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Mario Cornea B.
os No Szñon Jzsuceirro
NuestTo Señor Jesucristo nace en circunstaneias que Judea se encuen-
tra bajo la dominaci6n romana, siendo Emperador y Pontifice Mtximo,
Octavio Augusto.
El gobierno de Augusto se caracteriz6 por una gran cantidad de re-
formas de tipo pol tieo y social, entre las que cabe destacar la reestruc-
tumeibn del Senado, cons'mente en su depuraci6n y reduccibn del nu-
mero de sus miembros.
En e1 plano social, Augusto defini6 las clases sociales y estableci6
un orden de importancia de las mismas, encabezado, comb era l6gico,
por la clase de los senadores; en segundo lugar, se ent›ontraba el orden
de los eaballerfi, que no era hereditario, sino que requeria de una pa-
tente otorgada por el principe a quienes poseian, entre otros requisitos,
como mkiimo, 4t)fl.000 sectercios; en un plano inferior se encuentran los
romanos y los italianos que poseian la ciudadania romana con anterio-
ridad o la guerra social; y por ultimo, los ciudadanos roaianos de fecha
inâs reciente y los que se encontraban dispersos por las provincias.
Efecbia también reformas en la estructura familiar, a1 limitar las era-
niimisiones; y en el piano polltico, a1 restringir la corrcesi6n de la ciu-
dadania a los libertos manumitidos por medios no so1emne.s.
1980] IF jORNADAs CMILENAS DE DRRRfIIO NATURAL
Por oWa parte, cabe resaltar la ruorganizaci6n del ejército y las finan-
zas; y e1 ordenamiento de la administraci6n de jusdcia y de los servicios
publicos.
En e1 plano de la politics exterior, Roma domina gran parte de la
peninsula ibérica y las Galias, y Augusto pretende anexarse Germanic,
aun cuando non un éxito relativo, extendiendo sus dominion hasta el
ri‹y Weser, gracias a las acciones militates de Druso y Tiberio, coovir-
tiendo parte de Germania en provincia estipendiaria; por otra parte, en
las proximidades del Danubio, se anexa la Panonia —boy parte de Aus-
tria, Croacia y parte de Hungrfa—, la Dacia —hoy Rumania—, llegando
hasta Moravia —hoy Checoslovaquia—, y se intenta la imi6n de los terri-
torios cereanos aI Rhin con aquéllos cercanos a1 Danubio. En e1 Orien-
te se obtiene una unificaci6n temporal de Crimea y Ponto; la Judea pa-
sa a ser gobernada por el legado de Siria, Sulpicio Quirino. En general,
e1 auge de las relaciones comereiales con los territorios orientales liml-
trofes trae como consecuencia un auge de todas las ciudades romanas
en Oriente.
El unico fracaso en ins intenciones de expansi6n del imperio to tuvo
Augusto al no prosperar su campaña para la anexi6n de Bohemia.
En e1 plano religioso, Augusto favorece el culto de Apolo, el Sol, y é1
mismo aparece revestido de una naturaleza sobrehumana. Posteriormen-
te, este eulto al Sol serf e1 principal opositor de la teologta oristiana.
RKWSTA CMILSNA DR DINW€HO [Vdl, 7
Por ultimo, porque la educaci6n del hijo requiere de ta1 cuidado y ab-
negaci6n que s6lo e1 amor puede evitar una falta de constancia en esta
labor que, muchas veces, no es f£cil ni agradable, y ese amor s61o to pue-
den tener los padres.
En consecuencia, las facultades que el derecbo romano entregaba at
pater, tanto en sus relaciones respecto de la mujer como de los hijos eran
excesivas y contrarias al derecho natural, en muchos aspectos, al perniitir
el derKho de vida y muerte, exposici6n, aha dono noxal y venta de los
hijos; y el poder, también amplisinio, aun cuando mâs restringido del
inarido respecto de su mujer.
Todo ello, sin perjuicio de que muchas veces esas amplias facultades
no eran ejercidas en todo su vigor, y de que, otras veces, la intervenci6n
de los magistrados, y especialmente los pretores, atenuaban mediante la
resoluci6n de los asuntos que les eran entregados a su conocimiento, la
estrictez de la legislaci6n.
veoharte, sea ofrenda, ése no tiene que honrar a su padre; y habéis anula-
do. la palabra de Dios pot vuestra tradici6n. | Hip6cr•tasl Bien profetiz6
de vosotros Isafas cuando dijo: Este pueblo me honra con los labios,
pero su coraz6n este lejos de cii; en vano me rinden culto, ensefiando
doctrines que son preceptos hiiiiianos”. La inisma admonicibn se encuen-
tra en Le. VII, 8-13.
V. ExszñaNZAS 8 m mS EPJTOLAS DE So Pa
z
Las enseñ as de Nuestro Sehor se ven mrroboradas y profundizadas
por el Ap6stoI San Pablo en sus diversas eplstolas, de las euales hemos
seleceionado algunos textos:
pero s61o para el fin educacional, “¿pues, quién puede eduear a los hi-
jos st no tiene poder sobre egosT’.
Son Ambrosio: estima que es deber de los padres “amar a los hijos
con dulziira y dedicarse a amar triuy dulcemente”. Por otra parte, lamen-
ts e1 triste espectâculo de la venta de los hijos, efectuada con la autori-
dad que Ie es propia al pater; pero, autoridad ésta, que se ve desprovista
de la piedad, del afecto paternal.
Son Agmtiri, por su parte, relaeiona y compara, considerando potes-
tades skñilares la del pater en su hogar con la del obispo en su di6cesis.
Son /erhnimo: habla de potestad oioderada.
Y asf, sucesivament'e, prâcticamente todos los escritores cristianos de
los primeros siglos, considerados Padres de la Iglesia, abogan por la
inWoducci6n de un trasfondo ético en las instituciones jurtdicas que ri-
gen las relaciones entre los miembros de una familia.
Y, del mismo modo que reclaman del pater un trato mâs benigno ha-
cia los miembros de su familia, exigen de éstos un mayor respeto hacia
los padres.
A modo de ejemplo, podemos reproducir una carta de San Cipriano a
Yubayano, que , al respecto expresa: ‘¿Para qué estén enforces los pre-
ceptos divines de la ley que señalan: Honrarâs a tu padre y a tu madre?
A no ser que el tftulo de padre, que es de ley honrar entre los homi›res,
se pueda ultraJar en Dios. ¿En qué vendrâ a param lo que dice e1 mismo
Cristo en el Evangelio: Quien ultrajare al padre o a la madre, serf cas-
tigado con la muerteT’.
Mâs tarde, permite la venta de los recién nacidos, pero ello no porque
lo considere llcito desde un punto de vista ético, sino s6lo para evitar su
muerte, ante los graves problemas econ6micos que debfa afrontar el Im-
perio, que traian como conseoueocia, en muc1›os casos, la imposibilidad
de que eI padre pudiera rnantener a los hijos.
b ) En e1 año 315, dicta su primera ley tendiente a evitar e1 uso del
derecho a vida y muerte del padre sobre el hijo, en que dispone que el
padre que comete el homicidio de su hijo incurre en parricidio; posterior-
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mente, en el año 319, precisa aun mls las sanciones para
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de
10. Yofentiniono If: Err e1 año 391 permite la venta de los hijos,
pero sin que éstos pierdan el car£cter de ingenuos. Si el padre desea re-
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