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Nacionalidad salvadoreña
Nacimiento 10 de marzo de 1920
Fallecimiento 4 de noviembre del 2012
Nacionalidad salvadoreño
Ciudadanía salvadoreño
Educación doctor en medicina
Ocupación médico y político
La política nunca le fue ajena, nació en 1921, año que marcó el fin de la primera gran crisis de los
precios del café, lo que generó condiciones para el inicio de un proceso reformista que pretendió
transformar el estado oligárquico agroexportador, proceso fallido, que lleva la impronta del
intento de la revolución armada dirigida por Arturo Araujo.
Fabio Castillo Figueroa alcanza su mayoría de edad, en plena dictadura de Maximiliano Hernández
Martínez, símbolo oprobioso de la represión más violenta de la historia de El Salvador, -la masacre
de la insurrección de obreros y campesinos de 1932- , pero a su vez, emblema ignominioso de la
contención y frustración de todo intento democratizador y de la instauración de un ciclo de
dictaduras militares; a las cuales, desde muy temprana edad, Fabio Castillo Figueroa decidió
combatir.
Pero no solo el ambiente político nacional en el que éste creció, marcó su interés por la política. Su
madre era hija de un ex-presidente de la República, el general Fernando Figueroa (1907-1911); su
padre fue hijo de un ilustre y prominente personaje de la historia patria, de quien heredó su
nombre y a quien reconocía como su imaginario preceptor. Fue aquél un hombre de ciencias,
medico, geógrafo, diputado y educador. En su honor fue nombrada, en Ilopango, el Centro
Educativo Fabio Castillo.
SOCIAL Fabio tenía muchas razones para afirmar que nuestros estudiantes son tan o más
inteligentes que cualquier estudiante de los países desarrollados. Sostenía que en condiciones
adecuadas las y los estudiantes salvadoreños pueden alcanzar la excelencia académica y por eso
se preocupó en su primer período rectoral (1963-1967) de llevar adelante una Reforma
Universitaria que tenía por objetivo la formación de docentes de la más alta calidad y el
establecimiento de tales condiciones en términos de bibliotecas, laboratorios, centros de
investigación, comedor universitario que proporcionara una alimentación adecuada a la población
estudiosa, además de becas y residencias estudiantiles para los estudiantes de menos recursos
económicos. Muchos años antes de que surgieran con fuerza los movimientos feministas en el
mundo Fabio consideraba importante la formación universitaria de las mujeres salvadoreñas. En
tal sentido había planificado las residencias estudiantiles para las compañeras que más lo
necesitaran, ya sea por sus recursos económicos o por provenir del interior del país; las
intervenciones militares, la guerra civil, el terremoto de 1986, el ahogamiento presupuestario y
otras circunstancias históricas lo impidieron.
Al igual que la mayoría de los grandes pensadores, no fue comprendido en su tiempo por algunas
de las personas con las que le tocó trabajar, ni mucho menos por la burguesía salvadoreña
caracterizada por su torpeza y por la ceguera intelectual que se produce cuando se anteponen el
egoísmo y el afán de riqueza al ideal de bienestar, justicia, paz, democracia, soberanía y progreso
de todo el pueblo. El Dr. Castillo defendió y propicio con mucha fuerza los estudios de ciencias en
nuestro país. Creó el Instituto de Ciencias Naturales y Matemáticas en su primer período rectoral:
1963-1967. Fundó la Facultad de Ciencias y Humanidades a finales de 1969 y la Facultad de
Ciencias Naturales y Matemáticas en septiembre de 1991; sin embargo, algunos funcionarios
cercanos a él lo acusaron de “cientificista”.
4-indentificar la forma en la que enfrento a los problemas de su tiempo
El Dr. Fabio Castillo, después de esa campaña presidencial, regresa a la Universidad para fundar,
en 1969, la Facultad de Ciencias y Humanidades de la cual fue su primer decano. Esta Facultad
desarrolló dos institutos, el de Ciencias Naturales y Matemáticas y el de Ciencias Sociales y
Humanidades. Fabio se preocupó por proporcionarle docentes de la más alta calidad académica;
para ello “reclutó” a varios profesionales salvadoreños, graduados en universidades extranjeras de
mucho prestigio, que asumieron el proyecto de desarrollar la ciencia en nuestro país como un
compromiso de carácter patriótico; también contrató científicos extranjeros de diferentes países
que contribuyeron grandemente con el objetivo de impulsar el desarrollo científico de la UES.
En ese afán lo sorprende la guerra oligárquica entre El Salvador y Honduras, El Dr. Castillo alzó su
voz contra una guerra que por intereses económicos de minorías enriquecidas, exponía a la
muerte a los pobres y a los desposeídos, pero su voz se fue quedando sola, acompañada de un
pequeño grupo de estudiantes de medicina, ante el chovinismo feroz que los medios de
comunicación desataron.
Paradójicamente, aquella guerra oligárquica, crearía las condiciones para que la guerra
revolucionaria se fuera gestando. Ya en 1970, los movimientos sociales de masas se expresaban
cada vez con más fuerza y las primeras organizaciones político-militares se gestaban en la
clandestinidad
Sus grandes aportes académicos fueron, entre otros, tanto la Reforma Universitaria de los años
setenta, así como la fundación de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas. Otras
significativas contribuciones del Dr. Fabio Castillo fueron la creación del sistema de becas
universitarias a estudiantes de escasos recursos, sistema del cual quien esto suscribe fue
beneficiado antes de su partida por treintavos años a Europa; y, en el plano político, su
participación como candidato presidencial por el Partido de Acción Renovadora (PAR) en 1967,
cuando por primera vez se habló en El Salvador de la necesidad de una reforma agraria o la
fundación de importantes institutos políticos como el Partido Revolucionario de los Trabajadores
Centroamericanos, en 1975, o del actual Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional,
después de los Acuerdos de Paz.