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6 Dedicatoria
7 Mensaje
8 Introducción
158 Capítulo II
Otras emisiones de deuda pública en El Salvador del siglo XIX
222 Agradecimientos
Constantino Gotsis
Director Presidente/Director Externo
Alberto Benjamín Federico Vides Déneke Investigador y redactor: Carlos Cañas Dinarte
Segundo Director/Director Externo Independiente
Diseño gráfico y diagramación: Florencia Vides de Nosthas
Robert Alan Coons
Tercer Director Fotografía artística: Víctor Manuel Nosthas B.
ISBN 978-99923-998-0-3
Patricia Elizabeth Dorosz Copyright 2012. Seguros e Inversiones S.A. SISA. Derechos reservados
Director Vicepresidente Queda prohibida, como establece la ley, la reproducción parcial o total de
Francisco Ernesto Núñez Lavanigno este libro sin previo permiso por escrito del propietario de los derechos
Director Secretario de autor.
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MENSAJE
A l conmemorar los primeros 50 años de SISA, nos complace aportar al
acervo cultural y a la memoria histórica del país, este libro que recoge
no solo las bellas imágenes de la colección más importante de billetes de
El Salvador, sino la historia de nuestro sistema financiero, que remonta sus
orígenes a la segunda parte del siglo XIX.
Además, como miembros del Grupo Financiero Citi, también celebramos sus
200 años haciendo propios sus principios: liderazgo, ingenio, responsabilidad
financiera y un equipo con un objetivo común: el servicio.
El arte gráfico y la simbología en cada billete, nos ayuda a entender los valores
e idiosincrasia de los bancos y la sociedad salvadoreña en esos tiempos.
La investigación ad hoc hecha por el investigador Carlos Cañas Dinarte,
complementa las bellas imágenes de la colección.
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INTRODUCCIÓN
Nuestra historia en los bolsillos
Durante el siglo XIII y como parte de sus viajes por el Extremo Oriente, Marco
Polo reseñó el uso que los chinos daban a ciertos trozos de papel impresos y
sellados, los cuales empleaban como dinero desde 600 años antes.
Varias centurias después, a lo largo del siglo XIX y durante los procesos
de independencia de las diversas provincias, intendencias y virreinatos de
España en tierras americanas, muchos de esos países emergentes decidieron
acuñar monedas metálicas y emitir billetes, todo con el afán de fijar no solo
sus instrumentos económicos y financieros, sino también con el objetivo
de establecer elementos nacionalistas dentro de la población usuaria de
esos rectángulos de papel. Fueron impresos tanto en Estados Unidos como
en Inglaterra, consideradas naciones alejadas de la esfera de la antigua
metrópolis ibérica y que contaban con diversas empresas expertas en diseño,
grabado e impresión de papel moneda desde el siglo XVII.
Desde el último cuarto del siglo XIX, El Salvador cuenta con billetes de banco. Los
primeros fueron encargados y emitidos por bancos privados autorizados por el gobierno,
que desde 1934 les retiró dicha facultad y la concentró en el Banco Central de Reserva
hasta el primer día del año 2001, cuando la Ley de Integración Monetaria, puso en vigencia
la circulación del dólar estadounidense dentro del territorio nacional a la par del colón,
moneda adoptada en octubre de 1892.
Todo billete emitido en El Salvador tiene alguna historia que contar. Cada uno de ellos
que se emitió y manoseó en el pasado fue el resultado de la intervención de muchos
profesionales y de diversos diseños y experimentos de impresión. Cada cual fue pensado
en su valor nominal, tamaño y formato, estética en grabado, colores y demás elementos en
su anverso y reverso. De esa manera, el billete cobró no solo una importancia dentro de
los sistemas económicos y financieros del país, sino que adquirió una identidad propia y se
volvió una pieza histórica atractiva para los ojos de las generaciones posteriores a aquella
que utilizó ese billete en sus más normales y cotidianas operaciones comerciales.
Especímenes o pruebas, billetes usados o con errores, todo resulta ahora atractivo a los
ojos de los coleccionistas o del público en general, que se siente atraído por la belleza de
esos objetos interesantes que alguna vez circularon de mano en mano, de banco en banco
o dentro de carteras y bolsillos.
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HISTORIA DEL
DESARROLLO BANCARIO
EN EL SALVADOR
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Más allá de los metales:
los primeros bancos en El Salvador
y el surgimiento del papel moneda
15
Nueve años más tarde, en la ciudad de San Salvador, capital del Estado de
El Salvador, surgió la Casa Bancaria, institución privada de préstamos abierta
en la calle capitalina de Colón (ahora cuarta avenida sur), que fue propiedad
del ciudadano costarricense Yanuario Blanco, quien en tierra salvadoreña llegó
a desempeñar funciones de diputado y diplomático. Esa primigenia institución
bancaria salvadoreña ejecutaba tres clases de transacciones comerciales
-depósitos, giros centroamericanos y descuentos-, que podían convertirse en
efectivo en establecimientos asociados en las principales ciudades del país,
Guatemala, Nicaragua y Panamá. El personal administrativo estaba compuesto
por el socio, director y gerente Manuel Ruperto Trigueros3, el cajero Ricardo
Trigueros y el tenedor de libros Manuel Mencía4. Esa primera entidad bancaria
cerró sus puertas en medio de los vaivenes políticos de ese tiempo, marcado
por los enfrentamientos constantes entre las autoridades y fuerzas militares
de la República Federal con los caudillos nacionales.
3. Futuro codueño del Portal Blanco y Con el paso de las décadas, se fue haciendo necesario contar con instituciones
Trigueros, erigido en 1861 al occidente financieras que facilitaran la obtención de créditos para compra de tierras,
de la Plaza Mayor (ahora Plaza
Libertad), una de las más pujantes creación de plantaciones de café y su mantenimiento, compra de maquinarias,
zonas comerciales del centro capitalino pago de trabajadores y recolección de las cosechas del que, con el paso de
en la segunda mitad del siglo XIX,
las décadas, llegó a ser denominado el grano de oro. Con la transferencia de
donde desde 1916 se alza el hermoso
Portal de Occidente. Cañas Dinarte, tierras del estado y de las propiedades ejidales a manos de los caficultores,
Carlos. Historia del Poder Legislativo de la prosperidad de los cultivos transformó a la Nación en un atractivo lugar
El Salvador 1824-2003, San Salvador,
Órgano Legislativo, 2006, tomo I, pág. 96.
para extranjeros que experimentaron diversos métodos de cultivo, nuevas
4. González Sol, Rafael. Complemento variedades de cafetos, identificaron y combatieron enfermedades y plagas,
necesario a ‘Nuestros bancos de
inventaron equipos secadores, aceleraron la fermentación y abrieron nuevos
antaño’, La Prensa Gráfica, San Salvador,
año XXVIII, N° 10,158 del martes 6 de y competitivos mercados en el exterior. Entre ellos había personas con
octubre de 1942, pág. 5. apellidos que ahora forman parte de las identidades culturales y sociales de El
Salvador, quienes con sus inversiones y experiencias ayudaron al país a obtener
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mejor calidad en las cosechas, precios más beneficiosos
en las operaciones comerciales internacionales y a
posicionarse como república cafetalera.
de 18775, durante la administración presidencial del Dr. Rafael Zaldívar, con (después sede de los Correos
Nacionales). El edificio fue demolido
el objeto de facilitar las transacciones comerciales y subsanar las frecuentes
en 1985, bajo el alegato de que esa
molestias y dificultades que causaba el transporte de fondos en dinero. Esos
acción serviría para ampliar la avenida
billetes, al portador y convertibles en metálico, podían ser empleados en el España, en el centro histórico de San
pago al fisco. La contabilidad sobre su emisión estaba a cargo de la Contaduría Salvador. Imagen cortesía de Jorge de
Mayor, que debía publicar la información en el periódico oficial del gobierno, Sojo Figuerola y “Nuestro El Salvador
para informar al público y ejercer una efectiva contraloría. de antaño”.
Desde 1867, se habían producido seis intentos fallidos para la fundación de 5. Gaceta Oficial del Salvador, San Salvador,
tomo 2, N° 132 del 14 de junio de 1877,
un banco en El Salvador y las casas comerciales de América y Europa que pág. 537.
proliferaban y le ofrecían al gobierno opciones para fundar un banco, pusieron 6. Diario Oficial, San Salvador, tomo 6, N°
presión en el poder formal. Frente a eso, la Asamblea Nacional Constituyente 59 del 9 de marzo de 1879, pág. 367.
7. Diario Oficial, San Salvador, tomo 8, Nº.
dio amplias posibilidades al Poder Ejecutivo, mediante un decreto emitido el 58 del 7 de marzo de 1880, pág. 235.
23 de febrero de 18807, para que entrara en las negociaciones concernientes
a la fundación de una institución bancaria.
17
Fundación del primer banco en El Salvador
8. José Francisco Medina Salazar nació en Chinandega (Nicaragua), en 1842. Fue hijo de Crisanto Medina y Blanco (Córdoba, Argentina, 1814-¿ciudad de
Guatemala?, 22 de diciembre de 1868) y de Mercedes Salazar Montealegre (León, Nicaragua, 1813- Granada, Nicaragua, 1848). Su padre fue un empresario,
comerciante, agente de vapores, consignatario de café e involucrado en otros negocios, que llegó en 1845 a Costa Rica acompañado por su grupo familiar. Audaz
en los negocios y celoso defensor de sus propiedades, Crisanto Medina firmó, el 2 de junio de 1857, un contrato con Rafael G. Escalante, ministro de Hacienda
y Guerra del gobierno costarricense, mediante el cual se le otorgó la concesión exclusiva y el consentimiento para la creación de una entidad de capital mixto
denominada Banco Nacional de Costa Rica, que inició sus operaciones el 15 de junio de 1858 y las cerró el 31 de marzo de 1859. Fue el primer banco de la
región centroamericana. José Francisco Medina y otros miembros de su familia fueron fundadores de varios bancos privados en la región centroamericana, como
los Bancos Internacionales de Guatemala (1877) y El Salvador (1880) y el Banco de Nicaragua (1888). Contrajo nupcias con Ana Wheelock D’Osambella
(nacida en Lima, Perú, hija del nicaragüense Tomás Wheelock Carazo), con quien tuvo a sus hijos Tomás Francisco, Liliam, Frank, Cecilia, Beatriz, Miriam, Gladys
y María Teresa Medina Wheelock. Falleció en Londres (Inglaterra), en una fecha no determinada. Fuentes consultadas: Arellano, Jorge Eduardo. La moneda en
Nicaragua: Reseña histórica. Managua, Banco Central de Nicaragua, 2000, págs. 38-40 y De la Rocha Hidalgo, Guillermo. El enigmático don Crisanto Medina
Blanco y su genealogía biográfica, San José de Costa Rica, Revista Electrónica de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas, no.15, julio-diciembre de
2009, págs. 63-97.
9. Diario Oficial, San Salvador, tomo 9, N° 207 del 5 de septiembre de 1880, págs. 741-742.
10. Diario Oficial, San Salvador, tomo 9, N° 194 del 21 de agosto de 1880, pág. 691. Esta publicación revela que la fecha exacta de inicio de operaciones del
Banco tuvo lugar el 20 de agosto y no el 21, como lo reporta, de manera errada, ese mismo periódico gubernamental, tomo 9, N° 199 del 27 de agosto de
1880, págs. 709-710.
11. González Sol, art. cit. y Silva L., Isidoro. Directorio general de la ciudad de San Salvador, San Salvador, Tipografía La Luz, 1893.
12. Historia de la banca, Guatemala, Asociación Bancaria de Guatemala, tomo 9, N° 199, 1991, págs. 12-13.
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Esa primera institución bancaria
formal del territorio salvadoreño
abrió sus puertas en la calle de
Colón, contigua a la casa de Manuel
Ruperto Trigueros y en la manzana
inmediata al occidente del Palacio
Municipal, ahora ocupada por el
Centro Comercial Libertad, erigido
en fechas recientes frente a la esquina
suroeste del parque Libertad13. A ese banco se le otorgaron facilidades para
que fuera constituido con capitales nacionales y extranjeros, y quedaron Vista panorámica de San Salvador,
exentos “de toda contribución o impuesto ordinario o extraordinario de a fines del siglo XIX e inicios del
cualquiera naturaleza que sea y no quedarán sujetos a represalias en caso siglo XX. Fotografía en tarjeta postal
de guerra”. Además, se le brindaron exenciones en la importación de las proporcionada por el coleccionista
cajas de hierro y enseres de escritorio y los metales en barra o acuñados salvadoreño Jorge de Sojo Figuerola
y su sitio de Facebook “Nuestro El
exportados o importados por el Banco, aparte de que se le concedió uso
Salvador de antaño”.
libre de los telégrafos de la República para sus negocios y a los empleados
del Banco la exención de todo servicio obligatorio militar o civil.
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Durante los primeros años de gestión
presidencial del Dr. Rafael Zaldívar, el
gobierno salvadoreño hizo diversos esfuerzos
para ordenar e institucionalizar el sistema
monetario nacional. Eso llevó a la Cámara
de Diputados –dentro del sistema legislativo
bicameral existente entonces- a aprobar, el 20
de febrero de 1883, la ley mediante la que
se estableció la Casa Nacional de Moneda
y se definió como unidad monetaria de la
República el peso fuerte, dividido en cien
centavos, del que se autorizó su acuñación en monedas de oro, plata y
Casa Blanca o Palacio del Ejecutivo cobre14. Las monedas de oro se acuñarían con valores de veinte, diez y cinco
(ahora predio del excine Libertad, pesos y de dos pesos cincuenta centavos, debiendo llenarse con precisión
al sureste de la plaza Libertad). las condiciones que se estipularon de manera exacta. Esas monedas de oro
Construido en 1866 como sede del llevarían en el anverso el escudo nacional de armas, con la frase República
Colegio Militar, dos años más tarde
del Salvador, mientras que en el reverso se dispuso que llevaran el busto de
fue cedido al Poder Ejecutivo para
una joven que, representando a Centro América, apareciera con la cabeza
que fuera despacho y residencia del
adornada de laureles, rodeada por el texto América Central. Por su parte, las
Presidente de la República. Ocupado
sucesivamente también por la Corte monedas de plata se acuñarían con un valor equivalente a un peso fuerte,
Suprema de Justicia (1898), la Escuela unidad monetaria que se dividiría en dos piezas de cinco reales o cincuenta
Politécnica (1900) y la Dirección centavos, en diez de un real o diez centavos por pieza y en veinte y medio
General de Correos (1911), este reales o cinco centavos cada una.
edificio se incendió el 21 de marzo
de 1918. Tarjeta postal (iluminada
Como los legisladores salvadoreños estaban conscientes de que la instalación
con crayones) proporcionada por el
de la Casa Nacional de Moneda y la acuñación efectiva de monedas tomarían
coleccionista Jorge de Sojo Figuerola.
algún tiempo en su ejecución efectiva, mantuvieron dentro de la Ley Monetaria
la facultad de circulación de diversas monedas extranjeras que, hasta entonces,
se utilizaban de forma libre en El Salvador. Para hacer viable el uso de las
monedas extranjeras de manera ordenada, se estableció de forma oficial su
valor en el mercado o tipo de cambio, mediante una tabla de equivalencia
para las de oro y de plata.
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el águila mexicana de 20 pesos, monedas guatemaltecas de oro de diversas
denominaciones, el cóndor chileno y el colombiano, el soberano inglés, francos
franceses, monedas de oro alemanas, belgas, italianas, suizas y españolas de
diversas denominaciones, así como de otros países latinoamericanos, con
excepción de las monedas de Costa Rica. Además, en el país se contaba con
dinero circulante extranjero, de plata, casi todo procedente de los países
citados y del Perú. Esa fue la primera legislación de ese tipo dentro de la
historia de El Salvador, con la cual se tendió a ordenar y regular la diversidad
monetaria que existía, lo que se conjugó con el régimen de emisión de billetes
por parte de los bancos privados, en una búsqueda de la institucionalización
de un sistema monetario que respondiera a las crecientes necesidades
económicas y financieras de esta República que, por entonces, se encontraba
en franco ascenso gracias a sus actividades cafetalera y agroexportadora.
A mediados de la década de 1880 a 1890, los precios del añil y del café en el
mercado europeo tendían a la baja. Ello golpeó al sector agroexportador, que
proveía alrededor del 90 por ciento de los ingresos del comercio externo
y la economía entonces se expandió a un ritmo menor que el esperado.
Además, el devenir económico de ese tiempo se vio empañado por las
disputas políticas que hacían incierta la estabilidad institucional, lo que hizo
más difícil el progreso nacional y, en lo particular, cerró las posibilidades para
establecer un nuevo banco en El Salvador. Por ello, la expansión de la banca
no fue fácil, aunque la iniciativa privada fue estimulada por la apertura del
Banco Internacional y el amplio ambiente de libertad económica otorgado
por la filosofía liberal y su práctica política.
21
Las bases legales del Banco Particular
del Salvador fueron similares a las del
Banco Internacional del Salvador, con
sede en San Salvador, 25 años de
plazo, un capital mínimo para operar
y la posibilidad de abrir sucursales o
agencias en otros puntos del país16.
Al otorgársele la concesión al
Banco Particular para emitir billetes
Por su importancia económica en el pagaderos a la vista al portador por un valor igual al capital suscrito, se le
cultivo y exportación del café, Santa fijó el requerimiento de mantener en sus cajas respaldo metálico del 40 por
Ana fue una de las primeras ciudades ciento de la emisión en circulación. Para dirimir la facultad de ser monopolio
de El Salvador en contar con servicios de emisión de billetes, otorgada por el Banco Internacional, en una de las
bancarios. Tarjeta postal iluminada partes del artículo 12º, se estableció que, teniendo el exclusivo privilegio
proporcionada por el educador y
de que sus billetes se admitieran en las oficinas públicas, el Banco Particular
coleccionista estadounidense Dr.
debía obtener permiso para que sus billetes fueran admitidos a la par de los
Stephen Grant.
del Internacional. Así se terminó con el monopolio privado de la emisión de
billetes y se inició un período de desconcentración de la misma facultad17
22
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Fundación del tercer banco en El Salvador
23
Surgimiento del Banco Salvadoreño
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El 23 de enero de 1892, la junta directiva de la entidad decidió aumentar su
capital, para lo que autorizó la emisión de otras doscientas acciones de mil
pesos cada una, con cincuenta pesos de prima24.
En medio de las discusiones para adoptar o no el patrón oro, dado que estaba
próximo al aniversario de los cuatrocientos años en que naves españolas
arribaron a la zona insular del continente americano y considerando que
Centro América fue la primera tierra continental descubierta por Cristóbal
Colón, el 4 de octubre de 1892 se reformó la Ley Monetaria del 20 de
febrero de 1883 y se dejó establecido que “el peso de plata de 25 gramos y
de la ley de 0,900 milésimos de fino se denominará colón y así será designado
[de ahora en adelante] en los documentos oficiales”. Además, se instruyó a
la Casa de Moneda para que preparara los troqueles necesarios para que el
primero de enero de 1893 comenzara la acuñación de la nueva moneda25 y
se estableció que el reverso de las monedas de un peso y las de 50 centavos
tendrían en bajorrelieve el busto del Almirante de la Mar Océana rodeado de
una leyenda que debía presentar el nombre completo del Descubridor y, en la
parte de abajo, América Central y el valor de la pieza en números arábigos26.
Si bien se denominó colón a la moneda nacional a partir de entonces, por
costumbre se continuó empleando el concepto peso en todas las contabilidades
oficiales y privadas, por lo que el signo monetario de uso común continuó
siendo “$”. No fue hasta ya entrado el siglo XX que el colón fue usado como
unidad de cuenta y como signo monetario (¢), el cual tuvo vigencia hasta el
último día de diciembre de 2000, cuando se dolarizó la economía salvadoreña.
El colón aún mantiene su vigencia virtual, por disposición emanada de la Ley
de Integración Monetaria.
24. Diario Oficial, San Salvador, tomo 32,
N° 31 del 5 de febrero de 1892, pág. 144.
25. En la actualidad, uno de esos escasos
Fundación del Banco Agrícola Comercial troqueles puede verse en la valiosa
colección numismática del ingeniero
salvadoreño Roberto Jovel, quien reside, de
La presión por contar con medios más eficaces para el fomento de la industria forma alternada, entre las ciudades de San
agrícola –que demandaba la fundación de Bancos Hipotecarios, como forma Salvador (El Salvador) y Santiago (Chile).
26. Diario Oficial, San Salvador, tomo 33,
de otorgar capitales a los agricultores a plazos largos e intereses módicos- fue N° 233 del 5 de octubre de 1892,
lo que condujo a la Asamblea Nacional Legislativa a emitir el decreto del 17 pág. 365.
25
de mayo de 1895, mediante el cual se autorizó a José González Asturias y
Rodolfo Duke la fundación del Banco Agrícola Comercial del Salvador, cuya
oficina central se ubicó en San Salvador, pero con la autorización para abrir
agencias y sucursales en todo el país. A esta nueva institución bancaria se
le otorgó la facultad de emitir billetes pagaderos a la vista y al portador,
con una concesión extensiva a tres décadas. El capital bancario fue fijado
en cinco millones de pesos plata, aunque recibió autorización para iniciar
sus operaciones cuando tuviera suscritos dos millones de pesos y, en caja,
quinientos mil pesos.
Grabado en metal del primer edificio
del Banco Agrícola Comercial, situado
Según su plan original, ese nuevo banco orientaría sus operaciones principalmente
a escasos 50 metros al oriente de la
a “hacer préstamos sobre primeras hipotecas hasta por la mitad del valor de
Catedral de San Salvador.
las propiedades gravadas; descontar documentos de comercio, abrir créditos,
cuentas corrientes con garantías, admitir depósitos, negociar giros, emitir billetes
al portador, y […] toda clase de operaciones bancarias”. Por ello, se le estableció
como requisito para el pago de los préstamos hipotecarios plazos no menores
a diez años. Como ya era costumbre, el banco podía emitir billetes hasta por el
doble del capital llamado y requería tener en dinero, en sus cajas, por lo menos
un 40% del valor de los billetes en circulación.
Para los meses finales de 1895 había seis bancos privados operando en
El Salvador, de los cuales cinco podían emitir billetes (Banco Internacional,
Banco Salvadoreño, Banco Occidental, Banco Agrícola Comercial y Banco
Industrial). A ellos se sumaba una sucursal del Banco de Nicaragua,–que
27. Diario Oficial, San Salvador, tomo 39, no formaban un sistema bancario integrado, pero que ya comenzaban
No 307 del 31 de diciembre de 1895, a configurar sus elementos y componentes futuros-. Mediante diversas
págs. 1774-1775.
sucursales y agencias, esos bancos tenían presencia en localidades del interior
26
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del país, en especial en aquellas zonas en las que era necesario brindar apoyo
con créditos suficientes para potenciar la agricultura, la ganadería y demás
actividades agroexportadoras. Ya se encontraban en proceso de iniciar sus
operaciones los bancos locales de Sonsonate y Ahuachapán.
27
ejecutivo del 19 de mayo de 1896 se justificara la derogación de dicha
exención por considerar que no generaba un beneficio directo a los bancos,
pero sí un perjuicio a las rentas nacionales29.
28
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que facilitaban el comercio interno. Por eso, cuando se comenzó a manifestar
la escasez de metálico, el público comenzó a demandar los pagos en ese tipo
de monedas o en metálico convertible, mientras que hizo uso de ingeniosas
maneras para proveerse de elementos intercambiables para las transacciones
más comunes y cotidianas, como los huevos y las candelas. Así, como lo
reseñó en su libro Burla burlando32 el ingeniero, general y escritor festivo José
María Peralta Lagos (1873-1944), durante esos “días negros de la crisis del
[año 18]98, escasos ya de huevos, pusimos en circulación las candelas. […].
La antigua fábrica [de candelas] de Pérez y Párraga se convirtió en cuño”.
De allí surgió una expresión que aún se usa en El Salvador (“Por huevos o
por candelas”), debido a que ambos productos fueron usados como medio
circulante en sustitución de las monedas y los billetes.
29
El 11 de mayo de 1898, bajo las condiciones que establecía la dudosa Ley de
Instituciones de Crédito, el Ministerio de Fomento aprobó la fusión del
Banco Internacional del Salvador –primer banco establecido en el país, el 5
de abril de 1880– con el Banco Salvadoreño, según quedó consignado en el
decreto ejecutivo del 15 de abril de ese año, rubricado por el general Rafael
Antonio Gutiérrez, Presidente de la República, y Antonio Mencía, ministro de
Hacienda. Por decisión de sus propietarios, el nombre adoptado tras la fusión
fue el de Banco Salvadoreño, por lo que dicha institución, que fue fundada el
5 de enero de 1885, cuando se estableció el Banco Particular del Salvador, se
convirtió en el decano de los bancos33.
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concesiones especiales para
el establecimiento de Bancos
de Emisión, hasta por 20 años,
previo cumplimiento de las
condiciones y requisitos que
determinaba la ley35.
legal. En esa legislación es importante destacar la novedosa imposición del la Tesorería General de la República.
Imagen porporcionada por Jorge
requisito de mantener en metálico, por lo menos, el equivalente del 20
de Sojo Figuerola y “Nuestro
por ciento de los depósitos a la vista y a un plazo determinado, ya que
El Salvador de antaño”.
esto significó introducir -en el naciente sistema bancario salvadoreño- una
herramienta de similares resultados y que más tarde se convertiría en lo
que, en lenguaje técnico, se denomina encaje legal, mediante el que se limita
o expande la capacidad de creación de dinero de los bancos, reduciendo
o incrementando su capacidad de expansión del crédito. Sin embargo, esta
herramienta se introdujo por razones de prudencia, para que los bancos
contaran con una cantidad mayor de respaldo en metálico en caso de una
corrida de depósitos, como la que se dio entre 1897 y 1898, pero en ningún
caso como herramienta de política monetaria, algo que no fue de dominio
técnico generalizado hasta ya entrado el siglo XX.
Para los años finales del siglo XIX, la serie de reformas institucionales que
impulsó la administración del general Tomás Regalado, sustentado por el
movimiento liberal, contribuyó a conformar la institucionalidad y visión 35. Diario Oficial, San Salvador, tomo 46, N°
socioeconómica y política que fundamentó el devenir de El Salvador durante 120 del 24 de mayo de 1899, pág. 941.
31
las siguientes cuatro décadas. Además, esas reformas también intentaron
generar las condiciones propicias para la recuperación de la economía y
vencer obstáculos que nacen en el período de una crisis que amenazó la
total destrucción de la riqueza del país36. Si bien con medidas de ese tipo se
ordenó el gasto público y se incrementaron los ingresos corrientes, no se
avanzó de manera significativa, debido a que las condiciones internacionales
continuaron adversas, sobre todo en relación con los bajos precios del
café y la depreciación de la plata. Envuelto en esas circunstancias fue como
concluyó el año 1899, que marcó el cierre de los primeros 19 años de
existencia de la banca en El Salvador.
32
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Para salir de la crisis y superar el riesgo de una quiebra del sistema bancario,
con muchas dificultades el gobierno nacional logró mejorar el marco
institucional general y el de la banca en particular, de la que también logró el
apoyo financiero que requería, tanto para proveer recursos a los productores
privados como para encontrar medios de financiamiento a las necesidades
del sector público.
En la primera década del siglo XX, la dura lección que recibieron los bancos al
no contar con el respaldo requerido por la demanda causada por la situación
de crisis e incertidumbre económica, llevó a los banqueros a elevar sus
tenencias de metálico de $630,561.99 en diciembre de 1899 a $2,727,958.50
al cierre de 1904, lo que significó un incremento de 332.6 por ciento en cinco
años, que elevó el respaldo en metálico de los billetes en circulación del 81.8
por ciento al 108.7 por ciento en sólo cinco años de operación. Si bien esto
demuestra el esfuerzo que hicieron los banqueros por crear condiciones que
permitieran acelerar la emisión de billetes con amplio respaldo para restituir
la confianza que existía hasta antes de la crisis, aún estaban 23.4 por ciento
por debajo de lo que tenían a inicios de marzo de 1896. Como reflejo del
aumento en el respaldo, la circulación de billetes también aumentó.
33
Proceso de
Nombre del banco Fecha de fundación Autorizado por acuerdo Liquidación Observaciones
transformación
Contrato de fundación
entre Ministerio de
Se fusionó con el Banco
Banco Internacional Hacienda y sociedad
21 de agosto de 1880 Salvadoreño, el 11 de Fue banco emisor
del Salvador fundadora, 5 de abri1880.
mayo de 1898.
D. O., tomo 9, N°. 207 del
5 de septiembre de 1880.
Banistmo compró a
Inversiones Financieras
BancoSal el 17 de febrero
Contrato de fundación
de 200637. HSBC compró
entre Ministerio de Aún funciona, bajo
17 de septiembre de a Banistmo en julio de Banco emisor
Banco Salvadoreño Hacienda y Sociedad la denominación
1894 2006 y, por consiguiente, hasta 1934
fundadora, 5 de abril internacional de HSBC.
a BancoSal38. En febrero
de 1880
de 2012, el HSBC fue
adquirido por el banco
colombiano Davivienda.
Se convirtió en Banco
Acuerdo de fundación del
Salvadoreño el 12 de Banco emisor
Banco Particular del Ministro de Fomento. D.
5 de enero de 1885 diciembre de 1891 D. O., hasta diciembre
Salvador O., tomo 18, N°. 12 del 14
tomo 31, N° 295 del 17 de 1891
de enero de 1885.
de diciembre de 1891.
No existe
Acuerdo del Ministro de
certidumbre de
Banco Territorial del Fomento. D. O., tomo 21,
21 de julio de 1886 que haya entrado
Salvador N° 168 del 21 de julio
en operaciones.
de 1886.
37. La Prensa Gráfica, San Salvador, año XC, N° 31,826 del 7 de febrero de 2006, pág.36
38. La Prensa Gráfica, San Salvador, año XCI, N° 31,991 del 21 julio de 2006, pág. 40.
34
EL SA LVA DO R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
Sin embargo y pese a que los bancos habían recuperado en gran parte su
credibilidad y solvencia originales y el volumen de operaciones se expandía con
rapidez, su situación financiera interna mostraba algunas debilidades. A la vez
que buscaban superar los efectos de la gran crisis nacional, algunos debieron
enfrentarse a otro tipo de emergencias más de corte doméstico e institucional.
En la noche del 22 de octubre de 1905, un incendio que destruyó el edificio
original del Banco Agrícola Comercial, lo obligó a entrar en un acuerdo con los
Bancos Occidental y Salvadoreño, para así pagar “todos sus billetes” por medio
de esas instituciones colegas. Estableció oficinas provisionales en el edificio que
ocupaban J. Maurice Duke e hijos, para recibir toda entrega que sus clientes
efectuaran y proceder con el pago de los cheques que se giraran contra él39.
De ese modo, el Banco Agrícola Comercial solventó la emergencia y así pudo
mantener sus operaciones sin mayores trastornos.
Si bien la expansión del circulante en esos años fue muy dinámica, la monetización
de la economía salvadoreña era aún baja, lo cual explica en buena parte la
práctica de emplear los depósitos en cuenta corriente como garantía de un
crédito. Esta aún baja monetización también fue una razón importante que
indujo a la proliferación del pago de salarios a trabajadores en los cafetales
mediante fichas o monedas no oficiales -acuñadas en metales viles y con
textos breves o dibujos estilizados-, que tenían circulación restringida sólo
dentro de las fincas o pueblos aledaños a los negocios relacionados con ellas.
Para inicios de la segunda década del siglo XX, los bancos no estaban en
condiciones de responder, de manera adecuada, a la presión que existía en el
mercado por aumentar los billetes en circulación, de cara a la demanda que
generaban las cosechas de café, añil, azúcar y otros productos agrícolas de
temporada, debido a que, por lo general, a esa altura del año las instituciones
emisoras ya no contaban con el suficiente metálico para poder emitir en
mayor cantidad. La situación se tornó más grave debido a que el mercado
39. Diario Oficial, San Salvador, tomo 59,
internacional no presentaba condiciones favorables para obtener ese metálico, N° 248 del 23 de octubre de 1905,
dado que la plata había alcanzado un alto precio en los mercados europeos pág. 2106.
35
y, en consecuencia, con el tipo de cambio que prevalecía en El Salvador no
era posible la introducción de moneda acuñada en cantidad suficiente para
llenar necesidades imperiosas, sustentando la política de control de cambios
que prevalecería hasta 1920.
36
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
Bancos Salvadoreño, Occidental y Agrícola Comercial, en la cual esbozó, de
manera oficial y por primera vez, la idea de concentrar la facultad emisora:
“Estas consideraciones han sugerido al gobierno la idea de proponer la
fusión de los bancos existentes, tanto para mayor capacidad del capital como
para que solamente exista una institución emisora de billetes al portador,
adelantándose así a los propósitos del legislador, que ya tiene fijado el
término fatal en que deben caducar los diversos privilegios otorgados a
los actuales establecimientos”. A esto agregó que “la emisión y circulación
de sus billetes estaría limitada a las necesidades del país y bajo el control
y garantía del Estado. Como garante, el Estado disfrutaría de un tanto por
ciento de las utilidades, quedando el Banco siempre responsable por la Proyecto de la fachada, planta y
efectividad del valor de sus billetes”. sección lateral del nuevo edificio del
Banco Agrícola Comercial, diseñado en
El secretario Dr. García González apuntó su análisis hacia el crédito otorgado la segunda década del siglo XX por
el arquitecto italiano Augusto César
de manera excesiva, debido a que tendía a sobrepasar los límites de la
Baratta del Vecchio. Aunque algunos
prudencia y generaba problemas. En ese contexto, el funcionario asoció las
detalles fueron retomados para la
dos crisis bancarias que había vivido el país (las de 1897-1899 y 1913), con fachada, el edificio fue construido
el abuso del crédito, demandando “buscar soluciones más adecuadas, que con muchas modificaciones para esta
proporcionen bases sólidas y estables, de modo que el crédito no se halle propuesta. Imágenes retomadas de
expuesto a contingenciales movimientos, que, a veces, no son más que el Narváez, María Elena. Vida y obra
resultado de maliciosas combinaciones de especuladores sin conciencia”40. del arquitecto Augusto César Baratta,
trabajo de graduación para optar
al grado de arquitecta, Universidad
Pero ese argumento era contradictorio, en tanto que en El Salvador se
“Albert Einstein”, Antiguo Cuscatlán,
manifestaba, de manera constante, la preocupación por lo limitado que se
marzo de 2000.
hacía el crédito y la sentida necesidad de contar con mayores recursos a
largo plazo, lo que servía para sustentar la demanda hecha desde el siglo
anterior para contar con un Banco Hipotecario. El trasfondo del análisis
del Dr. García González sugiere que las autoridades gubernamentales -por
desconocimiento de lo que se convertiría en uno de los pilares de la teoría
monetaria en el primer cuarto del siglo XX- confundían la emisión de
dinero con la creación de dinero que se da con la multiplicación del crédito,
al tiempo que se obvió la incapacidad de los bancos y del gobierno para
contener los rumores entre la población.
40. Memoria de Hacienda y Crédito Público
Así, durante los últimos días de julio y los iniciales de agosto de 1914, los correspondiente al año de 1913, Diario
Oficial, San Salvador, tomo 76, N° 59
bancos se vieron obligados a pagar grandes cantidades de moneda de plata, del 12 de marzo de 1914, pág. 556.
en gran medida debido a las difíciles condiciones económicas que se preveían
por el estallido de la Primera Guerra Mundial. Ante eso, surgió el temor
37
del gobierno de que, durante esa situación de incertidumbre e inestabilidad
económica, el público demandara a los bancos (que estaban obligados a pagar
en dinero efectivo sus compromisos) la conversión de los billetes a plata, con
lo que se crearía una condición favorable para que ese metal emigrara al
exterior, con grave daño de las transacciones generales y sin poderse reponer,
por el estado de guerra41. Por ello, emitió un decreto que estableció un
régimen de excepción o Ley Moratoria, por el que se eximió a los bancos de
la obligación de pagar en moneda efectiva y acuñada todas sus obligaciones
y los billetes que tuvieran en circulación, franquicia que tendría vigencia hasta
un año después de firmada la paz entre las naciones europeas beligerantes.
Dr. Ramón García González
Por su parte, los bancos quedaron en la obligación de no ejecutar a sus
deudores, mientras ellos cumplieran estrictamente con pagar los intereses de
sus créditos, de conformidad con los contratos respectivos.
El gobierno, por razones de interés nacional, no podía dejar que los bancos
entraran en una situación de insolvencia, porque otra crisis del sistema, como
la que estuvo a punto de darse a fines de 1915, habría tenido un efecto
41. Diario Oficial, San Salvador, tomo 77,
N° 32 del 11 de agosto de 1914, devastador en la economía nacional y, quizá, habría impactado de manera
págs. 286-287. irreversible en la confianza del público.
42. Diario Oficial, San Salvador, tomo 78,
N° 38 del 15 de febrero de 1915,
pág. 217.
38
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
De esa manera, por una parte, los bancos se transformaron en grandes
proveedores financieros para la consolidación institucional del Estado43, por
otra, en la medida en que el gobierno se transformaba en un gran usuario del
crédito, comenzó a generar un desplazamiento de recursos financieros para
el sector privado, lo que de una u otra forma, tendió a poner presión en las
tasas de interés.
39
la unidad monetaria de la República de El Salvador. La racionalidad de esta
medida que daba vida a un nuevo sistema monetario salvadoreño se basó
en la imperiosa necesidad que vivía el país de establecer el Talón de Oro o
un cambio fijo de la moneda de oro sobre la moneda de plata para evitar las
constantes fluctuaciones de los cambios46. El colón tenía varios años de estar
vigente como moneda nacional, aunque sin ser considerado como la unidad
monetaria de El Salvador. No fue hasta esa fecha que se le dio al colón la
calidad de unidad monetaria, dividida en cien centavos y representado por
0.836 gramos de oro de 900 milésimos de fino, quedando como monedas
auxiliares las de níquel de uno, tres y cinco centavos y las de plata de cinco,
diez y veinte centavos. Ese cambio llevó a requerirle a los bancos la sustitución
de sus billetes plata por billetes representativos de oro, según la unidad
monetaria decretada. De forma transitoria, mientras se llevaba a cabo este
cambio, se permitió que el billete bancario que existía continuara circulando
en la relación de un peso por colón47.
40
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
cambio vigente en el lugar y la fecha del pago. De ese modo, al cierre del tercer
trimestre de 1919 se estableció la institucionalidad que conformó al nuevo
sistema monetario salvadoreño, con el colón como nueva unidad monetaria
con respaldo en oro y anclado al dólar estadounidense, una moneda extranjera
que pasó a complementar la escasez de circulante que se evidenciaba en esos
momentos y con una estabilidad cambiaria que permitía reducir las pérdidas a
las que había estado expuesto el país por las variaciones del tipo de cambio.
En una evaluación de las primeras dos décadas del siglo XX, una vez superada
la crisis del segundo semestre de 1913, el sistema bancario fortaleció su
solidez financiera sustentado en el régimen especial de inconvertibilidad de
sus billetes y en los requisitos de respaldo en metálico. Así pudo expandir sus
operaciones con dinamismo y jugar un papel cada vez más determinante en
el proceso productivo, y como proveedor de circulante en metálico, factor
facilitador de las transacciones comerciales y de pagos internos y en el exterior.
Aunque los balances confirman esta positiva evolución, las necesidades
de una mayor cantidad de circulante, así como de amplio financiamiento
a la actividad económica, en especial la de carácter monoagroexportador,
llevaron a ese importante sector de la vida productiva y a las autoridades
gubernamentales a señalar a los bancos como origen de tales debilidades. Al
mismo tiempo se ignoró la fuga de capitales, el déficit fiscal que restó recursos
para expandir el crédito al sector privado, la incertidumbre política que
vivía periódicamente el país y la fuerte demanda de productos importados,
cuyo volumen y monto no eran reflejados en toda su magnitud debido al
contrabando y subfacturación existentes.
El año de 1921 estuvo marcado por las celebraciones del primer centenario
de la Independencia Centroamericana y registró una profunda desaceleración
económica en suelo salvadoreño. El comercio externo reflejó una evidente
41
contracción. Ello tuvo un fuerte impacto en la economía interna de El Salvador.
En ese contexto, la necesidad de contar con otro banco de emisión que pudiera
contribuir a resolver la creciente e insatisfecha demanda de circulante, tuvo una
respuesta en el Proyecto de Banco de Emisión en la República de El Salvador,
que fuera presentado a la Asamblea Legislativa el 16 de junio de 1921 por
René Keilhauer49 un contratista que luego sería comisionado para encargarse
de las obras de saneamiento y pavimentación de la ciudad de San Salvador
(1923-1927). El proyecto del Banco de Emisión proponía establecer, con capital
nacional, extranjero o mixto, un banco que se denominaría Banco Central,
que se podía dedicar “a todos los negocios reconocidos como de banco, en
general”, aunque dejaba establecido con claridad, que su principal empeño era
dedicarse “a cooperar y facilitar el desarrollo de la agricultura, de la industria y
del comercio”50. La Comisión de Hacienda de la Asamblea Nacional Legislativa
estudió la propuesta del empresario Keilhauer y recomendó que se aprobara
en lo general y se revisara artículo por artículo para tomar la decisión final. Así
fue como el 24 de junio de 1921, la Asamblea Legislativa emitió un decreto
aprobando “en todas sus partes el proyecto de [ese nuevo] banco de emisión”
denominado Banco Central51, aunque dicha iniciativa no se concretó.
42
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
CAPÍTULO 1
44
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
Los bancos de emisión privada
45
Banco Internacional
del Salvador
(1880-1898)
Primer Palacio Nacional, grabado en Gracias al ambiente creado por el decreto constituyente del 23 de febrero de
metal hecho en 1873 por el francés 1880, el Ministro de Hacienda Pedro Meléndez, en representación del Poder
Deroy, digitalizado y proporcionado para Ejecutivo, y el señor José Francisco Medina -representante de un conglomerado
esta publicación por el coleccionista
internacional de socios accionistas54, “que se arriesgaron con recelo a la empresa,
salvadoreño Ing. Carlos Quintanilla.
debido a que estaban acostumbrados a dar préstamos a corto plazo, alto tipo
de interés y haciendo renunciar al acreedor del derecho de vida y hacienda”55-
firmaron el 5 de abril de 1880 un contrato que autorizaba la creación del Banco
54. Entre los que se encontraba su propio
Internacional del Salvador. Mediante ese acto legal56, se le dio vida institucional al
padre, Crisanto Medina, de quien ya
se han ofrecido datos biográficos en la primer banco formal de El Salvador, cuyo establecimiento se constituyó en un
parte introductoria de esta obra. gran acontecimiento nacional y fue destacado en el Diario Oficial:
55. González Sol, Rafael. Nuestros bancos
de antaño, La Prensa Gráfica, San
Salvador, año XXVIII, N° 10156 del 3 “El día de ayer, viernes 20 de agosto del año corriente, se ha instalado el
de octubre de 1942, pág. 5.
Banco Internacional del Salvador, conforme a concesión hecha por el
56. Diario Oficial, San Salvador, tomo 9,
N° 207 del 5 de septiembre de 1880, Gobierno de la República”57. Era regido por una junta de inversionistas y otra
págs. 741-742. de directores (cuyos miembros propietarios eran el oftalmólogo y caficultor
57. Diario Oficial, San Salvador, tomo 9,
N° 194 del 21 de agosto de 1880, pág.
Dr. Manuel Gallardo, Manuel Bustamante y el empresario francés Auguste
691. Esta publicación revela que la fecha Buineau, y como suplentes figuraban L. Goens y A. J. Soundy); una comisión
exacta de inicio de operaciones del Banco
de vigilancia (compuesta por los comisarios propietarios R. Duke, el médico
tuvo lugar el 20 de agosto y no el 21, como
lo reporta, de manera errada, el mismo cirujano Dr. Tomás García Palomo, y los suplentes Eugenio Aguilar H. y Rafael
diario gubernamental, en su edición del 27 Guirola Duke), directores ejecutivos (Encarnación Mejía y Nicolás Angulo),
de agosto de ese mismo año. Cfr. Diario
un gerente interino (Arnoldo Sutter, quien luego fue reemplazado por el
Oficial, San Salvador, tomo 9, N° 199 del
27 de agosto de 1880, págs. 709-710. gerente propietario, W. E. Coldwell) y un cajero (Daniel Domínguez) para
46
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
su sede central en San Salvador, aunque abrió agencias en otras localidades
del país, como Santa Ana (gerenciada por J. W. Paine), Sonsonate (que contó
con Rafael Montis como director y con L. Posse como gerente) y San Miguel
(dirigida por M. Calvo y gerenciada por V. G. Durán)58.
47
se incendió, por mano criminal, en la noche del 19 de noviembre de 1889. Ese
edificio fue uno de los campos de trabajo y acción de los socios y directivos
del Banco Internacional, quienes debían realizar constantes visitas para ejercer
cabildeos con los representantes de los Poderes del Estado, en momentos en
que El Salvador aún poseía un sistema legislativo bicameral.
48
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
representó un mal contra la economía nacional y
sólo fue “en beneficio de unos pocos capitalistas.
Ellos eran quienes aprovechaban esa protección
económica del Estado, en detrimento de las
actividades económicas del país. Los señores
banqueros, que contaban con un capital de dos
millones de pesos en metálico, podían emitir cinco
millones de pesos en papel para sus negocios; es
decir, podían comprar y adquirir los productos
o energías de todos los salvadoreños, con tres
millones de pesos que no existían. En esa forma legal, pero injusta y atentatoria, Una versión detallada del escudo de
adquirían las cosechas o actividades agrícolas, cuyos productos comprados con armas de la República de El Salvador
(1865-1912), con la bandera de guerra
ese dinero irreal, se transformaban, al exportarlos, en dinero real y efectivo. No
(derecha) y la mercante (izquierda).
contentos con la especulación en contra de los agricultores, vendían los giros
Imagen retomada del mapa del país
recibidos de los comerciantes a un precio superior, acción que llegó a constituir en gran formato, publicado en 1905
lo que actualmente se conoce como usura”61. en Londres (Inglaterra) por el científico
salvadoreño Dr. Santiago Ignacio
Fuera de los barullos producidos por la llegada del papel moneda, es de justicia Barberena. Para la reproducción digital
señalar que la fundación del Banco Internacional significó una innovación en el se usó el ejemplar disponible en la
campo financiero y tuvo alto impacto económico y social: “Y no podía menos Sección de Geografía y Mapas de la
Biblioteca del Congreso (Washington D.
que suceder así, estando en la conciencia de todos que como institución
C., Estados Unidos de Norte América).
económica tiene que prestar importantes servicios al país y producir resultados
provechosos a la sociedad en general […]. La aceptación que ha alcanzado el
Banco Internacional del Salvador es una prueba incontestable de la necesidad
que había de él, y de la conveniencia que reportará a las clases sociales, porque
a todos ayuda con condiciones admisibles […]. Si hay facilidad de adquirir
dinero sin grandes dificultades ni sacrificios, el deudor puede desahogadamente
cumplir sus compromisos […]. Por eso, en los países donde hay establecimientos
bancarios, y otros de índole análoga, es mayor el número de comerciantes, de
agricultores, de propietarios, y mayor también la riqueza particular”62.
49
S152. Anverso y reverso del billete de 5 pesos del Banco Internacional,
puesto en circulación el 1 de febrero de 1898. Fue diseñado, grabado en
metal e impreso por la casa londinense Waterlow & Sons, cuyo nombre y
datos en lengua castellana figuran en la parte central baja de ambos lados del
billete. En el anverso se destacan las firmas de los señores Encarnación Mejía
y W. E. Coldwell, altos funcionarios del banco desde el año de su fundación.
50
EL SA LVA DO R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
El billete presenta en su cara
frontal una alegoría femenina de la
agricultura y la abundancia de los
frutos de la tierra, de inspiración
grecorromana, al punto que bien
puede ser identificada con la diosa
Ceres. La figura sostiene el escudo
salvadoreño vigente entre el 28 de
abril de 1865 y el 15 de septiembre
de 1912. Aparece sentada ante
una escena volcánica, en la que al
lado derecho se destaca el paso de
una locomotora que tira de varios
carros de ferrocarril, en alusión
al ramal ferroviario que, en 1882,
una compañía inglesa puso en
Entre las medidas de seguridad usadas
funcionamiento entre el puerto de
se encuentran diversas formas de
Acajutla y la ciudad de Sonsonate.
guilloché o guilloche, una técnica
decorativa de grabado en la que un
Para el diseño de ese escudo
patrón de diseño repetitivo y complejo
de armas se tomó como modelo
se estampaba en los billetes, para hacer
el de la República Federal
más difícil su reproducción si no se
Centroamericana (1823-1841),
contaba con el cliché o plancha metálica
sólo que en lugar de los cinco
original. Además de ese recurso, el
volcanes que representaban a
billete presenta la denominación en
los cinco Estados dentro de la
letras CINCO en castellano e inglés,
Federación, se dejó solo uno, que
ubicada en los extremos dentro de
imitaba al Izalco en erupción, con
cartuchos de color verde.
las estrellas en semicírculo en su
parte superior. En ambos lados
del escudo fueron colocadas dos
versiones del nuevo pabellón:
al lado izquierdo, la bandera
mercante y al lado derecho la
enseña destinada a la guerra.
También fueron incorporados
el gorro frigio de la libertad, dos
cuernos de la abundancia, la fecha
15 de septiembre de 1821 escrita
entre rayos luminosos y una franja
circular en la que se leía “República
del Salvador en la América El reverso del billete de cinco pesos del Banco Internacional del Salvador
Central”, nombre oficial del país exhibe un homenaje a su fundador, el nicaragüense José Francisco Medina,
desde1841 hasta 1915. señala que su fundación (1880) se dio cuando era presidente de El Salvador
el médico Dr. Rafael Zaldívar y presenta las banderas de 6 territorios en los
que el banco y la familia Medina tenían intereses económicos y diplomáticos
(El Salvador, Inglaterra, España, Guatemala, Estados Unidos y Nicaragua).
51
operación equivalente a la acuñación de moneda metálica, cuyo derecho de ponerla
en circulación sólo correspondía al Soberano64. La emisión jamás podía considerarse
como parte integrante de la industria particular garantizada por la Constitución”.
Esto se debía a que el artículo pertinente de la Constitución vigente expresaba:
“Toda industria es libre en la República, estancándole únicamente en provecho de
ella y para administrarse exclusivamente por el Ejecutivo, el aguardiente, el salitre y
la pólvora”65. Por tanto, argumentó que la prerrogativa otorgada al señor Medina no
impedía el derecho que los particulares podían tener, según el crédito que el público
les otorgue, para poner a circular esa clase de valores.
52
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
Banco Particular
del Salvador
(1885-1891)
53
Con mucha sobriedad en SIN NÚMERO DE REGISTRO EN EL CATÁLOGO
el uso del diseño y de los INTERNACIONAL DE BILLETES. Anverso del espécimen,
colores aplicados (negro, prueba o prototipo del billete de cinco pesos que nunca llegó a
salón y verde tenue), la
emitir el Banco Particular del Salvador. Sus dimensiones son de
figura alegórica femenina
es de origen grecorromano 20 por 20 cms. El grabado fue realizado por la casa londinense
y porta una hoz en una de Waterlow & Sons, cuya identificación en lengua castellana
sus manos y unas flores en aparece al calce del documento. Los mecanismos de seguridad
la otra, lo que se une a la
evidenciados son marcas de agua y un grillote en la zona donde
escena del arado de bueyes
y a los dos panales de abejas se colocó la denominación del billete en versión numérica.
para dar la imagen de que
el progreso estaba asociado
a la mera productividad
de la tierra y a la venta
nacional e internacional de
sus productos. Los dos anacronismos evidentes en este espécimen
del Banco Particular del Salvador son la palabra
JERENTE (sic: gerente) y el escudo nacional vigente
entre 1865 y 1912, el cual solo presenta nueve
estrellas como en su primera versión, cuando en
la realidad ya para la década de 1890 estaban bien
definidos los 14 departamentos en los que se divide
de manera administrativa la República de El Salvador.
54
EL SA LVA DO R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
El Banco Particular quedó autorizado para “descontar, fijar, hacer adelantos,
llevar cuentas corrientes y en las demás operaciones usuales de Banco”.
Además, se le otorgaron exenciones tributarias similares a las establecidas
en otras contratas y se le dejó abierta la posibilidad de efectuar operaciones
con el gobierno, determinándose de antemano la tasa de interés que aplicaría
a los créditos, al dictarse que “podrá efectuar con el Supremo Gobierno,
las operaciones que juzgue convenientes, no pudiendo pasar los adelantos
que haga al gobierno de la cuarta parte de su capital suscrito […] no podrá
cobrar más del uno por ciento mensual por vía de intereses”71.
Así difundió el diario La República (San
Cuando el gobierno salvadoreño le otorgó al Banco Particular la posibilidad Salvador, año IV, no. 13, jueves 13 de enero
de emitir billetes que fueran pagaderos al portador, lo obligó a mantener de 1885, pág. 2) la noticia de la publicación
dentro de sus arcas un respaldo en metálico no menor al 40 por ciento de del contrato para la fundación del Banco
Particular del Salvador. Imagen en PDF,
la emisión que fuera puesta en circulación. Esa medida era idéntica a la que
proporcionada por el Instituto de Historia
se le impuso en su momento al Banco Internacional y constituía una garantía
de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA)
mínima de devolución del dinero depositado por los clientes de las entidades
de la Universidad Centroamericana (UCA,
financieras, dado que entre el público rondaba el rumor constante de quiebras
Managua, Nicaragua).
y bancarrotas que podían poner en riesgo sus inversiones y depósitos.
Desde sus inicios, el Banco Particular concentró sus actividades en las principales
71. Artículos 2º y 22º del contrato de
ciudades de El Salvador, en especial en aquellas en las que había mayor actividad fundación suscrito entre el Supremo
en el agro y las exportaciones (café, azúcar y otros productos), así como una Gobierno y los señores José Mauricio
Duke y Francisco Camacho, Diario
incipiente actividad semi-industrial, en especial la desplegada en los ingenios
Oficial, San Salvador, tomo 18, N° 12
azucareros y en los beneficios cafeteros. Por tanto, la actividad financiera estuvo del 14 de marzo de 1885, págs. 46-47.
puesta al servicio de la creación de oportunidades de inversión agropecuaria y 72. Artículo 12º del contrato de fundación
suscrito entre el Supremo Gobierno y los
a la compra de insumos y tecnologías para mejorar la producción.
señores José Mauricio Duke y Francisco
Camacho, Diario Oficial, San Salvador,
Luego de seis años de funcionamiento, el 12 de diciembre de 1891, el Banco tomo 18, N° 12 del 14 de marzo de
1885, julio de 1886, pág. 46.
Particular del Salvador cambió su razón social a la de Banco Salvadoreño.
55
Banco Occidental
(1889-1934)
56
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
Acción no. 596 del Banco Occidental de El Salvador, fechada en 1890 y tal vez
empleada (como lo revela el puntado metálico que reza ”Pagado” en la parte inferior
del documento), aunque no llevaba firma de ninguno de los funcionarios de la entidad.
En este documento bancario y legal se destacan el escudo del país, el nombre de la
institución bancaria y su lugar de apertura, así como dos imágenes alegóricas y la
cantidad en números grandes y pequeños (resellada en rojo, para anotar que el valor
del capital suscrito pasaba de un millón a 1.5 millones de pesos, con lo que la acción
también dejaba de ser de mil pesos y pasaba a ser de 1500 pesos). Como se lee al
calce, estas acciones fueron diseñadas e impresas en el Homer Lee Bank Note, de la
ciudad de Nueva York, una institución privada fundada en la década de 1870 y que se
especializó en la producción de sellos postales, billetes y demás papelería bancaria.
Fue fundada en Nueva York por el artista, grabador e inventor estadounidense
Homer Lee (1856-1923). Desde 1891, esta prestigiosa empresa fue absorbida por
la American Bank Note Company. Es casi seguro que el papel de seguridad de estas
acciones del Banco Occidental fuera hecho en Dalton (Massachussets, Estados
Unidos) por la casa editora Crane & Company.
57
Como ya había ocurrido con las concesiones
otorgadas a los otros bancos, al Banco
Occidental se le autorizó a descontar
documentos de comercio, recibir depósitos,
emitir vales al portador, comprar y vender
Uno de los clientes de la sucursal vales al portador, comprar y vender letras y prestar dinero sobre hipotecas.
santaneca del Banco Occidental fue
Además, se le autorizó a emitir billetes pagaderos a la vista y al portador hasta
el general Tomás Regalado, Presidente
por una doble cantidad a la de su capital suscrito74. Durante su existencia legal,
de la República (1898-1903) y jefe
del ejército salvadoreño hasta su
el Banco Occidental emitió, al menos, tres familias de billetes diferentes, dos
muerte (1906). Abono manuscrito de las cuales forman parte de la colección de Citi y aparecen dentro de las
perteneciente a la colección privada páginas de este libro.
de Jorge de Sojo Figuerola.
El establecimiento del Banco Occidental respondió a la importancia agrícola y
mercantil que había alcanzado la zona occidental del país. Se le consideró un
empuje necesario para el movimiento comercial y una contribución directa
para la formación de la riqueza nacional de entonces, fundada de manera casi
exclusiva en la agricultura. En ese sentido, se buscaba que el Banco Occidental
fuera capaz de proporcionar fondos al gremio de agricultores mediante la
garantía de la propiedad raíz y que pudiera otorgar créditos a intereses y plazos
razonables, pero sin tener que contar con fiadores o garantías de segunda
firma75, como solía ocurrir entre los agiotistas o prestamistas vinculados con
la máxima usura.
La primera sede del Banco Occidental fue en la ciudad de Santa Ana, uno
Papelería contable del Banco de los puntos neurálgicos del creciente cultivo del café, empresa a la que
Occidental, fechada en la capital la familia Alvarez Lalinde aportaría el lavado del grano, como una forma de
salvadoreña en 1922. Documento mejorar su calidad a la hora del secado y tostado.
perteneciente a la colección privada
de Jorge de Sojo Figuerola.
Tras su primera década de funciones, el Banco Occidental creció muchísimo,
por lo que el 18 de julio de 1899 optó por trasladar su sede central a San
Salvador, a la zona sur del parque Central (luego llamado Bolívar y ahora
Barrios o Plaza Cívica).
74. Diario Oficial, San Salvador, tomo 27,
N° 270 del 19 de noviembre de 1889,
pág. 1331. Debido al rápido despegue que tuvo por sus inversiones en fincas y terrenos
75. Memoria de Hacienda, Crédito Público, cafetaleros, el banco llamó la atención de la sociedad estadounidense Bloom
Guerra y Marina. Diario Oficial, San
Salvador, tomo 26, N° 106 del 7 de Brothers, asentada en Nueva York pero representada en El Salvador por el
mayo de 1889, págs. 537-543. tío David Bloom y su sobrino Benjamin. Esa sociedad neoyorquina adquirió
58
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
la totalidad de acciones del banco y decidió apostarle no solo a la inversión
de corte agropecuario, sino en otros rubros, como la importación y venta Grabado en metal del segundo edificio
del Banco Occidental en San Salvador,
de armas desde Estados Unidos. Uno de sus negocios más exitosos fue el de
construido después del terremoto
patrocinar la fundación de la empresa cervecera La Constancia, establecida
volcánico del 7 de junio de 1917.
en la Santa Ana en 1906 por el empresario guatemalteco Rafael Meza Ayau.
La imagen fue usada como parte
Con el paso de los años, ese negocio cervecero lograría posicionar varias del billete de 50 pesos (sic: colones)
marcas de gran importancia comercial, al grado tal que a inicios del siglo emitido en diciembre de ese mismo
XXI forma parte del poderoso conglomerado mundial SabMiller. año. Esa edificación fue demolida en
la década de 1950, para dar paso a
Desde su sede capitalina, los Bloom condujeron sus operaciones al frente de la sede original del Banco Hipotecario,
al sur de la plaza Barrios, en el centro
la mayor institución bancaria de El Salvador. Gracias a sus recursos, Benjamin
histórico de la capital salvadoreña.
Bloom construyó y equipó el Hospital de Niños que ahora ostenta su
nombre (cuyo edificio original es el actual Hospital 1º de Mayo del Instituto
Salvadoreño del Seguro Social), y edificó la cercana colonia Bloom para que
fuera usada por el personal médico.
59
Primeros billetes del Banco Occidental
S175. Prototipo de un ejemplar de la que debió ser la primera serie de emisión de billetes del
Banco Occidental, fechada en la ciudad de Santa Ana en un año indeterminado de la primera
mitad de la década de 1890. Jamás circuló. Con colores amarillo, naranja y negro, fue grabado e
impreso en metal por el American Bank Note Company, de Nueva York, que incluyó sus medidas
de seguridad en el papel, la trama del diseño y el degradado de los colores.
Llama la atención que aunque en el billete se indica que sería suscrito en Santa Ana, en el semicírculo
gris arriba de la denominación monetaria (cinco pesos oro) se señale que esa cantidad sería
pagada al portador en la sucursal bancaria en San Salvador, lo cual podría indicar que al momento
de hacer esta prueba se estaba en el proceso de abrir las nuevas oficinas en la capital.
Aparte de la figura mitológica de un querubín y de la alegoría de la Justicia (lado izquierdo del
billete, arriba y al centro), lo que se destaca más en el conjunto es el hermoso dibujo y grabado
metálico de las partes norte y oeste de la Casa Blanca o Palacio del Poder Ejecutivo (visto desde
el extremo oriental del parque Dueñas, ahora plaza Libertad), inaugurado en 1868 como Colegio
Militar de El Salvador. Desde la década de 1870 hasta 1911 fue empleado como despacho y
residencia de la Presidencia de la República. Terminó sus días en un incendio, en 1918, cuando era
sede de los Correos Nacionales. El dibujo y grabado fueron hechos antes de 1893, ya que la torre
del edificio no presenta el reloj de cuatro caras que le fue instalado en ese año, importado por
el comerciante francés Auguste Bouineau, residente durante décadas en la capital salvadoreña.
60
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S171 Este billete de un peso, fue emitido el 30 de septiembre de 1899, en la
ciudad de San Salvador, la segunda ciudad sede del Banco Occidental. La colección
de Citi conserva tanto el espécimen como un billete que fue usado con profusión,
como lo revela el desgaste en el papel de seguridad y en el que se aprecian las
firmas de los funcionarios del banco en ese año.
El billete fue dibujado, grabado en metal e impreso por la casa estadounidense
American Bank Note Company, de Nueva York. En su conjunto se destacan las
líneas del diseño, el nombre del banco y del país (escrito República del Salvador,
como era la usanza nacional e internacional en esos momentos), así como sendos
rostros de mujer (quizá alegorías mitológicas grecorromanas, adornadas en sus
cabelleras con laureles y rosas), uno de ellos de frente y el otro de perfil, encerrados
dentro de sendos círculos y al que acompaña un querubín sentado y pudoroso.
61
Espécimen S171.
La empresa American Bank Note Company fue fundada en 1795 bajo la denominación
comercial de Murray, Draper, Fairham & Company, con la participación de Robert Scott,
quien fuera el primer grabador oficial de los Estados Unidos de Norteamérica. Desde sus
inicios, fue una casa diseñadora, grabadora e impresora para todo tipo de trabajos dentro
de Estados Unidos que requirieran ser plasmados en papeles de seguridad, como billetes,
bonos, certificados, pasaportes y sellos postales. Fortalecida tras el pánico financiero de
1857, en 1862 comenzó su proceso de internacionalización de servicios, en especial
al ofrecer los novedosos cheques de viajero (1891, mismo año en que se fusionó con
el Homer Lee Bank Note Co.). Para el año 1900, sus clientes procedían de 48 países
del mundo, uno de los cuales era el salvadoreño Banco Occidental. En la actualidad, la
American Bank Note Company sigue existiendo y forma parte del conglomerado de
empresas agrupadas en American Banknote Corporation y ABnote Group.
En diciembre de 1910, noviembre de 1912, noviembre de 1914 y mayo de 1917 se
hicieron reimpresiones de ese billete de un peso (aunque la denominación monetaria
nacional era el colón desde octubre de 1892). Así fue emitido el billete catalogado
internacionalmente como S172, con un tamaño ligeramente ampliado, pero con iguales
características técnicas que las de la impresión original. Un ejemplar de esa nueva versión
puede verse dentro de este mismo libro, como parte de la tercera familia de billetes de
esa casa bancaria salvadoreña.
62
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Segunda emisión del Banco Occidental
Billete S173.
En junio y octubre de 1913, julio de 1916 y junio de 1918, la empresa estadounidense New
York Bank Note Company diseñó, grabó en metal e imprimió el billete de dos pesos catalogado
internacionalmente como S174, seguido en mayo de 1914 por una única emisión del billete
S173, con denominación de un peso. Fueron impresos en tinta negra, con combinación de
color naranja y azul en el caso del de un peso y azul y café en el de dos pesos.
En ambos billetes –conocidos en El Salvador de inicios del siglo XX como “billetes del charro”,
por la figura masculina que aparece a caballo- destacan las firmas del poeta y exvicepresidente
de la república Calixto Velado (Izalco, 1855-San Salvador, 1927) y Benjamin Bloom (nacido en
Healdbury, California, el 27 de septiembre de 1873, llegó a Santa Ana, El Salvador, en 1890, al lado
de su tío David Bloom, con quien le dio impulso al proyecto del Banco Occidental. Casado con
Aline Debow, edificaron una lujosa mansión sobre la avenida España, ahora en estado de abandono,
no tuvieron hijos. Con parte de su fortuna, en 1928 le donó al país el Hospital de Niños que
ahora lleva su nombre. Falleció en San Salvador, el último día de 1951). En los reversos de ambos
billetes se destaca la trama del diseño de seguridad, así como el rostro de una mujer mitológica
con una estrella en la frente, quizá inspirada en una Niké o Victoria de la antigüedad griega. Llama
la atención que el nombre del país apareciera ya escrito como República de El Salvador, pues la
ley correspondiente a esa denominación oficial no entró en vigencia sino hasta en 1915.
63
Billete S174.
En sus anversos, los dos billetes presentan una escena errónea en varios sentidos. Lo que se
aprecia al fondo es el Cerro de La Silla (llamado así porque parece una silla de montar), que es
una montaña de 1820 metros de altura sobre el nivel del mar, que forma parte del sistema de
estribaciones de la Sierra Madre Oriental y se ubica administrativamente dentro del municipio
de Guadalupe, en el estado mexicano de Nuevo León. Para la ciudad de Monterrey, capital del
estado neoleonés, esa elevación es un ícono cultural de esa urbe.
64
EL SA LVA DO R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
Un tercer error es la de la presencia de un hombre que porta un sombrero de
charro sobre su cabeza y monta a caballo. Los charros (“jinetes” o “conductores
de animales”, por sus etimologías morisca y euskera) son más típicos de la zona
este de México, en la zona de Jalisco, aunque a inicios del siglo XX se popularizaron
mucho en diversos puntos de la geografía mexicana gracias a la figuras icónicas de
Emiliano Zapata y Pancho Villa durante la Revolución Mexicana, al igual que por los
conjuntos de mariachis.
Los dos billetes no pertenecen a la colección de Citi, por lo que para ser incluidos
en este libro fueron proporcionados en versiones digitales de los originales
conservados en la colección “Nuestro El Salvador de Antaño” del empresario
salvadoreño Jorge de Sojo Figuerola.
65
Tercera emisión del Banco Occidental
66
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El espécimen S176, de cinco pesos, fue emitido originalmente el 20 de marzo de 1895 en Santa
Ana. Tuvo nuevas emisiones desde San Salvador el 31 de enero de 1906, diciembre de 1914
y enero de 1915. Grabado e impreso en metal sobre papel de seguridad tramado por la casa
estadounidense American Bank Note Company, en ese billete fueron empleadas tintas negra y
verde (en al menos dos tonalidades).
Fuera de la firma del banquero californiano Benjamin Bloom, en el anverso se destaca el nombre
del banco emisor, la denominación en letras y números, una escena de recolección de café
hecha por mujeres mulatas (vinculada con la actividad cafetalera en el Caribe) y una bahía con
un muelle, un vapor y una montaña nevada, que no se puede equiparar a la geografía tropical
salvadoreña. Sin embargo, sí se puede señalar que desde1851 se contaba con un servicio regular
de varios vapores, que unió a los puertos del Pacífico desde California hasta Panamá.
El reverso presenta un evidente error, ya que muestra el escudo salvadoreño adoptado en
abril de 1865, con los nueve volcanes que representaban a los departamentos existentes en
aquel momento, pero que ya para 1895 tenía cinco estrellas más que completaban los 14
departamentos del país. En ese sentido, el billete muestra un error de origen que llevó consigo
hasta su última emisión.
67
El espécimen S177, de diez pesos, fue emitido en colores negro y café el 1 de julio de
1893, con una reimpresión en diciembre de 1917, hecha por la misma casa bancaria
estadounidense que realizó toda la serie. En su anverso retoma la escena de la bahía con el
vapor y la montaña nevada, a la que agrega el grabado de una locomotora en movimiento,
en clara representación del servicio ferrocarrilero que una compañía inglesa abrió en 1882
entre el puerto de Acajutla y la ciudad de Sonsonate, desde cuyo ramal se fue expandiendo
hacia el occidente y el centro del país, hasta que en 1901 logró conectar del todo con la
ciudad de San Salvador e inició su expansión hacia las zonas parecentral y oriental.
El reverso presenta un complejo tramado de líneas y figuras geométricas, así como el error
ya reseñado del escudo salvadoreño, errado en cuanto al número de volcanes y fuera de
uso desde septiembre de 1912.
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El espécimen S178, de 25 pesos, fue emitido en Santa Ana el 1 de mayo de 1890, con
tintas negra, naranja y amarilla. Aunque esta prueba impresa de la colección de Citi sugiere
que hubo una reimpresión fechada en San Salvador el 1 de junio de 1918, no se sabe con
certeza que la misma haya circulado.
Aunque repite varios de los elementos ya señalados en sus dos lados, en el caso del primero
aporta el grabado de una embarcación mixta (vapor y vela) y dos figuras de esfinges, pero
sin rostros femeninos como en la mitología griega, ya que estas dos guardianas presentan
rostros de pájaros, conservan las alas y tienen cuerpo y garras de león, características
atribuidas a esos seres imaginarios, popularizados en el mito de Edipo y el acertijo. En el
reverso, el billete presenta el mismo error en el escudo nacional, y evidencia un complejo
tramado de líneas y cartuchos con formas ovaladas en las esquinas del mismo.
69
El espécimen S179, de 50 pesos, se supone que fue emitido en dos ocasiones en las
ciudades de Santa Ana y San Salvador, aunque en la colección de Citi solo se conserva
un espécimen fechado en la capital en diciembre de 1917, impreso en negro, amarillo
y púrpura (color que en esa edición original santaneca era naranja).
A la simbólica bahía con vapor y montaña nevada ya usada en otros billetes de la misma
familia, en el anverso de este prototipo, se unió la denomniación en grandes letras y
números en filigrana y marca de agua, mostrada en la parte inferior.También se destaca
un detallado grabado de una escena de personas, caballos y un carruaje ante el nuevo
edificio del Banco Occidental, construido debido a que la sede anterior fue destruida
por el terremoto volcánico de la noche el jueves 7 de junio de 1917.
En el reverso, el billete vuelve a mostrar los errores ya señalados con anterioridad,
enmarcados en una compleja trama de líneas blancas y figuras geométricas, que junto
con el papel especial constituían parte de las medidas de seguridad.
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Reverso de prueba
impresa S180.
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Cuarta emisión del Banco Occidental
El espécimen S191 en la colección de Citi es un espécimen de un colón, emitido en San Salvador, el 1 de mayo
de 1920. Fue dibujado, grabado e impreso por la American Bank Note Company de Nueva York en negro, azul,
naranja y verde. La denominación figura expresada en números y letras como colones, moneda adoptada en
octubre de 1892, como parte de las celebraciones nacionales del cuarto centenario de la llegada de los barcos
de Cristóbal Colón a tierras americanas.
Con mucha sobriedad y elegancia, el anverso presenta dos cartuchos de color y líneas geométricas, en medio
de los cuales se colocó su valor numérico. En la parte central del conjunto, impresa sobe papel de seguridad de
color blanco, se ve una mujer guerrera en actitud de descanso, con un libro, un ánfora y una esfera terrestre en
la parte derecha y un yelmo en la parte izquierda. Esa alegoría mitológica puede ser comparada con Minerva o
Palas Atenea, una deidad grecorromana vinculada con la guerra y el conocimiento. Ella va a ser la figura central y
simbólica de toda esta familia del Banco Occidental.
En el reverso, con tan solo cambios en el color empleado y en las formas de las líneas y las figuras geométricas,
se destaca un endurecido rostro de perfil del almirante Cristóbal Colón, quien el 12 de octubre de 1492 arribó
con sus dos carabelas y una nao a la isla caribeña de Guanahaní y dio paso a la era de descubrimientos, conquista
y colonización de tierras americanas por parte de las principales potencias europeas de los siglos XV y XVI.
73
El S192 es una reimpresión muy parecida del espécimen
anterior. Fue hecha el 1 de enero de 1929. La diferencia
con la emisión original estriba en que el reverso presenta
guilloches más extendidos desde el centro hacia los lados,
justo donde aparecen los números 1.
74
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El espécimen S194, de dos colones, presenta iguales
características técnicas que las del resto de esta familia.
Fue emitido en San Salvador, el 1 de mayo de 1920.
Los colores empleados fueron azul, verde y café (sobre
todo, en el reverso). Con los guilloches alargados, se
hicieron nuevas emisiones (catalogadas como S194) el
1 de noviembre de 1926 y el 1 de enero de 1929.
75
El S195, de cinco colones, tiene iguales características técnicas que los del
resto de esta familia, aunque la figura femenina luce desplazada hacia la zona
derecha del conjunto. Fue emitido originalmente en San Salvador, el 1 de mayo
de 1920 (billete S194A), aunque la versión conservada en la colección de Citi
es de la reimpresión del 1 de noviembre de 1926. Presenta los guilloches
alargados hacia los cuatro rumbos cardinales en el reverso, de color verde.
Los colores empleados sobre papel blanco fueron azul, café y verde. De la
versión modificada también se hizo otra reimpresión el 1 de enero de 1929.
76
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El espécimen S196, de diez colones, fue emitido en San
Salvador el 1 de septiembre de 1925. Los colores empleados
sobre papel blanco fueron azul, café y café/rojo. En el
reverso, llaman la atención los grandes números empleados
y la sobriedad de los cartuchos colocados a ambos lados del
círculo central. No hay constancia de que se haya hecho una
reimpresión de este billete o de alguna de sus dos series.
77
El S197, de veinticinco colones, fue emitido en San Salvador el 1 de enero
de 1929. Los colores empleados sobre papel blanco fueron negro y azul,
los que hicieron que se destacara la enorme elegancia de los guilloches,
cartuchos y demás decoraciones del reverso.
Reverso de prueba
impresa de S171.
78
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El S198, de cien colones, fue emitido en San Salvador el 1 de septiembre
de 1924. Se imprimió en azul, verde oliva/rojo (en la serie A). En esta
oportunidad, la figura femenina fue desplazada a la zona izquierda, y en la
parte derecha se colocó un guilloche de líneas ondulantes y variados colores.
Una reimpresión fue hecha por la American Bank Note Company y quedó
fechada en la capital, el 1 de enero de 1929.
79
Debido a la necesidad creciente que muchos exportadores y comerciantes salvadoreños o extranjeros
residentes tenían de billetes de alta denominación para poder atender fuertes operaciones de
compraventa de café y otros productos de exportación e importación, el Banco Occidental dispuso
poner en circulación un billete de 500 colones (catalogado como S199), que fue emitido en la capital
el primer día de 1925 y reimpreso cuatro años más tarde, el 1 de enero de 1929. Debido al monto del
mismo, en la impresión de este documento se empleó papel de seguridad y en el diseño mucho detalle
en cuanto a los guilloches, cartuchos del anverso (muy coloridos) y del reverso (grandes y repletos de
líneas ondulantes), En esencia se tuvo el cuidado de guardar la línea gráfica básica del resto de la serie.
Junto con el resto de esas emisiones del Banco Occidental, todos estos billetes fueron recogidos en
1934 y llevados a la bóveda del Banco Central de Reserva, donde se procedió a su recuento, clasificación
y destrucción, al cesar las posibilidades de las emisiones de los bancos privados en el territorio nacional.
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Banco Salvadoreño
(1885 hasta el presente)
82
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para sus accionistas, de modo que el segundo dividendo de 1891 alcanzó
quinientos pesos ($500) por acción, que fueron pagados contra la presentación
de las acciones respectivas en formato impreso79. El 23 de enero de 1892,
la junta directiva decidió aumentar su capital con la emisión de otras 200
acciones de 1000 pesos cada una y 50 pesos de prima80.
Tres años más tarde, en 1895, se produjo una importante expansión de los
bancos que ya operaban en el país. Como parte de ella, el Banco Salvadoreño
buscaba llegar a un acuerdo con el Internacional para que éste también
recibiera sus billetes. Esas negociaciones no se concretaron según hizo de
público conocimiento el administrador del Banco Salvadoreño, educador
eslavo Sergio Lusky82. Esta negociación fue una de las primeras acciones
que el Banco Salvadoreño emprendió como parte de una estrategia de
expansión y posicionamiento en el mercado bancario nacional. Así fue como
Acciones del Banco Salvadoreño,
el 13 de julio de 1895 estableció una agencia en Zacatecoluca a cargo de
emitidos en 1902, 1919 y 1921.
Rengifo Núñez83, a la vez que anunció que aceptaría giros en Ahuachapán, Cortesía del coleccionista y empresario
Atiquizaya, Santa Ana, Chalchuapa, Cojutepeque, Chalatenango, Jucuapa, San Lic. Jorge de Sojo Figuerola.
Miguel, Sonsonate, Suchitoto, Santiago de María, La Unión, San Vicente y
Zacatecoluca84, a lo que se agregó la apertura de una sucursal en una casa
propia, en la calle de Santa Lucía en Santa Ana, que quedó bajo la gerencia
79. Diario Oficial, San Salvador, tomo 32,
de Cuno G. Mathies85. N° 4 del 5 de enero de 1892, pág. 16.
80. Diario Oficial, San Salvador, tomo 32,
N° 31 del 5 de febrero de 1892,
El 11 de mayo de 1898, bajo las condiciones que establecía la recién pág. 144.
81. Diario Oficial, San Salvador, SanSalvador, tomo
aprobada Ley de Instituciones de Crédito, el Ministerio de Fomento aprobó
33, N° 172 del 21 de julio de 1892, pág. 81.
la fusión del Banco Internacional del Salvador –primer banco establecido 82. Diario Oficial, San Salvador, San Salvador, tomo
39, N° 158 del 8 de julio de 1895, pág. 1052.
en el país, el 5 de abril de 1880– con el Banco Salvadoreño, según quedó
83. Diario Oficial, San Salvador, San Salvador,
consignado en el decreto ejecutivo del 15 de abril de ese año, rubricado tomo 39, N° 165 del 16 de julio de 1895,
pág. 1096.
por el general Rafael Antonio Gutiérrez, Presidente de la República, y por
84. Diario Oficial, San Salvador, San Salvador,
Antonio Mencía, ministro de Hacienda. Por decisión de sus propietarios, el tomo 39, N° 168 del 19 de julio de 1895,
pág. 1112.
85. Diario Oficial, San Salvador, San Salvador,
tomo 39, N° 199 del 26 de agosto de
1895, pág. 1304.
83
nombre adoptado tras la fusión fue el de Banco Salvadoreño, decisión que
lo convirtió en el decano de los bancos que operaban en El Salvador86. En
86. Diario Oficial, San Salvador, San Salvador,
tomo 44, N° 112 del 12 de mayo de adelante, el Banco Salvadoreño pasó a recibir y pagar en moneda efectiva
1898, pág. 935. todos los billetes del Banco Internacional como propios, las cuentas en el
87. Diario Oficial, San Salvador, San
Salvador, tomo 45, N° 160 del 7 de Banco Internacional fueron trasladadas al Banco Salvadoreño, que tomó
julio de 1898, pág. 1284. para sí las atribuciones de cobrar todos los créditos y pagar todas las
obligaciones del Internacional87.
Ese fue un paso muy osado, si bien los efectos de la gran crisis económica entre
1896 y 1898, recayeron también en la banca. Aunque se contrajo de manera
significativa, el conjunto bancario logró sobrevivir con grandes dificultades y
Una carta del Banco Salvadoreño, suscrita no sin dejar la primera clara evidencia del alto costo que absorbe el sistema
por el banquero y poeta Calixto Velado. financiero cuando se genera una profunda crisis económica nacional, aunque
Su lectura permite deducir el tipo de
sus causas hayan sido de índole fiscal y de falta de previsión del sector cafetalero,
actividades de corte internacional que
que fue sorprendido con la caída del precio del grano en el mercado mundial.
desarrollaba el Banco Salvadoreño en
diversas partes del país. El original de esta
comunicación se encuentra en la colección Para 1899, todos los bancos mantuvieron un respaldo en metálico más allá
privada del empresario nacional Lic. Jorge del 40 por ciento que se les requería en sus contratas, así como el 50 por
de Sojo Figuerola. ciento que se les exigió en el último año del siglo XIX, cuando ya había pasado
la parte más aguda de la crisis, aunque persistían sus nocivos efectos. Sin
embargo, no todos los bancos pudieron cumplir con el requisito del
20 por ciento adicional de respaldo en metálico como proporción
de los depósitos a la vista y en cuenta corriente.
84
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
Un fenómeno como el descrito difícilmente podría ser soportado
por un sistema financiero moderno sin el apoyo económico
estatal, como les sucedió a los bancos salvadoreños durante esa
gran crisis económica.
85
En esas dos primeras décadas (1880-1900),
el banco de mayor expansión y presencia
en el mercado fue el Banco Salvadoreño.
Sus activos totales representaban el 50.2
por ciento del total de activos de todos los
bancos al 31 de diciembre de 1899, seguido
por el Banco Occidental (21.1 por ciento),
el London Bank of Central America (18.2 por ciento) y con la menor
proporción el Banco Agrícola Comercial (10.46 por ciento). El total de
activos de los bancos equivalía a alrededor de 125 por ciento del total de
las exportaciones del país, lo que, a pesar de las graves dificultades vividas,
demostraba una importante recuperación y consolidación logradas en
esos primeros años de operaciones de la banca.
86
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
siguiente, en la sección de anuncios del Diario Oficial. Se destacó que, a partir de
esa fecha, el Banco Salvadoreño quedaba encargado de los negocios de dicha
sucursal y del cambio de sus billetes90.
87
Salvadoreño con 36.33 por ciento
y el Banco Agrícola Comercial con
19.18 por ciento. Así, el Banco
Occidental mantenía la mayor
cantidad de billetes en circulación,
de tal modo que prácticamente dos
de cada tres colones en circulación
le correspondían.
88
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
en el billete bancario, una diferencia de valor que produjera un desequilibrio
económico”. Dadas esas condiciones, se consideró que lo más importante era
93. Decreto legislativo, artículos 1° y 2º, Diario
unificar la forma de las concesiones bancarias94. Entonces, el 9 de mayo de 1922, Oficial, San Salvador, San Salvador, tomo 92,
la Asamblea Nacional Legislativa aprobó un decreto en el que declaró que las N° 102 del 9 de mayo de 1922, pág. 753.
94. Diario Oficial, San Salvador, San Salvador,
respectivas concesiones de los bancos de emisión Salvadoreño, Occidental y
tomo 92, N° 102 del 9 de mayo de
Agrícola Comercial caducarían el 31 de diciembre de 1950 y que gozarían de 1922, pág. 753.
los mismos derechos y privilegios otorgados o que en lo sucesivo se otorgaran a 95. Diario Oficial, San Salvador, San Salvador,
tomo 92, N° 102 del 9 de mayo de
otros bancos de emisión95. Al tener mayor certidumbre, los bancos continuaron 1922, pág. 753.
trabajando en estricto cumplimiento del respaldo en metálico, capital y reservas, 96. Meléndez, Jorge. Mensaje a la Asamblea
Legislativa, Diario Oficial, San Salvador, San
lo cual se conjugó con una perspectiva de alza del café, que influyó para que los
Salvador, tomo 94, N° 35 del 12 de febrero
bancos se mostraran menos exigentes con los agricultores a la hora de otorgarles de 1923, pág. 236.
créditos96. Pero esa alegría duró poco, por desgracia.
89
decreto ejecutivo del 22 enero de 1932, el régimen encabezado por el general
Maximiliano Hernández Martínez estableció la Corporación Republicana de Orden
y Seguridad Social97, que tuvo la responsabilidad original de recaudar aquellos fondos
necesarios para organizar y realizar la campaña de orden y seguridad contra el
levantamiento de origen comunista. El punto de partida de esa Corporación fue la
recaudación de fondos y provisiones para el ejército. Para generar confianza entre las
personas que aportaran, su Consejo Directivo fue conformado por ciudadanos de
reconocido prestigio y honorabilidad, entre ellos los principales banqueros -Rodolfo
Duke (presidente del Banco Agrícola Comercial) y Ángel Guirola (presidente del
Banco Salvadoreño)- y los empresarios Francisco A. Lima, J. Antonio Vilanova Kreitz
y Mauricio Meardi hijo. La respuesta a este llamado del gobierno no se hizo esperar,
debido a la profunda preocupación que reinaba en una buena parte de la población
centro-occidental del país, ante los estragos y víctimas causados98. Por ello, no resulta
extraño que cada uno de los bancos emisores haya donado cuarenta mil colones
para alimentar a las tropas de búsqueda y exterminio de los focos rebeldes.
90
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
que la indemnización quedó fijada en 1,295,150 colones, o sea,
83,521.00 más. De esa manera, todo quedaba listo para que el
gobierno, fundamentado en la compra del Banco Agrícola Comercial,
procediera a la centralización de la emisión de papel moneda en
el nuevo Banco Central de Reserva que estaba por fundarse. En
cuanto a las utilidades anuales del poder emisor, se proyectó que
no estuvieran ociosas, sino tan sólo acumuladas: para que a partir
del segundo año dieran rendimientos y porque, además, los dos
bancos (Salvadoreño y Occidental) entregaron el 20% de oro que
garantizaba los depósitos a cambio de billetes al dos por uno. Sólo
el Banco Salvadoreño tenía, por tal garantía, 229,866.67 colones
en oro acuñado. A partir de entonces, el Banco Salvadoreño dejó
de emitir papel moneda de forma privada, lo mismo que el Banco
Occidental y el Banco Agrícola Comercial fusionado con el BCR.
agropecuario a nuevas formas de fabricación de productos terminados. Los región centroamericana. Esta imagen
forma parte de la agresiva campaña
primeros se generaron en polos de desarrollo abiertos en las cercanías del
publicitaria que desplegó en 1949.
aeropuerto internacional de Ilopango y del puerto de Acajutla. Abrir fábricas,
generar empleos, producir para exportar, vender para consumo local y otros
movimientos en la generación y compraventa de aquellos productos, hizo
necesario contar con nuevas formas de acceso al crédito y financiamiento a
gran escala y a mediano y largo plazo. Por eso, en 1951, el Banco Salvadoreño
también se decidió por apostarle a la modernidad: demolió su edificio anterior
y construyó uno completamente nuevo, de varios pisos de altura y con una
fachada compuesta por grandes planchas de mármol verde jaspeado, que
vinieron a engalanar al sector de la plaza Morazán, donde también se puso en
funciones al estacionamiento para vehículos de varios pisos de altura, edificado
donde en el siglo XIX fue la sede del Senado de la República, en aquellos
tiempos en que El Salvador tenía un Poder Legislativo bicameral.
91
La década de 1960 marcó una apuesta mundial por la tecnología, a partir de
la carrera por la conquista del espacio. Desde las universidades y los grandes
centros mundiales de investigación y pensamiento se pusieron recursos humanos
y financieros al servicio de mejores sistemas de comunicación por medios
tecnológicos, lo que abrió las expectativas mundiales por los transistores, los
circuitos integrados, las pantallas televisivas, las nuevas radios y, sobre todo, por
las novedosas máquinas de escribir y hacer cálculos, a las que se les empezó a
denominar computadoras u ordenadores. Pionero como siempre en muchos
aspectos de la vida nacional, en 1967 el Banco Salvadoreño introdujo en sus
servicios diarios una computadora NCR 500, de 4 kilobytes de memoria, con
la cual se dio inicio a la era informática en el sistema financiero de El Salvador,
casi al mismo tiempo en que máquinas semejantes eran puestas en marcha
dentro de las instalaciones del Banco Central de Reserva, que desde 1934 venía
regulando las actividades de la banca privada y estatal del país.
92
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y misiones claras para enfrentar los retos de los años venideros, en los que la
principal meta sería poner en marcha un nuevo proyecto de nación. Pero eso
requería que la empresa privada retomara el rumbo de muchas de las acciones
que habían quedado en manos estatales durante la década anterior. Por eso, en
1993, mediante una venta pública de acciones, se dio paso a la reprivatización
del Banco Salvadoreño, el cual entrará en una fase acelerada de modernización
y actualización de sus servicios y procedimientos, lo que siete años más tarde
lo llevó a fusionarse con el Banco de Construcción y Ahorro (BANCASA) y
a edificar uno de los más modernos complejos financieros en San Salvador,
ubicado sobre la avenida Olímpica.
93
Primeros Billetes del Banco Salvadoreño
Los especímenes catalogados como S201 de un peso fueron emitidos en serie A (años 1899 a 1903) y los
S202 en serie B (años 1904 y 1905) por la American Bank Note Company de Nueva York. Fueron impresos
en tintas negra, amarilla y naranja sobre papel de seguridad.
Los anversos son muy parecidos y comparten las dos figuras ceñidas de laureles y la alegoría a la Medicina
que, con un pecho desnudo, custodia al anacrónico escudo nacional de nueve estrellas, vigente entre 1864
y 1912, así como la denominación República del Salvador. Sin embargo, en los S202 serie B fueron omitidos
algunos detalles, como el águila calva, un elemento del número 1 colocado en la parte superior derecha de
la pieza y las firmas de los principales funcionarios del banco.
94
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Los reversos de cada uno de esos especímenes comparten la figura central
femenina, quizá retomada del mascarón de alguna edificación de la antigüedad
grecorromana, aunque sus grandes diferencias se centran en las formas complejas
de los guilloches, cartuchos y volutas que le confieren una notable elegancia.
Hubo emisiones de series C (año 1913), D (año1914) y E (año 1915-1916) de
estos billetes, catalogados como S202, pero no hay ejemplares de ellos dentro
de la Colección de Citi.
95
El espécimen S203, fue impreso por la misma casa neoyorquina en tintas negra y verde sobre
papel de seguridad. Emitido en series A (¿1899?), B (año 1913) y C (año 1916). En el anverso
destacan los grabados metálicos del anacrónico escudo nacional con nueve estrellas (quizá el
único cliché metálico que poseía la American Bank Note Company, pues se repite en la totalidad
de billetes emitidos entonces por esa casa neoyorquina) y la figura alegórica central, de corte
libertario y republicano, que tiene ceñida su cabeza con una corona y sostiene en su mano una
pluma para escribir sobre un grueso volumen. La mujer aparece sentada sobre banderas, un
rollo de tela, un sable envainado, libros, diversos elementos de labranza y agricultura, sobre los
que se ha colocado una corona de laureles. En el reverso, un complejo conjunto de guilloches
y otros detalles enmarcan la cabeza de un querubín y el nombre del banco.
96
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Entre 1899 y 1918 hubo series A y B de este espécimen S204, impreso en tintas
negra, amarilla y púrpura por la misma casa neoyorquina que diseñó, grabó e imprimió
el resto de billetes de esta primera familia del Banco Salvadoreño. El anverso presenta
el escudo nacional de nueve estrellas, así como los grabados metálicos de tres figuras
femeninas alegóricas: la del extremo derecho a la Abundancia, y las que rodean al
número diez encerrado en un círculo de guilloches, a la Libertad (izq., con un gorro
frigio sobre su cayado) y la Justicia (con una balanza en las manos). Ambas figuras
tienen en la parte de atrás representaciones de picas de combate, una mezcla de
lanzas y hachas. El reverso se destaca por la elegancia extrema de sus guilloches, la
sinuosidad de la parte superior, los cartuchos que rodean a las cifras del valor nominal
del billete y el color púrpura del mismo, que le confiere mucha calidez visual.
97
El espécimen S205, de 25 pesos, fue impreso en tintas negra, café y azul. El anverso
presenta el mismo escudo nacional ya criticado antes, mientras que la figura alegórica
central es una representación femenina de las Artes extendidas por el mundo,
representadas por el globo terráqueo, los libros, la pluma y el ánfora que se exhibe en
este grabado. Además, en el anverso se destaca la abundancia de números para indicar
el valor nominal del billete, uno de los cuales aparece rodeado por laureles en color
marrón. Fuera del agradable conjunto logrado entre guilloches y color en el reverso,
se destaca el uso de formas geométricas redondeadas y romboides.
98
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El 15 de septiembre de 1913 se emitió la serie A del billete S206 de 100 pesos, impreso en tintas negra,
amarilla y azul. Fuera de exhibir el escudo nacional anacrónico, el anverso aparece decorado con múltiples
detalles, que enmarcan las dos historias separadas representadas por los dos granados de las figuras femeninas.
La del lado izquierdo representa a una joven mujer recostada sobre una hamaca, en actitud de tropical
holgazanería, mientras que la del lado derecho es la imagen de una mujer tejedora, sentada ante una fábrica
y una locomotora humeante, símbolos de la Revolución Industrial.
El reverso, diseñado y grabado con enorme equilibro y buen gusto, se concentra en las cifras del valor nominal
del billete, así como en la exquisita combinación de guilloches y cartuchos que las enmarcan y acompañan.
Este es el billete de más alta denominación conservado en la colección de Citi, ya que la misma carece del
espécimen S207 de 500 pesos.
99
Segunda familia del Banco Salvadoreño
100
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Espécimen S212, de 2
colones. En el anverso,
la alegoría femenina ha
sido desplazada hacia la
izquierda, mientras que la
cifra del lado derecho ha
sido incorporada dentro
de un artístico cartucho,
formado por sinuosas líneas
y guilloches. El reverso se
destaca por el grave rostro
de perfil del almirante de la
Mar Océana, rodeado del
nombre del banco emisor
y por complejos guilloches
de seguridad.
101
El espécimen S214 de 10 colones también fue emitido en su serie A el 1 de junio de
1920, por la misma casa impresora neoyorquina. Fue impreso en varias tintas, entre las
que destacaban la negra y la café. Dotado con un anverso elegante, la figura alegórica
femenina sigue ocupando la parte central del diseño, mientras que dos sobrios cartuchos
a sus lados exhiben los números arábigos de la denominación. En el reverso, el rostro del
almirante Colón se muestra dentro de un complejo pero equilibrado grupo de figuras
geométricas y guilloches, en medio de los cuales se muestran numeraciones romana y
arábiga para señalar el valor nominal del billete.
Aunque no forma parte de la colección de Citi, esta familia de billetes también contó con
un billete catalogado internacionalmente como S215, con valor nominal de 25 colones.
102
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Tercera familia del Banco Salvadoreño
Entre noviembre de 1924 y octubre de 1931, el Banco Salvadoreño emitió una nueva serie
de billetes. Las características básicas de anversos y reversos fueron retomadas de las
series emitidas en años anteriores por la American Bank Note Company de Nueva York,
aunque la nueva familia fue diseñada, grabada e impresa por la casa londinense Waterlow
& Sons. En todos estos billetes, la figura femenina en el anverso y el rostro de Colón en el
reverso son características comunes, a las que solo las rodean modificaciones en cuanto
a color de tintas usadas en la impresión y a la forma de los guilloches en los reversos.
Para el caso, el espécimen S221, de 1 colón, es muy parecido a S211, aunque fue emitido
en series A, B y C. La colección de Citi cuenta con 3 ejemplares de este espécimen.
103
El espécimen S222, de
2 colones, fue emitido en
serie A en 1924 y 1929.
Impreso sobre papel de
seguridad con tintas negra,
roja, café y verde, exhibe
una superficie de color
salmón en el anverso, en el
que se destaca el complejo
cartucho dentro del que
se ha colocado el valor
nominal del billete. Como
ocurre en otros billetes
diseñados e impresos por
la londinense Waterlow
& Sons, el reverso exhibe
gran elegancia en su
complejo diseño.
En noviembre de 1924 y
octubre de 1931 fueron
emitidas las series A y B
del billete S223,con valor
nominal de 5 colones. En
esencia, es un espécimen
muy parecido a S213,
en cuanto a características
de diseño.
104
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Hasta el momento, la colección de
Citi no cuenta con ningún ejemplar
de las series A y B del billete S224 de
10 colones, emitidas en noviembre
de 1924 y octubre de 1931 con
características parecidas a las del
S214. Sin embargo, sí cuenta con un
espécimen del ejemplar S225 de
25 colones, emitido en noviembre
de 1924. Tanto en su anverso como
reverso, el espécimen destaca por la
sobriedad y elegancia de su diseño
y su impresión en tinta azul, con
guilloches y figuras fitomórficas, lo
cual permite advertir una evidente
separación entre el diseño original
de la American Bank Note Company
y el desarrollado después por la
londinense Waterlow & Sons.
106
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Al Banco Agrícola Comercial se le concedieron las mismas exenciones
tributarias y uso libre de telégrafos y de teléfonos que tuvieron todos los
100. Diario Oficial, San Salvador, tomo 39,
bancos proyectados o fundados en esos años, así como las exenciones a sus
N° 307, 31 de diciembre de 1895,
empleados, de todo servicio obligatorio, fuera civil o militar. Además, debía págs. 1774-1775.
efectuar dos arqueos anuales que podían ser supervisados por el Ministerio 101. Diario Oficial, San Salvador, tomo 40,
N° 134 del 8 de junio de 1896,
de Hacienda. No se especificó la necesidad de hacer reservas ni de publicar pág. 913.
sus balances. Los estatutos que regirían la gestión del Banco Agrícola fueron 102. Diario Oficial, San Salvador, tomo 59,
aprobados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Fomento y N° 248 del 23 de octubre de 1905,
pág. 2106.
Beneficencia el 28 de diciembre de 1895100. 103. Diario Oficial, San Salvador, tomo 59,
N° 251 del 26 de octubre de 1905,
pág. 2146.
El 10 de abril de 1896, el gerente del Banco Agrícola Comercial hizo una
presentación a la Asamblea Nacional, en la que manifestó la necesidad de
obviar la dificultad que se presentaba a los clientes que estaban obligados,
cuando solicitaban créditos hipotecarios a esa institución, a aceptar un
plazo que no podía ser menor de diez años. El banco argumentó que si
bien se comprendía que el legislador pretendía, al establecer ese largo plazo,
favorecer a los agricultores, tampoco era justo obligárseles, en contra de su
voluntad, a aceptar una concesión tan amplia. Por tanto, la Asamblea Nacional
emitió ese mismo día un decreto que en su artículo único estableció que el
plazo del crédito hipotecario podía ser de menos de diez años cuando así le
fuera conveniente al interesado101. Con acciones como esa, el Banco Agrícola
Comercial pronto se posicionó en el tercer lugar de preferencia de la clientela
salvadoreña en cuanto a créditos y depósitos, solo situado por detrás de sus
homólogos Salvadoreño y Occidental.
107
El 13 de marzo de 1907, Federico Drews, gerente del banco, presentó una
solicitud ante la Asamblea Nacional Legislativa orientada a reformar algunos
artículos de los estatutos, que no sólo debían ser aprobados por el Poder
Ejecutivo. Ello porque algunos implicaban modificaciones a la ley de concesión
del banco, y otros no se amoldaban en la forma a algunas de las disposiciones
del Código de Comercio, por lo que se requería la intervención del Poder
Legislativo. Según la exposición de motivos de esa solicitud, las reformas tenían
“por objeto facilitar el desarrollo del establecimiento, para ponerlo en mejor
aptitud de servir a los intereses económicos del país, y atraer también capital
extranjero que venga a contribuir al fomento del comercio, de la agricultura
y de la industria nacionales”. Y continuaba explicando que, “en este sentido,
el London Bank of Mexico & South America Limited, poderosa institución
financiera de Londres, está dispuesta a inscribirse en las nuevas acciones que
se desea emitir, con la suma de veintinueve mil quinientas libras esterlinas;
y podemos decir que será este el primer paso del movimiento financiero
que hará fluir al país el capital extranjero”. Esa transacción se convirtió en
la primera negociación de un banco comercial salvadoreño con una entidad
bancaria extranjera, para así atraer capitales externos y lograr una participación
accionaria directa de una institución financiera no residente104.
Con las referidas reformas, el Banco Agrícola Comercial buscaba que las “dos
mil cuarenta acciones del valor nominal de un mil pesos105, cada una suscritas
[…] y pagadas en parte, o sea cuatrocientos cincuenta pesos por acción, se
cambiaran dando a los accionistas con tres acciones del valor de cien pesos
cada una totalmente pagadas o sea en todo, seis mil ciento veinte acciones”.
Esta reforma implicaba una reducción de capital, porque las 2,040 acciones
representaban un capital nominal de dos millones cuarenta mil pesos suscritos
con un capital pagado de novecientos dieciocho mil pesos, y con el cambio
104. Diario Oficial, tomo 62, N° 63 del 16
de marzo de 1907, pág. 469.
las 6,120 acciones representaban, a su vez, un capital suscrito y pagado por
105. Aunque la “divisa” salvadoreña era valor de seiscientos doce mil pesos. Con esta modificación se buscó colocar
el colón desde octubre de 1892, al banco en mejores pies, eliminando toda aquella parte del capital que sufrió
la denominación colonial española
“peso” siguió siendo empleada en quebranto por obra de la crisis económica de 1896-1898 y en respuesta “al
transacciones comerciales, documentos deseo expresado por el mencionado banco extranjero, que aporta capital
gubernamentales y en el habla popular
en el negocio, de continuar las operaciones con un capital completamente
durante las primeras tres décadas
del siglo XX. saneado y efectivo”. De esa manera, se fijó el capital social en un millón de
106. Diario Oficial, San Salvador, tomo 62, pesos plata, dividido en acciones de cien pesos cada una106.
N° 63 del 16 de marzo de 1907,
págs. 469-470.
108
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
El 12 de julio de 1907, el banco avisó a sus accionistas y al público general que,
“habiéndose llevado a efecto la reorganización del capital de esta institución,
con todas las formalidades que la Ley requiere, [quedaba] abierta desde esta
fecha hasta el 28 del mes en curso, en la Gerencia del Banco, la suscripción
a quinientas acciones de cien pesos plata cada una”, que se emitirían “para
completar el capital de un millón de pesos enteramente pagado, debiendo
hacerse inmediatamente el pago íntegro de las acciones tomadas”107. En
cumplimiento del inciso 7º del artículo 243 del Código de Comercio, el Banco
Agrícola Comercial informó al público de la reducción del capital social suscrito
de $2,040,000.00 dividido en 2040 acciones del valor de un mil pesos cada
una, teniendo pagados 450 pesos por acción, a un millón de pesos, dividido
en acciones de cien pesos cada una totalmente pagadas y al portador108. Esa
operación fue certificada por el Tribunal Superior de Cuentas del Salvador,
el 12 de julio del mismo año, declarando que esa entidad bancaria tenía un
activo de $2,678,445.95 y un pasivo de $1 760,445109.
109
En 1912, al efectuar el arqueo anual de sus cuentas, el Banco Agrícola
Comercial marcó un 119.09 por ciento de respaldo en metálico para sus
billetes, aunque a esta entidad bancaria y al Banco Occidental se les aplicó
el requisito de respaldo en metálico de sólo 40 por ciento, sin que algo
sustentara la reducción del 50 al 40 por ciento de lo fijado por la ley. Si a los
dos bancos se les hubiera aplicado el requisito de 50 por ciento, ninguno de
ellos habría cumplido con el artículo 5 de la Ley sobre Bancos de Emisión de
1899, que demandaba que los debían tener “siempre en la caja de su domicilio,
en metálico, no menos del 50% del valor de los billetes en circulación”, y cuyo
incumplimiento, según el artículo 17, podía causar que el Ejecutivo pudiera
llegar a “suspender todas o algunas operaciones mientras no se [llenaran]
los requisitos o condiciones legales”111. La realidad mostraba que el Banco
Agrícola Comercial tenía sólo 139,414.52 pesos en exceso dado el cálculo
con 40 por ciento de requisito, por lo que el diez por ciento adicional de su
emisión le habría requerido 139,919.00 pesos adicionales, lo cual lo habría
dejado con un déficit de 504.52 pesos por debajo de lo legal.
110
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Se hizo de público conocimiento que “la situación del Banco Agrícola
Comercial [era] merecedora de toda confianza”, con lo que se aseguró
que eran “completamente infundadas las suposiciones desfavorables
que pudieran hacerse respecto de las garantías de dicha institución de
crédito”114. Ese tipo de rumores infundados, que tanto daño causaban a
los bancos y cuyo origen estaba en los desajustes monetarios provocados
por el ciclo agrícola, fueron creando condiciones que luego generaron la
necesidad de cambiar las bases que sustentaron la reforma monetaria, que
tomó cuerpo en 1919.
111
institución afiliada al City Bank podrían conseguirse recursos para que el
proyectado Banco Hipotecario pudiera convertirse en realidad, mediante
la negociación de sus cédulas en el extranjero117. Lamentablemente esto no
logró materializarse, al no llevarse a cabo la obra del canal transoceánico en
suelo nicaragüense118.
112
EL S A LVA D O R, L A HI STO RI A D E S U S B I L L E T E S Y L OS B I L L E T E S E N S U H I S T OR I A
situación económica del país hasta culminar sus trabajos con la presentación
de un plan para que el Banco Agrícola Comercial quedara convertido en
Banco Central de Reserva. La iniciativa fue apoyada con los proyectos de
la ley constitutiva del Banco y del estatuto del mismo, así como con un
plan de ejecución. La responsabilidad por la emisión de billetes y las otras
obligaciones del Banco Agrícola Comercial fueron traspasadas al Banco
Central de Reserva; incluido el oro y valores calificados como aceptables
según sus Estatutos. A la cuenta Especial Depositaria del Gobierno pasaron
los valores calificados como no aceptables por el Banco Central de Reserva,
todo en cantidad equivalente a la emisión de billetes y a las otras obligaciones
del Banco Agrícola Comercial.
113