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Tema:

● Los problemas cognitivos y epistemológicos del desarrollo de la conciencia y el


estado ideal en Hegel.

Tesis:
● La realización del estado ideal así como de la conciencia según el modelo hegeliano
se ve superada si se quiere llevar a la práctica; el saber y la experiencia son
insuficientes para el desarrollo pleno de la conciencia humana; ya que esta no es
realmente libre puede verse limitada en la toma de decisiones lógicas y en su propio
reconocimiento.

Cómo se llega a la tesis?

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Conocer y 2comprender no son lo mismo, si bien el razonamiento lógico y el
conocimiento resulta fundamentales para conocer de forma directa el mundo circundante,
estas herramientas se vuelven insuficientes para comprender lo que hemos hecho de él y de
nosotros mismo, ya que al día de hoy existe un tráfico inconmensurable de modelos de
pensamiento, creencias y condicionamientos que permean la conducta humana y que van más
allá de un principio de contradicción lógico propuesto por Hegel, resultando en el
desconocimiento de relaciones profundas que direccionan a la misma como conjunto,
volviendo imposible la resolución e inclusive la búsqueda de lo que consideramos ideal o
real.

Introducción:

La construcción del estado ideal así como el buen direccionamiento de la conducta


humana ha implicado un extenso debate en distintos terrenos del saber, Hegel por su parte
pretendió hacer un modelo filosófico absoluto, generar un sistema completo que abarcara la

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Conocer - Tener información o conocimiento profundos y con experiencia directa sobre algo.
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Comprender - Percibir y tener una idea clara de lo que se dice, se hace o sucede o descubrir el
sentido profundo de algo.
totalidad de las relaciones descritas en el mundo para así lograr semejante fin, buscando
liberar la conciencia humana y sometiendola a la búsqueda del saber; esta ansia por el
conocimiento como la de muchos antes y después de Hegel, surge en tanto existían
limitaciones conceptuales y represiones intelectuales, pero hoy las cosas son distintas; en
cualquier estado que se considere “normal” no existe tal represión, y más aún, se repudia si se
halla; si bien no podemos decir algo tan extravagante como que conocemos la totalidad de las
cosas y sus relaciones explícitas e implícitas; es cierto que al día de hoy tenemos una
suficiencia en lo que respecta a conocimiento tecnológico y humano con la que hace apenas
hace un siglo se soñaba, y que es suficiente para llegar a determinar modelos objetivamente
funcionales de convivencia social y natural, pero que a pesar de esto, aún parecemos distar
mucho de tal armonía, así pues, la intención de este artículo es incursionar en el modelo
dialéctico de Hegel, sujetarlo a un contexto, y determinar cuales son las causas por las que
dicho modelo, a pesar de pretender ser definitivo, no funciona en una razón práctica. ¿por que
conocer no es suficiente?.

Dicho esto se dará una breve síntesis del discurso filosófico planteado por Hegel.

Según hegel, toda la historia, lo que hemos sido y somos a través de los distintos
momentos en el desarrollo humano es lo que conoce como el ejercicio lógico y necesario del
espíritu conociéndose a sí mismo a través de nosotros el cual, termina siendo la idea absoluta,
la totalidad de la realidad; este fundamento y sobreposición de la idea es lo que caracteriza al
idealismo, siendo entonces la razón y el pensamiento las más acérrimas herramientas para
llegar a esta; lo verdadero puede ser conocido incluso a pesar de tener este aspecto absoluto,
en Hegel lo finito no se opone a lo infinito, se sigue pues que la conciencia humana, si bien
yace contenida por su brevedad en medio del transcurrir de la historia es totalmente libre,
limitada solo en tanto no esta en disposicion del conocimiento, estableciendo una unidad
dialéctica entre libertad y necesidad, concepción que halla sus inicios en Spinoza, quien
define la libertad como necesidad de cuál se ha tomado conciencia.

Hegel reconoce 3 distintas realidades, dichas sean la naturaleza, la mente humana y el


espíritu absoluto, y plantea desde el idealismo la dialéctica en función de un principio de
contradicción que se compone al inicio del mecanismo como una tesis (afirmación) seguida
de una antítesis (negación) de la cual se sustrae una síntesis (conclusión) con lo cual
interconecta y da sentido a estas realidades así como al conocimiento obtenido de ellas; por
ejemplo si tomamos como tesis la “tiranía” su contraparte o antítesis será la “libertad”,
reaccionando y unificando a modo de síntesis, la “ley”. Esta actividad dialéctica es infinita,
cada síntesis se convierte tesis que a su vez se le opondrá una antítesis, y así ​ad infinitum. ​La
realidad es pues contradictoria y la dialéctica su fundamento, lo que impulsa al espíritu en
función de su necesidad inherente de conocerse a sí mismo, y a nosotros hacia ese
conocimiento, el desarrollo se da entonces en forma de una constante contradiccion logica en
la que tomamos conciencia de nosotros mismos, del mundo y sus relaciones, para así dar
lugar a la autoconciencia, la razón, la moral, el arte, la religión y la filosofía entre otras, y en
último término, en beneficio del bienestar social, generar un estado “ideal” cuyo fin es el de
garantizar el libre desarrollo de cada quien.

1. Sobre los límites discursivos y prácticos de la libertad.

El concepto de libertad asume un reto epistemológico si se le quiere entender, ya que


los principios, fundamentos y límites de la misma resultan siempre difusos, cada quien en su
momento la ha demarcado según su conveniencia, para Hegel es un aspecto necesario dentro
de su modelo filosófico, ya que es el sujeto quien consciente de su libertad y en el ejercicio
práctico de esta, debería no tener condicionamientos para que una vez se halla frente a una
encrucijada, eligiese en base al principio de contradicción lógica referido a la dialéctica, y así
llegar naturalmente a una síntesis que abarque ambas partes de la contradicción; y si bien
Hegel establece y distingue los distintos niveles de conciencia por los que el sujeto ha de
trascender para obedecer al orden lógico dialéctico propuesto, ocurre que en la totalidad de
una vida, la mente humana constantemente está sujeta a modelos mentales de los que es
imposible salir, algunos más elementales son la biología, la cual determina la constitución
fisiológica particular de una persona en base a genes heredados, y esto a pesar ser referido
solo al aspecto físico, ya que resulta difícil definir qué aspectos de la conducta mental son
transferidos en los descendientes (que los hay), resultaría ingenuo pensar que el hecho de que
hubiésemos crecido en un cuerpo distinto no hubiese generado un cambio de trayectoria en el
pensamiento propio, pues a partir de nuestro aspecto generamos valoraciones de forma y
estética; otro más es el de la cultural en el cual un sujeto se desarrolla, todo este contexto
previo establecido forma parte de los modelos mentales a los cuales nos hallamos suscritos y
moldean la percepción de lo real; en un sentido más profundo, la vida y experiencias
personales naturalmente hacen parte de nuestros modelos mentales pero se distingue de la
cultura en tanto que es más personal, valoraciones morales o éticas que se adquieren con los
años y más aún en las primeras etapas de la vida de una persona; y como último de los
modelos aquí mencionados, tenemos el lenguaje que filtra y reproduce todo y cuanto se
quiera expresar o comunicar de estos contextos y circunstancias así como el aprendizaje
mismo; estas condiciones están presentes en la visión y capacidad de discernimiento, que si
bien es el sujeto quien toma una opción, no lo hace en base a un razonamiento lógico
objetivo, si no en base a modelos mentales y estímulos que sujetan su intención desde
inclusive antes del alumbramiento.

2. Los otros.

Es un error pues pretender a la conciencia humana de forma libre y esperar


determinada reacción, desde el existencialismo, sartre plantea la libertad como un conflicto,
en el que un sujeto se reconoce libre y una vez en contacto con otro, se vuelve consciente de
la libertad de aquel que se puede sobreponer ante la suya, este conflicto de intereses se
vuelve o una superación o una subordinación ante el otro; el problema en sartre es que esta
mecánica obliga al sujeto a reaccionar y en esa medida termina perdiéndose a sí mismo a
pesar de ser este quien en un primer momento elige ser, ya que según este pensamiento ​la
existencia antecede a la esencia​; más sin embargo, no hay que llevar la postura a los
extremos fatalistas del existencialismo, de este es importante entender las relaciones tácitas
de responsabilidad que versan sobre todos para con todos, pues da cuenta de las profundas
influencias que direccionan la vida y decisiones de una persona, y establece al ser humano
como fundamentalmente social. Otro referente acerca de las relaciones sociales necesarias se
encuentra en Foucault, quien hace un profundo análisis de lo que llamó ​“relaciones de
poder” ​en donde expone un condicionamiento de la conducta en todos los niveles de la vida
de una persona; de forma similar a Sartre, ocurre un conflicto en el que constantemente se
busca dominar las subjetividades ajenas, siendo coaccionados en todo momento y aceptando
relaciones jerárquicas implícitas constantemente, ya sea para con instituciones o sujetos
reconocidos como familiares, conocidos, compañeros de trabajo o profesores y estudiantes
entre otros; toda esta cantidad de sujetos a su vez tendrán sus propios modelos mentales e
influencias de terceros que complejizan más aún el pensar y actuar de las personas, pues cada
una termina teniendo su propio grado de verdad en base a los intereses de cada quien, siendo
la claridad conceptual, la adquisición de saberes o el conocimiento del espíritu si quiere, una
de las tantas motivaciones o fines (y no lo principal) del que se nutre e influye a la conducta
humana y la toma de decisiones.

Conclusión

El problema de asumir y pretender la libertad como una posibilidad es que no lo es, a pesar
de la cantidad de acepciones y significados que se le atribuyen al término falla en tanto no es
posible delimitarla con respecto a los otros, sus implicaciones y alcance, volviendo siempre al
principio del debate; el concepto en sí pues, se ha convertido en una suerte de deidad para el
común, reconociendo y aspirando tajantemente a la libertad, pero que así como un dios,
indiferente de esto en tanto su propia imposibilidad. Con todo esto no he querido inducir a un
fatalismo, ni reprochar el hecho de no ser libre, pues el propio ejercicio de la actividad
humana se resiste a la constitución de libertad, sino más bien que este término (en su
momento necesario y fundamental para combatir diversos tipos de represión) resulta en un
desdoblamiento dañino que impide entender la conducta humana dentro del complejísimo
contexto que nos atañe hoy, saliéndose de los márgenes discursivos aceptables y prácticos, y
que a pesar de esto se mantiene latente en las discusiones contemporáneas; es trabajo de la
filosofía entonces, en conjunto con los saberes de las distintas ciencias cognitivas y naturales,
el restructurar y discriminar constantemente la relevancia objetiva del discurso, en función
de las necesidades sociales con relación a las particularidades cognitivas de su tiempo una
vez estas son identificadas, comprendiendo que somos en este momento para de esa manera
entender a qué organizaciones o formas de sociedad podríamos aspirar, y cuales resultan
siendo un despropósitos, no girando alrededor de la pregunta ¿que deberíamos ser? si no
centrarnos en ¿que necesitamos ser?. Por esto fallaria el modelo Hegeliano en la actualidad,
en donde a pesar del vasto desarrollo logrado, resulta que el saber no es suficiente para la
evolución plena de la conciencia, de la sociedad o del estado.

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