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Qué es un mezclador de pintura, cuántos tipos hay

y cómo usarlos?
on: 22 de septiembre de 2017En: Herramientas Eléctricas y Accesorios1 Comentario
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Las tareas de mezclado son una parte importante del trabajo diario en diversas obras
de construcción, ya que si se realiza de manera incorrecta puede dar lugar a resultados
inaceptables o de muy baja calidad. Con la aparición de nuevas tecnologías, el mezclador de
pintura se ha convertido en una solución frecuente, y en este artículo técnico hablaremos
sobre sus tipos y el correcto uso del mismo. En otro artículo, hablamos también sobre sus
usos y aplicaciones, específicamente.

Hemos visto, por ejemplo, las típicas hormigoneras o máquinas mezcladoras de cemento,


también llamadas “trompos”, que funcionan con motores eléctricos o a combustible, y cuyo
tamaño varía desde los modelos portátiles de dos ruedas hasta los que van montados en
camiones.

Sin embargo, cuando se trata de trabajos profesionales a menor escala, o incluso el que
realiza el aficionado en su hogar, existen otros métodos y herramientas más sencillas, pero
no por ello menos eficaces, para mezclar materiales de construcción líquidos y en polvo,
tales como pinturas, mortero, adhesivos, tintes, lechadas, revoques y sustancias similares.
Veamos cuáles son esos métodos y herramientas.

1) Lo básico: un elemento auxiliar


Es sabido que todo aquel que decide pintar su casa o negocio, o contrata un pintor para
hacerlo, está familiarizado con una técnica antigua, pero aún aceptable: para mezclar la
pintura, se retira la tapa del envase, se sumerge una varilla de madera, se remueve
suavemente el contenido, opcionalmente se agrega diluyente y/o tonalizador, se sigue
removiendo y finalmente se consigue el propósito buscado: la pintura queda homogénea y
lista para comenzar a aplicarla sobre la superficie deseada.

Pero claro, estamos en el siglo XXI, en el que las invenciones y los adelantos nos tienden una
mano. Porque si de una pintura ligera nos trasladamos a otros materiales más densos, como
adhesivos, yeso, masilla, recubrimientos epoxi, pastas, esmaltes, resinas o mortero, entonces
comprobaremos que el truco de la varilla de madera ya no funciona. Como los fabricantes
de herramientas eléctricas se apercibieron de ello antes que nosotros, lanzaron al mercado
unos dispositivos muy útiles que vienen a solucionarnos el problema.

2) Lo novedoso: un accesorio para taladro


Cuando presentamos el taladro, mencionamos que una de sus múltiples funciones es
mezclar pintura y materiales afines. La increíble versatilidad del taladro está dada por la
cantidad de accesorios que se le pueden acoplar. Y precisamente uno de esos accesorios son
las varillas mezcladoras para taladro.

Estas varillas forman parte de las herramientas usadas para trabajos previos o


de preparación de pinturas y demás materiales a aplicar. Consisten en un eje cilíndrico en
metal galvanizado, que en un extremo tiene un encastre hexagonal para mandril
(comúnmente, de 3/8, 1/2 y 5/8 pulgadas) y el otro presenta dos o más aspas accionadas por
rotación mediante el taladro. Pueden tener diversos tamaños y formas, adaptables para agitar
el contenido de envases desde pequeños hasta los más grandes. En las figuras de abajo
vemos algunos ejemplos de diseño de varillas, así como su colocación en un taladro.

Varilla para mezclar pintura de taladro


Varilla – Mezclador de pintura en taladro
Por su parte, este video nos muestra una de estas varillas en pleno funcionamiento.

3) Lo realmente innovador: herramientas exclusivas


Es cierto que un taladro eléctrico común puede ser adecuado para mezclar pequeños
volúmenes de materiales, principalmente líquidos, a bajas revoluciones (aproximadamente
500 rpm). Pero cuando debemos manejar volúmenes grandes o materiales de mayor
viscosidad, ya no es la primera opción. Dado que un taladro está diseñado para funcionar
durante solamente unos pocos segundos, el mezclado en estas condiciones hará que el motor
se recaliente rápidamente e incluso se queme. Por otra parte, el funcionamiento prolongado
de un taladro también producirá la fatiga del usuario.

Por lo tanto, la tecnología ha respondido a estas exigencias


brindándonos herramientas alternativas que son muy poderosas y perfectamente indicadas
para las tareas de mezclado de pintura, mortero y materiales afines.

Dependiendo del fabricante, podemos encontrar dos tipos de herramientas eléctricas para el


mezclado de estos materiales.

a) Taladro-mezclador
Fuera de la línea convencional, este taladro está concebido especialmente para los
aficionados al bricolaje que desean tener una robusta herramienta con cable que sirve para
un doble propósito. Es decir, no sólo está diseñado para la mezcla de materiales líquidos y
pulverulentos, sino que también se puede usar como taladro, porque viene provisto de un
mandril portabrocas de corona dentada, así como de la función de rotación en avance y
reversa.

Es muy cómodo de maniobrar gracias a un diseño tipo pistola, con un mango posterior y otro
lateral, ambos antideslizantes, lo que brinda un sólido agarre. Cuenta con un arranque suave y
los controles electrónicos integrados permiten preestablecer la velocidad y ajustarla con
precisión.

En la figura siguiente vemos uno de los modelos de taladro-mezclador con sus componentes


principales.

Partes de un taladro mezclador


El taladro mezclador es una herramienta lo suficientemente potente (aproximadamente 1000
W) para manejar fácilmente el mezclado, el mandril puede alojar brocas o varillas
mezcladoras de encastre hexagonal de hasta 1/2 pulgada (13 mm) y su velocidad de marcha
supera las 500 rpm.

Generalmente los taladros-mezcladores que ofrecen las marcas reconocidas también


incorporan en el kit una varilla mezcladora de pintura de tipo espiral, además de un accesorio
para cambiar de varilla según la necesidad del usuario.

b) Mezclador
Estas son herramientas aún más dedicadas, ya que están especialmente diseñadas para la
mezcla y no cumplen ninguna otra función adicional. Soportan un funcionamiento prolongado
y usan varillas mezcladoras similares a las que acabamos de ver, desde el momento en que,
según el fabricante, pueden presentar dos tipos de encastre:

 Hexagonal con adaptador especial para el cabezal del mezclador.


 Con una rosca métrica M14 (como muestra la siguiente figura), por lo que cualquier
varilla que tenga ese tipo de rosca puede atornillarse sin problemas a estos
mezcladores.

Mezclador de pintura
Los mezcladores de pintura y mortero son unidades eléctricas con cable, provistas de dos
velocidades que llegan a unas 500 rpm (marcha 1) y 800 rpm (marcha 2), y un interruptor de
encendido que puede bloquearse para obtener un funcionamiento continuo. También son muy
potentes, ya que están generalmente equipadas con un motor de unos 1400 W que les
permite alcanzar altos valores de torque o velocidad, de manera que la velocidad requerida
para la mezcla puede ajustarse óptimamente a la consistencia del material a mezclar.
Las figuras de abajo representan un mezclador de pintura y mortero con sus componentes
principales, así como la manera de usarlo.

Componentes de mezclador de pintura


Uso de mezclador de pintura
Al igual que el taladro-mezclador, ofrecen un arranque suave y la velocidad puede
preestablecerse y ajustarse con precisión gracias a los controles electrónicos integrados en
la herramienta. Los mangos laterales son amplios y ergonómicos, permitiendo un agarre muy
confortable que reduce la fatiga.

Las prestaciones de este tipo de mezclador de pintura, mortero y materiales similares


benefician a albañiles, colocadores de revestimientos, pintores y hasta al usuario hogareño.

¿Cuál es la mejor manera de usar los mezcladores de


pintura y mortero?
Para una tarea exitosa y para asegurar el máximo provecho y durabilidad de un mezclador de
pintura es muy importante seguir la serie de consejos que presentamos a continuación.
a) Usar la varilla mezcladora adecuada
La forma del extremo agitador de la varilla varía según el material y/o volumen a mezclar, ya
que materiales diferentes tienen requisitos de mezcla diferentes. Si usamos la varilla
incorrecta, el material no se homogeneiza correctamente, creando grumos en la mezcla. Por
lo tanto, nunca debemos emplear una misma varilla para mezclar materiales diferentes, por
ejemplo, pintura, adhesivos, mortero o yeso, sino elegir la que sea adecuada para cada
material o grupo de materiales afines. La figura que sigue sirve como guía orientativa acerca
de los principales diseños de varillas mezcladoras, así como sus usos principales.

Guía de uso de varillas mezcladoras de pintura


b) Usar un recipiente adecuado para mezclar mortero
Cuando elijamos un recipiente para la mezcla de mortero, debemos tener en cuenta la
cantidad total de mezcla. Un recipiente demasiado pequeño provocará salpicaduras del
material, ensuciando el entorno de trabajo y generando pérdidas innecesarias de material.
Para reconocer el tamaño correcto del recipiente de mezcla, asegurémonos de que el extremo
agitador de la varilla, una vez que introducimos esta en el recipiente, quede completamente
cubierto por el material.

c) Usar la velocidad y el tiempo de mezclado adecuados


Si la velocidad del mezclador es demasiado baja, el o los componentes del material no se
homogeneizarán correctamente y por lo tanto sus propiedades, una vez aplicado, no serán las
buscadas. Lo mismo sucede si no damos el tiempo suficiente para un mezclado completo, lo
cual se traducirá en un trabajo más prolongado, falta de adherencia del material, formación de
huecos o cavidades, etc. Siempre conviene aumentar la velocidad de mezclado de manera
progresiva a medida que el material va ganando homogeneidad.

d) Mantener la varilla mezcladora siempre limpia


Los residuos de materiales secos que quedan adheridos al extremo agitador de la varilla
pueden desprenderse y contaminar nuevos materiales con partículas extrañas. Más aún, el
depósito de capas sucesivas de material puede inutilizar completamente la varilla. Por lo tanto,
prolonguemos la vida útil de la varilla mezcladora, ya sea teniendo cerca un recipiente con
agua para sumergirla después de la mezcla (como observamos en el video) o bien rociarla
con agua caliente para eliminar resinas, o limpiarla con un solvente indicado por el fabricante
después de mezclar pinturas.

Con los cuidados correctos, podremos hacer buen uso de estos mezcladores de pintura, que
ciertamente significan un gran ahorro de tiempo y dinero, mientras nos garantizan una óptima
homogenización de los materiales para los que están diseñados.

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