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Enero de 2020
1.1.- Los indios, un lastre para el capitalismo
1
Acosta Alberto, “Los extractivismos y el subdesarrollo. Reflexiones para superarlos” en Las
luchas sociales por la tierra en América Latina: un análisis histórico, comparativo y global , Perú,
UNMSM, 2015, p.157.
2
Marx Karl, Prologo a la contribución a la crítica de la economía política, consultado en
[https://www.marxists.org/] el 20 de enero de 2020.
1
decadente, con hedor a cinco siglos de cadáveres apilados y actualmente
encabezado por Estados Unidos, que en los últimos meses ha financiado golpes
de Estado y desestabilizado gobiernos en América Latina en un desesperado y
descarado intento por apropiarse de los recursos naturales de la región. Asimismo
pareciera una broma del destino que tras el quinientos aniversario de la llegada de
Cortés a nuestro país, en el sur de América (Ecuador, Brasil, Bolivia) se le haya
declarado la guerra a los pueblos indígenas, quienes unas vez más son víctimas
de un discurso y políticas racistas que alegan y pretenden el exterminio del indio.
2
integración de estos pueblos al Estado, y con ellos sus estructuras organizativas y
económicas, sin embargo la integración de preestructuras a la dialéctica del
capitalismo implica la dominación, subordinación y modificación de su sociedad,
vida y sus formas de relacionarse con la naturaleza. 6 La expansión del capitalismo
presume también la descarada homogeneización de la pluralidad nacional y por
ende, la negación de lo indígena y la enajenación del mismo; provocando así la
pérdida de sus saberes, de sus costumbres y su lenguaje, haciendo del mundo un
lugar más pobre. Asimismo el proyecto de homogeneización acentúa las fronteras
de la otredad, debido a que, quien no se adapte a la lógica del consumismo, “al
progreso del capitalismo” es el otro, el que desde los primeros años del
capitalismo, debe ser destruido.
Los puntos señalados anteriormente son tan solo algunos de los efectos
que el capitalismo ha producido en los pueblos indígenas de México, en concreto,
de Guerrero, sin embargo, el narcotráfico no deriva únicamente de la
6
Gilly Adolfo y Roux Rhina, El tiempo del despojo. Siente ensayos sobre un cambio de época,
México, Ítaca, 2015, p. 7.
7
Acosta, Óp. Cit., p 160.
3
pauperización, de contemplarse de esa forma no se estaría comprendiendo la
complejidad del problema, debido a que es parte de la acumulación militarizada,
pues la guerra es un negocio con el cual la burguesía transnacional es productora
de armas, ejércitos privados, constructora de cárceles, cuarteles, sistemas de
seguridad domésticos, y complejos residenciales militares. La civilización
capitalista celebra pues la violencia, la guerra y la muerte a medida que esta es
redituable, la civilización capitalista, es fascista. 8
8
Ibíd., p. 11.
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1.2.- Epistemicidio y humanidades críticas.
[…] porque de cierto sabemos que la propagación y aumento de las gentes fue
después del Diluvio […] Y para satisfacer a esta duda hemos de decir que se
pobló, como en realidad de verdad la vemos poblada. y que pasaron a ella por
mar, en navíos grandes o chicos, o barcas u otras cosas que sirviesen para este
pasaje. Porque no fuera posible de -otra manera; pues no hallamos tierra pegada a
esto. Según está cercada de ambos mares (conviene a saber) Norte y Sur.10
5
diluvio y que Tezpi por no quedarse ahogado se embarcó en un madero a manera
de barca”.11 Las pocas o muchas similitudes entre los mitos creadores del Viejo y
el Nuevo Mundo eran aprovechados por los frailes como coyunturas por las cuales
diluir el pensamiento amerindio e imponer el occidental. Tales estrategias no se
limitaron al campo de la ontología pues también están presentes en la Historia,
debido a que las crónicas y relatos de los conquistadores no eran textos
destinados a registrar el pasado de los indígenas sino que eran hechos con la
función de implantar a América en la lógica del pensamiento europeo y por lo tanto
de legitimar el dominio occidental sobre la tierra y los humanos que la habitaban,
sobre esto el análisis de Guy Rozar señala que:
[…] es necesario tener en claro que la función de estos textos era la de inscribir a
la reciente historia americana en el mito cristiano. […] Sin olvidar que estos textos
mucho más que un reflejo occidental de una conciencia occidental angustiada,
constituyen los escritos militantes, las auténticas armas imperialistas de la
imposición de debida justificación de la cristianización.12
11
Clavijero Francisco Javier, Historia antigua de México, México, Porrúa, 2014, p. 606.
12
Rozar Dupeyron Guy, Indios imaginarios e indios reales en los relatos de la conquista de México,
México, Navarra, 2018, pp. 168-169.
13
Matamoros Ponce Fernando, El pensamiento colonial. Descubrimiento, conquista y <<guerra de
los dioses>> en México, México, BUAP, 2015, p. 37.
14
Dussel Enrique, Filosofías del Sur. Decolonización y Transmodernidad, México, Akal, 2015, p.
87.
6
epistemológica derivada de los violentos métodos por los cuales el capital legitima
su dominio; la ideología imperialista, diseminada por el Estado, los poderes
facticos y definida como un sistema de creencias que tiene la función objetiva de
“[manipular] a los individuos para impulsarlos a acciones que promueven el poder
político de un grupo o una clase determinados”, 15 ha ocasionado que los saberes
Otros, es decir, aquellos que no pertenecen a occidente, a la clase dominante,
sean tildados por los intelectuales orgánicos como pensamientos arcaicos,
reducidos a folclore y por definición: convertidos en mercancía.
7
positivista, fundada en la lógica del objeto y de la media, instrumento con el que el
sistema capitalista ha consumado históricamente el epistemicidio colonial y
neocolonial de todas las maneras no occidentales de filosofar, de conocer y de
pensar provenientes de otras culturas y circunstancias históricas, propios de las
Comunidades y Pueblos Originarios del orbe.18
8
conceptos otorgados por occidente, la aplicación de los mismos en el análisis de
las estructuras sociopolíticas indígenas y el penoso intento por homologarlas con
las de Europa es un claro ejemplo de lo interiorizado del discurso imperialista,
pues:
escogió la perspectiva racional en sus análisis, no como única perspectiva. Y es esto lo que coloca
al pensamiento mesoamericano, para muchos, fuera del campo filosófico. […] Pero no hay duda el
hombre mesoamericano elaboró sus conceptos y diseño recursos metodológicos que le
permitieron construir su mundo, su sociedad y resolver muchísimos problemas sin recurrir al
acervo occidental. Su racionalidad fue pragmática. (Gallardo Salazar Luis Miguel, “Mesoamérica:
una alternativa epistémica no kantiana” en Tópicos del saber filosófico, vol. III, México, Siglo XXI,
2007, p. 56).
21
Masolo Dismas A., “Filosofía y conocimiento indígena: una perspectiva africana” en de Sousa
Santos Bouventura, Epistemologías del sur, España, Akal, 2015, pp. 517-518.
22
Valqui Cachi, Marx y Nuestra América, Óp. Cit., p.43.
23
Ibíd., p. 33.
24
Florescano, Óp. Cit., p. 261.
9
conciencia de los límites de ese uso”. 25 La lucha de clases librada en el campo de
las humanidades está orientada a “resemantizar viejos conceptos y, al mismo
tiempo, a introducir nuevos conceptos que no tienen precedentes en la teoría
crítica eurocéntrica”.26
10
En 1771, Cornelius de Pauw, un filósofo holandés de la corte de Federico el
Grande de Prusia, escribió su obra Recherches philosophiques sur les Américains
donde postuló la barbarie e inferioridad de los naturales del continente y su
pensamiento, asimismo, puso en duda la capacidad de amar y de recordar de los
indígenas, negándoles así la categoría de humano. Francisco Clavijero en sus
disertaciones cita lo mencionado por Pauw:
No hay ninguna de estas lenguas en que se pueda contar arriba de tres [en
el caso de los nahuas, Pauw señala que podían contar hasta diez]. No es posible
traducir un libro, no digo en lengua de los algonquinos y de los guaranís o
paraguayos, [tampoco] en las de los de México o del Perú, por no tener un número
suficiente de términos para enunciar las nociones generales.31
Clavijero señala con angustia que “muchos otros europeos y, lo que es más de
admirar, muchos de sus hijos o descendientes que han nacido en la misma
América piensan como Paw”, 32 esta dicotomía de posturas se encuentra a lo largo
de la historia colonial de Mesoamérica, los etnocentristas europeos
constantemente negaban la capacidad de raciocinio de los indígenas, mientras
que algunos otros frailes como Motolinia, Sahagún, de las Casas, Molina o
abogados como Zorita exaltaban las virtudes del pensamiento de los naturales.
Cabe preguntarse pues, si hay las suficientes bases para afirmar la existencia de
un humanismo indígena, ¿realizaron estos naturales preguntas ontológicas
previas a la llegada de los europeos al continente?, ¿existe registro de su memoria
histórica?
30
Clavijero, Óp. Cit., p. 723.
31
Ibíd., p. 770.
32
Ibíd., p. 723.
11
Las preguntas por el ser y por la realidad, presentes en todo ser humano
que se contemple insignificante ante el infinito del cielo nocturno o la inmensidad
del mar, no están ausentes en el pensamiento de los mesoamericanos, gracias a
los xóchicuicatl (cantos floridos/poemas) que han llegado hasta nuestros días,
podemos discernir que los mesoamericanos, sin necesidad de ser influenciados
por la filosofía occidental reflexionaban sobre su existencia, sobre la realidad, al
igual que ocurría en otras partes del mundo. “¿Eres tu verdadero? […] ¿Es esto
verdad?”:33 se preguntaba Nezahualcóyotl.
33
León-Portilla Miguel, La tinta negra y roja. Antología de poesía náhuatl. México, ERA, 2008, p.
33.
34
Gallardo Salazar, Óp. Cit., p. 57.
35
Lenkersdorf Carlos, Filosofar en clave tojolabal, México, Porrúa, 2005, p. 43.
12
Guirnaldas de flores brotan de tus labios,
Así das color a la gente
Con ellas hay alegría en la tierra.36
El núcleo duro compartido por los mesoamericanos, nos permite encontrar bastas
similitudes del pensar y actuar de los diferentes pueblos, uno de los aspectos
fundamentales y también reflejo del humanismo de los indígenas es el registro del
pasado por medio de la escritura, es decir, la transmisión del conocimiento a los
ausentes. Los libros de los mesoamericanos carecían de escritura con caracteres
que formaran palabras, ellos se valían de representaciones abstractas de la
36
León-Portilla, Óp. Cit., p. 97.
37
Lenkersdorf, Óp. Cit., p. 40.
38
López Austin Alfredo, Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones, polémicas y etnografías,
México, FCE, 2015, pp. 26-27.
13
realidad, las cuales no tenían que pasar por el habla para ser comprendidas, los
mesoamericanos tenían tanta fascinación por los libros que el cronista Pedro
Mártir de Anglería recopiló una peculiar historia sobre el encuentro de un indígena
con un libro occidental.
La pregunta del indígena “¿Y os servís de caracteres para comunicaros con los
ausentes?” revela la noción de porque ellos escribían: para dejar su palabra a los
no nacidos, a los que en los años venideros preguntarían sobre sus orígenes y
podrían de alguna manera hablar con sus antepasados, quienes dejaron sus
palabras, sus pensamientos y sus memorias, la motivación del porque escribir es
entonces un acto incluso poético.
39
Mártir de Anglería Pedro, Epistolario, Madrid, Toro, 1964, pp. 381-382, citado en: León-Portilla
Miguel, El destino de la palabra, México, FCE, 2013, p. 26.
14
los de la ética y la salud o entre religión y derecho, o los relativos a la obligación
laboral y el deber sagrado.40
15
gigante del corpus teogónico mesoamericano, con cuyo cuerpo los dioses
Tezcatlipoca y Quetzalcóatl crearon la tierra que yace sobre el mar. Lenkersdorf,
en su estancia con los tojolabales aprendió que:
Los lazos cósmicos que nos vinculan se hacen realidad gracias a Nuestra
Madre Tierra. Nos liga cósmicamente así como una madre liga consigo a sus hijos
e hijas que tienen que aprender a convivir como hermanos. Dicho de otro modo,
estos lazos no hacen sujetos a todos nosotros y excluyen la posibilidad de
objetos.44
Los humanistas, por lo tanto deben mantener una postura crítica y militante
en defensa de los saberes otros, “permitir y propiciar el desarrollo del México
profundo, de la civilización negada” 46 esto no significa por su puesto a rechazar
acríticamente la epistemología de occidente, sino “recurrir a procesos críticos
paulatinos, profundos, de confrontación de la teoría con la realidad estudiada,
tales que permitan reconstruir los enfoques de aproximación a las sociedades
heterogéneas”.47
44
Lenkersdorf, Óp. Cit., p. 69.
45
Dussel, Óp. Cit., p. 91.
46
Lenkersdorf, Óp. Cit., p. 64.
47
López Austin, Óp. Cit. p. 21.
16
Bibliografía
9. Gilly Adolfo y Roux Rhina, El tiempo del despojo. Siente ensayos sobre un
cambio de época, México, Ítaca, 2015.
17
14. López Austin Alfredo y López Lujan Leonardo, El pasado indígena, México,
FCE, 2014.
16. Marques Antonio y Rocha Leonardo, “Bolsonaro diz que OAB só defende
bandido e reserva indígena é um crime”, en Campo Grande News, Sec.
Política, Brasil, 22 de abril de 2015.
21. Rozar Dupeyron Guy, Indios imaginarios e indios reales en los relatos de la
conquista de México, México, Navarra, 2018.
22. Valqui Cachi Camilo, Marx vive. Derrumbe del capitalismo. Complejidad y
dialéctica de una totalidad violenta, Tomo II, México, EÓN, 2012.
23. Valqui Cachi Camilo, Marx y Nuestra América del siglo XXI fin de la
civilización capitalista: Crítica desde la vida y la razón comunitaria como
alternativa, México, Fontamara, 2017.
24. Valqui Cachi Camilo, Reflexiones críticas sobre la violencia en el siglo XXI,
México, EÓN, 2011.
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