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Agroecología1 como estrategia de Desarrollo Territorial Sustentable frente a la

Globalización y el Cambio Climático

Agro-ecology as strategy of Sustainable Territorial Development in front of


Globalization and Climate Change

Carlos Fonseca Zarate2, Paola Martínez Peñaloza3, Patricia Torres Sanchez4

RESUMEN

El cambio climático se relaciona no solamente con la emisión de gases de efecto


invernadero por el uso de combustibles fósiles, sino también por el cambio de usos del
suelo debidos a la deforestación y ganaderización de grandes extensiones, así como los
aportes de la agricultura basada en síntesis química en una proporción bastante similar.

Las ventajas de la Agroecología para enfrentar el cambio climático y la globalización se


plantean para Colombia, país que en 30 años cambió de ser exportador agropecuario a
minero; ahora que los precios internacionales de las materias primas e hidrocarburos han
descendido y su perspectiva es que no crecerán como antes, es tiempo de retomar ventajas
comparativas de sol, tierra, viento, agua, simbiosis y generar valor agregado y sustentable.
En ese orden, sistemas como los agrosilvopastoriles, los cultivos sin adición de químicos,
los policultivos y la pluriacuacultura deben ser más estudiados y probados de acuerdo a
las condiciones agroecológicas de las diferentes regiones y provincias colombianas. Las
necesidades nacionales y los mercados internacionales, en su orden, requieren
crecientemente alimentos sanos y seguros, que estén asociados a estrategias de adaptación y
mitigación del cambio climático. Existen experiencias Nacionales e Internacionales de
agricultura ecológica (agroecología) policultivos y pluriacuacultura, que indican las
ventajas de menores costos de producción, de diferencia sustantiva de insumos que
modifica también la necesidad de compra de semillas, fertilizantes y “pesticidas” y otros y
de productividad, generan ventajas comparativas frente al monocultivo o monocría basados
en síntesis química; el reto agropecuario tropical es el de construir un nuevo y mejor

1
La agroecología tiene por lo menos tres connotaciones: como alternativa a la “revolución verde” y los
OGM; como movimiento sociocultural-político (especialmente en Brasil) y como filosofía de vida, orientada
hacia la autosuficiencia, basada en la convivencia con la biodiversidad; la mezcla en diferentes proporciones
de estos tres elementos aparece en las diversas experiencias existentes.
2
Ingeniero Civil, M.A. Economía; M.Sc. Sistemas Ambientales y Urbanos; PhD. ( c ) geografía y ciencias de la gestión;
consultor e investigador en desarrollo territorial sostenible y gestión del conocimiento. Director Técnico Corporación
Simbiosis.
3
Administradora Ambiental, investigadora asistente de la corporación SIMBIOSIS (antes corporación Propuesta
Ambiental)
4
Licenciada en Biología, Magister en Biología Tropical (INPA, Brasil) y PhD (c) Biología , Universidad de Los Andes,
Directora General, Corporación Simbiosis. Colombia.
conocimiento de la simbiosis, la complejidad trófica y la innovación social e institucional 5.
Recursos como los de las regalías de ciencia, tecnología e innovación deben enfocarse aún
más en la agroecología, por sus ventajas multicriterio, multiobjetivo en la nueva etapa del
post-acuerdo de dejación de armas.

Palabras Clave: Agricultura, Policultivo, silvicultura, agroecología.

ABSTRACT

CONTEXTO

La expansión agrícola, la sobrepoblación y los cambios en el clima ejercen presión sobre la


agricultura de tal manera que se popularizo y expandió el monocultivo para suplir la
demanda. Los terrenos acabados y deteriorados están llevando a repensar en una manera
más eficiente de hacer agricultura para producir más por unidad de área.

En Colombia, el Departamento Nacvional de Planeación (1996) estimo que el 12% del


territorio era utilizado en producción maderera, el 11% para consumo de leña y el 73.3%
era resultado de la expansión agrícola. El cultivo de café representa el segundo renglón
generador de divisas para el país con casi 870.000 has cultivadas. Cerca del 70% de los
caficultores se adhieren a prácticas que se consideran intensivas (tecnificadas), es decir,
usan hasta 10.000 plantas/ha, en especies de las variedades Caturra y Colombia (Baker,
1999), con amplio uso de insumos químicos y poco o ningún sombrío tradicional. Estos
contrastan con el restante 30%, quienes usan bajas densidades de siembra (<2000
arboles/ha), emplean variedades tradicionales (Borbón, Típica) y sombrío.

La novedosa forma de cultivo conocida como policultivo; se destaca por encima del
monocultivo debido al beneficio en cuanto a rendimiento, la reducción del riesgo por
perdidas en la cosecha, la utilización de recursos y componentes de manera eficiente entre
sí, la minimización por plagas, entre otros dentro de la producción; minimizando impactos
ambientales e incrementando el rendimiento por espacio y fomentando la Alimentación
diversificada fomentando el consumo saludable, contribuyendo a la nutrición, mejorando la
calidad de vida, elevando la producción, generando ingresos, educando ambientalmente,
reduciendo impactos negativos, fortaleciendo el desarrollo local y la participación social.

El uso de policultivos tiene su inicio en una producción de supervivencia, conocida como


agricultura de subsistencia. Es implementada para aprovechar al máximo el terreno y es
5
La Simbiosis es conocida milenariamente por varias comunidades indígenas; su “descubrimiento” por parte
de la agronomía académica data de 1950s. la observación paciente y sistemática de los indígenas intuyó que
la relación entre diferentes plantas es benéfica mutuamente.
muy difundido entre los campesinos de escasos recursos naturales y económicos por todo el
mundo. La utilización de policultivos tiene raíces muy antiguas, empezando con el mismo
inicio de la agricultura en poblaciones indígenas. Actualmente constituyen alrededor del
80% de área cultivada en África Occidental (Steiner 1984). En Latino América , hace unas
décadas, más de un 40% de la yuca, 60% del maíz y 80% del frijol se cultivan en
asociación entre sí o con otros cultivos (Leinher 1983).

Los sistemas de policultivo son conocidos ampliamente por sembrar en su misma área dos
o más especies – cultivos, aprovechando el terreno y las dinámicas de recursos (luz, agua y
nutrientes). Existen sistemas de cultivo que pueden integrar incluso, animales. Las
combinaciones dentro de un policultivo pueden darse por dos o más especies así como con
cultivos de ciclos cortos y largos donde el largo se establecería y dominaría el sistema.

Este sistema, además de fomentar un ciclo cerrado de nutrientes e incrementar fauna y


flora, proporciona una serie de ventajas muy importante para la agricultura. Algunas de
ellas son mejorar la fertilidad del suelo, obtener rendimientos más altos, disminuir la
erosión y proveer beneficios económicos más altos para los productores (Innis 1997).Con
una densidad total de siembra mayor en policultivos que en monocultivos, los primeros
pueden interceptar más luz en las etapas tempranas de desarrollo. A su vez el aumento de
cobertura del área producida por los policultivos puede aumentar la infiltración del agua de
lluvia en el suelo y disminuir la erosión. Los policultivos compuestos por especies que
tienen patrones complementarios y temporales de crecimiento radicular y absorción de
nutrientes, pueden capturar más nutrientes. También hay reducción de plagas debido a la
diversidad de cultivos y al equilibrio biológico entre plaga y enemigo natural y menor
espacio de desarrollo y cantidad de luz para desarrollo de malezas (Altieri 1994).

La comparación entre los monocultivos y policultivos se hace por una comparación relativa
llamada Uso Equivalente de la Tierra (UET), el cual expresa los rendimientos de un
policultivo contrastándolo con un ratio o porción contra lo que produce un monocultivo
(Gliessman 2002). Un valor mayor a uno indica que para una producción dada en una
parcela de policultivo, se ocuparía más que esa cantidad de terreno para producir lo mismo
en monocultivo (CITA).

Akobundu (1980) informó que en cuanto al rendimiento de cultivos y al de la supresión de


malezas, cultivos tales como el melón egusi y camote podrían reemplazar tres
desmalezados manuales cuando se cultivaban con siembras de ñame y maíz, solamente; y
en combinaciones de policultivos con ñame, maíz y yuca. Los cultivos de protección no
sólo sirvieron como un medio para ahorrar mano de obra en el control de malezas, sino que
también ayudaron a controlar la erosión debido a su mayor cobertura de suelo. Zuofa et al.,
(1992) descubrieron que un cultivo intercalado de maní, caupí o melón con un cultivo
principal de yuca/maíz, daba como resultado un control superior de malezas, aumentaba los
rendimientos totales y elevaba los coeficientes equivalentes de la tierra.
IDEAS

Las asociaciones de cultivos o policultivos fueron las formas de producción de muchos


países; en México, esta práctica se realiza desde la época prehispánica, pero el incremento
de la población y el consecuente aumento de la demanda de alimentos propiciaron la
intensificación de las actividades productivas para incrementar los rendimientos, por lo que
actualmente predominan los monocultivos

En una industria naciente como lo es la acuicultura en Colombia, en donde la efectividad de


los paquetes tecnológicos de producción para las diferentes especies acuícolas aún incierta,
es aventurado establecer conceptos sobre el estado actual de la nutrición y la alimentación,
sin analizar dicha problemática de manera integrada con las demás variables que integran el
universo de la acuicultura, tales como las características de las especies, sus condiciones de
cultivo, los recursos medioambientales, la disponibilidad de líneas genéticamente viables
para las condiciones locales, la disponibilidad de asistencia técnica capacitada, etc.

La expansión de la frontera agrícola, los cambios climáticos y el crecimiento de la


población a nivel mundial, son unos de los factores que han puesto a los agricultores a
pensar en maneras más eficientes de producción y a producir más comida por unidad de
área.
El sembrar en policultivos puede tener una gran cantidad de ventajas, incluso que pueden
ayudar a tener mejor control de malezas, mayor uso eficiente de la tierra (UET), mejores
ingresos por área sembrada (UETf), mejor aprovechamiento de nutrientes, menos uso de
pesticidas para el control de plagas y enfermedades, mayor atracción de insectos benéficos,
y aprovechamiento más eficiente de los recursos luz y agua. A medida que los
investigadores dirigen sus investigaciones hacia los mecanismos de uso de recursos en
policultivos y monocultivos, se hace más evidente que las ventajas de producción de los
policultivos están a menudo asociadas con el uso de una mayor proporción de luz, agua y
nutrientes disponibles (captación mayor de recursos) o con el uso más eficaz de una
determinada unidad de recursos (mayor eficacia de conversión de recursos) (Willey, 1990).

El sistema de intercultivos también es una forma de incrementar la producción por unidad


de área y de tiempo (Calviño et al., 2005; Caviglia, 2007). Una forma de evaluar el efecto
del intercultivos sobre los rendimientos de los cultivos es a través del cálculo del uso
eficiente de la tierra (UET). Este índice es igual a la suma de las fracciones de rendimiento
de los cultivos integrantes del intercultivos relativo al rendimiento de los cultivos
individuales, y expresa la fracción de tierra necesaria para que con los cultivos individuales
se obtengan los volúmenes del intercultivo (Monzón, 2005; Caviglia, 2007).
Los policultivos también presentan alta estabilidad en los cambios climáticos para ayudar
en la producción, ya que estos simulan la producción de biomasa de los bosques, en que
tienen varias plantas de diferentes tipos, son más estables que cualquier monocultivo, y
tienen mayor reciclamiento de los nutrientes y mejor transformación de los ciclos
biológicos tales como el ciclo del agua y el ciclo del nitrógeno.

La producción de policultivos se puede adaptar a diferentes climas, desde zonas templados


hasta climas tropicales. Algunos ejemplos de estos son los pastos forrajeros y leguminosas
que se siembran asociados a cultivos de maíz, soya, cebada, avena o trigo (Stewart et al.
1980); la soya que se entre siembra con un cultivo de trigo en crecimiento (Reinbott et al.,
1987); las arvejas de campo sembradas en combinaciones con granos pequeños para la
producción de forraje o semillas (Johnston et al., 1978); la soya cultivada en hileras con
maíz o girasoles (Radke y Hagstrom 1976, Francis et al., 1986); pastos y leguminosas
sembradas como vegetación de cobertura en huertos de nueces y frutas (Altieri y Schmidt
1985, Bugg y Dutcher 1989, Bugg et al., 1990); también se puede mencionar cultivos
hortícolas para los policultivos, entre estos podemos mencionar maíz y yuca Zoufa et al.,
(1992) y por último combinaciones de pastos/leguminosas para la producción de forraje
(Heath et al., 1985).

El control de malezas es uno de los problemas más críticos en las producciones


comerciales, siendo también muy costoso por su alta inversión de mano de obra o de
pesticidas. Los policultivos ayudan a los productores con eso, ya que ofrecen un mejor
control o supresión sobre las malezas.

Los policultivos son muy comunes en áreas de Asia donde los principales cultivos son el
sorgo, el mijo, el maíz, el arroz de secano y el trigo de secano (Aiyer 1949, Harwood y
Price 1976, Harwood 1979a, Jodha 1981). El arroz de inundación generalmente se siembra
en forma de monocultivo; sin embargo, en algunos lugares de Asia sudoccidental, los
agricultores construyen camas elevadas para producir cultivos de secano entre las franjas de
arroz (Suryatna 1979, Beets 1982).

Aunque los policultivos son frecuentes en áreas tropicales, donde los predios son pequeños
y los agricultores carecen de capital o créditos para comprar fertilizantes sintéticos,
plaguicidas y maquinarias agrícolas, su uso no se restringe a estas zonas.
Los policultivos también se pueden encontrar en zonas templadas, en los predios más o
menos extensos altamente mecanizados, con disponibilidad de capital. Algunos ejemplos:
los pastos forrajeros y leguminosas que se siembran asociados a cultivos de maíz, soya,
cebada, avena o trigo (Stewart et al. 1980, Vrabel et al. 1980, Hofstetter 1984, Scott et al.
1987, Hartl 1989, Samson et al. 1990, Power et al. 1991, Wall et al. 1991, Hesterman et al.
1992, Kunelius et al. 1992); la soya que se entre siembra con un cultivo de trigo en
crecimiento (Reinbott et al. 1987); las arvejas de campo sembradas en combinaciones con
granos pequeños para la producción de forraje o semillas (Johnston et al. 1978, Murray and
Swenson 1985, Izaurralde et al. 1990, Chapko et al. 1991, Hall y Kephart 1991); la soya
cultivada en hileras con maíz o girasoles (Radke and Hagstrom 1976, Francis et al. 1986);
pastos y leguminosas sembradas como vegetación de cobertura en huertos de nueces y
frutas (Altieri y Schmidt 1985, Bugg and Dutcher 1989, Bugg et al. 1990); y por último
combinaciones de pastos/leguminosas para la producción de forraje (Heath et al. 1985).

policultivos, es que frecuentemente se puede obtener un mayor rendimiento en la siembra


de una determinada área sembrada como policultivo que de un área equivalente, pero
sembrada en forma de monocultivo o aislada. Este aumento en el aprovechamiento de la
tierra es especialmente importante en aquellos lugares del mundo donde los predios son
pequeños debido a las condiciones socioeconómicas y donde la producción de los distintos
cultivos está sujeta a la cantidad de tierra que se pueda limpiar, reparar y desmalezar
(generalmente en forma manual) en un tiempo limitado.
El mayor aprovechamiento en el uso de la tierra de un policultivo común en India, sorgo
con guandul, se ilustra mediante los datos obtenidos a partir de los experimentos realizados
por Natarajan y Willey (1981).

Obiefuna (1989) informó que al entresembrar el melón egusi en una plantación de banano
se podrían aumentar las cosechas bananeras hasta en un 26%. Abraham y Singh (1984)
notaron que al intercalar semilla de caupí con sorgo, aumentaba el rendimiento del sorgo en
un 95%, como promedio.
La rentabilidad económica neta de los policultivos puede ser mayor que la de los
monocultivos que crecen en áreas equivalentes. Norman (1977) estudió los sistemas de
cultivos en el norte de Nigeria y encontró que cuando tomaba en cuenta en sus análisis el
costo de mano de obra, la utilidad era de un 42% a un 149% mayor para los policultivos
que para los monocultivos. Leihner (1983) notó que en Colombia se necesitaba más mano
de obra para policultivos de yuca/frijol que para un cultivo aislado de yuca, pero que el
ingreso neto de los policultivos era mayor. En experimentos llevados a cabo en Inglaterra,
Salter et al. (1985) encontraron que al sembrar intercaladamente col de bruselas con
repollos se podían obtener mayores márgenes y menores costos en insumos por unidad de
producción, al compararlos con los respectivos monocultivos.

la probabilidad de no tener nada para comer o vender es aparentemente menor cuando se


utilizan combinaciones de cultivos. De hecho, Trenbath (1983) ha demostrado que para una
determinada área de tierra, la probabilidad de que una familia deje de producir las calorías
suficientes para subsistir es menor cuando esta área se encuentra sembrada con un
policultivo de sorgo/guandul que cuando lo está con los mismos componentes, pero éstos
como monocultivo. puede haber una compensación productiva entre los componentes del
policultivo, de manera que si uno de éstos falla debido a una sequía, plaga u otro factor, se
podría compensar al aumentar la productividad del otro componente(s).
En algunos países como Israel, el policultivo ha demostrado que la producción puede ser
incrementada cuando se aplica esta tecnología. Diversos experimentos combinados con
carpa común, plateada, herbívora y tilapia, han resultado en una producción de 2.5 a 6.3
ton/ha/año, bajo distintas densidades, con o sin alimentación suplementaria (Moav et
al.,1977). Schroeder (1977), reporto en este mismo país producciones del orden de 30
kg/ha/día, fertilizando los estanques con excretas de ganado vacuno, con un rendimiento de
10.9 ton/ha/año, que correspondió a más del doble obtenido con costosos alimentos
industrializados. Posteriormente, Wolfarth (1978) en un sistema integrado incluyendo patos
en los tanques, logro una producción de 40 kg/ha/día, alcanzando un rendimiento de 14.6
ton/ha/año. Cohen, et al., (1983), ensayando con un policultivo compuesto por carpa
común, tilapia, lisa, carpa plateada, herbívora y langostino (Macrobranchium rosenbergii)
y variando las densidades desde 0.96 a 2.4 org/m2, fertilizando con abono orgánico e
inorgánico y suministrando alimento balanceado, con 25% de proteína, obtuvieron una
producción que fluctuó entre 3.5 y 11 ton/ha/año

Desde hace algunos años se ha comenzado a promover el desarrollo de policultivos con


nuevas especies, no solo para fines alimenticios, si no también con fines ornamentales
( peces y crustáceos), entre las especies utilizadas en los nuevos policultivos podemos
mencionar: las anguilas (Anguilla anguilla) y langostinos (Macrobranchium rosenbergii)
( SheperdJ. y N. Bromage. 1988); tilapia (Oreochromis niloticus) y Cherax (Cherax
quadricarinatus)( Barki et al., 2001; Brummett y Alon, 1994; Danaher et al., 2003); tilapia
( Oreochromis mossambicus X O. niloticus) con camarones pendidos ( Penaeus chinensis)
y bivalvos ( Sinonovacula constricta)( Tian et al., 2001); langostino (M. rosenbergii) con
tilapia (O. niloticus) y carpa común (Cyprinus carpio)(Siddiqui et al., 1996).

En la acuacultura, el policultivo es considerado como una estrategia de manejo que mejora


considerablemente los rendimientos de producción en un sistema de cultivo, debido a auque
se aprovechan de mejor manera los recursos disponibles para el cultivo (Bardach et al.,
1972; Landau, 1992);. Esta práctica consiste en la adición de una o más especies
subordinadas a otra considerada como especie principal (De la Lanza Espino et al., 1991).

En el policultivo, las principales ventajas es que se pueden cultivar dos o más especies en
un mismo sistema, provee la opción de aprovechar de una mejor forma el espacio y
alimento que existe en él, y las opciones de cultivo son variadas. Con este sistema se
aumenta la producción, se utiliza de forma más eficiente la disponibilidad de espacio,
alimento y la columna de agua del estanque y se diversifica la producción; basándose en
que la producción de peces u otros organismos puede ser maximizada a través de una
combinación adecuada de especies, con diferentes características (Subsecretaría de
Ecología, 1989; Egna y Boyle, 1997).

La mayoría de las especies de peces presentan hábitos alimenticios particulares, lo cual se


debe de considerar para que no se tengan transposiciones en los sistemas. Las categorías
que se manejan en estos sistemas son: 1) especies bentófagas, 2) herbívoras, 3)
planctívoras, 4) piscívoras, 5) omnívoras / Bone y Marshall, 1982; Red Internacional de
Acuacultura de Auburn, 1999; Moyle y Cech,2000; Hart y Reynolds, 2002)

Los hábitos bioecológicos están determinados por las prácticas alimenticias de las especies,
los cuales a su vez intervienen en el modo en que se van a distribuir en la columna de agua
del sistema, partiendo de que una columna de agua se divide en superficial, media y fondo.
En la parte superficial se encuentran los peces planctívoros, en la parte media los peces
herbívoros y en el fondo se encuentran las especies bentófagas; las especies piscívoras y
omnívoras se desplazan por toda la columna de agua en busca del alimento disponible.

Respecto a la etología de las especies, se toma en cuenta el comportamiento de cada especie


y si esta es capaz de convivir con otras en cultivo.

El policultivo se puede definir como un sistema acuícola en donde más de una especie es
cultivada simultáneamente en el mismo estanque. De acuerdo con Bocek (?), el principio de
los policultivos se basa en que la producción de peces (y de otras especies acuáticas) en
estanques puede ser maximizada a través del cultivo de una combinación adecuada de
especies de peces con diferentes hábitos alimenticio, lo que permite una mejor utilización
del alimento natural disponible en el estanque. De la Lanza-Espino et al. (citado por Ponce
et al., 2005) indica que el policultivo consiste en la adición de una o más especies
subordinadas a otra considerada “especie principal” del cultivo en cuestión. Este tipo de
sistema de cultivo nos permite aprovechar mejor la productividad natural y el área en los
estanques de cultivo; sin embargo, la selección de especies para el policultivo requiere de
un análisis riguroso sobre los hábitos alimenticios, comportamiento y productividad de los
estanques, con la finalidad de determinar la combinación que permita maximizar la
rentabilidad de una explotación acuícola.

De acuerdo con Milstein (1992) las relaciones entre las especies de peces cultivadas y su
ambiente depende principalmente de las características biológicas de los peces y el grado
de intensificación del cultivo; destacando que en los sistemas extensivo y semi-intensivo,
basados en la producción natural, la siembra de peces con diferentes hábitos alimenticios
permite una eficiente utilización de los recursos del estanque.
Los sistemas de policultivos tienen su origen en una agricultura de supervivencia conocida
como agricultura de subsistencia, dirigida al máximo aprovechamiento del espacio agrícola
y su práctica se ha desarrollado históricamente entre los campesinos con carencia de
recursos e insuficientes disponibilidades de superficie agrícola. Los sistemas de policultivos
tienen su origen en los mismos inicios de la agricultura, como parte de las culturas
indígenas y sus saberes.

Los sistemas de policultivos se caracterizan por la diversidad de especies de plantas,


integración de las plantas con los animales y los humanos, y un estilo de vida que gira
alrededor de la necesidad de producir biodiversidad de alimento (Francis, 1986; Altieri,
1994).

Los sistemas de policultivos maíz-frijol-calabaza han sido y siguen siendo los sistemas más
productivos, comúnmente practicados en toda Latinoamérica (Pinchinat et al., 1976; Davis
et al., 1986), especialmente en México (Amador, 1980; Toledo, 1990). Estos sistemas de
policultivos, son más importantes que los monocultivos en los trópicos y subtrópicos,
debido a la predominancia de los pequeños agricultores (Davis et al., 1986).
Una de las principales razones por la cual los agricultores a nivel mundial se decidieron por
sembrar policultivos, es que frecuentemente se puede obtener un mayor rendimiento en la
siembra de una determinada área sembrada como policultivo que de un área equivalente en
comparación a un monocultivo (Liebman, 1997) y para la disminución de la población de
las plagas de insectos y la supresión de arvenses por el sombreado de los follajes complejos
por efectos alelopáticos (Gliessman y Amador, 1980; Altieri y Nicholls, 2007).

Los sistemas de policultivos tienen su origen en una agricultura de supervivencia conocida


como agricultura de subsistencia, dirigida al máximo aprovechamiento del espacio agrícola
y su práctica se ha desarrollado históricamente entre los campesinos con carencia de
recursos e insuficientes disponibilidades de superficie agrícola. Los sistemas de policultivos
tienen su origen en los mismos inicios de la agricultura, como parte de las culturas
indígenas y sus saberes.
Los sistemas de policultivos se caracterizan por la diversidad de especies de plantas,
integración de las plantas con los animales y los humanos, y un estilo de vida que gira
alrededor de la necesidad de producir biodiversidad de alimento (Francis, 1986; Altieri,
1994).
Los sistemas de policultivos maíz-frijol-calabaza han sido y siguen siendo los sistemas más
productivos, comúnmente practicados en toda Latinoamérica (Pinchinat et al., 1976; Davis
et al., 1986), especialmente en México (Amador, 1980; Toledo, 1990). Estos sistemas de
policultivos, son más importantes que los monocultivos en los trópicos y subtrópicos,
debido a la predominancia de los pequeños agricultores (Davis et al., 1986).
Una de las principales razones por la cual los agricultores a nivel mundial se decidieron por
sembrar policultivos, es que frecuentemente se puede obtener un mayor rendimiento en la
siembra de una determinada área sembrada como policultivo que de un área equivalente en
comparación a un monocultivo (Liebman, 1997) y para la disminución de la población de
las plagas de insectos y la supresión de arvenses por el sombreado de los follajes complejos
por efectos alelopáticos (Gliessman y Amador, 1980; Altieri y Nicholls, 2007).
Los policultivos son sistemas en que dos o más cultivos se establecen simultáneamente y lo
suficientemente juntos para que se produzca competencia interespecífica o
complementaridad (Vandermeer, 1995). Estas interacciones pueden tener efectos
inhibidores o estimulantes en la producción (Hart, 1974). En el diseño y manejo de estos
sistemas, una de las estrategias es reducir al mínimo la competencia y obtener la máxima
complementaridad de las especies en la mezcla (Francis et al., 1976). Los sistemas de
policultivos, por lo tanto, constituyen sistemas que hacen un uso eficiente de los factores
físicos y biológicos como el crecimiento, luz, agua, nutrimentos, del espacio y el tiempo
disponible, para intensificar la producción agrícola y así como también la protección del
medio ambiente (equilibrio ecológico), la conservación del suelo con el aumento de la
materia orgánica, aprovechamiento de los recursos disponibles en la región, parcela o
predio (residuos de cosechas).
Las combinaciones de maíz-leguminosas generalmente sobrepasan en rendimiento a los
monocultivos maíz; en otras palabras, se necesita de más superficie bajo monocultivo maíz,
para producir el mismo rendimiento que una hectárea de policultivo (Mead y Willey, 1980;
Vandermeer, 1989). Esta capacidad o eficiencia de sobrerrendimiento biológico y ecológico
de un sistema de policultivo es medida por el Uso Equivalente de Tierra (UET) (Willey,
1979a,b, 1990; Mead y Willey, 1980). Si esta relación es > 1, esto implica que el
policultivo presenta una mayor ventaja o rendimiento que el monocultivo por unidad de
superficie (Trenbath, 1976).

En la Agricultura la biodiversidad está siendo afectada en los cultivos agrícolas, por el


desplazamiento de cientos de variedades locales por variedades sintéticas de alto
rendimiento, que han sido y son desarrolladas por Centros de Investigaciones que por lo
general requieren para expresar sus rendimientos grandes niveles de insumos.

La erosión es otro proceso destructivo que enfrenta la Agricultura, estimándose que en


1970 este proceso producía la pérdida de 14 mil millones de toneladas de suelo. Este autor
estima que en los países mayores productores de alimentos (E.U.A, China e India) la
erosión es de 13.6 billones de t/año.

Se estima que cerca de 6 millones de ha de tierra se transforman en desierto cada año, cifra
enorme, si además se considera que alrededor de 14 millones de ha se encuentran en la
franja de aridez y que alrededor del 47% del total de las tierras cultivables del mundo son
áreas áridas, semiáridas o áreas con niveles de humedad muy bajos.

Cada año la Agricultura de todo el mundo se enfrenta a la tarea de alimentar a 90 millones


de personas más con 24 mil millones de toneladas de capa superficial menos que el año
anterior, lo que representa una pérdida de 9 millones de toneladas de cosecha potencial,
además de la pérdida de suelos agrícolas por la salinización y desertificación.

No cabe duda que el desarrollo agrícola futuro requiere de un nuevo enfoque, que permita
suplir las necesidades de alimento, fibras y otras materias primas a la creciente población,
pero a su vez que los sistemas que utilicen para producirlos sean sostenibles desde el punto
de vista ecológico, económico y que además sean socialmente justos y culturalmente
aceptables. Por todo lo anterior se hace necesaria la utilización de los Sistemas Alternativos
de Producción Agrícola.

Las Asociaciones de cultivos o policultivos


Al igual que la rotación y la alternativa, el policultivo es otra forma de restaurar la
biodiversidad en un agroecosistema. Se llama policultivo al crecimiento en la misma
parcela de dos o más cultivos, coincidiendo al menos durante parte del ciclo.
Dentro del policultivo existen cuatro tipos en función de su distribución en el espacio y en
el tiempo:
1. Cultivos asociados o mezclados. Crecen dos o más cultivos simultáneamente en la
parcela sin un arreglo "ordenado". Sería el caso de una pradera donde crece una mezcla de
plantas (leguminosas, gramíneas...) sin seguir ningún patrón espacial predeterminado.
2. Cultivos intercalados. Crecen dos o más cultivos alternándose en hileras diferentes.
3. Cultivos en franjas. Crecen dos o más cultivos simultáneamente en distintas franjas de
amplitud suficiente para permitir la independencia en el cultivo, pero lo suficientemente
juntos para que interactúen agronómicamente. Los policultivos en franjas son los que
permiten una mejor mecanización.
4. Cultivos de relevo. Crecen dos o más cultivos simultáneamente durante parte del ciclo
de cada uno de ellos; es decir, se solapan.
También se podría considerar un caso especial de policultivo la implantación de coberturas
vegetales entre calles en frutales o cultivos herbáceos anuales o plurianuales, que pueden
ser sembradas o de flora espontánea.

Una de las características que presentan los policultivos es que requieren menos terreno
para producir; esto es, que es mayor la superficie necesaria en un monocultivo para obtener
la misma producción que un policultivo. Así, por ejemplo, en el policultivo coliflor-lechuga
se necesita 1,5 hectáreas en monocultivo (0,9 ha con coliflor y 0,6 ha con lechuga), para
producir lo mismo que 1 hectárea de policultivo, cuando estos dos cultivos crecen
asociados. Esto es así, porque en estos policultivos los dos o más cultivos interactúan de tal
forma que uno ejerce un efecto positivo sobre el otro.

En primer lugar, cabría decir que este efecto positivo de un cultivo sobre otro puede
deberse a que uno de ellos es una especie leguminosa. En este caso no existe competencia
entre ellos por el nitrógeno, ya que la leguminosa lo obtiene de la atmósfera y la otra planta
del suelo. Además, la leguminosa en el policultivo es una fuente de nitrógeno para el
sistema como un todo, y no sólo para ella misma, porque se produce una transferencia de
este elemento desde la leguminosa al otro cultivo.

Con otros nutrientes, como fósforo, potasio, calcio o magnesio, ocurre algo similar.
Así, diferentes experimentos han demostrado que los policultivos extraen mayor cantidad
de estos elementos que los cultivos componentes por separado, en las mismas condiciones.
Ello se debe a que existe una competencia reducida en la zona de raíces, porque extraen a
diferente profundidad en el suelo (se asocian plantas con diferente sistema radicular) y/o a
que un cultivo se convierte en una fuente de recurso no disponible para el otro, porque es
más eficaz en su captura y luego lo transfiere al cultivo acompañante. Este el caso del
fósforo que es transferido de un cultivo a otro por la conexión a través de los hongos
micorrizas.

También los policultivos son capaces de aprovechar mejor otros recursos, como el agua y la
luz, que o bien se perderían, o bien serían aprovechados por las hierbas. En este sentido, los
policultivos son otra forma de rebajar la presencia de hierbas en nuestra finca.

Otra razón se encuentra en la protección que ejerce un cultivo sobre otro en relación al
clima, resguardándolo de condiciones meteorológicas adversas, como vientos muy fríos o
muy secos y cálidos, o del sol excesivo.

Y de los numerosos factores que pueden verse envueltos en esta mayor eficiencia de los
policultivos frente al monocultivo, uno de los más importantes puede ser la reducción de
daños por plagas y enfermedades. La plaga no encuentra al cultivo del cual suele
alimentarse. Ello es debido a que el cultivo acompañante altera las condiciones físicas
(microambiente, patrón de reflectancia de la luz, etc.) o químicas, (difusión de la atracción,
enmascaramiento de olores, repelencia, etc.) que normalmente indican a la plaga que el
cultivo está presente lo que disminuye la probabilidad de encontrarlo.

En otros casos, la plaga coloniza menos el policultivo y, además, aquellos individuos que lo
hacen deciden pronto emigrar hacia otros campos. Es decir, en el policultivo la tasa de
emigración de la plaga hacia otros sitios es mucho mayor que cuando ésta encuentra una
parcela de monocultivo. Esto parece deberse a que la plaga tiene que invertir mayor
cantidad de energía para desplazarse y alimentarse sobre el policultivo por lo que no le
resulta tan "rentable" como el monocultivo.

La menor atracción o menor desarrollo de la plaga en el policultivo se debe, a veces, a la


distinta "calidad" de la planta huésped, que es por ello menos estimada por la plaga. Esto
puede ocurrir porque en el policultivo hay una competencia por los nutrientes entre los
cultivos implicados, lo que disminuye la extracción realizada por cada uno de ellos.

Se entiende por Acuicultura el cultivo de especies hidrobiológicas mediante técnicas


apropiadas en ambientes naturales o artificiales y, generalmente bajo control.
El desarrollo positivo que ha tenido la acuicultura en Colombia tanto en la costa como en el
interior del país se debe a la gran bondad que nos ofrece el territorio Colombiano zonas
donde los recursos y los ecosistemas han permitido adelantar el cultivo de especies
hidrobiologías, como camarón tilapia, trucha, carpa y especies nativas como el bocachico
cachama, fundamentados los cultivos en etapas como: Producción de alevinos, las
actividades de levante y engorde, procesamiento o transformación de la producción
acuícola y la comercialización.

La industria de la acuicultura se ha desarrollado como tal en Colombia, a partir de la década


de los setenta y para aquel entonces se desconocían los requerimientos nutricionales de las
especies potencialmente cultivables. Hoy día se han acumulado numerosas experiencias
que se han traducido en una inobjetable mejoría de los alimentos disponibles y de las
técnicas de alimentación. No obstante, durante mucho tiempo se responsabiliza de manera
un poco apresurada a los fabricantes de alimentos por los fracasos habidos debido a que al
momento de un corte de cuentas, éste es el único sector que siempre resulta ganancioso por
la venta efectuada de sus productos. No hay duda alguna de que el rubro de la alimentación
representa el mayor porcentaje de los costos variables de producción y de que en el caso
específico colombiano, según se discutirá posteriormente, se manifiesta de manera
exagerada.

El empeoramiento de los problemas de plagas y enfermedades se ha relacionado


experimentalmente con la expansión de los monocultivos a expensas de la diversidad
vegetal, la cual es un componente esencial del paisaje que proporciona servicios ecológicos
claves para asegurar la protección de cultivos (Altieri y Letourneau, 1992). El noventa y
uno por ciento de las 1,5 billones de hectáreas de tierras cultivadas en el mundo están
ocupadas por cultivos anuales, principalmente por monocultivos de trigo, arroz, maíz,
algodón y soja. Uno de los principales problemas que derivan de la homogeneización de los
sistemas agrícolas es un aumento de la vulnerabilidad de los cultivos a las plagas y
enfermedades, que pueden ser devastadoras si afectan a un cultivo uniforme, especialmente
en grandes extensiones. Para proteger estas cosechas en todo el mundo, se aplicaron en
1995 cerca de 4,7 millones de libras de pesticidas (1,2 millones de libras en Estados
Unidos); cantidades que ha aumentado en los últimos diez años. En Estado Unidos, los
costes sociales y ambientales asociados a estos niveles de pesticidas, se han estimado en 8
billones de dólares por año (Pimentel et al., 1980). Actualmente tales costes permanecen
vigentes. Las pérdidas de las cosechas debido a las plagas y enfermedades siguen
manteniéndose en un 30 por ciento, sin diferencia con respecto a hace treinta o cuarenta
años.

CONCLUSIONES

La agroecología, como una “posición” ante la vida, tiene varias facetas: como alternativa a
la “revolución verde” y los OGM; como movimiento sociopolítico y como posición
filosófica de convivencia en la biodiversidad. Se encuentran mezclas de las tres visiones.
La preponderancia y posición dominante de la agricultura de insumos químico-mecanicos
externos sobre la de insumos biológico-ecológicos propios requiere por lo menos de un más
adecuado balance.

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