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1. Noción de fraude …………………………………………………….……..3
1.1 Fraude a la ley …………………………………………………….……4
1.2 Fraude a los acreedores …………………………………………….…..7
1.2.1 Mecanismos de tutela ………………………………………….…8
1.3 Relación de fraude a la ley con frade a los acreedores. ……………….10
2. La acción pauliana ………………………………………………………...12
2.1 Antecedentes históricos y evolución. ……………………………..12
2.2 Naturaleza jurídica de la acción pauliana …………………………14
2.2.1 Sobre los acreedores …………………………………..14
2.2.2El acreedor ejerce su propio nombre …………………..15
2.2.3 Es individual …………………………………………..15
2.2.4Es subsidiario …………………………………………..15
2.2.5 Es un remedio indirecto …………………………….....16
2.2.6 Es conservativo o cautelar .………….…………….…..17
2.2.7 Es facultativo ………………………………………….17
2.2.8 Es renunciable …………………………………………17
2.2.9 Cualidad patrimonial ………………………………….18
2.2.10 Protege la buena fe …………………………………..18
2.2.11 De naturaleza personal …………………………...….18
3. La acción pauliana en el ordenamiento jurídico peruano ………………...20
3.1 Conceptos y nociones previas …………………………………….20
3.1.1 Actos que pueden ser impugnados ……………………………...22
3.1.2 Naturaleza del crédito …………………………………………...24
3.1.3 Legitimación activa y pasiva ……………………………………25
3.1.4 Requisitos particulares y generales ……………………………..26
3.1.5 Efectos ………………………………….………………..……...27
3.1.6 Carga de la prueba ………………………………………………28
3.2 Presunción de onerosidad y las garantías reales ………………….29
3.3 Derechos del tercero sub adquiriente ……………………………..29
3.4 mprocedencia de la acción pauliana ……………………………..30
3.5Limitaciones al derecho de un tercero adquiriente ..………………31
3.6 Remisión………………………………………………………......32
4. Acción Pauliana en el Derecho Comparado……….……………………....35
4.1 Acción Pauliana en Alemania…………………………………….35
4.2 Acción Pauliana en Francia………………….…………………...38
4.3 Acción Pauliana en Italia…………………….…...………………40
CONCLUSIONES……………………………………………………………45
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………..…………46
CAPÍTUL
O I
2
1. NOCIÓN DE FRAUDE.
La palabra fraude, se configura de las voces latinas, fraus y fraudis que hacen
referencia al engaño. No es sorpresa que sus raíces sean latinas, puesto el origen
histórico del fraude (como de otras tantas figuras comunes en el Derecho
occidental) se remonta al Derecho Romano, y la lex poetelia papiria aprobada el
326 a.C durante el tercer consulado de Gaius Poetelius Libo Visolus juega un
papel muy importante en la aparición de dicha figura, puesto ella modificó de
forma indirecta el nexum que unía al acreedor (accipiens) y deudor (solvens), y
que permitía al primero cobrar con la persona del segundo. Esto significaba, que
el deudor podía ser sometido a esclavismo, a sufrir golpes o incluso a morir a
manos de su acreedor, sin embargo, con la lex poetelia papiria, se pasará a
cobrarse ya no con la persona, sino con su patrimonio (bonurum venditio), en
tanto ésta prohibía la esclavitud por deudas.
Fue así cuando se pasa a cobrar con el patrimonio de las personas, y estas, para
evadir que su patrimonio le sea arrebatado, emprendían conductas desleales con
el fin de mantenerlo intacto, conductas que necesitaban ser contrarrestadas con
el Derecho con el fin de proteger a los acreedores o al mismo ordenamiento
jurídico vulnerado.
Entonces tenemos que, para una noción de fraude nos acercamos a la relación
jurídica entre un acreedor y un deudor, del cuál surgen obligaciones. El fraude
está vinculado, pues, a las obligaciones que tienen su fuente en […] un acto
jurídico bilateral de carácter patrimonial, que implica, en el deudor, la
responsabilidad que es inherente a toda obligación. 1 Aunque cabe aclarar que el
último concepto relacionado, “la responsabilidad”, no es constitutivo de toda
obligación, sino, solo de aquella que cae en incumplimiento, es decir, es
constitutivo solo en obligaciones incumplidas, como es el caso del fraude.
1
VIDAL RAMIREZ, F., Teoría general del acto jurídico, Lima, 1985, p.450
3
Teniendo así dos tipos de fraude que serán abordados en las siguientes
secciones, y estas son: El fraude a la ley y el fraude a los acreedores.
Puig peña, por otro lado, intenta definir el fraude a la ley como “todas
aquellas conductas aparentemente lícitas por realizarse al amparo de una
determinada ley vigente, pero que producen un resultado contrario o
prohibido por otra norma."3
Para Jean Paul Niboyet, el Fraude a la Ley es “el remedio necesario para
respetar el carácter imperativo de la ley, y su sanción en aquellos casos en
que cesa de ser aplicable a una relación de derecho, debido a que los
interesados se han colocado, fraudulentamente bajo el imperio de una nueva
ley”4, él a diferencia de Paulo y Puig Peña, no define al fraude a la ley, como
el acto o conducta desleal, sino como el remedio dado por el derecho a tal
conducta.
Ahora, intentando construir desde lo más básico una concepción más propia
del fraude a la ley, notamos que la ley persigue determinados fines, ya sea
prohibir, permitir u obligar a realizar determinadas conductas para conseguir
determinadas consecuencias, estas a la vez, pueden entenderse de la lectura
2
DIGESTO. 1.3.29: “contra legem facit, qui id facit quod lex prohbet, in fraudem vero qui salvis verbis
legis sentetiam eius circumvenit”
3
PUIG PEÑA, F., Tratado de derecho civil español Tomo I, Madrid, 1957, p.398
4
NIBOYET, J, Manual de Derecho Internacional Privado, Paris, 1928, p. 158.
4
literal de la norma escrita o entenderse por su sentido amplio, encontrado en
la razón de ser de la norma. Por ejemplo, y para que se entienda de mejor
forma este punto, tenemos el artículo 1366.1 encontrado en nuestro código
civil que expresa que el Presidente de la República está imposibilitado de
adquirir bienes nacionales, esa prohibición “de adquirir bienes nacionales”
sería la encontrada en el sentido literal de la ley, mientras “evitar el
enriquecimiento a partir del bienes estatales” vendría siendo otro fin
encontrado en la misma ley y el evadir el fin encontrado en el fondo de la ley
imposibilita que tal conducta sea respaldada.
Volviendo al punto a tratar, podemos afirmar que las leyes a veces, prohíben
determinados actos jurídicos en determinadas circunstancias o determinados
sujetos (ej. prohibir al presidente adquirir bienes nacionales), pero estas
prohibiciones guardan a la vez en el fondo, un fin acorde con los principios
del ordenamiento jurídico (ej. evitar el enriquecimiento del presidente a
partir de los bienes del Estado), por lo que cualquier intento de conseguir
dichos fines prohibidos por otro acto decaería en invalidez y se subsumiría
en lo que llamamos fraude a la ley.
Puesto, aunque la ley no diga que haya fines prohibidos, sino negocios
prohibidos5, hay que inducir que el fin se prohíbe para aquel caso y para
cualquier otro: o sea, que el mismo fin tampoco puede ser conseguido por
otro negocio; salvo que haya razones para decidir que lo prohibido es el
medio (negocio) y no el fin.”6
5
El presente trabajo entiende al acto jurídico como sinónimo de negocio jurídico. Se harán las
aclaraciones respectivas al citar fuentes extranjeras cuyo entendimiento de negocio jurídico difiera de la
postura adaptada en el presente documento.
6
ALBADEJO, M., Derecho civil I: Introducción y parte general, Madrid, 2002, p.697
7
TORRES VÁSQUEZ, A, Acto Jurídico volumen II, Lima, 2015, p.797
5
En este sentido, al referirnos al fraude a la ley, encontramos una primera ley
imperativa que prohíbe determinado acto, y otra ley que permite el acto de
forma aparente, y es usada por el sujeto de derecho para evadir la
prohibición encontrada en la ley imperativa, a esta ley se le atribuye el
nombre de ley de cobertura.
6
un Estado Parte, cuando artificiosamente se hayan evadido los principios
fundamentales de la ley de otro Estado Parte.
8
Artículo 6, inc 4 del cc español: Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un
resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude
de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir
9
Artículo 11 del cc salvadoreño: Cuando la ley declara nulo algún acto, con el fin expreso o tácito de
precaver un fraude, o de proveer a algún objeto de conveniencia pública o privada, no se dejará de
aplicar la ley, aunque se pruebe que el acto que ella anula no ha sido fraudulento o contrario al fin de la
ley.
10
PROVINCIALLI, Renzo. Tratado de Derecho de Quiebra, Volumen II, Madrid, 1958, p.247
7
Cabe aclarar también que como señala Vial Herrera, que dicha insolvencia
“nada tiene que ver con la voluntad del deudor respecto de cumplir sus
obligaciones, ya que, aunque el deudor hiciera la mejor gestión posible con
su masa patrimonial impotente, no podría llegar a pagar a sus acreedores de
manera íntegra y oportuna.” 11
8
llega a renunciar a cobrarle a su deudor, es decir, se comporta como
acreedor de ese segundo deudo, y niega cobrarse para que su propio
deudor no pueda cobrar su respectivo crédito.
A) Acción de simulación
Esta procede contra el acto simulado por el deudor. Siendo que
entendemos por esta figura como “la creación de una ficción, una
apariencia de acto jurídico no conforme con la realidad
efectivamente querida por las partes otorgantes”.12 Con esa
simulación el deudor pretende crear una aparente insolvencia para
que así su acreedor no pueda cobrarse, es decir, con el fin de
engañarlo. Esta figura se encuentra regulada en el Título VI del
libro segundo de nuestro código civil actual.
B) Acción subrogatoria
Esta procede cuando el deudor omite reclamar un derecho con el
fin o como consecuencia no querida el de perjudicar a su
acreedor, las razones pueden ser múltiples, como el simple
desistimiento del deudor para evitar inmiscuirse en un proceso
con su propio deudor (con este, el primer deudor se comporta
como acreedor), o un odio jurado entre deudor y acreedor.
Con este mecanismo el acreedor está facultado de ejercer los
derechos de su deudor, sea vía acción o defensa.
Esta figura se encuentra regulada en el artículo 1219 inciso cuarto
de nuestro código civil actual.
C) Acción pauliana
A grandes rasgos, porque abordaremos la figura con mayor
profundidad en la extensión del presente documento, esta figura
12
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal, op. cit, p.727
9
procede cuando el acreedor pide que se declaren ineficaces
respecto a él los actos de su deudor con los que renuncie a
derechos o con los que disminuya su patrimonio de tal forma que
se perjudique el cobro de su crédito.
Adicionalmente, con esta acción se tutela no solo “el derecho de
los acreedores sino también el de los derechos de los terceros
adquirientes de buena fe”. 13
13
Ibidem, p.805
10
CAPÍTUL
O II
11
2. LA ACCIÓN PAULIANA
La acción Pauliana es un medio legal muy remoto, pues las culturas de la Edad
Antigua ya lo usaban, en especial las civilizaciones clásicas. Según Trincavelli, el
origen de la acción pauliana se encuentra en el Derecho griego. Demóstenes hizo
referencia a ella en sus alegatos, sosteniendo la existencia de un acuerdo
fraudulento entre Onstor y Aphobos, para evitar el pago de las indemnizaciones a
que este fue condenado15 Esta podría ser la manifestación más antigua, sin
embargo, esta institución fue desarrollada en Roma, ya que se señala como uno de
sus antecedentes a la Lex Aelia Sentia, que prohibía las libertades dadas por un
insolvente que tuviese créditos pendientes, siendo consideradas como concluidas
en fraude de acreedores. Este es el contenido esencial que aportaría la ley sobre la
calificación de una libertad como fraudulenta –aunque no la única– y principal
innovación en la regulación del fraus creditorum. Ahora bien, al relacionarse la
insolvencia (solvendo non esse) con el concepto del fraude de acreedores, surge la
necesidad de delimitar esta situación de hecho respecto a uno de los dos elementos
característicos y definidores del concepto técnico del fraus creditorum: el elemento
14
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, 5°ed, Instituto Pacífico SAC, Lima, 2015, pp. 804-805
15
ALTERINI, AMEAL Y LOPEZ CABANA, Derecho de obligaciones civiles y comerciales, 4°ed, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1993, p.333
12
objetivo o eventus damni, que junto al elemento subjetivo o consilium fraudis son
la base teórica del fraus creditorum en Derecho clásico.16
Afirma Solazzi que en el Derecho romano clásico existían tres medios a disposición
de los medios de los acreedores: a) una acción pauliana poenalis con previo
arbitratus de restituendo, que nacía del ilícito constituido por el fraus creditorum
que daba lugar a una reparación pecuniaria; el deudor podía liberarse restituyendo
cuanto se le exigía en el arbitratus; b) un interdictum fraudatorium que era un
remedio recuperatorio del bien salido del patrimonio; y c)una integrum restitutio,
resolución rescisoria emitida por el magistrado con iuris dictio, con la cual se
eliminaba el acto de disposición.17
Según Maynz, contra los actos realizados en fraude de los acreedores, el pretor
había creado dos acciones: la pauliana actio y el interdictum fraudatorium, las que
probablemente se originaron en causas distintas y para fines diferentes, pero
resultando casi imposible establecer la distinción entre ellas18 Otros autores, como
Kipp, sostienen que el Derecho romano clásico conoció dos recursos: la integrum
restitutio y un interdictum, siendo posible también una actio in factum. Los
compiladores justinianeos unificaron estos dos recursos en la actio in factum,
designación sustituida después por las glosas con la de actio pauliana.19
La influencia romana en esta institución perduro por mucho tiempo es asi que en
la Alta Edad Media con el apoyo del florecimiento del comercio la actio pauliana
reapareció para desenvolver una función práctica digna de ser estudiada por la
nacida Escuela de Glosadores (Irnerio, Azón, Accursius, etc) y luego los Post
Glosadores o Conciliatores (Cino de Pistoya, Bartolus de Saxoferrato, Baldus de
Ubaldis, etc)20
16
DEL PINO, Felipe, La sistematización de la insolvencia en el Digesto, Derecho y conocimiento, vol. 1,
Universidad de Huelva, España, 2001, p.348
17
Citado por BETTI, Emilio, Teoría general de las obligaciones, trad. de José Luis de los Mozos, Editorial
Revista de Derecho Privado, Madrid, 1970, T. II, p.394
18
MAYNZ, Charles, Curso de Derecho romano, trad. de Antonio J. Pou y Ordinas, Jaime Molinas editor,
Barcelona, 1887, t. ii, p. 657
19
OBAL, Carlos, Acción Revocatoria o Pauliana, Enciclopedia Jurídica Omeba, T. I, Driskill, Buenos Aires,
1979, p.252
20
MOLITOR-SCHLOSSER. Perfiles de la nueva historia del Derecho Privado, Bosch, Barcelona, 1980, Pág.
24-28.
13
Con la entrada en vigor del Codice Civile de 1942, se recogió la evolución
presenciada en la primera mitad del siglo XX, dejando de lado las indagaciones
sobre los motivos aunque aquí pareciera ser transformada en simple negligencia, ya
que se afirmaba que “es negligente aquel deudor que persiguiendo cualquier fin,
también lícito, enajena unos bienes, sin tener presente que, así obrando, hace venir
a menos la garantía de los acreedores en modo que a ellos puedan sufrir daño.”21
21
COSATTINI, Luigi. La revoca degli atti fraudolenti, Seconda Edizione aggiornata da Carraro, Cedam,
Padua, 1950, Pág. 121,
22
COLIN y CAPITANT, Curso elemental de Derecho Civil, T. III, Reus, Madrid, 1924, p.82
23
BARBIERA, Lelio. Responsabilità Patrimoniale, Disposizioni generali. In Commentario del Codice Civile.
A cura di Pietro Schlesinger (Artt. 2740-2744), Giuffrè, Milano, 1991, Pág. 24.
24
PROTO PISANI, Andrea. Le tutele giurisdizionali dei diritti. Studi Jovene, Nápoles, 2003, Pág. 207,
25
Cas n° 2150-98- Lima, El Peruano, 13.3. 1999: La acción pauliana no importa la de nulidad, sino la
ineficacia del acto, esto es que el acto fraudulento no será oponible al acreedor accionante, y solo a él,
de tal modo que sus efectos no se hace extensible a otros acreedores
14
2.2.1 Sobre los acreedores
2.2.3 Es individual
2.2.4Es subsidiario
26
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, 5°ed, Instituto Pacífico SAC, Lima, 2015, p. 809
27
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, 5°ed, Instituto Pacífico SAC, Lima, 2015, p. 809
28
HERNANDEZ, Ana Beatriz. La acción pauliana simple. Tesis para optar el grado de licenciatura en
Derecho. San José, Universidad de Costa Rica, 1987, p.6
15
acto de renuncia a derechos o de disminución de su patrimonio, el deudor cause
un perjuicio al acreedor. Por su carácter subsidiario, la acción pauliana no
procede si los acreedores de otro modo pueden obtener la satisfacción de sus
créditos, como sucedería, por ejemplo, si el acreedor no se ha dirigido todavía
contra los fiadores del deudor o los bienes que le quedan al deudor le permiten
asistir convenientemente a su deuda con el acreedor.29
16
2.2.6 Es conservativo o cautelar
2.2.7 Es facultativo
2.2.8 Es renunciable
17
2.2.9 Cualidad patrimonial
La acción pauliana solamente recae sobre aquellos actos jurídicos cuyo objeto,
el bien sea susceptible de valoración económica, de transformación en dinero
mediante su venta judicial. Trata de remediar la garantía patrimonial común.37
El deudor puede gobernar su patrimonio como mejor le parezca con tal que se
conduzca con buena fe, con lealtad frente a sus acreedores, sin violar el deber
que tiene tanto de cumplir con sus obligaciones como de no impedir el pago de
las mismas. La función de la acción pauliana, al igual que la oblicua y la de
nulidad por simulación, es la de combatir la mala fé y la deslealtad de los
deudores que defraudan y traicionan a sus acreedores.38
37
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, 5°ed, Instituto Pacífico SAC, Lima, 2015, p. 812
38
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, 5°ed, Instituto Pacífico SAC, Lima, 2015, p. 812
39
HERNANDEZ, Ana Beatriz. La acción pauliana simple. Tesis para optar el grado de licenciatura en
Derecho. San José, Universidad de Costa Rica, 1987, pp.7-8
18
CAPÍTUL
O III
19
3. LA ACCIÓN PAULIANA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
PERUANO
20
Corresponde al deudor y al tercero la carga de la prueba sobre la
inexistencia del perjuicio, o sobre la existencia de bienes libres suficientes
para garantizar la satisfacción del crédito.”
Aunque su carácter puede ser discutible, considero que bajo análisis resultan
posibles de ser descartadas algunas posturas, como la que concibe a la acción
pauliana como acción de nulidad, puesto, en nuestra ley destaca la siguiente
expresión: “El acreedor (…) puede pedir que se declaren ineficaces respecto
de él los actos (…) del deudor…” (el subrayado es nuestro), lo que implica
que, como menciona Llambías 40, “el acto fraudulento es perfectamente
válido y eficaz, tanto respecto de las partes cuanto respecto de los terceros en
general.” Agregando el jurista argentino que el acto es ineficaz frente a “los
acreedores anteriores del enajenante de los bienes” al respecto, cabe hacer
una acotación, y es que el jurista afirma que el acto es ineficaz para todos los
acreedores con los que se contrajo la obligación antes del acto de
disposición, en tanto el código argentino de 1869 (que estaba vigente cuando
escribió su Tratado de Derecho Civil), así lo establecía.
21
revocación, al igual que la declaración de nulidad de un acto anulable, priva
al acto de sus efectos erga omnes, el acto se disuelve y los bienes enajenados
vuelven al dominio del deudor.” Añadiendo, además, que bajo esta
concepción (de revocación), se desprotegía al acreedor demandante en tanto
otro acreedor más sagaz podía embargar antes que el acreedor que llevó a
cabo la acción (en tanto ganada la acción pauliana, la propiedad pasaba
nuevamente a ser garantía general).
Los actos que pueden ser objetos de impugnación son todos aquellos
realizados por el deudor que disminuyan su patrimonio o renuncien a
derechos, de tal forma que, el acreedor demandante vea afectado la
posibilidad actual o futura de recuperar su crédito.
En general, el acto más común del deudor para ser sometido a la acción
pauliana es el simple contrato de compraventa entre este y un tercero
adquiriente, pero la norma es más general al respecto haciendo referencia a
que pueden ser objetos de impugnación todos los actos de disposición
onerosos o gratuitos, como: “venta, donación, remisión de deuda, sociedad,
seguro de vida, actos de liquidación, de comunidad, aceptación de un
sucesión o de un comunidad insolvente, renuncia a un derecho adquirido,
legado, dación de pago, constitución de un derecho de superficie, el
arrendamiento y el usufructo que dificulten la ejecución del bien; la
constitución de garantías como la hipoteca, garantía mobiliaria, anticresis,
22
warrant; pagos a deudas no vencidas”42. Adicionalmente hemos de aclarar
que no puede ser impugnado el pago de una deuda vencida, este supuesto se
encuentra regulado en el artículo 198 y también será tocado más adelante.
Esta encuentra una excepción en tanto dicha deuda esté prescrita, es decir, se
haya convertido en una obligación natural, Giorgi43 concuerda afirmando que
podemos encontrar el frauden cundo el autor satisface dicha obligación
moral aún teniendo conciencia de que su acreedor civil queda sin ser pagado.
La acción pauliana no sería necesaria en tanto, aún con el gasto realizado por
Z, X tiene su crédito garantizado el patrimonio restante de Z.
42
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, Lima, 2015, p. 839
43
GIORGI, Teoría de las obligaciones, Vol. II, Madrid, 1930, p.334
23
la acción pauliana siguiendo la misma lógica, porque X, no vería afectado su
posibilidad de cobrar su crédito.
El crédito puede ser puro o encontrarse sujeto a condición o plazo, pero cabe
destacar que a pesar de que dicho crédito posea alguna modalidad, no
recibirá un trato distinto al de uno simple y puro.
24
haber contraído una obligación de pago con su acreedor. (Cuando el crédito
es anterior al acto de disposición)
Si B no dispusiera de 100 000, sino solo de 90 000, esto es, le quedan 60 000
dólares en su patrimonio, A no podría hacer valer la acción pauliana en tanto
su crédito se encuentra debidamente asegurado con la suma de la garantía
general y su garantía específica.
25
3.1.4 Requisitos particulares y generales
El texto legal contempla como requisitos para ejercer la acción pauliana unos
generales aplicables tanto a actos de disposición del deudor a título gratuito u
oneroso, y adicionalmente unos requisitos particulares aplicables solo a, los
actos onerosos.
Al respecto cabe destacar que, si bien los dos elementos clásicos de la acción
pauliana que persisten en las formas más tradicionales son el consilum
fraduis (conciencia del fraude) y el eventus damni (perjucio al acreedor, en
nuestra legislación no es necesaria la presencia del animus nocendi, es decir
la intención de causar daño del deudor o conciencia del fraude, pues puede
que este haya actuado sin intención y aún así causar perjuicio. Este es el caso
de la persona que, confía en que recibirá una determinada herencia y por
tanto dispone de sus bienes sin saber que fue removido en un posterior
testamento.
26
decir, solo en este supuesto se requiere de ambos elementos clásicos de la
acción pauliana el consilum fraduis y el eventus damni, pero debido a la
dificultad de probar que el deudor y el tercero celebraron el acto con el
propósito de causar un perjuicio, la ley también añade dos presunciones que
serán vistas más adelante.
3.1.5 Efectos
De la misma forma, cabe destacar también que dicho acto es eficaz frente a
terceros.
27
acción se detiene el restablecimiento de la garantía común. Como afirma
Torres, su carácter es “conservatorio, no ejecutivo”.
Es por ello que nos vemos a veces en los supuestos en los que una persona
que habiendo iniciado un proceso contra su deudor moroso, pida finalizado
este que se pause la ejecución hasta que vía acción pauliana se restituyan los
bienes de los que pudo disponer el deudor en pleno proceso.
Por ejemplo, A inicia un proceso a B quien tiene con el primero una deuda
ya vencida, este casi finalizando el proceso y al ver que está por perderlo,
dispone de sus bienes en perjuicio de su acreedor, donando parte de su
patrimonio a la universidad donde estudió para que así A no pueda cobrar su
crédito. A puede pedir que se pause tal ejecución e iniciar la acción pauliana
de tal forma, que una vez restituidos los bienes A pueda cobrar su crédito.
Esto porque caso contrario, de haber ejecutado la sentencia sin recurrir a la
acción pauliana se vería imposibilitado de cobrar su crédito en su totalidad.
28
con posterioridad al aparición del crédito y también probar que el tercero ha
actuado de mala fe.
Artículo 196.- Para los efectos del artículo 195, se considera que las garantías,
aun por deudas ajenas, son actos a título oneroso si ellas son anteriores o
simultáneas con el crédito garantizado.
El acreedor, como mencionamos en los actos que pueden ser impugnados, puede
pedir que se declaren ineficaces respecto de él los actos por los cuales su deudor
otorga garantías de tal forma que la posibilidad de cobrar su crédito sea afectado.
Este artículo se colocan el supuesto de que las garantías reales que el deudor
pudiese entregar para cubrir deudas propias o ajenas, se presumen onerosas si
son anteriores o simultáneas con el crédito garantizado. Estas bajo la necesidad
de probar la mala fe del acreedor beneficiario de la garantía.
44
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, Lima, 2015, p. 832
29
Es común escuchar lo siguiente: “La acción pauliana se paraliza en tanto
aparezca un subadquiriente a título oneroso de buena fe” Y dicha frase verdadera
se relaciona con el artículo citado.
Tampoco procede la acción pauliana si, por ejemplo, B dispone de sus bienes a
título gratuito, esto puede ser, donar un determinado inmueble, y su donatario
vende dicho inmueble a C, esto es un adquiriente a título oneroso de buena fe. El
acreedor pudo haber impuesto una acción contra el donatario de B, pero como el
dispuso del bien y cayó en manos de la persona prevista en el artículo 198, la
acción de A resulta improcedente.
45
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, Lima, 2015, p. 835
46
CC del 34, art. 2012.- Principio de publicidad. - Se presume, sin prueba en contrario, que toda persona
tiene conocimiento del contenido de las inscripciones
30
3.4 Improcedencia de la acción pauliana
47
MESSINEO, Francesco, Manual de Derecho civil y comercial, trad. de Santiago Sentís Melendo, Ejea,
Buenos Aires, 1979, T IV, p. 151
48
COSTANTINI, Cristina. Gli effetti dell´azione revocatoria. En: The Cardozo Electronic Law Bulletin, Vol.
12, 2006, pág. 1. (http://www.jus.unitn.it/cardozo/Review/home.html).
31
o destrucción del bien, deberá asimismo reparar los daños y perjuicios que se
sigan al acreedor accionante, en los supuestos de transmisión posterior de los
bienes a un subadquirente de buena fe o cuando se le haya perdido el bien,
estando ante el supuesto de una responsabilidad aquiliana del tercer adquirente
contra el acreedor.49
3.6 Remisión
El articulo 200 regula el trámite procesal de los distintos casos de las acciones
paulianas. Cuando la transferencia es a título gratuito, el proceso sumarísimo es
49
LUCCHINI GUASTALLA, Emanuele. Voce: Revocatoria ordinaria (azione). En: AAVV. Il Diritto,
Enciclopedia giurídica, Volume 13, diretta da Salvatore Patti, Del Sole 24 ore, Milano, 2007, Pág. 469.
50
TORRENTE, Andrea y SCHLESINGER, Piero. Manuale di Diritto Privato, diciannovesima edizione, Giuffré
Editore, Milano, 2009, Pág. 452.
51
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, 5°ed, Instituto Pacífico SAC, Lima, 2015, p. 838
32
suficiente para acreditar la existencia de crédito, la gratuidad del acto de
disposición del deudor y la falta de bienes libres conocidos. La existencia del
perjuicio a los derechos del acreedor se presume cuando del acto del deudor
resulta la imposibilidad de pagar íntegramente la prestación debida o se
dificulta la posibilidad del cobro (art 195).52
52
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, Lima, 2015, p. 839
53
TORRES, Aníbal, Acto jurídico, Vol. II, Lima, 2015, p. 841
33
CAPÍTUL
O IV
34
4. ACCIÓN PAULIANA EN EL DERECHO COMPARADO.
Alienatio (Alienación)
Fraus (Fraude)
54
FORNER Delaygua Joaquín. La protección del crédito en Europa: La acción pauliana. Pág. 17
35
ejecución colectiva, sea este un juicio universal, llámese quiebra o cesación de
pagos, por una parte, cuyas normas se encuentran contenidas en respectivo
Reglamento de Insolvencia o bien llamado InsO, mientras que, si por otro lado, se
trata de un acreedor que desea realizar la impugnación de un acto en contra de su
deudor debe utilizar las normas que se encuentran en la Ley sobre la impugnación
de actos jurídicos de un deudor fuera del procedimiento de insolvencia, o también
conocida como AnfG.
Ante esto explica Hoffmann55, existen similitudes y diferencias entre ambas leyes,
aunque en ambas leyes la impugnación tiene los siguientes presupuestos: se
refiere a actos jurídicos, a un momento concreto respecto a dichos actos, exige que
los acreedores se hayan visto perjudicados por dichos actos y, contiene requisitos
subjetivo; estos requisitos, así como lo relativo a las partes implicadas y a la
aplicabilidad, se pueden tratar de forma conjunta. Respecto a la naturaleza de la
impugnación la controversia es también prácticamente idéntica, así es que a partir
de la función de la impugnación de la insolvencia como protección de la masa y
del principio del par conditio creditorum se han desarrollado supuestos de hecho
adicionales que van más allá de los recogidos en el AnfG de este modo, la
diferencia esencial entre la impugnación según la AnfG y la InsO, consiste en que
la AnfO surte efectos respecto a acreedores individuales, mientras que en la InsO
el centro de interés está en los intereses de la masa y, por tanto en el beneficio de
todos los acreedores.
55
Óp. Cit. La Protección de crédito en Europa… Pág. 20 178
36
4.1.1 Requisitos Generales de la impugnación de la insolvencia y de los
acreedores
En lo que queda por hablar del derecho alemán, basta con revisar lo
concerniente a la Vorsatzanfechtung, como presupuestos de hecho para
56
Óp. Cit. La protección de crédito en Europa… pág. 23. 179
37
situaciones especiales contemplados en la legislación alemana. 57 Este hecho, de
verdad resulta ser interesante en el derecho comparado, ya que limita a un
espacio temporal limitado, las adquisiciones a título gratuito, pudiendo quedar
liberados dichos traspasos, sino se logran probar al momento de la
impugnación.
De esta manera, podría ocurrir perfectamente que, antes de que se decrete una
quiebra, o se realice una impugnación por parte de un acreedor, eventualmente,
no podrá recuperar los bienes que hayan sido traspasados a título gratuito por
parte del deudor tiempo atrás, sino solo al momento de la impugnación. Esto
deja prácticamente reducidas las armas y estrategias probatorias para evitar la
salida de donaciones, en lo que respecta a probar un posible eventus damni y
concilium fraudis.
Si bien no ha sido mencionado expresamente por el artículo 1167 del Code Civil
francés (que exclusivamente se refiere al fraude), el eventus damni ha sido y es
considerado presupuesto esencial de la acción pauliana59. El artículo 1167 del
Código Napoleónico es la única norma que hace referencia a este mecanismo de
defensa, siendo la jurisprudencia francesa la que ha asumido el desarrollo del
régimen jurídico del fraude a los acreedores. 60 Dicho artículo se ubica
legislativamente entre los efectos del contrato (efectos respecto a terceros), siendo
criticada por la doctrina francesa, debido a que la considera efecto de todas las
obligaciones y no solo las nacidas del contrato.
57
Óp. Cit. La Protección del Crédito en Europa… pág. 29 322
58
Ibídem. Pág. 31
59
LUCCHINI GUASTALLA, Emanuele. Op Cit. Pág. 333.
60
JEREZ DELGADO, Carmen. Op Cit. Pág. 63
38
Según la doctrina francesa, que ha desarrollado el tema a falta de mayor
regulación del Code Civil, señala que la acción va dirigida contra el tercero
adquirente, y contra los eventuales subadquirentes, pero no contra el deudor
porque resultaría inútil, pues es insolvente, aunque se da potestad al tercero para
pedir su participación61.
61
DE PAGE, PLANIOL/RIPERT, según cita FERNANDEZ CAMPOS, Juan. Estudio comparado de la
impugnación de actos jurídicos realizados en fraude de acreedores. En: Anales de Derecho, N° 13,
Universidad de Murcia, 1995, Pág. 42.
62
Conforme SINAY, GHESTIN, LOUSSOURAN, MAZEUD, MARTY, RAYNAUD, JESTAZ,
MESTRE, según indica JEREZ DELGADO, Carmen. Op Cit. Pág. 64 y 65.
63
Ibidem, Pág. 65.
39
FERNANDEZ CAMPOS advierte que en el terreno de la prueba, la intención de
dañar será necesaria, pero no se exigirá la prueba directa, sino que se deducirá
dicho propósito del simple conocimiento de un perjuicio causado a un acreedor64.
Como tema especial, la doctrina francesa duda respecto a impugnar los pagos,
excluyendo de la acción el pago de deudas vencidas y exigibles, aunque
GHESTIN, con razón, observa que el pago de uno de los acreedores en estado de
insolvencia supone para los demás un daño si la disminución patrimonial
imposibilita que cobren la totalidad de su crédito, admitiendo por tanto la
impugnación de pagos, pero deberá probarse que fueron hechos y aceptados con
intención de dañar a los restantes acreedores.
Sobre su naturaleza la doctrina después de mucho debate ha optado por una línea
ecléctica atribuyendo a la acción pauliana un carácter de nulidad pero con
finalidad de reparar un perjuicio. Respecto a sus efectos, la doctrina francesa hace
referencia, en relación a sus efectos, como una action en inopposabilité, teniendo
un efecto de ineficacia solo frente al acreedor impugnante, como en Italia,
partiendo de la evolución de la teoría de la nulidad.
40
peligro la posibilidad del cumplimiento. Tal comportamiento se concreta en actos
de disposición de elementos de patrimonio, ya sean los mismos bienes muebles
(comprendidos los derechos de crédito) o (más a menudo) inmuebles (nexo de
causalidad entre el acto de disposición y el perjuicio o daño)”65.
IV.- Por último, el artículo 2904 marca el límite de aplicación de las normas
referentes a la acción revocatoria, diferenciando la regulación en materia
concursal y penal que de esta misma se hace.
A) Requisitos de ejercicio:
41
virtual, de elementos al patrimonio del deudor, como actos de enajenación o
de renuncia (…)”67.Este mismo artículo, da un ejemplo de esto en su apartado
segundo cuando “(…) enumera, entre los actos de disposición, las
prestaciones de garantía, también por deudas ajenas (prenda, hipoteca, fianza)
(…)”68.Como regla general, se exige la anterioridad del crédito respecto del
acto fraudulento. Esto por las mismas razones señaladas con anterioridad,
pues antes del crédito, el acreedor no ostentaba esa calidad, por tanto no
tendría interés ya que no tiene derecho a contar con los bienes que formaban
parte del patrimonio del deudor antes de tener un crédito en su contra.
Pero esto tiene una excepción, y es el caso en que, aunque el acto fraudulento
sea anterior al nacimiento del crédito, el fraude haya sido preordenado
dolosamente por el deudor con el objeto de impedir la satisfacción de los
derechos de su acreedor futuro. Esto es muy destacable, puesto que se
consagra expresamente esta hipótesis en la normativa civil italiana, lo que no
ocurre así en nuestra legislación civil69.
67
MESSINEO, F.: Op. cit. (n. 113), p. 151.
68
Ibídem.
69
Cfr. Ídem, p. 152.
70
Ibídem.
42
peligro cuando por un acto de disposición, las expectativas del acreedor
corran riesgo de ser frustradas, parcial o totalmente. 71 Por esta razón, es que
se permite expresamente (primer inciso del 2901) a los acreedores
condicionales y a término el ejercicio de esta acción, aunque para estos no ha
habido incumplimiento ni posibilidad de ejecución forzosa.72
La misma lógica, respecto a este punto hay que hacer la distinción entre actos
a título oneroso y a título gratuito, con los mismos fundamentos, por ello me
remito a lo anteriormente dicho.
71
Cfr. FERNÁNDEZ CAMPOS, J.: Op. cit. (n. 112), pp. 644-645.
72
Cfr. FERNÁNDEZ CAMPOS, J.: Op. cit. (n. 112), p. 646.
73
Corte di cassazione, número 8930, 1 de diciembre de 1987
74
Corte di cassazione, número 2400, 22 de marzo de 1990
75
MESSINEO, F.: Op. cit. (n. 113), p. 153.
43
a esta acción como un medio para invalidar el acto de disposición efectuado
por el deudor.76
I.- Va en exclusivo beneficio del acreedor que la ejerce, por ello es una acción
individual;
C. Prescripción:
76
77
Article 2903: L'azione revocatoria si prescrive in cinque anni dalla data dell'atto –“Esta acción
prescribirá contados cinco años desde la fecha del acto”
44
CONCLUSIONES
A lo largo del presente trabajo se revisó el estado actual de esta acción en nuestro
ordenamiento, esto es: su concepto, objeto, elementos, requisitos, carácter y efectos. Se
pudo dar cuenta de que en nuestra doctrina y jurisprudencia nacional, aún no hay
espacio para que los acreedores cuyos créditos no sean actualmente exigibles, ya sea por
un plazo o condición pendiente, tengan la posibilidad de ejercer la acción pauliana.
Esto por simples razones, en cuanto a que estando pendiente la condición no hay
obligación, y estando pendiente el plazo el crédito no es exigible, pero también por el
carácter propio de esta acción.
Cabe señalar que, en todas esas órbitas, la regla general es la anterioridad del
crédito al fraude, lo cual es aceptado en doctrina y jurisprudencia, sin embargo puede
ser relativo. Sin embargo, en nuestro país, este principio actualmente pareciera gozar de
carácter absoluto.
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