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TERRY EAGLETON

IDEOLOGÍA. UNA INTRODUCCIÓN

Diferenciar entre Ideología y Hegemonía en Gramsci.


- Hegemonía para Gramsci es el modo en que el poder gobernante se gana el
consentimiento de aquellos a los que sojuzga. Hegemonía es una categoría más
amplia que ideología: incluye la ideología pero no es reductible a ésta Un grupo o
clase dominante puede justificar su poder por medios ideológicos pero también
puede hacerlo, por ejemplo, cambiando el sistema de impuestos de un modo
favorable a aquellos grupos que necesita apoyo.. La hegemonía también puede
tomar formas políticas: sistema parlamentario.
Anderson llega a describir el sistema parlamentario como “el eje del aparato
ideológico del capitalismo”. Por esta razón, Gramsci está equivocado cuando sitúa la
hegemonía tan solo en la sociedad civil en vez del Estado, ya que la forma política
del Estado capitalista es un órgano vital de su poder.

- Ideologías pueden ser impuestas por la fuerza, no con consentimiento.

Gramsci relaciona la hegemonía con el ámbito de la sociedad civil, término que designa
toda la variedad de instituciones intermedias entre el Estado y la economía: cadenas de
televisión privada, la familia, los boy scouts, iglesia metodista, etc. Todo esto estaría entre el
aparato hegemónico, que somete a los individuos al poder dominante por consentimiento y
no por coacción. La coacción se reserva para el Estado, que tiene el monopolio de la
violencia legítima (aunque ejército, tribunales, etc deben ganarse el consentimiento general
de la gente para funcionar efectivamente).
Así es que si se quiere ir contra la hegemonía se debe impugnar toda la cultura, definida en
su sentido más amplio y cotidiano. El poder de la clase gobernante es espiritual además de
material.

Con Gramsci se efectuó la transmisión crucial de ideología como “sistema de ideas” a


ideología como una práctica social auténtica y habitual, que debe abarcar supuestamente
las dimensiones inconscientes y no articuladas de la experiencia social además del
funcionamiento de las instituciones formales.
Para Althusser la ideología es básicamente inconsciente y siempre institucional. La
hegemonía la toma como un proceso vívido de dominación política y se parece a lo que
Raymond Williams denomina “estructura de sentimiento”.
Williams reconoce que el carácter dinámico de la hegemonía, en oposición a las
connotaciones estáticas de la ideología. La hegemonía no es nunca un logro de una vez
para siempre, sino algo que tiene que ser continuamente renovado, recreado, defendido y
modificado.
Para Williams, los significados y valores de una sociedad no se pueden agotar, por lo tanto,
cualquier gobernante se ve forzado a comprometerse con fuerzas contrahegemónicas de
manera que resultan ser parcialmente constitutivas de su propio mandato.

DEFINICIÓN DE HEGEMONÍA SEGÚN EAGLETON:


Hegemonía es la variedad de estrategias políticas por medio de las cuales el poder
dominante obtiene el consentimiento a su dominio de aquellos que domina. Para Gramsci
esto es establecer pautas morales, sociales, intelectuales en la vida social para difundir su
propia concepción del mundo, equiparando sus propios intereses con los de la sociedad en
su conjunto. Para ser sólida y duradera, debe tener cierto grado de consentimiento de sus
subordinados.

El Estado burgués recurrirá a la violencia directa si se ve forzado a ello, pero al hacerlo


corren el riesgo de sufrir una pérdida drástica de credibilidad ideológica. Para el poder es
mucho mejor, en general, permanecer invisible, diseminado por el entramado de la vida
social ( a través de las instituciones de la sociedad civil: medios, escuela, familia iglesia,
etc), y de este modo conseguir ser naturalizado como hábito, costumbre o práctico
espontánea.

Para Gramsci, las ideologías deben considerarse fuerzas activamente organizativas que sn
psicológicamente “válidas” y que moldean el terreno en el cual hombres y mujeres actúan,
luchan y adquieren conciencia de sus situaciones sociales.

Una ideología orgánica no es tan sólo falsa conciencia (parte de nuestro mundo de ideas
que no es cuestionado), sino que es aquella adecuada a una etapa concreta del desarrollo
histórico y un momento político particular. Es un anacronismo, asumir que los hombres y
mujeres del pasado deben pensar como nosotros ahora.
Para Gramsci, la conciencia de los grupos subordinados de la sociedad es desigual y tiene
fisuras. En esas ideologías se dan dos concepciones del mundo conflictivas:
- Una que deriva de las nociones oficiales de los gobernantes.
- Otra que deriva de las experiencias prácticas de la realidad social de la gente
oprimida.

Lukács, aquí está en juego la transición de una conciencia “empírica” de la clase


trabajadora a una conciencia “posible” (de sentido común a sentido crítico).

Intelectuales orgánicos:
Entre los que se encontraba Gramsci, son producto de una clase social emergente, y su
papel es ofrecer a esta clase una cierta autoconciencia homogénea en ámbitos políticos,
económicos y culturales.
La actividad filosófica debe ser entendida como una batalla cultural para transformar la
mentalidad popular y difundir las innovaciones filosóficas que demostrarán ser
históricamente ciertas siempre y cuando se conviertan en universales.
El intelectual orgánico será el punto de unión o el eje entre la filosofía y el pueblo, adepto a
la filosofía pero activamente identificado con el segundo. Su meta será construir, a partir de
la conciencia común, una unidad social y cultural en la que voluntades de otro modo
individuales y heterogéneas se unirán sobre la base de una concepción del mundo común.
Todos los hombres y mujeres son de alguna manera intelectuales porque su actividad
práctica lleva implícita una filosofía o concepción del mundo. El papel del intelectual
orgánico es dar forma y cohesión a este entendimiento práctico, unificando teoría y práctica.
Pero hacer esto significa combatir gran parte de lo que es negativo en la conciencia
empírica de la gente (sentido común).

Lo contrario de un intelectual orgánico es uno tradicional, que se considera a sí mismo


independiente de la vida social. Estos personajes(clérigos, idealistas, filósofos, catedráticos,
etc) son, según Gramsci, los restos de una época histórica previa. Un intelectual tradicional
pudo haber sido orgánico, pero ahora ya no lo es.
La distinción entre intelectual orgánico y tradicional se corresponde a lo que sucede entre el
sentido positivo y negativo de ideología: ideología como pensamiento desprendido de la
realidad (conciencia empírica, sentido común que se debe transformar en crítico, es el lado
positivo), opuesto a ideología como un conjunto de ideas al servicio activo de los intereses
de una clase.

La conciencia de los oprimidos está teñida por las creencias de sus superiores, pero esta
relación también se da a la inversa. Cualquier clase hegemónica debe tener en cuenta los
intereses y tendencias de aquellos sobre los que ejerce poder y debe estar preparada para
establecer compromisos en este sentido.
La ideología gobernante resultante será naturalmente un híbrido de elementos que
provienen de la experiencia de ambas clases.

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