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RESUMEN
1
La agroecología tiene por lo menos tres connotaciones: como alternativa a la “revolución verde” y los
OGM; como movimiento sociocultural-político (especialmente en Brasil) y como filosofía de vida, orientada
hacia la autosuficiencia, basada en la convivencia con la biodiversidad; la mezcla en diferentes proporciones
de estos tres elementos aparece en las diversas experiencias existentes.
2
Ingeniero Civil, M.A. Economía; M.Sc. Sistemas Ambientales y Urbanos; PhD. ( c ) geografía y ciencias de la gestión;
consultor e investigador en desarrollo territorial sostenible y gestión del conocimiento. Director Técnico Corporación
Simbiosis.
3
Administradora Ambiental, investigadora asistente de la corporación SIMBIOSIS (antes corporación Propuesta
Ambiental)
4
Licenciada en Biología, Magister en Biología Tropical (INPA, Brasil) y PhD (c) Biología , Universidad de Los Andes,
Directora General, Corporación Simbiosis. Colombia.
conocimiento de la simbiosis, la complejidad trófica y la innovación social e institucional 5.
Recursos como los de las regalías de ciencia, tecnología e innovación deben enfocarse aún
más en la agroecología, por sus ventajas multicriterio, multiobjetivo en la nueva etapa del
post-acuerdo de dejación de armas.
ABSTRACT
CONTEXTO
La novedosa forma de cultivo conocida como policultivo; se destaca por encima del
monocultivo debido al beneficio en cuanto a rendimiento, la reducción del riesgo por
perdidas en la cosecha, la utilización de recursos y componentes de manera eficiente entre
sí, la minimización por plagas, entre otros dentro de la producción; minimizando impactos
ambientales e incrementando el rendimiento por espacio y fomentando la Alimentación
diversificada fomentando el consumo saludable, contribuyendo a la nutrición, mejorando la
calidad de vida, elevando la producción, generando ingresos, educando ambientalmente,
reduciendo impactos negativos, fortaleciendo el desarrollo local y la participación social.
Los sistemas de policultivo son conocidos ampliamente por sembrar en su misma área dos
o más especies – cultivos, aprovechando el terreno y las dinámicas de recursos (luz, agua y
nutrientes). Existen sistemas de cultivo que pueden integrar incluso, animales. Las
combinaciones dentro de un policultivo pueden darse por dos o más especies así como con
cultivos de ciclos cortos y largos donde el largo se establecería y dominaría el sistema.
La comparación entre los monocultivos y policultivos se hace por una comparación relativa
llamada Uso Equivalente de la Tierra (UET), el cual expresa los rendimientos de un
policultivo contrastándolo con un ratio o porción contra lo que produce un monocultivo
(Gliessman 2002). Un valor mayor a uno indica que para una producción dada en una
parcela de policultivo, se ocuparía más que esa cantidad de terreno para producir lo mismo
en monocultivo (CITA).
Los policultivos son muy comunes en áreas de Asia donde los principales cultivos son el
sorgo, el mijo, el maíz, el arroz de secano y el trigo de secano (Aiyer 1949, Harwood y
Price 1976, Harwood 1979a, Jodha 1981). El arroz de inundación generalmente se siembra
en forma de monocultivo; sin embargo, en algunos lugares de Asia sudoccidental, los
agricultores construyen camas elevadas para producir cultivos de secano entre las franjas de
arroz (Suryatna 1979, Beets 1982).
Aunque los policultivos son frecuentes en áreas tropicales, donde los predios son pequeños
y los agricultores carecen de capital o créditos para comprar fertilizantes sintéticos,
plaguicidas y maquinarias agrícolas, su uso no se restringe a estas zonas.
Los policultivos también se pueden encontrar en zonas templadas, en los predios más o
menos extensos altamente mecanizados, con disponibilidad de capital. Algunos ejemplos:
los pastos forrajeros y leguminosas que se siembran asociados a cultivos de maíz, soya,
cebada, avena o trigo (Stewart et al. 1980, Vrabel et al. 1980, Hofstetter 1984, Scott et al.
1987, Hartl 1989, Samson et al. 1990, Power et al. 1991, Wall et al. 1991, Hesterman et al.
1992, Kunelius et al. 1992); la soya que se entre siembra con un cultivo de trigo en
crecimiento (Reinbott et al. 1987); las arvejas de campo sembradas en combinaciones con
granos pequeños para la producción de forraje o semillas (Johnston et al. 1978, Murray and
Swenson 1985, Izaurralde et al. 1990, Chapko et al. 1991, Hall y Kephart 1991); la soya
cultivada en hileras con maíz o girasoles (Radke and Hagstrom 1976, Francis et al. 1986);
pastos y leguminosas sembradas como vegetación de cobertura en huertos de nueces y
frutas (Altieri y Schmidt 1985, Bugg and Dutcher 1989, Bugg et al. 1990); y por último
combinaciones de pastos/leguminosas para la producción de forraje (Heath et al. 1985).
Obiefuna (1989) informó que al entresembrar el melón egusi en una plantación de banano
se podrían aumentar las cosechas bananeras hasta en un 26%. Abraham y Singh (1984)
notaron que al intercalar semilla de caupí con sorgo, aumentaba el rendimiento del sorgo en
un 95%, como promedio.
La rentabilidad económica neta de los policultivos puede ser mayor que la de los
monocultivos que crecen en áreas equivalentes. Norman (1977) estudió los sistemas de
cultivos en el norte de Nigeria y encontró que cuando tomaba en cuenta en sus análisis el
costo de mano de obra, la utilidad era de un 42% a un 149% mayor para los policultivos
que para los monocultivos. Leihner (1983) notó que en Colombia se necesitaba más mano
de obra para policultivos de yuca/frijol que para un cultivo aislado de yuca, pero que el
ingreso neto de los policultivos era mayor. En experimentos llevados a cabo en Inglaterra,
Salter et al. (1985) encontraron que al sembrar intercaladamente col de bruselas con
repollos se podían obtener mayores márgenes y menores costos en insumos por unidad de
producción, al compararlos con los respectivos monocultivos.
En el policultivo, las principales ventajas es que se pueden cultivar dos o más especies en
un mismo sistema, provee la opción de aprovechar de una mejor forma el espacio y
alimento que existe en él, y las opciones de cultivo son variadas. Con este sistema se
aumenta la producción, se utiliza de forma más eficiente la disponibilidad de espacio,
alimento y la columna de agua del estanque y se diversifica la producción; basándose en
que la producción de peces u otros organismos puede ser maximizada a través de una
combinación adecuada de especies, con diferentes características (Subsecretaría de
Ecología, 1989; Egna y Boyle, 1997).
Los hábitos bioecológicos están determinados por las prácticas alimenticias de las especies,
los cuales a su vez intervienen en el modo en que se van a distribuir en la columna de agua
del sistema, partiendo de que una columna de agua se divide en superficial, media y fondo.
En la parte superficial se encuentran los peces planctívoros, en la parte media los peces
herbívoros y en el fondo se encuentran las especies bentófagas; las especies piscívoras y
omnívoras se desplazan por toda la columna de agua en busca del alimento disponible.
El policultivo se puede definir como un sistema acuícola en donde más de una especie es
cultivada simultáneamente en el mismo estanque. De acuerdo con Bocek (?), el principio de
los policultivos se basa en que la producción de peces (y de otras especies acuáticas) en
estanques puede ser maximizada a través del cultivo de una combinación adecuada de
especies de peces con diferentes hábitos alimenticio, lo que permite una mejor utilización
del alimento natural disponible en el estanque. De la Lanza-Espino et al. (citado por Ponce
et al., 2005) indica que el policultivo consiste en la adición de una o más especies
subordinadas a otra considerada “especie principal” del cultivo en cuestión. Este tipo de
sistema de cultivo nos permite aprovechar mejor la productividad natural y el área en los
estanques de cultivo; sin embargo, la selección de especies para el policultivo requiere de
un análisis riguroso sobre los hábitos alimenticios, comportamiento y productividad de los
estanques, con la finalidad de determinar la combinación que permita maximizar la
rentabilidad de una explotación acuícola.
De acuerdo con Milstein (1992) las relaciones entre las especies de peces cultivadas y su
ambiente depende principalmente de las características biológicas de los peces y el grado
de intensificación del cultivo; destacando que en los sistemas extensivo y semi-intensivo,
basados en la producción natural, la siembra de peces con diferentes hábitos alimenticios
permite una eficiente utilización de los recursos del estanque.
Los sistemas de policultivos tienen su origen en una agricultura de supervivencia conocida
como agricultura de subsistencia, dirigida al máximo aprovechamiento del espacio agrícola
y su práctica se ha desarrollado históricamente entre los campesinos con carencia de
recursos e insuficientes disponibilidades de superficie agrícola. Los sistemas de policultivos
tienen su origen en los mismos inicios de la agricultura, como parte de las culturas
indígenas y sus saberes.
Los sistemas de policultivos maíz-frijol-calabaza han sido y siguen siendo los sistemas más
productivos, comúnmente practicados en toda Latinoamérica (Pinchinat et al., 1976; Davis
et al., 1986), especialmente en México (Amador, 1980; Toledo, 1990). Estos sistemas de
policultivos, son más importantes que los monocultivos en los trópicos y subtrópicos,
debido a la predominancia de los pequeños agricultores (Davis et al., 1986).
Una de las principales razones por la cual los agricultores a nivel mundial se decidieron por
sembrar policultivos, es que frecuentemente se puede obtener un mayor rendimiento en la
siembra de una determinada área sembrada como policultivo que de un área equivalente en
comparación a un monocultivo (Liebman, 1997) y para la disminución de la población de
las plagas de insectos y la supresión de arvenses por el sombreado de los follajes complejos
por efectos alelopáticos (Gliessman y Amador, 1980; Altieri y Nicholls, 2007).
Se estima que cerca de 6 millones de ha de tierra se transforman en desierto cada año, cifra
enorme, si además se considera que alrededor de 14 millones de ha se encuentran en la
franja de aridez y que alrededor del 47% del total de las tierras cultivables del mundo son
áreas áridas, semiáridas o áreas con niveles de humedad muy bajos.
No cabe duda que el desarrollo agrícola futuro requiere de un nuevo enfoque, que permita
suplir las necesidades de alimento, fibras y otras materias primas a la creciente población,
pero a su vez que los sistemas que utilicen para producirlos sean sostenibles desde el punto
de vista ecológico, económico y que además sean socialmente justos y culturalmente
aceptables. Por todo lo anterior se hace necesaria la utilización de los Sistemas Alternativos
de Producción Agrícola.
Una de las características que presentan los policultivos es que requieren menos terreno
para producir; esto es, que es mayor la superficie necesaria en un monocultivo para obtener
la misma producción que un policultivo. Así, por ejemplo, en el policultivo coliflor-lechuga
se necesita 1,5 hectáreas en monocultivo (0,9 ha con coliflor y 0,6 ha con lechuga), para
producir lo mismo que 1 hectárea de policultivo, cuando estos dos cultivos crecen
asociados. Esto es así, porque en estos policultivos los dos o más cultivos interactúan de tal
forma que uno ejerce un efecto positivo sobre el otro.
En primer lugar, cabría decir que este efecto positivo de un cultivo sobre otro puede
deberse a que uno de ellos es una especie leguminosa. En este caso no existe competencia
entre ellos por el nitrógeno, ya que la leguminosa lo obtiene de la atmósfera y la otra planta
del suelo. Además, la leguminosa en el policultivo es una fuente de nitrógeno para el
sistema como un todo, y no sólo para ella misma, porque se produce una transferencia de
este elemento desde la leguminosa al otro cultivo.
Con otros nutrientes, como fósforo, potasio, calcio o magnesio, ocurre algo similar.
Así, diferentes experimentos han demostrado que los policultivos extraen mayor cantidad
de estos elementos que los cultivos componentes por separado, en las mismas condiciones.
Ello se debe a que existe una competencia reducida en la zona de raíces, porque extraen a
diferente profundidad en el suelo (se asocian plantas con diferente sistema radicular) y/o a
que un cultivo se convierte en una fuente de recurso no disponible para el otro, porque es
más eficaz en su captura y luego lo transfiere al cultivo acompañante. Este el caso del
fósforo que es transferido de un cultivo a otro por la conexión a través de los hongos
micorrizas.
También los policultivos son capaces de aprovechar mejor otros recursos, como el agua y la
luz, que o bien se perderían, o bien serían aprovechados por las hierbas. En este sentido, los
policultivos son otra forma de rebajar la presencia de hierbas en nuestra finca.
Otra razón se encuentra en la protección que ejerce un cultivo sobre otro en relación al
clima, resguardándolo de condiciones meteorológicas adversas, como vientos muy fríos o
muy secos y cálidos, o del sol excesivo.
Y de los numerosos factores que pueden verse envueltos en esta mayor eficiencia de los
policultivos frente al monocultivo, uno de los más importantes puede ser la reducción de
daños por plagas y enfermedades. La plaga no encuentra al cultivo del cual suele
alimentarse. Ello es debido a que el cultivo acompañante altera las condiciones físicas
(microambiente, patrón de reflectancia de la luz, etc.) o químicas, (difusión de la atracción,
enmascaramiento de olores, repelencia, etc.) que normalmente indican a la plaga que el
cultivo está presente lo que disminuye la probabilidad de encontrarlo.
En otros casos, la plaga coloniza menos el policultivo y, además, aquellos individuos que lo
hacen deciden pronto emigrar hacia otros campos. Es decir, en el policultivo la tasa de
emigración de la plaga hacia otros sitios es mucho mayor que cuando ésta encuentra una
parcela de monocultivo. Esto parece deberse a que la plaga tiene que invertir mayor
cantidad de energía para desplazarse y alimentarse sobre el policultivo por lo que no le
resulta tan "rentable" como el monocultivo.
CONCLUSIONES
La agroecología, como una “posición” ante la vida, tiene varias facetas: como alternativa a
la “revolución verde” y los OGM; como movimiento sociopolítico y como posición
filosófica de convivencia en la biodiversidad. Se encuentran mezclas de las tres visiones.
La preponderancia y posición dominante de la agricultura de insumos químico-mecanicos
externos sobre la de insumos biológico-ecológicos propios requiere por lo menos de un más
adecuado balance.