111
26
Sumario Internacional 113
65
NUESTRAS INSERCIONES
71
Poema: «...Así son los Regulares...” » 115
78
La Revista Ejército es la publica- Redacción, Administración y Suscrip-
ción profesional militar del Ejército ciones: Sección de Publicaciones de
de Tierra. Tiene como finalidad la JCISAT. C/. Alcalá 18, 4.º 28014
81 facilitar el intercambio de ideas MADRID. Teléf.: 91-522 52 54. Tele-
sobre temas militares y contribuir a fax: 91-522 75 53. Pág. WEB:
la actualización de conocimientos www.ejercito.mde.es, E-mail: ejerci-
y a la cultura de los cuadros de torevista@ et.mde.es; revistaejerci-
mando. Está abierta a cuantos to@telefonica.net. Suscripción anual:
compañeros sientan inquietud por España 12,02 euros; Europa:18,03
87 los temas profesionales. Los traba- euros; resto del mundo: 24,04 euros.
jos publicados representan, única- Precio unidad: 2,4 euros.
(IVA y gastos de envío incluidos)
mente, la opinión personal de los LA VIGENCIA DE LOS PRECIOS
autores. REFERIDOS SERÁ DURANTE EL AÑO 2007
94 PUBLICIDAD:
Santa Barbara 17, ITT Defense 25, AGPM 33, y Lockheed Martin 116.
4-5.ps - 10/19/2007 11:33 AM

Editorial
T odos sabemos que la actual situación
internacional se caracteriza por una
continua y progresiva actividad de cambio
que, además, se acelera cada día más.
Aparecen nuevas amenazas y permane-
cen, aunque con menos posibilidades, las
antiguas. Desde el 11 de septiembre, lleva-
mos ya seis años de lucha contra el terro-
rismo internacional y las FAS tienen ya
cierta experiencia en esta lucha en dife-
rentes territorios. Como es lógico, el senti-
do común aconseja la necesaria adapta-
ción de los ejércitos a la nueva situación,
pero, además de las convenientes medidas
estructurales, la verdadera cuestión de fondo es en qué medida se ve
afectada la esencia de la función militar.

C on frecuencia se pone en tela de juicio la efectividad del máximo

organismo internacional, es decir la ONU, en la lucha contra el te-
rrorismo. Es verdad que tanto el Secretario General como las diferentes
resoluciones del Consejo de Seguridad se han referido frecuentemente a
esta lucha. Es verdad que sus resoluciones abarcan las facetas más impor-
tantes del fenómeno terrorista, pero también es verdad que la sensación
de ineficacia va acompañando a cada nueva resolución. Esta ineficacia
es el resultado de múltiples razones, entre las que, tal vez, destaca la di-
ferente sensibilidad hacia el terrorismo que presentan las naciones que
componen dicho organismo internacional.

U na y otra vez analizamos y estudiamos las experiencias extraídas

de los conflictos de Afganistán, Iraq y el Líbano. Pero siempre nos
sorprende un fenómeno que, por otra parte, se ha ido repitiendo a lo lar-
go de toda la Historia. Cuando más parecen como definitivos los adelan-
tos tecnológicos para lograr la victoria, más se aprecia el elemento hu-
mano y sus valores. Esta es la situación actual respecto a los conflictos
asimétricos, también llamados de cuarta generación.

H ace ya meses que podemos encontrar en los medios de comunica-

ción, la polémica desatada por el objetivo de EE UU de desplegar
en Europa un sistema de armas antimisil para proteger los territorios ame-
ricanos y europeos de un ataque de esta categoría. Aunque la amenaza
vendría de Oriente Medio, Rusia se opone al proyecto puesto que estima
que es perjudicial para sus vectores de disuasión nuclear, lo que alteraría
el equilibrio estratégico global. Sin embargo, la voluntad de llevarlo a
4-5.ps - 10/19/2007 11:33 AM

cabo, y a corto plazo, es firme y es de desear que todas las garantías que
ofrezcan a Rusia puedan hacerlo posible y viable.

S abido es que disfrutar de una elevada moral militar por parte de los
componentes de un ejército, es condición indispensable para el
cumplimiento de los fines del mismo. Uno de los vectores de la moral
militar es el espíritu de cuerpo, y desde siempre se ha procurado poner
los medios para estimularlo, sabiendo que es un factor de cohesión im-
portante en las unidades. Pero este espíritu de cuerpo que se plasma en
la necesaria diferenciación del resto de las unidades, debe lograrse con
prudencia y dosificarse con inteligencia para no provocar verdaderos
efectos perversos.

C on frecuencia en nuestras páginas ha quedado reflejada la impor-

tancia que en los ejércitos tienen los suboficiales. Hace ya algunos
años, celebramos los 500 del empleo de Sargento en el Ejército español.
Ahora que es absolutamente corriente que nuestras unidades se integren
y actúen en fuerzas multinacionales, se han observado las importantes
diferencias que en cuanto a formación, empleos y misiones, tienen los
suboficiales de los ejércitos de las diferentes naciones. Por ello, dada
nuestra total integración en la OTAN, sería conveniente, tal vez, empezar
a estudiar en ese marco el camino hacia una homologación de los subo-
ficiales.

E l Observatorio Internacional trata en primer lugar de Malasia, la ac-

tual Malaisia. Esta nación de gran pujanza económica ve con temor
el avance imparable del islam con una creciente expansión de los tribu-
nales de la Sharia, y también los problemas derivados de su vencidad
con el rico Singapur. Por otra parte, en el Océano Índico se está jugando
una partida estratégica muy interesante. El problema ha salido a la luz
con las recientes maniobras navales llevadas a cabo en aguas del Golfo
de Bengala por fuerzas estadounidenses, indias, australianas, japonesas y
de Singapur. China -cuya dependencia energética la obliga a mirar al Ín-
dico, por lo que se esfuerza en tratar con Paquistán, Myammar, Bangla-
desh, etc- observa con desconfianza estos movimientos navales en zona
tan estratégica.

N uestro Documento mensual está dedicado al ejercicio bilateral

DOCEX-07, realizado por el MADOC y su homólogo del Ejército
francés, el Centro de Doctrina para el Empleo de la Fuerza. Se trata del
conocimiento recíproco de las doctrinas de los dos ejércitos y de una re-
flexión doctrinal ante la acción de una brigada de Infantería francesa (o
española) con un grupo táctico español (o francés).Un hito más en un
provechoso camino que se inició hace ahora 10 años.
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Este año, como es habitual el día 12 de octubre, SS MM

los Reyes de España presidieron el desfile que conmemora
el día de la Fiesta Nacional.
Los actos comenzaron con la llegada y rendición de hono-
res a SS MM. Se continuó con el homenaje, en primer lugar,
a la Bandera y posteriormente a todos los que dieron su vida
por España.
Finalizado este acto, se iniciaron sucesivamente los desfi-
les aéreos y terrestres en los que el Ejército de Tierra partici-
pó con diversas unidades.
Por lo novedoso, podemos hacer mención al homenaje
que se rindió al contingente de las fuerzas desplegadas en el
Líbano, representadas por todas las banderas de los países
que operan en la zona. Así mismo, cabe reseñar la presencia
por primera vez en el desfile, de un avión AWACS de la
OTAN y de una unidad UAV.

6 REVISTA EJÉRCITO • N. 778 NOVIEMBRE • 2006

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ORDEN DE DESFILE

SECCIÓN DE MOTOS DE LA GUARDIA REAL ● Unidad Mixta de Artillería ATP

MANDO: General Jefe de la BRIPAC VI - Mando y PLMM
- Batería ATP 155 mm.
ESTADO MAYOR: de la BRIPAC - Batería ACA 105 mm. remolcada con vehículos TOM
UNIDAD DE VETERANOS de los tres Ejércitos y Guardia Civil ● Unidad Mixta de Ingenieros y Apoyo
AGRUPACIÓN MOTORIZADA - Mando
● Mando y PLMM - Unidad de Vehículos Carros de Zapadores
● Unidad Ligera Motorizada - Unidad de Transporte Táctico
- Unidad de Transporte Logístico
- Mando y PLMM
- Sección de Infantería
1ª AGRUPACION A PIE
- Sección de Apoyo
● Unidad Mixta de Artillería - Mando
- Mando y PLMM - Batallón de la Guardia Real
- Unidad de Artillería de Campaña - Banderas y Estandartes
- Unidad de Aviones no Tripulados - Compañías de Cascos Azules
- Unidad de Artillería Antiaérea - Batallón de Alumnos de la Armada
● Unidad Mixta de Apoyo - Escuadrón de Alumnos del Ejército del Aire
- Batallón de Alumnos del Ejército de Tierra
- Mando y PLMM
- Batallón de Alumnos de la Guardia Civil
- Unidad de Desactivación de Explosivos
- Unidad Mixta de Transmisiones 2ª AGRUPACION A PIE
- Unidad de Ambulancias BMR - Mando
- Unidad de Apoyo Sanitario - Batallón de la Armada
● Unidad Motorizada de la Unidad Militar de Emergencias - Escuadrón de Unidades del Ejército del Aire
● Compañía Mixta Motorizada de la Guardia Civil - Compañía de la Unidad Militar de Emergencias
AGRUPACIÓN MECANIZADA/ACORAZADA - 2 Batallones de Unidades del Ejército de Tierra
● Mando y PLMM 3ª AGRUPACION A PIE
● Unidad de Caballería Acorazada - Mando y PLMM
- Mando y PLMM - Bandera de la Legión
- Escuadrón Acorazado - Tabor de Regulares
● Unidad de Infantería Acorazada/Mecanizada
UNIDADES A CABALLO
- Mando y PLMM
- Compañía de Infantería Mecanizada - Sección Hipomóvil de la Batería Real
- Compañía de Infantería Acorazada - Escuadrón de Sables de la Guardia Civil

REVISTA EJÉRCITO • N. 778 NOVIEMBRE • 2006 7

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VIGENCIA E
INVARIABILIDAD DE
LA FUNCIÓN MILITAR
Felipe Quero Rodiles. General de División. DEM.
INTRODUCCIÓN
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial,
nuestras Fuerzas Armadas —como las de la ma-
yoría de los países— han sido objeto de una pro-
gresiva reducción de efectivos y de una sistemá-
tica modernización como compensación
necesaria para mantener su eficacia.
Después, a medida que la amenaza soviética
se fue diluyendo, la modernización se fue ha-
ciendo más amplia y profunda, mereciendo —en
consonancia con el resto de las actividades na-
cionales— la consideración de cambio. Lo impor-
tante era cambiar, y a la mayor velocidad posi-
ble, siendo la tecnología el motor que lo
impulsaba. El cambio sacudió a las Fuerza Ar-
madas como un vendaval; ya no se trataba de
acometer una modernización de armas y siste-
mas, sino de un cambio profundo de sus estruc-
turas y funcionamiento para convertirlas en un
instrumento nuevo.
Hoy se nos presenta con fuerza casi mágica
una nueva idea: la de la transformación. Ya no
se trata de un cambio profundo de estructuras y
funcionamiento, sino de una mutación que alcan-
za la esencia y razón de ser de la institución cas-
trense y la convierte en algo diferente, perma-
nentemente adaptada a los cambiantes retos de
la seguridad internacional y ajustada a los nue-
vos riesgos. En definitiva, nos hallamos ante lo
que parece una reconversión de la función mili-
tar.
La nueva idea resulta lo suficientemente im-
portante y trascendente como para merecer una
reflexión sobre las razones que la impulsan y los
límites que la condicionan. El propósito de este
trabajo es realizar una meditación sobre el esta-
8 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
do de la cuestión en el marco de la nueva situa-
ción.
LA MODERNIZACIÓN
Como es sabido, la función militar nació en la
remota antigüedad, como necesidad sentida por
la sociedad sedentaria de dotarse de un instru-
mento capaz de oponerse a cualquier enemigo
decidido a destruir o anular su proyecto político.
Por tanto, desde el principio de la Historia, la fun-
ción militar se configuró como una necesidad po-
lítica primaria —anterior a cualquier otra— para
garantizar la identidad, integridad y orden político
del proyecto colectivo.
La reducción de la tensión internacional deri-
vada de la Segunda Guerra Mundial como con-
secuencia del eficaz equilibrio de fuerzas alcan-
zado, produjo una disminución del riesgo de
guerra haciendo que la mayoría de los países
del mundo iniciasen una progresiva reducción de
sus efectivos militares y, a la vez, una depurada
modernización de sus sistemas de todo tipo
como solución para mantener la capacidad y efi-
cacia de sus ejércitos. Comenzó entonces el
ejercicio continuado del binomio reducción-mo-
dernización, cuyo argumento principal se funda-
mentó en lograr ejércitos más reducidos pero
más eficaces, superando así los mal llamados
ejércitos de masas.
El atractivo de la modernización radicó en la
ilusionante idea de constituir un ejército suma-
mente eficaz y dotado con armas y sistemas de
la más avanzada tecnología. Como los más ve-
teranos recordarán, el impulso de nuestra mo-
dernización militar fue intenso, interesante y duró
varios años. La medida de esa ilusión la indica el
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Seguridad y Defensa

hecho de que el conocido Plan General de Mo- LA FUNCIÓN MILITAR

dernización del Ejército (Plan Meta) fuese califi-
cado como un plan ilusionante por un mando NACIÓ EN LA REMOTA
muy autorizado1.
Aunque la magnitud de las modificaciones in- ANTIGÜEDAD, COMO
troducidas fue verdaderamente importante, el
plan para su desarrollo (Plan Reto)2 no se confi- NECESIDAD SENTIDA POR LA
guró como una ruptura con lo anterior, sino como
la adopción de medidas necesarias pero pruden-
SOCIEDAD SEDENTARIA DE
tes para absorber la reducción de efectivos, el DOTARSE DE UN
aligeramiento de unidades y la desactivación se-
lectiva de algunas de ellas. En todo caso, la ra- INSTRUMENTO CAPAZ DE
zón de ser del Ejército y la función militar se
mantuvieron invariables. OPONERSE A CUALQUIER
El impulso modernizador fue indiscutible, co-
mo pone de manifiesto la gran cantidad de artí- ENEMIGO DECIDIDO A
culos y trabajos publicados durante aquellos
años en la revista , en los que se abordó DESTRUIR O ANULAR SU
el plan con gran entusiasmo, reflejando fielmente
el pensamiento militar español del momento3.
PROYECTO POLÍTICO
En los años 60, la teoría de la seguridad na-
cional surgida en Estados Unidos y extendida rá- les de la vida de sus habitantes, que se refieren
pidamente por todo el mundo, contemplaba la al normal desarrollo, bienestar o calidad de vida
seguridad como una necesidad funcional y pri- (alimentaria, sanitaria, ciudadana, laboral, jurídi-
maria del Estado4, en la que se hacía imprescin- ca). Las primeras conforman una seguridad de
dible distinguir entre las amenazas que atentan orden mayor, la seguridad nacional, mientras
contra la esencia y existencia de la nación (su que las segundas, aunque muy importantes y
identidad, supervivencia, independencia, integri- merecedoras de atención, son seguridades de
dad), y las que solo afectan a aspectos sectoria- orden menor, sectoriales, que no atentan contra

Buque asalto anfibio «Galicia»

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 9

8-16.ps - 10/19/2007 12:12 PM
Helicóptero de apoyo UH-60 «Black Hawk»
la esencia del proyecto político y, por tanto, no
forman parte de la seguridad nacional.
Para hacer efectiva la seguridad nacional era
necesario el medio adecuado, que se configuró
como la defensa nacional, cuyo objeto son las
amenazas de seguridad de orden mayor y, por
ello, la fuerza militar se constituye en su elemen-
to esencial. Esta moderna concepción de la de-
fensa nacional no solo mantuvo invariable la no-
ción de la función militar, sino que la reconoció
como defensa de lo permanente5 y al Ejército co-
mo expresión de la colectividad en su totalidad6.
Así pues, el proceso de modernización de las
Fuerzas Armadas, como compensador de la lógi-
ca reducción de efectivos, mantuvo vigente e in-
variable la función militar, y aun la revalorizó, co-
mo no podía ser de otra manera.
EL CAMBIO
La desaparición de la amenaza soviética mar-
có un hito muy importante en el proceso de mo-
dificación de la función y cambio de los plantea-
mientos militares en el mundo.
La OTAN, que nació como alianza militar para
oponerse a la gran amenaza común del orden
soviético, fue objeto de una profunda crisis exis-
tencial. Sin embargo, a pesar de la desaparición
de la causa que la había originado y, por tanto,
de sus planteamientos estratégicos, la Alianza
se mostró firme y decidida a mantener su conti-
nuidad, dando comienzo al correspondiente pro-
ceso de revisión de su propia existencia y razón
10 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
de ser. Comenzó entonces la
búsqueda de un nuevo papel
en el orden internacional que la
llevó a orientar sus misiones
militares hacia los llamados
nuevos riesgos. Como era de
esperar, en esta búsqueda
arrastró a la práctica totalidad
de las naciones.
Nuestro Ejército se vio afec-
tado por ello y fue objeto de un
cambio que alcanzó a su orga-
nización, estructuras e, incluso,
al ejercicio profesional de sus
miembros y a las perspectivas
personales de los militares7.
En 1991, el proceso de revi-
sión de la Alianza la condujo a
orientar su papel hacia la gestión de crisis y a
propiciar las medidas de confianza, pero dejó in-
variable, claro está, la acción militar en las situa-
ciones que la requiriesen. En el propio concepto
estratégico elaborado ese mismo año, dejó clara
constancia de la vigencia e invariabilidad de la
esencia y razón de ser de la función militar.
En 1999, la Alianza emitió un nuevo concepto
estratégico con la aceptación de nuevos riesgos
para la paz y para la estabilidad euro-atlánticas.
Eran los relacionados con políticas de opresión,
conflictos étnicos y proliferación de las armas de
destrucción masiva. Todo ello apuntaba, sin con-
cretarlo, a un cambio.
En 2002, en la Cumbre de Praga, la Alianza
reconoció ya como retos específicos principales
para el siglo XXI, la lucha contra el terrorismo y
contra la proliferación de armas de destrucción
masiva, y subrayó la conveniencia de dar un im-
pulso al concepto de defensa contra el terroris-
mo. El Secretario General insinuó también la
idea de transformación como cambio profundo
de la Alianza8, derivada de los atentados del 11
de septiembre del año anterior, con los que el te-
rrorismo pasó de ser un problema nacional a una
amenaza para la seguridad internacional. Pro-
pugnó que las fuerzas militares deberían ser ca-
paces de desarticular los ataques terroristas y de
defenderse de ellos donde los intereses de la
Alianza así lo requirieran. Otras cuestiones resul-
taron irrelevantes para lo que nos ocupa, como
fueron la necesidad de incrementar la capacidad
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de detección de misiles en materia de prolifera-
ción de armas de destrucción masiva, y la nece-
sidad de crear una fuerza de respuesta de la
OTAN (NRF)9.
Por su parte, la Unión Europea, en Maastricht
(1991) primero y en Petersberg (1992) después,
centró en la gestión de crisis y el mantenimiento
de la paz las nuevas tareas para su función mili-
tar, lo que pareció ser una primera y tímida apro-
ximación a la deseada capacidad militar euro-
pea. Conviene llamar la atención acerca de que
en la gestión de crisis, la función militar solo pue-
de contemplarse en sus cometidos genuinos y,
en cuanto al mantenimiento de la paz, se hace
necesario distinguir entre operaciones militares
propiamente dichas (imposición e interposición,
en las que la función militar permanece vigente e
invariable) y las actuaciones militares en benefi-
cio de la paz y de la causa humanitaria, en las
que la acción de las unidades se limita a tareas
asistenciales a la población y, por tanto, no co-
rresponden propiamente a la función militar. Así
pues, la decisión de la UE no modificó en nada
la esencia y vigencia de la función militar.
En consecuencia, la Alianza, la Unión Euro-
pea y la mayoría de los países occidentales se
dispusieron a afrontar el siglo XXI con la función
militar dedicada a una doble amenaza: la bélica
tradicional, con baja probabilidad, pero que sigue
demandando capacidades militares; y los nuevos
riesgos, de alta probabilidad, pero de dudosa
aplicación militar. La novedad del cambio no fue
entonces una modificación de la función militar,
sino su ampliación a la lucha contra el racismo,
los nacionalismos excluyentes, la agresión a los
derechos humanos, el crimen organizado, el trá-
fico ilegal de estupefacientes y, sobre todo, con-
tra el terrorismo.
Al ser el terrorismo el más grave de los nue-
vos riesgos y, por tanto, donde se concentra la
principal preocupación de los estados, vamos a
apuntar algunas consideraciones sobre la acción
militar en la lucha contra él.
Antes de nada hay que subrayar que el terro-
rismo no es una ideología ni un sistema político,
sino que solo es un modo de actuar, una estrate-
gia, un procedimiento o método de la lucha revo-
lucionaria, consistente en hacer un uso sistemá-
tico de la violencia para romper por miedo el
vínculo entre la sociedad y su gobierno, allanan-
Seguridad y Defensa
do así el camino para obtener objetivos políti-
cos10.
La amenaza no es pues el terrorismo (que so-
lo es un modo) sino quien lo utiliza como estrate-
gia, método o procedimiento. A quien hay que
derrotar, reducir o neutralizar es a la persona,
grupo, organismo o Estado que se sirve del te-
rrorismo para sus fines políticos, persiguiendo en
todo caso a los terroristas como autores de actos
delictivos.
También hay que distinguir entre las dos di-
mensiones en que se manifiesta el terrorismo:
nacional y transnacional.
En la dimensión nacional, la acción militar tro-
pieza frontalmente con los límites que impone la
ley para las actuaciones militares en el interior. En
España, esta limitación es manifiesta y aparece
expresamente recogida en la Revisión Estratégica
de la Defensa, y tácitamente en la vigente Directi-
va de la Defensa Nacional, en la que solo se hace
referencia a la dimensión exterior11.
Además, la acción militar resulta impensable
por la desproporción que supone el empleo de
medios militares (carros de combate, artillería,
fragatas, cazabombarderos). Y tampoco cabe
considerar el empleo de las unidades de opera-
ciones especiales porque, aunque preparadas
para la guerra irregular, son unidades del Ejérci-
to regular y, por tanto, sometidas a la legislación
vigente.
LA DESAPARICIÓN DE LA
AMENAZA SOVIETICA
MARCO UN HITO MUY
IMPORTANTE EN EL
PROCESO DE
MODIFICACIÓN DE LA
FUNCIÓN Y CAMBIO DE
LOS PLANTEAMIENTOS
MILITARES EN EL MUNDO
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 11
8-16.ps - 10/19/2007 12:12 PM
LA AMENAZA NO ES PUES
EL TERRORISMO (QUE SOLO
ES UN MODO), SINO QUIEN
LO UTILIZA COMO
ESTRATEGIA, MÉTODO O
PROCEDIMIENTO
Hay que reconocer que el empleo de fuerzas
militares en esta lucha no solo resulta legalmen-
te inaplicable, sino también prácticamente inade-
cuado, no en balde el Ejército es una fuerza es-
pecialmente organizada, calculada, dotada,
regulada y preparada para enfrentarse en com-
bate a otro Ejército, con arreglo a las leyes, usos
y costumbres de guerra, y en ningún caso, con-
tra un enemigo invisible, amparado en la clan-
destinidad y en las garantías del Estado de dere-
cho, que no presenta resistencia organizada y no
tiene ningún objetivo físico que defender.
En la dimensión transnacional, la valoración
del terrorismo como amenaza surgió de los aten-
tados del 11 de septiembre. Ejecutados por sui-
cidas islamistas con el mejor estilo kamikaze
(muy conocido por la Marina norteamericana du-
rante la Segunda Guerra Mundial), llevados a ca-
bo con medios inverosímiles (aviones converti-
dos en proyectiles incendiarios de gran potencia)
y causando enormes daños en su propio y segu-
ro suelo, llevaron al gobierno de Estados Unidos
a considerarlos equiparables a una agresión béli-
ca y a responder con una reacción militar.
Consideró responsables y, por tanto, objetivos
de guerra a Ben Laden y a Al Qaeda, pero la
respuesta militar hubo de orientarla hacia Afga-
nistán por entender que era donde los responsa-
bles encontraban apoyo, cobertura y protección.
Para no producir una agresión injustificable a na-
ción soberana, tuvo que inscribir su acción en el
marco de la guerra civil que estaba teniendo lu-
gar allí. La guerra civil finalizó con la derrota del
bando talibán, pero Estados Unidos no consiguió
los objetivos señalados. Y aún hoy, seis años
12 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
después, sigue sin obtenerlos a pesar del nuevo
conflicto bélico que allí se desarrolla con implica-
ción de la OTAN. Así pues, en la dimensión
transnacional, la función militar se mostró tam-
bién ineficaz para la lucha contra el terrorismo.
Las razones principales y más directas para
esta inadecuación radican en la imposibilidad de
localizar y situar los objetivos señalados sobre el
terreno y diferenciarlos de su entorno, condicio-
nes ambas indispensables para una acción mili-
tar.
Todavía Estados Unidos lo intentó de nuevo,
dirigiéndose a las naciones consideradas protec-
toras y encubridoras del terrorismo transnacio-
nal, encasilladas en lo que denominó «eje del te-
rrorismo internacional». Así, en la primavera de
2003, encabezó un ataque militar contra Iraq,
uno de los países del «eje», donde desarrolló
una batalla muy rápida que le permitió ocupar
Bagdad, pero no logró poner fin al conflicto ni ob-
tener los objetivos señalados. Se ratificó una vez
más lo inadecuado de la función militar para este
tipo de lucha.
A pesar de tan elocuentes experiencias, toda-
vía persistió la idea de aplicar la función militar a
la lucha contra el terrorismo. Así en 2003, en la
Cumbre de Madrid, la Alianza reafirmó su volun-
tad de luchar contra el terrorismo en cualquier
parte del mundo.
A las dificultades señaladas hay que añadir la
exigencia de aceptación por parte del Estado-ob-
jetivo, requisito indispensable para legitimar la in-
tervención y evitar lo que sería una agresión a
nación soberana, lo que será normalmente im-
pensable puesto que se trata de estados que uti-
lizan estrategias terroristas.
Ahora bien, por encima de cualquier otra con-
sideración hay que convenir que en la lucha con-
tra el terrorismo, tanto en la dimensión nacional
como en la transnacional, se deben emplear to-
dos los recursos y energías posibles. Y las Fuer-
zas Armadas deben y pueden colaborar en ella,
pero haciéndolo con acciones muy locales y limi-
tadas en función de alguna de sus capacidades
concretas, y bajo la fórmula de colaboración con
las autoridades responsables de dicha lucha, en
similitud con las conocidas y tradicionales cola-
boraciones de todas las unidades militares del
mundo, en los casos de catástrofes y demás ca-
lamidades públicas.
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De persistir en la idea de una implicación mili-
tar plena y directa en la lucha contraterrorista ha-
brá de acometerse el cambio oportuno en la le-
gislación y reorganizar la función militar, con las
consiguientes modificaciones de las misiones,
estructuras, preparación y dotaciones de los
ejércitos, es decir, acometer una reconversión
militar.
LA TRANSFORMACIÓN
La idea de transformación, que se había
apuntado ya en la Cumbre de Praga, fue asumi-
da en la de Riga, celebrada en los últimos días
de noviembre de 2006, en la que cobró carta de
naturaleza.
El documento final contempló la transforma-
ción como un proceso continuo de adaptación de
la Alianza a unas necesidades más exigentes
pero de orden menor, e identificó el terrorismo y
la proliferación de armas de destrucción masiva
como las principales amenazas con las que ten-
drá que enfrentarse en los próximos 10 o 15
años12.
En relación al terrorismo, como ya quedó de-
mostrado que la función militar resulta cuando
menos inadecuada, hay que señalar que, aun
admitiendo la elevación de su categoría a la de
gran amenaza, no cabe persistir en la conve-
Tropas españolas en misión internacional
Seguridad y Defensa
niencia de aplicar la función militar a dicha lucha.
En cuanto a la proliferación de armas de destruc-
ción masiva hay que decir que, evidentemente,
se trata de una lucha política y diplomática, y en
ella la función militar solo puede quedar reserva-
da a la reacción, en caso de agresión con estas
armas.
Realmente la única novedad estrictamente mi-
litar establecida en la cumbre fue la necesidad
imperiosa de contar con unidades militares de al-
ta disponibilidad, bien dotadas de medios de
transporte estratégico, con una ágil y flexible or-
ganización del mando y una depurada técnica
operativa, lo que evidentemente se refiere a la
eficacia propia y estrictamente militar.
Se convendrá entonces que la transformación
de la Alianza en relación con las dos amenazas
principales antes señaladas, ha de entenderse
dirigida a sus estructuras políticas y diplomáti-
cas, y no a las militares que no solo deben man-
tenerse invariables, sino aumentar su eficacia.
Hay que subrayar que el argumento principal
de su transformación —y aludido por primera vez
en su historia— fue considerarse como algo más
que una alianza militar, y contemplarse como
una organización internacional dedicada —pro-
bablemente de forma prioritaria— a actuaciones
no propiamente militares. Se trata, pues, de su
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 13
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Carro de combate Leopard 2 A4
conversión formal en un foro de debate y de coo-
peración internacional, en un organismo para la
construcción y propagación de la democracia,
para mejorar la confianza y la estabilidad gene-
ral, y hasta como agencia internacional de nor-
malización, estandarización, coordinación, etc.
Todo ello sin abandonar, claro está, sus asumi-
das responsabilidades militares.
Lo que se propuso en esta cumbre fue real-
mente un cambio profundo de su esencia, de su
razón de ser, finalidades y cometidos para, de-
jando de ser una mera alianza militar, convertirse
en una organización internacional de tipo funda-
mentalmente político, colaboradora de Naciones
Unidas, Unión Europea, y demás países, para
mejorar la estabilidad, la paz y la seguridad inter-
nacionales en cualquier lugar del mundo, y no li-
mitada a un espacio concreto.
El planteamiento resulta perfectamente lógico,
toda vez que los «activos» militares «bajan» en
todo el mundo, mientras que los políticos, diplo-
máticos y humanitarios «suben», propiciando las
acciones internacionales no propiamente milita-
res. Por ello, para semejante conversión, la
Alianza tiene que someterse a una mutación
esencial, a una transformación profunda en lo
que afecta a su naturaleza, estructura y funcio-
14 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
namiento político y diplomático. Como el riesgo
bélico sigue vigente y la Alianza continúa dis-
puesta a enfrentarse con él cuándo y dónde se
presente y así lo considere, la eficacia militar
continúa siendo imprescindible.
Por todo ello, es importante conservar la vi-
gencia de la función militar y aun mejorar sus va-
lencias tradicionales. Es imprescindible perfec-
cionar los aspectos principales, como son su
eficaz organización del mando, la integración de
unidades, la unidad de doctrina y procedimien-
tos, la interoperabilidad, la disponibilidad y la ca-
pacidad de proyección, desechando toda trans-
formación que la aparte de su eficacia. En este
sentido, son reveladoras las recientes reclama-
ciones del Secretario General de la Alianza para
incrementar la Fuerza de Asistencia Internacio-
nal a la Seguridad en Afganistán (ISAF) que ga-
rantice el muy importante éxito militar final.
No cabe entonces duda de que la transforma-
ción que proclama la Alianza, se refiere exclusi-
vamente a su concepción como organismo inter-
nacional y solo subsidiariamente a sus
cometidos militares. Es, pues, solo en lo que se
refiere a su papel como organismo no propia-
mente militar, donde debe acometer su transfor-
mación, pero no en su función militar, que no so-
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lo permanece vigente e invariable, sino que debe
aumentar sus niveles de eficacia.
En nuestra patria la idea de la transformación
parece acertadamente asumida, puesto que úni-
camente aparece incorporada a la política de de-
fensa de manera incompleta y tácita. Así, la cre-
ación de un Órgano de Transformación de las
Fuerzas Armadas, que contempla la Directiva de
Defensa Nacional vigente, se dirige a la estructu-
ra, capacidades y doctrina militar, para incre-
mentar la eficacia operativa, lo que da a enten-
der que se refiere especialmente a las técnicas
de combate. Además reconoce que la superiori-
dad militar tradicional ya no es factor de disua-
sión ni de garantía de seguridad frente a los
«nuevos riesgos» y expresamente limita la lucha
contra ellos a las organizaciones internaciona-
les13, lo que, aunque no con la debida claridad,
parece apuntar a que nuestra transformación es-
tá dirigida a mejorar la función militar tradicional,
que permanece vigente e invariable.
CONCLUSIÓN
La idea de modernización y cambio dio paso a
la de transformación promovida por la Alianza
Puesto móvil de observación
Seguridad y Defensa
EN LA CUMBRE DE MADRID,
EN EL 2003, LA ALIANZA
REAFIRMÓ SU VOLUNTAD
DE LUCHAR CONTRA EL
TERRORISMO EN
CUALQUIER PARTE DEL
MUNDO
Atlántica y que se deriva de la necesidad de
afrontar los nuevos retos políticos y diplomáticos
que dominan el ámbito del orden internacional,
donde encuentra su nuevo papel.
Con la transformación, la Alianza trata de
convertirse en una organización política interna-
cional, en foro formal de debate y cooperación
internacional; y para ello, ha de modificar profun-
damente su finalidad, naturaleza, estructuras, ta-
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 15
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ES IMPORTANTE
CONSERVAR LA VIGENCIA
DE LA FUNCIÓN MILITAR Y
AUN MEJORAR SUS
VALENCIAS
TRADICIONALES
reas, y cometidos políticos y diplomáticos. Pero,
como también desea continuar conservando su
capacidad militar para afrontar las amenazas bé-
licas donde quiera que se produzcan, parece
que debe mejorar sus valencias militares y no
transformarlas.
Así pues la función militar en la Alianza, tanto
en su dimensión nacional como en la internacio-
nal, permanece vigente e invariable. Y las Fuer-
zas Armadas de las naciones asociadas deberán
mantenerlas igualmente invariables para conti-
nuar desempeñando el importante papel para el
que fueron creadas.
NOTAS
1
Pardo de Santayana y Coloma, Javier. «Una empre-
sa ilusionante. El Plan General de Modernización del
Ejército (Plan Meta)». Revista Nº 517. Fe-
brero, 1983.
2
Serie de artículos sobre el Plan Norte con el título de
«Hacia el futuro». Revista Nº 656. Noviem-
bre, 1994. Ver: García González. «Antecedentes
Próximos».
3
Las referencias a la reorganización y modernización
de nuestro Ejército en esta Revista entre los años
1940 y 1960 son incontables, destacando entre todas
ellas el artículo «La reorganización. Pensamiento de
nuestro Ministro del Ejército», publicado en el núme-
ro 250 del mes de noviembre de 1960.
4
Ortega y Gasset, José. La rebelión de las masas. Es-
pasa Calpe. Madrid, 1972. Pág. 112: «El Estado es,
ante todo, un productor de seguridad».
5
Oelhing, Hermann. La función política del Ejército.
Instituto de Estudios Políticos. Madrid, 1967. Pág. 63.
16 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
6
Aron, Raymond. «Paz y guerra entre las naciones».
Tomo 1. Teoría y sociología. Alianza Editorial Madrid,
7
1985. Pág. 89.
Pardo de Santayana y Coloma, Alfonso.Serie de artí-
culos sobre el Plan Norte con el título de «Hacia el
futuro». Revista Nº 656, noviembre de 1994.
«Presentación»: «…el Plan Norte […] con lo que lle-
va consigo no solamente de cambio en la organiza-
ción y funcionamiento del Ejército a corto y medio
plazo, sino también por la repercusión en los aspec-
tos profesionales y personales…»
8
Lord Robertson. «Cambio y continuidad». Revista
OTAN, invierno 2003: «Y lo que resulta más impor-
tante, durante los últimos dos años de la OTAN ha
sufrido una verdadera transformación. El impulso ini-
cial provino del 11 de septiembre, pero el proceso se
convirtió pronto en algo mucho más profundo y ambi-
cioso».
9
Lord Robertson. «Transformar la OTAN». Revista de
la OTAN, primavera, 2003.
10
Yuste, Carlos I. Subversión y reversión en la Espa-
ña actual. San Martín. Madrid, 1973. pp. 199 y
200.
11
Revisión Estratégica de la Defensa. 2003. Anejo A.
Apartado 5, Pág. 133: «...la lucha contra el terroris-
mo interior, y muy especialmente contra la banda te-
rrorista ETA, corresponde, de acuerdo con nuestro
ordenamiento jurídico, a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado (FSC)». Y Anejo B Párrafo 1
b. Riegos y escenarios para la seguridad y defensa.
Pág. 144: «El terrorismo debe ser combatido en dos
frentes: el político […] y el policial […] La defensa
frente a este riesgo es responsabilidad directa de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con
posibles intervenciones de las Fuerzas Armadas se-
gún los países de que se trate». Y Directiva de De-
fensa Nacional 1/2004. Apartado 1, párrafo 4: «La
lucha contra estas nuevas amenazas, muy en parti-
cular contra el terrorismo, es clave en la estrategia
de las organizaciones internacionales de seguridad
y defensa…»
12
Riga Summit Declaration. Issued by the Heads of
State and Government participating in the meeting of
the North Atlantic Council in Riga on 29. November,
2006. Apartado 2.
13
Directiva de Defensa Nacional 1/2004. 1. Escenario
estratégico, párrafo 2º 6. Directrices para el desarro-
llo de la política de defensa b, Sobre la organización
de la defensa, 2, y su relación con El escenario es-
tratégico, párrafo 4. 
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GUERRAS
DE CUARTA
GENERACIÓN.
LA SOLUCIÓN:
¿TECNOLOGÍA?
Solo los locos aprenden de sus propios errores;
yo prefiero aprender de los errores de los demás.
Otto Von Bismarck.

Pedro Sánchez Herráez. Comandante. Infantería. DEM.

INTRODUCCIÓN En el verano del 2006, uno de los ejércitos

Tras unas fulgurantes campañas militares en
Afganistán (2001) e Iraq (2003), en cuyas fases
iniciales las fuerzas militares de una coalición de
naciones obtuvieron unas resonantes y rápidas
victorias militares, en la actualidad la situación se
degrada con tal rapidez e intensidad que se co-
mienzan a plantear dudas sobre quién puede ser
el vencedor final en estas contiendas.
Tras unas inversiones
multimillonarias en tecnología y
armamento, los ejércitos más
poderosos y tecnificados de la
Tierra se ven incapaces
de obtener una clara
victoria sobre unas
fuerzas mucho más ligeras
y tecnológicamente
inferiores
con mayores capacidades del mundo afrontaba
una dura campaña en el sur del Líbano contra
una facción armada. Tras más de un mes de lu-
cha enconada, las Fuerzas de Defensa israelíes
no conseguían todos los objetivos que se habían
marcado, las bajas y el desgaste habían sido
mucho mayores de lo previsto y la sensación de
derrota flotaba en el ambiente.
Tras unas inversiones multimillonarias en
tecnología y armamento, los ejér-
citos más poderosos y tecnifi-
cados de la Tierra se ven
incapaces de obtener
una clara victoria so-
bre unas fuerzas mucho más lige-
ras y tecnológicamente inferiores.
Según se afirma nos encontramos ante
un nuevo tipo de guerra, la llamada guerra

18 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007

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Seguridad y Defensa

Esta «primera generación» de guerras se caracteriza, principalmente,

por el intento de establecer en la batalla el «orden», entendiendo este
desde las disposiciones tácticas de los ejércitos, al uso generalizado de
uniformes, normas disciplinarias, ordenanzas, etc

? de cuarta generación, y se
plantea la búsqueda de posi-
bles soluciones para vencer,
o al menos no ser derrotados,
en ella. Como eje central de
ese cambio se encuentra el
recurso de la tecnología; así,
las diferentes iniciativas de
este proceso de innovación,
desde la revolución de asun-
tos militares (RMA según
sus siglas en inglés) a la
transformación, tienen un
componente tecnológico im-
portante; pero: ¿es esa la res-
puesta adecuada?, y ¿qué
son realmente las guerras de
cuarta generación?

GENERACIONES DE
GUERRAS
Pese a las dificultades que plantea el hecho
de intentar encasillar temporalmente el fluir de la
Historia, y teniendo presente que este no es más
que un esquema intelectual que sirve para pre-
sentar una manera de entender el arte de la gue-
rra como resultado de la aplicación de un conjun-
to de medios, procedimientos, doctrina y
estructuras —esquema tan válido como cual-
quier otro—, determinados analistas1 clasifican
las guerras en cuatro generaciones.
Con el nacimiento del Estado en su concep-
ción moderna tras la Paz de Westfalia de 1648,
este adquiere el monopolio legítimo de la violen-
cia; desde ese momento, los ejércitos, como ins-
tituciones permanentes organizadas al servicio
de la nación, luchan por «razones de Estado», y
la guerra, a la cual se van imponiendo normas y
se va reglamentando, la libran básicamente los
estados entre sí.
Esta «primera generación» de guerras se ca-
racteriza, principalmente, por el intento de esta-
blecer en la batalla el «orden», entendiendo este
orden en el más amplio sentido de la palabra,
desde las disposiciones tácticas de los ejércitos
—que combatían en líneas y columnas—, al uso
generalizado de uniformes, normas disciplina-
rias, ordenanzas, etc.
Pero a partir del siglo XIX, la aparición de los
ejércitos masivos con la recluta universal y la
mejora en el armamento convirtieron la guerra
de líneas y columnas en algo totalmente inope-
rante, y ese «orden» que tanto había costado
establecer, comenzó a resquebrajarse; por tan-
to, era necesario dar solución a la nueva situa-
ción planteada, era necesario reinstaurar el «or-
den».
Y la solución llegó: el desorden del campo de
batalla podía compensarse por una potencia de
fuego abrumadora, ese «orden» perdido podía

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 19

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reinstaurarse por medio de la potencia de fuego,
especialmente del fuego indirecto de la Artillería.
Esta nueva concepción de la guerra, esta «se-
gunda generación», fue desarrollada principal-
mente por el Ejército francés durante la Primera
Guerra Mundial (1914-1918) y años sucesivos,
concepción que puede resumirse en la frase «la
Artillería conquista, la Infantería ocupa».
Por medio de una sincronización meticulosa y
centralizada al más alto nivel, se consigue em-
plear adecuadamente la potencia de fuego, bus-
cando el desgaste del enemigo, la atricción; se
elaboran planes detallados, priman los procedi-
mientos y las normas —siempre existe una solu-
ción procedimental a todos los problemas plante-
ados— y la iniciativa resulta potencialmente
peligrosa, al poder entorpecer el meticuloso pla-
neamiento realizado; la dirección y conducción
de la batalla se realiza exclusivamente de arriba
hacia abajo, desde unos grandes puestos de
mando a distancia segura, y para su ejecución
basta con una disciplina a ultranza y obediencia
ciega.
Esta concepción de la batalla condujo a la
guerra de trincheras, al estancamiento, a la pará-
lisis de las operaciones y a miles de hombres
caídos inútilmente al emplear procedimientos
—ataques frontales en línea— de la guerra de
20 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
primera generación, estando ya inmersos plena-
mente en la segunda.
Pero a finales de la Primera Guerra Mundial,
el Ejército alemán sentó las bases para un nuevo
modelo de batalla y romper con la situación crea-
da. La nueva concepción, esa «tercera genera-
ción», es la conocida como guerra de maniobra
—y, posteriormente, guerra relámpago—. En ella
no se pretende imponer el «orden» en el campo
de batalla, se trata de aprovechar ese desorden
en beneficio propio, haciendo de la adaptación a
la situación la norma principal de conducta.
En lugar de un cumplimiento rígido de normas
se alienta la iniciativa a todos los niveles, en lu-
gar de la disciplina a ultranza, el mando por di-
rectivas; los cuadros de mando no se forman ex-
clusivamente para obedecer órdenes y seguir
unos pasos preestablecidos, sino para alcanzar
los objetivos a pesar de los constantes cambios
—constituía una práctica habitual en ejercicios y
maniobras tener que resolver incidencias que im-
plicaban desobedecer órdenes—.
La batalla deja de ser lineal, y se busca la pro-
fundidad enemiga para conseguir su colapso; la
potencia de fuego se emplea exclusivamente pa-
ra favorecer la maniobra que, descentralizada,
se basa en la sorpresa, el ritmo, la iniciativa; los
jefes mandan desde el frente, desde la primera
18-24.ps - 10/19/2007 12:22 PM
línea... No solo se rompió con la cultura de los
frentes lineales, sino con la propia cultura del
«orden» en el campo de batalla.
Una muestra del enfrentamiento entre la se-
gunda y tercera generación es la batalla de Se-
dán (1940), en la que el Ejército alemán, organi-
zado y adiestrado en el mando a través de
directivas, llevó la iniciativa frente a otro Ejército
—el francés— que constantemente esperaba ór-
denes para reaccionar, órdenes que cuando lle-
gaban, no respondían a la nueva situación.
La derrota de las fuerzas del Eje —entre un
gran cúmulo de circunstancias, por la progresiva
centralización de la dirección de las operaciones
en la persona de Hitler— fue vista como la reins-
tauración del «orden» en el campo de batalla; la
superioridad de medios y potencia de fuego,
—incrementadas por la aviación y el arma nu-
clear—, constituía el paradigma en la batalla, la
manera adecuada para obtener la victoria.
Tras la Segunda Guerra Mundial y la instaura-
ción del orden mundial bipolar —«orden» al fin y
al cabo—, los hechos y acontecimientos son co-
nocidos por todos, de tal forma que acaba ese
paradójicamente añorado orden mundial y se en-
tra en una etapa —iniciada con la caída del muro
de Berlín y evidenciada ante todos tras el 11-S—
que podemos denominar, sin miedo a equivocar-
nos, como de desorden mundial.
Los estados no solo han perdido el monopolio
de la violencia, sino que muchas de sus teóricas
atribuciones son asumidas o desarrolladas, de
facto, por organismos y corporaciones multina-
cionales, agencias civiles supranacionales y na-
cionales y un largo etcétera de agentes; las ame-
nazas a la paz y seguridad van desde los flujos
incontrolados de población al crimen organizado;
los grupos terroristas tienen la capacidad de
marcar directa o indirectamente la política exte-
rior de gran parte de las naciones… Obviamente,
la antítesis del orden, de ese «orden» que cons-
Esta «segunda generación» fue desarrollada principalmente por el
Ejército francés durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y años
sucesivos, concepción que puede resumirse en la frase «la Artillería
conquista, la Infantería ocupa»
Seguridad y Defensa
tituye, desde hace siglos, una de las razones de
ser del Estado y cuya instauración en el campo
de batalla es uno de los anhelos constantes de
la mayor parte de los ejércitos.
Y en este contexto surgen las guerras de
«cuarta generación».
CARACTERÍSTICAS DE LAS GUERRAS
DE CUARTA GENERACIÓN
Y si en la tercera generación —en la que, re-
cordamos, no se intenta restaurar el orden, sino
simplemente aprovecharlo en beneficio propio—
lo que realmente estaba presente era un cierto
grado de desorden, en la cuarta generación el
orden, simplemente, se desintegra.
Los conflictos ya no tienen lugar alegando la
secular «razón de Estado», y las diferentes fac-
ciones enfrentadas en la mayor parte de los ca-
sos no representan ni los intereses ni a los pro-
pios estados, estados cuyas estructuras,
procedimientos y medios están preparados bási-
camente para afrontar guerras ante enemigos si-
milares, estados que se ven simplemente sobre-
pasados.
El término «guerras de cuarta generación»,
acuñado durante los años 80, es más conocido
como «guerra asimétrica», como contraposición
a la «guerra simétrica», la librada entre ejércitos
con modelos estratégicos similares.
Ante los poderosos ejércitos nacionales, con
grandes máquinas de guerra y un alud de nor-
mas y procedimientos, unas estructuras jerárqui-
cas claras y muy direccionales, una dirección de
la batalla situada cada vez a un nivel más eleva-
do, dotada de unos amplios sistemas de mando
y control; los oponentes de esta cuarta genera-
ción presentan fuerzas irregulares, armamento
simple y ligero, descentralización e iniciativa.
Pero la diferencia fundamental entre las gue-
rras de cuarta generación y el resto es que en
ellas no se busca la destrucción de las fuerzas
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 21
18-24.ps - 10/19/2007 12:22 PM
enemigas como objetivo primordial, sino como
medio de quebrar su voluntad política de lucha,
pues las acciones van dirigidas, fundamental-
mente, a actuar sobre los responsables de tomar
decisiones2: se pueden perder las batallas, pero
se acaba ganando la guerra.
Así, los líderes de las guerras de cuarta gene-
ración intentan mostrar a sus adversarios que
sus objetivos o son inalcanzables o lo son a un
coste prohibitivo, en el convencimiento que con
tesón y una voluntad más firme, especialmente
en el más alto nivel de conducción de las opera-
ciones, es posible derrotar a una potencia eco-
nómica y militar mayor.
Esos líderes están más cerca de sus hombres
y de su pueblo, ese pueblo que sigue siendo el
agua en la que se mueven; mientras Bin Laden
vive —o al menos esa es la creencia generaliza-
da— en una cueva, proporcionando a sus hom-
bres ejemplo y proximidad física y moral, aliento
y estímulo; en gran parte del mundo, la brecha,
la distancia material y sobre todo moral entre los
líderes y sus liderados cada vez es mayor, inclu-
so en el plano puramente militar, los generales
cada vez se encuentran más separados de sus
tropas por la necesidad de puestos de mando
enormemente complejos y sofisticados.
A esto es necesario añadir que en la mayor
parte de los casos la misma supervivencia de las
naciones cuyos ejércitos se ven embebidos en es-
tas guerras, no está realmente en peligro —o al
menos así se percibe—, generándose dudas y
cuestiones sobre el porqué y para qué, tanto en la
población como en las fuerzas; mientras que en el
frente contrario, los mensajes claros y la des-
centralización —«expulsar a los extranjeros»,
«golpearlos en todas partes»— permiten a todos y
cada uno de los actores de cuarta generación
saber qué han de hacer, por qué lo hacen y sentir-
se parte del proceso hacia la victoria final
—¿una adaptación del clásico concepto «concien-
cia de clase» marxista bajo otros parámetros?—.
La situación generada por estos y otros mu-
chos hechos es, desde una cierta perspectiva,
caótica. Es necesario restaurar el orden sea co-
mo sea. ¿O no?
CÓMO AFRONTAR ESTAS GUERRAS
Este afán de buscar el «orden» es el que ha
llevado, durante décadas, a la consideración de
22 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
estas guerras como menores o residuales, no
siendo más que «casos particulares del comba-
te», y no necesitándose, por tanto, una nueva in-
novación conceptual.
Por tanto, lo cierto es que la mayor parte de
los ejércitos se encuentran en la segunda gene-
ración —aunque se afirme lo contrario—, pues
su estructura, la instrucción y el adiestramiento
de sus unidades, la enseñanza —esa en tantas
ocasiones denostada enseñanza militar— de sus
cuadros de mando, amén del cuerpo doctrinal y
procedimental, son realmente de una segunda
generación.
El modo de lucha de la segunda generación
consiste básicamente en aplicar fuego sobre los
objetivos, y si consideramos el hecho que en la
cuarta generación los objetivos son básicamente
políticos —con la dificultad por las leyes y usos
de la guerra de actuar de esa manera sobre mu-
chos de ellos— y que, a nivel militar, la descen-
tralización y la dispersión de fuerzas y sistemas
enemigos dificulta su localización y destrucción,
se puede deducir que los ejércitos de segunda
generación son básicamente inoperantes en las
guerras de cuarta generación.
LA SOLUCIÓN TECNÓLOGICA
El continuar considerando estas como «gue-
rras menores» y mantener la concepción de la
guerra convencional como el paradigma de la
batalla, ha permitido que se ponga un gran énfa-
sis en la tecnología como el elemento esencial
para obtener superioridad sobre el adversario: la
tecnología —la incapacidad de seguir el ritmo de
los Estados Unidos— consiguió la caída de la
Unión Soviética, la tecnología garantiza que una
nación sea una gran potencia, la tecnología es la
que permite innovar los ejércitos …
Se piensa que la tecnología es la que permiti-
rá obtener la victoria en esta nueva era de caos;
en la era de la información, los sistemas digitales
y las comunicaciones vía satélite, los nuevos sis-
temas de mando y control, las capacidades de
obtener, almacenar y procesar información y las
herramientas de planeamiento computerizadas,
todo ello sumado a la creación de nuevas armas
más poderosas, permitirá vencer no solo en las
batallas, sino también en la guerra. La tecnología
posibilitará, por fin, reinstaurar el «orden» en el
campo de batalla.
18-24.ps - 10/19/2007 12:22 PM

Seguridad y Defensa

Pero la tecnología no es más que una

herramienta, y, por tanto, puede ser em-
pleada adecuadamente o no: los nuevos
sistemas de mando y control, que permi-
ten dirigir desde el más alto nivel hasta
las acciones tácticas más nimias, pueden
llegar a anular completamente la iniciati-
va; los nuevos sistemas de comunicacio-
nes, que proporcionan capacidad de en-
lace global, pueden instaurar un grado de
centralización nunca visto anteriormente;
la gestión de masivas e ingentes bases
de datos hace que la inteligencia y la
gestión de objetivos adquieran tales di-
mensiones que pueden saturar los siste-
mas, haciéndolos ineficientes e inefica-
ces.
Y este cúmulo de avances técnicos,
que generan una dependencia y una in-
versión de todo tipo de recursos en los
mismos cada vez mayor, contribuyen a
que aumente la distancia entre las tropas
y sus jefes, llegando incluso a plantearse
la posibilidad de no desplegar en zona
(concepto reachback); pero estas vulne-
rabilidades se compensan con el crecien-
te poder y la precisión de las nuevas ar-
mas —desde las bombas bunkerbuster a
los cañones láser—…
Potencia de fuego, centralización, pér-
dida de iniciativa... La misma concepción
que las guerras de segunda generación
¿Estaremos empleando la tecnología de
manera errónea? ¿Estaremos intentan-
do, de nuevo, restablecer el «orden» por
medio del fuego?

CONCLUSIONES
Es cierto que la tecnología —como
cualquier otra herramienta— constituye
un factor multiplicador, y nada desdeña-
ble; pero no es menos cierto que ni la su-
perioridad militar ni la tecnológica garan-
tizan, per se, nada.

La nueva concepción, esa «tercera generación», es la conocida

como guerra de maniobra

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 23

18-24.ps - 10/19/2007 12:22 PM
Los Estados Unidos, el paradigma del avance
tecnológico, cuya cultura militar está imbuida de
la imperiosa necesidad de una tecnología supe-
rior para vencer, para instaurar el «orden», están
cambiando sus planteamientos: tras el 11-S se
verificó que la confianza en la tecnología había
hecho que se descuidaran los procedimientos
normales de inteligencia, y la principal lección
aprendida en Iraq es que los hombres, no las
máquinas ni la tecnología, son y serán el factor
decisivo en el éxito o el fracaso3.
Innovación militar e innovación tecnológica no
solo no son idénticas, sino que la segunda puede
anular a la primera; la auténtica transformación, la
auténtica innovación probablemente no consiste
en reforzar las capacidades para seguir librando
guerras de segunda generación, sino en aceptar
que no es posible reinstaurar el «orden», y, como
hace ya casi un siglo, dar el salto para instalarse
definitivamente en la tercera generación.
El término «guerras de cuarta generación», acuñado durante
los años 80, es más conocido como «guerra asimétrica»
24 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
Algo se está haciendo en este sentido —des-
de las infoops hasta las operaciones basadas en
efectos— reconociendo la importancia de la di-
mensión humana, en su más amplio sentido, de
las operaciones. Ante los adalides del determi-
nismo tecnológico, los hechos nos muestran y
demuestran que, como tantas veces en la Histo-
ria, serán los hombres los que ganen o pierdan
las presentes y las futuras guerras.
Esperemos aprender de los errores de los de-
más.
NOTAS
1
Lind William S, «Understanding Fourth Generation
War». Military Review, septiembre – octubre, 2004.
2
Hammes, Thomas X. Insurgency: Modern Warfare
Evolves into a Fourth Generation. Strategic Forum Nº
214. Enero, 2005.
3
Melillo Michael R. «Outfitting a Big-War Military with
Small-War Capabilities». Parameters, otoño, 2006. 
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26-32.ps - 10/19/2007 12:27 PM
DEFENSA
ANTIMISILES
BALÍSTICOS
EN EUROPA
José Antonio Pascual Alonso. Teniente Coronel. Artillería. DEM.
Entre las múltiples causas del progresivo
enfriamiento de las relaciones Estados Unidos-
Federación Rusa, la idea americana de desple-
gar un sistema de defensa antimisil balístico
(ABM) en suelo europeo es la que más ha cris-
pado los ánimos, si no del presidente Putin, sí de
los altos responsables de la defensa rusa. Sin tal
vez quererlo, rusos y americanos se han visto
abocados a sendas campañas de información
sobre los pros y contras del proyecto, con la pre-
tensión de ganarse el respaldo de la opinión pú-
blica europea. Analizaré el enfoque que desde
Washington y Moscú se tiene del mismo proble-
ma.
¿POR QUÉ ESTADOS UNIDOS PRETENDE
INSTALAR EN EUROPA UN SISTEMA
DE DEFENSA ANTIMISIL?
La administración Clinton, que ya en 1998 su-
frió los envites del terrorismo islámico con 225
muertos en sus embajadas en Kenia y Tanzania,
decidió dotarse de un paraguas antimisil que cu-
briera el territorio continental de Estados Unidos.
La administración Bush, mucho más sensibiliza-
da hacia esa amenaza, resolvió expandir el ám-
bito de cobertura de la defensa para acoger bajo
el mismo paraguas a los aliados europeos y, de
26 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
paso, adelantar la defensa del continente ameri-
cano para tener mayor capacidad de reacción
ante un ataque que procediese del siempre con-
flictivo Oriente Medio. Así, en 2002, en lo más al-
to de la fiebre individualista con la que los políti-
cos americanos reaccionaron tras el impacto del
11-S, Estados Unidos no dudó en abandonar el
tratado ABM que durante 30 años había restrin-
gido a rusos y americanos el desarrollo de de-
fensas antimisil, y que permitía únicamente la
existencia de un cinturón defensivo alrededor de
Moscú.
Lo anterior ha de entenderse como respuesta a
la creciente amenaza. La inteligencia americana
cifra en 20 el número de estados o actores no es-
tatales que están intentando adquirir tecnología
para dotarse de misiles balísticos. Y lo que es
peor, su inteligencia en ocasiones se equivoca,
por exceso, asegurando la existencia de armas de
destrucción masiva que nunca aparecieron, o por
defecto, como cuando en 1998 valoraron que los
norcoreanos tardarían de 5 a 10 años en disponer
de capacidad balística y al mes siguiente un misil
sobrevolaba el Mar del Japón. El único axioma
asumido tanto por rusos como por americanos es
que la tecnología puede ser adquirida o desarro-
llada cuando se tiene voluntad política y se dispo-
26-32.ps - 10/19/2007 12:27 PM

Seguridad y Defensa

La inteligencia americana cifra en

ne de recursos financieros.
¿QUÉ ES LO QUE ESTADOS
UNIDOS QUIERE
20 el número de estados o actores
DESPLEGAR?
Tres nuevos elementos: un no estatales que están intentando
radar de exploración de largo
alcance en la República Che- adquirir tecnología para dotarse
ca, una batería de misiles inter-
ceptores en Polonia, y un radar de misiles balísticos
de alerta temprana, presumi-
blemente en Georgia. El último elemento a desplegar es un radar de
La estación radar de la República Checa dis- alerta temprana que, ubicado en Georgia, podrá
pondrá de una antena array que emitirá en ban- determinar la fase inicial de las trayectorias, sir-
da X; su tecnología le permitirá explorar con una viendo de complemento para discriminar los
resistencia a las interferencias casi absoluta y, blancos reales de las falsas alarmas. De un ta-
simultáneamente, seguir objetivos en un número maño menor al radar de exploración, no requiere
indeterminado; puede subdividir su haz de emi- la construcción de una infraestructura fija, a dife-
sión en pequeños pinceles que mantengan conti- rencia de los dos elementos anteriores.
nuamente enfocada toda traza sospechosa, ob- La rama europea se completará con los rada-
teniendo datos de trayectoria que, en el caso de res ubicados en Fylingdales, Reino Unido, y Var-
un misil balístico y mediante interpolación, permi- de, en Dinamarca, actualmente en servicio tras
tirán calcular en tiempo real la trayectoria desde ser potenciados en 2003.
el punto de origen al de destino, así como las po- El proyecto ya no goza de la generosidad de
sibles variaciones en la misma. recursos que los ingenieros soñaron durante los
La base de interceptores dispondrá de 10 si- 90. El Congreso ha invertido tanto en Afganistán
los, cada uno de los cuales albergará un misil in- e Iraq que mira con lupa el destino de cada cen-
terceptor de cabeza única con tecnología hit to tavo. Así que las inversiones en Polonia y la Re-
kill, esto es, dotado de una cabeza inerte que al pública Checa se ajustarán a tres billones de
impactar contra su objetivo le traspasa la altísi- dólares, costeados íntegramente por el contribu-
ma energía cinética correspondiente a los yente americano, la mayor parte de los cuales
26.000 km/h de velocidad de crucero y que ma- quedarán «anclados al terreno», pues el coste
terialmente se pulveriza junto con su presa; todo de cada misil «solo» asciende a cuarenta millo-
lo anterior en el espacio exterior, por lo que los nes de dólares. A Georgia se desplazará el radar
diminutos restos del choque se calcinarían en su existente en un campo de pruebas del Pacífico.
caída a tierra, garantizando la ausencia de posi-
bles escombros. LA CONTRIBUCIÓN DE LA OTAN
Por el contrario, el antiguo cinturón defensivo Con lo anterior se pretende disponer de una
que rodea a Moscú dispone de 80 misiles con cobertura contra misiles balísticos de largo al-
cabeza nuclear; el lanzamiento de uno de ellos y cance que pudiesen apuntar a suelo europeo o
la subsiguiente explosión nuclear con la que americano. La protección europea contra misiles
neutralizar el arma enemiga también arrasaría de alcance intermedio o corto será proporciona-
con todos los satélites de uso civil estacionarios da por el futuro sistema de defensa de misiles de
o en órbita sobre el sector espacial ruso, origi- teatro de la Alianza (TMD).
nando una distorsión económica difícil de imagi- La propuesta TMD de la OTAN se enmarca en
nar. Sin embargo, los rusos dicen tener simula- la amplia iniciativa asumida en la cumbre de
ciones con los datos facilitados por los Washington de 1999, con la que la Alianza pre-
americanos que advierten que precisamente to- tendía contrarrestar la amenaza de las armas de
do el espacio europeo que se pretende proteger destrucción masiva. De las múltiples actuaciones
se convertiría en zona de caída de restos nucle- contra esta amenaza, la referida a la protección
ares. balística recibió un decidido y acelerado empujón

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 27

26-32.ps - 10/19/2007 12:27 PM
en la cumbre de Estambul de 2004, en que los lí-
deres aliados ordenaron a la conferencia de Di-
rectores Nacionales de Armamento que avanza-
se urgentemente en la puesta en servicio de un
sistema de defensa antimisil, con horizonte de
operatividad a partir de 2010.
La propuesta TMD es una extensión del siste-
ma de defensa aérea, que puede desplegarse pa-
ra cubrir un teatro de operaciones o un territorio
amenazado por misiles balísticos de corto y medio
alcance, aunque también presta protección contra
misiles crucero, aviones tradicionales o no tripula-
dos. Dispondrá de un sistema de mando y control
que se nutrirá de los datos de distintos radares de
alerta temprana y que integrará varios tipos de in-
terceptores; cada interceptor será efectivo a dis-
tintas alturas por lo que se garantiza la defensa de
baja a alta cota en distintas capas, motivo por el
que también se conoce al sistema como defensa
contra misiles de teatro por capas activas
(ALTBMD).
Un punto clave en la integración de la defen-
sa de corto y medio alcance de la Alianza con la
de largo alcance estadounidense es el referido
al mando y control, que ha de ser único, dado
que la respuesta ante un lanzamiento sospecho-
so ha de ser la idónea, evitando duplicidades o
inacción. Como punto de partida, los estadouni-
28 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
denses han dejado claro que no cederán el
mando y control del segmento defensivo de lar-
go alcance, por lo que ahora buscan una fórmu-
la asumible por los aliados que posibilite integrar
el mando y control del complemento de corto y
medio alcance propiedad de la OTAN. En la ac-
tualidad se negocia ese aspecto, así como los
acuerdos de nación anfitriona con Polonia y Re-
pública Checa.
¿CUÁL ES EL CALENDARIO PREVISTO?
Ya he mencionado que el sistema TMD de la
OTAN se enmarca en una iniciativa de 1999 que
empezará a fructificar en 2010, lo que da idea de
lo complejo que resulta levantar una protección
de esta envergadura.
En el caso de la defensa americana, la prime-
ra vez que se presentó la propuesta de coopera-
ción a los aliados fue con ocasión de la cumbre
de Riga, en noviembre de 2006. Dos meses des-
pués, en enero de 2007, el presidente Bush per-
mitió entablar negociaciones bilaterales con che-
cos y polacos para explorar su disponibilidad
para albergar los nuevos elementos. Se difumi-
naba así la posibilidad de ubicar la batería de in-
terceptores en el Reino Unido, posibilidad inicial-
mente barajada por el gobierno de Londres, pero
descartada por temor a que resurgiera el movi-
miento de protesta an-
timisil tan activo en la
década de los 80.
La primera ronda de
negociaciones con
checos y polacos tuvo
lugar en mayo, la se-
gunda en julio; a esta
seguirá un diálogo más
fluido entre grupos de
trabajo sectoriales. Se
pretende que antes de
finalizar 2007 se pue-
dan tener acordados
los múltiples aspectos
de la colaboración: lo-
gísticos, económicos,
legales, técnicos, etc,
así como las compen-
saciones económicas.
Hacia la primavera
de 2008 los gobiernos
26-32.ps - 10/19/2007 12:27 PM

Seguridad y Defensa

polaco y checo deberán pro- Se pretende disponer de una

nunciarse y ese será un mo-
mento crucial, pues los ameri- cobertura contra misiles balísticos
canos requieren una doble
respuesta afirmativa; la negati- de largo alcance que pudiesen
va de uno solo de esos países
paralizaría el proyecto al com- apuntar a suelo europeo
pleto. De momento, las nego-
ciaciones parecen progresar o americano
positivamente pues los futuros
anfitriones son los máximos
defensores del proyecto en los distintos foros eu- guen dotarse de misiles de largo alcance, pero
ropeos, lo que encona más a Moscú; en un ata- no creen que tengan capacidad para ello. La in-
que de ira, el Comandante en Jefe de las Fuer- teligencia rusa asegura que el radio máximo al-
zas Estratégicas rusas, general Nikolai canzado por esos países es de 1.700 km y que
Solovtsov, amenazó con que las nuevas instala- hasta el 2015 no conseguirán distancias de
ciones figurarían a la cabeza de los objetivos de 3.500 km. La principal limitación que sufren es la
su arsenal. ausencia de infraestructura para la fabricación y
Si finalmente se llega a un acuerdo, la cons- la experimentación. Así, el tamaño de Irán, cuyo
trucción se iniciaría en la segunda mitad del eje mayor mide 2.000 km, le obliga a tener que
2008, estimando poder alcanzar una capacidad efectuar lanzamientos sobre el Mar de Arabia, lo
operativa inicial hacia 2011 y, de cubrirse todos que facilitaría la monitorización completa de los
los plazos sin incidencias, el sistema podría es- mismos. Esta limitación en la experimentación
tar completamente operativo en 2013. podría ser la causa del fracasado lanzamiento
Un programa tan apretado podría explicar la del pasado febrero con el que Irán pretendía si-
elección de socios en el flanco este de la alian- tuar una serie de objetos en el espacio próximo.
za. Las posturas de fuerza de los estadouniden- Los analistas rusos valoran que iraníes y nor-
ses gozan de un apoyo amplio entre la población coreanos disponen como tecnología de base la
de los nuevos socios, lo que facilita la aproba- de los misiles SCUD, misiles soviéticos que se
ción gubernamental de unos acuerdos de cola- desplegaron a mediados de los 60 y eran capa-
boración que deberán mantenerse vigentes por ces de situar una cabeza de tres Tm a 180 millas
decenios. Los desencuentros de la guerra de como máximo. Tras progresivas modificaciones,
Iraq sufridos con los aliados tradicionales, inclu- iraníes y norcoreanos habrían aumentado el al-
so con Turquía, parecen haber condicionado la cance, pero a costa de sacrificar aspectos como
decisión de los planificadores americanos. ¿Se la precisión y la fiabilidad. Un desarrollo más so-
imagina el lector una negociación similar con los fisticado requiere obligatoriamente varios saltos
aliados del flanco sur? Las conversaciones po- tecnológicos: configuración del cohete portador
drían empantanarse interminablemente tratando en fases múltiples, cabeza de guerra indepen-
de superar los distintos calendarios electorales. diente, aumento del impulso y tiempo de funcio-
Toda vez que el despliegue de un sistema de- namiento de los motores.
fensivo de este empaque lleva su tiempo y ha de Toda vez que los programas de investigación
ser operativo antes de que la amenaza se confir- de ambos países no son complementarios, el
me, no caben dilaciones. salto tecnológico solo lo darán con ayuda exte-
rior, de ahí la importancia del reforzar el Régi-
¿CUÁLES SON LAS RETICENCIAS men de Control de la Tecnología de Misiles im-
RUSAS RESPECTO A LA AMENAZA? puesto en 1987, o la notificación de actividades
Los rusos admiten que la proliferación es real, conforme al Código de Conducta de la Haya del
pero se difunde a un ritmo muy inferior al predi- 2000, y en general, de los controles de transfe-
cado por los americanos. Están seguros de que rencias de productos y tecnologías de doble
los líderes de Corea del Norte y de Irán persi- uso.

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 29

26-32.ps - 10/19/2007 12:27 PM

LAS SUSPICACIAS
RUSAS
Los Federación Rusa
sospecha que, bajo el pre-
texto de protegerse contra
Irán, Estados Unidos persi-
gue neutralizar los vectores
rusos de disuasión nuclear,
alterando así el equilibrio
estratégico global y regio-
nal. ¿A qué viene tanta pri-
sa en desplegar lo último
en tecnología contra una
amenaza tan inconsisten-
te? Además, ¿por qué el
asentamiento se sitúa tan
cerca de la frontera rusa?
Para incrementar la
efectividad del sistema,
bastaría con situar la base
de interceptores en Turquía, que está más cerca beza múltiple o de alta velocidad, ya en desarro-
del probable punto de lanzamiento. Si lo que se llo, y que incrementarían drásticamente el poten-
pretende es cubrir lo más ampliamente posible el cial del puesto de lanzamiento sin tener que au-
territorio europeo, lo idóneo sería instalar el ra- mentar el número de silos. A los rusos no les
dar en el flanco sur y la base de interceptores en preocupa tanto el número de interceptores como
el oeste continental de la Alianza. En ambos es- la puesta en funcionamiento de la infraestructura
cenarios, y a diferencia con el propuesto, la neu- de apoyo de los mismos.
tralización de los misiles rusos resultaría más te-
nue. RUSOS Y AMERICANOS,
La red de radares en territorio europeo, unida ¿CONDENADOS A ENTENDERSE
a la base de Thule, en la Groenlandia danesa y a O A TEMERSE?
las estaciones en el Pacífico, entre ellas la de Los americanos han pretendido dar toda serie
Shemya, en las Aleutianas, rodean a Rusia con de garantías a la parte rusa, y mantienen desde
una red de sensores capaces de monitorizar de hace dos años una política de clara transparen-
forma continua todo el espacio aéreo ruso y su cia que incluye la visita de técnicos rusos a las
espacio exterior próximo. Además de romper el baterías de Alaska y California; incluso han ofre-
equilibrio nuclear, el despliegue de los intercep- cido la posibilidad de compartir las trazas detec-
tores en Polonia presenta una seria amenaza tadas por la red de radares. De hecho, el secre-
contra satélites en órbita baja; podrían alcanzar tario de defensa Rumsfeld informó antes a los
todo vehículo espacial con una inclinación orbital rusos que a los aliados OTAN. Todo para certifi-
de 45º a 79º y una altura de 200 a 1.800 km so- car a la Federación Rusa que sus misiles no son
bre el cielo de Moscú. En ese volumen se mue- el objetivo del despliegue, ni se pretende alterar
ven satélites de apoyo a la navegación, comuni- el equilibrio nuclear.
caciones y vigilancia. Los rusos, por su parte, no se definen: ni
De nada sirven las garantías de que los rada- aceptan ni rechazan las propuestas americanas.
res no apuntarán a Moscú o de que diez intercep- En mayo el presidente Putin aseguró que los mi-
tores de cabeza cinética simple son una cantidad siles rusos volverían a apuntar a Europa, pero un
irrisoria para contrarrestar el arsenal ruso. Los ra- mes después, en el transcurso de la cumbre del
dares podrían ser reorientados sin previo aviso y G8 celebrada en Alemania, anunció que estaba
los interceptores reemplazados por misiles de ca- dispuesto a integrar en el sistema americano el

30 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007

26-32.ps - 10/19/2007 12:27 PM
radar ruso ubicado en Qabala, Azerbaiján, (aun-
que esta oferta no fue seguida de una invitación
a personal técnico para que analizase la posibili-
dad de llevar a cabo la integración).
En el fondo, el desacuerdo puede deberse a
diferentes valoraciones del mismo problema: el
imprevisible uso de armas de destrucción masiva
por estados arrogantes o por grupos terroristas.
Del lado estadounidense, desde el ataque del
11-S, la amenaza del uso de armas de destrucción
masiva es considerada por el público americano
como real. De hecho, las medidas de seguridad in-
troducidas, que han cambiado drásticamente el
modo de vida del americano medio, solo han sufri-
do críticas de sectores marginales, lo que indica
que el ciudadano americano está dispuesto a re-
ducir su grado de libertad, o incluso a soportar una
mayor carga fiscal, para garantizar su seguridad.
Que nadie se engañe, este movimiento es respal-
dado por todos los candidatos a suceder a Bush y
no está asociado, al menos de momento, a los re-
sultados de Iraq o Afganistán.
Pero la elite rusa parece estar más preocupa-
da por la cercanía americana a sus fronteras que
por la amenaza islámica. El despliegue antimisil
es otra vuelta de tuerca que sigue a la amplia-
ción de la OTAN, la presencia de fuerzas ameri-
canas en Bulgaria y Rumania, y a la reticencia
de los aliados para ratificar el tratado de adapta-
ción del FACE; quejas rusas a las que se aña-
den las discrepancias sobre el futuro de Kosovo
que ensombrecen su papel como potencia pro-
tectora, la creciente arrogancia de los estados
bálticos o la escasa comprensión de Occidente
hacia el esfuerzo ruso en el Cáucaso.
Puede que lo anterior llene las portadas de los
rotativos moscovitas, pero la Federación Rusa
no es ajena al terrorismo islámico. Al contrario, la
población rusa padece un continuo rosario de
atentados, algunos tan repugnantes y sangrien-
tos como la masacre de Beslán o la del teatro
Dubrovka, en pleno corazón de Moscú; y otros
de menor seguimiento mediático pero igual de
dolorosos: atentado en el metro de Moscú, vola-
dura de viviendas militares en Moscú, derribo de
aviones comerciales. Además, si el terrorismo is-
lámico va a más, bien porque el damero Afganis-
tán-repúblicas centroasiáticas caiga, o porque
las numerosas colectividades musulmanas asen-
tadas en suelo ruso se vean infiltradas de extre-
Seguridad y Defensa
mistas, la respuesta de los dirigentes de Moscú
solo podría basarse en un claro apoyo interna-
cional, es decir, de Occidente.
¿CÓMO AFECTA A ESPAÑA?
Nuestra situación geográfica, en el borde exte-
rior del suroeste europeo, y los 10.000 km que
nos separan de Irán nos dan ciertas garantías
contra un ataque desde este país, al menos de
momento. El peligro puede proceder del norte de
África, en concreto, de las zonas escasamente
pobladas del desierto del Sahara donde hay indi-
cios de campamentos de entrenamiento de Al
Qaeda, aunque son objeto de vigilancia por parte
de Estados Unidos. No habría que descartar una
involución islámica al sur del Mediterráneo, aun-
que afortunadamente la tendencia actual no es
esa, como lo demuestra la incorporación de Libia
a los foros internacionales, sensiblemente a la
iniciativa 5+5 de clara importancia para nosotros.
La batería de interceptores de Polonia no cu-
bre el Mediterráneo, ni apenas puede interceptar
las trayectorias de misiles procedentes de Irán
contra objetivos en la Península o los archipiéla-
gos, por lo que, de aumentar la amenaza iraní,
se requerirá otra batería de misiles en el flanco
sur de la Alianza. La red de radares sí que es ca-
paz de asegurar la vigilancia de nuestro sector
espacial. Respecto a la cobertura contra los misi-
les de alcance intermedio o corto, el sistema de
teatro de la OTAN, dado su carácter desplega-
ble, sí nos garantizará una alta protección.
Nuestras Fuerzas Armadas cuentan tanto con
el grupo PATRIOT como con el sistema AEGIS,
de dotación en las fragatas F-100, que tienen
cierta capacidad de interceptación, aunque de
momento carecemos de la integración en un sis-
tema de alerta amplio.
¿QUÉ PUEDE PASAR?
Una apuesta decidida por un escudo antimisi-
les podría disuadir a los países que pretenden
hacerse con capacidades de largo alcance. En el
caso de Irán, daría pie a la disidencia interna pa-
ra que forzase un cambio de la política de asig-
nación de recursos financieros, que sería recom-
pensada con cierto alivio en el bloqueo
internacional, lo que mejoraría sustancialmente
la calidad de vida de la población. Si lo anterior
no tiene lugar, al menos la existencia del escudo
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 31
26-32.ps - 10/19/2007 12:27 PM

condicionaría el uso de los misiles y disminuiría Para complicar la situación, a diferencia del pe-
su valor como medio de presión política. riodo de la Guerra Fría en que el dominio nuclear
Sin que esto acarree una nueva carrera de ar- equilibraba el déficit en armamento convencional,
mamentos, al menos no con la celeridad de la en este nuevo panorama, el avance en la neutrali-
guerra fría, veremos que progresivamente terce- zación de un tipo de agresión no disuadirá al po-
ros países toman iniciativas similares. Sirva de tencial enemigo de emplear otras vías. En conse-
ejemplo el reciente ejercicio chino de intercepta- cuencia, se requerirán muchísimos más recursos
ción balística de un satélite orbital, que marca el que los empleados durante la Guerra Fría, por lo
avance de su tecnología antimisil. La Federación que, también desde el punto de vista financiero, la
Rusa y Francia podrían reenfocar parte de sus cooperación internacional resulta obligada.
conocimientos espaciales a este nuevo campo.
El ministerio de Defensa alemán ha presupues- CONCLUSIÓN
tado fondos para un desarrollo que cubra su es- Es evidente la determinación americana para
pacio aéreo. En el otro extremo del globo, Esta- desplegar en Europa un sistema de defensa con-
dos Unidos también tiene en marcha la tra misiles balísticos de largo alcance que con-
cooperación con Japón y Australia para estable- trarreste las amenazas emergentes de la región
cer una defensa contra la arrogante República del Golfo.
Popular de Corea. Finalmente, y como ya se vio La iniciativa americana solo se enfrenta ac-
durante la primera guerra del Golfo, en caso de tualmente a las reticencias rusas, que son muy
crisis en el propio Oriente Medio, Estados Uni- razonables. De momento no hay una oposición
dos se verá obligado a proteger a Israel de un de la población europea, pero no tardará en sur-
posible ataque nuclear (ya anunciado) y que, de gir. Sin embargo, el avance o el retroceso en la
causar daños, dispararía la respuesta hebrea. lucha contra el terrorismo, y los logros en el con-
Pero, a diferencia del período bipolar, la finali- trol de la proliferación de las armas de destruc-
dad de estos desarrollos no es contrarrestar los ción masiva y los vectores de lanzamiento serán
logros tecnológicos del adversario, sino buscar los elementos clave que marquen la cohesión in-
una cobertura contra una vía de ataque con ar- ternacional, que tarde o temprano surgirá entor-
mas de destrucción masiva. Hay otras muchas no a esta iniciativa. 
formas de hacer llegar las
armas de destrucción ma-
siva y todas ellas han de
combatirse; de ahí las ini-
ciativas tendentes a vigi-
lar el transporte interna-
cional como MEGAPORT,
de control de contenedo-
res o PSI. Hay además
muchos tipos de acciones
terroristas que pueden so-
cavar las bases de un Es-
tado. Dada la enorme dis-
torsión que sufriría
cualquier sociedad ataca-
da con un arma de des-
trucción masiva, todo tipo
de agresión viable ha ser
vigilada, y se deben pre-
ver medios para abortarla
o, en último caso, para re-
ducir los daños.

32 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007

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Blas Piñar Gutiérrez.
El seminario bilateral DOCEX 2007 se desarro-
lló en el acuartelamiento de La Merced, Granada,
entre los días 29 de mayo y 1 de junio con la par-
ticipación del Centro de Doctrina para el Empleo
de la Fuerza (CDEF) del Ejército de Tierra fran-
cés y del Mando de Adiestramiento y Doctrina
(MADOC) del Ejército de Tierra español.
Fue presidido por el General Director de Doc-
trina, Orgánica y Materiales (DIRDOM) y el Ge-
neral Jefe del Centre de Doctrine d’Emploi de
Forces (ComDEF). La composición de las dele-
gaciones de ambos ejércitos ha sido similar a la
utilizada en anteriores ediciones: Un equipo de
dirección a las órdenes de los co-directores (Ge-
neral Subdirector de Doctrina de DIDOM y Coro-
nel Jefe de la División Emploi Organisation del
CDEF) y un grupo de analistas formado por 17
oficiales de ambos países, expertos en los as-
pectos doctrinales debatidos.
Destinado a mejorar el conocimiento recíproco
de las doctrinas de los dos ejércitos y a suscitar
36 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
la reflexión doctrinal, identificando eventualmen-
te puntos de convergencia y de divergencia, esta
décima edición desarrolló un tema importante
para ambos ejércitos de Tierra, «Enfoque prácti-
co de interoperatividad para fuerzas terrestres.
Una brigada de Infantería francesa (o española)
con un grupo táctico español (o francés) y vice-
versa, bajo control operativo durante la fase de
estabilización de una campaña, incluyendo ac-
ciones de combate, de seguridad, de reconstruc-
ción y ayuda humanitaria».
El seminario se desarrolló en dos fases: la fa-
se de preparación con dos reuniones bilaterales
de coordinación celebradas en París, el 8 de no-
viembre de 2006, y en Granada, el 15 de febrero
de 2007 y la fase de «seminario» propiamente
dicha, articulada en sesiones plenarias y sesio-
nes separadas por mesas de trabajo.
Durante las sesiones plenarias se presentaron
sendas exposiciones sobre experiencias reales
de interoperatividad en operaciones: «Operación
36-37.ps - 10/19/2007 12:54 PM
Presidencia del Seminario
EUFOR RDC, lecciones aprendidas franco-ale-
manas» por parte de CDEF y «La compañía de
reserva táctica de la DMNSE (Bosnia i Herzego-
vina)» y «La brigada multinacional Plus Ultra
(Iraq)» por parte de MADOC. Así mismo, se ex-
pusieron los conceptos doctrinales de interopera-
tividad de ambos países.
También se expusieron los trabajos acordados
y realizados conjuntamente durante el período
inter-DOCEX:
- «La externalización del apoyo logístico en las
operaciones» (a cargo de la DIDOM-MADOC).
- «La organización del PC de la división en la
fase de estabilización» (a cargo de CDEF).
CONCLUSIONES GENERALES
Durante el trabajo de las mesas redondas se
obtuvieron conclusiones de gran utilidad. Unas,
quizá casi se intuían a simple vista, y otras fue-
ron fruto del intercambio de ideas de los oficia-
les analistas. Todas ellas nos permiten recono-
cer las limitaciones actuales y más inmediatas
DOCEX-07
que nos capacitan para abordar estos temas,
desde el punto de vista doctrinal, con mayor re-
alismo.
Los trabajos inter-DOCEX expuestos se consi-
deran de gran interés, pues permiten comparar
de forma general las posturas de ambos ejérci-
DOCUMENTO
tos en temas que, en el futuro, si se considera
conveniente, pudieran ser tratados con más pro-
fundidad, ya que permiten contar con una posi-
ción de partida.
Este seminario permite el fácil y eficaz inter-
cambio de ideas entre nuestros ejércitos lo que,
por razones lógicas, no se consigue tan satisfac-
toriamente en entornos multinacionales más am-
plios. No obstante, se considera que se debería
estudiar la forma de optimizar aun más el tiempo
y la estructura de todo el seminario para sacar
mayor rendimiento al alto grado de compresión e
identificación entre ambas partes que se ha ido
afianzando paulatinamente con el paso del tiem-
po, y por la voluntad de continuar el camino em-
prendido hace ahora diez años. 
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 37
38-41.ps - 10/19/2007 12:57 PM
Juan Hernández Gutiérrez.
En sentido general, la interoperatividad afecta
a las fuerzas armadas de dos o más naciones, a
causa de sus necesidades de seguridad y defen-
sa colectiva. Siempre que los ejércitos de varias
naciones han debido actuar en alianza o coali-
ción para responder a una amenaza común, han
sido precisos unos acuerdos mínimos para coor-
dinar su actuación y, al menos, no interferirse
mutuamente.
Tanto de forma bilateral como en ámbitos mul-
tinacionales, como OTAN o Finabel, la interope-
ratividad es una referencia constante, pues cons-
tituye la esencia y el marco de referencia de los
trabajos que allí se desarrollan. La interoperativi-
dad, por tanto, es en la actualidad un tema co-
mún de preocupación en nuestros ejércitos
La OTAN ha hecho cambios recientemente
en la definición del concepto interoperatividad
1
que aparecen en el AAP-6 . La última referencia
del año 2000 está recogida en la publicación del
ET RE7-013 Glosario de Términos Militares y di-
ce que es: «El grado de normalización que per-
38 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
mite a los sistemas, unidades o fuerzas dar y
aceptar servicios de otros sistemas, unidades o
fuerzas, utilizando los servicios así intercambia-
dos, de forma que puedan operar juntos con
efectividad.» También aparece una primera
acepción, más antigua, de carácter exclusiva-
mente técnico que limita la interoperatividad al
campo de las telecomunicaciones, pues quizá
fue en este donde más se sentía, y se siente, la
necesidad que tratamos. En este caso el regla-
mento recoge en su primera acepción que inte-
roperatividad es: «La condición que se obtiene
entre sistemas o elementos de equipos de co-
municaciones o electrónica, cuando la informa-
ción o servicios pueden intercambiarse directa y
satisfactoriamente entre ellos y/o sus utilizado-
res. El grado de interoperatividad debe definirse
en cada caso específico».
Posteriormente el concepto ha evolucionado
de modo que en la última versión del AAP-6 (año
2006) encontramos sobre interoperatividad la si-
guientes tres referencias.
38-41.ps - 10/19/2007 12:57 PM
En primer lugar la propia definición de Intero-
peratividad (22jun04) dice que: «Es la capacidad
de operar sinérgicamente en la ejecución de los
cometidos asignados». Como podemos ver es
más reducida y general que la anterior, pero in-
troduce un matiz significativo que es el de la si-
nergia. No obstante esta visión para el ET es un
objetivo de futuro, difícil de materializar hoy día.
Creemos que lo que realmente busca con la inte-
roperatividad es obtener el máximo rendimiento
de la organización operativa con las limitaciones
existentes en materiales, preparación, doctrina,
etc.
Para terminar con las referencias aliadas se
exponen a continuación las dos restantes, prácti-
camente iguales, que son interoperatividad mili-
tar (30jun05) e Interoperatividad de fuerzas
(06ene06). La primera es la capacidad de las
fuerzas militares para adiestrarse, ejercitarse y
operar juntas eficazmente en la ejecución de los
cometidos y misiones asignadas. La segunda es
la capacidad de las fuerzas de dos o más nacio-
nes para adiestrarse, ejercitarse y operar juntas
eficazmente en la ejecución de los cometidos y
misiones asignadas.
Definitivamente y con todos estos referentes,
interoperatividad, en sentido amplio, se entiende
para las FAS españolas como la voluntad y ca-
pacidad de las naciones para superar las dife-
rencias culturales, tecnológicas, de organización
y procedimientos con la finalidad última de coo-
2
perar con eficacia hacia el objetivo común .
Cuando hace 15 o 20 años hablábamos de in-
teroperatividad, el escenario que se planteaba
era, casi siempre, el de los conflictos de alta in-
tensidad dentro de lo que nuestra doctrina con-
templa como operaciones bélicas. La unidad de
referencia era la división y, en raras ocasiones,
la brigada. Se partía de la base de que estas uni-
dades actuaban de acuerdo con las doctrinas y
procedimientos nacionales particulares, con los
sistemas de mando y control y los materiales
propios de cada ejército, con su cadena logísti-
ca, etc. Rara vez podíamos encontrar unidades
combinadas de menor entidad que cuerpo de
ejército, pues por debajo del escalón división era
impensable un grado aceptable de interoperativi-
dad. (ARRC, cuerpo de ejército europeo, etc.)
Sencillamente, para este tipo de conflictos,
éramos mínimamente interoperativos aunque la
entidad de fuerzas que supuestamente tendría
que desplegar cada nación, podría justificar el
DOCEX-07
mantenimiento de sistemas de apoyo logístico o
de mando y control nacionales establecidos en
paralelo con el combinado, ya que la coordina-
ción se daba en los escalones más elevados.
En las operaciones de apoyo a la paz en las
que España empezó a participar a partir de
1992, tampoco se puede afirmar que fuéramos
interoperativos en grado satisfactorio, a pesar de
que se desplegaban fuerzas de poca entidad
(AGT, brigada,…). Esta reducida interoperativi-
dad obligaba, por ejemplo, al mantenimiento de
redes paralelas de telecomunicaciones, por no
hablar del apoyo logístico.
Sin embargo, los compromisos adquiridos en
el marco de la defensa y seguridad colectivas, la
reducción de efectivos, la proliferación de esce-
narios donde es preciso actuar y la imperiosa ne-
cesidad de disminuir la huella logística de las
operaciones obligan a un esfuerzo adicional para
alcanzar un grado aceptable de interoperatividad
en los escalones por debajo de la brigada. En
este marco se centran los dos compromisos ac-
tuales de seguridad común que mantenemos, el
de las fuerzas de reacción de la OTAN (NRF) y
el de battle group de la Unión Europea.
El principal medio para conseguir la interope-
ratividad es la normalización. Nuevamente se
hace referencia al AAP-6 donde se define como
el desarrollo y puesta en práctica de conceptos,
doctrinas, procedimientos y propósitos para con-
seguir y mantener la compatibilidad, intercambia-
bilidad o comunidad necesarias para lograr el ni-
vel preciso de interoperatividad o para optimizar
el uso de los recursos en las áreas de operacio-
nes, materiales y administración.
De todos modos, la interoperatividad no deja
DOCUMENTO
de ser una condición necesaria para llegar al es-
tado final deseable que es la integración de las
unidades. La integración va a permitir realmente
operar y cumplir la misión de forma eficaz. ¿Có-
mo se llega a esa integración?
El primer y principal problema es evitar, al me-
nos, que surjan conflictos e interferencias entre
las unidades que forman parte de la organiza-
ción operativa. Esto se logra con unos acuerdos
mínimos de normalización en las áreas de doctri-
na y de materiales, que principalmente se orien-
tan a impedir actividades o empleo de medios
que perjudiquen la actividad de los otros. Es, so-
bre todo, un asunto de coordinación aunque difí-
cilmente contribuye por sí solo a la sinergia del
conjunto.
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 39
38-41.ps - 10/19/2007 12:57 PM
El siguiente paso, que también tiene su grada-
ción, es dar solución, desde un punto de vista
tanto intelectual como material, a las diferencias
encontradas o previstas, sean grandes o peque-
ñas.. Esto que es sencillo de explicar y entender,
es de difícil ejecución pues con carácter general
tiene muchas implicaciones que exceden a la
Fuerza y al ET, sobre todo en lo que concierne al
área de los materiales. Así encontramos limita-
ciones económicas, otras prioridades de adquisi-
ción e intereses nacionales de la política militar o
de defensa. Esta etapa es en la que en diferen-
tes escalones y con distinto éxito se trabaja en
OTAN, Unión Europea y Finabel. No cabe duda
de que cuanto menor es el número de aliados o
coaligados, más fácil solución tienen estos pro-
blemas, al menos teóricamente.
Por último, suponiendo alcanzado un acepta-
ble grado de interoperatividad, queda llegar a la
integración. Esta se logra con la convivencia de
40 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
las unidades mediante la realización de ejerci-
cios y maniobras en los que se lleven a cabo ex-
periencias y pruebas, y posteriormente con
aquellos que se dediquen al adiestramiento de
diferentes escalones de mando y áreas funciona-
les (cuarteles generales, unidades de combate,
apoyos de combate o logístico, hasta llegar a los
de organizaciones operativas al completo…). Fi-
nalmente se llegará a la fase de integración pre-
via a un despliegue en ZO, recomendable y ne-
cesaria hasta en organizaciones operativas
nacionales; ya que, aunque en menor medida, la
integración es un problema que afecta incluso a
las unidades de una misma nación y ejército,
que aun teniendo la misma doctrina, organiza-
ción y materiales, necesitan el adiestramiento en
común durante un tiempo para llegar a que sus
componentes se conozcan unos a otros. Es este,
sin duda, el principal problema de los sistemas
modulares para la organización operativa.
38-41.ps - 10/19/2007 12:57 PM
Así se considera que los objetivos sobre inte-
roperatividad han de pretender:
• Conseguir y mantener la capacidad de ac-
tuar con las fuerzas terrestres de la otra nación
en el marco general de la OTAN o la UE, detalla-
do en la acción bilateral.
• Desarrollar no solo la capacidad de comuni-
cación sino especialmente la de enlace, compar-
tiendo una visión operativa y de inteligencia co-
mún del espacio de batalla, colaborando en los
esfuerzos de planeamiento y manteniendo una
estructura de mando y control que maximice los
esfuerzos de una organización operativa combi-
nada.
• Desarrollar una doctrina y un adiestramiento
común, junto con la compatibilidad logística, del
material y del equipo.
• Utilizar los estándares y la doctrina OTAN
como base para la referencia principal en intero-
peratividad.
Los retos y dificultades que se encontrarán y
que todas las partes deben superar son, entre
otros:
• Intereses nacionales no compartidos.
• Idiosincrasia nacional y prejuicios sobre «el
otro».
• Diferente base cultural militar (lo que, por
ejemplo, puede producir diferentes formas de en-
tender la misión, siendo probablemente todas
válidas).
• Desconocimiento militar «del otro».
• Falta de tiempo para conocerse.
• Lengua de trabajo.
Cabe señalar que, conseguida una mínima in-
tegración en una organización operativa combi-
nada, la cohesión que la afiance se ha de basar
en la confianza mutua a través de:
• El compromiso inequívoco con la misión reci-
bida.
• Las adecuadas relaciones entre los mandos
superiores de las naciones que integran la fuerza.
• Respeto mutuo por la capacidad profesional,
cultura, historia, religión, costumbres y valores
del personal de los otros ejércitos.
• Conocimiento mutuo de las doctrinas, capa-
cidades, limitaciones y aspiraciones nacionales.
• Tiempo suficiente para que se realice un en-
foque unificado y claro de la operación.
• El empleo eficaz de una legua común de tra-
bajo.
DOCEX-07
CONCLUSIÓN
Hasta ahora, nuestra nación y otras aliadas
han desarrollado un gran trabajo para la intero-
peratividad en doctrinas y procedimientos y, en
esta área, podemos concluir que los problemas
no existen o tienen fácil solución a corto plazo o
durante la fase de generación de una fuerza
operativa combinada.
Actualmente el grado de interoperatividad que
es necesario alcanzar para llegar a la adecuada
integración en una organización operativa combi-
nada, es directamente proporcional a la compleji-
dad de la operación a llevar a cabo, lo que no
implica, en principio, que sean precisamente las
operaciones bélicas las más complejas desde el
punto de vista que aquí se trata.
Los foros multinacionales como OTAN, Unión
Europea y Finabel se considera el marco esencial
para sentar las bases de la interoperatividad, sin
embargo dentro de estos se hace preciso detallar
y profundizar en los acuerdos existentes, acuer-
dos de mínimos, de modo que en un entorno más
reducido de dos o tres naciones, se pueda dar
solución a problemas de difícil salida cuando se
trata con todos los aliados a un tiempo.
La búsqueda de esos detalles de normaliza-
ción para lograr una mayor interoperatividad y la
integración de nuestras unidades se deben
orientar a todas las áreas, si bien podemos su-
brayar como esenciales la doctrina (sin dejar de
lado los criterios de organización de la fuerza),
los materiales (que incluye el diseño de bases e
instalaciones) y, por último, el adiestramiento.
Quedan otros problemas que resolver, algu-
DOCUMENTO
nos muy complicados, como los derivados del
empleo de materiales o de sistemas de mando y
control diferentes. Hay grupos de trabajo especí-
ficos que los estudian, pero estos problemas es-
tán afectados por aspectos económicos relacio-
nados con la investigación y el desarrollo en
cada país. Para algunos de ellos, la solución no
está ni siquiera en nuestras manos, sino en más
altas esferas, pero esto no debe ser una barrera
que nos impida o condicione en la búsqueda de
soluciones factibles.
NOTAS
1
Glossary of terms and definitions.
2
Anteproyecto PDC-01 Doctrina de las FAS
para la acción conjunta de 2007. 
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 41
42-47.ps - 10/19/2007 13:00 PM
Antonio Luzón Muniesa.
Juan Ignacio Reyes Madridejos.
INTRODUCCIÓN
Uno de los aspectos más necesarios a la hora
de conseguir la interoperatividad entre dos ejér-
citos de distintos países es el de la doctrina y los
procedimientos. Esta necesidad es aún mayor
cuando descendemos a la integración de unida-
des en el nivel táctico y en operaciones de com-
bate o de gran complejidad. En este caso será
esencial el empleo de procedimientos normaliza-
dos, sobre todo a la hora de combatir y de com-
partir apoyos al combate.
Durante este seminario se han tratado de ana-
lizar los problemas de interoperatividad que po-
drían surgir en los aspectos doctrinales y de pro-
cedimientos a la hora de integrar un grupo
táctico francés en una brigada española y vice-
versa. El estudio se ha enmarcado en la fase de
estabilización de una campaña.
Para el estudio se han analizado las activida-
des principales que una brigada debe realizar en
este tipo de escenarios, con la finalidad de dedu-
cir qué capacidades se consideran prioritarias,
42 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
para comparar posteriormente las de ambos paí-
ses, tanto en su aspecto orgánico como en el de
los procedimientos operativos para su aplicación
táctica.
CONCEPTO DE ESTABILIZACIÓN
Como primera conclusión se establece que
ambos países tienen un concepto de estabiliza-
ción muy similar. En la doctrina española este
concepto está asociado a una fase de la campa-
ña: la fase de estabilización, que se define co-
mo la «fase de la campaña militar en la que, una
vez que las operaciones militares principales han
finalizado, se realizan otras cuyo objetivo es la
vuelta a la normalidad cívica y social». Del mis-
mo modo, la doctrina francesa contempla las
operaciones militares como un continuo en el
que se dan sucesivamente tres fases: interven-
ción, estabilización y normalización.
Tras la finalización de las operaciones milita-
res principales, y alcanzado el armisticio o el
acuerdo de paz, se produce un periodo de opor-
42-47.ps - 10/19/2007 13:00 PM
tunidad crítico para la transición a la
paz. Durante este lapso de tiempo, nor-
malmente corto, será primordial el man-
tenimiento de la seguridad y la restau-
ración de los servicios públicos
esenciales, de manera que se eviten
los rebrotes de violencia y que la pobla-
ción apoye la nueva situación política o,
al menos, no provoque la creación de
movimientos subversivos.
Exceptuando las actividades de «go-
bierno territorial», excepcionales para
las FAS españolas, la fase de estabili-
zación de una campaña comprenderá
fundamentalmente actividades encami-
nadas a establecer y mantener la segu-
ridad, tanto de la fuerza como de la población y
de las distintas organizaciones gubernamentales
y no gubernamentales que actúan en la zona, es
decir, a establecer un ambiente seguro donde
poder llevar a cabo el resto de actividades
de reconstrucción y de apoyo a las institucio-
nes. También serán importantes las actividades
de ayuda humanitaria con el objeto de paliar
posibles situaciones críticas de la población.
Además, en el nivel estratégico y operacional,
serán de gran importancia las operaciones de
información (INFOOPS), que pretenden influir
en las percepciones y motivaciones de la pobla-
ción, así como en el proceso de toma de decisio-
nes de los gobernantes y líderes políticos y reli-
giosos.
En nuestra doctrina, las acciones de recons-
trucción, apoyo a las instituciones y actividades
de ayuda humanitaria están comprendidas en
una de las funciones principales del concepto
CIMIC: las actividades de apoyo al entorno ci-
vil. Estas pueden ser, entre otras, las siguien-
tes: apoyo a los servicios públicos, a la econo-
mía y al comercio, ayuda al desarrollo,
cooperación sociocultural, apoyo en caso de
catástrofe o calamidad pública, apoyo al control
de la población civil y al sector de la seguridad
pública, etc.
Ambas doctrinas contemplan la posibilidad de
que, durante esta fase de la campaña, se pue-
dan dar, simultánea o sucesivamente, distintos
tipos de acción, tanto ofensivas como defensivas
(acciones coercitivas), de seguridad y de coope-
ración. También es común el concepto de rever-
sibilidad de las operaciones, pudiéndose volver
de esta fase a otra de mayor intensidad en las
DOCEX-07
operaciones o pasar directamente a la siguiente
fase de normalización o transición a la paz.
Capacidades y limitaciones de la brigada
en estabilización
Una brigada podrá estar operando en la fase
de estabilización de una campaña tras haber
participado en la fase anterior o puede ser des-
plegada exclusivamente para esta, por lo que,
para ella, representará en sí una «operación de
estabilización», con una finalidad y una situa-
ción final deseada bien definidas.
Aunque esta fase puede confundirse con una
operación de apoyo a la paz (PSO), no conviene
mezclar estos términos ya que, aunque las acti-
vidades pueden ser parecidas, pueden cambiar
sustancialmente los parámetros de acuerdo con
las partes enfrentadas, reglas de enfrentamiento,
imparcialidad, etc, que definen claramente una
PSO. Al igual que las operaciones bélicas, estas
operaciones contemplan también en su desarro-
DOCUMENTO
llo una fase de estabilización. Este aspecto se
puede ver claramente en las diferentes fases por
las que han ido pasando las unidades desplega-
das en Bosnia: fase de imposición (IFOR), fase
de estabilización (SFOR) y fase de normaliza-
ción (EUFOR).
Por otro lado y de forma práctica para la uni-
dad desplegada, lo que marcará el nivel de em-
pleo de la fuerza y el riesgo asumido será la rela-
ción de las partes en conflicto con respecto a la
misión que se ejecuta, su aceptación o enfrenta-
miento y los acuerdos establecidos para el em-
pleo de esa fuerza militar, principalmente las
ROE. Por tanto, el concepto «bélico» o «no béli-
co» no tiene gran aplicación a nivel táctico ya
que, para la unidad, el carácter de la operación
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 43
42-47.ps - 10/19/2007 13:00 PM
estará más relacionado con la misión a desarro-
llar y con los riesgos y amenazas del entorno
donde despliega.
El caso con más exigencia para una unidad
que actúe en esta fase de una campaña, sería
aquel en el que se diera un movimiento de in-
surgencia, ya que esta tendría que hacer frente
a una serie de riesgos de carácter asimétrico,
fundamentalmente acciones terroristas.
Por regla general, a la brigada se le asignará
una zona de acción en la que tendrá la respon-
sabilidad de mantener la seguridad y la libertad
de movimientos, llevar a cabo el control de la po-
blación y establecer los contactos con las autori-
dades civiles y las organizaciones no guberna-
mentales que trabajen en su área. Lo normal
será que esta zona de acción sea muy extensa y
con recursos y capacidades de nación anfitriona
muy limitados, debido a la destrucción de infra-
estructura provocada por el conflicto. Por el mis-
mo motivo, la movilidad será limitada. Será habi-
tual actuar en zonas urbanas donde se
concentra la población y se enmascara el enemi-
go asimétrico.
En este tipo de operaciones, no se descarta
que una brigada, en un momento determinado,
tenga que hacer uso de todas sus capacidades
de combate para llevar a cabo operaciones ofen-
sivas y/o defensivas, posiblemente limitadas en
el tiempo y en el espacio. No obstante, esta bri-
gada no tendrá capacidad para mantener opera-
ciones de combate en toda su zona de acción
durante un tiempo prolongado.
La cooperación cívico-militar será de vital im-
portancia, tanto en el aspecto del enlace como
en el de la coordinación de los esfuerzos de re-
construcción acometidos por la fuerza desplega-
da. No hay que olvidar que, en este escenario,
contar con el apoyo de la población será funda-
mental para protegerse y combatir a los grupos
de contrainsurgencia. Las actividades podrán ser
muy variadas y abarcar todos los ámbitos de
apoyo a organizaciones estatales u ONG ya que,
en los momentos iniciales, tras el conflicto, po-
drán fallar todos los elementos de control del Es-
tado y aquellos servicios esenciales para la po-
blación.
La participación de una unidad militar en este
tipo de operación será casi siempre bajo el para-
guas de una resolución de las Naciones Unidas
44 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
que la autorice. Por tanto, lo normal será hacerlo
dentro de una organización de defensa o coali-
ción multinacional. Será esencial la interoperati-
vidad de los sistemas de mando y control, y de
los procedimientos de las unidades de los distin-
tos países.
Para una operación, la brigada se constituye
en una fuerza operativa, integrando otros ele-
mentos o unidades que refuercen las capacida-
des previstas durante el planeamiento de la mi-
sión, que en general se definirán en función de
los siguientes cometidos:
• La seguridad de las fuerzas propias.
• El establecimiento de un entorno de seguri-
dad adecuado para las actividades de estabiliza-
ción y reconstrucción del país o zona.
• El apoyo a las autoridades civiles y a la po-
blación para el desarrollo institucional, social y
económico.
• Las actividades relacionadas con las INFO-
OPS y las de información pública.
En este sentido, se consideran prioritarias pa-
ra este tipo de operaciones las siguientes capa-
cidades:
- Inteligencia.
- Seguridad y protección de la fuerza.
- Control de la población y control de masas.
- Cooperación cívico-militar, incluyendo el
apoyo al entorno civil.
- Información pública.
En algunos casos y según la misión, podrán
ser necesarias capacidades propias para la lu-
cha contra la insurgencia y el terrorismo, y el
apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del
Estado de la nación para hacer frente a la delin-
cuencia organizada, al narcotráfico o al contra-
bando. No obstante, no se debe perder de vista
la concepción multidisciplinar de las operacio-
nes, debiéndose considerar la participación de
otras capacidades no estrictamente militares de
los países que formen parte de la coalición (poli-
cía, gendarmería, jueces, órganos económicos y
consultivos, etc).
PROTECCIÓN DE LA FUERZA
Con respecto a la protección de la fuerza, se
considera que las actividades y procedimientos
de ambos países son muy similares. No obstan-
te, en términos generales, las medidas que se
adoptan para establecer la seguridad de la fuer-
42-47.ps - 10/19/2007 13:00 PM
za desplegada son en gran parte de responsabi-
lidad nacional.
En cuanto a la capacidad de lucha contra arti-
ficios explosivos improvisados IED, se ha obser-
vado que la definición de la amenaza y los pro-
cedimientos de lucha son muy similares, aunque
el desarrollo doctrinal francés está más avanza-
do que el español. Es de destacar que la doctri-
na francesa establece una «célula contra-IED»
en el CG de su brigada con la finalidad de hacer
seguimiento y evaluación de la amenaza, en ca-
so de que esta no se haya materializado, para lo
cual estaría encuadrada en G2 (Inteligencia).
Cuando la amenaza se confirma, esta célula pa-
sa a depender del G3 (Operaciones) para coordi-
nación y control de las actividades contra los
IED.
CIMIC
Las acciones CIMIC en el marco de las opera-
ciones de estabilización adquirirán una importan-
cia primordial, debido a la imperiosa necesidad
DOCEX-07
de la organización militar de establecer enlaces
estrechos y continuos con el elemento civil para
la coordinación de sus actividades. Además, pa-
ra evitar o minimizar los movimientos subversi-
vos o contrainsurgentes, serán fundamentales
las acciones de ayuda humanitaria para ganar el
apoyo o, al menos, la neutralidad de la población
civil, así como las de apoyo a las autoridades ci-
viles para mantener la seguridad y el control de
la sociedad.
Con respecto a esta capacidad, se observa
que las actividades de asistencia que realizan
ambos ejércitos son muy parecidas aunque exis-
ten diferencias en la estructura orgánica. La bri-
gada española, al contrario que la francesa,
cuenta en su futura estructura orgánica con una
sección CIMIC.
Sin embargo, lo más significativo es que, para
la doctrina gala, CIMIC es una actividad pura-
mente francesa, con una cadena de mando na-
cional que integra los esfuerzos en este ámbito
en beneficio de los intereses nacionales france-
DOCUMENTO
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 45
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ses. Esta estructura de mando realiza la concep-
ción de las actividades CIMIC en el nivel estraté-
gico, la coordinación en el nivel operacional y la
ejecución en el nivel táctico. Normalmente la bri-
gada, encuadrada en la cadena de mando multi-
nacional, contará con un pequeño presupuesto y
sus propias capacidades para llevar a cabo ac-
ciones muy limitadas, con el objetivo de ganarse
el aprecio y la confianza de la población de la zo-
na donde despliega. Sin embargo, el esfuerzo de
reconstrucción y de inversión será articulado por
la cadena nacional CIMIC.
CONTROL DE MASAS
Con respecto al control de masas, se com-
prueba que el concepto de empleo para las uni-
dades de ambas naciones es muy similar, inclu-
yendo cómo se articulan las unidades para este
cometido. Esto no es de extrañar pues ambos
países han desarrollado recientemente su doctri-
na de control de masas, basándose en los estu-
dios realizados y puestos en común durante el
ejercicio DOCEX del año 2006.
46 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
Una de las diferencias sustanciales entre am-
bas doctrinas es que el Ejército español considera
que esta capacidad puede ser desarrollada por
todo tipo de unidades, de combate y de apoyo al
combate, mientras que Francia considera que las
unidades de Infantería son las más idóneas y
prácticamente exclusivas para este cometido.
Otro aspecto controvertido es el empleo de ar-
mas letales y no letales, y fundamentalmente, el
escalón de mando en el que debe tomarse la de-
cisión de pasar del empleo de unas a otras. Ex-
ceptuando los casos de autodefensa en los que
ha debe ser el propio combatiente el que, valo-
rando la situación, debe asumir esta responsabi-
lidad; para el Ejército francés, es el jefe de la
propia unidad de control de masas el que ha de
tomar la decisión al llegar a una situación previa-
mente establecida. En el caso de la doctrina es-
pañola, se establecen dos dispositivos simultá-
neos, uno con capacidad no letal y otro letal, de
manera que el jefe de la unidad será el que tome
la decisión de emplear uno u otro según su valo-
ración de la situación.
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INTEGRACIÓN Y COORDINACIÓN DE LOS
APOYOS AL COMBATE
Aunque los apoyos al combate, fundamental-
mente los de fuego, no se consideran como ca-
pacidades de empleo habitual, sí que pueden lle-
gar a ser fundamentales en el caso de que haya
que emplear toda la potencia de combate de la
brigada. Por otro lado, compartir apoyos de com-
bate es una cuestión crítica para la interoperabili-
dad entre unidades de distintos países, funda-
mentalmente cuando su idioma es diferente.
Con respecto a los apoyos de fuego, se consi-
dera que los procedimientos de combate son
muy similares, constituyéndose los mismos ele-
mentos para su planeamiento, control y ejecu-
ción. Ambas naciones contemplan la figura de
los observadores avanzados a nivel compañía,
elementos de apoyos de fuego (FSE) en los ni-
veles batallón y brigada, y un puesto de mando
de Artillería a nivel brigada. No obstante, se esti-
ma que el empleo de los medios semiautomáti-
cos de mando y control de Artillería (ATLAS para
Francia y PC GACA para España) será difícil
cuando un batallón de una nación se integre en
la brigada de la otra.
Con respecto al empleo de Ingenieros, los ba-
tallones de Zapadores de ambas naciones reali-
zan cometidos similares de apoyo a la movilidad,
contramovilidad, protección y apoyo general.
Además, el procedimiento de organización de
núcleos tácticos que se descentralizan a nivel
batallón o se centralizan a nivel brigada o una
combinación de ambas posibilidades, es idéntico
para ambas naciones.
No obstante, se ha identificado que en opera-
ciones de combate de intensidad o en escena-
rios complejos, como puede ser en un centro ur-
bano, el núcleo táctico de Ingenieros que apoya
y el batallón de Infantería deben estar plenamen-
te integrados, formando un único sistema de
combate, lo que solamente se puede conseguir
con un adiestramiento común intenso, posible-
mente fuera del alcance de una organización
operativa multinacional o bilateral.
CONCLUSIONES
Por todo lo expuesto anteriormente, se llega a
la conclusión que las doctrinas y procedimientos
de ambas naciones son muy similares, por lo
que no sería difícil alcanzar un alto grado de in-
DOCEX-07
teroperatividad táctica. Siempre sería posible lle-
gar a soluciones o acuerdos en aquellos aspec-
tos donde existan diferencias doctrinales o de
procedimiento. Sin embargo, el gran reto va a re-
sidir en la definición de intereses comunes, en la
voluntad de compartir la información disponible y
en las limitaciones y restricciones nacionales al
empleo de las fuerzas.
La composición y capacidades de la fuerza
operativa para la misión se definirán durante el
proceso de planeamiento, teniendo en cuenta to-
das las variables de la misión y del escenario en
el que se despliegue. No obstante, serán priorita-
rias aquellas capacidades enfocadas al estable-
cimiento de un entorno de seguridad adecuado y
al apoyo al entorno civil.
En general y como solución a posibles cues-
tiones de interoperabilidad que puedan surgir, se
deberán establecer acuerdos técnicos previos al
empleo de la fuerza, un sistema de mando y
control eficaz, y llevar a cabo un adiestramiento
común de la organización operativa generada
previo al despliegue.
Será necesario definir el nivel de interoperativi-
dad a alcanzar, así como aquellos servicios o
apoyos que se hayan de compartir, teniendo en
cuenta que en situaciones de combate o en esce-
narios complicados, el nivel ejecución de las ope-
raciones será, normalmente, uno por debajo de la
organización operativa desplegada. Es decir, en
caso de la brigada, las operaciones serán ejecu-
tadas a nivel grupo táctico, por lo que estos debe-
rán contar con todos los apoyos necesarios. En el
caso de que la brigada proporcione apoyos de
DOCUMENTO
combate al batallón, será necesario definir qué
destacamentos de enlace (OFEN) es necesario
intercambiar y qué cometidos deben realizar.
La brigada deberá contar con una capacidad
CIMIC considerable, suficiente para poder coor-
dinar y gestionar el esfuerzo de reconstrucción y
apoyo a la población civil y a las instituciones del
país. Se deberá contar con especialistas funcio-
nales en cualquier ámbito de la sociedad que se
necesite apoyar (policial, financiero, industrial,
agrícola, etc). En el caso del ET español, estos
podrían ser, en parte, reservistas voluntarios.
Será también necesario conseguir que los objeti-
vos de ambas naciones en este ámbito sean
convergentes o complementarios y nunca deben
suponer esfuerzos contrapuestos. 
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 47
48-53.ps - 10/19/2007 13:04 PM
Julián Díaz Abad. Teniente
INTRODUCCIÓN
La importancia de la función de mando y con-
trol es de todos conocida. No obstante, no está
de más recordar brevemente el concepto de esta
función y el porqué de su trascendental impor-
tancia.
Según determinan las doctrinas DO1-001 y
DO2-008, mando y control es el conjunto de ac-
tividades mediante las cuales se planea, dirige,
coordina y controla el empleo de las fuerzas y
los medios en operaciones, rigiendo el desarro-
llo del resto de las funciones de combate y es-
tableciendo el nexo de unión entre los escalo-
nes de mando superior e inferior. Estas
actividades contienen, implícitamente, la deci-
sión, acto volitivo del jefe mediante el cual ex-
presa su voluntad sobre qué se debe hacer en
cada momento.
En cuanto a su importancia, se deriva de que
su superioridad puede proporcionar ventajas vi-
tales para el desarrollo de las operaciones. Para
ello (añade la DO1-001) es indispensable que
desde tiempo de paz se creen las condiciones
necesarias para el enlace, entendido como co-
munidad de sentimientos y aspiraciones (acuer-
do moral), comunidad de doctrina (acuerdo inte-
lectual), y conocimiento mutuo de las respectivas
situaciones, necesidades y propósitos (contacto),
con la finalidad de asegurar la cooperación y el
éxito en la acción.
48 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
Como queda patente, el mando y control es
una función permanente (se extiende desde el
planeamiento de las operaciones hasta la finali-
zación de estas), con una gran complejidad (rige
el resto de funciones e intervienen en ella, en ca-
da escalón, numerosos elementos: el jefe, sus
órganos auxiliares, las unidades, unos sistemas
específicos de enlace y unos procedimientos de
actuación), de gran importancia para el desarro-
llo de la acción y en la que, además, todo debe
estar previsto y preparado con anterioridad al co-
mienzo de las operaciones, aspecto este de gran
trascendencia para la integración de unidades de
diferente nacionalidad.
OBJETO
En el seminario doctrinal DOCEX-07, se estudió
la interoperatividad en el caso de la integración
de un grupo táctico español en una brigada fran-
cesa o viceversa. El objetivo perseguido por los
analistas franceses y españoles fue doble: por
una parte, analizar sus repercusiones sobre la
función de mando y control, detectando puntos
de coincidencia y de desacuerdo y aportando po-
sibles soluciones en forma de recomendaciones;
por otra parte, tratar de definir un procedimiento
normalizado de integración, con la finalidad de
que los aspectos más importantes que afectan al
mando y control estén coordinados antes de
aquella.
48-53.ps - 10/19/2007 13:04 PM
ANÁLISIS DE LAS REPERCUSIONES DE LA
INTEGRACIÓN DE UN GRUPO TÁCTICO (SP)
EN UNA BRIGADA (FR) Y VICEVERSA.
El análisis se ha realizado sobre los principa-
les aspectos de cada uno de los elementos del
mando y control:
El jefe
España y Francia comparten prácticamente el
mismo concepto, tanto respecto a los principios
que rigen la acción de mando (unicidad, respon-
sabilidad, competencia, liderazgo…) como a las
atribuciones legales que le conciernen a conse-
cuencia, fundamentalmente, de disponer de
unas mismas referencias OTAN y Finabel.
Así, se comparte la noción de autoridad, en-
tendida como la competencia que se confiere a
un jefe para planificar, dirigir, coordinar y contro-
lar el empleo de fuerzas militares a él subordina-
das. Se comparten también los procedimientos
de relación entre el jefe y sus subordinados, que
pueden ser directos (contactos personales, tele-
fónicos, reuniones, informes, etc), a través de los
estados mayores/planas mayores (mensajería,
contactos directos por delegación, etc) y a través
de oficiales de enlace. Y, lo más importante, el
concepto de mando operativo o relación de su-
bordinación, estimándose como modalidad más
adecuada para la integración que se trata en es-
te seminario la de control operativo (OPCON), en
consonancia con la DO2-008, que la contempla
como la más empleada en el ámbito multinacio-
nal, ya que difícilmente los gobiernos de los di-
versos contingentes nacionales aceptarían dele-
gar la autoridad para asignar misiones y
organizar unidades que permite el OPCOM.
Las unidades
El concepto de agrupamiento táctico como
unidad constituida a propósito para el cumpli-
miento de una misión concreta, y el de brigada
como estructura base para la formación de aque-
llos, es compartido por ambos países, siendo los
grupos tácticos básicos resultantes muy simila-
res, si bien los franceses tienden a integrar unas
mayores capacidades en apoyos de fuego y de
combate.
Los puestos de mando
Los puestos de mando, como articulación de
los cuarteles generales/planas mayores de man-
do para el desarrollo de operaciones, son el prin-
cipal órgano auxiliar del jefe e integran todos los
elementos y la infraestructura necesarios para el
ejercicio del mando y control.
DOCEX-07
Los puestos de mando de las brigadas espa-
ñolas y francesas, como es lógico, contienen to-
dos los elementos necesarios para el planea-
miento y control de las actividades a desarrollar
en cada función de combate. No obstante, pre-
sentan diferencias en su organización y en su
funcionamiento, y en consecuencia, en sus pro-
cedimientos de trabajo, que es necesario cono-
cer antes de la integración de unidades tipo gru-
po táctico.
Así, normalmente, una brigada española orga-
niza un centro de operaciones tácticas, cuyo fun-
cionamiento corre a cargo del jefe del estado ma-
yor, con células de operaciones, planes,
inteligencia/contrainteligencia, apoyos de
fuego/análisis de objetivos, defensa aérea/control
del espacio aéreo, movilidad, contramovilidad y
protección, CIS/EW, apoyo logístico, CIMIC, y
otras que fueran necesarias, pudiendo existir o
no jefes de áreas que agrupen a distintas células.
Es interesante destacar la diferencia entre el
concepto de centro de operaciones tácticas
(TOC), bajo la dirección del jefe de estado ma-
yor, órgano complejo y con un alto nivel de acti-
vación que normalmente se constituye para ope-
raciones limitadas en el tiempo, y el concepto de
centro de operaciones (CO) que habitualmente
se emplea en operaciones de paz y en ambiente
multinacional, el cual bajo la dirección del G-3
dispone tan solo de los representantes mínimos
e imprescindibles de otras células (cuya presen-
cia puede, incluso, no ser permanente), siendo
su cometido el control ininterrumpido de las ope-
raciones en curso y el mantenimiento permanen-
te del enlace con las unidades superiores, cola-
terales y subordinadas, debiendo disponer de
DOCUMENTO
capacidad para incrementar la presencia de re-
presentantes de otras células y apoyos con ca-
rácter inmediato, si la situación lo requiere.
Una brigada francesa organiza, bajo la direc-
ción del jefe del estado mayor, dos núcleos, el
de maniobra futura (preparación para el comba-
te) y el centro de operaciones, este último con un
jefe bajo cuya dirección actúan las distintas célu-
las, con denominaciones diferentes de las espa-
ñolas (OTAN) y con cometidos que pueden ser
también diferentes: conducción (mando de accio-
nes en curso), inteligencia (investigación en inte-
ligencia), situación y síntesis (información per-
manente y relaciones con el escalón superior),
2D (ingenieros, NBQ), 3D (coordinación de ac-
ciones en la tercera dimensión), 4D (servicios de
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 49
48-53.ps - 10/19/2007 13:04 PM
comunicación e informáticos), LOG (control del
consumo), etc. Como puede verse, los cometi-
dos del jefe del centro de operaciones son muy
similares a los del jefe del estado mayor de una
brigada española.
Los sistemas de enlace
Son fundamentalmente los destacamentos de
enlace y los sistemas de telecomunicaciones e
información (CIS).
Los destacamentos de enlace deberán regirse
para ambos países, en general y salvo indica-
ción expresa en otro sentido, por lo previsto en el
STANAG 2101 en cuanto a existencia de reci-
procidad (intercambio de destacamentos), em-
pleo (grado militar), responsabilidades de las na-
ciones que los envían y reciben, etc.
La organización de estos destacamentos, si
bien debe estudiarse para cada operación, ha de
contemplar al menos un oficial y un suboficial,
así como los medios CIS necesarios para mante-
ner el enlace con su unidad de origen.
En cuanto a los sistemas CIS, por el momento
no existe compatibilidad entre los equipos de
ambas naciones, por lo que, para garantizar el
enlace, se deberá continuar empleando el siste-
ma de intercambio de destacamentos.
Los procedimientos
Son métodos, rutinas, formatos y modos de
actuación normalizados y ampliamente conoci-
dos por todas las unidades.
El método de planeamiento táctico no es simi-
lar para franceses y españoles. Las principales
diferencias se encuentran en el tiempo estimado
para producir una orden de operaciones (inferior
en el caso francés), en la emisión de órdenes de
alerta (tres en el método español, una en el mé-
todo francés, lo que condiciona las actividades
del planeamiento), en la participación de los
mandos directamente subordinados en el proce-
so del método (más activa en el caso francés,
con la existencia del denominado «diálogo de
mando», que tiene lugar en la fase comprendida
entre la decisión del jefe de su «efecto principal
a conseguir» y del «modo como ha de hacerlo»,
similar a nuestra fase de «consideración de las
líneas de acción», no considerado necesario en
el caso español por el conocimiento previo que
debe existir sobre la situación y posibilidades de
las unidades subordinadas) y en la redacción de
las órdenes de operaciones, donde la aplicación
50 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
francesa del STANAG 2014 contiene algunas
particularidades, sobre todo en la expresión del
«efecto principal a conseguir», concepto pareci-
do a nuestro «propósito».
El idioma de trabajo debe ser el inglés, consi-
derándose como normales los siguientes proce-
dimientos de relación:
- Entre la brigada y el grupo táctico, y vicever-
sa, las comunicaciones escritas (muy especial-
mente las órdenes de operaciones y de conduc-
ción) y verbales deben realizarse en inglés.
- Del grupo táctico a la brigada, en casos ex-
traordinarios como por ejemplo la premura de
tiempo, se podrán cursar las órdenes de opera-
ciones y de conducción en idioma nativo, co-
rriendo la traducción a cargo del destacamento
de enlace ubicado en esta. Ocasionalmente, po-
drá admitirse de común acuerdo que esta traduc-
ción sea al idioma nativo de la brigada.
- Los procedimientos internos de los grupos
tácticos se realizarán, lógicamente, en su lengua
nativa.
La mensajería será la integrada en el SIMA-
CET o en el SICF (sistema francés similar al SI-
MACET), tampoco hay que descartar el uso de
la contenida en el SIR (sistema francés a nivel
regimiento).
Las ROE y otras restricciones que pudieran
existir para el empleo de la fuerza o de las unida-
des son un aspecto de gran importancia a tener
en cuenta. Las ROE son las directrices dadas a
las fuerzas militares (aprobadas por una autori-
dad superior al mando operacional, normalmente
en el nivel político o político-estratégico) para de-
finir las circunstancias, condiciones, grado y for-
ma bajo las que se puede o no aplicar la fuerza.
Aunque procedan en su conjunto de una misma
fuente (ONU, OTAN, UE u otro organismo supra-
nacional que disponga la realización de la opera-
ción), cada país puede reservarse la aplicación
de aquellas que considere convenientes. Por
otra parte, cuando se constituyen fuerzas multi-
nacionales, cada autoridad nacional suele intro-
ducir, también, otras restricciones específicas re-
lativas a las misiones y/o cometidos que pueden
asignarse a sus unidades. Así, nos encontramos
con que fuerzas de diferentes naciones integra-
das en una misma unidad pueden tener diferen-
tes restricciones y/o limitaciones en cuanto a su
empleo y en cuanto a su aplicación de la fuerza.
48-53.ps - 10/19/2007 13:04 PM
CONCLUSIONES
Tras el análisis realizado sobre los principales
aspectos de los elementos del mando y control,
se puede concluir que la interoperatividad fran-
co-española en esta función no presenta dificul-
tades importantes, encontrándose los mayores
inconvenientes en los medios CIS que, por el
momento, obligarán a establecer y mantener un
sistema de destacamentos de enlace que, ade-
más de sus cometidos característicos, tendrán
un papel de esencial importancia para suplir esta
deficiencia.
RECOMENDACIONES
El desarrollo del seminario ha permitido tam-
bién extraer una serie de recomendaciones a te-
ner en cuenta para mejorar la interoperatividad
franco-española en el nivel de integración briga-
da-grupo táctico. Entre estas se destacan:
Respecto al tipo de mando operativo que
se atribuya al jefe, no es suficiente con la simple
asignación de una de las cuatro existentes
(OPCOM, OPCON, TACOM, TACON), esta cla-
DOCEX-07
sificación debe entenderse solamente como un
esquema inicial, ya que las condiciones y límites
en los que se podrá ejercer el mando operativo
en cada caso concreto pueden ser muy varia-
bles, especialmente en ambiente multinacional.
En todo caso, las condiciones en las que se atri-
buye un mando operativo deben quedar refleja-
das de forma completa, clara y explícita en la co-
rrespondiente orden de designación, delegación
o transferencia.
En relación con las diferencias observadas en
cuanto a las estructuras de las brigadas y grupos
tácticos de Francia y España, así como en cuan-
to a la organización y funcionamiento de sus
puestos de mando, la formación de los oficiales
de ambos países permitirá superarlas sin mayo-
res dificultades, si bien sería conveniente, en
aras de obtener la mayor interoperatividad en el
menor tiempo posible, mejorar el conocimiento
mutuo en estos aspectos antes de que se pro-
duzca la integración o, en su defecto, a la mayor
brevedad.
Por lo que respecta al método de planeamien-
to táctico, la diferente modalidad de partici-
pación del jefe del grupo táctico, las diferen-
cias de procedimiento en cuanto a la emisión
de órdenes de alerta o del tiempo empleado
para la emisión de la orden de operaciones,
así como las diferencias en la redacción de
estas obligan a un conocimiento previo del
empleado por la brigada sobre la que vaya a
realizarse la integración del grupo táctico.
Los destacamentos de enlace deberán re-
gularse conforme al STANAG 2101, adqui-
DOCUMENTO
riendo notable importancia tanto la designa-
ción de personal con la adecuada
cualificación en idiomas (al menos en inglés
y, si es posible, también en la lengua nativa
de la otra nacionalidad) como el importante
papel que han de desempeñar para suplir las
deficiencias de interoperatividad en los me-
dios CIS.
En el área CIS, se podrá obtener una no-
table mejora si se aplican soluciones tales
como el intercambio de medios y operado-
res, o el adiestramiento e instrucción previa
en el empleo y manejo de los sistemas de in-
formación (SIMACET, SICF, SIR), además
de aquellas otras que para cada caso con-
creto se estimen oportunas.
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 51
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Las ROE y otras restricciones o limitaciones,
de origen nacional o técnico, pueden suponer un
grave inconveniente a la operatividad de una uni-
dad multinacional. El jefe debe conocerlas al de-
talle, para poder tenerlas en cuenta al planear
operaciones. En todo caso, hay que ser cons-
cientes de que los condicionantes y/o restriccio-
nes (caveats) impuestos a una fuerza limitan su
capacidad de operar, pudiendo comprometer la
ejecución de los cometidos previstos, limitan
también la acción de mando de su jefe y la del
jefe de la unidad en que se integra y, sobre todo,
limitan su credibilidad, al mantener la nación de
origen una reserva sobre la posibilidad de veto a
cualquier cometido que pueda suscitar dudas,
con las consiguientes repercusiones en la opera-
ción. Por tanto, es necesario que estos caveats
sean los menores posibles, como reflejo de la
voluntad política de ambas naciones de desarro-
llar operaciones combinadas, alcanzando así un
primer e imprescindible estadio de interoperativi-
dad, depositando la máxima confianza en el
mando designado para mandar la fuerza. Hay
que destacar la importancia que adquieren los
oficiales de enlace para aclarar cuantas dudas
pudieran surgir en relación con las ROE, y otras
restricciones/limitaciones.
52 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
El idioma, a pesar del procedimiento anterior-
mente propugnado, es siempre una barrera que
tener en cuenta (aunque exista personal con
acreditación SLP) y posible causa de interpreta-
ciones incorrectas sobre el contenido de las ór-
denes. Por ello, es conveniente facilitar siempre
el entendimiento mutuo, con medidas sencillas
tales como dar todas las órdenes por escrito,
emplear frases muy cortas y verbos en infinitivo,
indicar claramente la secuencia en que se deben
realizar las acciones, las medidas de coordina-
ción a considerar, evitar palabras que puedan
presentar matices o traducciones equívocas, etc.
Las actividades de información pública deben
estar cuidadosamente reguladas, al objeto de evi-
tar producir efectos no deseados en cualquiera de
las naciones que participan en la integración.
En cuanto a los enlaces que ha de establecer
el grupo táctico integrado, es interesante desta-
car la conveniencia de mantenerlos no solamen-
te con la unidad de integración, sino también con
la unidad nacional de origen e, incluso, con su
mando nacional.
Las misiones que se asignen al grupo táctico
integrado pueden ser, en principio, similares a
las del resto de unidades de la brigada. No obs-
tante, conviene tener en cuenta siempre que sea
posible, algunos aspectos
que pueden facilitar su ejecu-
ción tales como: no asignarle
áreas de responsabilidad (re-
quieren un conocimiento so-
bre el terreno, la población,
los riesgos existentes, etc.,
que no se adquiere de una
forma rápida); emplearlas en
cometidos muy definidos y
de corta duración, que permi-
tan su fácil recuperación y
puesta a disposición de su
autoridad nacional (por nece-
sidad de relevos, por otras
problemáticas nacionales,
etc.); o no emplearlas como
reservas, dado lo imprevisi-
ble de la actuación de estas
y la posibilidad de que las
unidades integradas no sean
adecuadas para la acción a
realizar.
48-53.ps - 10/19/2007 13:04 PM
PROCEDIMIENTO NORMALIZADO
DE INTEGRACIÓN
Finalmente, como ya se ha dicho
anteriormente, la función de mando y
control resultaría en gran medida be-
neficiada si se dispusiera de un proce-
dimiento normalizado de integración,
de tal modo que se satisficieran y es-
tuvieran resueltas con antelación to-
das las necesidades en este campo,
que son fundamentalmente las im-
prescindibles para efectuar el planea-
miento de las operaciones.
Este procedimiento normalizado de
integración podría incluir, según una
secuencia teórica de los acontecimientos que
podrían considerarse normales para una integra-
ción, las siguientes etapas y actividades:
- Emisión de un plan de operaciones (OPLAN)
o un plan de contingencia (COPLAN). Ello impli-
cará, normalmente, la existencia de unas fuerzas
asignadas o atribuidas, entre las que se encon-
trarán aquellas que hayan de integrarse. Sobre
estas fuerzas es necesario disponer al menos de
la siguiente información, para poder iniciar el pla-
neamiento de la operación:
• La modalidad de mando operativo, con espe-
cial detalle de las atribuciones del comandante
de la fuerza.
• ROE, restricciones, limitaciones y servidum-
bres impuestas por cada nación.
• Zona de despliegue, misiones y cometidos
autorizados por cada nación.
• Detalle de la organización de las fuerzas
asignadas o atribuidas.
• Características operativas de los materiales.
• Grado de disponibilidad de las fuerzas asig-
nadas o atribuidas.
• Existencia y composición de destacamentos
de enlace y sus misiones.
• Especificaciones particulares sobre la lengua
de trabajo.
• Posibilidades de empleo de las unidades
asignadas o atribuidas.
• Concepto y autonomía logística.
- Posteriormente, será normal que se emitan
una o más órdenes de alerta o preparatorias
(WNGO u OPREP), con la finalidad de mantener
informadas a las unidades que han de integrarse
sobre la operación a desarrollar, condicionantes
DOCEX-07
para la integración, etc. También, estas órdenes
podrán servir para completar los datos anterior-
mente señalados, caso de que no hubieran podi-
do ser incluidos en el OPLAN o COPLAN. Entre
la información que incluir en estas órdenes podrá
ser normal:
• Alerta sobre los medios definitivos a emplear.
• Actualización de información.
• Misión de la unidad en la que se integra.
• Posible misión que le será encomendada, lu-
gar de despliegue y duración prevista.
• Organización del enlace.
• Organización en detalle del apoyo logístico.
• Normas para la concentración y el desplie-
gue.
• Limitaciones para el movimiento en terrenos
no conocidos (minas, etnias, etc.)
- A continuación, y tras el acto formal de la
DOCUMENTO
transferencia de fuerzas (último momento en que
podrán completarse los datos anteriores), tendrá
lugar la integración de las unidades, la entrega
de la orden de operaciones (OPORD) y el inicio
de la conducción de la operación, que podrá dar
lugar a las correspondientes órdenes de conduc-
ción, complementarias o fragmentarias (FRA-
GO). Si la integración se ha realizado con todos
los datos anteriores conocidos, bastará con un
briefing (fundamentalmente sobre actualización
de la situación, detalles de la misión e instruccio-
nes de coordinación) para que la unidad que se
integra, inicie inmediatamente sus operaciones.
En otro caso, será necesario un periodo variable
de entrenamiento, conocimiento y cohesión an-
tes de poder actuar. 
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 53
54-57.ps - 10/19/2007 13:07 PM
Francisco Jiménez Moyano.
Francisco Javier Santos Díaz.
INTRODUCCIÓN
No deja de ser sorprendente que la problemá-
tica de los ejércitos francés y español con rela-
ción a la función de combate Inteligencia en el
marco del nivel táctico de las operaciones, sea
muy similar y que los expertos lleguen por sepa-
rado prácticamente a las mismas soluciones.
El presente trabajo tiene la finalidad de expo-
ner la problemática existente para alcanzar la
interoperatividad en Inteligencia en el marco de
una brigada franco-española (brigada española
con grupo táctico francés y viceversa) en el ám-
bito de una operación o fase de estabilización.
Para ello trataremos la doctrina y la orgánica de
ambos ejércitos al respecto. Seguiremos con el
grado de interoperatividad analizando los pun-
tos de encuentro y fricción existentes y termina-
remos con unas conclusiones y recomendacio-
nes.
LA SOLUCIÓN ESPAÑOLA
Desde hace años las brigadas del Ejército de
Tierra han tenido en sus orgánicas unidades de
Inteligencia. Con la aparición de la nueva Doctri-
na de Inteligencia (DO2-010) y de los Procedi-
mientos de Inteligencia Contrainteligencia y Se-
54 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
guridad (OR5-009) surgió la necesidad de revi-
sar la orgánica de esas unidades y determinar
los procedimientos concretos para la Inteligencia
táctica en el marco de esa gran unidad.
En marzo de 2007 se ultimó en el MADOC un
borrador sobre el empleo de la unidad de Inteli-
gencia/elementos de apoyo ISTAR de brigada.
Este documento, haciéndose eco de las publica-
ciones DO2-010 y OR5-009 diseña una UINT
con capacidad suficiente para absorber refuer-
zos y, según la misión de la brigada, dotarla de
los medios de obtención necesarios. La unidad
de Inteligencia que propugna ese borrador, es la
que se expone en la Figura 1.
En el modelo español, la gestión de Inteligen-
cia se realiza en el centro de integración y difu-
sión de Inteligencia (CIDI), integrado en el centro
de operaciones tácticas (TOC) y trabajando en
beneficio del jefe de la brigada y de su cuartel
general, en especial de su G-2; aunque su per-
sonal pertenece orgánicamente a la unidad de
Inteligencia (UINT) de la brigada. La obtención
de Inteligencia se basa en unas capacidades mí-
nimas de vigilancia terrestres y reconocimiento
móvil que proporciona orgánicamente la UINT,
más otra serie de capacidades (HUMINT,
54-57.ps - 10/19/2007 13:07 PM
SIGINT, IMINT,…) que incrementarán las posi-
bilidades de obtención según las necesidades de
una operación concreta.
LA SOLUCIÓN FRANCESA
La estructura de Inteligencia en la brigada
francesa se halla en fase experimental, siendo
muy similar a la española. La sección SA2R,
acrómino equivalente a ISTAR pues recoge las
actividades de surveillance (vigilancia), adquisi-
tion (adquisición de objetivos), reconnaissance
(reconocimiento) et renseingnement (Inteligen-
cia) tiene la responsabilidad de la elaboración de
la información, la gestión de bases de datos, et-
cétera, de forma similar al CIDI, aunque su per-
sonal no pertenece a la unidad de Inteligencia si-
no al cuartel general de la brigada.
En cuanto a la obtención, la unidad multisen-
sores agrupa orgánicamente secciones de los
distintos medios de obtención: HUMINT, IMINT
(UAV), RADINT y SIGINT, y dispone de una sec-
ción de plana mayor y servicios para la gestión y
apoyo a estos medios.
GRADO DE INTEROPERATIVIDAD
En un primer análisis, se vio claramente que
no existe ningún problema de interoperatividad,
pues la visión del concepto ISTAR es la misma
DOCEX-07
por ambas partes. Así mismo la estructura y los
procedimientos de Inteligencia son similares. Se
podría establecer como primera conclusión que
no hay grandes dificultades, en cuanto a Inteli-
gencia se refiere, en la integración de un GT de
un país en una brigada del otro.
En un intento de profundizar en el estudio se
abordó el caso de que la unidad a integrar en la
brigada fuese la propia unidad de Inteligencia, y
en este sentido hay varios aspectos a tratar.
El intercambio de información e Inteligencia es
factible y deseable si atañe exclusivamente al ni-
vel táctico, pero será más problemático cuando
la información afecte a los niveles operacional y
estratégico, ya que puede entrar en conflicto con
los intereses nacionales de cada país.
Para que la Inteligencia necesaria para la ope-
ración no se vea gravemente perjudicada por las
reticencias nacionales, es necesario que, ya des-
de los momentos iniciales del planeamiento, se
establezca con claridad y en detalle qué informa-
ción y en qué circunstancias puede compartirse
y cuál debe permanecer en el ámbito estricta-
mente nacional.
En el momento de coordinar qué información
es transferible, se debe evitar el caer en el « no»
por sistema. El no compartir ninguna información
sin haber estudiado en profundidad las ventajas
DOCUMENTO
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 55
54-57.ps - 10/19/2007 13:07 PM
e inconvenientes de tal decisión, puede ocasio-
nar graves repercusiones en la función de Inteli-
gencia, provocando una postura similar por parte
del aliado.
Dada la importancia que actualmente reviste
la protección de la fuerza, toda la información
que le afecte debe difundirse oportunamente y
sin restricciones.
Para que el transvase de información proce-
dente de los niveles estratégico y operacional se
lleve a cabo con fluidez y oportunidad, es im-
prescindible el despliegue de una célula nacional
de Inteligencia (NIC) para cada operación en la
que participen fuerzas españolas, sea cual sea
la entidad de estas.
Existen dos aspectos en los que el intercam-
bio de información resulta más problemático.
Uno es el intercambio de bases de datos, pues a
menudo el formato utilizado no coincide y es ne-
cesario importar la base, con resultado no siem-
pre satisfactorio; o bien proceder a su carga ma-
nual, con la inversión en tiempo y personal que
ello supone.
56 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
El otro problema surge de la gestión de las
fuentes. Entre los órganos HUMINT es primordial
la protección de las fuentes, por lo que suelen
ser reacios a revelar su identidad. Ello hace difí-
cil la gestión de fuentes, ocurriendo a menudo
que una misma fuente es explotada por varios
órganos, en beneficio de la misma estructura de
Inteligencia, lo que lleva a una sobreexplotación
de la fuente y a falsas confirmaciones de indi-
cios. La única forma de superar este inconve-
niente es desarrollar la confianza mutua en el se-
no de la fuerza bilateral, y ello solo es posible
hacerlo sobre el terreno, en el transcurso de la
operación.
El principal escollo encontrado para compartir
información/Inteligencia es la ausencia de intero-
peratividad de los sistemas de información y co-
municaciones de los dos ejércitos. Es un proble-
ma de difícil solución, pues esta pasa por
adquirir los mismos equipos y programas, asunto
harto complicado y sujeto a intereses nacionales.
Sin embargo, la interoperatividad en este campo
es crucial para llevar a cabo adecuadamente la
54-57.ps - 10/19/2007 13:07 PM
ejecución del concepto ISTAR. Es previsible que
este punto de desencuentro se agudice en un fu-
turo, a medida que la digitalización de las unida-
des se vaya haciendo realidad.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Del análisis comparado de ambas estructuras
se extraen algunas conclusiones y recomenda-
ciones:
Aunque es posible la integración de un
CIDI/SA2R extranjero en el seno el EM de la bri-
gada, no es la situación más coherente para de-
sarrollar un adecuado trabajo en apoyo del G-2.
Por el contrario, no existe ningún problema para
la integración de las unidades de obtención o
multisensores, aunque pueden existir algunas re-
ticencias en HUMINT, por la protección de fuen-
tes, y en SIGINT, por la confidencialidad de los
procedimientos.
Por tanto, es recomendable que el CIDI/SA2R
pertenezca a la nación que mande la brigada, ya
que desde este órgano se realiza el aspecto de la
ejecución de la dirección del ciclo, se gestionan
las necesidades de Inteligencia, se coordina la
DOCEX-07
obtención, se elabora la Inteligencia y se difunde,
no habiendo inconveniente para que los medios
de obtención pertenezcan a la otra nación.
Por ultimo, cabe señalar el total acuerdo en
dos aspectos que se refieren a la contribución a
la Inteligencia que, con carácter general, debe
existir en todos los niveles. No afectan única-
mente al ámbito de una brigada bilateral, sino al
DOCUMENTO
conjunto del concepto ISTAR.
Uno es la importancia de la conciencia infor-
mativa. Cada combatiente tiene la obligación de
informar de todo aquello que observe y escuche,
de la forma más objetiva posible y sin entrar a
evaluar la importancia de la información obteni-
da. La máxima « todo soldado es un sensor» es
válida siempre que se entienda que es un sensor
pasivo. Para una búsqueda activa de informa-
ción, es imprescindible que el soldado tenga
cierta formación HUMINT, y lo deseable es que
todo combatiente la tenga.
El otro aspecto es la contribución del mando.
La calidad de la Inteligencia depende en gran
medida de la implicación del jefe en el esfuerzo
de Inteligencia. 
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 57
58-64.ps - 10/19/2007 13:09 PM
Ángel Castilla Trillo.
Francisco Fernández .Infantería.
GENERALIDADES
La normalización militar en materia de apoyo
logístico presenta una doble vertiente: la de la
normalización, homogeneización y compatibili-
dad de los materiales; y la de la armonización y
normalización doctrinal, que incluye las tácticas,
técnicas y procedimientos de aplicación en ope-
raciones.
La primera, la de la normalización del material
desde un punto de vista técnico, presenta una
complejidad especial. Está íntimamente ligada al
empleo de estándares civiles por lo que la com-
patibilidad en pequeños detalles es bastante alta
(pequeños repuestos como tuercas o arandelas,
consumibles como combustible o baterías, etc).
Sin embargo, cuando nos referimos a materiales
más complejos (equipos, vehículos, armas o sis-
temas de armas) el caso es más difícil y, aun
cuando estos sean compatibles desde un punto
de vista operativo (sistemas de comunicaciones,
por ejemplo), pueden no serlo para su manteni-
miento o abastecimiento.
En todo caso, cuando hablamos de material
militar, hay que considerar los condicionantes
nacionales aplicables a cada programa de desa-
58 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
rrollo específico que, normalmente, tiene como
resultado soluciones distintas en cada Ejército
para un mismo tipo de material, incluso para mo-
dernos programas acometidos de forma multina-
cional, como el del helicóptero Tigre, que pre-
sentan versiones distintas en cada uno de los
ejércitos destinatarios.
En definitiva, la compatibilidad de materiales
desde el punto de vista logístico, es un problema
de difícil solución, al menos a corto y medio pla-
zo.
La segunda vertiente a la que nos referimos,
la doctrinal, es teóricamente más fácil de conse-
guir. Este es un trabajo ya iniciado y, desde que
la desaparición del Pacto de Varsovia iniciara el
proceso de adaptación de la Alianza Atlántica a
otro tipo de misiones que las contempladas en el
Capítulo V del Tratado, el concepto aliado tradi-
cional en el que la logística era responsabilidad
nacional, ha ido dando paso a la búsqueda de
soluciones logísticas multinacionales que eviten
la multiplicidad de cadenas de apoyo logístico
nacionales, pensadas para el sostenimiento de
las grandes unidades previstas en un enfrenta-
miento de masas.
58-64.ps - 10/19/2007 13:09 PM
Este foro, el de la normalización OTAN, es el
más avanzado y el que sirve de modelo para
otros foros multinacionales occidentales, tanto
en el marco de alianzas o tratados como en el de
coaliciones específicas para un determinado
conflicto.
Sin embargo, a pesar de lo avanzado del tra-
bajo, aún queda mucho por hacer. Las solucio-
nes doctrinales comúnmente aceptadas se limi-
tan al establecimiento del esquema general del
apoyo logístico en el teatro de operaciones y a la
coordinación de los modos de obtención de los
recursos en el nivel operacional a través de dis-
tintas modalidades de apoyo logístico mutuo.
Para el nivel táctico, el de la organización y
ejecución del apoyo logístico hasta los más pe-
queños escalones, no hay todavía procedimien-
tos comunes recogidos en una doctrina multina-
cional. Nos referimos aquí a la organización y
gestión de los centros logísticos de apoyo direc-
to, su conexión con el apoyo logístico orgánico y,
en menor medida, a la logística de apoyo gene-
ral.
La solución a este problema no parece fácil.
De momento, solo se apunta la posibilidad de or-
ganización de unidades multinacionales de apo-
yo logístico, pero los procedimientos de empleo
de estas unidades deben de basarse en los pro-
pios de la nación que ejerza su liderazgo. No
puede pretenderse el empleo de procedimientos
logísticos multinacionales comunes porque, sen-
cillamente, no existen.
ANTECEDENTES INMEDIATOS
Este foro hispano-francés, el de los semina-
rios doctrinales anuales DOCEX, comenzó el tra-
bajo que nos ocupa durante la preparación y eje-
cución de la edición del año 2006, estudiando las
características del apoyo logístico en la fase de
estabilización de las operaciones y redactando el
documento bilateral Concepto de apoyo logístico
a un battlegroup hispano-francés, cuyo esquema
general se reproduce en la figura 1.
Este concepto contemplaba la constitución de
una unidad de apoyo logístico binacional de apo-
yo directo, constituida con aportaciones propor-
cionales a la contribución nacional a la totalidad
del battlegroup.
Esta es la premisa de la que se partió en el
área de apoyo logístico del DOCEX-07, al abor-
dar la interoperatividad hispano-francesa en el
caso concreto de la integración de un batallón de
DOCEX-07
Infantería de uno de los ejércitos en una brigada
del otro. La unidad de apoyo logístico directo,
por tanto, debería constituirse como si la totali-
dad de la brigada fuese nacional, con las varia-
ciones mínimas indispensables para afrontar las
dificultades que plantee un batallón del otro país.
En cuanto al apoyo logístico orgánico del bata-
llón, el criterio es similar: debe permanecer con la
estructura y procedimientos habituales, pero hay
que identificar las variaciones necesarias en me-
dios y procedimientos para afrontar el reto de es-
tar integrado en una brigada de otra nacionalidad.
COMPARACIÓN DOCTRINAL
La primera aproximación al problema, compa-
rando a grandes rasgos las características
principales de las doctrinas de apoyo logístico
española y francesa, no puede ser más desalen-
tadora.
La primera diferencia, quizá la más importante
para el nivel fijado, es que en el Ejército francés
la brigada no es escalón logístico y sí lo es la di-
visión. Los procedimientos de organización equi-
valentes a los que recogen nuestras orientacio-
nes para el grupo logístico de brigada, en el
Ejército vecino se contemplan, por tanto, en su
manual de empleo de la base de apoyo logístico
a la división.
Este manual recoge la posibilidad de integra-
ción de una unidad de apoyo logístico a una bri-
gada extranjera en la base de apoyo logístico de
una división francesa. Sin embargo, apenas pro-
fundiza en procedimientos comunes y se limita a
contemplar la posibilidad de su existencia, esta-
blecer la necesidad de coordinación en su caso,
enumerar los campos comúnmente admitidos en
DOCUMENTO
OTAN para la cooperación multinacional (figura
2) y reconocer las «peculiaridades» de la doctri-
na de apoyo logístico francesa ya que, en este
manual, se cita que: «La gran mayoría de los
países que constituyen la OTAN se distinguen
de Francia por particularidades entre las que
destacan:
- Existencia de una función logística (abasteci-
miento) que agrupa la gestión, seguimiento y al-
macenamiento de todos los recursos (víveres,
agua, municiones, piezas de repuesto, carburan-
tes, etc).
- Integración del movimiento entre las funcio-
nes logísticas.
- Adopción de flujos tipo push desde los cen-
tros logísticos hasta los regimientos clientes.
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 59
58-64.ps - 10/19/2007 13:09 PM

organización por servi-

cios similares a nues-
tros antiguos servicios
de Artillería o de Auto-
movilismo. Esto provo-
ca gran dificultad al
analizar los apoyos,
pues funciones espa-
ñolas y servicios fran-
ceses no se corres-
ponden porque estos
derivan en domaines
2
logistiques que son:
Maintenance, Achemi-
nement, Soutien de
l’homme, Soutien sani-
taire, Soutien petrolier,
Soutien au stationne-
ment.
Por último, como di-
ferencia importante, re-
saltaremos también la
ausencia de clases de
abastecimiento en el
Ejército francés. Al no
contemplar la función
logística abastecimien-
to, no clasifica los re-
cursos, sino que estos
se corresponden con
los servicios que los
proporcionan. El STA-
3
NAG 2961 de la
OTAN incluye una ta-
- Conservación de los «trenes» de nivel regi- bla comparativa entre
1
miento con sus unidades de pertenencia». los abastecimientos que proporcionan los distin-
La tercera de estas «peculiaridades» es com- tos servicios logísticos del Ejército francés y las
partida por el Ejército español. En ambos ejérci- clases OTAN. La figura 3 muestra un resumen
tos se conserva el batallón como unidad de com- de esta tabla, con una comparación aproximada
bate más pequeña que dispone de unidad de a las clases de abastecimiento empleadas en el
apoyo logístico orgánico y, también en ambos, el Ejército español.
flujo de abastecimientos entre el batallón y el
centro logístico de apoyo directo es tipo pull, es ENFOQUE PRÁCTICO
decir, es el batallón el responsable de recoger Las diferencias encontradas en el campo doc-
sus abastecimientos en el centro logístico. trinal obligaron a plantear el aspecto logístico de
Otra diferencia importante es que, en el Ejérci- este seminario DOCEX-07 desde un punto de
to español, como en la mayoría de los occidenta- vista práctico. Para ello, usando como herra-
les, la organización del apoyo logístico se realiza mientas de trabajo la buena voluntad y el sentido
según el criterio de funciones logísticas, mientras común, ambos imprescindibles para alcanzar el
que el Ejército francés mantiene un sistema de mayor grado de interoperatividad, se analizó en

60 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007

58-64.ps - 10/19/2007 13:09 PM

DOCEX-07

detalle el enlace entre la brigada y el batallón,
cómo se organiza el centro logístico de brigada,
qué apoyos puede prestar al batallón en función
de la compatibilidad de sus materiales y qué pro-
cedimientos se emplean para llevar a cabo estos
apoyos.
Este trabajo se realizó en los dos sentidos.
Por parte española, se expuso cómo se organiza
el centro logístico de apoyo directo en la brigada
sobre la base de su grupo logístico orgánico y,
por cada función logística, qué condiciones tiene
que cumplir el batallón francés para ser apoyado
como si fuera español. Similar procedimiento se
llevó a cabo por parte francesa y, en ambos ca-
sos, se han identificado los aspectos en los que
no existen problemas de interoperatividad y,
donde sí los hay, las necesidades de apoyo que
deben permanecer bajo responsabilidad nacional
y los requerimientos previos que posibiliten la in-
tegración.
El primer problema resuelto fue el de la orga-
nización del centro logístico en el caso de que el
liderazgo de la brigada binacional sea francés.
Aunque, como se ha dicho, la brigada no es
escalón logístico, la doctrina francesa contempla
la posibilidad de que una brigada pueda actuar
aislada, en cuyo caso
se constituiría una ba-
se de apoyo logístico
a la brigada, dimen-
sionada, caso por ca-
so, sobre la base de
unidades de apoyo
logístico procedentes
gación francesa fue sorprendentemente similar
al expuesto por la delegación española en caso
de liderar la brigada binacional por lo que, pres-
cindiendo de las diferencias doctrinales, la inte-
gración se enfocó desde un punto de vista más
optimista.
A continuación, se destacan algunos de los
puntos analizados y los resultados de este análi-
sis:
Mando y Control Logístico
Los procedimientos para el planeamiento y
gestión del apoyo logístico son similares y el
anexo de apoyo logístico a la orden de operacio-
nes o la orden administrativo-logística de la bri-
gada es válida para el batallón en ambos casos,
siempre que contemple las peculiaridades que
aquí se destacan.
Los sistemas de información empleados son
similares en ambos ejércitos, pero técnicamente
incompatibles entre sí.
Los sistemas específicos para la gestión logís-
4
tica (SIGLE/SIR) se consideran más apropiados,
en ambos casos, para la gestión logística dentro
de las cadenas específicas nacionales.
Para la interrelación entre la brigada y el bata-
llón, se considera más apropiado el uso de las

DOCUMENTO
de las brigadas logís-
ticas del Ejército fran-
cés. Aunque no existe
un manual de empleo
para una base de
apoyo logístico de es-
te nivel, se supone
que le son de aplica-
ción los criterios y
procedimientos des-
critos en el manual
correspondiente a la
división.
Con esta premisa,
el caso práctico pre-
sentado por la dele-

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 61

58-64.ps - 10/19/2007 13:09 PM
Figura 2: Esquema de apoyo logístico a un battlegroup hispano-francés.
FUNCIONES LOGÍSTICAS (OTAN)
ABASTECIMIENTO
CLASE I (agua,víveres,pan,etc)
CLASE II (vestuario, piezas de repuesto, material y equipo)
CLASE III (carburantes y grasas)
CLASE IV (organización del terreno, materiales de construcción)
CLASE V (municiones)
MANTENIMIENTO
SERVICIOS
(mano de obra, cooperativa, lavandería, duchas, etc)
MOVIMIENTO
TRANSPORTE
SANIDAD
ADMINISTRACIÓN ECONÓMICA
CONTRATACIÓN
MATERIAL
(explotación local)
herramientas logísticas que proporciona el siste-
ma de mando y control general del Ejército que
lidera la brigada (SIMACET/SICF)5.
La solución más factible, a corto plazo, para
resolver el problema de interoperatividad de am-
bos sistemas es destacar al batallón una termi-
nal del sistema que emplee la brigada, junto con
los operadores necesarios. Con objeto de que la
nueva unidad sea reconocida por el sistema en
la que se integra, sería preciso que, durante la
fase de generación de la fuerza, se proporciona-
ran los datos necesarios, con el formato requeri-
do, para ser cargados en la base de datos del
sistema que deba emplearse.
Personal y Administración Económica
Los procedimientos específicos de estas fun-
ciones logísticas presentan notables diferencias
y sería complicado intentar la integración en este
sentido. En principio, el concepto francés de la
función personal (Soutien de l’homme) es muy
diferente al español e incluye actividades que es-
62 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
NACIÓN NACIONAL
PILOTO
X
X
X
X
X
X
X
X
X (BLT ↔ GL) X (< BLT, GL >)
X (MOU)
X
X X
X X
tán repartidas en diferentes funciones logísticas,
aunque en este apartado nos referimos al con-
cepto español.
Sin embargo, no parece haber ningún proble-
ma para el mantenimiento bajo responsabilidad
exclusivamente nacional de las actividades que
engloban estas funciones.
Proporcionar los estados de fuerza periódicos
que se establezcan y el mantenimiento de dicho
estado de fuerza con el nivel acordado, parece
ser suficiente desde el punto de vista de esta
función.
En cuanto a la administración económica, el
adecuado sistema de reembolso y la contrata-
ción local son los aspectos principales que coor-
dinar, pero corresponden, normalmente, a un ni-
vel superior al de la brigada.
Abastecimiento y Mantenimiento
A pesar de las dificultades teóricas, el abaste-
cimiento de los recursos proporcionados por los
diferentes servicios es compatible con carácter
58-64.ps - 10/19/2007 13:09 PM

DOCEX-07

Figura 3: Clasificación de los abastecimientos en el Ejército francés

SERVICIO DESCRIPCIÓN CLASE OTAN CLASE ET

Víveres (raciones de combate, alimentos I I

frescos, vino, agua, pan)

Vestuario II II
Comisariado del
Ejército de Tierra Material de campamento II II

Servicios (alumbrado, calefacción, cocina) II III VII IX

Cooperativa I IV
Farmacia II VIII
Sangre y oxígeno
Sanidad Equipo (recogida de bajas, tratamiento,
hospitalización, evacuación)

Carburantes III III

Lubricantes
Carburantes
Equipo (petacas, bidones, depósitos, II VII IX
bombas,mangueras)
Armamento II VII IX

Material electrónico, óptico y electróptico

Vehículos a motor, de combate, de Inge-
nieros y material para paso de obstáculos
Armamento nuclear
Material Helicópteros y aviación ligera
Munición V V

DOCUMENTO
minas y explosivos
Material NBQ

Material para la organización del terreno IV IV

general. Las incompatibilidades, como era de es-
perar, se centran en la munición, los lubricantes
y en las piezas de repuesto.
En el Ejército francés, el municionamiento co-
rresponde a la cadena de mantenimiento; en am-
bos ejércitos, el flujo de piezas de repuesto utili-
za también esta cadena y, puesto que la
incompatibilidad de materiales obliga al estable-
cimiento de una cadena de mantenimiento de
responsabilidad nacional, no parece haber nin-
gún problema para su utilización para el abaste-
cimiento de los recursos mencionados con el
adecuado refuerzo en transporte por parte de la
brigada que ejerce el liderazgo.
Respecto a la recuperación de vehículos, una
vez definido el material concreto del que dispone
el batallón, es posible la comprobación de su
compatibilidad con los medios de recuperación
de los que dispone la brigada usando el Manual
de recuperación de vehículos en campaña (AEP-

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 63

58-64.ps - 10/19/2007 13:09 PM
17) de la OTAN. En caso de incompatibilidad, el
batallón, o el escalón superior nacional en la ca-
dena de mantenimiento, debería disponer tam-
bién de los necesarios medios de recuperación.
Movimiento y Transporte
En el nivel táctico, el control del movimiento
corresponde al área de operaciones por lo cual,
que el Ejército francés no lo contemple como
función logística no afecta al escenario de estu-
dio que planteamos.
En cuanto al transporte, a falta de comproba-
ción práctica de la compatibilidad entre vehículos
y plataformas desmontables, no se plantearon
problemas de interoperatividad.
Sanidad
El concepto de apoyo sanitario es idéntico en
ambos ejércitos por lo que la compatibilidad teó-
rica entre el primer escalón orgánico del batallón
y el segundo, en la brigada de la otra nacionali-
dad es perfectamente posible.
Los estándares sanitarios son similares en
ambos países por lo que con la posible excep-
ción del abastecimiento de sangre y productos
hemoderivados, no se detecta ningún problema
para la interoperatividad.
CONCLUSIONES
El hecho de que el batallón disponga de apo-
yo logístico orgánico en ambos ejércitos aconse-
ja fijar este nivel como mínimo para la integra-
ción en una fuerza operativa binacional. La
integración de unidades más pequeñas no pro-
duciría un ahorro proporcional en el apoyo logís-
tico nacional, pues obligaría al establecimiento
del mismo apoyo logístico que para un batallón
en los casos de incompatibilidad de recursos.
No existen problemas de interoperabilidad,
con carácter general, en las funciones logísticas
de personal, administración, abastecimiento,
transporte y sanidad.
Se detectan diferencias, que pueden ser solu-
cionadas durante la fase de planeamiento, en los
sistemas de mando y control logístico y en la doc-
trina, terminología y procedimientos respectivos.
Se considera incompatible la función logística de
mantenimiento que debe constituir la espina dorsal
del apoyo logístico de responsabilidad nacional.
RECOMENDACIONES
Para alcanzar un adecuado nivel de interope-
ratividad, es necesario el estudio detallado del
64 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
problema desde un punto de vista práctico y re-
solver los posibles problemas durante la fase de
planeamiento, redactando los acuerdos precisos
(acuerdos técnicos, memorandos de entendi-
miento) con anterioridad al despliegue, lo que
evitaría hacerlo con una carga de apoyo logístico
superior a la realmente necesaria.
Es necesario conocer qué requisitos previos
hay que reunir para solventar determinados pro-
blemas, con objeto de cumplirlos en tiempo opor-
tuno (preparación e intercambio de bases de da-
tos, etc).
Además, es preciso que el personal en con-
tacto conozca las principales peculiaridades de
la doctrina, terminología y procedimientos del
otro Ejército para evitar problemas de entendi-
miento durante las operaciones. Esto puede al-
canzarse mediante la difusión de estas conclu-
siones en los ejércitos respectivos, a lo que este
artículo pretende colaborar, y mediante la prepa-
ración oportuna de un Manual para la integración
que resuma estos conceptos y proporcione la in-
formación necesaria de la que los responsables
del apoyo logístico deben disponer en los niveles
adecuados.
NOTAS
1
El regimiento es unidad táctica en el Ejército
francés pero, como la brigada, ya no tiene
unidad de apoyo logístico en su estructura or-
gánica.
2
No traducimos los términos franceses por no
inducir al lector a una identificación con los
españoles con los que no se corresponden
exactamente aunque, algunos, pudieran ad-
mitir el término español como traducción.
3
STANAG 2961 (Ed 2) clases de abasteci-
miento en las Fuerzas Terrestres OTAN.
4
SIR: Système d ’Information Régimentaire.
5
SICF: Système d ’Information pour le Com-
mandement des Forces.
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES
STANAG 2961 (Ed 2) Clases de abasteci-
miento en las Fuerzas Terrestres OTAN.
DO2-005. Doctrina de apoyo logístico. Edición
2006.
OR4-601. Grupo logístico de brigada.
Manuel d’emploi de la base de soutien divisionai-
re. Edition 2001. Armée de Terre Française. 
65-70.ps - 10/19/2007 13:12 PM

Seguridad y Defensa

Miguel Ángel Guil García. Comandante. Transmisiones. DEM.

INTRODUCCIÓN Este trabajo analiza la eficacia de este conjun-

Por su propia voluntad, los terroristas salafis- to de normas de dos formas distintas:
tas con finalidades globales, se han situado co- - Respecto a las resoluciones del CSNU
mo una de las cuestiones prioritarias en la agen- (RCSNU), se han examinado los contenidos de
da de las relaciones internacionales, originando la serie, su repetición o evolución. Además, se
a su alrededor una gran controversia política so- han analizado informes de las agencias de la
bre el modo de abordarla. Uno de los modelos ONU respecto a los problemas encontrados en
existentes ha sido definido por las Naciones Uni- el desempeño de sus misiones.
das (ONU), único foro multinacional con voluntad - En cuanto a las convenciones internaciona-
global donde están representados todos los paí- les, se han clasificado los países por grupos res-
ses. El propósito de este trabajo es analizar el pecto a su participación en ellas para identificar
concepto de ese modelo y la adecuación de sus patrones de comportamiento diplomático.
instrumentos.
En su informe de 26 de abril de 2006, el se- Edificio de NN.UU.
cretario general de la ONU resumió así la estra-
tegia de la organización: «Disuadir a la gente de
recurrir al terrorismo y de apoyarlo, dificultar a
los terroristas el acceso a los medios para llevar
a cabo sus atentados; hacer que los estados de-
sistan de prestar apoyo a los terroristas; desarro-
llar la capacidad de los estados para derrotar al
terrorismo y defender los derechos humanos»1.
Más adelante, el Secretario General añadió que
la defensa de los derechos humanos no solo ha
de ser compatible con la adopción de medidas
eficaces, sino que en realidad es complementa-
ria de ellas y las refuerza.

METODOLOGÍA
Según el mismo Secretario General, los princi-
pales instrumentos de gobernanza global contra
el terrorismo son algunas resoluciones del Con-
sejo de Seguridad de la ONU (CSNU) y determi-
nadas convenciones internacionales que se han
promovido a lo largo de los últimos treinta años
especialmente2.

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 65

65-70.ps - 10/19/2007 13:12 PM
Por su propia voluntad, los terroristas salafistas con
finalidades globales se han situado como una
de las cuestiones prioritarias en la agenda de las
relaciones internacionales
Puesto que se trata de estudiar la percepción
actual que los estados miembros tienen del te-
rrorismo como problema global, no se han consi-
derado todas las convenciones mencionadas en
el Anexo al informe del Secretario General, sino
solo las siguientes, a saber:
- Convención para la represión de los atenta-
dos con bomba, de 15 de diciembre de 1997.
- Convención para la represión de la financia-
ción del terrorismo, de 9 de diciembre de 1999.
- Convención para la represión de los actos de
terrorismo nuclear, de 13 de abril de 2005.
A ellas se ha añadido la Convención contra el
crimen organizado transnacional, de 15 de no-
viembre de 2000, y su Protocolo de 31 de mayo
de 2001, cuya importancia resaltó el Director del
Comité contra el Terrorismo (CTC)3.
LAS RECOMENDACIONES DE LAS
NACIONES UNIDAS SOBRE LA LUCHA
CONTRA EL TERRORISMO
Las principales medidas en la lucha contra el
terrorismo incluidas en las resoluciones del Con-
sejo de Seguridad son:
- Perseguir internacionalmente a Bin Laden,
cuya entrega solicitaba la RCSNU 1267, de 15
de octubre de 1999.
- Perseguir la financiación del terrorismo, pre-
sente en la RCSNU 1373, de 28 de septiembre
de 2001, pieza clave del conjunto de resolucio-
nes.
- Negar a los terroristas el acceso a armas y
explosivos, mencionado en la RCSNU 1373, pro-
moviendo el empleo de certificados de destinata-
rios finales en la exportación de armas y prohi-
biendo el suministro de sistemas portátiles de
misiles antiaéreos a actores no estatales.
- Impedir que los terroristas puedan establecer
«zonas seguras» para ellos, para emplearlas co-
66 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
mo bases de operaciones, centros de entrena-
miento, etc., ya desde la RCSNU 1373.
- Recopilar y compartir información sobre sos-
pechosos de terrorismo, respetando debidamen-
te las exigencias de confidencialidad4 algo que
se apuntaba ya en la misma RCSNU 1373, si
bien no con esa concreción.
- Crear un comité contra el terrorismo (CTC),
mediante la RCSNU 1373, que requirió «revitali-
zación» año y medio después mediante la RCS-
NU 1535, de 26 de marzo de 2004, que le asignó
un director ejecutivo.
- Impedir la posibilidad de viajar a los terroris-
tas, medida contemplada también desde la RCS-
NU 1373 que requería un mejor control de fron-
teras y evitar el abuso de la condición de
refugiado político, proponiendo el informe del Se-
cretario General la persecución internacional del
comercio ilícito de documentos ilegales5.
- Impedir que los terroristas accedan a armas
de destrucción masiva, asunto abordado espe-
cialmente en la RCSNU 1540, de 28 de abril de
2004, que estableció un comité específico para
evitar el empleo de armas nucleares, bacterioló-
gicas o químicas por actores no estatales.
- Crear, en la resolución 1566, de 8 de octubre
de 2004, un grupo de trabajo con la finalidad de
ampliar la lista de personas y organizaciones te-
rroristas a las no relacionadas con Al Qaeda y
asociados. Además de reafirmar medidas ante-
riores, esta resolución ofreció una definición de
terrorismo, e instó al CTC a efectuar visitas a los
estados como medio adicional para comprobar el
funcionamiento de la resolución 1373.
- Perseguir el reclutamiento para el terrorismo
o la inducción a él, lo que aparece de modo es-
pecial en las RCSNU 1617, de 29 de julio de
2005, y 1624, de 14 de septiembre de 2005, res-
pectivamente. Estas medidas comprenden códi-
65-70.ps - 10/19/2007 13:12 PM

Seguridad y Defensa

gos voluntarios de conducta para periodistas y - Falta de legislación nacional contra financia-
otros informadores sobre el tema, y contempla la ción de grupos terroristas y del crimen organiza-
represión en caso de empleo de internet. Por lo do en general.
demás, ambas resoluciones repetían aspectos - Renuencia a implantar mecanismos de extra-
mencionados anteriormente. dición.
- Ayudar a las víctimas del terrorismo, que - Renuencia a compartir información confiden-
aparece en el discurso del Secretario General6. cial9.
- Promover los derechos humanos, compren- Por último, debe mencionarse el hecho de que
diendo la tolerancia religiosa y étnica, la resolu- la RCSNU 1624 se acoge al capítulo VI de la
ción de conflictos de larga duración, la restricción Carta de las Naciones Unidas —Arreglo pacífico
de los gobiernos en el uso excesivo de la fuerza de controversias— y no al capítulo VII, como las
contra el terrorismo, o promover una «situación demás, bajo el epígrafe Acción en caso de ame-
real de imperio de la ley»7. nazas a la paz, quebrantamiento de la paz o ac-
tos de agresión. Esto se ha atribuido a «un evi-
LA EFECTIVIDAD DE LOS INSTRUMENTOS dente compromiso entre aquellos que querían
INTERNACIONALES una dura respuesta a la “incitación al terrorismo”
Todas estas resoluciones del Consejo de Se- y los que temen la colisión de la figura con la li-
guridad han sido adoptadas por unanimidad: so- bertad de expresión»10.
lo hubo una discrepancia menor en la RCSNU Para analizar la efectividad de los convenios
1333, de 2001, donde se reafirmaba la resolu- mencionados11 se han establecido varias catego-
ción 1267 y se imponían sanciones a Afganistán; rías:
China y Malasia se abstuvieron. Pero la reitera- - Países miembros de la ONU que participan
ción sucesiva de un grupo de medidas que datan en todas las convenciones, incluido el Protocolo
de 1999 pone en cuestión su propia efectividad. sobre tráfico de armas.
Por ejemplo, la RCSNU 1456, de 20 de enero de - Estados que toman parte en todas las con-
2003, es una declaración de ministros de Exte- venciones, pero no en el Protocolo sobre tráfico
riores solicitando a los estados miembros la de armas.
adopción de medidas para im-
plantar la resolución 1373.
Además de todas estas rei-
teraciones, posteriormente sur-
gió incluso la necesidad de
«clarificación» del alcance de
algunas de ellas, como la reali-
zada en la RCSNU 1617,
cuando la postura más genera-
lizada es que su interpretación
no ofrece lugar a dudas.
También suscita dudas so-
bre la efectividad de las resolu-
ciones del Consejo de Seguri-
dad, el hecho de que el
número de informes presenta-
dos por los países en virtud de
las RCSNU 1373 y 1540 haya
disminuido con el tiempo, y
que la mayoría de estados que
no lo han hecho pertenecen a
regiones concretas 8. Los as-
pectos más problemáticos son:

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 67

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Las Naciones Unidas son hoy la única fuente de
gobernanza global
- Países que se han adherido a todas las con-
venciones, excepto a la referida a los actos de
terrorismo nuclear, pero incluyendo el Protocolo
sobre tráfico de armas12.
- Estados que se han adherido a todas las
convenciones excepto a la de terrorismo nuclear
y excluyendo también el Protocolo de tráfico de
armas13.
La suma de los países clasificados en todas es-
tas categorías alcanza un porcentaje del 72%. Es-
ta cifra representaría a los países que, de un modo
u otro, sienten el terrorismo como un problema im-
portante. Cierto que se trata de una importancia
matizada por sus respectivas políticas nacionales;
por ejemplo, muchos estados europeos —Espa-
ña— o los Estados Unidos de América no se han
adherido al Protocolo de tráfico de armas.
Queda, sin embargo, casi un 28% de países
miembros de la ONU que, en principio, puede
considerarse que, por una u otra razón, no sien-
ten el terrorismo como un problema apremiante.
La casuística en esta categoría es tan amplia
que resulta irrelevante seguir considerando el
análisis cuantitativo de la participación en las
convenciones, requiriéndose otros parámetros:
- Hay 4 países que no participan en ninguna
convención: Eritrea, Iraq, Surinam, Tuvalu, no
contemplados en los porcentajes citados.
68 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
- Hay 11 países que solo participan en una
convención: Angola, Corea del Norte, Gambia,
Haití, Irán, Qatar, Santa Lucía, Samoa, Somalia,
Timor-Leste y Zimbabue.
- Hay 26 países que participan en dos conven-
ciones, entre los que se da una muestra más
amplia de las dos categorías anteriores, es decir,
países pequeños como Bahamas; otros del ter-
cer mundo —África Subsahariana como Etio-
pía— y países musulmanes, no tan pequeños,
como Arabia Saudí, Omán o Paquistán.
- Quizá sea más interesante preguntarse por
qué los estados de la categoría de participantes
en tres convenciones han dejado de adherirse a
alguna de ellas. Este grupo comprende 13 esta-
dos, donde solo Paláu es pequeño. Además, hay
dos representantes subsaharianos que no partici-
pan en la Convención sobre atentados con bomba
ni en la de terrorismo nuclear. Sí que lo hacen
Marruecos y Jordania en esta última, pero no en
la primera, a pesar de estar catalogados como re-
gímenes musulmanes moderados. Así, comparten
patrón de comportamiento con Siria, acusada de
pertenecer al «eje del mal» y de patrocinar movi-
mientos terroristas. Los dos últimos países musul-
manes son Kuwait y Malasia, que no participan en
la Convención sobre financiación del terrorismo ni
en el Protocolo sobre tráfico de armas.
Otra muestra de la dificultad de
percibir el terrorismo como ame-
naza prioritaria es que la Conven-
ción sobre represión de la finan-
ciación del terrorismo solo
contaba con la participación de 4
estados antes del 11 de septiem-
bre de 2001, lo que permite acha-
car a posteriores adhesiones bien
al impacto público de aquel aten-
tado, bien a la necesidad de mu-
chos estados de mostrar su soli-
daridad con los Estados Unidos.
Cabe entonces preguntarse si
existe algún patrón en cuanto a
conductas de participación en
convenios internacionales que
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Seguridad y Defensa

permita realizar hipótesis sobre la sen-

sibilidad de los estados en la lucha
contra el terrorismo. Debe afirmarse
que sí, en tanto el grupo de «países no
sensibles» no incluye europeos ni nor-
teamericanos. De hecho, los países
americanos «grandes» aquí cataloga-
dos pueden considerarse excepciones.
Por el contrario, salvo Egipto, Sudán,
Djibuti y los Emiratos Árabes Unidos,
toda la región del Golfo y el Mar Rojo,
podría catalogarse como «no
sensible»14.
El resto de los países no es fácil-
mente clasificable, pero muchos se in-
cluyen en los llamados «países peque-
ños» —varios en el Caribe— y existe
un grupo importante del África subsa-
hariana y otro del Sudeste Asiático15.
Además, puede apreciarse cierta correlación
con los «países no sensibles» y los opuestos a
la política exterior norteamericana, en tanto que
4 de los 10 países que más discrepan de los nor-
teamericanos en la ONU pueden catalogarse co-
mo «no sensibles»16.
Considerando este análisis, no sorprende que
varias resoluciones del Consejo de Seguridad se
hayan dedicado a solicitar a los estados la adhe-
sión y puesta en práctica de las convenciones,
por ejemplo, las RCSNU 1456 y 1566.
CONCLUSIONES
La configuración de poder en el mundo actual
ha sido descrita como «un tablero de ajedrez tri-
dimensional»17 en cuya capa superior está el po-
der militar, unipolar centrado en los Estados Uni-
dos, en la capa media están las relaciones
transnacionales de un mundo multipolar, y en la
capa inferior el poder se reparte caóticamente
entre actores no estatales, donde se incluyen
grupos terroristas y organizaciones de narcotrafi-
cantes. De este símil se deduce la dificultad de
una acción decisiva del poder militar sobre acto-
res que se encuentran dos tableros por debajo.
Esta reflexión cuestiona profundamente el mo-
delo norteamericano de estrategia contraterroris-
ta, pero ¿qué cabe decir del modelo de la ONU?
Las Naciones Unidas son hoy la única fuente de
gobernanza global y, por tanto, el escenario más
importante donde puede buscarse el predominio
en el «poder estructural», la capacidad de confi-
gurar los marcos en que los estados se relacio-
nan entre sí, de marcar las «reglas de juego»18
en la sociedad internacional. Sin embargo, el
análisis efectuado cuestiona seriamente el poder
de las reglas porque evidencia su falta de acep-
tación formal en determinadas zonas del mundo,
y porque las propias agencias de las Naciones
Unidas cuestionan que muchos de los países
que aceptan jurídicamente las reglas —las con-
venciones— las conviertan después en incentivo
para modificar sus conductas estatales y las de
las sociedades que viven en ellos19. La amena-
za terrorista no es percibida como tal más que
en los lugares donde se padece y es difícil que
otros países la conviertan en prioridad de su ac-
tuación.
De hecho, las Naciones Unidas reconocen que
hay grupos de países donde el problema de la to-
lerancia con el terrorismo es mayor, pero no orien-

La ONU se preocupa del terrorismo salafista global

solo en la RCSNU 1267
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 69
65-70.ps - 10/19/2007 13:12 PM
tan las reglas en ese sentido, sino que mantienen
una perspectiva que no discrimina unas fuentes
2
de terrorismo de otras, como si todas tuvieran el
mismo alcance. Es decir, la ONU se preocupa del
3
terrorismo salafista global solo en la RCSNU 1267
y otras que la reafirman, pero no cuando estable-
ce mecanismos organizativos que, además, abor-
dan el terrorismo como fenómeno, y no como pro-
4
ducto de individuos concretos.
Se puede considerar, por tanto, que la ONU
5
dispersa esfuerzos en una «batalla de las ideas»
6
a la cual se dirigen las medidas más recientes y
7
novedosas, como la persecución de la incitación
8
al terrorismo o la promoción de la tolerancia.
9
Desde el núcleo de medidas contraterroristas,
asentado con las convenciones internacionales
10
de finales de los noventa y con la resolución
1373, la segunda área en la que ha evoluciona-
do la preocupación contraterrorista de la ONU ha
sido la del empleo de armas de destrucción ma-
11
siva por actores no estatales, a los que se ha di-
rigido una Resolución del Consejo de Seguridad
y una Convención internacional en 2005 y 2005,
respectivamente.
Pero tampoco beneficia a la vigencia de las
«reglas del juego» que los dos principales acto-
res democráticos occidentales, los Estados Uni-
12
dos y la Unión Europea, las zonas del mundo
donde más se aceptan estas reglas y más conte-
nido se les da, muestren un serio desacuerdo
13
sobre el papel de la ONU en la lucha contra el
terrorismo. Este desencuentro restará eficacia
14
operativa a unas normas de persecución del te-
rrorismo que datan de 10 años atrás —caso de
15
la represión de atentados con bomba de 1997—,
o de 8 años —el de 1999 con la RCSNU 1267 y
la represión de la financiación del terrorismo— o
6, con la RCSNU 1373.
Está por ver si el paso del tiempo mejora la
16
aplicación de las reglas globales contra el terro-
rismo, o bien se mantiene intermitente con el im-
pacto público de cada atentado masivo en Occi-
dente. La vara de medir será la eficacia de las
17
normas para prevenir que los terroristas salafis-
tas globales consigan emplear un arma de des-
18
trucción masiva.
NOTAS
19
1
Informe del Secretario General de la ONU «Unidos
contra el terrorismo» de 26 de abril de 2006, páginas
70 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
1 y 2, en http://www.un.org/spanish/unitingagainstte-
rrorism/a60825.pdf.
Ibídem, Anexos I y II del informe del Secretario Ge-
neral de la ONU.
Informe del Director del CTC de la ONU S/2004/70
de 26 de enero de 2004, página 7, en
http://www.un.org/Docs/sc/committees/1373/revitali-
zation.html.
Informe del Secretario General de la ONU. Op. cit.,
páginas 20 y 24.
Ibídem, página 15.
Ibídem, página 4.
Ibídem, páginas 6, 8 y 17.
Ibídem, página 25.
Informe del Director del CTC de la ONU. Op. cit., pá-
ginas 5, 6 y 10.
RUPÉREZ, Javier. «La ONU en la lucha contra el te-
rrorismo: cinco años después del 11-S». Análisis del
Real Instituto Elcano, en www.realinstitutoelcano.org/
analisis/.
Los datos en cuanto a participación de los países en
estos convenios se extraen de http://untreaty.un.org/
ENGLISH/bible/englishinternetbible/partI/ chapterX-
VIII/treaty16.asp. No se han hecho distinciones en
las formas de participación de la convención: ratifi-
cación, firma, aprobación, adhesión, etc., contempla-
das en las tablas disponibles.
Se considera necesario establecer esta categoría
presumiendo que determinados estados aún estén
en proceso de participación en ella.
El establecimiento de esta categoría es consecuen-
cia de haber incluido las dos anteriores.
Arabia, Yemen, Qatar, Omán, Kuwait, Eritrea, Etio-
pía, Somalia, Irán, Paquistán y el Líbano.
Nigeria, el Congo, República Democrática del Congo,
Angola, Gambia, Guinea-Bissau, Ghana, República
Centroafricana, Zimbabue, Namibia y Zambia, por un
lado, y Bangladesh, Laos, Singapur, Malasia, Tailan-
dia y Vietnam, sin olvidar a Corea del Norte, por otro.
MURAVCHIK, Joshua. «Voting patterns in the Unit-
ed Nations, A background report», página 5, en
http://www.freedomhouse.org/uploads/special_re-
port/12.pdf .
NYE, Joseph S. «El realismo progresista». El País, 2
de septiembre de 2006, página 15.
BARBE, Esther. Relaciones Internacionales. Edito-
rial Tecnos, Madrid 2003. Página 126, citando a
STRANGE, Susan.
Informe del Director del CTC de la ONU. Op. cit, pá-
gina 6. 
71-77.ps - 10/19/2007 13:14 PM
Eugenio Garcés Bonet. Teniente Coronel. Artillería..
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial,
el asombro de los órganos militares de planifica-
ción ante las prestaciones que estaban obtenien-
do los incipientes misiles antiaéreos, el rápido
avance de las técnicas con ellos relacionadas
(aerodinámica, electrónica, sistemas de guiado,
etc) y las cada vez mayores prestaciones de los
aviones, llevó a muchos países a pensar que la
defensa antiaérea basada en cañones estaba
obsoleta y que a partir de ese momento, toda la
protección contra los ataques aéreos debían dar-
la sistemas de misiles.
Pero, como ha pasado tantas veces a lo largo
de la historia del armamento, nos encontramos
otra vez con la vieja lucha entre la espada y el
escudo. Ante las mayores prestaciones de los
misiles, que hicieron prohibitivo atacar los objeti-
vos desde las cotas empleadas hasta entonces,
se mejoraron las tácticas, técnicas y armamento
para poder efectuar esas operaciones a baja y
muy baja altura, de forma que la acción se desa-
rrollara por debajo de la altura mínima de empleo
de los SAM (misiles superficie-aire).
En esta pugna, que también tenía su vigencia
en el combate aire-aire (recordemos que las pri-
meras versiones del F4 Phantom y sus contem-
Armamento y Material
poráneos no llevaban cañones, y el único arma-
mento de que disponían para el combate aéreo
eran misiles aire-aire), duró hasta la década de
los 60 del siglo pasado, cuando se aceptó en to-
dos los niveles y en todos los países que para
cubrir las cotas más bajas, los cañones supera-
ban a los misiles.
Había habido un ligero cambio frente al con-
cepto anterior de artillería antiaérea. Hasta la Se-
gunda Guerra Mundial, la defensa a todas las al-
turas había estado a cargo de los sistemas de
cañones diseñados específicamente con esa fi-
nalidad, por lo que existían auténticos mons-
truos, destinados a batir los bombarderos pesa-
dos de la época, junto a máquinas que eran
poco más que ametralladoras, cuya misión era
hacer más peligrosos los ataques a baja y muy
baja altura. A estos había que añadir soluciones
más o menos improvisadas como los 75/28 es-
pañoles, adaptados para la misión de defensa
antiaérea durante la Guerra Civil.
En las épocas anteriores a la Segunda Guerra
Mundial, la fabricación de la artillería antiaérea
de pequeño y mediano calibre estaba íntegra-
mente en manos europeas, destacando las fir-
mas Oerlikon (Suiza), Rheinmetall (Alemania),
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 71
71-77.ps - 10/19/2007 13:14 PM

Bofors (Suecia) y Skoda (Checoslovaquia). Des- ciedad donde ha visto la luz el último modelo de
pués de la contienda, la única empresa de entre cañón antiaéreo de mediano calibre del merca-
ellas que mantuvo el estudio de los sistemas de do, el llamado 35/1.000 y, junto a él, una nueva
mediano calibre fue la suiza -formando ya la so- dirección de tiro adaptada a las nuevas amena-
ciedad Oerlikon-Contra- zas que corresponden a
ves-, llegando a una Hasta la Segunda los escenarios operati-
posición de líder mun- vos actuales de los paí-
dial indiscutible, a pesar Guerra Mundial, ses occidentales. Jun-
de estar sometida a la defensa a todas las tos forman el sistema
una rígida política de alturas había estado Skyshield 35.
exportación, impuesta a
la Confederación Hel- a cargo de los EL ARMA
vética como país neu- sistemas de cañones Si siguiéramos la
tral. La amplia difusión diseñados específicamente costumbre artillera de
alcanzada por su cañón designar sus materiales
35/90 (llamado GDF con esa finalidad con dos cifras separa-
por la fábrica) es una das por una barra, de
muestra de ello. las que la primera co-
Pero el mundo actual ha llevado a muchas rresponde al calibre y la segunda a la longitud
empresas que trabajan en sectores afines a unir- del tubo en calibres, los proyectiles que dispara-
se, y eso fue lo que pasó con Oerlikon-Contra- se este cañón tendrían un diámetro de 35 milí-
ves y la alemana Rheinmetall. Y es en esta so- metros, como es en realidad, y el tubo del arma

72 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVEIEMBRE • 2007

71-77.ps - 10/19/2007 13:14 PM
una longitud de 1.000 calibres, es decir 35 me-
tros, lo que evidentemente no es cierto.
La cifra 1.000 de la designación del arma co-
rresponde a la cadencia de tiro, muy buena para
tratarse de un modelo monotubo, y que consigue
gracias a un sistema de recámaras giratorias,
como un revólver. Pero a diferencia de la inmen-
sa mayoría de armas que usan este sistema, su
accionamiento es por gases y no eléctrico, por lo
que puede funcionar en ausencia de corriente, lo
que le proporciona mayor flexibilidad a la hora de
buscar otros montajes en los que existan limita-
ciones para disponer de potencia eléctrica.
El cañón está controlado digitalmente y es
compatible tanto con la munición AHEAD de 35
milímetros como con los modelos anteriores de
cartuchos 35x228 mm, y con los subcalibres de
instrucción, gracias a su sistema mecánico de
percusión. Todos los sistemas eléctricos de la
pieza, tanto los servomecanismos de puntería
Armamento y Material
como los sistemas de alimentación de munición
funcionan eléctricamente, siendo suministrada la
energía correspondiente por una batería instala-
da en el afuste, que es constantemente recarga-
da por un grupo electrógeno especifico de que
dispone la pieza y a la que permanece unido me-
diante un cable durante su manejo.
Las armas no están tripuladas, siendo contro-
ladas desde la dirección de tiro. Están montadas
sobre una plataforma normalizada de 2,44 x 3
metros, que permite su transporte por carretera
sin medidas especiales, y que, cuando se des-
pliega operativamente, se apoya en cuatro so-
portes telescópicos.
Cada pieza dispone de una reserva de 228
disparos para su uso inmediato, lo que le propor-
ciona una autonomía media de veinte ráfagas sin
recarga, con apoyo mecánico para disminuir al
máximo la carga de trabajo del personal. Los dis-
paros van engarzados en un clip cargador y de
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 73
71-77.ps - 10/19/2007 13:14 PM
él pasan a un sistema de alimentación provisto
de una cadena que los llevará hasta el arma.
La boca del cañón lleva colocado lo que pare-
ce un extraño freno de boca, pero que en reali-
dad combina esta función con la programación
de la espoleta. De esto hablaremos más tarde,
pero aquí si que es preciso mencionar que esta
pieza lleva dos bobinados internos con la misión
de medir la velocidad inicial real de cada proyec-
til de la ráfaga; y otra, de mayores dimensiones,
es la encargada de programar la espoleta para
que el proyectil detone a la distancia correcta del
objetivo para conseguir una distribución ideal de
los fragmentos en la ruta que ha de seguir el ob-
jetivo. El tiempo de graduación de la espoleta se
calcula partiendo de los datos suministrados por
la unidad de control de tiro y la velocidad inicial
74 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVEIEMBRE • 2007
de ese proyectil en particular, junto con el dato
conocido de la superficie que debe cubrir cada
disparo para conseguir la distribución óptima de
los fragmentos.
LA DIRECCIÓN DE TIRO
En el entorno actual, se han multiplicado las
amenazas a las que deben hacer frente los siste-
mas antiaéreos, añadiéndose a las aeronaves
convencionales los UAV (armados o no), misiles
aire-superficie, misiles de crucero, helicópteros,
municiones guiadas de precisión, granadas de
mortero y artillería, cohetes e incluso en algunos
casos habría que considerar los posibles usos
militares de aparatos de los llamados ultralige-
ros. Además, los adelantos de la técnica permi-
ten que esa amenaza, que no hace mucho se li-
71-77.ps - 10/19/2007 13:14 PM
mitaba a la luz diurna, se mantenga también du-
rante las horas de oscuridad y con independen-
cia del tiempo que haga.
Las exigencias para que la defensa cumpla su
misión, varían según el tipo de objetivo al que se
enfrente: así, para un avión tripulado que preten-
da realizar un ataque con cañones o bombas a
muy baja cota, bastará con impedir al piloto to-
mar una ruta adecuada durante el tiempo reque-
rido para apuntar sus armas; pero en un entorno
de defensa contra ataques de medios de fuego
indirecto de un despliegue en un entorno habita-
do por civiles, no hay que conformarse con me-
nos que la destrucción total y absoluta de la gra-
nada o cohete mientras se encuentra todavía en
el aire, ya que si lo único que buscamos es des-
viarla, puede caer en algún lugar donde cause
víctimas civiles, totalmente ajenas al conflicto ar-
mado.
Para afrontar estas amenazas, el sistema de
dirección de tiro se compone de dos subsiste-
mas diferenciados y físicamente separados, la
unidad de control de tiro y la unidad sensora. Es-
te diseño, además de incrementar la flexibilidad
y capacidad de supervivencia del sistema, permi-
te mayor margen para modificaciones y mejoras,
dado que no está ceñido a las exigencias de un
volumen compartido.
La unidad de control de tiro aloja las consolas
de los dos operadores del sistema, una se en-
carga del mando y control de las asignaciones
de objetivos, y la otra de los seguimientos. Este
«local de trabajo», lógicamente con aire acondi-
cionado, alberga también otros elementos del
sistema como el generador y los conjuntos de
cálculo y transmisión de datos; todo ello se insta-
la en un contenedor con las mismas medidas
normalizadas de la plataforma de las armas,
2,44 x 3 metros.
Estas medidas son comunes también para la
plataforma en la que está montada la unidad
sensora -cuyo origen remoto fue la empleada en
el sistema Skyguard- y unida por cable de trans-
misión de datos a la unidad de control de tiro. La
plataforma está coronada por la cabeza sensora,
que tiene en su parte superior un radar de explo-
ración que emite en la banda I y cubre un sector
vertical comprendido entre -5º y 70º. El sistema
tiene capacidad de activar una alarma en caso
de detección de un objetivo, mantener el segui-
Armamento y Material
En las épocas anteriores
a la Segunda Guerra
Mundial, la fabricación
de la artillería antiaérea de
pequeño y mediano calibre
estaba íntegramente en
manos europeas.
miento mientras explora y evalúa la amenaza, y
transferir automáticamente los datos correspon-
dientes a los sensores de seguimiento.
El conjunto de los sensores de seguimiento,
de movimiento independiente al del radar de ex-
ploración, comprende un radar que emplea tam-
bién la banda I, combinado con un sistema elec-
tro-óptico con capacidad TV e IR, asociado a un
telémetro láser. El conjunto es capaz de detec-
tar, engancharse, identificar y seguir los blancos
más pequeños, llegando incluso a granadas de
mortero de 60 milímetros; y todo esto de forma
automática, con la posibilidad de colocar un ser
humano en un punto de decisión, si se considera
preciso.
Para aumentar la flexibilidad del sistema, to-
dos los equipos de la unidad de control de tiro
pueden desmontarse para colocarse en un em-
plazamiento fijo.
LA MUNICIÓN AHEAD
Este elemento es realmente el corazón del
sistema, algo que hace recordar que «las cosas
sencillas son las que funcionan».
Es un concepto elemental que para un caza-
dor es mucho más fácil cobrar una pieza con una
escopeta que con un fusil, debido fundamental-
mente al tamaño de la zona batida por el dispa-
ro. Pero si el disparo se produce a demasiada
distancia de la pieza, esta puede pasar entre los
perdigones sin sufrir daño.
El cambio que ha hecho posible el avance, ha
sido el desarrollo de las espoletas programadas
por inducción, de un tamaño tal que permite co-
locarlas en proyectiles de mediano calibre y que
todavía quede espacio para una carga útil eficaz.
En este caso la carga, a la manera de los cartu-
chos de caza menor, está constituida por sub-
proyectiles: perdigones esféricos, en un caso y
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 75
71-77.ps - 10/19/2007 13:14 PM
pequeñas barras cilíndricas, en el otro. Y como
en los cartuchos semimetálicos, esos ‘perdigo-
nes’ pueden ser del tamaño preciso para la ‘pie-
za’ a cobrar. Así, actualmente los proyectiles de
35 milímetros se fabrican en dos cargas:
- 152 subproyectiles de 3,3 gramos, para ser em-
pleados en los sistemas de defensa aérea y en
los utilizados para proteger instalaciones por-
tuarias contra naves de superficie de pequeño
porte
- 407 subproyectiles de 1,24 gramos para su em-
pleo contra objetivos terrestres.
En cualquier caso, la tecnología AHEAD, de-
sarrollada en colaboración con RWM Schweiz,
puede ser aplicada a proyectiles de calibres
76 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVEIEMBRE • 2007
comprendidos entre los 30 y los 76 milímetros;
los subproyectiles tienen un peso comprendido
entre los 0,25 y los 20 gramos, para optimizarlos
frente a su objetivo.
Los subproyectiles pueden alcanzar una velo-
cidad comprendida entre los 1.000 y los 1.500
metros por segundo, y su velocidad de giro, he-
redada del proyectil, alcanza las 1.000 revolucio-
nes por segundo, lo que unido al factor anterior
les proporciona una apreciable capacidad de
perforación en blancos semiprotegidos. Además
también pueden emplearse sin graduación de
espoleta, comportándose entonces al impactar
como proyectiles de fragmentación, aumentando
su eficacia contra blancos protegidos; es como
tener dos tipos de munición diferentes.
EL SISTEMA SKYSHIELD
La unidad de tiro del sistema está compuesta
por dos piezas 35/1.000, una unidad de control
de tiro y una unidad sensora. Todo ello ocupa
cuatro plataformas normalizadas ISO para trans-
porte por carretera, dotadas de puntos para su
izado, facilitando de esta forma la carga y des-
carga en vehículos bien mediante grúas, bien
mediante horquillas elevadoras (los llamados to-
ros); en total dos camiones o un camión con re-
molque proporcionan suficiente espacio para el
transporte de una unidad de tiro completa. Se
han diseñado pensando también en la posibili-
dad de que cada plataforma individual sea trans-
portada como carga suspendida de un helicópte-
ro a puntos de difícil acceso.
Evidentemente se trata de un sistema de de-
fensa de emplazamientos fijos, y como tal puede
3
ser integrado en sistemas C I o conectado para
actuar en red; en esta última opción pueden em-
plearse hasta tres unidades de tiro, separadas
entre sí hasta tres kilómetros, capaces de inter-
cambiarse rápidamente datos y trazas, haciendo
más difícil la saturación del sistema.
SISTEMA SKYSHIELD DE
PROTECCIÓN CONTRA ATAQUES RAM
Sobre la base del Skyshield la empresa Oerli-
kon ha desarrollado un sistema de protección
contra la amenaza RAM (cohetes, granadas de
artillería y mortero), bautizado como sistema de
protección de campamento (CPS: Camp Protec-
tion System), compuesto por:
71-77.ps - 10/19/2007 13:14 PM
- Un puesto de mando de mando (CPS), con los
ordenadores de control del sistema.
- Dos unidades sensoras
- Cuatro piezas revólver 35/1.000
El sistema es de funcionamiento automático,
pero, si se desea, puede incluirse una persona pa-
ra controlar las acciones; es capaz de integrarse
en las redes de trabajo de sistemas de protección
de niveles superiores, como el Protective Shield de
Rheinmetall Defense, y lógicamente, además de la
protección contra ataques RAM, puede constituir la
defensa antiaérea a baja cota del punto protegido.
El puesto de mando determina, en función de
la amenaza contra la que debe actuar, el número
de piezas que se han de emplear y el número de
disparos que debe hacer cada una, con la finali-
dad de obtener la máxima probabilidad de derri-
bo con el mínimo gasto de munición. También, y
en determinadas condiciones, es capaz de cal-
cular el punto de origen de un ataque RAM, exis-
tiendo la posibilidad de inyectar ese dato en la
red de mando y control de la unidad para permitir
una rápida acción contra el agresor.
Armamento y Material
CONCLUSIÓN
Nos encontramos ante uno de los sistemas
antiaéreos basados en cañón, de mayor efica-
cia actualmente en el mercado. Su versatilidad
le permite además, hacerse cargo de algunas
de las tareas comprendidas en el epígrafe de
Protección de la Fuerza, tan de moda hoy en
día.
Estos factores, junto con la posibilidad de
actualizar los cañones 35/90 y sus direccio-
nes de tiro asociadas para emplear hasta el lí-
mite de sus posibilidades la munición AHEAD,
pueden asegurar a la empresa suizo-germana
una gran parte del mercado de este tipo de
sistemas.
SIGLAS:
- HEAD Alto explosivo, avanzado, de defensa aérea
(Advanced High Explosive Air Defense).
- RAM Cohetes, artillería y morteros (Rocket, Artillery
and Mortar).
- CPS Sistema de protección de campamento (Camp
Protection System). 
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 77
78-80.ps - 10/19/2007 13:16 PM
LOS
SUBOFICIALES
EN LA OTAN
Ramón Couso Larios. Sargento 1º. Artillería.
INTRODUCCIÓN
«Los suboficiales son la columna vertebral del
Ejército». Esta frase es muy conocida en el am-
biente militar de todo el mundo. El hecho es que
los suboficiales son necesarios en todas y cada
una de las actividades militares. Están capacita-
dos para desempeñar una gran variedad de tra-
bajos y son miembros de nuestros ejércitos, de-
dicados exclusivamente a la carrera de las
armas. Su experiencia y capacidad de mando les
distingue como elemento de apoyo y asesora-
miento al mando y como verdaderos profesiona-
les de las Fuerzas Armadas. Como cuadros de
mando, se distinguen por su experiencia y capa-
cidad de adaptación a situaciones de riesgo al-
canzando el éxito, respondiendo a estas situa-
ciones con profesionalidad y altruismo,
basándose para ello en su amplio conocimiento
de los medios, procedimientos, altísima capaci-
dad de decisión y dotes de mando. Su lealtad e
integridad han sido siempre un ejemplo y orgullo.
Nuestras Fuerzas Armadas han sufrido nume-
rosas transformaciones en las últimas dos déca-
das. El ingreso en la OTAN y la naturaleza de las
misiones en las que nuestras Fuerzas Armadas
participan, son una gran oportunidad para mos-
trar al mundo entero las virtudes de nuestro Ejér-
cito y con ello las virtudes de nuestros suboficia-
les.
Entre las naciones pertenecientes a OTAN
existen grandes diferencias cuando nos referi-
mos a los suboficiales. Estas diferencias radican
78 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
en que no todas consideran y preparan a los su-
boficiales de la misma manera. Es digno de re-
saltar que en la mayoría no existe una academia
general básica de suboficiales similar a la nues-
tra y los períodos de formación son bastante
más cortos que el nuestro. En algunos casos se
reducen a dos meses con la consiguiente dife-
rencia del nivel de formación.
Otro factor importante de diferenciación es la
definición del propio concepto, ya que en mu-
chas naciones la palabra suboficial tiene un sig-
nificado muy distinto al español. Este término pa-
ra la OTAN es non commissioned officer (NCO)
que podría traducirse como «oficial sin despa-
cho», definición que no cuadraría con la nuestra.
Estos NCO incluyen, en algunos casos, a todos
los militares que no son oficiales por lo que no
existe diferencia entre clases de tropa y subofi-
ciales. En otros casos, el primer NCO se corres-
ponde con nuestro cabo, por ser el primer em-
pleo con capacidad de mando, ya que agrupan a
la clase de tropa como enlisted, algo similar a
«alistados». Muchos países consideran enlisted
a todos los militares que no son oficiales.
Por el contrario, la equivalencia de empleos
que establece el Stanag 2116 se ajusta bastante
a las funciones que desempeñan los suboficiales
españoles. Este Stanag define los grados milita-
res de OTAN y a los suboficiales los incluye en
other ranks (OR), en español otros empleos, que
abarcan desde el OR 1 (nuestro soldado) al OR
9 (nuestro subteniente y suboficial mayor).
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Personal

Otro concepto que no tiene una clara corres- - Han de tener un amplio y detallado conoci-
pondencia con nuestra escala de suboficiales es miento de las operaciones de la OTAN y su fun-
la figura del senior NCO cuya traducción al cas- cionamiento; así como, adicionalmente, entender
tellano sería similar a «suboficial antiguo», estos con precisión las muchas facetas del trabajo en
son en la mayoría de los países OR 7, OR 8, OR ambiente internacional.
9, desde nuestro sargento primero al suboficial - Debe existir un proceso de selección están-
mayor. Podriamos encontrar alguna equivalencia dar para aquellos suboficiales que vayan a ocu-
con los antiguos suboficiales superiores de la par los puestos OTAN de mayor responsabilidad
Escala Básica hoy en día inexistentes. Hay ma- a nivel operacional y estratégico.
teria suficiente para escribir cientos de páginas - La OTAN ha de disponer de un sistema es-
definiendo las diferencias entre los suboficiales pecífico de formación de suboficiales para ase-
de las diferentes naciones pertenecientes a gurar su preparación para desempeñar sus fun-
OTAN. ciones dentro de la organización, siendo esta un
complemento más de su formación como subofi-
NECESIDADES ACTUALES ciales en su país de origen.
La naturaleza de los conflictos y la aplicación La OTAN necesita estandarizar el cuerpo de
de la fuerza están sometidas a una transforma- suboficiales y para ello debe:
ción radical. El mundo es más inestable y com- - Definir las capacidades de cada uno de los
plejo. Consecuentemente la OTAN necesita empleos de suboficial, especialmente en lo que
cambiar. Las futuras fuerzas aliadas deben ser se refiere a la de mando.
flexibles, ágiles, móviles y muy rápidas a la hora - Ayudar a las naciones a cumplir con estos
de desplegar. Para todo ello necesitamos tanto criterios.
unos oficiales como unos suboficiales altamente - Asegurarse de que los suboficiales seleccio-
cualificados. Esta cualificación va más allá de la nados para trabajar en ambiente multinacional
clásica preparación a nivel nacional, puesto que sean los mejor preparados para desenvolverse
debemos ser capaces de adaptarnos a un am- en un ambiente multicultural a nivel estratégico y
biente multinacional y seguir los procedimientos operacional.
OTAN. Para esto necesi-
tamos suboficiales capa-
ces de trabajar en este
tipo de ambiente, total-
mente preparados para
desempeñar el papel
que, de acuerdo con su
graduación, la OTAN es-
tablece para ellos.
Podemos afirmar que
los suboficiales:
- Deben estar capaci-
tados para trabajar en
ambiente internacional y
cumplir los requisitos es-
tablecidos por la OTAN
de acuerdo con su em-
pleo/rango.
- Necesitan estar pre-
parados para desempe-
ñar sus funciones tácti-
cas, operacionales y
estratégicas.

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 79

78-80.ps - 10/19/2007 13:16 PM

standars and develop-

ment working group que
traducido podría ser «gru-
po de trabajo para el de-
sarrollo y estándares de
los suboficiales» y cuya
finalidad es definir este
cuerpo de la OTAN. Las
siguientes palabras defi-
nen su objetivo: «Permitir
a todos los suboficiales
de la OTAN ser iguales
en sus niveles de trabajo
con respecto a sus obli-
gaciones internacionales.
Depositando en ellos to-
da la confianza al desa-
rrollar sus actividades
profesionales en un clima
de interoperatibilidad.
Preparar cursos de for-
mación para los diferen-
tes empleos de subofi-
cial».
Este grupo de trabajo
OTAN necesita definir todos y cada uno de los ha preparado y aprobado una definición de subo-
empleos del cuerpo de suboficiales. Esto asegu- ficial que refleja lo que OTAN espera de ellos, y
rará que todas las naciones enviarán suboficia- está trabajando para definir, asimismo, todos sus
les perfectamente capacitados para cada uno de empleos, uno por uno. El siguiente paso es se-
los puestos de trabajo. Para garantizar el nivel ñalar las materias que se han de impartir en ca-
de profesionalidad, la OTAN debería preparar e da curso. Los cursos serán tres: OR4/OR5
impartir sus propios cursos para los diferentes (cabo 1º/cabo mayor), OR6/OR7 (sargento/sar-
empleos de suboficial. Estos cursos habrían de gento1º), OR8/OR9 (brigada/subteniente/subofi-
ser impartidos a todos y cada uno de los subofi- cial mayor).
ciales antes de incorporarse a un destino OTAN. Cada nación es responsable de que su perso-
Es necesario que en ellos, los instructores y nal cumpla las condiciones establecidas para ca-
alumnos intercambien ideas para poder mejorar da uno de los empleos antes de enviarlo a estos
dichos cursos con la experiencia de todos y cada cursos. Dichos cursos son para ayudar a estos
uno de los participantes. Así mismo sería conve- suboficiales a su adaptación a OTAN, de ningu-
niente que para completar su formación, los su- na manera se formarán suboficiales con la asis-
boficiales asistieran a otros cursos de los que se tencia a estos cursos.
imparten a nivel OTAN: NATO orientation También se está estudiando la implementa-
course, Crisis management, etc. ción a nivel OTAN del puesto denominado «el
suboficial al lado del comandante»; esto no es
EL FUTURO más que utilizar la figura del suboficial mayor co-
OTAN ya ha empezado a trabajar en las nece- mo enlace de los suboficiales con el jefe de la
sidades anteriormente señaladas, y ya existe un unidad. La idea principal es que vele por la cali-
grupo de trabajo compuesto por suboficiales de dad del cuerpo de suboficiales, asesorándoles y
las diferentes naciones pertenecientes a la orga- ayudándoles, y asesorando, asimismo, al mando
nización. Este grupo de trabajo se llama NCO en todas las cuestiones relacionadas con ellos. 

80 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007

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Personal

Reflexiones sobre la influencia del

espíritu de cuerpo en

la moral militar
José Salvador Cubedo. Teniente Coronel. Transmisiones. DEM.

MORAL, MOTIVACIÓN Y sión de los valores tradicionales de la moral par-

ESPÍRITU DE CUERPO te de una consideración del individuo de forma
En el ámbito de la cultura militar, la moral se aislada, soslayando que el combatiente forma
entiende como la motivación que debe poseer el parte de un entramado social y organizativo que,
miembro de las Fuerzas Armadas para superar de una forma u otra, condiciona y modula su
los riesgos y dificultades de la vida militar en ge- conducta. Esta estructura orgánico-social se
neral, y del campo de batalla en particular. En configura en una serie de niveles superpuestos
principio, para que un soldado cuente con alta que parten del grupo de camaradas con el que
moral, debe identificarse con las razones ideoló- se comparte la mayor parte del tiempo, pasando
gicas para combatir, estar convencido de su pro- por la unidad militar en la que se está encuadra-
pia capacidad técnica basada en un entrena- do y en la que se desarrollan las actividades mili-
miento eficaz y medios adecuados, y, además, tares día a día, llegando, finalmente, al cuerpo,
confiar plenamente en la estructura de mando servicio, o Ejército al que se pertenece, y que
sustentada en un liderazgo fruto de la eficacia condiciona los rituales militares y el marco legal
profesional de sus jefes y de su ejemplo. Estas y normativo que es de aplicación.
son las condiciones que tradicio-
nalmente se han considerado ne-
cesarias para que el soldado ad- La moral se entiende como la
quiera la motivación suficiente

motivación que debe poseer el miembro de

con el fin de llevar a cabo ade-
cuadamente las actividades que
le corresponden.

las Fuerzas Armadas para superar los

La motivación promovida por
esta combinación de factores
ideológicos, materiales y de lide-
riesgos y dificultades de la vida militar
razgo no es algo que el soldado
pueda percibir de forma directa.
Son factores externos que debe
interpretar adecuadamente para en general, y del campo de
que surjan en él los sentimientos

batalla en particular
que le conduzcan a asumir sus
obligaciones militares. Esta vi-

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 81

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Figura 1: Pirámide de Maslow con la jerarquía
de satisfacción de las necesidades humanas
En este contexto, cuando analizamos la reali-
dad de las relaciones interpersonales que se
crean en las pequeñas unidades, en situaciones
de dificultad o en combate continuado, percibimos
que los componentes que se consideran teórica-
mente necesarios para conseguir una alta moral
militar no son los únicos factores, ni a veces los
más importantes, para alcanzar la adecuada moti-
vación para el combate. En el momento en que el
soldado se enfrente a situaciones extremas, frente
al fuego enemigo, o sufriendo las penalidades
propias del campo de batalla, su conducta no está
directamente motivada por los factores que com-
ponen la visión convencional de la moral militar.
En esas situaciones de riesgo, peligro y dificulta-
des, la perspectiva de identificación ideológica, de
contar con material apropiado, o el tener buenos
líderes, no son aspectos que se interioricen cons-
cientemente por parte del combatiente. Los senti-
mientos que motivan su conducta tienen mucho
que ver con las relaciones que se generan en los
grupos informales, en los que realiza la mayor
parte de sus actividades, y con cuyos miembros
comparte dificultades y peligros. Ese contacto hu-
mano con compañeros que han sufrido en común
riesgos y penalidades crea lazos fuertes que se
superponen a los elementos motivadores clásicos
de la moral militar.
82 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
Todo aquel que haya formado
parte de una unidad militar y, en
ella, haya tenido que sufrir la expe-
riencia de combate o de un entre-
namiento intenso, sabe que, de una
manera u otra, se acaba creando
un vínculo entre sus miembros. Es
un sentimiento de pertenencia, de
compromiso y de complicidad mu-
tua. Nace de compartir dificultades
y peligros, y trasciende las diferen-
cias culturales, económicas o so-
ciales de los miembros del grupo.
¿Quién no ha oído alguna historia
familiar rememorando las amista-
des nacidas durante nuestro anti-
guo servicio militar? Las referencias
a las penalidades propias de la vida
militar quedaban relegadas por los
recuerdos de los compañeros con
los que se habían compartido tan-
tas experiencias. En la «mili» se
forjaban amistades que duraban años, o incluso
toda una vida.
Estas especiales relaciones de camaradería
que inicialmente tienen un carácter informal y es-
pontáneo, se estructuran y formalizan en el con-
texto de las pequeñas unidades militares. La or-
ganización de la pequeña unidad militar sirve de
soporte para acoger, integrar y estructurar estos
grupos informales nacidos del propio contacto
entre sus componentes. John Keegan, en el
magnífico análisis micro histórico que realiza en
su libro El rostro de la batalla, concluye que de
esta formalización de las relaciones interperso-
nales dentro de las estructuras militares tradicio-
nales, nace lo que se conoce como «espíritu de
cuerpo», y que este constituye una de las princi-
pales fuerzas motivadoras del soldado. Esta
identificación del combatiente, primero con sus
compañeros más próximos, y después con el
«cuerpo» o estructura formal que delimita sus re-
laciones en el ámbito de lo militar, crea un senti-
miento de compromiso y de responsabilidad
frente a los logros y objetivos de la unidad. Este
sentimiento es muchas veces más fuerte que el
que pueda generarse por la asunción de los va-
lores tradicionales de la moral militar. Las rela-
ciones familiares y sociales que han sido deja-
das atrás por las circunstancias que imponen las
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Personal

Todo aquel que haya formado parte de una

obligaciones militares, son su-
plantadas por los sentimientos
del espíritu de cuerpo que con-
vierten a la unidad militar en la unidad militar y, en ella, haya tenido que
nueva «familia» del soldado.
Su mundo afectivo se traslada
al campo de batalla, y sus in- sufrir la experiencia de combate o de un
quietudes personales se desa-

entrenamiento intenso, sabe que, de una

rrollan en el contexto de la uni-
dad a la que pertenece, y con
los compañeros con los que
manera u otra, se acaba creando un
pasa la mayor parte del tiem-
po. Se combate al lado de los
compañeros, porque estos lo
hacen y, a veces, en venganza vínculo entre sus miembros
o en homenaje a aquellos que
han muerto o han sido heridos.
Dado que la moral militar tradicional es un con- senta un riesgo cierto o una fatiga extrema, tam-
cepto ligado al de motivación, resulta muy intere- bién es imprescindible para el funcionamiento
sante analizar el modelo psicológico que se cono- eficaz de los ejércitos en tiempo de paz. En es-
ce como «pirámide de Maslow», y cuyo fin es tas circunstancias en donde el soldado no está
facilitar el análisis de la motivación humana. Este sujeto a las tensiones y peligros del combate, los
modelo conceptual, elaborado por el psicólogo aspectos formales del espíritu de cuerpo pueden
Abraham Maslow en 1943, considera que el ser resultar más eficaces en su motivación que las
humano se conduce de acuerdo a una serie de relaciones espontáneas de camaradería. El espí-
elementos motivadores asociados a la satisfac- ritu de cuerpo permite la creación de sentimien-
ción de sus necesidades. Estas necesidades se tos de autoestima que están basados en la per-
estructuran en distintos niveles: desde un plano tenencia a un cuerpo, a una unidad. Este
inferior de carácter fisiológico, pasando por otro sentimiento de pertenencia e identificación, re-
con elementos de naturaleza social, hasta un es- quiere que el individuo perciba que el cuerpo o
trato superior de carácter cultural. Esta estructura unidad en el que está inscrito, posee rasgos dis-
de necesidades fue descrita originalmente por tintivos y especiales que le hagan sentirse dife-
Maslow en forma de pirámide y la idea básica de rente de los miembros de otras unidades o cuer-
su teoría era que, en esta jerarquía, las necesida- pos. Los factores motivadores basados en el
des más altas ocupan nuestra atención solo una espíritu de cuerpo, se ven retroalimentados si la
vez se han satisfecho necesidades de los niveles unidad o cuerpo en cuestión consigue trasladar
inferiores de la pirámide (Figura 1). al entorno en el que se encuentra la convicción
Sin embargo, las características de las opera- de que, efectivamente, sus miembros tienen un
ciones militares requieren subvertir el orden su- carácter no solo distinto, sino superior a los de-
cesivo de satisfacción de necesidades de la pirá- más.
mide de Maslow, de forma que el combatiente Los colores de las boinas, los uniformes distin-
sublime sus necesidades de supervivencia, y tivos, los ritos militares especiales, todo coadyu-
vea satisfechas primero otras de ámbito social o va a que ciertas unidades o cuerpos militares se
cultural. El espíritu de cuerpo nace precisamente atribuyan un carácter especial, basado en misio-
con la aparición de grupos definidos que permi- nes de alto riesgo, en una especialización técni-
ten la satisfacción de las necesidades de autoes- ca u operativa particular, o en tradiciones glorio-
tima y autorrealización que se encuentran en los sas. Lo importante es fomentar el sentimiento de
niveles más altos de la pirámide de Maslow. pertenencia y de autoestima. La propia dinámica
La motivación en los ejércitos no solo es nece- de funcionamiento de la unidad puede ofrecer la
saria en aquellas situaciones en las que se pre- posibilidad de demostrar efectivamente que los

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 83

81-86.ps - 10/19/2007 13:18 PM

dad. En estas operacio-

nes se requieren unos
tiempos de generación
y despliegue muy cor-
tos, siendo muy difícil
que las organizaciones
operativas que se arti-
culan para responder a
estos retos, estén com-
puestas por un conjunto
homogéneo de unida-
des militares orgánicas.
En estas circunstancias,
la cohesión inicial de los
agrupamientos operati-
vos se basa en la inte-
roperabilidad en térmi-
nos de una doctrina,
equipo y procedimientos
comunes o compatibles.
Los componentes de
estos agrupamientos
Figura 2: Gráfico con la diferente naturaleza de los senti- operativos provienen,
mientos de pertenencia y compromiso, en relación con en muchas ocasiones,
de unidades orgánicas
el tamaño de las unidades distintas y, por ello, las
operaciones se inician
rasgos distintivos y especiales no solo son for- sin que pueda decirse que exista una cohesión
males o atribuidos, sino reales, y se demuestran total en el conjunto de los intervinientes. Ade-
en operaciones, o en tiempo de paz. En estas más, en este tipo de operaciones se produce
circunstancias, el soldado no solamente satisfa- una rotación constante entre los miembros de las
ce sus necesidades de autoestima y pertenen- unidades involucradas, lo que dificulta aun más
cia, sino que puede satisfacer también su el nacimiento de sentimientos de pertenencia e
autorrealización personal, en el nivel más alto de identificación tan necesarios, como hemos visto,
necesidades humanas de la pirámide de Mas- para el fomento de la moral militar.
low. Resulta curioso señalar cómo este senti- En los tipos de operaciones actuales, normal-
miento de autorrealización es reflejado de una mente asociados a misiones de apoyo a la paz,
forma muy pragmática en la antigua versión de los requerimientos de cohesión operativa en tér-
la doctrina militar terrestre de la OTAN que con- minos de espíritu de cuerpo, relaciones intergru-
sideraba que «la forma más adecuada de au- pales y motivación para el combate pueden no
mentar la moral de las tropas es alcanzar la vic- ser tan necesarios como en el caso de las opera-
toria». ciones ofensivas o defensivas convencionales.
Una vez iniciado el cumplimiento de la misión, a
EL ESPÍRITU DE CUERPO EN medida que pase el tiempo, la participación día a
ESTRUCTURAS OPERATIVAS día en las operaciones, y la convivencia en una
Otro aspecto importante en la problemática misma base o campamento forjará el nacimiento
asociada a la influencia del espíritu de cuerpo en de relaciones de mutua interdependencia entre
la motivación del combatiente, es aquel que sur- los componentes de las agrupaciones operati-
ge de las particularidades de las operaciones en vas. La propia experiencia de mandos y tropa en
las que participa nuestro Ejército en la actuali- su sucesiva participación en este tipo de opera-

84 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007

81-86.ps - 10/19/2007 13:18 PM

Personal

En el Servicio Militar se forjaban amistades que duraban

años, o incluso toda una vida

ciones hará las cosas más fáciles, y permitirá un Como hemos visto antes, los factores motiva-
menor tiempo de adaptación a las características dores basados en el espíritu de cuerpo pueden
y circunstancias de cada misión. desembocar en un sentimiento de superioridad
La intervención de nuestro Ejército en este tipo frente a otras unidades o cuerpos. Este senti-
de operaciones, ha demostrado que en los agru- miento de superioridad va asociado, en muchas
pamientos operativos participantes, puede nacer ocasiones, a la idea de que una unidad o cuerpo
un cierto sentimiento de espíritu de cuerpo que se tiene más exigencias y asume mayores riesgos
asocia al propio agrupamiento, o al tipo de misión, que otras y que, por ello, sus miembros deben
y que puede tener un carácter permanente a pe- ser compensados de alguna forma. La propia es-
sar de que sus integrantes se incorporen a la uni- pecificidad de un grupo, unidad o cuerpo justifica
dad o la abandonen con cierta frecuencia. la concesión de privilegios a sus miembros en
relación con los demás. Por otra parte, no cabe
DEL ESPÍRITU DE duda de que la atribución de privilegios a deter-
CUERPO AL CORPORATIVISMO minadas unidades refuerza todavía más la moti-
Las medidas y rasgos distintivos que buscan vación de sus miembros. Sin embargo, el corpo-
fomentar el espíritu de cuerpo, pueden elevar rativismo excesivamente formalizado y
su grado de formalización, extendiendo su al- sustentado en la concesión de privilegios discri-
cance e influencia desde las pequeñas unida- minadores puede desembocar en efectos distin-
des a las grandes, a las armas y cuerpos, o, in- tos a los que originalmente se buscaban. Por
cluso, hasta el propio ámbito de cada uno de ejemplo, en el caso de privilegios de carácter
los Ejércitos que componen las
Fuerzas Armadas. La naturale-
za espontánea original, ligada a
las relaciones intergrupales en
ámbitos relativamente peque-
ños, da paso a complejos siste-
mas formales altamente regula-
dos. En estas circunstancias, el
espíritu de cuerpo inicial de-
semboca en lo que se conoce
como corporativismo. En su fa-
ceta más amable, el corporati-
vismo militar no es más que la
institucionalización del espíritu
de cuerpo mediante la completa
regulación formal de las relacio-
nes de incorporación, pertenen-
cia y comportamiento de los
miembros de un grupo; en
nuestro caso, de una unidad o
cualquier otra organización mili-
tar (Figura 2).

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 85

81-86.ps - 10/19/2007 13:18 PM
material, evitar la discriminación resulta muy difí-
cil, ya que los recursos que sustentan este tipo
de privilegios son siempre limitados, y lo que se
sustrae para beneficiar a unos acaba perjudican-
do a otros. La discriminación puede ser menos
patente en el caso de privilegios asociados a la
utilización de símbolos identificadores especiales
(uniformes, distintivos, etc.), o también, en la atri-
bución de prioridades o exenciones asociadas
respectivamente a determinados derechos u
obligaciones.
Podría incluso darse el caso de que los privile-
gios atribuidos a determinadas unidades acaba-
ran implicando una preponderancia de estas en
el conjunto de la institución u organización de la
que forman parte. Los privilegios originalmente
concedidos con el fin de contrarrestar los riesgos
y dificultades que pudieran tener los miembros
de una unidad, acaban dotando a dicha unidad
de un poder de decisión sobre las otras. Este fe-
nómeno puede producirse cuando uno de los pri-
vilegios de la unidad consiste en que sus miem-
bros cuentan con mayores facilidades para
formar parte de la estructura de Mando de la ins-
titución en su conjunto. Si este fenómeno no se
controla, podría llegar a darse el caso extremo
de la suplantación de la estructura original de po-
der formal de una institución por otra, compuesta
fundamentalmente por componentes de una uni-
dad privilegiada y que, lógicamente, realimenta
dichos privilegios utilizando la posición preemi-
nente de sus miembros en las estructuras de po-
der de la institución.
Otro riesgo del corporativismo nace de su pro-
pia naturaleza institucional. Fomentar ritos, uni-
formes y comportamientos distintivos de una ma-
nera extremadamente regulada y formal,
apoyándose en un mecanismo de imposición for-
zada, puede crear rechazo y avivar la desvincu-
lación del soldado hacia su unidad. Este puede
acabar considerando que los rasgos identificado-
res y distintivos son algo puramente artificial e
impuesto de forma externa, sintiéndose instru-
mentalizado en beneficio exclusivo de determi-
nados miembros de la institución. La búsqueda
exagerada de la identificación de los componen-
tes de una unidad a un patrón corporativo co-
mún, puede provocar este tipo de rechazo al
alienar sus propios sentimientos de individuali-
dad y su iniciativa personal.
86 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
CONCLUSIÓN
No es fácil definir cuál puede ser el equilibrio
adecuado entre la espontaneidad de las relacio-
nes que se crean entre los pequeños grupos en-
cuadrados en unidades militares, y las relaciones
de pertenencia basadas en mecanismos forma-
les que crean normas y rituales y que implican, a
veces, la concesión de privilegios. ¿Cómo con-
trarrestar, en esas circunstancias, el riesgo de
nacimiento de un corporativismo excluyente y
discriminador?
La equidad y la ponderación es quizá la solu-
ción para evitar los riesgos del mal corporativis-
mo. La clave en la prevención de este tipo de
problemas puede consistir en evitar la desvirtua-
ción de los mecanismos de motivación basados
en el espíritu de cuerpo e impedir el nacimiento
de un corporativismo discriminador. Todos los
miembros de las Fuerzas Armadas comparten
los valores e intereses de la institución en su
conjunto, y dichos valores han de ser preeminen-
tes frente a otros que surjan como consecuencia
del propio funcionamiento o naturaleza particular
de las unidades. La concesión de privilegios
compensatorios no puede ser discriminadora, de
forma que aquellas unidades que no los disfrutan
no se vean afectadas en su propia autoestima, ni
en los recursos esenciales para su propio funcio-
namiento. De la misma forma, aquellas unidades
beneficiadas han de ejercer sus privilegios con
prudencia, en el marco de su propio ámbito de
funcionamiento, sin caer en el riesgo de conver-
tirlos en un fin en sí mismo, ni de utilizarlos en su
exclusivo beneficio perjudicando indirectamente
a otras unidades.
Conseguir la máxima eficacia operativa de la
unidad como consecuencia de la alta motivación
de sus componentes, minimizando la amenaza o
el ejercicio del castigo, es casi un arte que re-
quiere no solamente excelencia profesional y ca-
pacidad de liderazgo, sino también intuición y
tacto en la relación con los subordinados. Pro-
mover sentimientos de espíritu de cuerpo en las
unidades militares es una de las formas de ele-
var la motivación de sus miembros. Sin embar-
go, los elementos y rasgos diferenciadores y dis-
tintivos que se requieren para ello han de
aplicarse con prudencia, sin forzar su imposición,
y evitando que resulten discriminatorios para
otras unidades. 
87-93.ps - 10/19/2007 13:21 PM

Nivel Operacional y Táctico

LOS EQUIPOS DE
TOMA DE MUESTRAS NBQR
Fernando Noval García. Capitán. Infantería.

INTRODUCCIÓN nes y minimizar el riesgo al que está expuesta la

El país «A» dispone de armas nucleares y ha fuerza bajo su mando.
suscrito los tratados internacionales de limita- Los siguientes hechos pueden indicar que se
ción de este tipo de armas. El país «B» no ha ha producido un ataque con armas NBQR:
suscrito ningún tipo de convenio y dispone de - La alarma proporcionada por los medios de
armas químicas. Durante el desarrollo de un detección NBQR de los que dispone la fuerza.
conflicto, «B» emplea armas químicas contra - La aparición de humos, sprays, aerosoles
«A» y provoca un gran número de bajas milita- emanando de aviones, vehículos, proyectiles y
res y civiles en la población de «A». «A» nece- otro tipo de municiones.
sita demostrar, sin ningún ti-
po de duda, que «B» ha
empleado este tipo de agen-
te, de forma que, una vez
presentadas las pruebas an-
te la comunidad internacio-
nal, esta apoye la respuesta
que va a realizar «A» contra
«B». Dicha respuesta es el
empleo de armas nucleares.
¿Pero como se puede de-
mostrar que «B» ha emplea-
do armas químicas?

GENERALIDADES
En cualquier ataque o inci-
dente con armas NBQR (nu-
clear, biológico, químico y ra-
diológico), una de las
prioridades del mando será,
sin ningún tipo de duda, el de-
terminar el tipo de agresivos
NBQR que han sido emplea-
dos en su área de responsabi-
lidad, para apoyar sus decisio-

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 87

87-93.ps - 10/19/2007 13:21 PM
- La presencia de olores y líquidos sospecho-
sos, sustancias extrañas, los cuales no están
normalmente asociados con armas de alto poder
explosivo.
- La aparición de síntomas y bajas relaciona-
dos normalmente con ataques realizados con ar-
mas de destrucción masiva.
Sin embargo, la presencia de alguno de los
factores anteriores no indica obligatoriamente
que se hayan usado armas de destrucción masi-
va. Así, por ejemplo, que un detector químico
portátil indique que hay sustancias químicas o
que cierto personal muestre síntomas de haber
estado expuesto a agentes químicos, no son
pruebas concluyentes. Es necesario que espe-
cialitas realicen una toma de muestras, de acuer-
do con unos procedimientos establecidos, y que
posteriormente un laboratorio, reconocido como
de referencia por la OTAN, realice la identifica-
ción de dichas muestras.
DETECCIÓN DE LOS AGENTES NBQR
Este punto pretende explicar por qué no es fá-
cil detectar un ataque NBQR, basándose en los
puntos expuestos anteriormente:
- Los agentes NBQR se emplean normalmen-
te al amanecer y al anochecer, con la finalidad
88 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
de prolongar sus efectos, y en condiciones mete-
orológicas adecuadas. Por lo tanto, para un ob-
servador es complicado determinar la presencia
de humos extraños. Hay ciertos agentes incolo-
ros e inodoros, que no podrán ser detectados
por la vista y el olfato. Así mismo, hay agentes
que no tienen efectos inmediatos, a los cuales
podemos estar expuestos sin saberlo, como los
agentes biológicos, que tardan días en mostrar
sus efectos.
- Actualmente se puede decir que, a diferencia
de los riesgos químico y radiactivo, no hay dispo-
nibles en el mercado aparatos portátiles detecto-
res de agentes biológicos. Además, los medios
de detección tienen principios de funcionamiento
en los que es normal que se produzcan falsos
positivos1 y falsos negativos2.
TOMA DE MUESTRAS
Se define como la recogida para el análisis de
materiales conocidos o sospechosos de haber
sido empleados en un ataque NBQR o haberse
producido como consecuencia de una emisión
distinta de un ataque con armas NBQ, tipo deno-
minado ROTA3 .
Los equipos de toma de muestras trabajan pa-
ra los laboratorios de identificación, ya sean «fi-
jos» o «desplegables», los
cuales son los que realmen-
te realizan la identificación.
Es necesaria una exquisita
coordinación entre estos
equipos y los laboratorios,
ya que una mala recogida
de muestras, dificulta, o in-
cluso impide, que se pueda
realizar una buena identifi-
cación.
OBJETIVOS DE
LA TOMA DE MUESTRAS
Se pueden determinar
dos objetivos diferentes. El
primero y más importante
es el estratégico y el segun-
do el operacional.
El ejemplo mostrado en
la introducción es clara-
mente un objetivo estraté-
gico y depende de una me-
87-93.ps - 10/19/2007 13:21 PM

Nivel Operacional y Táctico

ticulosa toma de muestras

e identificación, las cuales
tienen que estar de acuer-
do con todos los procedi-
mientos marcados por la
OTAN.
A continuación se expone
un ejemplo de un ataque
con armas NBQR en el que
el objetivo de la toma de
muestras y posterior identifi-
cación tiene carácter opera-
cional. Se busca obtener in-
formación para adoptar las
medidas adecuadas para la
protección de la fuerza y la
continuación de las opera-
ciones.
«Durante el reparto de la
correspondencia en el cen-
tro de operaciones de una
gran unidad desplegado en
zona de operaciones, uno de sus miembros abre centro de operaciones y comience a moverse
un sobre y se produce por sorpresa, una peque- por todo el puesto de mando, contribuyendo a
ña nube de polvo que rápidamente se extiende la dispersión de la sustancia por las instalacio-
por el local, depositándose encima del personal nes. Se podrá pedir asesoramiento al Centro
y medios que allí se encuentran. Inevitablemen- de Control Nuclear, Biológico, Químico y Ra-
te, la gente ha inhalado dicha sustancia. Los me- diológico (CCNBQR) del puesto de mando que
dios electrónicos como pantallas de ordenado- podrá proponer, entre otras acciones, que se
res, procesadores, medios de transmisiones, etc, aísle la zona, se descontamine al personal, se
quedarán presuntamente contaminados externa le proporcionen cuidados médicos y, a conti-
e internamente por dicho polvo. nuación, se realice un reconocimiento NBQR
El personal recordará lo sucedido después para determinar si se ha empleado un agente
del 11 de septiembre con las cartas del carbun- de este tipo.
co (ántrax) y posiblemente se producirá una si- Mientras ocurre todo esto, se habrá paralizado
tuación de pánico, debido a la duda razonable el trabajo del puesto de mando, distraído al per-
de que haya podido sufrir un ataque con algún sonal médico de sus labores, elevado el nivel de
tipo de agente biológico, toxina, etc. Ante esta protección del personal que se encuentre en la
situación, es previsible que la gente salga del zona afectada, obligando a colocarse el equipo

En cualquier ataque o incidente con armas NBQR una de las prioridades del
mando será, sin ningún tipo de duda, el determinar el tipo de agresivos NBQR
que han sido empleados en su área de responsabilidad

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 89

87-93.ps - 10/19/2007 13:21 PM

rial sensible (procesado-

res, discos duros, etc.)
es muy complicada y
hay riesgo de que dicho
material pueda dañarse.
Sin embargo, es ne-
cesario hacerse las si-
guientes preguntas:
¿Y si es una falsa
alarma? ¿Y si a lo que
se enfrentan es un so-
bre con polvos de talco
u otra sustancia pareci-
da? ¿Cuánto tiempo se
ha perdido? ¿Cuánto
personal se ha moviliza-
do? ¿Cuántas medici-
nas se han administra-
do? ¿Cuánto material se
ha podido dañar?
Es verdad que actual-
mente hay medios que
permiten realizar una
«identificación biológica
provisional»4 y que indi-
can si se ha empleado
este tipo de agente. Sin
embargo, dichos me-
dios están dirigidos a la
identificación de unos
de protección individual (EPI) y por lo tanto, dis- pocos agentes y como ya se ha dicho anterior-
minuyendo la capacidad de combate de la uni- mente, de una forma provisional.
dad.
Posteriormente, con la llegada de la unidad de ¿POR QUÉ ES NECESARIA LA
reconocimiento NBQ se procederá a intentar de- IDENTIFICACIÓN DE AGENTES NBQR?
terminar si la sustancia empleada es o no un La detección nos indica que puede haber un
agente NBQR. Hay que tener en cuenta que hoy agresivo en la zona, pero se desconoce si es o
en día, es posible la detección en tiempo real, no una falsa alarma y qué tipo de agresivo es.
mediante medios portátiles, de materiales radiac- En esta situación, se podría pensar que en caso
tivos y de sustancias químicas. Sin embargo, en de duda, lo mejor es considerar que nos encon-
estos momentos queda una tarea pendiente: la tramos ante un agente NBQR, sea o no un ata-
detección en tiempo real de los agentes biológi- que real, y que el mando adopte una decisión
cos. Como consecuencia de lo anterior, siempre apoyándose en lo anterior. Sin embargo, lo ante-
habrá una duda razonable de la presencia de un rior puede complicar la ejecución de la misión
agente biológico en la zona. encomendada. A continuación se exponen cier-
En este momento se podría pensar que lo más tas implicaciones que se han de tener en cuenta:
sencillo es llevar una unidad de descontaminación - En caso de dar la alarma por exceso, es de-
NBQR para que descontamine la zona afectada, cir, que se dé la alarma sin asegurarse si la sus-
al personal y al material. A simple vista puede pa- tancia es o no un agresivo, se producirá una
recer sencillo, pero la descontaminación de mate- gran disminución de la capacidad de combate de

90 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007

87-93.ps - 10/19/2007 13:21 PM
la unidad5. Además, el mando podría ordenar
que la unidad afectada saliera de la zona, obli-
gando a ejecutar movimientos y por lo tanto a
abandonar zonas de terreno importantes para
las operaciones.
- Para predecir la posible zona afectada, el nú-
cleo/centro de control NBQR, órgano que realiza
las predicciones, necesita conocer la mayor infor-
mación posible sobre el tipo de agresivo6. Si no
conociese la identidad del mismo, realizaría la
predicción empleando el peor de los casos, lo que
privaría al mando de grandes áreas de terreno.
- El suponer un área como contaminada, limita
la zona de acción de la unidad, obligando a de-
terminar unos itinerarios para movimiento de uni-
dades contaminadas y a desplegar sus unidades
de descontaminación. Para estas últimas es im-
portante conocer el tipo de agresivo al que se
enfrentan, para así disponer de los descontami-
nantes adecuados.
- Desde un puesto de vista logístico, obliga a
un abastecimiento de medios de protección
NBQR7, así como descontaminantes, medios de
detección, reactivos, piezas de repuesto, etc, los
cuales no serán fáciles de obtener y podrán co-
lapsar la cadena de abastecimiento8.
- La cadena sanitaria se vería obligada a pro-
poner el pretratamiento con fármacos o la inmu-
nización del personal sin conocer con certeza el
tipo de amenaza. Además estará interesada en
conocer qué tipo de agresivo ha sido empleado,
así como sus características, sintomatología, fár-
macos para su tratamiento, antídotos, etc. Tam-
bién es normal que debido al estrés, el personal
se haya administrado medicinas que no le hayan
sido previamente prescritas y que pueden provo-
car efectos secundarios.
Por todas estas implicaciones y teniendo en
cuenta que quizá se deban a una falsa alarma, el
mando no se puede conformar con una mera de-
No hay que olvidar que en múltiples ocasiones la única forma de saber a qué
nos enfrentamos, es realizando una toma de muestras
y posterior identificación.
Nivel Operacional y Táctico
tección y será necesario realizar la identificación
del tipo de agente, para obtener los datos nece-
sarios y, de esta manera, minimizar el impacto
que estos incidentes tienen en las operaciones.
NIVELES DE ORGANIZACIÓN DE LAS
UNIDADES DE TOMA DE MUESTRAS
El mando necesita las unidades de toma de
muestras para obtener información. Este debe
disponer de unas unidades que tengan la capaci-
dad de localizar, recoger y transportar mues-
tras en las condiciones adecuadas para su pos-
terior estudio e identificación en un laboratorio.
Se podrían establecer tres niveles diferentes
dentro de la toma de muestras:
- Nivel básico. La finalidad que persigue es
proporcionar muestras para su identificación, sin
tener en cuenta necesariamente lo indicado en
los documentos de referencia (AEP-10 y AEP-
49), por lo tanto, su valor sería operacional. Las
unidades de reconocimiento NBQR serían las
encargadas de la misma, teniendo una capaci-
dad muy limitada de recogida debido a los me-
dios, procedimientos y personal del que dispone.
Estas muestras podrían ser enviadas a un labo-
ratorio de análisis desplegable.
- El nivel intermedio. La finalidad es proporcio-
nar muestras para su identificación, teniendo en
cuenta lo indicado en los documentos de refe-
rencia (AEP-10 y AEP-49), pero uniéndose a la
toma de muestras medioambientales (agua, tie-
rra, vegetación, aire, etc.) sin capacidad de toma
de muestras biomédicas (sangre, órganos, orina,
etc.). Su valor sería operacional, pero con una
fiabilidad superior a la proporcionada por las del
nivel básico, eliminándose la posibilidad de con-
taminación cruzada9. Estas misiones son realiza-
das por equipos adiestrados específicamente pa-
ra ello. Estas muestras podrían ser enviadas a
un laboratorio de análisis desplegable.
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 91
87-93.ps - 10/19/2007 13:21 PM
- El nivel superior. Su finalidad es proporcionar
muestras para su identificación y para la determi-
nación del empleo por parte del oponente de ar-
mas NBQR, ciñéndose estrictamente a lo indica-
do en los documentos de referencia (AEP-10 y
AEP-49), con capacidad de toma de todo tipo de
muestras (medioambientales y biomédicas). Su
valor es estratégico. Esta misión la realizan equi-
pos con personal muy especializado (médicos
forenses, personal de laboratorio de análisis,
etc.). Estas muestras serán enviadas a un labo-
ratorio de referencia de la OTAN.
COMPOSICIÓN DE UNA UNIDAD
DE TOMA DE MUESTRAS
Los equipos de toma de muestras, de nivel in-
termedio y superior, deben estar constituidos al
menos por cuatro personas. Han de tener expe-
riencia previa en temas NBQR (sobre todo en
ejercicios con agentes reales) y deben desarro-
llar su labor con «dedicación exclusiva». En fun-
ción de las misiones se les podrá agregar más
personal, que podrá ser especializado (forenses,
químicos, biólogos, etc.). Estos equipos deben
poder ser aerotransportados y helitransportados.
Tienen que disponer de los medios necesarios
para la recogida y transporte de las muestras
(medios para el transporte de mercancías peli-
grosas) y actualmente de medios de identifica-
ción in situ.
Lo ideal es que haya un equipo para cada tipo
de amenaza, es decir, uno radiológico, uno bioló-
gico y uno químico. Estos equipos de toma de
muestras deben ir acompañados de un equipo
de descontaminación y, cuando sea necesario,
de un equipo de desactivación de explosivos
(EOD-NBQ) Cada equipo trabajará para un labo-
ratorio desplegable, ya sea R, B o Q, o cuando
sea necesario para el laboratorio de referencia
que se determine.
CONCLUSIONES.
La amenaza NBQR que existe actualmente,
añadida a los nuevos agentes que pueden apa-
recer como consecuencia de los avances científi-
cos, así como las limitaciones de los medios de
detección e identificación hacen que sea impor-
tante la ejecución de operaciones de toma de
muestras. No hay que olvidar que en múltiples
ocasiones la única forma de saber a qué nos en-
92 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
frentamos, es realizando una toma de muestras
y posterior identificación.
Es necesario conocer qué pueden hacer los
equipos de toma de muestras y cómo emplearlos
de forma adecuada. Así se proporcionará la in-
formación necesaria al mando para que adopte
las decisiones adecuadas, encaminadas a mini-
mizar los riesgos a los que la fuerza está ex-
puesta.
Finalmente y en caso de conflicto con empleo
de armas NBQR, estos equipos pueden tener un
valor estratégico.
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES
AEP 10. Manual para la toma de muestras e
identificación de agentes biológicos y químicos
(Handbook for sampling and identification of bio-
logical and chemical agents).
AEP 49. Manual para la toma de muestras e
identificación de agentes radiactivos (Handbook
for sampling and identification of radiological
agents).
NOTAS
1
Hay muchos detectores que con ciertas sustancias
químicas, como por ejemplo el típico spray Reflex,
dan una lectura positiva a agentes G (agentes nervio-
sos). De hecho, hay una serie de compuestos quími-
cos no peligrosos que se utilizan como simuladores
para instrucción. Hay otros medios que dan positivo
con cualquier compuesto que contenga azufre o fós-
foro, ya sea agresivo químico o no (por ejemplo, los
compuestos para matar ratas).
2
Existen agentes químicos que no son detectados por
medio de los aparatos detectores, como pueden ser
algunos incapacitantes.
3
Una emisión ROTA (release other than athack) pue-
de ser por ejemplo, la explosión de unos depósitos
de un material químico tóxico, el cual produce riesgo
para la población y la fuerza. Puede ser debido a
efectos colaterales, terrorismo, un mal mantenimien-
to de las instalaciones etc.
4
Actualmente, la finalidad de los equipos de toma de
muestras es la recogida de muestras para su poste-
rior envío a un laboratorio, donde serán identificadas.
Los niveles de identificación establecidos son los si-
guientes:
Identificación provisional. El nivel más bajo y se em-
plea para uso inmediato. Esta identificación puede
ser proporcionada por los equipos de toma de mues-
87-93.ps - 10/19/2007 13:21 PM

Nivel Operacional y Táctico

tras y constituye lo que lla-

maremos identificación in situ
(solo para muestras medio-
ambientales).
Identificación confirmada. El
nivel medio y es una identifi-
cación permanente y que po-
siblemente no cambiará. Es
proporcionada por los labora-
torios de análisis desplega-
bles (solo para muestras me-
dioambientales).
Identificación sin ningún tipo
de duda. El nivel más alto y
es irrefutable, más allá de to-
da duda. Es proporcionada
por una serie de laboratorios,
los cuales deben pasar una
evaluación de la OTAN para
su cualificación. Es para todo
tipo de muestras.
5
Así por ejemplo, cuando se
produce una alarma debida a
un ataque NBQR, se adoptará el nivel de protección días. Esto puede suponer que por una falsa alarma y
individual (NPI) adecuado durante el tiempo que se una mala gestión del riesgo, se tenga que asumir su
determine. Si el personal no está perfectamente ins- pérdida y la necesidad de un nuevo abastecimiento.
8
truido, el vestir los equipos de protección individual Los materiales específicos NBQ suelen ser costosos
hará que la capacidad de combate disminuya y podrá y complicados de abastecer. Si a ello unimos, por
provocar bajas añadidas debidas a estrés térmico, ejemplo, tener que llevar este material a zona de
psicológico, etc. Así, en un país muy caluroso, en el operaciones, lo tendremos que hacer en perjuicio de
que como consecuencia de humos producidos por otros abastecimientos que también son prioritarios.
vehículos o presencia de azufre a causa de explosio- Si esto se realiza como consecuencia de una falsa
nes, los medios de detección estén constantemente alarma, estaremos poniendo en riesgo la ejecución
dando la alarma, el adoptar un NPI inadecuado su- de las operaciones.
9
pondrá tener bajas debidas a falsas alarmas. La contaminación cruzada se produce cuando se
6
No es lo mismo un agresivo persistente (permanece contamina una muestra debido a la acción del mismo
en la zona durante días e incluso semanas) que uno equipo de toma de muestras. Por ejemplo, si se reco-
no persistente (sus efectos duran desde minutos a ge una muestra de tierra contaminada con una pale-
unas pocas horas). ta, dicha paleta se contaminará. Si posteriormente se
7
No se debe olvidar que el EPI, una vez roto el precinto utiliza la misma paleta para recoger otra muestra de
de la bolsa de transporte, tiene una vida limitada de 30 tierra no contaminada, dicha tierra se contaminará. 

Es necesario conocer qué pueden hacer los equipos de toma de muestras

y cómo emplearlos de forma adecuada

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 93

94-99.ps - 10/19/2007 13:23 PM
La eficacia de una
fortificación efímera
Manuel López Fernandez. Comandante. Artillería.
INTRODUCCIÓN
Como se indica en el título,
queremos tratar aquí el caso
concreto de una sencilla fortifi-
cación consistente en un foso
cavado en medio de un istmo y
del que se sacó la suficiente
arena como para formar un pa-
rapeto capaz de proteger a un
ejército medieval que se colocó
al resguardo de ambos ele-
mentos. Estamos hablando de
la «cava» que mandó hacer el
rey Alfonso XI de Castilla al ser
sitiado por los musulmanes en
el istmo frente a Gibraltar, en el
verano de 1333. Que nosotros
sepamos, fue esta la primera
obra de fortificación que se hi-
zo sobre los arenales de esta
zona; tierras que al correr de
los años fueron lugar de acam-
pada de distintos ejércitos y
que en el siglo XVIII fueron sur-
cadas por nuevas trincheras
cavadas en la arena y por una
más consistente muralla, la lí-
nea de contravalación, que vi-
no a dar nombre a la Línea de
la Concepción.
SITUACIÓN PREVIA AL
TRAZADO DE LA «CAVA»
Dicen las crónicas castella-
nas1 que después de un cerco
94 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
de casi cuatro meses, el infante
meriní Abu Malik consiguió que
el alcaide del castillo de Gibral-
tar le entregara esta fortaleza.
Al llegarle estas noticias a su
campamento de Jerez, el rey
de Castilla dispuso que el ejér-
cito de socorro reanudara la
marcha con la mayor rapidez
posible al objeto de evitar que
los musulmanes aprovisionaran
por tierra2 su recién ganada for-
taleza. Así fue como el día 27
de junio el ejército castellano
acampó en el istmo frente al
Peñón después de un enfrenta-
miento previo con los musul-
manes de Algeciras.
Una vez asentados en el ist-
mo y sin tiempo que perder, ini-
ciaron al día siguiente el cerco
a la fortaleza, aunque para ro-
dearla completamente se hizo
necesario enviar algunos efec-
tivos por mar hasta el flanco
sur de la villa del Peñón. Pero
aquel ejército no traía provisio-
nes suficientes como para con-
tinuar el asedio muchos días;
en Jerez, se había planeado
enviar por mar las viandas y
pertrechos necesarios para
mantenerse sobre el lugar una
temporada más larga, pero un
fuerte viento de levante impidió
que las naves llegaran desde
Tarifa con su cargamento. Esta
fue la razón por la que los sitia-
dores levantaron el cerco a los
pocos días de establecido y an-
tes de agotar completamente lo
poco que ya les quedaba en
las «talegas» individuales que
habían tomado en Jerez. Tan
precipitada fue la retirada, que
no esperaron a los mil quinien-
tos hombres que combatían en
el Peñón; así que cuando ya
estaban a una legua del istmo,
discutiendo qué postura defini-
tiva adoptar ante la poco bri-
llante decisión adoptada, vieron
las velas de ocho naves caste-
llanas que venían procedentes
de Tarifa cargadas de provisio-
nes.
Aquello dio un vuelco radical
a la situación, así que volvieron
al lugar donde habían acampa-
do con anterioridad y enviaron
refuerzos a los que habían
quedado en el Peñón. Siguie-
ron llegando barcos a lo largo
del día y no tardó el Rey en or-
denar que se trajeran las má-
quinas de guerra que estaban
en Cádiz, Jerez y Sevilla. Lle-
garon por mar seis «engeños»
y como para entonces ya se
había instalado otro campa-
94-99.ps - 10/19/2007 13:23 PM
mento en las proximidades del
castillo que se comunicaba con
el del istmo por una «descendi-
da», don Alfonso dispuso que
se subieran tres de ellos para
combatir desde arriba la forta-
leza y las atarazanas3. El cerco
se estrechaba gracias a la efi-
cacia de las máquinas, que no
tardaron en desmochar la torre
del homenaje, cuando el régi-
men de vientos del Estrecho
impidió la llegada de provisio-
nes a los sitiadores durante
dieciséis días 4. Las penurias
alimenticias volvieron al ejército
castellano porque las fuerzas
meriníes de Algeciras habían
bloqueado los pasos que co-
municaban la Bahía con las tie-
rras de Medina Sidonia y Alcalá
de los Gazules; con ello, los
meriníes consiguieron imposibi-
litar la llegada de cualquier tipo
En el centro de la fotografía se pueden apreciar las «descendidas»
por donde dice la Crónica que se comunicaba el campamento del
istmo con el que estaba sobre el castillo
de ayuda por tierra al tiempo
que hicieron cautivos a todos
los que, huyendo del hambre,
abandonaron el campamento
castellano.
Cuando se normalizó la si-
tuación en lo que al aprovisio-
namiento se refiere, se dio
para el ejército sitiador la ad-
versa circunstancia de encon-
trarse con la llegada a Sierra
Carbonera del ejército granadi-
no —con su rey al frente— pa-
ra ayudar al infante Abu Malik;
juntos ahora, granadinos y be-
nimerines, cerraron el paso por
tierra a los cristianos que pasa-
ron de sitiadores a sitiados en
los arenales del istmo. El lugar,
como habían temido algunos
en Castilla antes del inicio de la
operación, se había convertido
en una trampa para don Alfon-
so y lo suyos.
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
Geografía e Historia
EL TRAZADO DE LA «CAVA»
Y SUS CONSECUENCIAS
El cambio de situación tácti-
ca que se dio con la llegada de
los granadinos, fue el motivo
por el que todos aconsejaron al
rey de Castilla «que mandase
facer una cava en el arenal
desde la una costera de la mar
fasta la otra» y que las huestes
cristianas permanecieran a re-
taguardia de la misma; a don
Alfonso le pareció acertado el
consejo «et luego fue fecha la
cava desde la una costera del
mar fasta la otra». Pero como
la construcción de un foso que
proporcionara ciertas garantías
de seguridad frente a la pre-
sencia de los musulmanes de-
bió exigir unas disposiciones
tácticas muy concretas, habrá
que preguntarse cómo el cro-
nista no se hace en ningún mo-
95
94-99.ps - 10/19/2007 13:23 PM
mento eco de las medidas de
seguridad adoptadas por los
cristianos mientras se cavaba
la zanja, ni tampoco habla del
tiempo que se invirtió en hacer
la misma. Esta circunstancia
cronística nos obliga a pensar
que la ejecución de aquella for-
tificación pudo hacerse en una
fase muy rápida —donde se
debió poner en juego a todos
los efectivos disponibles y ade-
lantar un fuerte contingente de
caballería para proteger a los
peones mientras realizaban
el foso—, y una segunda fase
—ya sin tantas medidas de se-
guridad— donde se pudo en-
sanchar aquella «cava» inicial
con los mismos peones que
posteriormente hubo que asig-
narle para su vigilancia, sin que
ello quiera decir que se elimi-
naran totalmente las patrullas
montadas colocadas a van-
guardia.
Como el istmo no llegaría
entonces a los mil quinientos
metros de ancho 5 —y supo-
niendo que no se emplearan
turnos menores de 400 hom-
bres—, es posible que en la
primera fase se pudiera cavar
un foso de dos metros de an-
cho por uno de profundidad en
menos de veinte horas6. Pero
como este atrincheramiento ini-
cial no se ajustaba a los usos
de la guerra medieval, es posi-
ble que se mejorara con poste-
rioridad ganando anchura y
elevando el muro de arena
hasta alcanzar unas cotas pró-
ximas a las directrices que para
estos casos señala Vegecio 7,
razón por la que pensamos que
el foso pudo alcanzar definitiva-
mente los cuatro metros de an-
chura y el terraplén formado
con la arena extraída no bajar
96 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
de los dos metros sobre el nivel
normal del istmo, formando to-
do ello un atrincheramiento
de unos siete metros de ancho
—cuatro del foso más tres del
muro—, por unos tres metros
de alto —uno del foso más dos
del muro—, capaz de frenar
cualquier acometida de los mu-
sulmanes. De hecho, la efica-
cia de aquella simple fortifica-
ción queda ampliamente
demostrada cuando nos ente-
ramos de que los islamitas no
intentaron su asalto y, por el
contrario, sí pretendieron varias
veces provocar a los cristianos
para que salieran a combatir
fuera de sus defensas. Este
detalle —sumado al de las sali-
das que efectuaban los hom-
bres que vigilaban a caballo
entre la «cava» y Sierra Carbo-
nera—, nos hace pensar que el
atrincheramiento no era conti-
nuo y que en el mismo existían
aberturas que forzosamente
debían estar protegidas por to-
rres de madera y sacos de are-
na, en forma de barbacana, co-
mo aconsejaba don Juan
Manuel en estos casos en su
Libro de los Estados8.
No hay duda de que la hues-
te alfonsina se sentía segura
detrás de aquella «cava» que
cruzaba el istmo de mar a mar;
sin embargo, debemos com-
prender que se le había termi-
nado la libertad de movimientos
que hasta entonces había teni-
do para cortar hierba y leña en
Sierra Carbonera. Cabe supo-
ner que surgieran entonces
nuevos problemas de abasteci-
miento para los hombres y ani-
males del ejército que necesita-
ban comer y beber para estar
en condiciones de combatir, si
llegaba el caso. Pero nada dice
el cronista al respecto, a pesar
de que el istmo era un inmenso
arenal donde no había comida
para los caballos, ni tampoco
agua potable a primera vista.
Por tanto, debemos pensar que
los alimentos para aquel ejército
atrapado en los arenales frente
a Gibraltar, podían llegarles de
Tarifa con el apoyo de la flota;
pero, ¿de dónde le llegaba el
agua potable al numeroso con-
tingente aquellos días de vera-
no? En una primer acercamien-
to pudiéramos pensar que
también se la proporcionara la
flota, pero si hacemos el cálculo
de la cantidad de agua que ne-
cesitaría un ejército compuesto
por no menos de 6.000 hom-
bres y unos 3.000 animales —
entre caballos de batalla y ani-
males de tiro—, vemos que el
agua necesaria para mantener
operativos aquellos efectivos se
podía aproximar a unos 100.000
litros diarios en aquellos caluro-
sos días.
Esta cantidad de agua resul-
ta excesiva para que fuese
transportada en las naves de
aquella época y con los medios
a su alcance, por ello pensa-
mos que buena parte del agua
provenía del subsuelo gracias
a la capacidad filtrante de la
arena del istmo. Y lo presumi-
mos así, porque la población
de la Línea de la Concepción
se surtía de agua por este sis-
tema hasta los años centrales
del pasado siglo, cuando se
instaló el suministro de agua
corriente proveniente del pan-
tano de Guadarranque. Estos
pozos artesianos han servido
hasta hace relativamente poco
tiempo para satisfacer las ne-
cesidades de agua de sus ha-
bitantes y, también, para regar
94-99.ps - 10/19/2007 13:23 PM
sus huertas; así que no debe
sorprendernos que tal situación
fuera válida para cualquiera de
los ejércitos que desde la Edad
Media han acampado en el ist-
mo próximo a Gibraltar.
Al hilo de todo esto no puede
sorprendernos ya que el cronis-
ta no dé importancia, en ningún
momento, a lo referente al
aprovisionamiento de agua pa-
ra el ejército cercado en el ist-
mo. Así estuvieron hasta el día
24 de agosto, fecha en que los
reyes acordaron una tregua de
cuatro años de duración des-
pués de comprobar que aquella
situación no se solventaba por
la fuerza de las armas; circuns-
tancia muy distinta a la que se
habría dado sin la construcción
de aquella protectora «cava».
Así de eficaz resultó para el
ejército castellano aquel atrin-
Situación aproximada de los campamentos de los ejércitos
combatientes y la «cava» que cruzaba el istmo
cheramiento que les permitió
salir indemnes de la trampa
donde se habían metido, aun-
que al rey de Castilla le costara
aceptar entonces la pérdida de
Gibraltar en beneficio de los
benimerines.
LA UBICACIÓN DE LA
«CAVA» Y SU RASTRO EN
LA BILIOGRAFÍA POSTERIOR
Sin extendernos en detalles
para situar el real de Alfonso XI
sobre el istmo9, debemos tener
en cuenta que las crónicas se-
ñalan al respecto que el campa-
mento de los musulmanes de
Granada y Algeciras se encon-
traba «a una legua del real de
los Christianos» 10 sobre unos
«cabezos altos», al tiempo que
nos informan de que dicho
campamento bloqueaba el ca-
mino11 que estos habían traído
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
Geografía e Historia
hacia Gibraltar. Así que existen
razones de peso para pensar
que dichos «cabezos» no eran
otros que las colinas que están
al norte de la actual Refinería
del Campo de Gibraltar12. Por
tanto, el real de los cristianos
podía encontrarse sobre lo que
actualmente es el parque muni-
cipal Princesa Sofía de la Línea
de la Concepción, sin excluir
que el lado sur de este campa-
mento pudiera extenderse has-
ta la actual zona aduanera de
Gibraltar. Al hilo de todo lo an-
terior, queremos defender la hi-
pótesis de que el foso cavado
en 1333 debía cruzar la actual
trama urbana de La Línea de la
Concepción a un centenar de
metros al norte de donde hoy
está la Avenida del Ejército, tal
como se señala en la figura que
se acompaña.
97
94-99.ps - 10/19/2007 13:23 PM
Y no finalizaremos sin antes
decir que de esta fortificación no
tenemos noticias fidedignas con
posterioridad a las fechas aquí
señaladas. La razón para expli-
car esto no es otra que el foso y
el talud quedaron expuestos a la
acción de los vientos de la zona
comenzando estos una continua
labor de explanamiento y relleno
desde el momento mismo de su
abandono. Por si lo anterior fue-
se insuficiente, en 1343 llegaron
de nuevo los granadinos a Gi-
braltar para ayudar a los musul-
manes de Algeciras que esta-
ban siendo sitiados por Alfonso
XI. Según la Crónica, el ejército
de Granada asentó su campa-
mento sobre el istmo13 y lo más
probable es que contribuyeran
al relleno del foso. En este or-
den de cosas, no olvidemos
tampoco que en 1349 Alfonso
XI sitió de nuevo Gibraltar y sus
huestes permanecieron frente a
la plaza más de nueve meses,
tiempo suficiente para que el
trasiego de hombres y animales
terminara por eliminar muchos
de los desniveles existentes so-
bre el istmo. Al hilo de lo ante-
rior, la huella de aquel foso no
era ya perceptible en los prime-
14
ros años del siglo XVII a los
ojos de un gibraltareño como
Alonso Hernández del Portillo.
Cuando este hombre escribió su
Historia de Gibraltar no se olvi-
dó de mencionar en ella los he-
chos de 1333, pero nos informa
de que la «cava» en cuestión
«no aparece por parte alguna»,
motivo por el que sospecha que
el viento pudo contribuir a su ce-
gamiento.
En la misma línea que Her-
nández del Portillo, Luis Bravo
de Acuña no menciona ningún
rastro de aquella «cava» sobre
98 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
el terreno cuando en 1627 re-
dactó su informe sobre las for-
tificaciones de Gibraltar15. Por
tales motivos llegamos a supo-
ner que el inglés Francis Car-
ter se dejó llevar por la imagi-
nación cuando —en el capítulo
V de su obra Viaje de Gibraltar
a Málaga, al recoger algunos
detalles del cerco de 1333—
dice: «Hasta hoy en día se
puede observar la zanja o foso
que hizo de mar a mar [Alfon-
so XI] para defender la reta-
guardia de su ejército» 16. Lo
creemos así porque cuando
Carter visitó la zona en 1772,
ya se habían realizado fortifi-
caciones de carácter perma-
nente sobre el istmo que alte-
raron seriamente el relieve del
mismo17.
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES
- ANÓNIMO. Crónica del rey
don Alfonso el Onceno. Biblio-
teca de Autores Españoles.
Vol. LXVI. Ediciones Atlas.
Madrid, 1953.
- ANÓNIMO. Gran Crónica de
Alfonso XI. Preparada por
Diego CATALÁN. Editorial
Gredos. Madrid, 1976.
- CALDERÓN QUIJANO, José
Antonio. Las fortificaciones de
Gibraltar en 1627. Sevilla,
1968.
- CARTER, Francis. Viaje de
Gibraltar a Málaga. Diputa-
ción Provincial de Málaga.
Málaga, 1981.
- HERNÁNDEZ DEL PORTI-
LLO, Alonso. Historia de Gi-
braltar. Edita el Centro Aso-
ciado de la UNED. Algeciras,
1994.
- LÓPEZ FERNÁNDEZ, Ma-
nuel. «Sobre la ubicación del
real y del trazado de la cava
que mandó hacer Alfonso XI
en el istmo frente a Gibraltar
en 1333». En Espacio Tiempo
y Forma Nº 16. Revista del
Departamento de Historia Me-
dieval de la UNED. Madrid,
2003.
- DON JUAN MANUEL. Libro
de los Estados. Biblioteca de
Autores Españoles, tomo LI.
Ediciones Atlas, Madrid,
1951.
- VEGECIO RENATO, Flavio.
Instituciones militares. Belda
Carreras, José (trad.). Madrid,
1929.
NOTAS
1
Los detalles de este cerco pue-
den verse en la Crónica del rey
don Alfonso el Onceno. Biblioteca
de Autores Españoles. Vol. LXVI.
Ediciones Atlas. Madrid, 1953.
También en la Gran Crónica de
Alfonso XI. Preparada por Diego
CATALÁN. Editorial Gredos. Ma-
drid, 1976. Debemos advertir que
ambas difieren poco al tratar del
asedio de Gibraltar en 1333. Por
no repetir las citas seguimos en
este trabajo a la primera de las
mencionadas, refiriéndonos a ella
como Crónica. La Gran Crónica
trata el asedio referido entre los
capítulos CXXVI y CILIX.
2
Por mar no podían hacerlo ya
que la flota castellana, al mando
del almirante Jofre Tenorio, se lo
impedía.
3
Crónica, capítulo CXIX.
4
Ibídem, capítulo CXX.
5
Suponemos que el istmo debía
ser ligeramente más estrecho de
lo que es en nuestros días.
6
Téngase presente que actual-
mente se considera normal que
un hombre pueda remover un
metro cúbico de tierra blanda en
una hora quince minutos.
7
VEGECIO RENATO, Flavio. Insti-
tuciones militares. Belda Carre-
94-99.ps - 10/19/2007 13:23 PM

Geografía e Historia

ras, José (trad.). Madrid, 1929. Algeciras, 1994. En la p. 22 de es- vincial de Málaga. Málaga, 1981,
Según este tratadista, cuando el ta edición se dice que la obra fue pp. 62-63.
17
enemigo está cerca, o presente, escrita entre los años 1605 y 1610. Cuando en 1731 se comenzó a
se debe cavar un foso de nueve El comentario sobre la «cava» po- levantar el muro que conforma-
pies de profundidad y doce de demos encontrarlo en la página 81 ría la línea de contravalación
anchura, y con la tierra que se de la misma publicación. del istmo no se hizo sobre el ni-
15
saca levantar un muro de cuatro CALDERÓN QUIJANO, José An- vel normal del istmo, sino que
pies de altura, formando un atrin- tonio. Las fortificaciones de Gibral- previamente se amontonó are-
cheramiento de trece pies de tar en 1627. Sevilla, 1968, p. 7. na para que la base de la
16
profundidad por doce de anchu- CARTER, Francis. Viaje de Gi- muralla se elevara sobre el en-
ra. Así en pp. 118-119. braltar a Málaga. Diputación Pro- torno. 
8
DON JUAN MANUEL. Libro de
los Estados. Biblioteca de Auto-
res Españoles. Tomo LI. Edicio-
nes Atlas, Madrid, 1951. En la p.
324 de esta edición se dice:
«otrosí, si los moros cercaren al
logar de los cristianos, los que
estudieren en el logar cercado
deben trabajar cuanto pudieren
porque el logar haya carcava et
barbacana».
9
Lo hemos hecho en el trabajo:
«Sobre la ubicación del real y del
trazado de la cava que mandó ha-
cer Alfonso XI en el istmo frente a
Gibraltar en 1333». En Espacio
Tiempo y Forma Nº 16. Revista
del Departamento de Historia Me-
dieval de la UNED. Madrid, 2003.
10
Crónica, p. 255.
11
Crónica, p. 255. El cronista dice
respecto a la ubicación del cam-
pamento de los musulmanes:
«Non podia salir por tierra un ome
del real de los Cristianos que non
oviese a pasar por el su real de-
llos». O sea, que estaba sobre el
camino que unía Gibraltar con el
río Guadarranque; camino que to-
davía se utilizaba a principios del
siglo XX, antes de la construcción
de la actual carretera entre San

12
Roque y La Línea. En esta lámina, que se expone en el Museo
En la figura solamente aparece
la parte baja de dichas colinas. del Itsmo de la Línea de la Concepción.Se
13
Crónica, p. 371
14
aprecian las fortificaciones permanentes y
HERNÁNDEZ DEL PORTILLO,
Alonso. Historia de Gibraltar. Edita de campaña de 1758
el Centro Asociado de la UNED.

REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 99

100.ps - 10/19/2007 13:24 PM
Baltasar de Ayala. Auditor General en Flandes
Baltasar de Ayala nació
en Amberes en 1548, en
tiempos del emperador Car-
los V. Su padre, don Diego
de Ayala, procedía de Bur-
gos pero se había estableci-
do en Amberes desde quin-
ce años antes del
nacimiento de nuestro autor,
allí se casó con una flamen-
ca de origen local y noble,
doña María de Renialme. La formación de nues-
tro autor, por lo tanto, fue esencialmente belga;
no obstante posteriormente dio fe de su origen
español de forma notoria cuando, debido a su
cargo en los ejércitos españoles en la zona, to-
mó claro partido por España.
Estudió Derecho en la Universidad de Lovai-
na. Al terminar sus estudios, buscó empleo públi-
co en los estamentos estatales españoles situa-
dos en la región y que el rey Felipe II había
diseñado para su mejor gobierno. Sus estudios
se orientaron siempre al Derecho de Gentes y a
lo que podíamos llamar las ordenanzas de nues-
tros ejércitos y las relaciones disciplinarias entre
sus integrantes.
Alejandro Farnesio fue el general para quien
Baltasar de Ayala desempeñó el cometido de au-
ditor general. Sin lugar a dudas, la personalidad,
valor y eficacia del duque de Parma y Plasencia
influyeron notablemente en nuestro autor; las
cualidades militares y de gobierno de su jefe se
hacen patentes y quedan reflejadas en sus escri-
tos. El maridaje entre ambos personajes fue,
desde luego, una buena solución ya que el rey
Felipe II pudo elegir para el cargo un español sin
que este dejara de ser flamenco.
El 27 de mayo de 1580, a la edad de 32 años,
Baltasar de Ayala fue nombrado por el Rey, Ge-
neral de sus ejércitos en Flandes, Auditor Gene-
ral de Campo y Ejército -como afirma José Luis
Fernández-Flores en su artículo sobre el autor
publicado en esta Revista-, revistiéndole así de
toda la autoridad y dándole todo el poder de su
cargo. Por orden real de primeros de agosto , se
le destinó un sueldo de cien florines mensuales y
para sus subordinados dieciséis, también una
oficina con escribano, dos sargentos y un agua-
cil, lo que da fe de la burocratización de la admi-
nistración real.
Baltasar de Ayala murió a la edad de treinta y
seis años en Alost en 1582. Desempeñó su tra-
bajo al frente de su cargo con eficacia y entrega,
y por ello se le nombró miembro del Gran Conse-
jo, cargo que no ejerció por incompatibilidad con
el de auditor general.
El auditor Ayala ha pasado a la Historia Militar
por su libro De lure et Officiis Bellicis et Disciplina
Militari. La obra concebida en tres partes, cosa
corriente en los autores del Renacimiento, está
dedicada al Derecho de Gentes o Derecho Inter-
nacional, cuyas bases para el mundo moderno
las definieron el padre Vitoria y Suárez. El traba-
jo abarca especialmente los motivos y quién de-
clara la guerra, la existencia de causa justa, para
cuyo desarrollo debe haber una intención recta.
Para conocer mejor al personaje, recomendamos
el artículo del coronel auditor José Luis Fernán-
dez-Flores, publicado en .
Su obra De lure et Officiis Bellicis et Disciplina
Militari, publicada en 1582, consta de tres volú-
menes:
- Libro I: Tratados y Problemas del Derecho de
Gentes.
- Libro II: Oficios de la Guerra.
- Libro III: Disciplina Militar.
Pedro Ramírez Verdún.
Coronel. Infantería. DEM.
REVISTA EJÉRCITO • N 799 NOVIEMBRE • 2007 100
101-104.ps - 10/19/2007 13:26 PM
¿HACIA UNA NUEVA ALIANZA
ESTRATÉGICA EN EL OCÉANO ÍNDICO?
La realización de unas maniobras conjuntas a
gran escala en aguas de la bahía de Bengala, en
las que han participado, además de la anfitriona
-la Marina india- fuerzas de Estados Unidos, Ja-
pón, Australia y Singapur, Malabar 2007 ha pro-
vocado fuertes protestas por parte de China,
consciente del trasfondo estratégico que entra-
ñaban tanto por el escenario escogido, como por
los países participantes.
Estas maniobras también han tenido repercu-
siones internas en India, por las duras críticas y
manifestaciones de los partidos de izquierdas,
que recelan de una excesiva dependencia de
EEUU a raíz del acuerdo nuclear de 2005.
En realidad, Malabar 2007 ha sido la primera
materialización de la Iniciativa Cuadrilateral acor-
dada, a finales de mayo, en Manila, por Estados
Unidos, Japón, India y Australia, que ya motivó
protestas formales de China ante los cuatro go-
biernos.
En su momento, los cuatro miembros de la Ini-
ciativa se apresuraron a asegurar que su «aso-
ciación estratégica» solo pretende mantener la
seguridad regional y no está dirigida contra na-
die. Un mes más tarde, el presidente Hu Jintao
solicitaba aclaraciones al primer ministro Mam-
mohan Singh en la reunión del G8 en Alemania,
sin que la reiteración de muestras de amistad del
primer ministro indio convenciera al dirigente chi-
no.
La proliferación de visitas y manifestaciones
de los componentes de la Iniciativa tampoco han
ayudado a tranquilizar a China. En julio, el minis-
tro de Defensa australiano, Brendan Nelson, pro-
ponía en Nueva Delhi el marco en el que se de-
sarrollaría la colaboración en defensa. Un mes
más tarde, llegaba a la capital india el entonces
primer ministro japonés, Shinzo Abe, ofreciendo
Seguridad y Defensa
una substancial asistencia económica y comer-
cial si India aseguraba un «arco asiático de liber-
tad» a lo largo de los océanos Índico y Pacífico,
que proporcionara un baluarte democrático.
Estas afirmaciones indicaban, presumiblemen-
te, que los acuerdos estaban dirigidos contra po-
deres no democráticos, aunque en posteriores
declaraciones lo negasen. Así, el ministro de De-
fensa indio, A K Anthony, afirmaba que se trata
simplemente de unos ejercicios y no de un aline-
amiento militar. El vicealmirante Crowder, jefe de
la Séptima Flota, también insistía en que la coo-
peración de Washington con Delhi no trata de
enviar una señal a Beijing1.
IMPORTANCIA Y SIGNIFICADO DE LAS
MANIOBRAS MALABAR 2007
Los ejercicios Malabar fueron concebidos ini-
cialmente como unas maniobras bilaterales entre
India y EEUU, y se han desarrollado desde el
año 1996, aunque fueron suspendidas en 1998
tras las pruebas nucleares indias, y no se reanu-
daron hasta el año 2002. Desde entonces han
ido evolucionando a lo largo de los años, incre-
mentando la duración, los efectivos y el tipo de
ejercicios.
El número y calidad de los medios que han
participado en Malabar 2007 -20.000 efectivos y
más de 25 navíos-, unidos a la complejidad de
los ejercicios realizados, dan idea de la impor-
tancia real que han tenido. Si a esto se añade el
escenario escogido -la bahía de Bengala-, se
comprende que se han dado argumentos a los
que piensan que la Iniciativa cuadrilateral puede
cuajar rápidamente en una coalición defensiva
que trate de frenar el expansionismo de China
hacia el Océano Índico.
En cuanto a los medios empleados, Estados
Unidos ha participado con trece navíos, entre
ellos dos portaaviones -el nuclear USS Nimitz y
el convencional Kitty Hawk- con sus dotaciones
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 101
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aéreas, un submarino nuclear -USS Chicago-,
dos cruceros lanza-misiles, y seis destructores
lanza-misiles. India ha aportado siete navíos, in-
cluido el portaaviones INS Viraat, y su Aviación
ha colaborado con aviones Jaguar. Australia ha
estado representada por una fragata y un petro-
lero, Japón ha enviado dos destructores y Singa-
pur una fragata.
En el desarrollo de Malabar 2007 es de desta-
car tanto el cambio operado en la filosofía naval
de la India, que por primera vez ha adoptado los
procedimientos OTAN, como el hecho de eque
EEUU le haya dado acceso al sistema Centrix
que permite comunicaciones audio, vídeo y da-
tos entre los buques.
El lugar de realización de los seis días de ejer-
cicios, que comprende desde Visakhapatman, en
la costa oriental de India, hasta las islas Anda-
man y Nicobar que guardan los accesos al estre-
cho de Malaca, es otro de los aspectos que han
hecho saltar las alarmas en China. No hay que
olvidar que por las aguas internacionales de los
805 km de este paso discurre el 80% del abaste-
cimiento energético a China, una de las razones
por las que ha tratado de avanzar posiciones en
el sur de Asia mediante su apoyo y cooperación
con Paquistán, Myammar, Bangladesh, e inclu-
so, Sri Lanka, lo que les ha permitido crear un
verdadero «collar de perlas» y su entrada en la
Asociación para la Cooperación Regional del Sur
2
de Asia (SAARC) .
EL CRECIENTE PODER NAVAL DE CHINA
La intención china de aumentar su presencia
en el sur de Asia, con la creación de bases y la
gran expansión que está experimentando su Ar-
mada, es lo que ha motivado la Iniciativa cuadri-
lateral y su puesta en escena en Malabar 2007.
Hasta ahora, China había basado su poder
militar en grandes ejércitos terrestres, pero este
tradicional pensamiento estratégico está sufrien-
do un profundo cambio como demuestran las
manifestaciones de sus intelectuales: Para un
país que depende del comercio marítimo, la ma-
yor amenaza a su subsistencia se encuentra fue-
ra de sus fronteras. Por ello, necesitamos tener
una armada poderosa que proteja nuestros inte-
reses comerciales3.
El fuerte aumento de los gastos de defensa de
China que, oficialmente, han saltado de 15.000
102 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
millones de dólares en el año 2000 a 45.000 en
la actualidad, ha permitido un desarrollo tecnoló-
gico y un creciente progreso naval, que ha pro-
vocado una carrera armamentista en todo el Pa-
cífico. Y al mismo tiempo, ha alertado a los
norteamericanos sobre la, hasta hace poco, im-
pensable posibilidad de tener que enfrentarse a
un competidor en los océanos Pacífico e Índico,
donde disfrutaban del dominio naval desde la
4
IIGM .
Son muchas las cosas que están en juego en
esta zona donde se dibujan dos triángulos estra-
tégicos contrapuestos, materializados por las re-
laciones EEUU-Paquistán-India y las de China-
Paquistán-India. De esta forma, India, que
mantiene un acuerdo estratégico con China y un
pacto defensivo con EEUU, se ha convertido en
pivote de las relaciones China-EEUU.
Esta claro que India, consciente de ser una
potencia emergente, quiere mantener relaciones
con todos los socios y amigos posibles, pero sin
olvidar sus intereses en la zona, que muchas ve-
ces chocan con China como es el caso de las
disputas fronterizas, o sus intercambios comer-
ciales.
En resumen, podríamos concluir que Malabar
2007 ha significado una llamada de atención a
China y ha puesto de manifiesto la capacidad de
India para tomar decisiones en unas aguas que
considera como propias como consecuencia de
su creciente importancia en el mundo.
NOTAS
1
China aparece como una amenaza potencial en
los documentos de los cuatro miembros de la Ini-
ciativa.
2
Véase: «Repercusiones estratégicas de la cumbre
del SAARC» A P Moreno en revista Ejército Nº
778, enero-febrero 2006.
3
Nie Youli, profesor de la Universidad Normal del
Este de China en «Perils of a new Pacific arms
race» BBCnews, 14 agosto.
4
En 2010 la flota submarina china igualará a la nor-
teamericana y en 2015 el total de la Armada china
la superará. Modernización naval china: repercu-
siones para la capacidad naval de EEUU. Servicio
de Investigaciones del Congreso de EEUU.
Alberto P. Moreno.
Coronel. Infantería. DEM.
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Seguridad y Defensa

COMPLEJIDAD ETNICA Y ASCENSO

LA SEGURIDAD DE MALAISIA EN EL DEL ISLAMISMO
CINCUENTENARIO DE SU INDEPENDENCIA De sus 25 millones de habitantes, el 60% es
musulmán y un 50% de la población total es deo-
Independiente desde el 31 de agosto de 1957, rigen racial distinto al malayo, con una importan-
Malaya primero, luego Malasia y Malaisia en la te presencia de chinos e indios y con población
actualidad, nació como el país que es hoy en no malaya que es mayoritaria tanto en Sabah co-
septiembre de 1963, cuando a los estados malay mo en Sarawak. Ya en la primera Constitución
se incorporaron Singapur, aunque esta isla muy del país los bumiputra (hijos de la tierra) se adju-
brevemente, y los territorios bajo control británico dicaron privilegios como el acceso preferente a
de Borneo, Sabah y Sarawak. De Malaya a Ma- la Administración o a las universidades, mientras
laisia no solo cambia el nombre, sino que detrás que a los no malayos se les concedía exclusiva-
se encierra la complejidad religiosa y racial de un mente la ciudadanía2. También del pasado cabe
país que al igual que Indonesia se viene recupe- recordar, tanto el éxodo, promovido desde Kuala
rando de las graves inundaciones que sufrieran Lumpur, de la población china de Singapur en
en diciembre de 20061. Siendo excesivamente 1965 -año de la independencia de esta pujante
dependiente del comercio con el exterior -el 50% isla- como los enfrentamientos que en mayo de
de sus exportaciones está constituido por pro- 1969 provocaron la muerte de más de mil chi-
ductos electrónicos-, las autoridades de Kuala nos. Más recientemente, en marzo de 2005, las
Lumpur con su primer ministro Abdulá Badawi a autoridades del país procedieron a expulsar a
la cabeza se han fijado el objetivo de hacer de decenas de miles de trabajadores ilegales origi-
este relativamente pequeño Estado una nación narios de Indonesia, Filipinas, Myanmar, Bangla-
plenamente desarrollada en el horizonte del año desh o Sri Lanka que habían decidido no seguir
2020. al medio millón que ya había comenzado a mar-
charse desde octubre
de 2004, momento en
el que el Gobierno
decretó la salida del
territorio nacional de
la muy amplia comu-
nidad de inmigrantes
irregulares3.
Tal atracción para
inmigrantes de diver-
sos orígenes se debe
a que Malaisia es un
país muy próspero,
situado en una impor-
tantísima ruta comer-
cial y que, conservan-
do sus antiguos
vínculos con Occiden-
te, desarrolla hoy
otros en el dinámico
sudeste asiático. Aun-
que durante las cinco
décadas de vida inde-
pendiente la Organi-
zación Nacional de
Malayos Unidos (UM-

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NO, en sus siglas en inglés) ha sido siempre el
partido gobernante -en lo que algunos han califi-
cado de «racismo de Estado»- el sistema es de-
mocrático y la sociedad civil fuerte, siendo esta
última capaz de frenar el autoritarismo instintivo
de los gobernantes malayos que, de forma natu-
ral, han tenido y tienen tendencia a privilegiar a
los malay.
La UNMO y su principal rival también malay, el
partido islamista PAS, han garantizado hasta aho-
ra un marco de tolerancia que ha animado la
apertura al exterior, el comercio y la recepción de
turistas extranjeros, siendo por ello un buen ejem-
plo para el mundo islámico. De hecho, este siste-
ma ha permitido reducir del 50% al 7% la pobla-
ción que vive por debajo del umbral de la pobreza.
No obstante, esta tendencia podría cambiar
en los próximos años si el hábito de privilegiar a
la población malay -las expulsiones de irregula-
res en 2005 son significativas al respecto- y el
más actual de hacer al islam cada vez más pa-
tente en la política y en la vida cotidiana, inclu-
yendo la expansión creciente de los tribunales
de Sharia por la influencia de los países medio-
orientales y de su activismo dentro de la Organi-
zación de la Conferencia Islámica (OCI) que ac-
tualmente preside, se mantienen. De hecho, el
inmovilismo representado por la presencia per-
manente de la UNMO en el poder se explica en
parte por el temor, especialmente de la pobla-
ción no malay, al ascenso de los islamistas del
PAS que ya gobiernan en dos estados federa-
dos, y los partidos políticos que agrupan a la po-
blación de origen chino o indio perpetúan con
ello el funcionamiento del sistema como hasta
ahora.
El predecesor de Badawi como Primer Ministro,
Mahathir Mohamad, mantuvo una posición más
autoritaria que aquel poniendo, por ejemplo, lími-
tes a la independencia de la judicatura, pero mu-
chos coinciden en que hizo una política mucho
más secular. Badawi, quien podría encontrarse en
dificultades ante el congreso de la UNMO previsto
para fines de este año por su campaña de lucha
contra la corrupción que ha molestado a
algunos4, pretende en lo que a su política exterior
respecta ser adalid entre los líderes musulmanes
del diálogo de culturas y ahonda en el ámbito eco-
nómico -dado el éxito de su país en el mismo- pa-
ra hacer avanzar dentro de la OCI la agenda de
104 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
dinamización económica para el mundo islámico
que aprobara la Cumbre de La Meca de esta or-
ganización internacional en 2005.
Siempre en términos de solidaridad islámica,
Malaisia lidera el International Monitoring Team
desplegado en el sur de Filipinas, y que sirve de
instrumento sobre el terreno de las iniciativas
surgidas de las conversaciones entre el Gobier-
no de Manila y el Frente Moro de Liberación Na-
cional (FMLN), promovidas desde Kuala Lumpur,
pero vio rechazada por la ONU su oferta de con-
tribuir al contingente internacional UNIFIL II des-
plegado desde el verano de 2006 en el sur del
Líbano5.
Por otro lado, la vecindad con el rico Singapur,
que cuenta con el puerto de mayor tráfico del
mundo, considerado así desde 20056, se hace
más y más compleja para Malaisia y también pa-
ra Indonesia. Tanto Kuala Lumpur como Yakarta
critican el expansionismo territorial de la isla que
trata continuamente de ganar terreno al mar -
Singapur es hoy 33 kilómetros cuadrados mayor
que cuando el marino británico Thomas Stam-
ford Raffles desembarcara en ella en 1819- y
Malaisia ve peligrar con tal expansionismo el trá-
fico por su puerto de Tanjung Pelepas y advierte
que ello podría poner en riesgo, incluso, el estra-
tégico paso por el estrecho de Malaca7.
NOTAS
1 «Las inundaciones anegan Indonesia y Malaisia».
El País, 26 diciembre de 2006, p. 6.
2 «Sudeste asiático. Malaisia, 50 años de indepen-
dencia». Informe Semanal de Política Exterior Nº
567, 10 de septiembre de 2007, p. 7.
3 «Malaisia inicia la deportación de cientos de miles
de inmigrantes». El País, 1 de marzo de2005, p. 8.
4 «Malaysia» en The World in 2007 Londres, The
Economist, 21ª edición, 2007, p. 101.
5 Véase The Military Balance 2007. Londres, Rout-
ledge-The International Institute for Strategic Stud-
ies (IISS), enero de 2007, pp. 334-335.
6 DÍEZ, Pablo M: «Singapur, la puerta de Asia».
ABC, 12 de agosto de 2007, p. 38.
7 JIMÉNEZ, David: «El imparable avance de la ‘isla
creciente‘» El Mundo, 14 de mayo de 2007, p. 35.
Carlos Echeverría Jesús
Profesor de Relaciones Internacionales
de la UNED
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EL TREN
Filme en blanco y negro, a pesar de ser de da por una pronunciada pendiente para sabotear
1964, cuyo rodaje fue realizado íntegramente en las traviesas.
Francia. La acción se desarrolla durante la Se- El Tren quizá no tenga grandes escenas pura-
gunda Guerra Mundial cuando ante la próxima mente bélicas, pero su ritmo al narrar los hechos
llegada de las tropas aliadas a París, el coronel hace que soslayemos la falta «de tiros», merced
Von Waldheim de la Wehrmacht, gran amante de a una trama de voluntades enfrentadas. Una
las obras pictóricas, encarnado por Paul Scofield, muy buena película.
decide mandar a Alemania un «tren especial».
Este convoy transporta un cargamento forma-
do exclusivamente por obras de arte, requisadas
por orden suya con el objeto de expoliarlas. A
partir de aquí asistimos a un emocionante espec-
táculo entre los intentos de hacer llegar el con-
voy a Alemania y los denuedos por retrasar el
tren e incluso desviarlo. El actor Burt Lancaster
encarna a un empleado de ferrocarriles (Paul La-
biche) que forma parte de la Resistencia y que
coordinará todas las acciones para evitar el tras-
lado del tren. La historia está basada en la nove-
la del mismo título de Rose Valland. El propio
Burt Lancaster fue el productor de esta película,
y no fue doblado en ninguna de las escenas. Me-
rece mención especial el actor de reparto Michel
Simon que da vida al viejo maquinista Papá Bou-
le que, con la cara tiznada de grasa, nos mues-
tra cómo sabotear una locomotora poniendo una
moneda en el interior de los tapones del aceite.
En general se pueden destacar muchas esce-
FICHA TÉCNICA
nas, ya que la cinta es «toda una escena» con
bastantes tomas nocturnas y al atardecer, que Título original: The Train.
confieren un ambiente inquietante a la historia, Director: John Frankenheimer y Arthur Pen
pero podemos citar: Intérpretes: Burt Lancaster, Michel Simon,
- Los títulos de crédito iniciales se superponen Jeanne Moreau, Paul Scofield.
a las imágenes que muestran cómo son embala- Nacionalidad: EE UU. Blanco y negro. 127
dos cuadros de famosos pintores.
minutos.Año 1964.
- El doble papel que realiza Burt Lancaster co-
¿Dónde se puede encontrar esta película?
mo colaborador de los alemanes y jefe de la Re-
Editada para venta directa en formato VHS
sistencia.
y DVD.
- Las escenas junto a las vías, donde Burt
Lancaster baja la escalera con auténtica acroba- Se puede adquirir a través de Internet en la
cia para hacer el cambio de agujas; o como rue- siguiente dirección: www.imdb.es

105 REVISTA EJÉRCITO •Ν 799 ΝΟςΙΕΜΒΡΕ 2007

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CULTURA

LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS

Es esta producción, una
película clave en la historia
de la cinematografía espa-
ñola de los años 40, con un
mensaje muy claro y con
un fuerte impacto popular.
La historia reproduce un
hecho real acaecido medio
siglo antes en Baler, en la
zona de Luzón (Filipinas).
Un destacamento espa-
ñol, al mando de un capitán
heroico y tenaz, es uno de
los últimos reductos de Es-
paña en aquellas tierras. La
decidida actuación de este
oficial hará que su unidad
resista más de un año los
feroces ataques de los taga-
los. El capitán incrédulo an-
te los mensajes que recibe sobre la rendición de Las interpretaciones, los encuadres y la foto-
las tropas españolas, aguantará estoicamente grafía son magistrales.
una y otra vez con su diezmada unidad los ata- Para la antología ha quedado la ya famosa
ques intermitentes de los tagalos. Su tenaz resis- escena en que la joven tagala canta para aque-
tencia y actitud ejemplar concluyen con una inevi- llos sufridos soldados españoles.
table pero honrosa rendición con condiciones, Es un incunable de nuestro cine bélico.
ante el respeto del vencedor.
Hasta aquí el hecho histórico que asombró a
gran parte del mundo y que, aún hoy, sirve de
modelo en muchas escuelas y academias milita-
res como ejemplo de abnegación y espíritu de FICHA TÉCNICA
sacrificio.
Declarada de «interés nacional» por el eleva- Título original: Los Últimos de Filipinas.
do realismo de su interpretación, la importancia Director: Antonio Román.
de esta cinta está en mostrar unos hechos reales Intérpretes: Armando Calvo, José Nieto,
que provocaron la exaltación del heroísmo y es- Guillermo Marín, Juan Calvo Doménech, Fe-
tricto cumplimiento del deber del Ejército, que lle- mando Rey, Nani Fernández, Carlos Muñoz,
vó a que los filipinos rindiesen honores a los su-
Manuel Káiser, José Miguel Rupert, Pablo
pervivientes de esta gesta.
Álvarez Rubio.
También debemos analizar la doble trama, de
un lado la historia colonial y de otro la gesta he- Nacionalidad: España. Blanco y Negro. 97
roica, y cómo su director, Antonio Román, con minutos. Año 1945.
habilidad hace avanzar la acción de manera in- ¿Dónde se puede encontrar esta película?
tensa, logro nada fácil dado el reducido espacio Editada para venta directa en formato DVD.
donde se desarrolla gran parte de la acción. El Se puede adquirir a través de Internet en la
montaje da pie a un continuo encadenado de siguiente dirección: www.imdb.es
contenidos bélicos con recursos emotivos y nos-
tálgicos. FLÓPEZ

106 REVISTA EJÉRCITO • N 799 NOVIEMBRE 2007

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SIN DAR PALO AL AGUA
Hemos leído que lo de nadar con tanto esfuer-
zo puede dejar de ser tan duro. Y es cierto que los
humanos somos malos nadadores; tanto que solo
apenas un 3% de todo el gasto energético que
empleamos en dar brazadas y patadas lo conver-
timos en movimiento para avanzar. Añadiendo
aletas podríamos llegar hasta el 10%, pero no mu-
cho más. Los delfines, en cambio, convierten el
80% de su energía en propulsión. Para superar
todas estas humanas limitaciones se está desa-
rrollando, de momento para las fuerzas especia-
les, un artilugio que permite a los submarinistas
nadar más rápido y con menos esfuerzos.
El sistema, que se llama «PowerSwim», pro-
voca un tipo de ondulación cuando una especie
de lámina gira hacia arriba y hacia abajo. Este
movimiento genera elevación y propulsión de la
misma manera que el delfín o la tortuga lo hacen
moviendo sus aletas. Hasta ahora, las aletas ar-
tificiales trabajan dentro de la estela del nadador
(formando una especie de cono de expansión
que tiene su comienzo en la espalda del nada-
dor); con la lámina delantera —o lámina propul-
sora— lo que se consigue es barrer el agua has-
ta fuera de esa estela y permitir un mejor
deslizamiento.
Cultura
Cuando se usa con destreza, el aparato per-
mite a un submarinista que, con el mismo es-
fuerzo, cubra la misma distancia un 150% más
rápidamente que si la hubiera recorrido con ale-
tas. Gran parte de esta eficiencia se debe al
grupo de músculos que se utilizan. Con el siste-
ma, el nadador se desplaza de forma relajada
en una posición ligeramente curvada, en lugar
de forcejear o impulsar las láminas a través del
agua. De esta forma se libera de hacer trabajar
a los grupos musculares de poca entidad que
colaboraban en la patada y permite que sean
los grandes grupos musculares, como los glúte-
os y cuádriceps, los que entren en funciona-
miento.
De desarrollarse el sistema, los beneficios no
serían pocos, permitiendo que los elementos de
Operaciones Especiales no lleguen exhaustos a
objetivos en la costa. La finalidad, según leemos,
no es aumentar la distancia entre objetivo y base
de partida sino llegar al primero lo más rápida-
mente posible y con el menor desgaste energéti-
co. Dependiendo de la misión, los nadadores po-
drían desentenderse del «PowerSwim» sin
ninguna dificultad antes de poner pie en tierra.
Parece que el invento está todavía en fase de
pruebas pero una vez superadas su producción
podría estar en marcha para antes de un año.
(«Navy SEALs Could Turn Superhuman with
Pentagon’s PowerSwim» por Erik Sofge en
www.popularmechanics.com)
OJO AL PUNTO ROJO
Damos una traducción muy libre al título del
artículo aparecido en la revista digital Special-
operations-technology. El tema versa sobre ese
punto rojo que proyectan sobre el objetivo algu-
nas armas ligeras dotadas de sistemas láser en
su óptica de puntería. No se puede poner en du-
REVISTA EJÉRCITO • N. 798 OCTUBRE • 2007 107
107-110.ps - 10/19/2007 13:32 PM
da que estos sistemas lo que intentan es ser un
elemento más de ayuda para lograr una rápida
adquisición del objetivo y para neutralizarlo lo
más pronto posible.
El sistema del punto rojo no es algo que esté
recién inventado. El sistema se desarrolló hace
ya 30 años y lo que ahora toca, después de es-
tos años de funcionamiento, es un nuevo siste-
ma óptico que en lugar de llevar el punto rojo al
objetivo, lo que hace es que el punto rojo se que-
da dentro de los dispositivos ópticos de puntería
y se superpone a la imagen del blanco. De esta
forma se evita que el objetivo quede alertado co-
mo ocurría con los sistemas anteriores. Todo se
queda entre el arma y el tirador.
No se escapa a nadie que estos sistemas tie-
nen su público entre las fuerzas de Operaciones
Especiales que, en algunos países, los han mon-
tado en todo tipo de armas, desde las más lige-
ras, como las pistolas, hasta las de peso supe-
rior como son los fusiles.
La tecnología que incorporan algunos de es-
tos sistemas permite al tirador aumentar la ima-
gen hasta cuatro veces cuando se trata de espa-
cios abiertos o cuando se necesita precisión a
larga distancia. Otra de las innovaciones que
añaden los de más reciente fabricación, es la de
poder pasar rápidamente a la posición de «both
eyes open» (con los dos ojos abiertos) moviendo
solo una palanca.
Y en el afán de mejorar estos sistemas de
puntería, una firma sueca anuncia que, para la
alimentación de los visores, ha conseguido unas
pilas tipo AA de bajo consumo, que duran unas
50.000 horas. Comparadas con las que anterior-
mente incorporaban estos sistemas, la ganancia
es de 49.000 horas. Y como mejora también está
lo que aporta otra firma, al incluir dentro del sis-
tema la posibilidad de variar la iluminación del
retículo en una gama que va desde una baja in-
tensidad, para usar en la noche, hasta otra mu-
cho más alta para ambientes de mucha luz, co-
mo puede ser en terreno nevado o en el
desierto.
No acaba la cosa de las innovaciones aquí,
porque lo que ahora ya se ha introducido en el
mercado es el punto verde. Esto se explica por-
que bajo algunas condiciones las lentes fronta-
les del sistema del punto rojo generan reflejos
rojizos y, para evitar eso, algunos fabricantes
108 REVISTA EJÉRCITO • N. 798 OCTUBRE • 2007
se están pasando al verde tratando de dar ma-
yor versatilidad al tirador, sobre todo en días
muy luminosos. Total, que lo que empezó como
rojo está acabando en verde. Siempre sea por
mejorar.
(«Eyes on the red dot» por Marty Kauchak en
www.special-operations-technology.com).
EL GIRO CULTURAL
En un artículo publicado en la revista Para-
meters (revista del Colegio de Guerra del Ejér-
cito americano) leemos acerca de cómo aproxi-
marse al estudio de la guerra. Y dice su autor,
Patrick Porter, entre otras cosas, que el debate
actual está en que algunos preconizan que para
hacer la guerra, hemos de hacernos antropólo-
gos, perder la fascinación por Clausewitz y
abrazar la cultura, si queremos entender el con-
flicto.
El artículo entabla cuatro argumentos. El pri-
mero muestra que ha habido un giro cultural ha-
cia la antropología para entender la guerra; co-
mo parte de este giro hacia la cultura, algunos
historiadores y estrategas discuten que hay una
forma de guerra muy parecida entre los países
no occidentales y que la guerra se entiende de
forma diferente en el Este y en el Oeste. El se-
gundo argumento es que los escritos clásicos no
apoyan esta idea. El tercero es que cuando se
llega a entender el comportamiento real de las
culturas ante la guerra, el giro cultural es inviable
empíricamente; hay muchas excepciones y pun-
tualizaciones que se deben hacer sobre dos for-
mas de entender la guerra. Finalmente, el autor
advierte que al dibujar la cultura como guía de la
historia militar, la noción de giro cultural corre el
riego de ser políticamente ingenua.
El giro cultural, dice el autor, viene dado por
una serie de fuerzas. Es una reacción ante los
fallos de las recientes intervenciones america-
nas y también es parte de un gran debate sobre
si la naturaleza de la guerra está cambiando de
tal forma que hace obsoleto ya el hablar de
principios universales de estrategia. Pero tam-
bién está inspirado en la reacción violenta con-
tra el universalismo y el intento de la adminis-
tración Bush de rehacer el mundo a imagen de
los Estados Unidos, una visión que, según algu-
nos, ha causado la mayor parte de los proble-
mas.
107-110.ps - 10/19/2007 13:32 PM
Como signos de este giro cultural, se enume-
ran unos cuantos. Se hace referencia al hecho
de que en el nuevo Manual de Contrainsurgencia
del Ejército americano, la palabra «cultura» se
menciona 88 veces y «cultural» 90 en un total de
282; también que el nuevo jefe de estrategia
contra-terrorismo del Departamento de Estado
americano sea antropólogo, y que el libro Los
siete pilares de la sabiduría de Lawrence de Ara-
bia haya sido recomendado por los expertos de
la contrainsurgencia en Iraq. Como parte de este
cambio, el autor menciona el hecho de que un
veterano cronista de las expediciones militares
americanas, como es Robert Kaplan, sostenga
que las historias etnográficas de Herodoto, sobre
las culturas extranjeras, son una mejor guía que
los intentos de Tucídides por descubrir las nor-
mas de la guerra, funcionamientos de gobiernos,
o la naturaleza humana.
El giro cultural ha dejado también marca en su
historia, dice el autor. Algunas narraciones milita-
res recientes y guías de contra-insurgencia se
sienten atraídas hacia la cultura como una herra-
mienta explicativa. Dan como premisa la idea de
que el salto cultural sobre la forma de hacer la
guerra en Oriente ha existido desde hace mucho
tiempo. Culturas tan dispersas como la antigua
China, la medieval Arabia, la moderna Turquía,
quedan hoy unidas y abrazadas por los escritos
de Sun Tzu llegando hasta la insurgencia árabe
e islamista del momento actual.
La forma oriental de guerra es sofisticada.
Juega con un abanico de posibilidades que van
desde los niveles morales y mentales hasta los
físicos. Incluso el nivel físico, depende de un en-
foque indirecto, de la estratagema y de la decep-
ción, mucho más que de un simple bombardeo.
Raramente los asiáticos han caído en el absurdo
de «contar víctimas» y mientras los ejércitos
orientales a menudo pueden asumir muchas ba-
jas, sus tácticas, a nivel de pequeñas unidades,
están claramente diseñadas para ahorrar las vi-
das de sus hombres frente al masivo empleo del
fuego occidental.
El artículo, que es denso pero ilustrativo, conti-
núa reflexionando sobre esas diferencias entre el
Este y el Oeste, entre la fuerza y la debilidad para
concluir que actualmente se están pagando los
errores por confundir las culturas. Véase el caso
de los Estados Unidos e Israel, dice el autor.
Cultura
(«Good Anthropology, Bad History: The Cul-
tural Turn in Studying War», por Patrick Porter
en Parameters, Summer 2007,pp. 45-58).
RUIDOS DE FONDO
Viene este artículo a nuestra sección, además
de por interesante, porque se refiere a la casuali-
dad. Y es que el mismo día que cayó en nuestras
manos el artículo de la Revista Militar portuguesa,
coincidía la emisión de un programa en la televi-
sión española sobre la reforma de la Ley de la Ca-
rrera Militar al que, lógicamente, tratamos de pres-
tar atención. Y al hilo de la lectura del artículo, no
se puede evitar establecer paralelismos, porque
entre lo que hemos leído y lo que hemos oído
(visto), el ruido de fondo está en todas partes.
Dice el general Augusto do Espíritu Santo que
los ruidos de fondo, que a veces se escuchan en
la comunidad militar, revelan falta de confianza
en el futuro, oposición y resistencia a medidas
estructurales que suscitan dudas y una tremenda
frustración. El general, en esta ocasión, achaca la
frustración a la diferencia cultural que se estable-
ce en la sociedad portuguesa entre el Estado y la
institución militar «cuya señal más evidente se
traduce en un entendimiento diferente sobre la
condición militar». Y dice el general Augusto que
en la historia de las relaciones militares-Estado
de la sociedad portuguesa, los ejemplos eviden-
cian las consecuencias de una respuesta no ade-
cuada del Estado a esos ruidos de fondo que
traspasan la capacidad de acción del mando.
Según el general, lo que actualmente provoca
los ruidos de fondo es esa divergencia a la hora
de entender unos y otros la condición militar. Y
esos ruidos de fondo, señala el general, no de-
berían darse en un régimen democrático.
La condición militar, continúa el autor, debe
ser vista por el Estado como algo que dignificar
ante la nación, entendida como un elemento dis-
tintivo que ha sido asumido voluntariamente por
algunos de sus ciudadanos para servir a los de-
más. La condición militar es exclusiva de los sol-
dados y no puede ser repartida entre otras fuer-
zas que no tienen ese carácter de militar.
Esperemos que se logren calmar esos ruidos
de fondo, sea donde sea el lugar y el motivo que
los produce.
(«Os Ruídos de Fundo» por el general Gabriel
Augusto do Espírito Santo en Revista Militar nº
2665/2466)
REVISTA EJÉRCITO • N. 798 OCTUBRE • 2007 109
107-110.ps - 10/19/2007 13:32 PM
¿INSECTO O MÁQUINA?
De momento, lo primero; pero con componen-
tes de lo segundo. Así parece ser lo que está pa-
sando con el reino animal hoy en día. Hasta aho-
ra, y decimos lo que dice el autor del artículo que
trata sobre los insectos híbridos, el mundo ani-
mal ha dado al hombre locomoción durante miles
de años, se han utilizado caballos y elefantes pa-
ra la guerra y para el comercio; las aves han ser-
vido para enviar mensajes y detectar gases en
las minas de carbón, una técnica para salvar la
vida de los mineros. Más recientemente, las abe-
jas han sido utilizadas para localizar minas y ar-
mas de destrucción masiva.
Todo lo anterior tiene viene a colación de los
programas HI-MEMS («Hybrid Insect Microelec-
tromechanical Systems»), que es en lo que se
centra el artículo. Dichos programas se dirigen a
desarrollar una tecnología que proporcione más
control sobre el movimiento de los insectos, de la
misma manera que sillas y herraduras hacen po-
sible el control de los caballos a la hora de mo-
verse.
Estos programas HI-MEMS se centran en el
estudio de la viabilidad del binomio máquina-in-
secto. Algunos de ellos buscan colocar sistemas
micro-mecánicos en el insecto durante las prime-
110 REVISTA EJÉRCITO • N. 798 OCTUBRE • 2007
ras etapas de su metamorfosis. Estas primeras
etapas incluyen la fase de gusano y larva. Cuan-
do las fases de crecimiento van avanzando, el
nuevo tejido crece alrededor del MEMS tendien-
do a cicatrizar y formando un tejido-máquina es-
table. Al final, lo que se trata es de que el dispo-
sitivo, dentro del insecto, controle los
movimientos y obtenga trayectorias ya sea por
coordenadas GPS o utilizando señales ópticas o
de ultrasonido por control remoto. El control del
movimiento se investiga desde diferentes enfo-
ques que incluyen electroestimulación muscular
directa, electroestimulación neuronal, emisión de
ultrasonidos, emisión de feromonas y electroesti-
mulación de las células sensoriales del insecto,
entre otros. El íntimo control de los insectos con
sistemas incrustados permitirá a estos ciber-or-
ganismos transportar más sensores tales como
micrófonos o sensores de gas y de esta forma
aportar información del destino al que hayan sido
enviados.
La tecnología derivada de los HI-MEMS per-
mitirá alcanzar capacidades robóticas a bajo
costo que tendrán un impacto directo sobre futu-
ros sistemas de defensa autónomos. La conse-
cución de ciber-organismos permitirá tener ro-
bots silenciosos que tendrán como elementos de
propulsión, músculos que
han sido desarrollados du-
rante millones de años de
evolución. La tecnología
desarrollada en estos pro-
gramas, podría ser emple-
ada también como una he-
rramienta biológica para
entender y controlar el de-
sarrollo del insecto; así se
abrirían perspectivas en el
conocimiento del desarro-
llo de los tejidos, que pro-
porcionarían nuevas sen-
das tecnológicas en el
campo de los sensores
naturales y la generación
de energía por parte de
los insectos.
(«Hybrid Insect MEMS»
por Amit Lal en www.dar-
pa.mil)
R. I. R.
111-112.ps - 10/22/2007 9:18 AM
Bibliográfica
A BORDO Y EN TIERRA
Salvador Moreno de Alborán y Reyna.
AF Editores, Valladolid. 2007.
El vicealmirante Salvador Moreno de Alborán y Reyna
es autor, con su hermano Fernando, también almirante,
de la que sin duda es la mejor historia de la guerra naval
en la pasada contienda civil, La guerra silenciosa y silen-
ciada, cinco documentadísimos volúmenes publicados
en 1998, aportación de trascendental importancia a la
historiografía bélica española. Nueve años después, ven
la luz las memorias del almirante, en las que recoge lo
más llamativo de sus casi cincuenta años de servicio.
Desde 1936 en que con dieciséis años, embarcó
como voluntario en el bou armado Juan Miguel, hasta
que en 1984, ya vicealmirante, y pese a la unánime
propuesta de ascenso por el Consejo Superior de la
Armada, fue cesado por el Ministro de Defensa como
director de la Escuela de Guerra Naval. Entre esas fe-
chas, pasó el autor por numerosos destinos en mar y
en tierra: cruceros Canarias y Almirante Cervera, bu-
que escuela Juan Sebastián de Elcano, destructor Ve-
lasco, guardacostas Alcázar, petrolero Teide, fragata
Vicente Yáñez Pinzón, buque dique de desembarco
Galicia, jefe de operaciones de la 2ª División de la Flo-
CERCLE. AL OTRO LADO DE
LOS PIRINEOS
Antonio Castillo-Olivares Reixa.
Ediciones Atlantis. Madrid, 2007.
Corre el año 1213 y la Cruzada
contra los cátaros asola el Langue-
doc... estas primeras palabras de la
sinopsis nos sitúan en el contexto
donde se desarrolla la acción. El
autor, en un prólogo inusual, expli-
ca que no se debe considerar su
obra como «novela histórica», dado que sus protago-
nistas son ficticios. Ahondando un poco, se presiente
que la propia cruzada histórica y la batalla de Muret,
son solo la plataforma que sustenta una odisea donde,
por encima de las aventuras relatadas, lo primordial es
el análisis psicológico de sus personajes. Individuos ro-
tundamente humanos, algunos muy peculiares y no
meros estereotipos, que representan todas las tenden-
cias imaginables. Es por ello un acierto, aparte de la
justificación del autor, el que sus diálogos se plasmen
en lenguaje contemporáneo, pues así queda mejor cap-
turada la intrincada naturaleza de sus personalidades.
En un enfoque profundo, lo esencial de la obra ni si-
quiera sería el mencionado cuadro psicológico de los
caracteres descritos, sino el ensayo filosófico que se
Cultura
INFORMACIÓN
ta, jefe de estado mayor de la 1ª
Flotilla de Destructores, jefe de
operaciones del Estado Mayor de
la Flota, jefe del Grupo Aerona-
val, profesor de la Escuela de Ti-
ro Naval, comandante director de
la Escuela Naval, agregado naval
en Londres o jefe de estado ma-
yor del Mando Unificado de Ca-
narias.
Vivió el almirante momentos
decisivos de la historia última de nuestra Marina de
Guerra: la guerra en la mar desde 1936 a 1939, la pe-
nuria de la posguerra y la modernización de la Armada
gracias a la ayuda norteamericana.
Frisaba el almirante los ochenta años, cuando co-
menzó a anotar los recuerdos de episodios, sucesos y
anécdotas, muchas de ellas absolutamente desterni-
llantes, de su dilatada vida militar, que fue hilvanando
hasta configurar el libro que presentamos, libro escla-
recedor, humano y enormemente entretenido, crónica
de casi medio siglo de abnegado, leal, brillante y ale-
gre servicio a España desde la Armada.
J. R. D.
esconde a lo largo de sus páginas, cuando refiere el
narrador las íntimas reflexiones que los protagonistas
se plantean.
Mas no pensemos que se descuida la ambientación
histórica, antes bien, se podría calificar de minuciosa,
asemejándose en ocasiones a una monografía sobre
la organización de la vida en el Medievo, bien docu-
mentada, que sin robar agilidad a la acción enriquece
el relato.
También destaca el realismo de los combates, que re-
sultan creíbles, algo a lo que no acostumbra este género.
La novedosa trama, hilvanándose mediante situa-
ciones verosímiles, resulta inteligente, y por eso en-
gancha desde el principio. Su descarnado verismo,
que no repara en retratar procesos fisiológicos, no es-
tá exento de sutiles dosis de humor, romanticismo y
misterio.
En particular estos dos últimos aspectos empiezan
a evidenciarse avanzada la novela y representan un
aliciente más para llegar hasta su final. Al acabarla, te-
nemos la sensación de que sus personajes eran rea-
les y que necesitamos conocer más sobre ellos. Pues-
to que el final, felizmente, no cierra la epopeya, en tan-
to aguardamos una segunda parte, no tendremos otro
remedio que volver a leerla.
N. P. F.
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 111
111-112.ps - 10/22/2007 9:18 AM
KURSK, 1943 LA BATALLA DECISIVA
Álvaro Lozano. Editorial Malabar.
Barcelona. 2007.
Parecía imposible pero está resultando cierto: la
buena literatura no necesita de temas originales para
atraparnos y propiciar ese momento de gratitud hacia
el escritor que pone en nuestras manos un libro respe-
tuoso y veraz. Creíamos que ya todo estaba escrito
sobre el nazismo y la guerra europea que desencade-
nó, pero parece, a juzgar por esta obra, no ser así.
La descripción de esta batalla es más que un sim-
ple recorrido narrativo sobre los hechos ocurridos so-
bre la estepa rusa, es un intento de explicación global
y compleja de un acontecimiento que determinó la pér-
dida de la libertad de acción general del Ejército ale-
mán desplegado al este del Dnieper. Es muy destaca-
ble el estilo elegido por el autor: su laconismo, la hu-
mildad casi telegráfica con que cuenta ciertas escenas
de la vida del combatiente, nos parece muy de acuer-
do con el lenguaje con que se acometen los textos mi-
litares.
En Kursk, el Ejército Rojo no obtuvo una victoria de-
finitiva en el sentido convencional de la palabra, debi-
do a que la Wehrmacht pudo ejercer una acción de re-
tirada ordenada según sus planes. No fue una derrota
absoluta, pero sí estratégica, a partir de ese momento
Hitler no pudo progresar en dirección al corazón ruso y
desde entonces fue empujado hacia el Oeste. Lo me-
PUERTAS DE FUEGO
Steven Pressfield.
Biblioteca de Bolsillo.
Barcelona. 2006.
El éxito cinematográfico de la película dedicada a
relatar la invasión persa de Grecia en el siglo V a.C.
produjo inmediatamente la proliferación de textos de
carácter, más o menos, histórico o con importantes ri-
betes novelísticos en su exposición o imaginarios en
cuanto a su contenido.
El texto referenciado debe quedar encuadrado en la
corriente literaria que ha venido en calificarse como
«novela histórica» con todas las características que le
son propias al mezclar, sin grandes contradicciones,
una serie de hechos y de personajes reales plenamen-
te históricos con otros ficticios que permiten crear un
aspecto inédito de la cuestión, pero que no se opone
al hecho histórico considerado.
El interés de Puertas de fuego reside en que ofrece
al lector una perspectiva diferente de la que presentan
otros textos recientes sobre el heroico comportamiento
de los trescientos espartanos y sus aliados en el paso
de las Termópilas. En esta ocasión, el autor ha queri-
do exponer, básicamente, el punto de vista de un sol-
dado combatiente en aquel hecho.
El argumento se centra en el deseo del rey persa de
alcanzar un mayor conocimiento de las tácticas de In-
fantería empleadas por el enemigo y que habían de-
112 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
jor del los nazis, con sus más
acabados productos con la mejor
tecnología y su creencia de raza
superior, tuvo que reconocer que
enfrente tenían a un enemigo si-
tuado en plano de igualdad con
ellos, en todos los aspectos. El
más de un millar de carros al que
se les dio un mal empleo consti-
tuía su última reserva estratégica.
La batalla de Kursk es fruto de
una labor de investigación de más
de dos años en los archivos de varios países, entre los
que destacan los alemanes y rusos, como acreditan la
amplia bibliografía consultada y los mapas y gráficos
aportados. Cabe resaltar la aproximación a los centros
de mando situados en Berlín y Moscú donde se toma-
ron las decisiones y en el detalle de cuáles fueron las
circunstancias determinantes en el desarrollo de la ba-
talla, de la organización de los diferentes ejércitos, de
las estructuras de mandos, pasando por los medios
técnicos disponibles y la manera de empleo en el cam-
po de batalla.
En definitiva podemos considerar que este libro for-
ma parte de la literatura del arte militar, que enriquece
de manera positiva y pone en manos de los interesa-
dos en estos temas, un documento muy acertado.
P.R.V.
mostrado su efectividad. Entre el
montón de cadáveres de hom-
bres, caballos y bestias de carga
que produjo la densa y heroica
defensa del citado paso de las
Termópilas, encuentran un super-
viviente de los helenos, grave-
mente herido y en un estado la-
mentable bajo las ruedas de un
carro de guerra. Gracias a los in-
tensos cuidados que le dedican
los cirujanos persas, llega a supe-
rar su estado crítico y pasa a ser
un prisionero muy especial: antiguo esclavo lacedemo-
nio, de amplia educación y conocimiento, y con el fer-
viente deseo de exponer su reciente experiencia bélica.
Entrevistado largamente por el historiador real per-
sa, el prisionero señala que necesariamente su relato
tiene que ser su propia historia, así como la de los
guerreros a los que conoció, y no limitarla exclusiva-
mente a la batalla, siendo esta la única forma de que
el rey Jerjes pueda conocer, con tal perspectiva, el
verdadero significado de la vida y las acciones de los
heroicos defensores de las Termópilas.
Un relato, espléndido en todos sus aspectos, que
constituye el muy recomendable y completo texto refe-
renciado.
J. U. P.
113-114.ps - 10/22/2007 9:21 AM
INHALT
DOKUMENT: DOCEX-07........................................................ 35
Der bilaterale Seminar DOCEX 2007 wurde in der Kaserne
La Merced in Granada vom 29. Mai bis 1. Juni durchgeführt mit
der Beteiligung des Doktrinszentrums für den Einsatz der Streit-
kräfte des französischen und des Doktrins- und Ausbildungs-
kommandos des spanischen Heeres.
Das Thema dieser zehnten Versammlung war: eine prakti-
sche Einstellung der Interoperabilität für die Landstreitkräfte. Ei-
ne französische Brigadeinfanterie mit einem spanischen Ge-
fechtsverband (in Batallionsstärke) -und umgekehrt-, unter einer
operationalen Kontrolle während der Stabilisierungsphase einer
Operation, einschliesslich Kampfaktivitäten, Sicherheit, Wieder-
aufbau und humanitäre Hilfe.
Diese Versammlung hatte letztendlich als Ziel eine Verbes-
serung der gegenseitigen Kenntnisse der Doktrinen beider
Streitkräfte und eine Anregung der Doktrinsüberlegung, indem
man Gemeinsamkeiten und Verschiedenheiten identifiziert.
GULTIGKEIT UND UNVERANDERLICHKEIT
DER MILITARISCHEN FUNKTION ....................................... 08
Felipe Quero Rodiles. Generalmajor.
Es geht um die Überlegung bei den folgenden Umbauten,
die in unserer Heimat und auch in den anderen Länder der Welt
stattfinden.
Der Artikel ist eine Beurteilung der Rolle, die die mil-
itärischen Streitkräften erfüllen und ihre Auswirkung in den
spanischen Streitkräften, mit drei wichtigen Marksteinen ab-
steckt: die Modernisierung, der Wechsel und die Umbildung.
SOMMAIRE
Estas traducciones han sido realizadas por el Gabinete de Traductores e Intérpretes de la SEGENEME
DOCUMENT DOCEX-07 ........................................................ 35
Le séminaire bilatéral DOCEX 2007 s’est déroulé du 29 mai
au premier juin dans le casernement « La Merced » à Grenade,
avec la participation du Centre de Doctrine d’emploi des Forces
de l’Armée de Terre française et le Commandement d’entraîne-
ment et Doctrine de l’Armée de Terre espagnole.
Destiné à améliorer la connaissance réciproque des doc-
trines des deux pays et à susciter la réflexion doctrinale en
identifiant les points de convergence et de divergence, le sujet
de cette dixième édition a été : L’approche pratique d’interopé-
rabilité pour les forces espagnoles (ou françaises) et vice-versa,
sous contrôle opérationnel pendant la phase de stabilisation
d’une opération, y compris les actions de combat, de sécurité,
de reconstruction et d’aide humanitaire.
VIGUEUR ET INVARIABILITE
DU ROLE MILITAIRE. ............................................................ 08
Felipe Quero Rodiles. Général de Division. BEM.
Il s’agit d’une réflexion sur les successives organisations
que se sont produites dans notre Patrie, tout comme dans le
reste des pays.
C’est une analyse sur l’évolution du rôle que jouent les
forces militaires et son incidence sur les Forces Armées espa-
gnoles, jalonnée par trois événements marquants : la moderni-
sation, le changement et la transformation.
La « modernisation » fut le début, suite à la diminution de
la tension internationale et à l’équilibre de forces dans le
Das fängt mit “der Modernisierung” an, als Konsequenz der
Reduzierung der internationalen Spannung und dem Kräftegle-
ichgewicht der bipolaren Welt, und wurde bis den sechszigen
Jahren mit der “Reduzierung-Modernisierung” materialisiert und
lieβ unveränderlich die militärische Funktion. Danach kommt
“der Wechsel” als wirklicher stärkerer Wind, der die Aufmerk-
samkeit der Sicherheit auf die neuen Risiken richtete und auch
die militärische Funktion unveränderlich lieβ. Endlich kommt
“die Umbildung” als vertiefter Umbau, von der Allianz in Riga
akzeptiert, was ihre politische und diplomatische Struktur betrifft
aber die militärische Funktion unveränderlich läβt.
KRIEGE DER VIERTEN GENERATION.
DIE LOSUNG: TECHNOLOGIE? .......................................... 18
Pedro Sánchez Herráez. Major. Infanterie.
Die entwickelten Länder, obwohl sie über mehr militärische
Kapazitäten verfügen, befinden sich mit ernsten Problemen sowie
in Afghanistan und Irak wie auch im Libanon. Rückgreifend zum
intellektuellen Rahmen der Kriegsgenerationen stellt sich der Ver-
fasser dieses Berichtes die Frage, dass während der grösste Teil
der Streitkräfte sich in der zweiten Generation befindet, ist der ak-
tuelle asymetrische Konflikt von der vierten Generation.
Die Suche nach einer Lösung zu diesem Widersinn ist nicht
die technologische Innovation für die Erhöhung der Kapazitäten
um sich in der zweiten Generation zu erhalten, sondern -wie
uns die Geschichte zeigt- man muss eine militärische Moderni-
sierung einleiten und die Streitkräfte in die dritten Generation
einführen.
monde bipolaire, et elle se matérialisât par un progressif
exercice du binôme réduction-modernisation, qui régit jus-
qu’aux années 60, et qui laissât invariable la fonction militai-
re. Apres, le « changement », véritable tempête universelle
que centrât l’attention de la Sécurité sur les nouveaux
risques, et qui a son tour maintint invariable la fonction mili-
taire. Finalement, la « transformation », réorganisation pro-
fonde qui, assumée par l’Alliance de Riga, affecte sa structu-
re politique et diplomatique, tout en laissant invariable la
fonction militaire.
LES GUERRES DE
QUATRIEME GENERATION.
LA SOLUTION LA TECHNOLOGIE ?.................................... 18
Pedro Sánchez Herráez. Comandant d’infanterie BEM
PeLes pays développés, malgré leurs capacités militaires
supérieures, ont de sérieux ennuis aussi bien en Afghanistan
qu’en Iraq ou qu’au Liban.
En faisant appel au cadre intellectuel des générations de
guerres, l´auteur de l’article expose que, tandis que la plupart
des armées se trouvent dans la deuxième génération, le conflit
asymétrique actuel est de quatrième génération.
La recherche d’une solution à ce paradoxe n´est pas l’inno-
vation technologique pour accroître les capacités en demeurant
dans la deuxième génération, mais – comme nous enseigne
l’Histoire – réaliser une innovation militaire et installer les ar-
mées dans la troisième génération.
REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007 113
113-114.ps - 10/22/2007 9:21 AM
SOMMARIO
DOCUMENTO DOCEX-07 ...................................................... 35
Il seminario bilaterale DOCEX 2007 si sviluppò nell’acquar-
tieramento La Merced, Granata, dal 29 maggio al 1 giugno con
la partecipazione del Centro di Dottrina per l’Impiego della For-
za dell’ ET francese e del Comando di Addestramento e Dottri-
na dell’ ET spagnolo.
Destinato a migliorare la conoscenza reciproca delle dottrine
di entrambi gli eserciti e di suscitare la riflessione dottrinale,
identificando punti di convergenza e divergenza, il tema di que-
sta decima edizione fu: Approccio pratico di interoperatività per
forze terrestri. Una brigata di Fanteria francese (o spagnola)
con un gruppo tattico spagnolo (o francese) e viceversa, sotto il
controllo operativo durante la fase di stabilizzazione di un’ope-
razione, includendo azioni di combattimento, sicurezza, rico-
struzione e aiuto umanitario.
VIGENZA E INVARIABILITA DELLA
FUNZIONE MILITARE ............................................................ 08
Felipe Quero Rodiles. Generale della Divisione. DEM.
Si tratta della riflessione sulle successive riorganizzazioni
che si sono prodotte nella nostra Patria, come negli altri paesi
del mondo.
È l’analisi dell’evoluzione della funzione che svolgono le for-
ze militari e la loro incidenza sulle Forze Armate spagnole, ca-
ratterizzata da tre fattori importanti: la modernizzazione, il cam-
biamento e la trasformazione.
SUMMARY
DOCUMENT DOCEX-07 ........................................................ 35
The DOCEX 2007 bilateral seminar was held in the La
Merced barracks in Granada, from 29 May through June 1 with
the participation of the Doctrine Centre for the Use of Force of
the French Army and the Training and Doctrine Command of
the Spanish Army.
With a view to a mutual improvement of doctrines of both
armies and encourage doctrinal considerations, while emphasi-
sizing the agreements and disagreements found in this tenth
edition of the seminar, the following main points were ad-
dressed: A Practical Approach to the Interoperability of Land
Forces. A French Infantry Brigade (or Spanish) with a Spanish
or French Task Force and vice versa, under operational control
during the stabilization phase of an operation, including combat,
security, reconstruction and humanitarian aid efforts.
ENDURING AND PERMANENT NATURE
OF THE MILITARY FUNCTION. ............................................ 08
Author: Felipe Quero Rodiles, Maj. Gen.
Staff College Graduate.
The summary is a review of the consecutive reorganizations
that have taken place in our homeland, like in all other countries
of the world.
It is an analysis of the development of the role of the armed
forces and the influence it exerts on the Spanish Armed Forces,
highlighted by three significant features: modernization, change
and transformation.
114 REVISTA EJÉRCITO • N. 799 NOVIEMBRE • 2007
Iniziò con la “modernizzazione”, conseguenza della diminu-
zione della tensione internazionale e dell’equilibrio di forze del
mondo bipolare, e si materializzò con un progressivo esercizio
del binomio riduzione-modernizzazione, che resse fino agli an-
ni 60, e lasciò invariabile la funzione militare. Dopo, il “cambia-
mento”, vera tempesta universale che centrò l’attenzione della
Sicurezza sui nuovi rischi e, mantenne anche invariabile la fun-
zione militare. Finalmente, la “trasformazione”, riorganizzazio-
ne profonda che, assunta dall’Alleanza a Riga, riguarda la sua
struttura politica e diplomatica, però lascia invariabile la funzio-
ne militare.
GUERRE DI QUARTA GENERAZIONE.
LA SOLUZIONE. TECNOLOGÍA? ........................................ 18
Pedro Sánchez Herráez Comandante. Fanteria. DEM.
I paesi sviluppati, oltre a contare con maggiori capacità mili-
tari, si trovano in seri problemi tanto in Aganistan, come in Iraq
e nel Libano. Percorrendo il marchio intellettuale delle genera-
zioni di guerre, l’autore dell’articolo espone che, mentre la mag-
gior parte degli eserciti si trova nella seconda generazione, il
conflitto asimmetrico attuale è di quarta generazione.
La ricerca di una soluzione a questo paradosso non è l’inno-
vazione tecnologica per incrementare le capacità mantenendosi
nella seconda generazione, ma –come ci indica la Storia – rea-
lizzare un’innovazione militare e istallare gli eserciti nella terza
generazione.
It began with “modernization”, as a result of a decrease in in-
ternational tensions and the balance of forces in a bipolar world.
This phenomenon materialized with a progressive reduction-
modernization policy that lasted till the 60s without changing the
military function. After this, came “change”, a worldwide trend
that focused Security concerns on emerging risks, leaving the
military function intact. Finally, “transformation,” an exhaustive
reorganization, adopted by the Alliance in Riga which had impli-
cations on its political and diplomatic structure but left the mili-
tary function unchanged.
OURTH GENERATION WARFARE.
TECHNOLOGY AS A SOLUTION?........................................ 18
Pedro Sánchez Herráez, Maj. Infantry.
Staff College Graduate.
Developed nations, despite their wide ranging military capa-
bilities, find themselves in a rather difficult situation in
Afghanistan, Irak as well as in the Lebanon. The author, while
examining the academic framework of the different generations
of warfare, states that although the vast majority of armies are
classified in the second generation, the present asymmetrical
conflict belongs to the fourth generation.
The key to this contradiction does not lie in technological en-
hancements to increase capabilities and remain in the second
generation, but in learning from Historical events; to evolve
modernization procedures that would enable placing armies in
the third generation.
2-115.ps - 10/24/2007 11:11 AM

Índice
EDÍTA EDITORIAL 4
Foto: SECRETARÍA
35
MINISTERIO
DE DEFENSA
GENERAL
TÉCNICA DOCUMENTO
DIRECCIÓN
Director
General de Brigada
La Interoperatividad (DOCEX) - 07
José Ángel ARMADA de SARRÍA
Subdirector, Jefe de Colaboraciones y
Administración
Coronel Eduardo ORTIZ de ZUGASTI AZNAR
Jefe de Ediciones
Coronel Julián BARRIOS BARBERO
CONSEJO DE REDACCIÓN
Coroneles
Meléndez Jiménez, Ramírez Verdún,
Presentación
BLAS PINAR GUTIERREZ.
Grande Urquijo, Franco Serrano
General de Brigada. Infantería. DEM. 36
y Dolz del Castellar Alvargonzalez.
Tenientes Coroneles
García-Mercadal, Dacoba Cerviño,
Fuente Cobo y Muñoz Blazquez.
Comandantes Concepto Español de Interoperatividad
Cepeda Lucas, Urteaga Todó, JUAN HERNANDEZ GUTIERREZ.
De la Fuente Cagigós, Teniente Coronel. Infantería. DEM. 38
Gonzálvez Vallés, Ariño Astudillo y
Sarto Ferreruela.
Suboficial Mayor
Illana Miralles. Interoperatividad Táctica: Doctrina y Procedimientos
NIPO: 076-07-039-6 (Edición en papel) La Brigada en la Estabilización
NIPO: 076-07-038-0 (Edición en línea) ANTONIO LUZON MUNIESA.
Depósito Legal: M. 1.633-1958 Comandante. Artillería. DEM.
ISSN: 1696-7178 JUAN IGNACIO REYES MADRIDEJOS.
Correctora de Estilo: Comandante. Infantería. DEM. 42
Paloma Prado Caballero.
Servicio de Documentación:
Emilia Antúnez Monterrubio.
Corrector de Pruebas:
Teniente José Manuel Riveira Córdoba. Interoperatividad Táctica: Mando y Control
Diseño Gráfico y Maquetación: JULIAN DIAZ ABAD.
Luis Angelina Higuera, Teniente Coronel. Infantería. DEM. 48
Ignacio Moreno Piqueras y
Francisco J. Gallardo Gallardo.
Fotocomposición, Fotomecánica e Impresión
Interoperatividad de la Función Inteligencia
CENTRO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO
FRANCISCO JIMÉNEZ MOYANO.
Promotor de Publicidad: Teniente Coronel. Infantería.
VÍA EXCLUSIVAS.SL FRANCISCO JAVIER SANTOS DÍAZ.
Viriato, 69 S-C. 28010 Madrid (España)
Teléf.: 91 448 76 22 / Fax: 91 446 02 14
Teniente Coronel. Artillería. 54
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Fotografías: SEPUB, (Manrique/DECET), La Integración Logística en una Brigada
Pascual Alonso, Ramos Guerra, Hispano - Francesa
R. Andrés, Couso Larios, Cusachs, ANGEL CASTILLA TRILLO.
Salvador Cubedo,Noval García, Lopez Teniente Coronel. Infantería. DEM.
Fernandez y Gallardo. FRANCISCO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ.
REVISTA EJÉRCITO: Comandante. Infantería. 58
C/. Alcalá 18, 4.º 28014 MADRID.
Teléf.: 91-522 52 54.
Telefax: 91-522 75 53.
1-116.ps - 10/19/2007 11:43 AM

NOVIEMBRE DE 2007
AÑO LXVIII

NÚMERO 799

P-3 Laser Guided Bomb

I
noviembre 2007 - año LXVIII - núm 799
• Vigencia e Invariabilidad de
S-80

la Función Militar
Fragata F100 • Guerras de Cuarta Generación.
CN-235 para el programa Deepwater
La Solución: ¿Tecnología?

Littoral Combat Ship LAMPS HIMARS

I EJÉRCITO I
La alianza hace
la fuerza.
En un mundo que continúa cambiando a ritmo vertiginoso, los gobiernos buscan alcanzar sus principales
objetivos mediante alianzas industriales con empresas tecnológicamente avanzadas de todo el mundo.
Lockheed Martin y sus socios en más de 50 países se esfuerzan en satisfacer una amplia gama de
necesidades gubernamentales prioritarias: Desde el fortalecimiento de los sistemas de defensa, a la
gestión del tráfico aéreo, marítimo y ferroviario. Desde los sistemas de Mando y Control militares
y civiles, a la fabricación y lanzamiento de satélites.

Porque cuando el objetivo es realmente importante, la alianza hace la fuerza.

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DOCUMENTO: La Interoperatividad (DOCEX-07)