Sei sulla pagina 1di 11

Morfología Vertebral de Boa constrictor (Serpentes: Boidae) y la Validez

del Género Mioceno Pseudoepicrates Auffenberg, 1923


Author(s): Adriana M. Albino
Source: Ameghiniana, 48(1):53-62.
Published By: Asociación Paleontológica Argentina
DOI: http://dx.doi.org/10.5710/AMGH.v48i1(302)
URL: http://www.bioone.org/doi/full/10.5710/AMGH.v48i1%28302%29

BioOne (www.bioone.org) is a nonprofit, online aggregation of core research in the biological,


ecological, and environmental sciences. BioOne provides a sustainable online platform for over 170
journals and books published by nonprofit societies, associations, museums, institutions, and presses.
Your use of this PDF, the BioOne Web site, and all posted and associated content indicates your
acceptance of BioOne’s Terms of Use, available at www.bioone.org/page/terms_of_use.
Usage of BioOne content is strictly limited to personal, educational, and non-commercial use.
Commercial inquiries or rights and permissions requests should be directed to the individual publisher as
copyright holder.

BioOne sees sustainable scholarly publishing as an inherently collaborative enterprise connecting authors, nonprofit publishers, academic
institutions, research libraries, and research funders in the common goal of maximizing access to critical research.
AMEGHINIANA, Tomo 48 (1): 53 - 62 ISSN 0002-7014

MORFOLOGÍA VERTEBRAL DE BOA


CONSTRICTOR (SERPENTES: BOIDAE) Y LA
VALIDEZ DEL GÉNERO MIOCENO
PSEUDOEPICRATES AUFFENBERG, 1923
ADRIANA M. ALBINO
CONICET, Departamento de Biología, Universidad Nacional de Mar del Plata, Funes 3250, B7602AYJ Mar del Plata, Argentina. aalbino@mdp.edu.ar

Resumen. En este trabajo se discute la morfología vertebral de la serpiente Neotropical actual Boa constrictor Linnaeus, sobre la base de
caracteres claramente descriptos e ilustrados que pueden ser observados en vértebras fósiles aisladas. Las vértebras precloacales medias de esta
serpiente se caracterizan principalmente por tener espina neural alta; arco neural generalmente elevado y abovedado; zigósfeno robusto y muy
alto, de base angosta, con el borde anterior escotado o cóncavo en vista dorsal, sin protuberancia o tubérculo medial; superficies articulares
de las zigapófisis largas y orientadas más lateral que anterolateralmente, poco inclinadas sobre la horizontal; presencia constante de foramen
paracotilar pequeño; arco neural y centro vertebral muy cortos; y carena hemal muy delgada, bien definida, y sobresaliente. Las vértebras
precloacales posteriores son más largas (arco neural y centro vertebral), y poseen zigapófisis más cortas, zigósfeno más delgado, y carena hemal
más ancha y menos prominente que las vértebras precloacales medias. Sobre la base del análisis de la morfología vertebral de B. constrictor y
su variación intracolumnar e intraespecífica, el género Pseudoepicrates del Mioceno de Florida es sinonimizado con Boa. Esto implica que Boa
alcanzó las Antillas Mayores y la península de Florida durante el Mioceno, seguido de su extinción de dicha área.
Palabras clave. Boa constrictor. Pseudoepicrates. Boidae. Osteología. Paleontología.

Abstract. VERTEBRAL MORPHOLOGY OF BOA CONSTRICTOR (SERPENTES: BOIDAE) AND THE VALIDITY OF THE MIO-
CENE GENUS PSEUDOEPICRATES AUFFENBERG, 1923. The vertebral morphology of the extant Neotropical snake Boa constrictor
Linnaeus, is discussed on the basis of clearly described and illustrated characters that can be observed in isolated fossil vertebrae. Mid-pre-
cloacal vertebrae of B. constrictor are mainly characterized by a high neural spine; generally high and vaulted neural arch; robust and very high
zygosphene, with a narrow basis; notched or concave anterior edge of zygosphene in dorsal view, without a medial protuberance or tubercle;
long zygapophyseal articular facets oriented more laterally than anterolaterally, slightly inclined above the horizontal; constant presence of
small paracotylar foramen; very short neural arch and vertebral centrum; and very thin, clearly defined, and prominent haemal keel. Posterior
precloacal vertebrae are longer (neural arch and vertebral centrum) and have shorter zygapophyses, thinner zygosphene, and broader and less
prominent haemal keel than the mid precloacal vertebrae. Based on the knowledge of the morphology of the vertebrae of B. constrictor and
its intracolumnar and intraspecific variation, the genus Pseudoepicrates from the Miocene of Florida is synonymyzed with Boa. This implies
that this genus reached the Greater Antilles and Florida during the Miocene, becoming later extinct in these areas.
Key words. Boa constrictor. Pseudoepicrates. Boidae. Osteology. Paleontology.

BOA CONSTRICTOR Linnaeus, 1758, única especie del gé- material fósil de boideos hallado en América del Sur, algunos
nero, es la boa más ampliamente distribuida en la Región ejemplares han sido identificados como Boa Linnaeus, 1758,
Neotropical, viviendo en zonas llanas y submontanas hasta documentando parte de su historia más pretérita (Albino,
los 1500 msnm. Se la encuentra desde el norte de México 1993; Albino y Carlini, 2008). Estos materiales se conservan
hasta el centro de Argentina, incluyendo Trinidad y Tobago, como vértebras precloacales aisladas y su determinación está
Dominica y Santa Lucía (Antillas Menores), además de di- basada en comparaciones directas con ejemplares actuales;
versas islas y archipiélagos del Océano Atlántico y del Pací- sin embargo, aún no existen descripciones ni ilustraciones de
fico cercanos al continente (Waller y Micucci, 1993; Waller la morfología vertebral de este género, sino sólo escasas con-
et al., 1995). La historia biogeográfica de B. constrictor es sideraciones en trabajos más generales (Auffenberg, 1963;
sugerida parcialmente a partir de la distribución de las siete Kluge, 1991; Rage, 2001; Albino y Caldwell, 2003; Albino
subespecies que incluye (Waller et al., 1995). El conocimien- y Carlini, 2008). Tampoco se han documentado las variacio-
to de esta historia se limita a tiempos relativamente recientes, nes de las vértebras a lo largo de la columna ni las variaciones
cuando se produjo la dispersión de la especie desde América individuales y ontogenéticas, a pesar de su potencial impacto
del Sur y América Central hacia algunas islas del Mar Caribe en paleontología, ya que el conocimiento de estas variaciones
(Waller y Micucci, 1993). No obstante, entre el abundante puede contribuir a la identificación de fósiles. En particular,

AMGHB2-0002-7014/09$00.00+.50 53
AMEGHINIANA, Tomo 48 (1): 53 - 62

el género Pseudoepicrates del Mioceno de Florida (EEUU) una vértebra troncal mediana de B. constrictor perteneciente
no ha sido sujeto a un análisis detallado de sus caracteres. al individuo UNMDP-O 45, que es el de mayor tamaño
De acuerdo a Auffenberg (1963), las dos especies atribuidas de la muestra, y de las variaciones observadas en las vérte-
a este género, P. stanolseni (Vanzolini, 1952) y P. barbouri bras troncales anteriores y posteriores comparadas con las
(Vanzolini, 1952), son sinónimos, siendo P. stanolseni la medianas. El análisis morfológico se efectuó a simple vista
especie tipo del género. Sin embargo, según Kluge (1988, y mediante la utilización de lupa estereoscópica, cuando fue
1991), las vértebras referidas como P. barbouri no pueden necesario. La terminología utilizada sigue esencialmente a
distinguirse de las de B. constrictor. Hoffstetter y Gasc (1969). Para las medidas de las vértebras
En este trabajo se describe en detalle la morfología ver- se utilizaron únicamente especímenes con la columna desar-
tebral de B. constrictor, se analiza su variación intracolumnar ticulada y ordenada secuencialmente. Las medidas absolutas
e intraespecífica, y se discute la validez del género Pseudoepi- fueron tomadas con calibre sobre vértebras con procedencia
crates. intracolumnar precisa, a diferencia de las tomadas en Albino
y Carlini (2008) que fueron conseguidas de vértebras regio-
MATERIALES Y MÉTODOS nalmente diferenciadas pero al azar. Las medidas utilizadas
El material osteológico analizado en el presente trabajo se ejemplifican en la Figura 1 y se expresan en la Tabla 1. El
corresponde a la colección UNMdP-O. La mayor parte de grado de inclinación de las prezigapófisis fue tomado fijando
los fósiles de serpientes se conservan como vértebras aisladas los 0º sobre el eje sagital del borde dorsal del cótilo y midien-
provenientes del sector medio de la región precloacal (tam- do con transportador el ángulo formado hasta el extremo de
bién denominada región troncal o dorsal; Hoffstetter y Gasc, la superficie prezigapofisaria. Con el objeto de minimizar las
1969), de modo que se realizó la descripción detallada de apreciaciones subjetivas, se obtuvieron algunos índices mé-
tricos para una más clara descripción de los caracteres, ya que
generalmente los mismos son descriptos comparativamente,
sin realizar mediciones. Los resultados métricos comparati-
vos se expresan en la Tabla 2. También se tuvieron en cuenta
las observaciones, ilustraciones y fotografías realizadas sobre
material de boideos actuales del FMNH y de especímenes no
catalogados en colecciones. Los ejemplares comparativos uti-
lizados que pertenecen a colecciones institucionales se listan
en el Apéndice. Se analizaron las variaciones morfológicas
de la columna vertebral (variación intracolumnar) a lo largo
de la región precloacal, cloacal y caudal. No se describe el
complejo atlas-axis dado que no brinda información para la
reevaluación de Pseudoepicrates. También se documentaron
las variaciones entre especímenes (variación intraespecífica),
incluyendo la observación de individuos de distintas edades
(variaciones ontogenéticas).
Abreviaturas institucionales. FMNH, Field Museum of
Natural History, EEUU; MCZ, Museum of Comparative
Figura 1. Principales medidas utilizadas / main measurements; vistas
anterior (1), posterior (2), dorsal (3) y / and ventral (4) views. ana, an-
Zoology, EEUU; UNMdP-O, Colección Herpetológica de
cho arco neural / neural arch width; anap, ancho arco neural poste- la Universidad Nacional de Mar del Plata - Sección Oste-
rior a prezigapófisis / neural arch width posterior to prezygapophyses;
cl, longitud centro vertebral / centrum length; cona, ancho cóndilo / ología, Argentina.
condyle width; conh, altura cóndilo / condyle height; cta, ancho cótilo Abreviaturas anatómicas. LHC, longitud hocico-cloaca;
/ cotyle width; cth, altura cótilo / cotyle height; enh, altura espina neu-
ral / neural spine height; h, altura vértebra / vertebra height; pra, ancho ana, ancho mínimo del arco neural; anap, ancho del arco
prezigapófisis / prezygapophysis width; prl, longitud prezigapófisis / neural inmediatamente posterior a las prezigapófisis; cl, lon-
prezygapophysis length; po-po, distancia postzigapofisiaria / postzyg-
apophyseal distance; pr-pr, distancia prezigapofisiaria / prezygapophy- gitud del centro vertebral desde el borde ventral del cótilo
seal distance; pr-po, distancia interzigapofisaria / interzygapophyseal hasta el extremo más distal del cóndilo; cna, ancho máximo
distance; zga, ancho zigósfeno / zygosphene width; zgh, altura zigós-
feno / zygosphene height. del canal neural en vista anterior; cnh, altura máxima del ca-

54
ALBINO: MORFOLOGÍA VERTEBRAL DE BOA CONSTRICTOR

nal neural en vista anterior; cona, ancho máximo del cóndi- bras de aspecto general robusto (Fig. 2), cortas (pr-po<pr-pr)
lo; conh, altura máxima del cóndilo; cta, ancho máximo del y casi tan altas como anchas (h~pr-pr). El arco neural es alto,
cótilo; cth, altura máxima del cótilo; enh, altura de la espina ancho y notoriamente abovedado en vista posterior. De cada
neural en vista anterior; h, altura de la vértebra desde la base lado, el techo del arco presenta una marcada convexidad lon-
del cóndilo hasta el extremo dorsal de la espina neural; pra, gitudinal (aquí denominada cresta laminar, Fig. 2.4) entre
ancho máximo de la prezigapófisis; prl, longitud máxima la base del zigósfeno y la flexión posterior del arco. La cresta
de la prezigapófisis; po-po, distancia entre los extremos de interzigapofisial está bien marcada y es muy corta. Las pare-
las postzigapófisis; pr-pr, distancia entre los extremos de las des laterales del arco presentan foramen lateral. La espina
prezigapófisis; pr-po, distancia interzigapofisaria, entre el ex- neural es más alta que larga; nace sobre el techo del zigósfeno
tremo más anterior de la prezigapófisis y el más posterior de la y está recorrida posteriormente por una cresta vertical que
postzigapófisis del mismo lado; zga, ancho máximo del zigós- es continuación del borde posterior del arco neural (cresta
feno; zgh, altura del zigósfeno en su parte media. (Fig. 1). espinal, Fig. 2.3). El margen anterior de la espina es más
delgado que el posterior, formando una expansión a modo
RESULTADOS de lámina que se extiende en toda su altura (lámina espinal,
La morfología vertebral de B. constrictor muestra notables Fig. 2.3). El zigósfeno es robusto y con un gran desarrollo
variaciones a lo largo de la columna, comparables a las de dorsoventral. Es más ancho que el cótilo (zga>cta), aunque
otras serpientes en las cuales se distingue la región precloacal su base es angosta, y tiene el borde dorsal ligeramente cón-
(Figs. 2–3), cloacal y caudal (Hoffstetter y Gasc, 1969). La cavo en vista anterior. En vista dorsal, el borde anterior es
región precloacal, que se extiende entre el cráneo y la clo- escotado-cóncavo en la parte media y no existe tubérculo o
aca, es la que posee mayor número de vértebras (250 en el protuberancia anterior mediana. El canal neural es pequeño,
ejemplar UNMdP-O 45). A lo largo de la región precloacal más ancho que alto (cna>cnh) y trilobulado en sección. Las
se evidencian variaciones importantes, donde se reconocen zigapófisis están escasamente inclinadas hacia arriba en re-
diferencias entre vértebras anteriores, medianas y posteriores, lación al plano horizontal (~10º). Las superficies articulares
aunque el límite entre estas dos últimas es impreciso. zigapofisarias son largas y de forma casi rectangular, con el
La primera parte de la columna corresponde a la región eje mayor orientado lateralmente. El proceso prezigapofisa-
precloacal anterior y se distingue claramente por contener rio es corto y no se distingue en vista dorsal. En el extremo
una serie de 70 vértebras que poseen ventralmente una terminal del arco neural, inmediatamente dorsal a la super-
hipoapófisis bien desarrollada, larga y posteriormente di- ficie articular postzigapofisaria, se observa un corto proceso
rigida, que se extiende muy por debajo del borde ventral o espina epizigapofisial (Fig. 2.2). El centro vertebral es
del cóndilo (Fig. 3). Esta hipoapófisis se acorta significativa- muy corto (cl<anap) y ancho. Las crestas subcentrales están
mente en cercanías de la región media del tronco (vértebras definidas y son muy divergentes anteriormente. El cótilo y
65 a 70) y es reemplazada por la carena hemal en las vérte- el cóndilo son grandes, de contorno subcircular (cta~cth y
bras precloacales medianas y posteriores (Figs. 2–3). La can- cona~conh). El cótilo, con un reborde delgado que lo define,
tidad de vértebras anteriores es menor a una tercera parte de tiene una exposición ventral escasa. A ambos lados del cótilo,
las vértebras precloacales. El límite entre la región mediana adyacentes a los ángulos laterales del canal neural, se aprecian
y la posterior no es tan claro como entre vértebras anteriores los pequeños forámenes paracotilares (Fig. 2.1). El cóndilo
y medianas, pues los cambios ocurren muy progresivamente presenta el eje principal poco inclinado y con una constric-
(Tab. 2, Figs. 2–3). ción precondilar bien definida. La carena hemal es promi-
El tamaño de las vértebras troncales medianas es grande nente, muy bien demarcada y delgada, como una fina quilla
(ver medidas vertebrales absolutas), ya que se trata de una de que nace y se desarrolla inmediatamente debajo del borde
las especies de serpientes de mayores dimensiones. Son vérte- inferior del cótilo y termina abruptamente en la constricción

Tabla 1. Medidas vertebrales absolutas de la vértebra nº100 del ejemplar UNMDP-O 45 (en mm) / Absolute vertebral measurements taken from
the vertebra number 100 of the specimen UNMDP-O 45 (in mm)

ana anap cl cna cnh cona conh cta cth enh h pra prl po-po pr-pr pr-po zga zgh
15,90 17 10 4,92 3,20 6,60 6,52 6,68 6,50 5,95 20 3,88 7,44 22,68 22,64 12,00 8,64 3,50

55
AMEGHINIANA, Tomo 48 (1): 53 - 62

Figura 2. Vértebra troncal mediana (nº 100) del ejemplar UNMDP-O 45 / mid-trunk vertebra (nº 100) of specimen UNMDP-O 45; vistas anterior (1),
posterior (2), lateral (3), dorsal (4) y / and ventral (5) views. ce, cresta espinal / spinal crest; ch, carena hemal / haemal keel; cl, cresta laminar / laminar
crest; fpc, foramen paracotilar / paracotylar foramen; le, lámina espinal / spinal blade; pe, proceso epizigapofisial / epizygapohyseal process; ppr,
proceso prezigapofisario / prezygapohyseal process. Escala: 10 mm / Scale bar: 10 mm

56
ALBINO: MORFOLOGÍA VERTEBRAL DE BOA CONSTRICTOR

precondilar, sobrepasando un poco en desarrollo ventral al tener una mayor altura general debido a la mayor altura del
borde inferior del cóndilo. A cada lado de la carena hemal se arco y de la espina neural (Tab. 2, >h/pr-pr), el arco neural
observa un foramen subcentral. Las paradiapófisis (= sinapó- proporcionalmente más largo y angosto debido a que las pre-
fisis) son grandes, con poca delimitación entre la superficie y postzigapófisis tienen una orientación menos lateralizada
diapofisaria dorsal que es fuertemente convexa y grande, y (>pr-po/pr-pr) y son más cortas (<prl/pra), el zigósfeno más
la superficie parapofisaria ventral que es más pequeña y lige- delgado (<zgh/zga), y el centro vertebral proporcionalmente
ramente cóncava. En vista anterior, se ubican adyacentes al más largo (>%cl/anap). La lámina espinal que caracteriza a
cótilo y superan poco el borde ventral del mismo. la espina neural de las vértebras medianas del ejemplar UN-
MDP-O 45 no está desarrollada en las vértebras más anteri-
Variaciones intracolumnares ores, pero a medida que aumentan de tamaño hacia la parte
En las 3 ó 4 vértebras más anteriores de la región pre- posterior del tronco, dicha lámina se observa claramente.
cloacal, que son las más pequeñas de esta región, el zigósfeno Las variaciones más notables entre las regiones troncal
está muy poco desarrollado, es elevado en su parte media y mediana y posterior se expresan en la progresiva disminución
sumamente delgado, mientras que el canal neural es pro- del tamaño; la menor altura general de la vértebra, con arco
porcionalmente grande. En las vértebras de por lo menos la y espina más bajos (Tab. 2, <h/pr-pr); el adelgazamiento del
primera mitad de esta región, las zigapófisis están orientadas zigósfeno (<zgh/zga); el aumento en la longitud del centro
anteriormente o anterolateralmente; son pequeñas y horizon- vertebral (>%cl/anap); las prezigapófisis más cortas (<prl/
tales en vista anterior (Fig. 3), pero hacia la parte posterior pra); el proceso prezigapofisario más largo y proyectado más
de la columna se asemejan paulatinamente a las vértebras de lateralmente, que alcanza a observarse en vista dorsal; y el
la región mediana. Además, estas vértebras suelen presentar engrosamiento y menor desarrollo de la carena hemal (Fig.
un zigósfeno con el borde anterior rectilíneo o ligeramente 3). En las últimas cuatro vértebras precloacales reaparece una
convexo en vista dorsal y el foramen paracotilar puede estar corta hipoapófisis en la superficie ventral del centro, la cual
ausente. A lo largo de la región anterior de la columna, las se continúa en las vértebras cloacales.
vértebras aumentan progresivamente de tamaño en sentido La región cloacal incluye cinco vértebras que portan lin-
craneocaudal. Además de la presencia de hipoapófisis, las vér- foapófisis pares, de las cuales la quinta vértebra presenta la
tebras anteriores del tronco se diferencian de las medianas por rama dorsal muy reducida. En otros aspectos estas vértebras

Tabla 2. Variación intracolumnar e intraespecífica. V, vértebra, A, anterior, M, mediana, P, posterior / intracolumnar and intraspecific varia-
tion. V, vertebra, A, anterior, M, middle, P, posterior.

UNMdP-O V % cl/anap cta/cth h/pr-pr prl/pra pr-po/pr-pr %zgh/zga


A 63 1,02 1,23 1,52 0,72 25
45 M 58 1,02 0,88 1,91 0,53 40
P 69 1,04 0,78 1,76 0,57 26
A 84 1,12 1,50 1,64 0,79 24
47 M 62 1,04 0,98 1,88 0,58 34
P 70 1,00 1,88 1,79 0,63 22
A 76 1,18 1,23 1,45 0,75 32
44 M 66 1,14 0,96 2,25 0,60 36
P 72 1,12 0,83 2,03 0,59 30
A 82 1,11 1,39 1,62 0,83 19
49 M 60 1,09 0,94 2,16 0,54 33
P 66 1,08 0,87 1,74 0,58 21
A 63 1,24 1,16 1,45 0,65 29
50 M 55 1,12 0,94 2,04 0,55 35
P 66 1,15 0,86 1,78 0,57 21
A 88 1,14 1,45 1,81 0,84 25
46 M 56 1,20 0,96 2,11 0,53 36
P 63 1,07 0,88 1,94 0,57 25

57
AMEGHINIANA, Tomo 48 (1): 53 - 62

Figura 3. 1–5, vértebra troncal anterior (nº10); 6–10, vértebra troncal posterior (nº210) del ejemplar UNMDP-O 45 / 1–5, anterior trunk vertebra
(nº10); 6–10, posterior trunk vertebra (nº210) of specimen UNMDP-O 45; vistas anterior (1 y/and 6), posterior (2 y/and 7), lateral (3 y/and 8), dorsal (4
y/and 9) y / and ventral (5 y/and 10) views. h, hipoapófisis / hypapophysis; le, lámina espinal / spinal blade. Escala: 10 mm / Scale bar: 10 mm

mantienen una morfología similar a las troncales posteriores, separadas. A lo largo de esta región, las vértebras disminuyen
aunque se produce un notorio acortamiento del centro ver- significativamente de tamaño pero, proporcionalmente, la
tebral (%cl/anap = 62,10 en la vértebra nº 253), equivalente longitud del centro vertebral aumenta respecto a las cloacales
a lo que ocurre en la región sacral de los lagartos tetrápodos (%cl/anap = 67,50 en la vértebra nº256 y 79,00 en la vérte-
(Hoffstetter y Gasc, 1969). bra nº 266).
La región postcloacal o caudal tiene 42 vértebras que po-
seen pleuroapófisis desarrolladas. Las tres primeras vértebras Variaciones intraespecíficas
caudales no presentan hemapófisis, sino una carena hemal; La observación de columnas vertebrales de diversos ejem-
mientras que en las restantes caudales existen hemapófisis plares de B. constrictor (ver Apéndice) demuestra que existen
pares localizadas en la mitad posterior de cada centro verte- variaciones intraespecíficas notables en las vértebras troncales
bral. Las hemapófisis de cada lado se encuentran distalmente medianas, no atribuibles a la edad, ya que provienen de la

58
ALBINO: MORFOLOGÍA VERTEBRAL DE BOA CONSTRICTOR

comparación de vértebras de tamaños similares. Algunos especímenes (10º en el ejemplar UNMDP-O 45, Fig. 2),
ejemplares poseen espinas neurales que se caracterizan por mientras que en otros alcanza magnitudes mayores (alrede-
tener una delgada lámina espinal, como fue descripto para dor de 20º en el ejemplar UNMdP-O 44). Esta variación
el espécimen UNMDP-O 45 (Figs. 2 y 3). Esta lámina, sin intraespecífica en la inclinación de las prezigapófisis sugiere
embargo, está ausente en otros individuos. La cresta laminar que dicho carácter tiene una importancia taxonómica rela-
sobre el techo del arco neural también posee un desarrollo tiva, lo cual también está avalado por las variaciones intraco-
variable en los distintos individuos analizados. El desarrollo lumnares que se documentan para otras especies de serpien-
del proceso prezigapofisario es también variable entre espe- tes (Moon, 1999).
címenes; aunque siempre es corto, en algunos ejemplares
sobresale del extremo de la prezigapófisis como un pequeño Variaciones ontogenéticas
proceso agudo, mientras que en otros no sobresalen. Igual- El ejemplar UNMDP-O 46 corresponde al de menor
mente, el proceso epizigapofisario varía en su desarrollo. El tamaño de la muestra y no habría alcanzado la madurez sex-
cótilo y el cóndilo varían en su forma y tamaño, de manera ual, ya que las hembras de B. constrictor sexualmente maduras
que es posible que sean comparativamente más grandes y tienen entre 1,50 y 2,00 m de largo (Waller y Micucci, 1993;
que posean un contorno claramente oval en lugar de subcir- Waller et al., 1995). La columna vertebral de este ejemplar
cular (variables cta/cth). También varía la altura de la espina posee 237 vértebras precloacales, de las cuales aproximada-
y del arco neural, que incluso puede ser poco abovedado, mente 65 son vértebras anteriores. Las variaciones a lo largo
modificando la altura general de la vértebra (variable h/pr- de la columna que se describen para el ejemplar UNMDP-
pr). Lo mismo ocurre con la longitud de las zigapófisis (prl/ O 45 se observan también en este espécimen (Tab. 2). La
pra) y la altura del zigósfeno (zgh/zga), que, aunque son de comparación directa de la vértebra troncal mediana nº 100
magnitud alta, no tienen proporciones constantes. Además, del ejemplar UNMDP-O 46 con la vértebra descripta del
puede advertirse variación intraespecífica en la inclinación espécimen UNMDP-O 45 muestra algunas variaciones en la
de las prezigapófisis respecto al plano horizontal, ya que vér- morfología, además del menor tamaño que es consecuencia
tebras de la misma región son casi horizontales en algunos de la menor edad del ejemplar. Estas variaciones incluyen
que el ejemplar UNMDP-O 46 posee prezigapófisis ligera-
mente más inclinadas respecto al plano horizontal (~12º) y
el arco neural es menos abovedado en vista posterior; estas
podrían tratarse de variaciones intraespecíficas no debidas a
la edad, según se detalla en las líneas anteriores. El cótilo y
el cóndilo son transversalmente ovales, en lugar de subcir-
culares (Tab. 2), una variación ontogenética también docu-
mentada en otras especies de serpientes (Auffenberg, 1963);
sin embargo, como se ha mencionado, también fue obser-
vada como variación intraespecífica en ejemplares de similar
tamaño. Del mismo modo, otras diferencias métricas (Tab.
2) pueden ser atribuidas a variaciones intraespecíficas. Por
último, el centro vertebral es menos cónico en el ejemplar
de menor edad.

DISCUSIÓN
Los antecedentes sobre variaciones vertebrales en las ser-
pientes son muy escasos y poco específicos respecto al taxón
Figura 4. MCZ 1977, vértebra troncal anterior / anterior trunk vertebra, a que se refieren. Auffenberg (1963) consideró que las vér-
vistas anterior (1), posterior (2) dorsal (3) y / and lateral (4) views; MCZ
1978, vértebra troncal posterior / posterior trunk vertebra, vistas ante- tebras anteriores de las serpientes tienen un arco neural más
rior, (5) posterior (6) dorsal (7) y / and ventral (8) views; MCZ 2417, vér- alto que las medianas. Szyndlar y Rage (2003) opinaron que
tebra troncal posterior / posterior trunk vertebra, vista lateral (9) view.
Escala: 5 mm / Scale bar: 5 mm estas vértebras son más altas y cortas, con un arco neural más

59
AMEGHINIANA, Tomo 48 (1): 53 - 62

abovedado y una espina más alta. Según lo observado en este medial es constante en todos los especímenes de Boa exami-
trabajo, se verifica la mayor altura de las vértebras anterio- nados. Con respecto al foramen paracotilar, Kluge (1991)
res respecto a las medianas (>h/pr-pr, Tab. 2); sin embargo, reconoció que su presencia en forma regular a lo largo de la
tanto la longitud del centro vertebral como la distancia in- columna vertebral es una condición derivada en los boinos,
terzigapofisaria son proporcionalmente mayores en las vérte- que se ha reportado también en algunas especies de Corallus,
bras anteriores que en las medianas en todos los especímenes pero siendo en estos casos el foramen de gran tamaño. Tam-
analizados de B. constrictor (>%cl/anap y >pr-po/pr-pr, Tab. bién ha sido mencionada la presencia circunstancial de fora-
2), de manera que no puede sostenerse que sean más cor- men paracotilar en algunos especímenes de Eunectes murinus
tas. Auffenberg (1963) también consideró que las vértebras (Linnaeus, 1758) (Hsiou y Albino, 2009).
anteriores tienen el cótilo oval, lo cual no coincide con las Además de los caracteres discretos mencionados, Boa se
medidas documentadas en este trabajo, donde el cótilo y el distingue de los otros géneros de boideos neotropicales por
cóndilo pueden ser ovales tanto en las vértebras anteriores tener la siguiente combinación de caracteres en sus vértebras
como en las medianas, y la magnitud transversal de los mis- medianas: zigósfeno de base angosta, más alto y robusto,
mos respecto al eje vertical no es significativamente mayor en diferente del delgado o moderado de las otras especies anali-
las vértebras anteriores que en las medianas (Tab. 2). Szynd- zadas; centro vertebral y arco neural proporcionalmente más
lar y Rage (2003) consideraron que las vértebras posteriores corto; y facetas articulares zigapofisarias más largas y orienta-
de las serpientes tienen paradiapófisis y carena hemal más das más lateralmente; caracteres ya notados en Albino y Car-
prominentes, pero estas variaciones no se advierten en el ma- lini (2008). La carena hemal de las vértebras de Boa es más
terial estudiado; por el contrario, la carena hemal es menos delgada y está más desarrollada que en los restantes géneros
prominente en las vértebras posteriores que en las medianas en todos los especímenes analizados. Por último, comparadas
de B. constrictor (Figs. 2–3). Con respecto a las variaciones con Corallus y Epicrates, las vértebras de Boa presentan un
ontogenéticas, según Auffenberg (1963), los individuos más mayor tamaño; el arco neural es más alto que en Epicrates,
jóvenes se diferencian por tener las prezigapófisis más cortas, Eunectes notaeus Cope, 1862, y Eunectes murinus, y la espina
el zigósfeno más delgado y la espina neural más corta. Nin- neural es más alta que en Corallus y Eunectes notaeus.
guna de estas diferencias se refleja claramente en los índices Sobre la base de las observaciones detalladas más arriba,
obtenidos (Tab. 2) ni en las observaciones efectuadas sobre se puede discutir la identidad taxonómica de Pseudoepicrates,
el material disponible, ya que varían a nivel intraespecífico. género del Mioceno de América del Norte. Como ya se ha
De acuerdo a las observaciones realizadas en este trabajo, mencionado en la introducción, Kluge (1988, 1991) con-
las vértebras precloacales anteriores presentan, además de sideró que las vértebras referidas a P. barbouri son indistin-
hipoapófisis sobre la superficie ventral del centro, zigapófisis guibles de las de B. constrictor. Sin embargo, este autor dife-
pequeñas y, en por lo menos la primera mitad de esta región, renció P. stanolseni de P. barbouri por tener un arco neural
orientadas anteriormente. También se caracterizan por una excepcionalmente alto y muy angosto entre prezigapófisis y
mayor altura respecto a las vértebras medianas y posteriores. entre postzigapófisis. La comparación de los holotipos de P.
Tanto las vértebras anteriores como las posteriores son más stanolseni (MCZ 1977) y P. barbouri (MCZ 1978), así como
pequeñas y más largas (arco neural y centro vertebral), y po- de una vértebra asignada a este último (MCZ 2417), de-
seen zigapófisis más cortas y zigósfeno más delgado que las muestra que el primero corresponde a una vértebra anterior
vértebras medianas. Además, en las posteriores, el proceso con hipoapófisis desarrollada y con el zigósfeno anterior-
prezigapofisario está más desarrollado y la carena hemal es mente cóncavo como en Boa (Fig. 4). El arco neural es tan
más ancha y menos prominente. alto como en las vértebras anteriores de Boa, al igual que la
Es posible notar que los caracteres discretos que permiten espina, la que, aunque está parcialmente rota, es muy alta
diferenciar a Boa de los restantes géneros de boas neotropi- y corta. El arco es muy angosto a nivel de las prezigapófi-
cales actuales (Corallus Daudin, 1803; Epicrates Wagler, sis y postzigapófisis debido a que las zigapófisis son cortas
1830; Eunectes Wagler, 1830) son la ausencia de protuber- y anterolateralmente orientadas, como en las vértebras más
ancia o tubérculo mediano sobre el zigósfeno en Boay la pre- anteriores de Boa. El zigósfeno moderado, el canal neural
sencia regular de foramen paracotilar pequeño a lo largo de proporcionalmente grande y alto, y las zigapófisis casi hori-
toda la columna vertebral, excepto eventualmente en algu- zontales también son atributos de vértebras anteriores del
nas pocas vértebras anteriores. La ausencia de protuberancia género. Aunque la vértebra fósil se destaca por la ausencia

60
ALBINO: MORFOLOGÍA VERTEBRAL DE BOA CONSTRICTOR

de foramen paracotilar, se ha observado que esta situación De esta manera, las poblaciones actuales de Boa de las Anti-
puede ocurrir en algunas vértebras anteriores de Boa. El resto llas Menores podrían ser interpretadas como relictos de una
de los caracteres del ejemplar MCZ 1977 son exactamente distribución miocena más generalizada en las Antillas, que
iguales a los que se documentaron en este género, por lo cual incluso habría alcanzado el territorio norteamericano. Stead-
no hay sustento para la validez de P. stanolseni. Con respecto man et al. (1984) reconocieron restos de Boa en el Holoceno
a los ejemplares MCZ 1978 y MCZ 2417, sus atributos tardío de Antigua, donde actualmente el género está ausente,
incluyen la presencia de foramen paracotilar pequeño y el ya que sólo ocupa Santa Lucía y Dominica. A la luz de la
borde anterior del zigósfeno cóncavo, que son diagnósticos hipótesis de una distribución miocena más extendida hacia
de Boa. En el espécimen MCZ 1978 no se ha preservado el norte, este hallazgo podría explicarse como la permanencia
la espina neural, mientras que el MCZ 2417 carece de la del género en Antigua hasta el Holoceno; sin embargo, no
prezigapófisis derecha. Se trata de vértebras que se ajustan debe desestimarse la capacidad de Boa para colonizar diver-
completamente a la morfología de las vértebras posteriores sas islas del Caribe por dispersión desde América Central y
de Boa en su tamaño, proporciones y caracteres específicos, América del Sur. Estudios de filogeografía basados en datos
como el proceso prezigapofisario visible en vista dorsal, arco moleculares de las subespecies de B. constrictor sudamerica-
y espina neural moderadamente altos, zigósfeno moderado nas, centroamericanas, norteamericanas e insulares podría
y carena hemal algo engrosada (Fig. 4). De esta manera, el ayudar a aclarar este punto.
género extinto Pseudoepicrates se considera aquí sinónimo Es destacable que todos los materiales fósiles asignados
de Boa, ya que las vértebras referidas al mismo tienen los a Boa no pueden distinguirse de las formas actuales de B.
caracteres diagnósticos de este género y sus particularidades constrictor, por lo que se considera que, desde comienzos del
pueden atribuirse a variaciones intracolumnares. Paleógeno hasta la actualidad, el género habría sufrido una
escasa diferenciación morfológica, al menos en su osteología
postcraneana.
CONCLUSIONES
El género Boa se habría originado en ambientes sub-
AGRADECIMIENTOS
tropicales de América del Sur durante el Cenozoico más
Se agradece a las siguientes personas que facilitaron ejemplares de boas de
temprano, habiendo alcanzado distribuciones mucho más colecciones para utilizar en preparaciones osteológicas: Beatriz Álvarez, José
australes que en la actualidad, llegando hasta Patagonia Virasoro, Carlos Grisolía y Oscar González. A Hymen Marx por el préstamo
(Albino, 1993; Albino y Carlini, 2008). La asimilación de de materiales osteológicos pertenecientes al FMNH. A Farish Jenkins por las
facilidades para la obtención de las fotografías de Pseudoepicrates del MCZ.
Pseudoepicrates del Mioceno de Florida a Boa implicaría una A Tomás Waller por el envío de la bibliografía de su autoría. A Santiago
distribución pasada más extensa también en territorios sep- Brizuela por la obtención de las fotografías de Boa. A CONICET por su
tentrionales, ya que en la actualidad el género no habita en apoyo financiero (PIP 112-200901-00176).
las Antillas Mayores ni el sudeste norteamericano. Basados
en hipótesis filogenéticas y estimaciones de reloj molecular, BIBLIOGRAFÍA
Noonan y Chippindale (2006) propusieron que los boideos Albino, A.M. 1993. Snakes from the Paleocene and Early Eocene of Patago-
nia, Argentina: paleoecology and coevolution with mammals. Historical
sudamericanos habrían sufrido poca diversificación hasta la Biology 7: 51–69.
invasión del Caribe a comienzos del Oligoceno, cuando la Albino, A.M. y Caldwell, M. 2003. Hábitos de vida de la serpiente cretácica
Dinilysia patagonica Woodward, 1901. Ameghiniana 40: 407–414.
conexión con las Antillas Mayores alcanzó su máximo. Esta
Albino, A.M. y Carlini, A. 2008. First Record of Boa constrictor (Serpentes,
dispersión podría explicar la presencia del género Boa en el Boidae) in the Quaternary of South America. Journal of Herpetology 42:
Mioceno inferior de la península de Florida pero implicaría 82–88.
Auffenberg, W. 1963. The fossil snakes of Florida. Tulane Studies in Zoology
la posterior extinción del género en dicho territorio y en las 10: 131–216.
Antillas Mayores. Se infiere que recién con el establecimiento Cope, E.D. 1862. Catalogues of the reptiles obtained during the explora-
definitivo del Istmo de Panamá, que conectó América del tions of the Paraná, Paraguay, Vermejo and Uraguay (sic) rivers by Capt.
Thos. J. Page, U.S.N. and those procured by Lieut. N. Michler, U. S.
Sur con América Central en el Plio-Pleistoceno, se habría Top. Eng., commander of the expedition conducting the survey of the
producido la mayor dispersión de Boa hacia América Cen- Atrato river. Procceding of the Academy of Natural Science of Philadelphia
14: 346–359.
tral y América del Norte (México). Sin embargo, el género Gray, J.E. 1842. Synopsis of the species of prehensile-tailed snakes, or family
no volvió a ocupar las Antillas Mayores, donde los únicos Boidae. The Zoological Miscellany, Treuttel, Würtz & Co., London: 41–46.
Daudin, F.M. 1803. Divison des ophidiens en vingt-trois genres. Bulletin
boideos que habitan actualmente son del género Epicrates. des Sciences par la Societé Philomatique 3: 187–188.

61
AMEGHINIANA, Tomo 48 (1): 53 - 62

Hoffstetter, R. y Gasc, J.P. 1969. Vertebrae and ribs in modern reptiles. En: Wagler, J.G. 1830. Natürliches System der Amphibien, mit Vorangehender
C. Gans, A. d´A. Bellairs y T. Parsons (Eds.), Biology of the Reptilia, Vol. Classification der Säugethiere und Vögel. Cotta’schen, München, Stuttgart
1, Morphology A, Academic Press, Nueva York, p. 201–310. y Tübigen, 354 p.
Hsiou, A.S. y Albino, A.M. 2009. Presence of the genus Eunectes (Serpentes, Waller, T. y Micucci, P.A. 1993. [Estado Actual del Conocimiento de la Bi-
Boidae) in the Neogene of southwestern Amazonia, Brazil. Journal of ología, Comercio y Conservación de las Boas Neotropicales: Géneros Boa L.
Herpetology 43: 612–619. (1758) y Eunectes Wagler (1830) (Reptilia: Serpentes: Boidae). Informe
Kluge, A.G. 1988. Relationships of the Cenozoic Boinae snakes Paraepi- TRAFFIC Sudamerica, Secretaría CITES, Ginebra, Suiza. Inédito]
crates and Pseudoepicrates. Journal of Vertebrate Paleontology 8: 229–230. Waller, T., Micucci, P.A. y Buongermini Palumbo, E. 1995. Distribución y
Kluge, A.G. 1991. Boine snake phylogeny and research cycles. Miscellaneous Conservación de la Familia Boidae en el Paraguay. Autoridad Científica
Publication Museum of Zoology, University of Michigan 178: 1–58. CITES del Paraguay, TRAFFIC Sudamerica, Secretaría CITES, Asun-
ción, Paraguay, 49 p.
Linnaeus, C. 1758. Systema Naturae per Regna tria Naturae secundum Class-
es, Ordines, Genera, Species, cum Characteribus, Differentiis, Synonymis,
Locis. Salvii, Stockholm, Volumen 1, 824 p.
APÉNDICE
Moon, B.R. 1999. Testing an inference of function from structure: snake
Boa constrictor, FMNH 22362, FMNH 211926, FMNH 22353, UNMdP-
vertebrae do the twist. Journal of Morphology 241: 217–225.
O 44 (LHC=187 cm), UNMdP-O45 (LHC=210 cm), UNMdP-O 46
Noonan, B.P. y Chippindale, P.T. 2006. Dispersal and vicariance: the com- (LHC=123 cm), UNMdP-O 47 (LHC=194 cm), UNMdP-O 49 (sin
plex evolutionary history of boid snakes. Molecular Phylogenetics and datos), UNMdP-O 50 (LHC=170 cm)
Evolution 40: 347–358.
Corallus caninus (Linnaeus, 1758), FMNH 223192
Rage, J.C. 2001. Fossil snakes from the Paleocene of São José de Itaboraí,
Corallus cookii Gray, 1842; FMNH 212337
Brazil. Part II. Boidae. Palaeovertebrata 30: 111–150.
Epicrates cenchria (Linnaeus, 1758), UNMdP-O 42, UNMdP-O 43
Steadman, D.W., Pregill, G.K. y Olson, S.L. 1984. Fossil vertebrates from
Antigua, Lesser Antilles: Evidence for late Holocene human-caused ex- Eunectes murinus, FMNH 212710
tinctions in the West Indies. Procceding of National Academy of Science Eunectes notaeus, UNMdP-O 48.
81: 4448–4451
Szyndlar, Z. y Rage, J.C. 2003. Non-erycine Booidea from the Oligocene and
Miocene of Europe. Institute of Systematics and Evolution of Animals, doi: 10.5710/AMGH.v48i1(302)
Polish Academy of Science, Kraków, 109 p.
Vanzolini, P.R. 1952. Fossil snakes and lizards from the lower Miocene of Recibido: 22 de enero de 2010
Florida. Journal of Paleontology 26: 452–457. Aceptado: 29 de julio de 2010

62

Potrebbero piacerti anche